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El kale tiene una estructura floral que consta de cuatro sépalos, cuatro pétalos, seis
estambres y un gineceo formado por dos carpelos y un ovario superior (Figura 1). El fruto
es una cápsula (siliqua) dividida en dos lóculos por tabique. En condiciones normales de
cultivo son plantas bianuales, es decir, las flores se desarrollan en el segundo año. El kale
es una planta alógama debido a autoincompatibilidad. Una alteración de las condiciones
de crecimiento, por ejemplo, vernalizando plántulas, puede inducir floración prematura
(Steindal et al., 2015).
c) d)
Figura 1. a) Plántula de kale, b) planta desarrollada, c) planta florecida y d) flor de kale
Aunque tolera algo de falta de humedad y altas temperaturas del aire, estos factores
afectan la calidad del producto haciéndolo más amargo y tosco, pero además pueden
favorecer la floración de la planta, afectando la calidad. La planta prefiere suelos con alto
contenido de materia orgánica, bien drenados y levemente ácidos (pH entre 5,5 y 6,5). La
temperatura de suelo requerida para la germinación está entre 13 y 24 ºC, germinando la
semilla después de 5 a 10 días desde la siembra.
Necesidades hídricas
El kale es una planta poco exigente frente a necesidades de agua. El riego debe ser poco
frecuente. Sin embargo, en la etapa de almaciguera y las primeras dos semanas después del
trasplante, éste no debe sufrir estrés hídrico, por lo cual el riego debe ser más frecuente.
Lo importante es mantener una adecuada humedad del sustrato o de suelo, ya que es
sensible al déficit hídrico en dicho período. Así, hay que evitar inundar, ya que las raíces
podrían sufrir podredumbre. En el cuadro 1 se presenta la demanda bruta de agua por zona
agroecológica de la Región de La Araucanía, en diferentes épocas del año de trasplante y
cosecha, con un sistema de riego por goteo con cintas de riego, y una eficiencia de 95 %.
La metodología utilizada para el cálculo se indica en el Anexo 1.
Cuadro 1. Demanda bruta de agua del cultivo del kale por zona agroecológica en la Región de
La Araucanía
Necesidades nutricionales
El cultivo de kale tiene requerimientos nutricionales de nitrógeno (N2) que fluctúan entre
3,0 y 3,2 kg/t de materia verde cosechada (equivalente a 50–60 kg/ha), mientras que de
fósforo (P2O5) requiere 0,7 a 0,9 kg/t de materia verde cosechada (equivalente a 14-18
kg/ha). En potasio (K2O) los requerimientos varían entre 3,0 y 3,1 kg/t de materia verde
cosechada (equivalente a 60 a 65 kg/ha). Sin embargo, para lograr alcanzar el potencial
productivo se debe considerar la planta completa. Así, la cantidad promedio de nitrógeno,
fósforo y potasio que se requiere aplicar es de 280 kg/ha de N, 45 kg/ha P2O5 y 220 kg/ha de
K2O, respectivamente. El nitrógeno se recomienda aplicar en cuatro momentos distintos: 1)
al inicio del cultivo posterior al trasplante; 2) al inicio de desarrollo; 3) en pleno desarrollo
y 4) al final del cultivo al lograr la altura de planta según la variedad. Así, posterior a eso es
recomendable aplicar una dosis de 20 kg/ha de N al final de cada cosecha o corte.
Por su parte, Acuña (2008) describe algunas enfermedades reconocidas en Chile para este
cultivo, siendo el pariente cercano la col forrajera (berza en otras partes del mundo). Es
importante utilizar la rotación de cultivos, para evitar la contaminación y dispersión de
estos inóculos de las enfermedades. Finalmente, algunas enfermedades y descripción
general se presentan en el cuadro 2 (Acuña, 2008).
Cuadro 2. Principales enfermedades del kale descritas por el SAG en Chile (Acuña, 2008)
FITOPATÓGENO SÍNTOMAS
Nombre Nombre
Ingrediente activo Producto comercial
común científico
Phyllosticta
Mancha brassicae (tel.
Clorotalonilo Chlorothalonil 75 WG
anillada Mycosphaerella
brassicicola)
Azoxistrobina Amistar 50 WG
Azoxystrobina+Clorotalonilo Amistar Opti
Ciprodinilo/Fludioxonilo Switch 62,5 WG
Balear 720 SC, Bravo 720,
Mancha de Alternaria Chlorothalonil 75 WG,
la hoja brassicae Clorotalonilo Clorotalonil 500 SC, Glider
72 SC, Hortyl 720, Pugil
50 SC
Caldera 250 EC, Dominio 25
Difenoconazol
EC, Score 250 EC
Cadilac 80 WP, Manzate
200, Mancocapac,
Mancozeb Mancozeb 80 % PM,
Unizeb 80% WP, Vondozeb,
Vondozeb 75 WG
Crater Gold MZ 72,
Metalaxilo/Mancozeb Mancolaxyl, Metalaxil MZ
58 WP
Azoxistrobina Amistar 50 WG
Azoxystrobina+Clorotalonilo Amistar Opti
Clorhidrato de Propamocarb/
Consento 450 SC
Peronospora Fenamidona
Mildiu Bravo 720, Chlorothalonil
parasitica
Clorotalonilo 75 WG, Clorotalonil 500 SC,
Hortyl 720, Pugil 50 SC
Cadilac 80 WP, Manzate
200, Mancocapac,
Mancozeb Mancozeb 80 % PM, Unizeb
80 % WP, Vondozeb 75 WG,
Vondozeb
Crater Gold MZ 72,
Metalaxilo/Mancozeb Mancolaxyl, Metalaxil MZ
58 WP
Propamocarb/Fosetilo-Aluminio Previcur® Energy 840 SL
Las primeras medidas que se deben considerar para hacer control de malezas incluyen:
- Escape por siembra temprana o tardía: permite evitar la explosión máxima de algunas
especies de malezas, o bien las plantas están grandes y vigorosas. Por lo tanto, pueden
competir con estas especies.
- Densidad de población: evitar espacios libres sobre hilera, dejando el cultivo bien
cerrado, a distancias que pueda crecer bien y producir plantas de kale fácil de cosechar.
En cultivos a suelo descubierto, como el kale, escardas entre hileras permiten un buen
control y facilitan el riego, además de airear el suelo y aporcar las plantas.
El cultivo del kale aún no tiene especificaciones en Chile, pero los herbicidas a utilizar se
pueden asemejar a los de las hortalizas pertenecientes a la familia Brassicaceae, los cuales
se presentan en el cuadro 4.
Modo de
Ingrediente activo Producto comercial Aplicación
acción‡
Aquiclan 24 EC, Aquiles 24 EC,
Centurion 240 EC, Centurion
Cletodima Post emergencia Sis-Sel-G
Super, Cletodim 24 EC, Fortaleza
24 % EC, Hazard, Vesuvius
Oxadiargilo Raft 400 SC Pre-trasplante SA-R-HA
Enmark, Galigan 240 EC, Goal 2 EC,
Oxifluorfeno Pre-trasplante C-R-HA-G
Maus, Oxus, Tango 24 EC
Drakkar, Herbadox 45 CS, Oriol 400
Pre-trasplante
Pendimetalina EC, Pendiclan 33 EC, Spectro 33 SA-R-HA-G
incorporado
EC, Spectro 40 EC
Propaquizafop Agil 100 EC Post emergencia Sis-Sel-G
Índice de cosecha
El kale es una planta donde las hojas se deben cosechar durante un período de tiempo,
siendo la hoja fresca y tierna el órgano de consumo, la que puede ser consumida como
ensalada, en guisos o procesada en la agroindustria (ejemplo: jugo concentrado). Esta
planta se puede cosechar de manera escalonada cortando hojas más antiguas y dejando
que las hojas de renuevo puedan desarrollarse, donde lo importante es no cosechar todas
las hojas iniciales, para permitir que la planta logre una altura según las características de
su variedad. El índice de cosecha es el tamaño de la hoja y la textura, la cual debe ser suave,
no tosca, ni menos coriácea, tal como se muestra en la figura 3.
Poscosecha
El órgano de consumo del kale son las hojas, las que al momento de cosecha están
activamente haciendo fotosíntesis y respirando. Por lo tanto, hay una acumulación de
energía y, posteriormente, un consumo de energía. También, hay un flujo de agua a través
de ellas para ser utilizada en los procesos metabólicos, lo que le da la turgencia necesaria
para una presentación apropiada cuando se comercialicen. Cuando se corta la hoja de la
planta madre, este flujo se detiene, la hoja sigue transpirando, lo que significa un gasto
de energía y deterioro del producto, según el tratamiento que se le dé. Por lo tanto, si es
almacenada con menor temperatura que la ambiental, se disminuye la tasa respiratoria y
disminuye el deterioro. En el cuadro 5 se muestra cómo es la pérdida de peso del material
cosechado después de dos y cuatro horas expuestas a pleno sol y bajo malla de sombra
(tipo raschel) en diferentes territorios de La Araucanía. Así, altas diferencias entre ambas
situaciones se pueden observar, con una pérdida de peso promedio mayor a 50 % después
de 2 y 4 horas, y después de 2 horas una diferencia de 54 % entre exposición al sol y a la
sombra. A las 4 horas se repite el mismo porcentaje de disminución de peso.
2 horas 4 horas
Productividad
El kale por ser una hortaliza de hoja, es más sensible al deterioro por cosecha tardía,
quedando un producto muy tosco y poco amistoso para consumir. Es por eso que se debe
cosechar en el estado oportuno, decidiendo en forma visual el momento de cosecha o
calculando cuando está lista para cosecha usando la suma térmica. Para dicho cultivo,
en evaluaciones realizadas en las diferentes unidades demostrativas de La Araucanía, se
obtuvo un promedio de 1.110±286 grados-día acumulados desde trasplante a cosecha.
Cuadro 6. Época estimada de cosecha de kale según fecha de trasplante en varios territorios de
la Región de La Araucanía, basado en suma térmica
Inicio Fin de
Territorio Temporada Época de cosecha Época de cosecha
trasplante trasplante
Valle central Primavera-verano
Temuco Octubre 2ª quincena enero Enero 2ª quincena marzo
Maquehue Octubre 2ª quincena enero Enero 2ª quincena marzo
Precordillera Primavera-verano
Vilcún Octubre 2ª quincena enero Enero 1ª quincena abril
Cautín sur Primavera-verano
Freire Octubre Fines enero Enero 1ª quincena abril
Secano costero Primavera-verano
Tranapuente Octubre 1ª quincena febrero Diciembre 2ª quincena marzo
Secano interior Primavera-verano
Cholchol Octubre 2ª quincena enero Diciembre 1ª quincena marzo
Valle central Otoño-invierno
Temuco Enero 2ª quincena marzo Marzo 2ª quincena agosto
Maquehue Enero 2ª quincena marzo Marzo 2ª quincena agosto
Precordillera Otoño-invierno
Vilcún Enero 1ª quincena abril Marzo Mediados octubre
Cautín sur Otoño-invierno
Freire Enero 1ª quincena abril Marzo Mediados septiembre
Secano costero Otoño-invierno
Tranapuente Noviembre 1ª quincena marzo Marzo 1ª quincena septiembre
Secano interior Otoño-invierno
Chol Chol Noviembre 2ª quincena marzo Marzo 2ª quincena octubre
El kale es una planta que además de contener altos niveles de elementos nutricionales
es rica en antioxidantes beneficiosos para la salud humana. Estos antioxidantes están
compuestos por diferentes vitaminas (C, E, carotenos, tocoferoles, etc.), compuestos
fenólicos (flavonoides, antocianinas, etc.) y glucosinolatos, los cuales han sido asociados
a la disminución del riesgo de contraer una serie de enfermedades crónicas como
artereoesclerosis y cáncer (Gosslau y Chen, 2004; Kris-Etherton et al., 2002).
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