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LA ADOPCION
LA ADOPCIÓN ROMANA
CONCEPTO
Efectos. El adoptado perdía la agnación con la familia natural; si estaba casado producía
efectos sólo para él y corría el riesgo en lo sucesoral de no recibir nada de ninguna de sus
familias (después de la adopción podía fallecer su padre natural y podía ser emancipado por
su padre adoptivo).
CONDICIONES.
Por imitar a la naturaleza, no pueden hacer adopción sino los mayores de 60 años,
porque se presume que después de esa edad no se va a tener posteridad legítima;
debe haber, por lo menos, una diferencia de 18 años entre el adoptado y el
adoptante, si se adopta a una persona en calidad de hijo; y una diferencia de 36
años cuando se adopta a una persona en calidad de nieto.
El procedimiento para la adopción fue simplificado bajo Justiniano, en la medida en que al efecto
bastó una simple declaración de los interesados delante del magistrado.
Peterfamilias.
Sui iuris.
Pero siempre que contaran con la aptitud física para engendrar, ya que la adopción debía imitar la
naturaleza (el castrado, por ejemplo, no podía adoptar); y, además, el adoptante debía superar al
menos en 18 años al adoptado si lo era a título de hijo, y en 36 años si lo era en el carácter de
nieto, en el entendido de que cada 18 años se sucedía una generación.
La primera mencionada, esto es, alieni iuris iuris, implicaba extinguir la patria potestad de
origen para crear la del adoptante. Ello aparejaba la realización de dos operaciones: una, la de
rompimiento de la autoridad del paterfamilias bajo el cual estaba el hijo que iba a ser adoptado
y dos, la de hacer pasar ese hijo a la patria potestad del adoptante.
De acuerdo a la Ley de las Doce Tablas, operaba la mancipación del hijo por tres veces, con
los cuales el hijo quedaba in mancipio en casa del adoptante y, para que el adoptante
adquiriera la patria potestad sobre el mancipado, tenía que mancipar a su vez, a éste del
padre natural para luego recurrir a juicio ficticio, en cuyo trámite alegaba ante el magistrado
contar con la autoridad paternal, alegación que, al no ser contradicha por el padre natural,
resultaba admitida.
Una acotación importante con este tipo de adopción, es que solamente podían adoptar los
ciudadanos romanos, paterfamilias, sui iuris, pero siempre que contaran con la aptitud física
para engendrar, ya que la adopción debía imitar la naturaleza y además, el adoptante debía
superar al menos en 18 años al adoptado si lo era a título de hijo, y en 36 años si lo era a
título de nieto, en el entendido de que cada 18 años se sucedía una generación.
Bajo el reinado de Antonino Pío, se admitió la adrogación de impúberes por medio de rescripto
imperial, con la auctoritas de sus tutores y con una especial atención por tratarse de un
incapaz que podría evaluar inadecuadamente una decisión tan trascendental para él y su
familia.
En estos casos, la adrogación podía ser dejada sin efecto por orden del magistrado a solicitud
del adrogado, una vez llegado éste a la pubertad. Si el adrogado impúber era emancipado sin
motivo, recuperaba su patrimonio y tenía derecho a una cuarta parte en la sucesión del
adrogante.
Hacia mediados del siglo III D.C., estas formas fuero reemplazadas por rescripto del príncipe,
modalidad que se afirmó durante el reinado de Diocleciano. A partir de ese momento,
pudieron adrogarse mujeres y el trámite podía llevarse a cabo tanto en Roma como en las
provincias.
Para este tipo de adopción, se necesitaba que el adrogante, reuniera las condiciones de rigor
para la adopción de los alieni iuris, acreditara tanto tener al menos 60 años para presumir que
ya no tendría descendencia en justas nupcias, como tampoco tenía hijo distinto del adrogado.
Solo podía producirse la adrogación, con relación a personas sui iuris de extracción romana
que estuviesen en condiciones de expresar su consentimiento al respecto. La única excepción
establecida para que no se produjera este tipo de adopción, era con respecto a los libertos
quienes podían ser adrogados exclusivamente por el antiguo amo en forma directa o con
autorización a un tercero, ello con la finalidad de evitar la pugna entre la patria potestad y el
patronato. El tutor y curador, tampoco podían adrogar al menor de 25 años, para evitar que
eludieran la obligación de rendir cuentas al pupilo y, finalmente, los hijos nacidos en
concubinato, ya que éstos únicamente podían ser incorporados a la familia a través del
matrimonio posterior de los padres.
Las consecuencias para ambos tipos de adopciones eran similares, con la excepción de que
la primera no hacía alieni iuris a una persona puesto que ya lo era; de resto, todo era
parecido, tales como: quedar el adoptado bajo la patria potestad del adoptante, pasar el
patrimonio del adoptado al adoptante y crear el derecho de sucesión al pasar el adoptado a la
familia del adoptante.
Art. 344.- (Modificado por la Ley 5152 del 13 de junio de 1959; G.O. 8372). Se requiere
cuarenta años para poder adoptar. Sin embargo, adopción puede ser pedida juntamente
por dos esposos no separados personalmente, de los cuales uno tenga más de 35 años, si
se han casado desde hace más de 10 años y no han tenido hijo de su matrimonio. Los
adoptantes no deberán tener en el día de la adopción hijos ni descendientes legítimos. La
existencia de hijos adoptivos no constituye obstáculo a una subsiguiente adopción. El
adoptante deberá tener 15 años más que la persona que se propone adoptar, y si ésta
fuese el hijo de su cónyuge; bastará con que la diferencia de edad entre ambos sea de 10
años, y aún podrá ser reducida por dispensa del Juez de Primera Instancia
correspondiente. El nacimiento de uno o de varios hijos o descendientes no constituye un
obstáculo para que los esposos puedan adoptar a un menor que hayan recogido antes de
dicho nacimiento.
Art. 345.- (Modificado por la Ley 5152 del 13 de junio de 1959; G.O. 8372). Un dominicano puede
adoptar un extranjero o ser adoptado por un extranjero. La adopción no produce efecto sobre la
nacionalidad.
Art. 347.- (Modificado por la Ley 5152 del 13 de junio de 1959; G.O. 8372). Si la persona que se
quiere adoptar es menor, será necesario el consentimiento de sus padres. Si uno de ellos ha
fallecido o se encuentra en la imposibilidad de manifestar su voluntad, basta el consentimiento del
otro. Si los padres están separados o divorciados, basta el consentimiento de aquel a quien se ha
confiado la guarda. Si el otro padre no ha dado su consentimiento, el acto de adopción debe serle
notificado y la homologación no podrá pronunciarse sino tres meses por lo menos después de esta
notificación. Si en ese plazo el padre ha notificado a la Secretaría su oposición, el tribunal deberá
oírlo antes de fallar.
Art. 349.- (Modificado por la Ley 5152 del 13 de junio de 1959; G.O. 8372). Si ambos padres del
menor han fallecido o si están en la imposibilidad de manifestar su voluntad, el consentimiento
deberá ser otorgado por el representante legal del menor. Cuando se trate de un hijo de padres
desconocidos, el consentimiento será otorgado por un tutor ad hoc designado por el Secretario de
Estado de Salud y Previsión Social.
Art. 351.- (Modificado por la Ley 5152 del 13 de junio de 1959; G.O. 8372). En la adopción
ordinaria el adoptado permanece con su familia natural y conserva en ella todos sus derechos.
Art. 353.- (Modificado por la Ley 5152 del 13 de junio de 1959; G.O. 8372). El lazo de parentesco
resultante de la adopción se extiende a los hijos del adoptado.
Art. 356.- (Modificado por la Ley 5152 del 13 de junio de 1959; G.O. 8372). El adoptado y sus
descendientes no tienen ningún derecho de sucesión respecto a los bienes de los parientes del
adoptante, pero tienen sobre la sucesión del adoptante los mismos derechos que tengan los hijos y
descendientes de éste.
TÍTULO V
FILIACIÓN POR ADOPCIÓN
CAPÍTULO I
DISPOSICIONES GENERALES SOBRE LA ADOPCIÓN
CAPÍTULO II
MODALIDADES DE LA ADOPCIÓN
Art. 115.- GENERALIDADES. La adopción es sólo privilegiada. La
adopción privilegiada puede ser nacional o internacional, según que los
adoptantes sean dominicanos residentes en el país o ciudadanos extranjeros.
SUBSECCIÓN II
CONDICIONES RELATIVAS A LOS ADOPTADOS
Párrafo II- Si los adoptados son mayores de doce (12) años, deberán estar
de acuerdo personalmente con su propia adopción. En todo procedimiento
de adopción, el niño, niña y adolescente deberá ser escuchado, teniendo en
cuenta su edad y madurez.
SECCIÓN III
PROCEDIMIENTO DE LA ADOPCIÓN PRIVILEGIADA
Art. 128.- FASES DEL PROCEDIMIENTO. La adopción es una
institución jurídica cuyo procedimiento es de carácter administrativo y
jurisdiccional. Su procedimiento se divide en dos fases: administrativa de
protección y administrativa jurisdiccional.
SUBSECCIÓN I
FASE ADMINISTRATIVA DE LA ADOPCIÓN PRIVILEGIADA
a) Se dará preferencia, una vez cumplidos los requisitos establecidos por
este Código, a las solicitudes presentadas por adoptantes dominicanos sobre
las presentadas por adoptantes extranjeros;
Párrafo.- La Comisión se reunirá una vez al mes o las veces que las
necesidades lo demanden para hacer la correspondiente asignación,
cumpliendo siempre con los criterios establecidos en el artículo anterior.
SUBSECCIÓN II
SENTENCIAS DE ADOPCIÓN PRIVILEGIADA Y SU
PUBLICIDAD
SUB SECCIÓN IV
NULIDAD DE LA ADOPCIÓN
CAPÍTULO IV
ADOPCIÓN INTERNACIONAL
SECCIÓN I
GENERALIDADES SOBRE LA ADOPCIÓN INTERNACIONAL
SECCIÓN II
COMPETENCIA