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CONTROL INTERNO
El control interno empresarial son todas las actividades que se trabajan en conjunto para
el buen funcionamiento de un negocio. Este tiene por objetivo resguardar los recursos
de la empresa para evitar pérdidas o faltas que puedan afectar su rentabilidad.
Entre algunos de los fallos más importantes que un control interno puede evitar se
incluyen:
Riesgos estratégicos
Riesgos operativos
Fraudes internos/externos
Dependencia de personal en áreas específicas
Fuga de información sensible
Riesgos técnicos o legales
Riesgos en la reputación
Riesgos financieros
Por ello, es importante establecer un control en las actividades que se integran
diariamente en la gestión empresarial de un negocio para la constante protección de los
activos. Además, para minimizar errores de operación y cumplir con los objetivos del
control interno de una organización.
Actividades de control:
Estas son las políticas y procedimientos que ayudan a garantizar que se lleven a cabo las
políticas trazadas por la dirección, respecto de la gestión. Un ejemplo es una política
que indica que todas las transacciones superiores a US$5,000 requieren dos niveles de
autorización.
Información y comunicación:
Debe haber disponibilidad de la información relevante para la toma de decisiones de
gestión, así como para la presentación de informes y reportes a terceros. La
comunicación debe ser eficaz y fluir en todas las direcciones, al interior de la
organización.
Monitoreo:
Es la labor de supervisión que hace la administración. Los mejores controles internos no
valen nada si la empresa no los supervisa y realiza cambios cuando no funcionan. Por
ejemplo, si la administración detecta que salen activos de una bodega sin autorización,
tiene que establecer mejores controles en su lugar e indagar porque no funcionaron las
medidas existentes.
Con base en los anteriores elementos, el auditor cuenta con una base para decidir el
alcance y oportunidad de los procedimientos de auditoría que va a aplicar e incluso, si
advierte fuertes debilidades de control, podría considerar que no es posible realizar la
auditoría. De ahí la importancia de un juicioso análisis y evaluación del control interno.