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“AÑO DE LA UNIDAD, LA PAZ Y EL DESARROLLO”

UNIVERSIDAD NACIONAL DE TUMBES


FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES
ESCUELA DE PSICOLOGÍA 

Tema: 

Monografía sobre Carl Rogers: Teoría de la autorrealización.

Autores:

Paredes Melgar, Iván Giampiero.

Peña Valverde, Rosmery Miney.

Peralta Matamoro, Shirley Geraldine.

Perez Dios, Angie Patricia.

Pérez Espinoza, Samuel Aderly.

Tumbes 2023
DEDICATORIA:

A nuestros padres, por forjarnos como las personas que somos


en la actualidad, ya que muchos de nuestros logros se los
debemos a ellos, entre los que se incluye este trabajo, nos
formaron con reglas y algunas libertades, pero al final de cuentas,
nos motivaron constantemente para alcanzar nuestros anhelos.
AGRADECIMIENTO:

Nuestros más sinceros agradecimientos a nuestros padres


porque a pesar de las dificultades que presenta la vida,
siempre han sabido enseñarnos a salir adelante y a no
rendirnos. Sin su apoyo incondicional en todos los ámbitos
no hubiéramos podido llegar a donde estamos, y a nuestra
docente, por enseñarnos y compartir con nosotros su
conocimiento, así como guiarnos para ser unas mejores
personas y profesionales.
INDICE

RESUMEN
RESUMEN
ABSTRACT
INTRODUCCIÓN
DESARROLLO DEL TEMA
CAPÍTULO I
1.1 La vida de Carl Rogers

Fundamentos en la propia experiencia

En Oark Park (Illinois), fue allí donde nació Rogers en 1902, llegando a ser el cuarto integrante
de los seis que constituían su familia. Tenía padres rigurosos con respecto a temas religiosos,
por lo que le inculcan una la conducta moral como algo muy importante, lo que llevó a que
Rogers a presentar situaciones de rebeldía, y a no contar con sus ideas establecidas como
propias, es decir, se basaba en la idea que los demás tenían.

Su vida social era mínima, debido a que contaba con ciertas restricciones establecidas por sus
padres, como, jugar naipes, fumar, ver películas, y tomar bebidas alcohólicas. A pesar que sus
padres le manifestaban cariño, este llegó a sentir celos y una rivalidad por su hermano mayor.
Se definía como un niño solitario, tímido y ensoñador, pese a que un escritor mencionó que era
víctima de las bromas de su hermano.

Tras su intento de escapar de su realidad, se introdujo al mundo de la lectura, llegando a leer


todos los libros que encontraba, lo cual le ayudaba a crear una propia concepción del mundo,
asimismo, comprendió que la soledad había intervenido a la formación de su teoría y
personalidad.

Cuando tenía 12 años junto con su familia se mudaron a una granja, donde desarrolló el gusto
por el campo la agricultura, y la investigación (métodos científicos). Lo cual influenció y lo
impulsó a estudiar agricultura en la Universidad de Wisconsin. Aunque, al encontrarse en el
segundo año abandonó sus estudios con la intención de dedicarse a ser ministro de la Iglesia.
Sin embargo, aquello no sucedió y cuando estaba en el penúltimo año de sus estudios, fue
elegido asistir a una conferencia en Beijing (China), lo que contribuyó a que Rogers cambie
completamente sus ideales, sustituyéndolos por uno más liberales, y aunque aquella idea le
atormentaba, también le daba confianza y una independencia tanto emocional como intelectual.

Método original de consejería

Rogers se graduó en 1924 en la Universidad de Wisconsin, y aunque todavía deseaba ser pastor
fue transferido al Teachers College de la Universidad de Columbia, donde estudió psicología
clínica y educacional. Hasta ese entonces ya se había casado con una amiga y contaba con su
doctorado, el cual obtuvo en 1931, empezando con ello a trabajar y a diagnosticar a niños
catalogados de pobres y delincuentes. Sin embargo, en 1940, cambió aquel trabajo para ser
profesor en la Universidad Estatal de Ohio, donde desarrolló de una mejor manera sus ideas
respecto a la consejería sobre los trastornos emocionales. Desde 1945 hasta 1957, se mantuvo
activo en la Universidad de Chicago, desempeñándose como docente y dedicándose al
desarrollo del centro de asesoría.

También menciona que hubo una ocasión en la que los resultados no fueron los esperados y no
pudo ayudar a un paciente con un trastorno severo. Lo que originó un colapso nervioso y su
confianza quedó completamente destruida, por lo que escribió: “Estaba totalmente seguro de mi
incapacidad como terapeuta, de mi inutilidad como persona y de que no tenía futuro en el campo
de la psicología” (Rogers, 1967, p. 367).

Aquel suceso lo llevó alejarse por cierto tiempo junto a su esposa, descubriendo que tenía una
profunda inseguridad, la cual trató con terapia, llevándose a cabo con éxito y a su término ya
contaba con la capacidad de brindar y recibir amor. Continuando con ello las atenciones a los
jóvenes que contaban con problemas de ajuste, pero no emocionales.

1.2 El sí mismo y la tendencia a la realización.


Rogers nos comenta que, durante su viaje a China, comenzó a poder reconocer y entender la
importancia del sí mismo autónomo como un factor de su desarrollo personal.

En la década de 1930 Rogers desarrolló un gran método para poder determinar si la conducta de
un niño era sana y constructiva o enfermiza y destructiva. Este exploraba todos los antecedentes
del menor y pedía que le evaluaran en los factores que, a su juicio, influyen en su conducta; a
saber: El entorno familiar, la salud, la posición socioeconómica, las influencias culturales,
interacción social y escolaridad, todos ellos son los factores externos; es decir, los que forman
parte del entorno.

Rogers nos comenta que hizo una investigación para poder determinar un factor interno: El cual
es el conocimiento de sí mismo, este lo describió como aceptación de sí mismo y de la realidad,
así como un sentido de responsabilidad de sí mismo.

Planteó también que los factores del entorno familiar y de las interacciones sociales, presentan
una gran y estrecha correlación con la delincuencia, pero en este se equivocó, ya que el
conocimiento de sí mismo es el que mejor predice el comportamiento posterior.
Rogers aceptó todos los resultados y tras reflexionar en ellos, llegó a dar mucho valor su
importancia. Si la actitud ante el sí mismo predice mejor el comportamiento que los factores
externos que supuestamente ejercen una influencia decisiva durante la niñez, entonces tanto los
consejeros como los trabajadores sociales estaban usando técnicas equivocadas para tratar a
los niños y a los adolescentes delincuentes. Así fue como él sí mismo pasó a ocupar el centro de
la teoría de la personalidad y, al mismo tiempo, de su propia vida.

Según Rogers, todos estamos motivados por una tendencia innata a realizar, a poder mantener y
mejorar el sí mismo. Este impulso formará parte de una tendencia a la realización más global,
que abarca a todas las necesidades fisiológicas y psicológicas, esta tendencia a la realización
comienza siempre desde el seno materno; ya que nos va a poder facilitar el crecimiento humano,
y es ahí donde se permite la diferenciación de los órganos físicos y el desarrollo de la actividad
fisiológica.

1.3 El mundo de la experiencia.


Rogers quería saber cómo es que nosotros podemos percibir el mundo y también cómo es que
nosotros podemos o reaccionamos a él. Él nos dice que la realidad de nuestro entorno depende
mucho de cómo nosotros lo percibimos, pero esto no siempre coincide con la realidad.

Por qué una persona puede reaccionar tal vez reaccione frente a una experiencia de forma
distinta a la del mejor amigo. Uno quizá juzgue la conducta del compañero de cuarto de forma
muy distinta a como la juzgaría alguien que tiene más edad. Entonces a todo esto podemos
concluir o deducir que la percepción cambia con el tiempo y las circunstancias.

A medida que la tendencia a la realización nos lleva a crecer y a desarrollarnos más durante el
desarrollo de nuestra infancia, el mundo de la experiencia se va ensanchando cada vez más. Se
dice que los niños pequeños, están expuestos a más fuentes de estimulación y estos responden
a ellas tal como las perciben, la experiencia se convierte en la única base de los juicios y
conductas.

A esto, Rogers escribió: “Pienso que la experiencia es la autoridad máxima. Los niveles más
altos de desarrollo pulen nuestro mundo de la experiencia y, al final de cuentas, llevan a la
formación del yo.
1.4 El desarrollo del sí mismo durante la niñez.
Este desarrollo se forma cuando se distingue lo que es una parte directa e inmediata del sí
mismo de las personas, los objetos y los hechos externos. El autoconcepto también se dice que
es la imagen de lo que somos, de lo que deberíamos ser y de lo que nos gustaría ser.

 La Consideración Positiva:

Dentro de esta consideración está la aceptación, amor y aprobación brindados por la gente.

Se dice que, conforme va surgiendo el sí mismo, los niños van a empezar a sentir la necesidad
de lo que Rogers llamó consideración positiva, esta es una necesidad universal y constante, que
mayormente barca la aceptación, el amor y la aprobación por parte de otros, sobre todo de la
madre durante toda su infancia. El niño siente satisfacción cuando recibe consideración positiva
y frustración cuando no la recibe o se la retiran

Aun cuando el niño reciba suficiente aceptación, amor y aprobación, quizá lo podrían castigar por
ciertas conductas. Sin embargo, si la consideración positiva persiste a pesar de los
comportamientos indeseables, se dice que la condición es una consideración positiva
incondicional, con lo cual Rogers se refería al amor que la madre prodiga a su hijo de forma
espontánea y plena, sin que esté condicionado a la actuación del niño o dependa de ella.

Con el tiempo, la consideración positiva provendrá de uno mismo más que del exterior, a la cual
Rogers lo llamó Consideración positiva por uno mismo, este un estado en el cual nos podemos y
demostramos aceptación y aprobación a nosotros mismos.

Por ejemplo: Los niños que son premiados con afecto, aprobación y amor cuando están
contentos, llegarán a generar consideración positiva por sí mismos siempre que estén contentos.
Cuando las personas la reciben y la desarrollan por sí mismas, a su vez podrán brindar
consideración positiva a otros.

 Las Condiciones De Valor:

Las condiciones de valor surgen de esta secuencia evolutiva de la consideración positiva que
culmina en la consideración positiva por uno mismo. Esta última equivale al superyó de Freud y
se origina en la consideración positiva condicional.

Antes dijimos que la consideración positiva incondicional incluye el amor y la aceptación del niño
por parte de sus padres sin ninguna condición y sin que dependa de su comportamiento. La
consideración positiva condicional es lo contrario. Los padres no siempre reaccionan con una
consideración positiva frente a todo lo que haga el niño. Así, el niño aprende que el amor de sus
padres tiene un precio, y este exige que se porte bien. Entonces irán aprendiendo y
comprendiendo que a veces se le valora y otras veces no. Por lo tanto, el niño va a aprender a
evitar ciertas acciones que, de lo contrario, le podrían resultar placenteras.

 La Incongruencia:

Discrepancia entre el autoconcepto de una persona y los aspectos de su experiencia. En teoría,


el niño no sólo aprende a inhibir las acciones inaceptables, sino también a negar o deformar
formas inaceptables de percibir el mundo de la experiencia.

Dado que tiene una percepción falsa de ciertas experiencias, corre el peligro de enajenarse de
su auténtico sí mismo.

Las experiencias incongruentes o incompatibles con el autoconcepto representan una amenaza


y se manifiestan por medio de la ansiedad: si el autoconcepto contiene la creencia de que
amamos a todos los hombres, sentiremos ansiedad cuando conozcamos a alguien que nos
provoque odio. La medida del ajuste psicológico y de la salud mental depende de la congruencia
o compatibilidad entre el autoconcepto y la experiencia.

1.5 Características de las personas que funcionan plenamente.


El famoso psicólogo humanista Carl Rogers creía que las personas que funcionan plenamente o
que se autorrealiza tienen ciertas características únicas. Estos rasgos se basan en la teoría de la
personalidad de Rogers, que se centra en los conceptos de consistencia y autenticidad. Estas
son algunas de esas características:

 Apertura a la experiencia:

Aceptan tanto las emociones positivas como las negativas. Las emociones negativas no se
niegan, sino que se controlan (en lugar de recurrir a los mecanismos de defensa del ego). Si una
persona no puede abrirse a sus sentimientos, no puede abrirse a la autorrealización.

 Vivencias existenciales:

Ponte en contacto con las diferentes experiencias que suceden en tu vida y evita estereotipos y
estereotipos. Implica poder vivir y apreciar plenamente el presente sin mirar siempre al pasado o
al futuro. Eso no significa que no debamos aprender del pasado o planificar para el futuro. En
resumen, debemos reconocer que el presente es todo lo que tenemos.

 Confianza en nuestro organismo:


Tienes que ser consciente y confiar en tus sentimientos, instintos y reacciones viscerales.
Tenemos que creer en nosotros mismos y hacer lo que nos parece correcto y natural. Rogers
alude a esto cuando dice que debemos creer en nosotros mismos, lo cual es esencial para la
autorrealización.

 Creatividad:

Esto incluye la capacidad de adaptarse y cambiar en busca de nuevas experiencias.

 Libertad experiencial:

Las personas que funcionan plenamente están satisfechas con sus vidas porque sienten una
verdadera sensación de libertad. Rogers argumentó que las personas en pleno funcionamiento
reconocen el libre albedrío en sus acciones y asumen la responsabilidad de las oportunidades
que se les presentan.

CAPITULO II
2.1 Cuestiones relativas a la naturaleza humana.
Carl Rogers creía que las personas están en un estado de crecimiento constante, no estancadas
ni retrocediendo, sino evolucionando para alcanzar su máximo potencial de acuerdo a su
individualidad, y también mencionó el libre albedrío, la capacidad de crearse a sí mismo. Nuestro
comportamiento no está predeterminado, pero podemos moldearlo, es decir. Si las condiciones
circundantes son lo suficientemente buenas, las personas pueden alcanzar su máximo potencial,
y excepto para decir que estas personas en pleno funcionamiento son humanos. Rogers rechazó
la naturaleza determinista del psicoanálisis y el conductismo, diciendo que la forma en que nos
comportamos depende de cómo percibimos nuestra situación, la sociedad y el presente. Haznos
malas personas, haznos crueles y regresivos, comportamiento destructivo, Roger también extrae
del naturalismo de Rousseau que el hombre es inherentemente bueno, la sociedad y las
instituciones lo corrompen, dice que su terapia antropocéntrica nos dice que superemos nuestros
problemas usando nuestros recursos internos, nuestro impulso innato para lograr, mientras que
la meta más alta y necesaria en la vida es convertirse en un ser humano en pleno
funcionamiento.

2.2 La evaluación en la teoría de Rogers.


Rogers y sus colegas utilizaron dos métodos, cualitativo y cuantitativo, derivados del método
científico. En la mayoría de las entrevistas, utilizaron una técnica de categoría Q, ya que
definieron empíricamente la autoimagen del cliente utilizando autoconceptos desde el más
descriptivo hasta el menos descriptivo. En algunas declaraciones, el instrumento es "Me gusta
estar solo". Me siento vulnerable. Soy una persona emocionalmente madura. Esta técnica se
puede utilizar de varias maneras. Un ejemplo es cuando los clientes clasifican las declaraciones
de acuerdo con su yo percibido, se les pide que clasifiquen las mismas declaraciones de acuerdo
con su ideal o ideal. Para verse como ellos quieren. Finalmente, un cliente un año después de
que me quedé atascado, se encontró que el coeficiente de correlación inicial entre su yo
percibido y su ideal era 0,36, porque he visto el coeficiente mentalizado de 0,79, la conclusión
es: ¿cuál es

Cambios tan radicales han mejorado su salud emocional. La paciente afirmó que antes de tener
a Rogers, sentía que su autoimagen era dependiente, pasiva y que se sentía rechazada, pero
después del tratamiento, sintió que era más la persona que quería ser. Eso es lo que ella quiere
ser. Se siente más segura, menos asustada, más capaz de conectarse con la gente y se siente
más autorrealizada.

2.3 Investigaciones sobre la teoría de Rogers.


Rogers pensaba que las entrevistas centradas en la persona, basadas en sus autorreportes,
eran más útiles que el método experimental. A su juicio, las técnicas científicas más ortodoxas
proporcionaban menos información acerca de la naturaleza de la personalidad que el método
clínico.

No aplicó métodos de laboratorio para poder recopilar datos de la personalidad del paciente,
pero si los llegó a utilizar para poder comprobar y confirmar sus observaciones clínicas. Aun
cuando muchos psicólogos se oponen a la idea porque la consideran una violación a la
intimidad, Rogers sentía entusiasmo por las investigaciones de la índole de las sesiones
terapéuticas.

Rogers introdujo un procedimiento que en su momento fue radical, la cual consistía en grabar las
sesiones ya que decía que los notas que se toman al final de la sesión no puede decirnos mucho
del comportamiento no verbal o el estado emocional del paciente, ya que los recuerdos se
distorsionan con el transcurso del tiempo, y esto es de suma importancia ya que en ocasiones la
expresión facial o el tono de voz revelan más que las palabras.

Para Rogers era un microscopio para estudiar ‘’moléculas del cambio de la personalidad’’, para
ello él siempre obtenía la autorización del cliente para grabar las sesiones y descubrió que la
presencia del equipo no impedía el desarrollo normal de la terapia.
 Evaluación de la terapia centrada en la persona

Rogers y sus colegas también estudiaron cómo va cambiando el autoconcepto en el transcurso


de la terapia. Aplicaban escalas de calificación y análisis de contenido a las verbalizaciones de
un cliente y, de ese modo, investigaban los cambios del autoconcepto. En una gran parte de los
trabajos aplicaron la Técnica de Clasificación Q, un procedimiento ideado por William
Stephenson. Con ella, los clientes clasifican una extensa cantidad de enunciados del
autoconcepto en categorías que van de las más descriptivas a las menos descriptivas.

La Técnica de Clasificación Q se puede emplear de varias maneras. Por ejemplo, después de


que los clientes han clasificado los enunciados considerando el sí mismo percibido, se les puede
pedir que clasifiquen los mismos enunciados considerando el sí mismo ideal, o sea, la persona
que les gustaría ser. Observó que el autoconcepto cambiaba mucho entre el periodo previo a la
terapia y el posterior.

Por ejemplo, una investigación a tres generaciones de mujeres y 110 alumnos y alumnas de
nivel superior arrojó que cuando los padres utilizan la consideración positiva condicional con sus
hijos, obtienen las conductas deseadas. Por el contrario, los autorreportes de hijos de padres
que hacían lo contrario indicaron deficiencias en las habilidades para lidiar con las cosas,
fluctuación en el grado de autoestima y poco valor personal; pensaban que sus padres no los
aceptaban y les manifestaban resentimiento.

 Apertura a la experiencia

Para probar la idea de Rogers acerca de que los individuos que funcionan a plenitud están
abiertos a todas las experiencias, y que quienes no están psicológicamente sanos levantan
defensas para protegerse contra toda experiencia que amenace su autoimagen, un grupo de
estudiantes de nivel superior contestó una lista de la Técnica de Clasificación Q. En donde varios
psicólogos utilizaron esta técnica (la Prueba de Apercepción Temática y la de manchas de tinta
de Rorschach) para preparar una descripción de los sujetos con informes basados en varios
datos. Con estas mediciones, dividieron a los estudiantes en grupos de ajuste bueno y de ajuste
deficiente.

Los resultados arrojaron que todos los sujetos percibían las palabras amenazadoras con más
lentitud que las neutrales, pero la reacción era más fuerte en los individuos defensivos del grupo
con un ajuste deficiente. Se observó una defensa mucho menor en el caso del grupo que tenía
un buen ajuste y que supuestamente gozaba de mejor salud psicológica. En cuanto a la
coincidencia entre las autodescripciones de los estudiantes y las de los psicólogos, se comprobó
que cuanto mayor era la semejanza que había entre los dos conjuntos de enunciados de la
Técnica de Clasificación Q, tanto mejor era el ajuste.

 Aceptación del sí mismo

El análisis del estudio efectuado con 56 madres se inspiró en lo que proponía Rogers en el
sentido de que las personas que admiten su naturaleza con realismo (aquellas cuyo sí mismo
percibido y sí mismo ideal son compatibles) tienden a aceptar más a la gente tal como es. En el
estudio ya antes mencionado se exploró la relación entre la autoaceptación y la medida en que
aceptaban a sus hijos tal como eran y no como ellas querían que fueran. En este estudio se
detectaron diferencias significativas entre las madres que se aceptaban a sí mismas y las que no
lo hacían. Las primeras estaban más dispuestas a aceptar a sus hijos tal como eran. Además, en
cierto sentido, la medida de autoaceptación de los hijos dependía de la medida de
autoaceptación de su madre. Otra investigación clásica apoyó la idea de Rogers que plantea que
la conducta de los padres repercute en la autoimagen de los hijos. Si los padres aceptaban a sus
hijos incondicionalmente y usaban prácticas democráticas en la crianza, éstos mostraban mayor
autoestima y seguridad emocional que si no los aceptaban y eran autoritarios. En el primer caso,
mostraban afecto y utilizaban la recompensa, y no el castigo, para dirigir la conducta. En el
segundo caso, eran retraídos, menos cariñosos y tendían más a recurrir al castigo. Los
adolescentes con padres que les brindaban consideración positiva incondicional y que les
permitían expresarse libremente desarrollaban más su potencial creativo que aquellos que tenían
padres que no lo hacían. En un tercer estudio, los adolescentes que recibieron consideración
positiva incondicional de sus padres mostraban confianza y optimismo en su capacidad para
recibir apoyo de otros en el futuro. Observaban más conductas congruentes con la percepción de
sus intereses y talentos. En cambio, los que recibieron consideración positiva condicional de sus
padres no tenían confianza en sí mismos ni una actitud optimista; para lograr el apoyo y la
aprobación de éstos emprendían más acciones que eran incompatibles con su sí mismo
verdadero.

 Ajuste emocional

Varios estudios corroboran la idea de Rogers en el sentido de que la incongruencia entre el sí


mismo percibido y el sí mismo ideal indica un ajuste emocional deficiente. Los investigadores
llegaron a la conclusión de que cuanto mayor sea la discrepancia, tanto mayores serán la
ansiedad, la inseguridad, la duda de sí mismo, la depresión, la incompetencia social y otros
trastornos. Asimismo, una gran discrepancia entre el sí mismo ideal y el percibido guarda una
correlación con niveles bajos de autorrealización y de autoestima. Quienes tenían una
discrepancia más grande eran consideradas por otros como personas confundidas, poco
amistosas y difíciles. Rogers pensaba que la incapacidad para cumplir nuestra tendencia innata
a la realización puede llevar a la inadaptación. Para comprobar esta idea, un investigador estudió
los temperamentos heredados propuestos por Buss y Plomin (emotividad, actividad y
sociabilidad) en alumnos y alumnas de nivel superior. Utilizó la Encuesta de Temperamentos
para evaluar la conducta y pidió a los padres que recordaran el temperamento de sus hijos
cuando eran pequeños. Después, comparó esos perfiles con la autopercepción de los alumnos
en los tres temperamentos. Los resultados confirmaron las ideas de Rogers respecto de que
cuanto mayor fuera la diferencia del temperamento entre el potencial infantil y la realización
adulta, tanto mayor era el desajuste.

2.4 Reflexiones en torno de la teoría de Rogers.


Los críticos censuran a Rogers porque no explicó con mayor precisión el potencial innato de
realización. Rogers no contestó esas interrogantes ni otras similares. Insistió en que la única
manera de estudiar la personalidad es la terapia centrada en la persona para analizar las
experiencias subjetivas. Lo hacía escuchando los autorreportes de los clientes.

Los clientes pueden distorsionar las experiencias subjetivas reprimiendo algunos hechos y
manipulando o inventando otros, con el propósito de ocultar su verdadera naturaleza para
presentar una autoimagen idealizada. La psicoterapia centrada en la persona no tardó en
adquirir enorme popularidad. La terapia de Rogers se aplica no sólo al tratamiento de problemas
emocionales, sino también para mejorar la autoimagen. Además, los psicoterapeutas de varias
tendencias han aceptado diversos conceptos fundamentales de Rogers en su trabajo con los
clientes.

Así pues, la terapia centrada en la persona no ha perdido su vigencia ni en la consejería ni en la


psicoterapia. Además, decenas de revistas publican investigaciones y aplicaciones de las ideas
de Rogers. Su teoría de la personalidad, si bien menos influyente que su psicoterapia, ha sido
objeto de amplio reconocimiento, particularmente en razón de su hincapié en el autoconcepto.
Rogers creía que no había influido en la psicología académica ni en la científica.

Sin embargo, su teoría y su terapia han estimulado investigaciones dedica das a la naturaleza
de la psicoterapia, a la interacción entre el cliente y el terapeuta y al autoconcepto. En la
formación profesional de Rogers advertimos una combinación especial del clínico, el
conferencista y el investigador. Tomó mucho de su experiencia con clientes afectados por
trastornos emocionales, así como del estímulo intelectual de sus colegas y alumnos.

CONCLUSIONES
1. En síntesis, decimos que la teoría clínica y humanista de la personalidad propuesta por
Carl Rogers. Toca temas de suma importancia como por ejemplo la vida de Rogers, las
características de personas que funcionan plenamente, además de cómo podemos
generar confianza que a veces se nos va y no sabemos cómo reaccionar en distintas
ocasiones, de igual manera hablaremos de la evolución que tuvo con su teoría y sus
distintas investigaciones que realizó, posteriormente aplicó métodos para poder recopilar
datos de la personalidad del paciente siguiendo las observaciones clínicas para poder ir
llegando a un diagnóstico.
2. También mencionaremos la terapia centrada en la persona y de cómo fue su evaluación
ya que para él esto era de suma importancia, Rogers también fue un apasionado por la
psicoterapia de todo tipo y trato a personas de todas las edades. También escribió una
obra muy conocida y muy interesante que trata de cómo convertirse en persona, donde
nos dice que todos podemos alcanzar nuestro estado mental sano y crecer de manera
individual, ya que todos podemos alcanzar la autoaceptación y la autorrealización.
3. Para finalizar, Rogers explicaba la salud mental como la capacidad para ajustar todas
las experiencias vitales propias y las ideas sobre uno mismo al propio autoconcepto.
Este terapeuta desarrolló el concepto del “yo real”. Según él, todos tenemos una
tendencia natural a convertirnos en una persona concreta, pero las presiones de nuestro
entorno pueden desviarnos de ese camino y hacer que acabemos siendo de una forma
completamente distinta.

RECOMENDACIONES
 Dirigir nuestra vida hacia lo que queremos, darle un sentido que valga la pena vivirla.
 Vernos a nosotros mismo con belleza, no solo a una puesta de sol, sino sentir que en
verdad somos hermosos y valerosos.
 Tener siempre la iniciativa de lo que queremos en nuestra vida.
 Tener una aceptación hacia nosotros mismos, sin ninguna discriminación.
 Aceptar que la perfección existe, pero eso no quiere decir que siempre lo seré, pero soy
suficiente y eso ya es importante.
 La gentileza es un gran regalo que le podemos dar a otra persona.
 Tener la capacidad para ser personas tolerantes y aceptar cualquier consejo que nos
den.
 Aceptar y entender que ir al psicólogo es muy importante para nuestro desarrollo y
mejorar en muchos aspectos.

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