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Completo: Contiene todos los nutrientes que tu cuerpo necesita en sumas convenientes. A
pesar de esta realidad, las personas con bajos ingresos no pueden obtener una dieta
balanceada y, por lo tanto, no se proporcionarán suficientes nutrientes para el cuerpo.
Sostenible: se debe tomar en cuenta el impacto mínimo al cambio climático, pero sobre todo
se impulsa el consumo de productos del sector. Por supuesto, tales productos son más
accesibles para los residentes rurales.
Los hábitos alimentarios en el proceso educativo son de suma importancia porque contribuye
al desarrollo de la enseñanza y el aprendizaje para formar estudiantes sanos, activos, y de alto
rendimiento.
Para Bajaña (2017), existen diversos aspectos que facilitan mantener los hábitos alimenticios
adecuados, como son: físicos, cognitivos y biológicos. Físicamente, los adolescentes son
activos, enérgicos y tienen una altura corporal normal.
Cognitivamente, se puede decir que se obtiene una atención activa durante el proceso de
aprendizaje, es decir, en el aula, con una asimilación y un aprendizaje constante, por lo que los
individuos adquieren conocimiento, competencia e innovación.
En este orden de ideas, Bustos et al. (2021) afirman que comer una alimentación saludable
contribuirá efectivamente a resolver problemas de salud en la sociedad, como la deficiencia de
micronutrientes, la obesidad de los niños y las enfermedades crónicas en la edad adulta. Para
evitar estos problemas, es necesario la educación en alimentación saludable para el desarrollo
del comportamiento alimentario y del estado nutricional.
Según Cedeño (2014), entre las consecuencias de ingerir alimentos poco saludables, suelen
encontrarse diversas enfermedades que afectan al cuerpo humano:
La comida rápida en la más vendida en todo el planeta y en la mayoría de los casos en los
centros educativos, por la facilidad de prepararlos, los jóvenes las consumen al diario, sin darse
cuenta que este tipo de alimento no aporta con los nutrientes necesarios para su crecimiento y
desarrollo, apto para su nivel de vida.
Según Cameron (2017) los productos de miedo, según lo prescrito, proporcionan algunos
micronutrientes para la dieta, contienen una cantidad de grasa, azúcar o una combinación de
minerales y nutrientes más pequeños. Los productos indican compuestos industriales de
alimentos recolectados o sintetizados de otras fuentes ecológicas; como alimentos pequeños,
ausentes o falta de ellos, azúcar, grasas saturadas, antioxidantes, estabilizadores, sabores de
embalaje, así como el marketing positivo, sabor y conservantes atractivos, sofisticados con
bolsas atractivas. La mayoría de estos productos contienen, fibras dietéticas, proteínas,
elementos traza; y están listos para el consumo o perdurar con una fecha de vencimiento.
Para Araneda (2017) Los ejemplos de alimentos ultraprocesados incluyen bocadillos como
helados, bebidas azucaradas, chocolate, dulces, papas fritas, hamburguesas y perros calientes.
Su alto consumo contribuye a un perfil nutricional muy poco saludable. En los Estados Unidos,
el término "comida chatarra" se usa a menudo para describir alimentos poco saludables,
comúnmente conocidos como dulces, helados y refrigerios salados.
La información sobre una evaluación global de la dieta puede ayudar a desarrollar estrategias
para reducir el consumo y prevenir la obesidad infantil. Los altos niveles de compra y consumo
de alimentos procesados pueden usarse como una medida de la calidad nutricional general de
una población.
Entendemos que el valor nutricional de los productos que se consume son trascendentes
porque nos permite descubrir la composición de nutrientes que contienen los alimentos, se ha
desarrollado cada vez con más frecuencia a lo largo de los años, qué tan viable y saludable es
tu alimentación para tener una dieta sana y equilibrada que proporciona todos los beneficios
que necesita para mantenerse en forma.
El valor nutricional de los alimentos, también conocido como valor nutritivo, determina su
valor energético y nutricional: grasas, carbohidratos, azúcares, proteínas, vitaminas y
minerales, contenido de sal y más. A partir del 13 de diciembre de 2016, este producto debe
aparecer en los empaques de alimentos de la siguiente manera: