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Resumen de la demandada de daños y perjuicios:

El 21-08-82, a la 1pm, en buenas y óptimas condiciones generales ingresó Miguel A.


Meléndez G. como px del Dr. Ruben D. Sanchez R., a C.A. POLICLINICA
BARQUISIMETO para ser sometido a una intervención quirúrgica electiva, indicada y
practicada por el especialista y bajo cuya responsabilidad se realizó su ingreso a la sala de
operaciones, previo estudio y valoración, practicándosele una Osteotomía de la rama
vertical bilateral de la mandíbula con fijación de la mordedura con Arcos de Erich, con
anestesia total y suministrada por el Dr. Willian Giménez R.; luego de haber sido practicada
la operación, éste fue pasado al post-operatorio inmediato; encontrándose en este según
consta en la historia clínica: "llamado de urgencia puesto el paciente presenta paro cardio-
respiratorio en el post -operatorio inmediato, se entuba, se dan maniobras de resucitación y
el paciente se recupera, actualmente está inconsciente”.

Partiendo de este último punto se procesa una demanda formal de parte de Gustavo A.
Meléndez (tutor definitivo de su hermano Miguel Meléndez), debido a que se argumenta
que médicos y personal paramédico no tomaron medidas necesarias para prevenir el paro
cardio-respiratorio, ausencia del mismo personal aún esté encontrándose bajo efecto
anestésico sin recuperado funciones vitales, además el cuestionable retiro del entubamiento
sin la compensación de un sistema alterno, un llamado de emergencia tardío; En resumen
un actuar negligente produciendo ireversiblemente lesiones cerebrales a Miguel Meléndez,
al día de hoy presenta inmovilidad física absoluta rigidez o espasticidad (hipertonía) y
atrofia muscular con parálisis de todo su cuerpo; que está incapacitado total y
definitivamente en lo físico e intelectual, tanto para valerse por sí mismo, como para
realizar operaciones intelectuales elementales, concretas, y abstractas

Entra en contexto el cuestionable accionar de parte de médicos para con los padres al ser
ocultado el cuadro irrecuperable que presentaba Miguel A. y además alimentarlos de
falzas esperanzas al afirmar que estás afecciones se superarían con la atención brindada
por los mismos, discurre así casi un mes en esta clínica privandolo de igual manera del
recibir terapia intensiva por está carecer de un área destinada a ello en ese tiempo. Todos
estos fueron detonantes para su padre decidir trasladarlo al Hospital Coromoto de
Maracaibo dónde fue evaluado varios días por el Dr. José G. señalando en un informe el
daño irreversible que sufría Miguel A. M, posteriormente fue atendido en el Hospital Luis
Gómez L. donde tras la valoración de muchos especialistas estos concordaron con el
informe previo.

A pesar de trasladarlo finalmente a su casa de habitación, sus padres no desistieron en la


búsqueda de avances en este tipo de recuperación conduciendolos a solicitar ayuda tanto de
la clínica como los médicos involucrados en vista de la posibilidad de llevarlo a URRS-
Moscu para que sea tratado. Al estos eludir su responsabilidad del daño causado sumado el
fallecimiento de sus padres en el paso del tiempo se procede la demanda por los daños y
perjuicios ocasionados a Miguel A., dirigido como a médicos que lo atendieron como a
dicha clínica donde ocurrió la intervención. El proceder con determinación era motivado a
fin de recibir tratamiento de estimulación de mecanismo de neuroplasticidad y regeneración
del sistema nervioso en la Havana Cuba y poder lograr su recuperación parcial.

Miguel A. ahora de 25 años y 3 meses conciente de su incapacidad física como visual, a


nivel psicológica se encuentra en estado de sufrimiento interno y dolor por carencia
afectiva y ausencia de sus padres, un rostro con visibles cicatrices, dentadura apiñada
además utiliza para comunicarse un código dicho trata de abrir y cerrar sus ojos, dado su
condición no genera ingresos requiere netamente del aporte económico familiar ligado a
las ventas, sin embargo estos son superados por los egresos. Destinado para él un futuro
incierto debido a la dependencia tanto física y afectiva de su abuela materna (80 años)
con "capacidad deteriorada evidente" solo quedaron esbozos recuerdos del niño de 13
años antes de ser sometido al procedimiento (sano, altamente sociable que le gustaban
los animales) y de lo que pudo ser.

Todo lo anteriormente mencionado está fundamentado luego de pericia médica,


psicólogica, socio-economica.

Dffq
el racaibo; que ante el daño irreversible que presentaba MIGUEL ANGEL MELENDEZ
GONZALEZ, lo llevaron a su casa de habitación, mientras sus padres continuaron haciendo
esfuerzos por procurarle una mejoría, en esta búsqueda, su padre hizo contacto para llevarlo
a la URSS, donde se han logrado avances en este tipo de recuperación, específicamente en
Moscú y a tales efectos remitió una comunicación a la C.A POLICLINICA
BARQUISIMETO, con el fin de solicitar su ayuda y la de los médicos responsables de los
daños causados a MIGUEL ANGEL, quienes después de la intervención quirúrgica, no
volvieron a ser los mismos; que para el momento de la operación, MIGUEL ANGEL
MELENDEZ GONZALEZ contaba con 13 años de edad, que era una persona sana,
altamente sociable, le gustaban los animales, el deporte, etc., soñaba con ser médico
veterinario; sueños que quedaron truncados por la negligente e imprudente actuación de los
demandados, quienes conociendo la situación , no se han dignado en averiguar si está
muerto, si sigue con vida, jamás hubo el menor asomo de interés, ni piedad por saber de la
vida de MIGUEL ANGEL, por cuanto para ellos fue uno más de las estadísticas de muertes
en la cual no existe culpable, ni responsable, ni menos interés en reparar el incalculable
daño, violando así su juramento hipocrático; que han resultado inútiles todas la diligencias
realizadas para que dichos médicos tomen conciencia del daño causado a MIGUEL
ANGEL MELENDEZ GONZALEZ, por el contrario disfrutan de la vida, mientras Miguel
Ángel espera una ayuda que le permita mejorar las condiciones tan deplorables a las cuales
fue sumido, producto directo del gravísimo daño y los perjuicios causados por la actuación
descuidada, negligente e imprudente de los médicos; que en el transcurso del tiempo, sus
padres fallecieron; que actualmente están realizando gestiones para llevarlo a La Habana
Cuba con el fin de lograr su recuperación hasta donde sea posible, con el estímulo de los
mecanismos de neuroplasticidad y regeneración del sistema nervioso, el cual es único en el
mundo; por todo lo anteriormente expuesto, y vista la existencia de responsabilidad por los
DAÑOS Y PERJUICIOS causados a MIGUEL ANGEL MELENDEZ GONZALEZ, tanto
por los médicos que lo asistieron como por la C.A., POLICLINICA BARQUISIMETO, por
ser la sede donde se efectuó la referida intervención, siendo los primeros responsables
directos del proceso de recuperación de MIGUEL ANGEL, por la anestesia que le fue
suministrada y quienes no estaban presentes para el momento cuando sufrió el paro cardio-
respiratorio, toda vez que las actuaciones realizadas posteriormente resultaron tardías; que
demandan a la mencionada clínica por cuanto en su sede se efectuó la operación , sus
accionistas realizaron la misma y el personal para-médico que no prestó la atención
requerida tampoco estaba , cobrando éstas elevadas facturas por todo el tiempo que estuvo
en dicho Centro y las atenciones que a Miguel Ángel le prestaron en la mencionada clínica;
que por la responsabilidad solidaria entre los identificados médicos y el Centro Clínico
señalado, es por lo que acuden para demandarles, con el objeto de lograr la ayuda necesaria
y permanente para que la subsistencia de MIGUEL ANGEL sea garantizada hasta el fin de
sus días y que hasta donde sea posible lograr su rehabilitación a los efectos de minimizar
las secuelas de la catastrófica intervención médica que le fue practicada, evitando así que su
estado físico y mental se siga deteriorando , que por todas las razones anteriormente
expuestas, es por lo que proceden a demandar a los ciudadanos Dr. RUBEN DARIO
SANCHEZ REYES, como jefe del equipo médico que operó a MIGUEL ANGEL; al Dr.
WILLIAM DANIEL GIMENEZ RAVEN; en su condición de médico anestesista, en la
mencionada intervención quirúrgica, conjuntamente con la C.A. POLICLINICA
BARQUISIMETO, por ser la sede donde se realizaron todos estos daños, por haber
realizado y facturado el cobro de la intervención; además de ser la representante del
personal para-médico que debió intervenir en la recuperación de su hermano, señalando
igualmente, que los daños y perjuicios causados a MIGUEL ANGEL representan un daño
patrimonial y moral de grandes proporciones, cuyos montos fueron ampliamente
discriminados en el libelo; solicitó la prohibición de enajenar y gravar sobre bienes
propiedad de los co-demandados RUBEN DARIO SANCHEZ REYES y WILLIAM
GIMENEZ RAVEN.

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