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Resúmenes de Selectividad Hª España. Opción A.

4. LAS CORTES DE CADIZ Y LA CONSTITUCIÓN DE 1812.


1. INTRODUCCIÓN.
Durante la Guerra de Independencia, una minoría de intelectuales liberales quiso aprovechar la
situación de inestabilidad y de vacío de poder (Fernando VII era considerado legítimo pero estaba
exiliado en Francia) para llevar a cabo el desmantelamiento del Antiguo Régimen, para lo cual
hubo de enfrentarse con los estamentos privilegiados, contrarios a esos cambios. La gran masa de
españoles, ignorantes, estuvo al margen de este debate político, inclinándose más bien hacia las
posiciones de los absolutistas debido a la influencia que sobre ellos ejercía el clero.
En estos años podemos hablar de dos poderes en España: las juntas locales que aunarán sus
esfuerzos en una Junta Central y el gobierno de José I que era rechazado por la mayoría de los
españoles. Las juntas y, posteriormente, las Cortes crearon un nuevo sistema de gobierno, basado
en la igualdad jurídica, unos derechos que acabase con las injusticias del Antiguo Régimen.
2. DESARROLLO.
Junta Suprema, Regencia y Convocatoria de Cortes.
Al hacerse públicas las abdicaciones de Bayona, el pueblo español se convirtió en defensor de los
derechos de Fernando VII y asume la soberanía nacional al interpretar que la renuncia había sido
mediante amenazas. En los territorios donde triunfaron los rebeldes antifranceses se destituyó a las
autoridades existentes y se crearon juntas locales (por todo el territorio nacional). Estas juntas eran
nuevos órganos de poder que estaban integrados por las viejas clases dominantes (nobleza y clero)
y niegan la legitimidad del hermano de Napoleón, José I Bonaparte. Estas juntas locales se
integraron en juntas supremas provinciales (13), que ejercían el poder en sus provincias y se
encargan de resistir contra los franceses, distribuyen armas, soberanas e imponen tributos.
De la necesidad de unificar esfuerzos surge la Junta Central, que está formada por miembros de las
Juntas provinciales y pretende un gobierno único con las siguientes funciones: representar la
voluntad de la soberanía nacional en nombre del rey, la formación de un nuevo ejército, llegar a
acuerdos en política exterior (alianza con Gran Bretaña)…
Ya sabemos que por las circunstancias de la guerra, la Junta Suprema Central tuvo que instalarse en
la ciudad de Cádiz, la cual, pese al asedio y el bombardeo que sufrió durante largo tiempo, nunca
llegó a ser tomada por los franceses. Cuando las operaciones militares organizadas por dicha Junta
concluyeron en sucesivos fracasos, la Junta se disolvió y en su lugar fue nombrado un Consejo de
Regencia (1810) constituido por cinco miembros, que en teoría iba a gobernar en nombre de
Fernando VII desde Cádiz en tanto durase su permanencia en Francia. Sin embargo varios meses
después llegan a Cádiz noticias de la rebelión independentista que está comenzando en las colonias
americanas. Este es el motivo por el que la Regencia se decide convocar una reunión de las Cortes
(septiembre de 1810), creyendo así ingenuamente que lograrían frenar el movimiento separatista,
pues también acudirían a las Cortes representantes americanos.
Para la formación de las Cortes se produjeron elecciones de diputados en cada provincia mediante
sufragio de los mayores de 25 años (sufragio universal masculino) y una sola cámara (muy
revolucionario) frente a lo que pedían los privilegiados de separar las cámaras por estamentos.
La guerra impidió que se celebrasen elecciones en muchas regiones y que muchas personas no
pudiese llegar a Cádiz por lo que fueron sustituidos por gaditanos liberales. Así la composición de las
Cortes estuvo compuesta por un tercio de clérigos, la mayoría de funcionarios, abogados y
profesiones liberales, algunos militares y muy pocos nobles
Esta composición no era representativa de la realidad sociopolítica del país debido a la situación de
guerra. El resultado será una constitución sumamente avanzada para un país muy atrasado debido a
que la mayoría de las Cortes eran liberales y quedan en minoría los privilegiados.
La obra de las Cortes la podemos dividir en dos: las medidas sociales y económicas para
desmontar el Antiguo Régimen y, por otro lado, la Constitución de Cádiz (1812).
Las Cortes de Cádiz y su obra reformista (1810-1813).
La primera medida que toman las Cortes es el decreto en el que se nombran soberanas por la
voluntad nacional y reconocen como rey a Fernando VII declarando nula su renuncia por no contar
con el consentimiento de la nación. Se establece el principio de la división de poderes: las Cortes se
reservan el poder legislativo mientras el poder ejecutivo estará en manos de una Regencia y un
poder judicial independiente. Al tiempo, se proclama la igualdad jurídica de todos los ciudadanos
(tanto españoles como americanos)
Desde el principio las Cortes quedaron divididas en dos grandes grupos: los liberales y los
absolutistas o serviles (la mayoría del clero y la nobleza). También hubo un tercer sector, el de los
jovellanistas (posición intermedia)..
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Resúmenes de Selectividad Hª España. Opción A.
La labor de las Cortes de Cádiz entre 1810 y 1813 estuvo dedicada a una doble tarea: el
desmantelamiento jurídico del Antiguo Régimen y la elaboración de una Constitución que diera
lugar a la creación de un nuevo sistema político y una nueva configuración del Estado.
La primera tarea se apreció en la siguientes medidas: libertad de imprenta (1810); supresión del
régimen señorial (1811): se suprimen los señoríos jurisdiccionales (perdiendo poder los estamentos
privilegiados); supresión de la Inquisición; supresión de la Mesta y de los gremios, libertad
económica, comercial, de trabajo y de fabricación y una tímida desamortización eclesiástica.
La Constitución de 1812.
La primera Constitución española fue aprobada el 19 de marzo de 1812 (día de San José, por lo
que fue bautizada por el pueblo como “La Pepa”). Fue la obra más trascendente de las Cortes de
Cádiz y la Constitución más extensa de la historia constitucional de España. Su extensísimo texto
(384 artículos) constituye un resumen de las ideas del liberalismo español en su primera época.
Paradójicamente esta Constitución de 1812, hecha por gente que estaba luchando contra los
franceses, se inspira en muchos principios que proceden de Francia (por ejemplo, la definición de la
ley como expresión de la voluntad popular parte de la idea del “contrato social” de Rousseau; o
también el principio de separación de poderes se atribuye a otro filósofo francés: Montesquieu).
El sistema político de la Constitución se sustenta en cuatro principios fundamentales: la división de
poderes, la limitación del poder real, la unicameralidad y un sistema participativo basado en el
sufragio universal indirecto. Veamos sus principales características:
1. La afirmación de la soberanía nacional: la autoridad suprema reside en el conjunto de la
nación, representada en las Cortes. Este principio rompe con el Antiguo Régimen porque todos los
ciudadanos son iguales en derecho.
2. La introducción de la división de poderes: el nuevo Estado es una monarquía limitada o
constitucional (no absoluta) con división de poderes:
- Legislativo: corresponde “a las Cortes con el Rey” (art. 15).
- Ejecutivo: pertenece al Rey, quien nombra a su gobierno formado por siete secretarios
de despacho (más tarde llamados ministros). El rey tiene que someterse a la Constitución
y se limita su poder y su legitimidad es debido a la nación.
- Judicial: La administración de justicia es competencia exclusiva de los tribunales y se
establecen los principios básicos de un Estado de derecho: códigos únicos en materia
civil, criminal y comercial, garantías de los procesos (habeas corpus), etc. Nace la
institución del Tribunal Supremo.
3. La declaración de la igualdad de todos los ciudadanos ante la ley (art.248). Sólo los
eclesiásticos y militares tendrán un fuero especial.
4. La introducción de Cortes unicamerales (formadas por una sola cámara) con amplios
poderes: legistativo (elaboran leyes), sucesión de la Corona y aprueban tratados internacionales.
5. El establecimiento de elecciones mediante sufragio universal masculino e indirecto.
6. La declaración de los derechos del individuo: igualdad jurídica, inviolavilidad del domicilio,
libertad de imprenta, libertad de expresión, garantías procesales y penales, derecho a la
propiedad privada y al sufragio, etc.
7. La Confesionalidad del Estado: el catolicismo es la religión oficial y única del Estado
español. No establece la libertad religiosa.
3. CONCLUSIÓN.
La Constitución inicia la historia del constitucionalismo español que llega hasta la actual de
1978. A pesar de la importancia de su obra, las Cortes no tuvieron gran incidencia práctica en la vida
del país. La situación de guerra impidió la efectiva aplicación de lo legislado en Cádiz y, al final de la
guerra, la vuelta de Fernando VII frustró la experiencia liberal y condujo al retorno del absolutismo.
Además las ideas políticas liberales fueron abrazadas exclusivamente por una parte minoritaria de la
población, en la que se encontraban altos burócratas, juristas abogados, profesores, escritores y
periodistas. Casi todos ellos eran jóvenes y pertenecían a las nuevas clases urbanas, es decir a la
burguesía.
No obstante es una constitución casi mítica para la doctrina liberal, con un enorme prestigio no
sólo en nuestro país sino también en otros, tanto de Europa como en América (las colonias
americanas, una vez convertidas en estados independientes, la tomarían como modelo para
elaborar sus respectivas constituciones). Además, en los periodos 1820-23 y 1836-37 los liberales
españoles conseguirán reponerla.

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