Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
(1956)
No recuerdo una fecha exacta, pero los primeros aforismos de mi libro Mejores días
(Mérida, 2009) nacieron hacia 2005, ya como textos autónomos para integrarse en un
libro futuro. Antes escuché con frecuencia que muchos de mis poemas tienen un cierre
aforístico; así que no fue una decisión brusca en mi escritura.
No existen fórmulas fijas. Por lo general suelen presentarse con un detonante concreto:
una vivencia, una lectura, un asunto laboral… Así alcanzan una primera redacción que
después modifico varias veces. La intuición es una brújula perezosa y poco fiable.
Mis estaciones de vuelta son dos, Friedrich Nietzsche y Elias Canetti. Pero no
monopolizan mi mesilla, dejan sitio a los moralistas franceses o a clásicos y coetáneos
que me dejaron el alborozo intacto de un descubrimiento.
Los gustos cambian con el discurrir temporal y la estructura del género no invita a la
memorización, como un poema rimado; más bien a la reflexión. Los estados de ánimo
también regulan las preferencias. El que hoy prefiero no es el de ayer y mañana será
sustituido por otra lectura. Este de Ramón J. Sender se escucha muy bien: “El error de
haber nacido se corrige siempre”.
8. ¿Qué influencia cree que pueden haber ocasionado ciertos fenómenos sociales (como
la publicidad o las redes sociales) en el actual boom del aforismo?
9. ¿Qué virtud y qué peligro puede tener el aforismo respecto a otros géneros literarios?
10. Para terminar, obséquieme con un aforismo inédito, nunca antes publicado en
ningún otro sitio.