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Derecho de retención, pues estas son dos instituciones que van coligadas. Sin embargo, el
derecho de retención no se aplica a las mejoras de recreo, en cuyo caso el poseedor solo tiene la
posibilidad de retirar la mejora (ius Tollendi) hasta el momento de la restitución o entrega del
bien: si no lo hace, prescribe ese derecho. No obstante, puede existir retención
En las mejoras de recreo cuando el propietario optó por pagar su valor, pero no lo hace
efectivamente.
Ahora bien, para que proceda el ejercicio de esta facultad, en nuestro ordenamiento jurídico,
deben concurrir los siguiente requisitos:
Naturalmente, la retención supone que bien susceptible de tenencia se encuentre bajo el poder
efectivo de poseedor acreedor. La principal condición radica en entender que para que se verifi
que, el poseedor debe tener una cosa de su deudor. En una frase más que elocuente se suele
indicar que “para retener hay que tener la cosa”.
Toda vez que el crédito constituye uno de los elementos positivos de la retención, se permite al
retenedor continuar con la detentación de la cosa porque existe un crédito, la existencia del
crédito por toda vez que el crédito constituye uno de los elementos positivos de la retención, Se
permite al retenedor continuar con la detentación de la cosa porque existe un crédito, la
existencia del crédito por concepto de las mejoras efectuadas justifica, entonces, la retención.
En cuanto a las particularidades que deberá presentar este crédito, diremos que el mismo debe
ser cierto y exigible, ya que cualquier duda sobre su existencia bastará para impedir la posibilidad
de retener. Cabe precisar que quien procura retener el bien deberá probar la existencia del crédito
impago; caso contrario, con el solo hecho de titularse acreedor bastaría para retener bienes
ajenos, provocando verdaderos abusos que la ley no puede proteger.
Este requisito, expresado en el aforismo Romano debitum cum re junctum, constituye otra de las
particularidades de nuestro ordenamiento jurídico en materia De retención. Recordemos que
nuestro Artículo 1123 del Código Civil establece Que el derecho de retención procede “cuando hay
conexión entre el crédito y el bien que se retiene
El tema de la garantía aparece dos veces en la vida del derecho de retención, primero como
requisito para su ejercicio (al momento en que se ejerce el derecho de retención el crédito no debe
estar suficientemente garantizado) y al momento de su extinción; como lo hemos señalado
Implica que el propietario, al momento de que el poseedor, que efectuó las mejoras, pretenda
ejercer la retención del bien, no haya garantizado su obligación mediante los mecanismos previstos
en nuestro ordenamiento jurídico (personal o real) o sí lo haya sido pero de manera insuficiente.
La retención de la posesión del bien dura hasta que se paga la obligación o se garantiza su pago. El
derecho de retención puede ejercitarse extrajudicialmente resistiendo la entrega del bien hasta
que se pague la obligación o se la garantice debidamente; o, judicialmente, oponiendo la
excepción de retención a la demanda de entrega del bien.
¿Desde cuándo se computa el plazo prescriptorio para solicitar el pago por edificación en terreno
ajeno?
Corte Suprema estableció que el plazo prescriptorio para solicitar el pago por edificación en
terreno ajeno corre desde el momento del requerimiento de entrega del bien, pues es allí donde
encuentra la justificación de discutir el valor de lo edificado. Gaceta Civil & Procesal Civil nos traen
los detalles. [Casación Nº1605-2017/LIMA NORTE]
[Img #32454]
Tres son las características de la prescripción extintiva: el transcurso del tiempo, la inactividad de la
parte titular del derecho subjetivo y la falta de reconocimiento del sujeto pasivo de la relación
jurídica.
En el presente caso no se discute el tiempo de las construcciones realizadas, sino desde cuando se
pudo presentar la demanda. En suma, la pregunta a contestar es cuándo le fue posible a la
demandante ejercitar la acción que viene solicitando.
Respecto a ello, y tomando en cuenta el IV Pleno Casatorio Civil, se infiere que el plazo
prescriptorio no corre desde el momento de la construcción (que podríamos establecer como el de
la lesión), sino desde el momento del requerimiento de entrega del bien (etapa de la realización),
pues es allí donde encuentra justificación discutir el valor de lo edificado, por interpretación
extensiva de los artículos 917 y 919 del Código Civil.
Repasemos el caso
El juzgado señaló que no se evidenció la mala fe en la propietaria demandada, pues como lo tienen
reconocido los propios demandantes en su escrito de demanda, la demandada no ocultó su
condición de propietaria del bien, sino por el contrario, los demandantes sí conocían la calidad de
propietaria de ella y a pesar de ello, los demandantes habrían edificado.
Además, refirió que conforme al artículo 914 del Código Civil, la presunción de buena fe no
favorece al poseedor del bien inscrito a nombre de otra persona (como ocurre en este caso).
Dicha decisión fue impugnada. Así, la sala superior revocó la resolución que declaró infundada la
excepción de prescripción extintiva; y reformándola, la declaró fundada.
Así, la Sala Superior revocó la resolución que declaró infundada la excepción de prescripción
extintiva; y reformándola, la declaró fundada.
Aunado a ello, la sala superior fundamentó que, por lo esgrimido por la parte demandante, el
asunto que subyace al proceso es ajeno a las mejoras, cuya regulación jurídica (artículos 915 al 919
del Código Civil) está vinculado con el derecho a la posesión, y como tal resulta inaplicable para
resolver la excepción propuesta.
Además, atendiendo a que los demandantes consideran que la demandada debe pagarles, dice,
por haberles autorizado de mala fe a construir en el lote de terreno de su propiedad, es evidente
que se trata de una acción (pretensión) personal que prescribe a los diez (10) años.
Siendo así, la sala refirió que el plazo ha vencido con exceso a la fecha de la demanda. Ante tal
decisión, la demandante interpuso recurso de casación. Así, señaló que no se ha tenido en cuenta
que el cómputo del plazo para la prescripción que establece el artículo 1993 del Código Civil,
empieza recién con la interposición de la demanda de desalojo pues se evidencia la mala fe de la
demandada.
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de finalidad del bien inmueble afectado en uso
Respecto a ello, la Sala Civil Permanente de la Corte Suprema precisó que, en el presente caso, no
se discute el tiempo de las construcciones realizadas, sino desde cuándo se pudo presentar la
demanda.
En el caso se señaló que el bien, de cuyas construcciones se solicita el pago, viene siendo ocupado
por la parte demandante, quien afirmó que convino con la parte demandada en hacer las
edificaciones “con la idea de vivir en familia”, como así ocurrió –asegura- durante 28 años. Expresó,
además, que pretende el pago porque se le está demandado como precaria.
Entonces, sobre ello, la sala suprema sostuvo que debe advertirse lo prescrito en el IV Pleno
Casatorio Civil, el cual establece que cuando el demandado afirme haber realizado edificaciones o
modificaciones sobre el predio materia de desalojo –sea de buena o mala fe- debe emitirse la
decisión que corresponda en el proceso de desalojo “dejándose a salvo el derecho del demandado
a reclamar en otro proceso lo que considere pertinente”.
Siendo así, y tomando en cuenta lo indicado en el Pleno Casatorio, se infiere que el plazo
prescriptorio no corre desde el momento de la construcción, sino desde el momento del
requerimiento de entrega del bien, pues es allí donde encuentra justificación discutir el valor de lo
edificado, por interpretación extensiva de los artículos 917 y 919 del Código Civil.
Por tales razones, la Sala Civil Permanente de la Corte Suprema declaró fundado el recurso de
casación interpuesto por la demandante; en consecuencia, casaron la sentencia de vista; actuado
en sede de instancia: confirmaron la resolución que declaró infundada la excepción de prescripción
extintiva.
Finalmente, ordenaron que la Sala Civil Permanente Corte Superior de Justicia de Lima Norte emita
decisión de fondo, resolviendo el recurso de apelación interpuesto contra la sentencia de primera
instancia.
Conclusiones
Las mejoras en la posesión son una manera de que el poseedor de una propiedad pueda mejorar
su calidad de vida o de uso de la misma, sin que esto afecte los intereses del propietario. Estas
mejoras pueden ser estructurales, funcionales, estéticas o necesarias.
Es fundamental tener en cuenta los derechos tanto del propietario como del poseedor y buscar
asesoría legal antes de realizar cualquier mejora en la posesión, ya que de no estar bien
identificadas, estas mejoras pueden dar lugar a controversias legales.
Es importante tener en cuenta que, según la ley, las mejoras pueden ser estructurales,
funcionales, estéticas o necesarias.
El artículo 917 del Código Civil peruano fue introducido en 1984 y establece que la persona en
posesión (poseedor o inquilino) de una propiedad puede llevar a cabo mejoras en dicha propiedad
siempre y cuando:
El artículo 917 también establece que el inquilino o poseedor puede ser compensado por estos
costos en caso de que el propietario se niegue a reconocer las mejoras y los costos asociados.
Es importante tener en cuenta que la ley en Perú no establece un mecanismo específico para la
evaluación de las mejoras en la posesión y la compensación que debe dar el propietario, por lo que
se recomienda la búsqueda de asesoría legal en caso de cualquier controversia relacionada con las
mejoras en la posesión.