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“Año de la universalización de la salud”

UNIVERSIDAD NACIONAL JORGE BASADRE


GROHMANN
FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD
ESCUELA PROFESIONAL DE OBSTETRICIA

TEMA: NUTRICIÓN EN EL EMBARAZO

DOCENTE: Mgr. GLADYS CONCORI CORI


CURSO: PROPEDEUTICA OBSTETRICA I
TRABAJO: MONOGRAFÍA

ESTUDIANTES:
1.- Liss Karen Mulluni Avendaño 2018-112007
2.-Lily Margoth aliaga canaza 2018-112008
3.-Yanina Fidela Chipana Gregorio 2018-112027
4.-Angie Milagros Mamani Lupaca 2018-112006
5.-Lyris Drishkha Cardozo Ticona 2018-112012
6.-Gonzales Valdez Misiku Shirley 2017-112030
7.- Canque Gutierrez Alejandra Nayely 2018-112011
8.-Mamani Chipana Esthefany Dariela 2018-112002

TACNA- PERÚ

2020
INDICE

I.- INTRODUCCIÓN………………………………………………………………………4

II.- OBJETIVOS…………………………………………………………………………...5

CAPITULO I. GENERALIDADES

1.1. Importancia del estado nutricional durante el embarazo………………………..6

1.1.1. Hábitos alimenticios durante el embarazo………………………………...7

1.2. Ganancia de peso durante el embarazo…………………………………………..8

1.2.1. Criterios de riesgo según el estado nutricional durante el embarazo…..9

1.2.2. Valoración

nutricional………………………………………………………...11

1.3. Modificaciones metabólicas………………………………………………………...11

CAPITULO II. Necesidades nutricionales y suplementación en una gestante

2.1 Evaluación nutricional……………………………………………………………….13

2.2. Macronutrientes……………………………………………………………………..17

2.3. Micronutrientes………………………………………………………………………21

2.4. Energía…………………………………………………………………………….....23

2.5. Minerales………………………………………………………………………….....24

2.6. Vitaminas…………………………………………………………………….………25

2.6.1 Liposolubles…………………………………………………………….….…..25

2.6.2. Hidrosolubles…………………………………………………………….…...29

2.7. Proteínas……………………………………………………………………….…...32

2.8. Lípidos………………………………………………………………………….……33

2.9. Suplementación en la dieta………………………………………………….…….34

2
RECOMENDACIONES………………………………………………………………....36

CONCLUSIONES…………………………………………………………………….... 38

BIBLIOGRAFÍA……………………………………………………………………….… 31

ANEXOS………………………………………………………………………………….33

3
INTRODUCCIÓN

El estudio de la presente monografía tiene como propósito revisar la

importancia y las necesidades de nutrición relacionados en el embarazo y a

los cambios que deberá promover en la alimentación, para que se cubran

las demandas aumentadas de nutrientes y fomentar un embarazo exitoso.

La alimentación de la mujer durante el embarazo es de vital importancia

tanto para ella como para el feto y el desarrollo de su bienestar posterior. La

mujer gestante debe alimentarse con una dieta equilibrada entra vitaminas,

proteínas, minerales, etc., y deberá conocer cuáles son sus demandas y

necesidades nutricionales. En la mujer embarazada aumentan las

demandas de todo tipo de nutrientes también como macronutrientes y

suplementos esenciales que aumenta más durante la lactancia; el consumo

de una cantidad menor de nutrientes esenciales podría traer consecuencias

serias tanto para la madre como para el feto.

Concretamente, el estado nutricional y los hábitos alimentarios de la futura

madre son factores directamente relacionados con su salud y la de su hijo.

Se trata, por lo tanto, de un período muy adecuado para revisar los hábitos

de vida.

Una alimentación racional en esta etapa fisiológica de la vida femenina es la

mejor ayuda para prevenir el desarrollo del recién nacido como puede ser la

disminución de peso o de talla, menor resistencia a las infecciones, etc.

Por ende debemos descubrir la importancia y las necesidades que tienen

las embarazadas sobre el cuidado de su alimentación prenatal, y si

concuerda con el parámetro correspondiente.

4
OBJETIVOS

• Determinar la importancia junto con las necesidades de una adecuada

alimentación nutricional en el periodo de gestación para la madre y el futuro

niño.

• Conseguir una ganancia de peso adecuada para el normal desarrollo del

embarazo.

• Promover un crecimiento y desarrollo fetal normal.

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CAPITULO I. GENERALIDADES

1.1. IMPORTANCIA DEL ESTADO NUTRICIONAL DURANTE EL

EMBARAZO

“Es importante en el control prenatal mantener una alimentación variada y

equilibrada para favorecer la salud materna y el desarrollo y crecimiento

del bebé; incluir todos los tipos de alimentos, propiciar la ingesta de

agua, y realizar al menos cuatro comidas diarias (desayuno, almuerzo,

merienda y cena). Además, las mujeres deben eliminar productos

dañinos para el organismos, como el alcohol, cigarrillo, drogas ilícitas, y

disminuir el consumo de café, ya que atraviesa la barrera placentaria

alterando la frecuencia cardíaca y la respiración fetal; hay que evitar el

consumo de gaseosas, lavar bien las frutas y vegetales y evitar la

ingesta de alimentos crudos como el huevo, la carne y el pescado;

moderar el consumo de sal y  practicar actividad física y complementar

la dieta con comprimidos de vitaminas, hierro, ácido fólico y calcio,

según lo determine el equipo de salud”(1). En este sentido es importante

el trabajo interdisciplinario y en equipo, especialmente con los

licenciados en nutrición, que muchas veces no se cuenta con ellos en

hospitales ni en centros de atención primaria.

Una mala nutrición puede acarrear complicaciones tanto a la madre

como al niño. El estado nutricional de la mujer en el periodo

preconcepcional tiene un mayor impacto en el peso del niño al nacer,

que el incremento de peso durante el embarazo. Es así que, por

6
ejemplo, el déficit nutricional severo en la mujer, antes o durante la

gestación, puede ser causa de infertilidad, aborto espontáneo,

prematurez, malformaciones congénitas, anemias, menor peso al nacer,

entre otros.  Mientras que, la obesidad materna se asocia a mayor riesgo

de hipertensión arterial, diabetes gestacional, hepatopatías, cesáreas y

fórceps y para el niño macrosomía y Enfermedades Crónicas.

En conclusión, adaptar recetas según las posibilidades de cada mujer,

de cada familia es una estrategia útil y fácil, no solo para lograr un mejor

estado nutricional en la mujer embarazada, mejor desarrollo y

crecimiento de su bebé sino también para el resto de la familia.

1.1.1. HÁBITOS ALIMENTICIOS DURANTE EL EMBARAZO:

“Es importante tener una alimentación sana, sobre todo si se

busca quedarse embarazada. Una dieta equilibrada aporta la

suficiente cantidad de vitaminas y minerales necesarios para el

organismo, lo que facilita y previene futuras complicaciones

durante el embarazo”(1). También es esencial eliminar tóxicos

como el tabaco o el alcohol antes del embarazo, para evitar

malformaciones en el feto y futuras patologías en el bebé adulto.

RECOMENDACIONES PARA UNA BUENA

ALIMENTACIÓN:

 Realiza 5 comidas diarias poco copiosas, para que

las digestiones sean ligeras.

 A la hora de comer, siéntate y tómate tu tiempo.

Masticar bien los alimentos es imprescindible para

hacer bien la digestión.

7
 Haz un buen desayuno, que te proporcione la

energía necesaria para comenzar el día.

 Los hidratos de carbono (pasta, arroz y cereales

integrales) deben ser la base de la alimentación.

 Las carnes y pescados conviene cocinarlos al vapor,

al horno o a la plancha.

 Las grasas (embutidos, hamburguesas, piel de

aves…) han de consumirse con moderación. (Da

Cruz, 2016).

1.2. GANANCIA DE PESO DURANTE EL EMBARAZO

 ¿POR QUÉ SE GANA PESO?:

“La causa del incremento de peso es que durante la gestación se

produce la síntesis de nuevos tejidos: glándulas mamarias,

engrosamiento del tejido uterino, aumento del tejido adiposo y desarrollo

del feto y de la placenta”(2). También es necesaria la acumulación de

masa grasa para sustentar el crecimiento del bebé durante el embarazo

y la lactancia, que, en general, se localiza en el pecho, los muslos y el

abdomen. Sin embargo, aunque el aumento de peso es necesario, este

debe ser adecuado y controlado.

 ¿CUÁNTO PESO DEBO GANAR?:

Es aconsejable que la mujer tenga un peso adecuado antes del

embarazo. Si es así, durante los 9 meses de gestación se debe

aumentar de media entre 9 y 12 Kg, pero depende mucho de cada

situación y de cada persona.

8
En el primer trimestre, la subida de peso medio es entre 1-3 kg, por el

aumento de reservas. Aunque hay mujeres que incluso adelgazan

debido a las náuseas y los vómitos que aparecen. Durante el segundo y

tercer trimestre es cuando se produce la mayor subida de peso, por el

crecimiento mayor del feto y los tejidos, así como los depósitos de grasa

de cara a la lactancia materna. El Índice de masa corporal (IMC) es una

fórmula muy sencilla para determinar el grado de peso de la mujer en

función de su estatura, pero no es determinante porque no nos dice el

porcentaje de grasa.

MC= Peso (kg)


Talla2 (m)

A continuación, presentamos cuales son los valores medios de

ganancia de peso aproximados en el embarazo en función del IMC

previo. Si hay un sobrepeso antes del embarazo, la ganancia de peso ha

de ser menor. (Sánchez, 2015) Figura N° 01.

1.2.1. CRITERIOS DE RIESGO SEGÚN EL ESTADO NUTRICIONAL

DURANTE EL EMBARAZO:

Como se mencionó previamente, durante el embarazo la mujer no

debe perder peso, por lo cual nunca debe recibir una dieta

hipocalórica ya que los cuerpos cetónicos producidos pueden

dañar la salud del feto. “En caso de recibir una consulta

preconcepcional de una mujer con sobrepeso u obesidad sería

recomendable que antes de quedar embarazada se le indique una

alimentación con restricción calórica con asesoramiento

profesional adecuado. Durante el curso del embarazo sólo se

9
brindarán pautas alimentarias orientadas a evitar una ganancia

excesiva de peso”(3).

En caso que la mujer esté ganando peso en exceso se le

recomienda:

o No restringir la ingesta de alimentos para bajar de peso ya

que es perjudicial para el feto, lo ideal es mantener el peso

y ganarlo lentamente

o Aumentar el consumo de ensaladas y vegetales durante el

día

o Condimentar los vegetales con una pequeña cucharada de

aceite vegetal con vinagre y especias

o Evitar el uso de grasas saturadas (crema, manteca,

mayonesa, grasa de fritura)

o Reemplazar postres por frutas frescas

o Reemplazar lácteos enteros por lácteos descremados

o No saltear comidas y realizar al menos 4 comidas diarias

o Evitar gaseosas y jugos azucarados

o Evitar comida chatarra y muy rica en grasa

o Evitar el consumo de frituras prefiriendo alimentos al horno,

al vapor o cocidos sin grasa

o Eliminar la grasa visible de las carnes y la piel del pollo

o vitar golosinas, galletitas, facturas, tortas y otros alimentos

muy ricos en azúcares y grasas.

10
1.2.2.-VALORACIÓN NUTRICIONAL

“La ganancia ponderal materna durante la gestación es un indicador de l

a cantidad de nutrientes  que  se  le  proporciona  al  feto  para  su 

desarrollo  .  El  promedio  de  la  ganancia  ponderal  materna  durante 

la 

gestación. La OMS reporta un promedio de ganancia ponderal de 10.5 a 

13.5kg”(4).

1.3. MODIFICACIONES METABÓLICAS:

 GANANCIA DE PESO: “Es atribuible al útero y su contenido, las

mamas y los aumentos en el volumen sanguíneo y el líquido

extracelular extravascular. Promedio 12.5 kilogramos (7 kg son agua,

3 kg grasa y 1 kg proteína) generalmente a partir del 2º y 3er

trimestre a una tasa de 350-400 grs/semana”(5).

 METABOLISMO DEL AGUA: Retención de agua mediada por

decremento de la osmolaridad plasmática de casi 10mOsm/kg

inducida por un reajuste de los umbrales osmóticos para la sed y la

secreción de vasopresina.

 METABOLISMO DE LAS PROTEÍNAS: Al termino los fetos y la

placenta juntos pesan 4kg y contienen alrededor de 500g de

proteínas, que corresponden casi la mitad del incremento gestacional

total, los otros 500gr se agregan a proteínas contráctiles, a las

mamas sobre todo en sus glándula y a la sangre materna como

proteínas plasmáticas y hemoglobina.

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 METABOLISMO DE LOS CARBOHIDRATOS: El embarazo se

caracteriza por una hipoglucemia leve en ayuno, hiperglicemia

posprandial e hiperinsulinemia.

 METABOLISMO DE LAS GRASAS: Incremento de los lípidos

plasmáticos, almacenamiento de grasa sobre todo a mitad de la

gestación y en etapas posteriores conforme las demandas

nutricionales fetales aumentan de manera notoria, la reserva materna

decrece.

“El colesterol de LDL alcanza su máximo cerca de la semana 36

como consecuencia de los efectos hepáticos de estradiol y

progesterona.

La HDL alcanza su máximo en la semana 25 y decrece en la 32 se

mantiene constante el resto del embarazo. Leptina hormona

peptídica secretada por el tejido adiposo que participa en la

regulación de la grasa corporal y el gasto de energía”(5).

 METABOLISMO DE LOS MINERALES: Hay un incremento en la

demanda de hierro, calcio, fosfato y magnesio. La cifra sérica de

calcio total declina y esto refleja una menor concentración de

albúmina plasmática y a su vez descenso consecutivo de la cantidad

unida a proteína. El feto en desarrollo impone una demanda

significativa ya que se depositan casi 200mg de Ca en el esqueleto

fetal. El magnesio decrece por depleción extracelular. 

12
CAPITULO II. NECESIDADES NUTRICIONALES Y SUPLEMENTACIÓN

EN UNA GESTANTE

2.1. EVALUACIÓN NUTRICIONAL

“La evaluación nutricional de la gestante comprende la evaluación inicial y el

seguimiento. La evaluación inicial permite determinar el estado nutricional

de la embarazada y estimar el riesgo probable de peso bajo al nacer,

retardo del crecimiento intrauterino (RCIU) y recién nacido pequeño para

edad gestacional (RNPEG)”(6).

 LA EVALUACIÓN INICIAL.- Permite diagnosticar a tiempo cualquier

tipo de patología ya sea en la madre o el feto, además es un proceso

muy importante por el cual deben pasar todas las gestantes para que de

esa manera puedan saber en qué situación se encuentran y que pueden

hacer al respecto con la ayuda de un profesional, para que así puedan

tener un embarazo seguro.

 LA EVALUACIÓN DE SEGUIMIENTO.- Tiene como finalidades

observar el cumplimiento de las indicaciones realizadas en la evaluación

inicial, conocer los aspectos que dificultaron dicho cumplimiento y

realizar los correctivos necesarios de manera precoz, de tal manera que

se logré un manejo nutricional adecuado durante este periodo. La

evaluación de seguimiento es importante ya que con esta evaluación

podremos saber cuáles fueron las dificultades para cumplir con lo que el

profesional de salud le recomendó a la gestante, es importante que la

13
mujer embarazada comunique lo más antes posible si tiene alguna

dificultad en ello, ya que su alimentación influirá demasiado en el

desarrollo del feto.

La evaluación del estado nutricional de la embarazada debe realizarse de

manera integral, esta comprende el estudio de los factores de riesgo

nutricional, las condiciones dietética, médica, antropométrica y bioquímica,

así como también la del área psico-social en caso de ser necesario.

Puesto que, si queremos lograr que un embarazo este y termine en óptimas

condiciones debemos priorizar en darle una atención completa a la

gestante, ello implica realizar una evaluación inicial y durante todo el

embarazo.

 Evaluación dietética: Tanto la inicial como la de seguimiento permiten

establecer las características de la alimentación y conocer si dicho

consumo de alimentos cubre o no las necesidades de energía y

nutrientes del binomio madre-feto, para ello se utiliza la historia dietética,

que permita obtener la información previa y durante el embarazo del

apetito, los hábitos y las conductas alimentarias.

Cabe recalcar que para cada embarazada la dieta recomendada es

diferente, ya que depende mucho de la evaluación inicial nutricional de

la misma, ya que a partir de esta podremos saber lo que realmente

necesita la gestante y el feto.

 Evaluación médica: Engloba el interrogatorio y el examen físico. El

especialista debe indagar los antecedentes gineco-obstétricos y

patológicos, el consumo de medicamentos, vitaminas, alcohol, drogas y

cigarrillo, además debe interrogar los síntomas frecuentes del embarazo

14
que requieren manejo nutricional. En el examen físico se determinan

signos vitales, signos de malnutrición por déficit o por exceso, signos

clínicos característicos del embarazo y se realiza una evaluación general

por órganos y sistemas.

Es sumamente necesario que la gestante sea totalmente honesta con

respecto a estos puntos, ya que si antes de quedar embarazada

consumió sustancias psicoactivas o dañinas, estas le pudieron haber

generado alguna patología en órganos como el riñón, el cual es muy

importante en la etapa del embarazo ya que filtra una mayor cantidad de

sangre.

 Evaluación antropométrica: Consiste en la determinación de diversas

variables y la interpretación de los indicadores generados, estos últimos

juegan un papel importante en la evaluación nutricional de la gestante y

se clasifican en globales, mixtos y de composición corporal, según

evidencien dimensiones corporales globales o proporcionen una

aproximación a ciertos compartimientos corporales. Para la

interpretación de los indicadores antropométricos tanto en la evaluación

inicial como de seguimiento se dispone de los valores de referencia de

Rached y col.

La evaluación antropométrica se realiza con dos finalidades:

o Evaluar el estado nutricional al inicio del embarazo para

determinar las condiciones en las cuales la gestante enfrentará

las exigencias fisiológicas del embarazo y poder realizar según su

evolución las recomendaciones dietéticas.

15
o Evaluar el riesgo inicial de peso bajo al nacer, retardo del

crecimiento intrauterino (RCIU) y recién nacido pequeño para

edad gestacional (RNPEG).

La evaluación antropométrica comprende una evaluación inicial y un

seguimiento, en ambas se incluyen los indicadores tradicionales, el

indicador mixto y los indicadores de composición corporal, la selección y

aplicación de los indicadores dependerá además de la etapa evolutiva

del problema, del nivel de recursos disponibles.

Cuando la evaluación inicial se realiza en el primer trimestre de la

gestación para la interpretación de los indicadores antropométricos se

pueden utilizar los valores de referencia nacionales (24,25) o los

internacionales. La desventaja de los nacionales es que no pueden

aplicarse en mujeres mayores de 19 años.

 Evaluación bioquímica: En la evaluación inicial se determinan las

pruebas rutinarias que comprende hematología completa, química

sanguínea y examen general de orina para la detección de proteinuria e

infección urinaria, también se aconseja determinar perfil lipídico (HDL,

LDL, VLDL) en la primera consulta y perfil tiroideo (TSH, T3 y T4 libre)

en caso de sospecha clínica fundamentada.

La determinación del ácido fólico se indica cuando se sospecha su

déficit y de otras vitaminas y minerales queda limitada a la investigación,

por ser pruebas muy costosas.

Entre las 28 - 32 semanas es necesario realizar la hemoglobina y el

hematocrito; entre las 24 - 28 semanas a todas las embarazadas

mayores de 25 años.

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Entonces es importante realizar la evaluación nutricional de la

embarazada, ya que nos permitirá establecer el apoyo nutricional

apropiado para lograr cubrir las necesidades nutricionales propias de la

mujer gestante, satisfacer las exigencias nutricionales debidas al

crecimiento fetal que nos brinden un peso adecuado del recién nacido,

programar al organismo materno para confrontar apropiadamente el

parto y favorecer la lactancia materna.

2.2. MACRONUTRIENTES:

 PROTEÍNAS.- “Durante el embarazo se necesitan proteínas adicionales

para el crecimiento del feto, el desarrollo de la placenta, producción de

líquido amniótico, incremento del volumen de sangre materno y

expansión de otros tejidos maternos, como por ejemplo: El útero y las

mamas. Los depósitos de proteínas se encuentran en los tejidos

materno y fetal al término del embarazo, es decir, a las 40 semanas, se

depositan principalmente en el feto. Es por ello que si la mujer

embarazada no consume las proteínas que necesita durante todo el

embarazo, puede tener algún tipo de complicación en cuanto al

desarrollo tanto como de la placenta y del feto. Aproximadamente el

82% de la demanda total para cubrir las necesidades maternas y fetales

(925 g), se produce en la última mitad del embarazo”(7).

Tanto las ingestas bajas como las excesivamente altas de proteínas

durante el embarazo, se asocian con un crecimiento restringido del feto

y bajo peso al nacer. Además el porcentaje de proteína en la dieta

materna parece estar inversamente asociado con la grasa subcutánea

abdominal del feto.

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Según las estimaciones de la OMS, las necesidades adicionales de

proteínas son diferentes en cada trimestre, siendo máxima en el tercero.

Las necesidades extra de proteínas en el primer, segundo y tercer

trimestre son 1, 10 y 31 gramos diarios respectivamente, y la

recomendación de la ingesta en embarazos gemelares es de 50 gramos

al día a partir de la semana 20.

Se recomienda preferir las fuentes más saludables de proteínas, como,

carnes blancas, pescados, legumbres, productos procesados de soya,

frutos secos y semillas; es importante también limitar las carnes rojas y

evitar el tocino, los embutidos y otras carnes procesadas.

 HIDRATOS DE CARBONO.- Los hidratos de carbono brindan la fuente

principal de energía para el bebé en desarrollo, siendo la glucosa el

principal combustible metabólico del feto en desarrollo. Por tal razón, las

embarazadas necesitan consumir fuentes saludables de hidratos de

carbono durante todo el día. La ingesta recomendada de hidratos de

carbono para la mujer embarazada, es un mínimo de 175 gramos al día

(45 g más respecto a la mujer no embarazada). Esta cantidad asegura la

provisión de glucosa para el cerebro fetal y materno, y previene la

cetosis, la cual es un estado natural que ocurre cuando el cuerpo se

alimenta casi completamente de grasas. Sin embargo este nivel de

ingesta de hidratos de carbono, no es suficiente para satisfacer las

necesidades de energía en el contexto de niveles de ingesta aceptables

de grasa y proteína.

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La OMS recomienda un consumo de hidratos de carbono igual a 55-75%

de la ingesta energética total, procedentes de una variedad de fuentes

alimenticias. Por ejemplo, una embarazada que necesita ingerir 2.000

calorías diarias, el consumo de hidratos de carbono debería ser 275-

375 gramos diarios; considerando que los hidratos de carbono aportan

en promedio 4 Kcal/gramo.

 GRASAS.- El consumo adecuado de grasas es particularmente

importante en el embarazo, ya que se están formando nuevas células y

tejidos; siendo vitales en el crecimiento y desarrollo del bebé. Durante el

tercer trimestre, el feto almacena la mayor parte de su propia grasa

corporal, que es una fuente esencial de combustible para el recién

nacido. Sin las reservas de grasa adecuadas, los recién nacidos no

pueden regular de forma eficaz su temperatura corporal.

Las grasas insaturadas se encuentran en pescados, aceites vegetales,

frutos secos, legumbres y semillas. Ese tipo de grasas se debería

preferir siempre que sea posible, en lugar de alimentos ricos en grasas

saturadas y trans.

Algunas gestantes piensan que las grasas son malas durante el

embarazo, es por eso que se les debe aclarar este punto e informarles

que existen estos dos tipos de grasa, y que el consumo de las grasas

insaturadas es necesario y acerca de todos los beneficios que contiene.

De igual manera se les debe informar sobre las desventajas o

consecuencias que traería consumir las grasas saturadas.

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 GRASAS OMEGA 3.- Existen tres tipos principales de ácidos grasos

omega-3: el ácido eicosapentaenoico (EPA), el ácido docosahexaenoico

(DHA) y el ácido alfa-linolénico (ALA). Este último se considera

esencial y por lo tanto debe ser suministrado con la dieta. El EPA y DHA

pueden ser sintetizados a partir del ALA, pero la conversión es muy

limitada. Por lo tanto, es importante incluir también en la dieta alimentos

ricos en EPA y DHA.

Especial atención merece el ácido docosahexaenoico (DHA), éste ácido

graso es esencial para la estructura, el crecimiento y el desarrollo del

sistema nervioso central del feto y de la retina (visión). El DHA

representa más o menos el 30% del peso del cerebro fetal, y es una

parte importante del tejido neuronal fetal, y mantiene el buen

funcionamiento en la neurotransmisión. Puesto que el cerebro del feto

crece drásticamente durante el tercer trimestre, el DHA resulta

especialmente importante en la dieta de la madre. Las mejores fuentes

de DHA son los alimentos marinos, como pescados (especialmente los

grasos), mariscos y algas. Aunque se debe considerar que consumir

mucho pescado podría ser dañino para el feto debido a la contaminación

con mercurio (ver). Las cápsulas de aceite de pescado y suplementos de

DHA, podrían también ser una alternativa, mejora en la función cognitiva

y visual del lactante, tratamiento y la prevención de la depresión materna

y aumento en la duración de la gestación y la reducción del riesgo de

parto prematuro y de bajo peso al nacer.

20
En el período prenatal aumenta el riesgo de carencia de ácidos grasos

omega-3, ya que las reservas de los tejidos maternos suelen disminuir,

al utilizarse para el desarrollo del feto. Siendo bastante común que los

médicos, recomienden a las embarazadas tomar suplementos de

aceites marinos para que cubran sus necesidades de omega-3 marinos

(EPA y DHA).

La recomendación de ingesta de grasas totales para las embarazadas

es la misma que para el resto de los adultos mayores de 18 años. Es

decir, el 20 - 35% de las calorías totales deberían provenir de las grasas.

Por ejemplo, para una dieta de 2.000 Kcal/día se recomienda una

ingesta diaria entre 44-78 g.

2.3. MICRONUTRIENTES:

Los micronutrientes sólo se necesitan en cantidades muy pequeñas,

pero eso no significa que no sean fundamentales para el

funcionamiento, el crecimiento y el desarrollo normal del organismo.

Durante el embarazo, es frecuente que se produzcan carencias de

micronutrientes como la vitamina A, el hierro, el yodo y el folato, debido a

que la madre y el feto requieren una cantidad mayor de nutrientes. Estas

carencias pueden perjudicar la salud de la madre, su embarazo y la

salud del neonato.

La nutrición a través de la alimentación debe ser la base de la nutrición

de la madre, pero actualmente la dieta de muchas mujeres embarazadas

21
es insuficiente en micronutrientes, razón por la cual la suplementación es

necesaria para poder llevar un embarazo saludable. El embarazo es un

desafío desde el punto de vista nutricional, ya que los requerimientos de

nutrientes aumentan y su consumo puede afectar a la salud materna y

fetal. Los estados de deficiencia de micronutrientes están relacionados

con la preeclampsia (hipertensión del embarazo), la restricción del

crecimiento intrauterino, el aborto y las anomalías congénitas. Se

recomienda la suplementación con ácido fólico en dosis de 400 mcg/día

y debe comenzar al menos un mes antes de la concepción y extenderlo

durante el embarazo en madres con riesgo nutricional.

Es importante vigilar la dosis adecuada de ácido fólico para prevenir los

posibles efectos adversos de la acumulación no metabolizada en

plasma. Con respecto al yodo, existen diversas opiniones entre los

expertos, pero es evidente que se debe suplementar en las mujeres

embarazadas en las que se ha corroborado su deficiencia.

MINERALES.- El papel del hierro (Fe), zinc (Zn),

manganeso (Mn), cobre (Cu) y selenio (Se) durante el

embarazo es también de vital importancia. El suministro

inadecuado de oligoelementos puede causar anomalías en

el desarrollo. Se ha sugerido que existe un mayor riesgo de

desarrollar preeclampsia cuando los niveles de

oligoelementos están reducidos. Los elementos traza son

componentes de numerosas enzimas reguladoras y de

hormonas esenciales para la división y diferenciación de

22
las células fetales, además son clave de las enzimas

responsables de la modulación del sistema de defensa

antioxidante del organismo. Las deficiencias minerales en

mujeres embarazadas, pueden causar defectos de

nacimiento del sistema nervioso central y trastornos del

crecimiento.

o YODO.- Es necesario para la migración y

diferenciación de las células neuronales, la

formación de sinapsis y la mielinización, mientras

que el hierro en la dieta es necesario para la

neurogénesis y la producción de dopamina, la cual

es un neurotransmisor. Se sabe que la deficiencia

de estos nutrientes compromete el desarrollo

cerebral y causa un deterioro cognitivo significativo

en la descendencia.

o VITAMINAS.- La evidencia actual de los estudios

clínicos indica que la deficiencia de vitamina D es

muy común en mujeres embarazadas y en período

de lactancia, y se asocia con una variedad de

resultados adversos. La suplementación es segura

y puede mejorar efectivamente el estado de la

vitamina D y el calcio del feto y el bebé, protegiendo

así la salud del esqueleto.

Cabe destacar que si durante el embarazo no se

consume la cantidad de calcio necesaria en la dieta

23
diaria, el cuerpo la va a tomar de los huesos,

pudiendo generar hasta una osteoporosis en la

gestante. (Rached Sosa, 2015)

2.4. ENERGIA:

“El requerimiento de energía de las mujeres embarazadas con peso normal

aumenta durante el embarazo con el objetivo de cubrir las demandas

metabólicas del embarazo y del feto que se está́ gestando. Sin embargo,

este aumento del requerimiento no significa que la mujer embarazada deba

“comer por dos” como normalmente se asume correcto. El aumento del

requerimiento de energía es aproximadamente 300 kcal/día durante el

segundo y tercer trimestre y no se presenta ningún aumento del

requerimiento durante el primer trimestre”(8).

“Es necesario recordar que el embarazo no es el momento indicado para

rea- lizar restricciones energéticas ya que los productos del catabolismo de

los lípidos pueden ser dañinos para el feto. Por tal motivo asegúrese de que

la mujer consuma alimentos en cantidad y variedad y que la ganancia de

peso es adecuada”(4).

2.5. MINERALES:

“Los minerales son los elementos naturales no orgánicos que representan

entre el 4% y el 5% del peso corporal del organismo y que están

clasificados en macrominerales y oligoelementos. El ser humano los

necesita para mantener el buen funcionamiento del cuerpo y garantizar,

entre otros, la formación de los huesos, la regulación del ritmo cardiaco y la

producción de las hormonas”(4).

24
 HIERRO.- “Los requerimientos de hierro están incrementados durante el

embarazo para aumentar la masa eritrocitaria y para la unidad

fetoplacentaria, así como para compensar las pérdidas de sangre

durante el parto. Este hierro suplementario se puede obtener a partir del

aumento de la absorción intestinal que se produce en la gestación, el

ahorro que supone la amenorrea y la utilización de los depósitos

tisulares maternos.

Se considera anemia en el embarazo cuando la concentración de Hb es

menor de 11,0 g/dl durante el primer y el tercer trimestre, o menor de

10,5 g/dl durante el segundo trimestre”(7).

 CALCIO.- La mujer embarazada requiere un 40% adicional de calcio al

día. El calcio es esencial para mantener la integridad del hueso de la

mujer y el desarrollo esqueletico del feto. RDA para calcio es de

1200mg, suficficiente para proveer las necesidades maternales y fetales.

Debe aumentar su ingesta de alimentos ricos en calcio, tales como

productos lácteos, si no toman leche, ni otros lácteos deben tomar un

suplemento de calcio.

 ZINC.- “El zinc tiene papel importante en el metabolismo de ácidos

nucleico y proteínas. Más de 100 enzimas requieren del zinc para su

funcionamiento adecuado. Su deficiencia se asocia con parto

prolongado, restricción del crecimiento intrauterino, teratogénesis y

muerte fetal. La IDR es de 11-15 mg y puede ser mayor en vegetarianas,

ya que los fitatos quedan el zinc y evitan su absorción. La dosis máxima

tolerable es de 40 mg/día. En mujeres a las que se les indica

25
suplementación de hierro se les debe aumentar la ingesta de zinc ya que

tanto este como el cobre compiten con el zinc por la absorción”(9).

 YODO.- “La IDR de esta sustancia es de 220 μg en la mujer

embarazada y de 290 μg en la mujer que da lactancia. La deficiencia de

este aumenta el riesgo de que el recién nacido presente cretinismo”(9).

2.6. VITAMINAS:

2.6.1. LIPOSOLUBLES.- “Se digieren y se absorben en el organismo de

la misma forma que los lípidos, una vez procesada los desechos serán

excretados a través de la bilis”(10).

Dentro de este grupo de vitaminas encontramos a las vitaminas A, D, E

y K; a continuación aremos mención de cada uno de ellos:

VITAMINA A.- “La vitamina A es necesario para el

crecimiento, diferenciación celular y correcto desarrollo del

feto” Mataix y Aranda, 2009.

“El consumo de la vitamina A también favorece a la formación

de calostro, a la síntesis de hormonas propias del embarazo,

una mujer embarazada requiere de 800 mcg/día, el aporte

adecuado de la vitamina es esencial para el desarrollo del feto,

el déficit del consumo de la vitamina A está asociado a los

partos prematuros, retraso en el crecimiento intrauterino, bajo

peso al nacer y desprendimiento prematuro de placenta,

malformaciones en el tracto urinario, pulmones y corazón”(9).

Si bien es cierto el consumo adecuado de la vitamina A

favorece considerablemente el desarrollo y crecimiento del

feto, el exceso del mismo puede resultar teratógeno siendo

26
perjudicial para el embarazo de la mujer, es por ello se la

gestante debe ser derivada a un nutricionista.

VITAMINA D.- Una dieta adecuada y la exposición a la luz

solar es de suma importancia para tener un buen aporte de la

vitamina D, la importancia de la vitamina D está orientada a

que permite una correcta absorción y utilización de calcio,

favorece al desarrollo del esqueleto fetal y del infante, se

encarga de mantener los niveles sanguíneos de calcio y

fósforo, lo cual es vital para el funcionamiento del sistema

nervioso, función neuromuscular, crecimiento óseo y

mantención de la densidad ósea.

Si la gestante tiene una dieta adecuada, se expone al sol por

unos minutos y aun así presenta un déficit de la vitamina D,

puede estar asociado al color de piel de la gestante (morena),

a la disminución de la ingesta de dicha vitamina y a la

prevalencia de la obesidad.

La ingesta recomendada es 15 microgramos/día, la cantidad

se mantiene si la jugar no está embarazada, el consumo

adecuado de la vitamina D favorece al desarrollo fetal, sin

embargo un déficit de la ingesta durante el embarazo está

relacionado con la deformación craneana posicional en el niño

a la edad de 2 o 4 meses, también juega un papel importante

el en estado inmunológico del recién nacido, así autores como

Allan y colaboradores, han relacionado la baja ingesta de

27
vitamina D durante el embarazo con el desarrollo de asma en

niños antes de los diez años de vida

La ingesta materna insuficiente de vitamina D está relacionada

con aborto espontáneo, preeclampsia, nacimiento prematuro,

infecciones maternas, desarrollo de diabetes de tipo 1 en el

feto. También está relacionado con la disminución del mineral

esquelético fetal, manifestándose como raquitismo,

ablandamiento de los huesos del cráneo (craneotabes).

La adecuada ingesta de vitamina D se relaciona con

prevención de enfermedades del sistema nervioso central,

efectos beneficiosos sobre la glucemia y los valores de LDL-

colesterol y menor prevalencia de síntomas depresivos

durante el embarazo.

VITAMINA E.- La ingesta adecuada de vitamina E en la dieta

de la embarazada debe ser de 10 mg/día, esto ayudará en la

mejora del sistema inmunológico del recién nacido, protege las

membranas celulares debido a su acción antioxidante.

Los niveles bajos del consumo de la vitamina E, predispone a

la gestante a sufrir pastos prematuros, malformaciones

genéticas y puede llegar a provocar una muerte fetal, teniendo

más recurrencia en mujeres de edad avanzada, fumadoras.

“Los niveles bajos de vitamina E durante la gestación se han

relacionado con la aparición de preeclampsia,

desprendimiento prematuro de placenta, así como con bajo

peso al nacer y malformaciones congénitas”(8).

28
VITAMINA K.- La ingesta recomendada durante en el segundo

trimestre del embarazo es de 90 microgramos/día, Durante un

embarazo normal la placenta transfiere cantidades limitadas

de vitamina K al feto, las consecuencias de deficiencias de

esta vitamina pueden ser muerte neonatal y malformaciones

óseas generalizadas.

2.6.2. HIDROSOLUBRE.- “Los requerimientos de la mayoría de las

vitaminas hidrosolubles aumentan durante el embarazo, como las

vitaminas del complejo B,  y la vitamina C. Algunas vitaminas tienen

especial importancia para que el resultado del embarazo sea óptimo,

asociándose la deficiencia de ciertas vitaminas a resultados adversos

tanto para la salud de la madre, como del feto y recién nacido.  El

exceso de ciertas vitaminas también puede producir efectos

adversos”(2). Las vitaminas se dividen en dos grandes grupos:

liposolubles, es decir, que se pueden disolver en grasas, e hidrosolubles,

aquellas que se pueden disolver en agua. Las vitaminas son moléculas

orgánicas que el cuerpo no puede sintetizar y que se deben obtener a

partir de los alimentos. Se encargan de multitud de procesos

metabólicos.

VITAMINA C.- Durante el embarazo las necesidades de la

vitamina aumenta, en especial en el último trimestre. La

cantidad de vitamina C disponible para el feto depende de la

cantidad que ingiera la gestante en su dieta diaria.

La vitamina C es un potente antioxidante que mejora la

absorción de hierro y se encarga de reforzar el sistema

29
inmunológico, síntesis de colágeno y de neurotransmisores

(serotonina).

La concentración de vitamina C en la sangre de la madre se

reduce durante el embarazo, esto se debe a que la vitamina C

se transfiere activamente al feto durante el embarazo ya que

el volumen de plasma sanguíneo aumenta durante el

embarazo diluyendo esta vitamina. Por tal razón, las

necesidades de vitamina C de la mujer embarazada

aumentan, siendo 10-15 mg/día más altos respecto a la mujer

no embarazada.

La ingesta de vitamina C en una mujer embarazada debe ser

de 80 mg/día, en el caso de mujeres fumadoras la ingesta

debe aumentar, el déficit del consumo de la vitamina puede

causar el aumento del peso materno, pone en peligro la

función de la placenta y el desarrollo intrauterino.

En cambio el consumo adecuado de la vitamina ayuda a

reducir los riesgos que se puedan presentar durante el

embarazo, preeclampsia, restricción del crecimiento

intrauterino y la anemia materna.

VITAMINA B9 O FOLATO.- “Durante el embarazo el

requerimiento de folato se incrementa en gran medida para

mantener la demanda de la rápida división celular y para el

crecimiento del feto, la placenta, y tejido materno. La cantidad

adecuada de folato es especialmente importante durante los

primeros 28 días tras la concepción, cuando es necesario para

30
la formación y cierre del tubo neural, una estructura

embrionaria que posteriormente se convierte en el cerebro y la

médula espinal”(2). La carencia de folato se asocia a defectos

del tubo neural, como espina bífida y anancefalia, defecto fatal

en que falta parte del tejido cerebral. Se sugiere que el 70 %

de todos los defectos del tubo neural se puede evitar con una

ingesta adecuada de ácido fólico.

La OMS recomienda “todas las mujeres, desde el momento en

que comienzan a intentar quedarse embarazadas hasta las 12

semanas de la gestación, deben tomar suplementos de ácido

fólico (400 μg ácido fólico al día).

“Las mujeres que hayan gestado un feto o dado a luz un niño

diagnosticado de algún defecto del tubo neural deben recibir

información acerca del riesgo de recurrencia, así como

asesoramiento sobre el riesgo que conlleva la administración

periconceptiva de suplementos de ácido fólico, y hay que

ofrecerles suplementos en dosis elevadas (5 mg ácido fólico al

día)”(11).

La ingesta de ácido fólico durante el embarazo debe ser diaria

y debe estar acompañada de la ingesta de hierro 30-60 mg, de

esa manera se podrá prevenir los defectos del tubo neural,

ruptura prematura de placenta y preeclampsia.

Podemos encontrar el folato en variedad de alimentos entre

ellos tenemos al hígado, cítricos, productos integrales y

verduras de hojas oscuras.

31
VITAMINA B12.- La vitamina B12 o cobalamina es necesaria

para el funcionamiento saludable del sistema nervioso, la

formación de glóbulos rojos y la síntesis de ADN1. En la

formación del embrión es importante junto con el folato, para la

apropiada formación del tubo neural y desarrollo del cerebro.

La vitamina B12 traspasa la barrera materno-fetal (placenta),

aparece en la leche. Las recomendaciones dadas por la OMS

para la ingesta diaria es igual a 2,6 ug al día para las mujeres

embarazadas (un 8% más respecto a las mujeres no

embarazadas).

El déficit del consumo de la vitamina B12 conlleva a un retraso

en el crecimiento, problemas de comportamiento que se

presenta conforme pasa el tiempo; se recomienda el consumo

de carne, pescado, huevo y producto lácteo.

Las mujeres en riesgo de deficiencia de vitamina B12 (Ej.

mujeres veganas o con malabsorción intestinal) deberían

tomar suplementos o consumir regularmente alimentos

fortificados con esta vitamina de tal forma de cumplir con las

recomendaciones (2,6 ug/ día para la embarazadas).

BIOTINA O VITAMINA B8.- Interviene en el metabolismo La

ingesta adecuada de biotina para los adultos y las mujeres

embarazadas es de 30 µg/día, mientras que se recomienda 35

µg/día para las mujeres lactantes.

32
OTRAS VITAMINAS.- Otras vitaminas hidrosolubles, como la

tiamina, riboflavina y niacina, también aumentan sus

requerimientos en la gestación debido al incremento en las

necesidades de energía,. De igual forma, la vitamina B6, que

participa en el metabolismo de aminoacídico y en la

conversión de triptófano en niacina, se incrementado su

requerimientos para dichos procesos.

2.7. PROTEÍNAS:

El consumo adecuado de proteínas está relacionado con el crecimiento

feto-placentario, así como el de algunos órganos maternos,

particularmente el útero, precisan un elevado aporte de aminoácidos y

proteínas (+12%), dado que se estima que las proteínas depositadas en

estos tejidos alcanzan la cifra de 925 g, equivalente a 0,95 g/Kg/día.

Se puede apreciar la disminución de los valores plasmáticos de los

aminoácidos, y esto se debe a que la placenta capta los aminoácidos

para posteriormente pueda transferirle al feto, por otra parte la

disminución de los valores plasmáticos de aminoácidos pueden deberse

a la eliminación renal de los mismos.

“Las proteínas deben suponer el 12-15% del aporte calórico total, esto

supone un aumento de la ingesta proteica de aproximadamente 25 gr

con respecto a la mujer no embarazada, bien, para el consumo

adecuado y propicio de las proteínas durante el embarazo se debe

recomendar el consumo de una dieta rica en proteínas, eso implica el

consumo de carne, lácteos y legumbres.

33
El déficit del consumo proteico se relaciona con recién nacidos de bajo

peso, en algunos casos es el causante de un parto prematuro.

2.8 LÍPIDOS:

Los lípidos o grasas también son un nutriente esencial en el embarazo.

Los lípidos son esenciales para la formación de membranas celulares y

hormonas; además de ser materiales básicos de construcción de tejidos

como las proteínas.

Son necesarios para el correcto desarrollo de la visión y del cerebro,

especialmente durante el periodo prenatal.

“Durante la gestación se deben seguir las recomendaciones generales

sobre la ingestión de lípidos que se realizan a la población normal, es

decir, controlar la ingestión de lípidos de origen animal, que

proporcionan ácidos grasos saturados, y aumentar los lípidos de origen

vegetal…”(12).

Grasas insaturadas: “Es importante que consumas estas grasas

durante el embarazo ya que protegen los vasos sanguíneos. Son

de dos tipos: las grasas monoinsaturadas presente en el aceite de

oliva y frutos secos y las grasas poliinsaturadas, que se

encuentran en el pescado azul, margarinas vegetales 100 por

ciento vegetales o el aceite de hígado de bacalao. Las grasas

poliinsaturadas incluyen las de tipo omega3, un tipo de grasa que

no puede fabricar el cuerpo humano y es conveniente que

ingieras a través de la alimentación. El ácido omega3 es

importante para el desarrollo cerebral y ocular del bebé”(13).

34
2.9. SUPLEMENTACIÓN EN LA DIETA:

La suplementación en el embarazo se da debido a que los alimentos no

tienen los nutrientes en la cantidad necesaria para la alimentación de la

madre y el feto, ya que si no hay una alimentación con la cantidad de

nutrientes adecuada puede que exista complicaciones en el desarrollo

del feto, también afecta a la madre debido a que si la madre no consume

lo necesario el feto lo absorbe del cuerpo de la madre.

ÁCIDO FOLICO.- El nivel de ácido fólico, la vitamina esencial de

la gestación, debe duplicarse durante los tres primeros meses de

embarazo con la mirada puesta en la formación del tubo neural

labio leporino, cardiopatía congénita, abortos

espontáneos pudiendo ser la causa de efectos teratogénicos,

aborto espontáneo, desprendimiento prematuro de placenta y

preeclampsia.

“Todas las mujeres, desde el momento en que comienzan a

intentar quedarse embarazadas hasta las 12 semanas de la

gestación, deben tomar suplementos de ácido fólico 400 μg ácido

fólico al día (0,4 mg)”(14).

SULFATO FERROSO.- “La administración diaria de un

suplemento de hierro por la vía oral durante el embarazo redundó

en un aumento del peso al nacer y en una reducción del riesgo de

parto prematuro, bajo peso al nacer (<2500 g), muerte neonatal y

anomalías congénitas, aunque ninguno de los resultados fue

estadísticamente significativo”(15).

35
Las mujeres que recibieron un suplemento de hierro tuvieron un

riesgo más bajo de padecer anemia, ferropenia y anemia

ferropénica a término, pero un riesgo mayor de tener

concentraciones de hemoglobina altas durante el embarazo.

“El equivalente de 60 mg de hierro elemental es 300 mg de sulfato

ferroso heptahidratado, 180 mg de fumarato ferroso o 500 mg de

gluconato ferroso.

La ingesta de ácido fólico debería comenzar lo antes posible

(preferiblemente antes de la concepción) para prevenir los

defectos del tubo neural”(15).

“Se recomienda la administración diaria de suplementos orales de

hierro y ácido fólico como parte de la atención prenatal para

reducir el riesgo de bajo peso al nacer, anemia materna y

ferropenia (recomendación fuerte). Las pruebas científicas

relativas a la administración de suplementos de hierro, en

comparación con la no administración de esos suplementos, eran

de calidad moderada en relación con el bajo peso al nacer, el

nacimiento prematuro, la anemia materna al término del embarazo

y ferropenia materna al término del embarazo. Las pruebas

científicas eran de baja calidad con respecto al peso al nacer, la

mortalidad neonatal, las anomalías congénitas, la mortalidad

materna, la anemia materna grave y las infecciones durante el

embarazo. Por lo que respecta a los efectos secundarios, las

pruebas eran de muy baja calidad”(16).

RECOMENDACIONES

36
1) NO ES CUESTIÓN DE CANTIDAD, SINO DE CALIDAD.- “En el primer

trimestre no hay necesidad de calorías extra. Es recién a partir del

segundo trimestre cuento las necesidades de calorías aumentan, pero

muy poco, alrededor de 300 calorías más por día. Por tanto, esto no

justifica excederse con los dulces y alimentos poco saludables. Tampoco

es momento de restringir calorías”(17).

2) CONSUMIR VARIAS RACIONES AL DÍA.- Es preferible

consumir pequeñas raciones varias veces al día para favorecer la

digestión y combatir la pesadez y la acidez de estómago típica del

embarazo. En lugar de hacer ingestas copiosas, haz más comidas a lo

largo del día y mastica bien los alimentos.

3) NUTRIENTES ESENCIALES.- Es necesario que la embarazada ingiera

algunos nutrientes imprescindibles para un correcto desarrollo del bebé.

No puede faltar el calcio, para un adecuado desarrollo óseo, el hierro,

para la formación de los glóbulos rojos, el ácido fólico para prevenir

defectos congénitos, el yodo y el omega 3, para un mejor desarrollo

cerebral y cognitivo.

4) MANTENERSE HIDRATADA.- El consumo de agua es muy importante

en el embarazo, así como de otros líquidos, para mantener la hidratación

adecuada. Facilita la digestión, la eliminación de toxinas y ayuda a aliviar

las principales molestias del embarazo como el dolor de cabeza, el

estreñimiento y, al contrario de lo que puede pensarse, la retención de

líquidos.

5) FORMA DE COCINAR LOS ALIMENTOS.- Evita añadir demasiada

sal a los alimentos a la hora de cocinarlos. Cocinar a la plancha es una

37
de las formas más saludables de preparar los alimentos, especialmente

para carnes y verduras pues conservan sus valores nutricionales sin

necesidad de aceites añadidos. Igual que al vapor, ideal para pescados

y verduras.

6) ¿QUÉ SE DEBE EVITAR COMER Y BEBER DURANTE EL

EMBARAZO?

 Evita el alcohol

 Evita el pescado y los mariscos crudos.

 Los huevos crudos o poco cocidos pueden contener la bacteria de

la Salmonella

 Productos lacteos no pasteurizados.

 Carnes crudas o poco cocidas

 Embutidos

CONCLUSIONES

 Podemos decir que este tema es fundamental para el personal

obstétrico ya que se encarga de atender a mujeres en periodo

gestacional esto con el fin de que ellas puedan adquirir una buena

información mediante la consejería que se les brindaran tanto el

personal de salud obstétrico o un personal especializado en nutrición.

38
 Por otro lado, la evaluación nutricional que se les realiza a las mujeres

embarazadas en todo centro de salud, es una herramienta importante

para estar pendientes de algún riesgo de enfermedad que afecte a la

madre y al bebe, para ello debemos verificar el peso y la talla

preconcepcional y verificar su índice de masa corporal entre la edad

gestacional y llegar a un resultado el cual nos indicara si la madre

gestante está en un estado.

 Es debido a esto que se puede concluir que, una adecuada alimentación

de la gestante pueda favorecer el Desarrollo del bebe, libre de

prematurez, bajo peso al nacer, malformaciones o inclusive la salud de

la madre, ya que son dos vidas importantes que debemos proteger.

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embarazo/diez-consejos-para-una-alimentacion-sana-en-el-
embarazo

ANEXOS

FIGURA N°01

Categoría de IMC IMC Ganancia de peso (kg)


pregestacional recomendada

BAJO < 20 12,5 a 18

41
NOMAL 20 a 25 11,5 a 16

SOBREPESO > 25 a 30 7 a 11,5

OBESIDAD > 30 Entre 4 y 7

FIGURA N°01

42
43

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