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El primer paso de la síntesis de la urea produce carbamilfosfato a partir de bicarbonato, iones amonio
y ATP. El carbamilfosfato no sólo es un producto intermediario clave en la síntesis de la urea, sino que
también participa en la síntesis de pirimidinas.
La transaminación transfiere nitrógeno α-amino a α-cetoglutarato, lo que forma glutamato. Las reacciones de transaminación
interconvierten pares de αaminoácidos y αcetoácidos. Las reacciones de transaminación, que son libremente reversibles, también funcionan
en la biosíntesis de aminoácidos. Todos los aminoácidos comunes, excepto la lisina, treonina, prolina e hidroxiprolina participan en la
transaminación. La transaminación no está restringida a grupos αamino. El grupo δamino de la ornitina (no así el grupo εamino de la lisina)
pasa fácilmente por transaminación.
Esto es importante porque el L-glutamato es el único aminoácido que pasa por desaminación
oxidativa a un índice apreciable en tejidos de mamífero. De esta manera, la formación de amoniaco a partir de grupos αamino ocurre
principalmente por medio del nitrógeno αamino del L-glutamato. La transaminación ocurre por medio de un mecanismo de “pingpong” que
se caracteriza por adición de un sustrato y liberación de un producto alternadas.
Después de la eliminación de su nitrógeno α-amino mediante transaminación, el “esqueleto” de carbono restante de un aminoácido es
degradado. Como se mencionó, ciertas enfermedades se asocian con cifras séricas altas de aminotransferasas. El fosfato de piridoxal (PLP),
un derivado de la vitamina B6 está presente en el sitio catalítico de todas las aminotransferasas, y desempeña un papel clave en la catálisis.
Durante la transaminación el PLP sirve como un “transportador” de
grupos amino. Se forma una base de Schiff unida a enzima entre el
grupo oxo de PLP unido a enzima y el grupo α-amino de un α-
aminoácido. La base de Schiff puede reordenarse de diversas maneras.
En la transaminación, el reordenamiento forma un cetoácido y un
fosfato de piridoxamina unido a enzima.
Piridoxal fosfato
b) ¿Cuál es el origen, función e importancia clínica de las Alanina aminotransferasa y la Aspartato
aminotransferasa?
Importancia clínica:
ALT: La medición de los niveles de ALT en el suero sanguíneo es una herramienta importante para evaluar la función hepática.
Los niveles elevados de ALT suelen indicar daño o enfermedad hepática, como la hepatitis viral, la
enfermedad del hígado graso no alcohólico, la cirrosis o el consumo excesivo de alcohol.
AST: Los niveles de AST también se utilizan para evaluar la función hepática, pero su especificidad para el hígado es menor en
comparación con la ALT. Además de la enfermedad hepática, los niveles elevados de AST pueden indicar daño en el corazón
(por ejemplo, un ataque al corazón) o en otros órganos.
Es importante tener en cuenta que los niveles de ALT y AST no proporcionan un diagnóstico específico, sino que sirven como
indicadores de la presencia de enfermedades o daños en ciertos órganos. Para un diagnóstico preciso y la interpretación de los
resultados, se requiere una evaluación clínica completa y otras pruebas complementarias.
a. Un hombre de 65 años con antecedentes de etilismo crónico se presenta con eritema palmar,
temblores, abdomen prominente, en el que se visualizan venas de forma superficial. Se encuentra
AST de 350 U/L y ALT de 280 U/L. ¿Cuál de las siguientes engloba mejor las funciones de ambas
transaminasas?
i. Producen alfa cetoglutarato, inhiben la gluconeogénesis y revelan muerte de hepatocitos
ii. Producen creatinina, promueve gluconeogénesis, y revelan muerte de hepatocitos
iii. Producen urea, inhiben la gluconeogénesis y revelan muerte de hepatocitos
iv. Remueven amonio, promueve gluconeogénesis, y revelan muerte de hepatocitos
v. Remueven amonio, inhiben la gluconeogénesis y revelan muerte de hepatocitos.
Remueven amonio: Tanto la AST como la ALT están involucradas en el metabolismo de los aminoácidos y participan en la
eliminación del amonio tóxico del organismo. El amonio es un subproducto tóxico del metabolismo de los aminoácidos y su
acumulación puede ser perjudicial para el organismo. Las transaminasas, especialmente la ALT, ayudan a convertir el amonio en
urea, que luego es excretada en la orina.
Inhiben la gluconeogénesis: La gluconeogénesis es el proceso por el cual el hígado sintetiza glucosa a partir de precursores
no glucídicos, como aminoácidos y ácidos grasos. La ALT participa directamente en la gluconeogénesis al catalizar reacciones
clave en la producción de glucosa. Por otro lado, aunque la AST también está involucrada en el metabolismo de los aminoácidos,
no está directamente involucrada en la gluconeogénesis.
Revelan muerte de hepatocitos: Los niveles elevados de AST y ALT en el torrente sanguíneo indican daño o muerte de los
hepatocitos. En el caso del paciente descrito, el antecedente de etilismo crónico y los signos clínicos como el eritema palmar, los
temblores y el abdomen prominente con venas superficiales sugieren una enfermedad hepática crónica, como la cirrosis. La
cirrosis hepática se caracteriza por la muerte progresiva de los hepatocitos y la alteración de la función hepática, lo cual se refleja
en niveles elevados de AST y ALT en la sangre.
Los valores normales son, para la AST: 12-38U/L y para la ALT: 7-41U/L, por ende nos indica que existe un alto grado de
destrucción hepática.
c) ¿Cómo se lleva a cabo el transporte de amoniaco de los tejidos hacia el hígado? Mencione las enzimas
participantes y el compuesto acarreador de amonio.
El amoníaco es un producto muy tóxico para todos los tejidos de los mamíferos, especialmente para el sistema nervioso. Cada
día, procedente del catabolismo proteico, hemos de eliminar aproximadamente un mol de amoníaco, que si se acumulase en
nuestro organismo, alcanzaría una concentración unas 300 veces superior a la máxima admisible de 50 μM, por encima de la
cual comienzan a expresarse sus efectos tóxicos, con trastornos en el sistema nervioso central, como visión confusa, torpeza
en la expresión oral y otros síntomas, pudiendo llegar al coma y la muerte del paciente
- Al contrario que las reacciones de transaminación que transferen grupos amino, las de desaminación oxidativa provocan la
liberación del grupo amino en forma de amoníaco libre. Se producen principalmente en el hígado y en el riñón. Proporcionan
α-cetoácidos, que pueden entrar en la vía central del metabolismo energético, y amoníaco, que es una fuente de nitrógeno para
la síntesis de urea en el hígado. [El amoníaco existe principalmente como amonio (NH4+) en solución acuosa, pero es la
forma no ionizada (NH3) la que atraviesa las membranas.] En los seres humanos existen dos mecanismos para transportar el
amoníaco desde los tejidos periféricos al hígado para su conversión fnal en urea. Ambos son importantes para el músculo
esquelético, pero no son exclusivos.
1. El primero utiliza la glutamina sintetasa para combinar el amoníaco con glutamato y formar glutamina, una forma de
transporte no tóxica del amoníaco. La glutamina es transportada por la sangre hasta el hígado, donde se disocia por acción de
la glutaminasa para producir glutamato y amoníaco libre. El amoníaco se convierte en urea.
2. El segundo mecanismo de transporte implica la formación de alanina por medio de la transaminación de piruvato producido
a partir tanto de la glucólisis aerobia como del metabolismo de la succinil-coenzima A generada por el catabolismo de los
aminoácidos de cadena ramifcada isoleucina y valina. La alanina es transportada por la sangre hasta el hígado, en el que, de
nuevo por transaminación, es convertida en piruvato. El piruvato se usa para sintetizar glucosa, que puede entrar en la sangre y
ser utilizada por el músculo, una vía denominada ciclo de glucosa-alanina. En el hígado, el amoníaco se incorpora en el
glutamato por la glutamato deshidrogenasa. Este enzima también cataliza la reacción inversa. El glutamato siempre sirve como
uno de los aminoácidos en las transaminaciones y es por tanto la “puerta de acceso” entre el amoníaco libre y los grupos
amino de la mayor parte de los aminoácidos.
o El glutamato es el único aminoácido que experimenta una rápida desaminación oxidativa. Por lo tanto, la acción sucesiva de
transaminación (transferencia de grupos amino procedentes de la mayoría de los aminoácidos al α- cetoglutarato para producir
glutamato) y desaminación oxidativa de ese glutamato (que regenera α-cetoglutarato) proporciona una vía por medio de la cual
los grupos amino de la mayoría de los aminoácidos pueden liberarse en forma de amoníaco.
-El NAD+ se usa en la desaminación oxidativa (pérdida de amoníaco acoplada a la oxidación del esqueleto carbonado).
-El NADPH se utiliza en la aminación reductora (obtención de amoníaco acoplada a la reducción del esqueleto carbonado).
- El enzima produce amoníaco a partir de aminoácidos cuando éstos son necesarios como precursores de glucosa o para
producir energía.
El sentido de la reacción depende de las concentraciones relativas de glutamato, αcetoglutarato y amoníaco y del cociente entre
las coenzimas oxidada y la reducida. Por ejemplo, tras ingerir una comida que contiene proteínas, los niveles de glutamato en el
hígado aumentan y la reacción transcurre en el sentido de la degradación de aminoácidos y de la formación de amoníaco. Se
requiere una concentración elevada (y tóxica) de amoníaco para dirigir la reacción hacia la síntesis de glutamato (raramente se
alcanza, a excepción de la región perivenosa del hígado)
- El GTP es un inhibidor alostérico de la glutamato deshidrogenasa, mientras que el ADP es un activador. Cuando los niveles
de energía en la célula son bajos, la degradación de aminoácidos es elevada, lo que facilita la producción de energía a partir de
los esqueletos carbonados procedentes de los aminoácidos. El amoníaco libre es tóxico, por lo que en la sangre es
transportado preferentemente en forma de grupos amina o amida. El 50% de los aminoácidos circulantes está constituido por
glutamina, un transportador de amoníaco.
- El grupo amida de la glutamina es un dador de nitrógeno para varias clases de moléculas entre las que se cuentan las bases
purínicas y el grupo amino de la citosina. - El glutamato y el amoníaco son los sustratos de la glutamina sintetasa. Es necesario
ATP para activar el grupo - carboxilo para que la reacción sea energéticamente favorable.
La eliminación del grupo amida es catalizada por la glutaminasa, de la que existen isozimas específcos de tejidos. La
glutaminasa I mitocondrial de riñón e hígado necesita fosfato para su actividad. El hígado contiene glutamina sintetasa y
glutaminasa pero no es ni un consumidor ni un productor neto de glutamina. Los dos enzimas están confnados a las células
del parénquima, en diferentes segmentos del hígado.
• La región periportal está en contacto con la sangre que proviene del músculo esquelético y contiene glutaminasa (y los
enzimas del ciclo de la urea).
• Las células del área perivenosa, que representan el 5% de las células del parénquima contienen glutamina sintetasa; la sangre
fluye de esta área hacia el riñón. En el riñón, la mayor parte de este amoníaco se excreta con la orina en forma de NH4+, que
proporciona un mecanismo importante para el mantenimiento del equilibrio acidobásico del organismo mediante la excreción
de protones. En el hígado, el amoníaco es bioinactivado en forma de urea y excretado.
d) Explique la importancia del ciclo glutamato-Glutamina entre las neuronas y células de la microglía.
La producción catabólica de amoníaco plantea un grave
problema bioquímico, porque el amoníaco es muy tóxico. El
cerebro es especialmente muy sensible; las lesiones debidas a
la toxicidad del amoniaco producen deterioro cognitivo, ataxia
y ataques epilépticos. Las etapas terminales de la intoxicación
por amoníaco en humanos se caracterizan por la aparición de un
estado comatoso acompañado de edema cerebral y aumento de
la presión craneal, por lo que la investigación y la especulación
sobre el amoníaco la toxicidad se ha concentrado en este
tejido.
Para liberar al citosol del exceso de amoníaco requiere aminación
reductora de α-cetoglutarato a glutamato por glutamato
deshidrogenasa y conversión de glutamato en glutamina por la
glutamina sintetasa. En el cerebro, solo los astrocitos, células en
forma de estrella del sistema nervioso que proporcionan
nutrientes, sostén y aislamiento a las neuronas, expresan la
glutamina sintetasa. El glutamato y su derivado Ƴ-aminobutirato (GABA), son neurotransmisores importantes; parte de la
sensibilidad del cerebro al amoniaco podría ser reflejo de una desaparición de glutamato en la reacción de la glutamina
sintetasa. Sin embrago, la actividad glutamina sintetasa es insuficiente para afrontar el exceso de amoniaco, o para
explicar totalmente su toxicidad.
La formación de glutamina(Gln) en astrocitos a partir del glutamato(Glu) liberado en las sinapsis y la posterior captura por
parte de la neurona es la base para el ciclo glutamato/glutamina. Por lo anterior, este ciclo está involucrado en el balance
metabólico y el reciclaje de aminoácidos para el normal funcionamiento del cerebro. El ciclo glutamato/glutamina, es entonces
un mecanismo de protección contra la excitotoxicidad mediada por glutamato en condiciones fisiológicas. Debido a que la
sobre estimulación de los receptores ionotrópicos, especialmente de tipo NMDA, llevan eventualmente al daño neuronal.
La respuesta metabólica al estrés, en particular la infección, puede producir una disrupción de la homeostasis de la glutamina.
Ello se ve favorecido por la existencia de un pobre estado nutricional previo y el uso de corticoides, así como del ayuno al que
puede estar sometido un paciente grave. Se ha demostrado que la concentración plasmática de glutamina disminuye tras la
cirugía, la sepsis, un trauma mayor, o una quemadura grave. Esta disminución de los niveles plasmáticos se ha correlacionado
con un aumento de la mortalidad.
La glutamina es un sustrato energético básico para los linfocitos y los macrófagos y es un precursor de los nucleótidos. La
actividad fagocítica aumenta de forma dosis-dependiente a la administración de glutamina1 y mejora la apoptosis. Este efecto
dosis-dependiente también aparece cuando se mide la expresión de HSP (heat shock proteins). Diversos estudios han demostrado
que la administración de glutamina mejora la funcionalidad de los linfocitos y su respuesta tras un trasplante autólogo de
médula ósea.
La glutamina tiene una actividad similar en la mucosa intestinal y el tejido linfoide asociado. Estudios experimentales han
demostrado que los niveles bajos de glutamina se asocian con un aumento de la permeabilidad intestinal y un deterioro de la
estructura microscópica de la mucosa y con un aumento de la translocación bacteriana. Además está demostrado que la
glutamina es un sustrato energético primario para las células epiteliales de la mucosa, incluso cuando procede de la luz
intestinal y tiene efectos reguladores sobre la proliferación y diferenciación de las mismas.
La glutamina es uno de los precursores del glutatión, que se encuentra en concentraciones elevadas en las células de los
mamíferos y que es el neutralizador endógeno de radicales libres de oxígeno más potente que se conoce. La depleción de
glutamina se asocia a una disminución de los niveles intracelulares de glutatión, cuya reposición se consigue aportando
glutamina exógena. De igual modo, la taurina depende de los niveles plasmáticos de glutamina y la administración de la misma
los normaliza. La taurina desempeña un papel importante en la captación de oxidantes clorados y tiene un efecto
osmorregulador celular. La lesión intestinal por isquemia-reperfusión aparece con frecuencia en situaciones clínicas graves, tras
un shock de cualquier etiología, en el trauma y las grandes quemaduras y tras la cirugía. La administración de glutamina puede
mejorar la capacidad de quelar radicales libres de oxígeno e incluso de inhibir la expresión de la sintetasa de óxido nítrico
inducible (iNOS), aunque los estudios experimentales han revelado datos contradictorios.
También se ha asociado la administración de glutamina con un mejor control de la glucemia mediada por insulina. La
glutamina es el sustrato primordial para la neoglucogénesis en el hígado, intestino y riñón. Parece ser que la administración de
glutamina mejora la sensibilidad a la insulina y se suprime la neoglucogénesis intestinal. Estos hallazgos son limitados por el
momento y no permiten determinar la eficacia real de la glutamina sobre la resistencia a la insulina.
Los pacientes cirróticos tienen requerimientos aumentados de proteína para mantener un balance nitrogenado adecuado. El limitar la
cantidad de proteína de la dieta podría empeorar la condición clínica de estos pacientes. Los estudios más recientes, muestran que las dietas
con un alto contenido proteico, son más benéficas en cirróticos (exceptuando a los pacientes que cursan con una encefalopatía hepática).
Encefalopatía hepática. La pérdida de regulación hepática del metabolismo proteico juega un papel muy importante en la
mortalidad de los enfermos con hepatopatía. Parece lógico pensar que la disminución de la ingesta de productos que
incrementan la producción de amonio a nivel intestinal, como las proteínas, sería beneficiosa. El concepto de que las proteínas
dietéticas pueden inducir encefalopatía hepática (EH) se basa en que el tubo digestivo es la principal fuente de amonio, que
es producido por bacterias del colon a partir de las sustancias nitrogenadas ingeridas. Sin embargo, el hecho de que grandes
cantidades de proteínas puedan desencadenar la EH no implica que la restricción proteica mejore el curso de la misma, en
parte debido a la participación de diferentes órganos en el metabolismo del amonio, como el riñón y el músculo esquelético
(segundo tejido más importante en el metabolismo del amonio).
Prevención de la desnutrición. Casos de hepatopatías crónicas avanzadas, los pacientes pueden experimentar desnutrición
debido a la mala absorción de nutrientes y la reducción de la síntesis de proteínas por parte del hígado. Una dieta baja en
proteínas puede ayudar a prevenir la desnutrición al limitar la carga sobre el hígado y proporcionar una ingesta adecuada de
otros nutrientes esenciales.
Reducción del estrés oxidativo: Las hepatopatías crónicas están asociadas con un aumento del estrés oxidativo en el hígado.
Las proteínas pueden contribuir a este estrés oxidativo al generar radicales libres durante su metabolismo. Una dieta baja en
proteínas puede reducir la producción de radicales libres y disminuir el estrés oxidativo en el hígado, lo que puede tener efectos
protectores sobre las células hepáticas y ayudar a frenar la progresión de la enfermedad.
5.2. Aminas biógenas
a) Mencione las funciones y orígenes de las siguientes aminas biógenas: Cadaverina, putrescina, espermidina,
histamina, tiramina, catecolaminas, GABA.
Las aminas biógenas son compuestos nitrogenados que se forman por la transformación de los aminoácidos que se encuentran
en los alimentos por la acción de enzimas generadas por microorganismos. Entre las aminas biogénicas más significativas
estarían: histamina, cadaverina, putrescina, tiramina y triptamina.
•La cadaverina se produce a través de la descarboxilación enzimática del aminoácido lisina. En concentraciones fisiológicas,
cadaverina participa en diversos procesos celulares como el desarrollo y la división celular, la transcripción génica, la
traducción de proteínas y procesos de muerte celular. Esta amina permite una interacción con ácidos nucleicos, lípidos y
proteínas, afectando la estabilidad de estas moléculas.
En dosis elevadas, la cadaverina ha sido considerada, desde principios del siglo pasado, como una sustancia capaz de producir
inflamación e incluso necrosis en tejido vivo y ha sido considerada como un marcador bioquímico para algunas
enfermedades como el cáncer, la diabetes, artritis y fibrosis quística.
•La tiramina es un derivado del aminoácido tirosina, y participa en la producción de catecolaminas, neurotransmisores que
actúan para controlar la presión arterial. Los altos niveles de esta amina en el organismo hacen que aumente la presión arterial,
lo que es especialmente peligroso para las personas hipertensas La tiramina ejerce una función inmunorreactiva en
algunos lugares del sistema nervioso.
•La putrescina, u ornitina descarboxilada, es una diamina de 4 átomos de carbono precursora de la espermidina y de la
espermina, poliaminas que se han hallado asociadas al ácido nucleico en todas las células, incluidas las del semen. Sus
funciones aún no están claras, pero su asociación con los ácidos nucleicos ha sugerido la posibilidad de que desempeñen
diversos papeles. Uno está relacionado con la primera enzima de la vía biosintética, la ornitina descarboxilasa. La producción
excesiva de poliaminas conduce a la destrucción de esta enzima.
Las poliaminas han sido relacionadas con procesos fundamentales para la vida, como son la división, el crecimiento, la
diferenciación y la muerte celular, habiéndose demostrado en todos los organismos en los que se han conseguido mutantes
deficientes en su síntesis que las poliaminas son esenciales.
La putrescina, que se forma por descarboxilación el aminoácido ornitina, demuestra actuar sobre los índices reproductivos,
como disminución de la producción de espermatozoides, disminución de la expresión de enzimas importantes en procesos
biosintéticos, alteraciones morfológicas celulares e inducción de estrés oxidativo.
•Catecolaminas: la dopamina, la noradrenalina y la adrenalina son aminas biológicamente activas(biógenas) que en conjunto
se denominan catecolaminas. La dopamina y la noradrenalina se sintetizan en el cerebro y funcionan como neurotransmisores.
La noradrenalina y la adrenalina se sintetizan también en la médula suprarrenal. Las catecolaminas se sintetizan a partir de la
tirosina.
Función: fuera del SNC, la noradrenalina y su derivado metilado, la adrenalina, son reguladores hormonales del metabolismo
de los hidratos de carbono y los lípidos. La noradrenalina y la adrenalina son liberadas de vesículas de almacenamiento en la
médula suprarrenal en respuesta al miedo, al ejercicio, el frío y bajos niveles de glucosa en sangre. Aumentan la degradación del
glucógeno y los triacilgliceroles, además de aumentar la tensión arterial y el gasto cardíaco. Estos efectos son parte de una
respuesta coordinada para preparar al individuo para el estrés y a menudo se denominan reacciones de «lucha o huida».
•La histamina es un mensajero químico que media una gran variedad de respuestas celulares, entre ellas las reacciones
alérgicas e inflamatorias, y la secreción de ácido gástrico. Un potente vasodilatador, la histamina, se forma por descarboxilación
de la histidina en una reacción que necesita PLP. Es segregada por los mastocitos como resultado de reacciones alérgicas o
traumatismos.
•GABA
Funciona en el tejido cerebral como un neurotransmisor inhibidor al alterar diferencias de potencial transmembrana. El
GABA se forma por descarboxilación de glutamato por la l-glutamato descarboxilasa. La transaminación del g-aminobutirato
forma succinato semialdehído, que se puede reducir hacia g-hidroxibutirato por medio de la l-lactato deshidrogenasa, u oxidar
hacia succinato y desde allí, mediante el ciclo del ácido cítrico, hacia CO2 y H2O.
1.2. Explique el destino metabólico de los esqueletos carbonados de aminoácidos.
Investigue la frecuencia de aparición, defectos enzimáticos relacionados y manifestaciones de las siguientes desde
una base bioquímica
a) Fenilcetonuria:
En la orina de los pacientes se encuentran metabolitos anormales de la fenilalanina, como el fenilpiruvato , el fenilacetato,
fenilolactato y la fenilacetilglutamina, además de la propia fenilalanina. El retraso mental que se asocia con la enfermedad
puede reducirse administrando al lactante fenilcetonúrico, una dieta pobre en fenilalanina. Aunque no está clara la causa del
retraso mental, éste puede deberse a las altas concentraciones de fenilalanina, que inhiben la enzima que descarboxila el 5-
hidroxitriptófano para formar serotonina, una amina biógena. Se sabe que los niveles de serotonina están reducidos en estos
pacientes. Con menos frecuencia , la PKU está producida por un defecto en la síntesis de la coenzima dihidrobiopterina
Además, los individuos con fenilcetonuria tienden a mostrar una pigmentación cutánea muy clara, una marcha, bipedestación y
sedestación no habituales y una elevada frecuencia de epilepsia. A causa de su frecuencia y por la posibilidad de prevenir las
consecuencias más graves del defecto con una dieta baja en fenilalanina, en los recién nacidos de la mayoría de los países
desarrollados se mide de forma habitual la concentración sanguínea de fenilalanina. Afortunadamente, con la detección precoz
y siguiendo una dieta restringida en fenilalanina, pero complementada con tirosina, se puede evitar la mayor parte del retraso
mental.
Las madres homocigotas para este defecto tienen una probabilidad muy elevada de tener niños con defectos congénitos y
retraso mental, a menos que su concentración sanguínea de fenilalanina pueda controlarse con dieta. El feto en desarrollo es
muy sensible a los efectos tóxicos de las concentraciones maternas elevadas de fenilalanina y fenilcetonas relacionadas. No
todas las hiperfenilalaninemias son consecuencia de un defecto en la fenilalanina hidroxilasa. En algunos casos, hay un defecto
en la biosíntesis o en la reducción de un cofactor tetrahidrobiopterina necesario
Como su nombre lo indica, el olor de la orina en la enfermedad de la orina con olor a jarabe de arce (cetonuria de
cadena ramificada, o MSUD) sugiere jarabe de arce, o azúcar quemada. El defecto bioquímico en la MSUD involucra el
complejo de la α-cetoácido descarboxilasa . Las concentraciones plasmática y urinaria de leucina, isoleucina, valina y sus α-
cetoácidos y α-hidroxiácidos (α-cetoácidos reducidos) están altas, pero los cetoácidos urinarios se derivan principalmente de la
leucina.
En aproximadamente 1 de cada 300.000 nacidos vivos, un defecto en esta enzima da lugar a la acumulación en la sangre de
cetoácidos correspondientes a los aminoácidos de cadena ramificada, y después a la cetoaciduria de cadena ramificada. Los
signos y síntomas de la MSUD son cetoacidosis a menudo mortal, alteraciones neurológicas, retraso mental, y orina con olor a
jarabe de arce. Se desconoce el mecanismo de toxicidad. El diagnóstico temprano mediante análisis enzimático es esencial para
evitar daño cerebral y mortalidad temprana al remplazar la proteína de la dieta por una mezcla de aminoácidos que carezca de
leucina, isoleucina y valina. Las características de genética molecular de la MSUD son heterogéneas. La MSUD puede
producirse por mutaciones en los genes que codifican para E1α, E1β, E2 y E3. Con base en el locus afectado, se reconocen
subtipos genéticos de MSUD. La MSUD tipo IA surge por mutaciones en el gen que codifica para E1α, la tipo IB en el gen
E1β, la tipo II en el gen E2, y la tipo III en el gen E3.
En la cetonuria de cadena ramificada intermitente, la α-cetoácido descarboxilasa retiene algo de actividad, y los síntomas
aparecen en etapas más avanzadas de la vida. En la acidemia isovalérica, la ingestión de alimentos ricos en proteína aumenta el
isovalerato, el producto de desacetilación de la isovaleril-CoA. La enzima alterada en la acidemia isovalérica es la isovaleril-CoA
deshidrogenasa. La ingestión de proteína excesiva va seguida por vómitos, acidosis y coma. La isovalerilCoA acumulada es
hidrolizada hacia isovalerato y excretada
c) Citrulinemia
Aumento de amonio: La acumulación de citrulina debido a la deficiencia de ASS interrumpe el proceso normal de
eliminación del amonio. El amonio es un subproducto tóxico del metabolismo de los aminoácidos y su acumulación en el
organismo puede ser perjudicial, especialmente para el sistema nervioso central. En la citrulinemia, los niveles elevados de
citrulina están asociados con un aumento del amonio en la sangre, lo que puede provocar síntomas neurológicos y daño
cerebral si no se controla adecuadamente.
Manifestaciones clínicas: La citrulinemia se presenta clínicamente con una amplia gama de síntomas, que pueden incluir
vómitos, retraso en el desarrollo, letargo, convulsiones, irritabilidad, falta de apetito y encefalopatía. Estos síntomas son el
resultado de la acumulación de citrulina y amonio, que afectan el funcionamiento normal del sistema nervioso central.
El diagnóstico de la citrulinemia se realiza mediante pruebas bioquímicas que detectan los niveles elevados de citrulina y
amonio en la sangre. El tratamiento principal implica una restricción de la ingesta de proteínas y la suplementación de arginina,
junto con otros enfoques terapéuticos específicos según las necesidades individuales del paciente. El seguimiento y control
metabólico adecuado son esenciales para prevenir complicaciones.