El documento describe el caso de Ana María Acevedo, una mujer de 20 años con cáncer que quedó embarazada. Los médicos decidieron no realizar un aborto terapéutico y continuar el embarazo. Su salud se deterioró y finalmente murió. Esto generó controversia sobre los derechos reproductivos de las mujeres. El comité de bioética del hospital se reunió pero las decisiones médicas ya habían sido tomadas.
El documento describe el caso de Ana María Acevedo, una mujer de 20 años con cáncer que quedó embarazada. Los médicos decidieron no realizar un aborto terapéutico y continuar el embarazo. Su salud se deterioró y finalmente murió. Esto generó controversia sobre los derechos reproductivos de las mujeres. El comité de bioética del hospital se reunió pero las decisiones médicas ya habían sido tomadas.
El documento describe el caso de Ana María Acevedo, una mujer de 20 años con cáncer que quedó embarazada. Los médicos decidieron no realizar un aborto terapéutico y continuar el embarazo. Su salud se deterioró y finalmente murió. Esto generó controversia sobre los derechos reproductivos de las mujeres. El comité de bioética del hospital se reunió pero las decisiones médicas ya habían sido tomadas.
Ana Mara era una joven de 20 aos, oriunda de Vera, una
pequea localidad del norte de Santa Fe, a 250 km. de la capital provincial. Tena tres hijos, en edades entre cuatro aos y ocho meses. Ella y los nios vivan con los padres y hermanos de Ana Mara en un barrio de casas construidas con planes oficiales cerca del cementerio. Los nicos ingresos de la familia provenan de un programa social y del trabajo que el padre realizaba en el sector informal. Hija de padres analfabetos, A. Mara curs la escuela primaria y antes de enfermarse trabajaba en servicio domstico.
En mayo de 2006 recurri al Centro de Salud de Vera porque
le dola la boca. La odontloga le extrajo una muela y le indic antibiticos, los dolores persistieron; luego de varios meses fue derivada a un hospital de mayor complejidad en la ciudad capital de la provincia. All se le diagnostic un sarcoma de cara realizndosele una ciruga que no logr la extirpacin total del mismo. Por ello se la deriv al Servicio de Oncologa del Hospital J.B. Iturraspe, de la misma ciudad, para un tratamiento paliativo de quimioterapia y rayos.
A fines de noviembre, despus de haber estado unos das en
Vera, Ana Mara realiz la primera consulta en dicho Servicio donde le indicaron tratamiento de rayos y quimioterapia. Al momento de iniciarlo la joven le coment al mdico que crea estar embarazada, lo cual fue confirmado. Los mdicos decidieron dejar en suspenso la indicacin de tratamiento y la derivaron al Servicio de Ginecologa, donde permaneci internada unas semanas con analgsicos y en vsperas de Navidad solicit el alta voluntaria. Se retir del hospital el 24 de diciembre, en ausencia del mdico de Guardia y sin indicaciones.
El 14 de febrero de 2007 Ana Mara regres al Hospital
Iturraspe acompaada por su madre, en busca de un certificado mdico. El sarcoma era visible, presentaba dolor y continuaba su embarazo, ya de 13 semanas. Al verla, el mdico indic internacin en el Servicio de Oncologa y se realiz una interconsulta al Servicio de Ginecologa en el marco de un ateneo, como resultado del cual los mdicos decidieron suministrar medicacin para el dolor pero en dosis que no afectaran al feto.
El 22 de febrero, el jefe del Servicio de Oncologa present
verbalmente la situacin a una integrante del Comit de Biotica del hospital, solicitando que se tratara el caso. Dado que la mayora de los miembros del Comit estaba ausente por licencia vacaciones, no era posible convocar en lo inmediato a una sesin para analizar el caso. No obstante, las nicas integrantes que se encontraban en la ciudad, estuvieron dispuestas a participar de una reunin con los agentes de salud involucrados, a fin de discutir cursos de accin posibles. Consideraron que, adems de los mdicos del servicio de oncologa, deba convocarse a la asistente social y a la psicloga que estaban interviniendo en el caso, a los responsables de los servicios de ginecologa y de obstetricia; a un mdico radioterapeuta y a un cirujano de cabeza y cuello del hospital J.M. Cullen, donde haba sido intervenida quirrgicamente Ana Mara.
La reunin se realiz el 27 de febrero con la presencia de:
tres mdicos del servicio de oncologa, la asistente social y la psicloga, un mdico del servicio de obstetricia, un mdico radioterapeuta ajeno al hospital convocado en calidad de experto y tres integrantes del Comit. El jefe del servicio de ginecologa se excus de participar porque era da de ciruga; tampoco asisti el mdico cirujano de cabeza y cuello del hospital Cullen.
Fue una reunin difcil y frustrante para las integrantes
del Comit puesto que las decisiones ya haban sido tomadas por los mdicos, quienes cerraron filas en defensa unnime de esas decisiones. En el transcurso de la reunin se evidenci que no estaba claro para qu se haba convocado al Comit pues, al mismo tiempo que los mdicos decan que queran arribar a una decisin conjunta, no estaban dispuestos a aceptar ningn cuestionamiento ni cambio de rumbo en sus acciones. Cuando una integrante del comit - tomando en cuenta que en diciembre el embarazo de Ana Mara era muy incipiente- pregunt En algn momento se plante la posibilidad de un aborto teraputico? se produjo un incmodo silencio y uno de los mdicos respondi: en este hospital y en Santa Fe, no. Al preguntar las integrantes del Comit porqu no, el jefe del Servicio de oncologa contest: Por convicciones, cuestiones religiosas, culturales. Seguidamente agreg que esa no era su postura, pero s la que prevaleca en el hospital y ninguno de los profesionales presentes lo objet. El obstetra agreg que a esa altura del embarazo (15 semanas) y en el estado general de la joven, los riesgos de realizarle un aborto eran muy grandes, por lo que no representaba una conducta viable.
Ante estas consideraciones, en la reunin no se arrib a una
decisin diferente de la ya existente, pero se acordaron las siguientes acciones: - Interconsulta con la Asociacin de Cuidados Paliativos (ACUPA), cuya sede est en el mismo hospital, para un adecuado tratamiento del dolor; - induccin del parto despus de las veinticuatro semanas en el servicio de obstetricia, si el estado general de la paciente lo permita; - opcin de regresar a Vera, atendiendo el deseo de la joven y su familia. Los onclogos acordaron comunicarse directamente con el mdico del Centro de Salud local para darle indicacin para aliviar el dolor. Si Ana Mara o sus padres lo estimaban necesario podan regresar al Servicio de Oncologa en cualquier momento.
Ana Mara regres a Vera con un tratamiento que no lleg a
aliviarle el dolor. A fines de marzo los padres de la joven solicitaron al director del hospital que le practicaran un aborto para poder comenzar cuanto antes con el tratamiento para el cncer, pero esto no sucedi. Finalmente, la incompatibilidad sangunea de la joven con el feto determin que el 29 de abril le provocaron el parto, con 22 semanas de gestacin. Naci una beba de 450 gr que vivi unas pocas horas. Para entonces, la salud de A.Mara estaba muy deteriorada y la primera sesin de quimioterapia deriv en una traqueotoma. Poco despus entr en coma farmacolgico y muri el 17 de mayo.
Pocos das despus de su muerte, el caso de Ana Mara Acevedo
fue llevado ante la Justicia y tom estado pblico. Organizaciones de Derechos Humanos y Movimientos de Mujeres no tardaron en convertir el caso Acevedo en un emblema de la lucha por el derecho de las mujeres a abortar. En medio del fuego cruzado del debate por el aborto, la particular historia de Ana Mara se diluy y cada quien difundi la versin que mejor convena a sus intereses. El hospital entr en una profunda crisis. El director fue apartado de su cargo por las autoridades del Ministerio de salud provincial. El Comit de Biotica, fundado en 1995 y de reconocida trayectoria a nivel local y nacional por su trabajo en favor de los derechos de los usuarios, fue acusado en diversos medios de haberse negado a autorizar1 un aborto teraputico, tergiversndose as el contenido y el tono crtico del informe sobre la reunin con los profesionales, que las integrantes del Comit elevaron a la direccin del Hospital. Este informe fue analizado en la investigacin llevada a cabo por el Ministerio de Salud para deslindar responsabilidades de los participantes en el caso. Aunque no fueron imputadas en la causa, las integrantes del CHB prestaron su testimonio en sede penal y presentaron a la direccin del hospital su abstencin de intervenir en toda consulta o actuacin hasta tanto se aclarara la situacin por la que atravesaba el hospital. Meses despus renunciaron, como tambin lo hicieron la mayora de sus miembros y el Comit ces en sus funciones sin haberse vuelto a constituir.
En julio de 2008, un Juez Correccional de Santa Fe proces,
entre otros profesionales que intervinieron en el caso, al ex director y a los jefes de los servicios de ginecologa y de oncologa del Hospital Iturraspe por los delitos de lesiones culposas e incumplimiento de los deberes de funcionario pblico.
Comentario.
Independientemente de la legitimidad del derecho a reclamar
de los familiares de Ana Mara y la necesaria reparacin de los derechos vulnerados, resulta oportuno reflexionar sobre algunas cuestiones que hacen a la figura institucional de un Comit Hospitalario de Biotica (CHB) y a la funcin que el mismo cumple, dentro y fuera del hospital.
Un CHB es un foro de deliberacin sobre cuestiones ticas
relacionadas con la atencin de la salud. La deliberacin conjunta es un procedimiento racional que consiste en el dilogo argumentativo, es decir, en el dar y escuchar razones cuya finalidad es tomar una decisin fundada en razones.
Las cuestiones ticas relacionadas con la atencin de la
salud son muy variadas, por lo que tambin lo son las tareas que competen a un Comit de Biotica. No obstante, pueden sealarse tres tipos de funciones propias de un CHB: La primera es consultiva, es decir, el Comit responde consultas de ndole moral que le plantean los miembros de la comunidad hospitalaria (todos los servicios y los pacientes, sus familiares o allegados). En algunos casos, la persistencia de una situacin problemtica lleva al Comit a la formulacin de una norma o de un procedimiento intrahospitalario con el objeto de mejorar la calidad tica de la atencin, esta es la funcin normativa del Comit. Puesto que la biotica implica una revisin a fondo de las prcticas y conductas profesionales, como tambin asumir la responsabilidad por los desafos ticos que plantean las nuevas situaciones generadas en gran medida por el desarrollo cientfico-tecnolgico (en que muy a menudo la norma no resulta clara o simplemente no existe), se perfila la funcin educativa de los comits hacia adentro y fuera de la comunidad hospitalaria.
Cuando el CHB ejerce la funcin consultiva, su recomendacin
no es vinculante, es decir, no obliga a quien formul la consulta a seguir la conducta recomendada o sugerida por el Comit. Esto es as por el carcter no coercitivo de la tica, que es siempre una apelacin a las razones que tiene una persona para adherir libre y voluntariamente a una conducta que ha podido reconocer como correcta o deseable en el proceso argumentativo. Esto contribuye tambin al desarrollo sustentable de la reflexin biotica en las instituciones de salud y favorece los cambios de conductas en el mediano y largo plazo, cuya base es la conviccin ms que la coercin; el dilogo ms que la denuncia.
El hilo conductor de la deliberacin biotica es el beneficio
o el mejor inters de los pacientes, que deber determinarse en situacin, pero teniendo como regla de oro que nunca es buena una accin que escamotea o recorta el derecho a la salud o el respeto a la capacidad de las personas para tomar sus propias decisiones referidas al cuidado de su salud y manejo de su enfermedad.
Los CHB se integran interdisciplinariamente, ya que se
requiere de diversas perspectivas para abordar las complejas situaciones que se presentan a quienes deben tomar decisiones, que no slo implican cuestiones mdicas sino tambin sociales, psicolgicas, comunicacionales, etc.
Ahora bien, el anlisis tico se inicia cuando se ha ganado
suficiente claridad sobre los aspectos mdicos: un comit de biotica no es el lugar de competencia para discutir diagnsticos y pronsticos. Cuando los profesionales tienen dudas de esa naturaleza -lo cual no es infrecuente tratndose la medicina de una ciencia con mrgenes de incertidumbre que no pueden reducirse a cero- cuentan con dispositivos institucionalizados como interconsultas, ateneos o reuniones de especialistas para clarificarlas, pero no acuden al Comit de Biotica para ello. En este sentido, el CHB no sustituye nunca y en ningn caso a quienes deben tomar decisiones mdicas, que son los profesionales mdicos. No obstante, puesto que en la realidad todos esos aspectos se presentan unidos en un entrelazamiento que no siempre es sencillo despejar, tambin es tarea de un comit ayudar a clarificar el anlisis de situaciones complejas. Muchas veces esto sucede cuando no se puede avanzar en el tratamiento de los problemas implicados porque al momento de la consulta no se presenta con suficiente claridad la situacin clnica del paciente, entonces se recomienda su reevaluacin a los efectos de lograr mayor precisin. Esta es una cuestin en la que siempre vale la pena detenerse pues lo esencial del caso es un ser humano concreto, con una identidad, una historia, unas posibilidades, temores o expectativas que nunca son datos menores para el anlisis tico.
En parte por ello es que la actuacin de un CHB no es un
campo de lucha poltica ni de polarizacin ideolgica, aunque estos aspectos no le sean ajenos si se toma en cuenta que el derecho a la salud tiene una dimensin poltica en tanto es el Estado el que debe garantizar su ejercicio y la sociedad civil a travs de sus organizaciones la que debe reclamar cuando esto no se cumple. . Muchos parecen pensar que los conflictos se resuelven legislando y reglamentando... la experiencia ha demostrado que esto no es as: los marcos regulatorios son importantes y necesarios, pero no resuelven de suyo los problemas ticos.
Por esa razn, an cuando un CHB est ejerciendo su funcin
consultiva sobre la conducta tica a seguir en una situacin puntual y en un momento puntual, su tarea es siempre educativa y se contina en propuestas de reflexin crtica sobre las prcticas instaladas en el hospital y en el sistema de salud como, por ejemplo, la naturalizacin de actitudes y modos de proceder que, aunque viciados de errores ticos, se aceptan sin cuestionamiento como normales en detrimento de la calidad de atencin de los pacientes (esto incluye tanto lo que no se hace aunque debiera o pudiera hacerse, como lo que se hace y no debiera hacerse).
La reflexin crtica que propone el CHB recae tambin sobre
las fracturas o incomunicacin entre los servicios o entre diversos efectores intervinientes, las que impiden tomar decisiones acertadas en el momento oportuno y particularmente, sobre la necesidad de incorporar a los pacientes y sus familiares al proceso de toma de decisiones, cualquiera sea su situacin socio-econmica, cultural e idiosincrtica, porque se los reconoce como agentes morales, esto es, capaces en principio de tomar decisiones asesoradas, informadas adecuadamente y acompaadas por el profesional, aunque stas difieran de lo aconsejado por el mismo.
En qu sentido el caso Acevedo es un caso biotico?
Si bien la biotica en su versin ms difundida, la angloamericana, surgi como reflexin sobre situaciones emergentes del desarrollo cientfico-tecnolgico aplicado a la salud humana, vistas las cosas desde los pases perifricos, no se tard en advertir que la biotica tiene su campo de actuacin en situaciones persistentes, tales como la pobreza extrema, el analfabetismo, la exclusin social en los que viven la mayora de las personas en nuestros pases y que las coloca en situacin de indefensin en el cuidado de su salud y de su vida.2 En este sentido, Ana Mara Acevedo y su familia no slo son vulnerables, como lo somos todos los seres humanos, particularmente cuando enfermamos, sino que son vulnerados3, por la pobreza y sus consecuencias que reducen de inicio y notablemente el abanico de sus opciones.
El caso Acevedo es tambin un caso emblemtico, no por
dividir a la opinin pblica a favor o en contra del aborto (tratndose del aborto teraputico esto es tan absurdo como decir los que estn a favor o en contra de la quimioterapia o de los antibiticos) es emblemtico de las fallas en el sistema de salud, de sus fracturas, desencuentros e injusticias, es emblemtico de la soberbia instalada en ciertas prcticas hospitalarias como actitud normal y del oportunismo poltico que agita las aguas slo superficialmente, lo suficiente como para que todo siga igual. Y por ser emblemtico en todos estos sentidos, el caso exige y ofrece una oportunidad de revisar a fondo todas las prcticas que obstaculizan realmente el acceso y la atencin de la salud en nuestras sociedades.