Gallo de León

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El gallo de León se ubica en el extremo norte de León, el lugar ocupa las cabeceras de los ríos
Torio y Curueño. Su superficie es de 44.2 km2 y se extiende por cuatro pueblos de Rivera
(Campohermosos, Sopeña de Curueño, La Vecilla y La Cándana de Curueño. Esa ubicación es la
única ubicación donde este gallo tiene ese aspecto que lo hace útil para hacer moscas para la
pesca. A pesar de que se ha ido perdiendo con los años hoy en día se sigue manteniendo la cría
de este gallo pero ha bajado mucho la población ya que había 5.000 aves y se mantienen 200
parejas. Este gallo se puede considerar en peligro de extinción. Al tratarse de aves de pelea
existen muchas bajas. Sus criadores también han bajado en número. Su cría se lleva realizando
desde 1624. Este gallo tiene características especiales en su brillo y finura pero lo más
importante es que es el lugar el que da estas características al plumaje que lo hace tan
especial. Podemos dividir en pardo e indio y cada cual tiene diversas características de color en
el plumaje, este es adaptado para las diversas moscas que podemos realizar.

El procedimiento por el que se pela un gallo es el siguiente:

En primer lugar inmovilizamos las patas de los gallos para que no nos puedan dañar con los
espolones ya que estos pueden alcanzar hasta 12cm. Una vez inmovilizado comenzamos a
pelar por la zona alta denominada riñón, esta pluma es de cálida y redondeada y comienza a
pelarse a los 6 meses de vida, tras esta primera pela hasta los 4-5 años se realizan pelas cada 3
meses y se suele realizar en cuarto menguante por tradición. Del riñón se obtiene 5 mazos de
plumas y después se continúa con las colgaderas y semicolgaderas que son de menor calidad
pero tienen otras utilidades dentro de las moscas, además tienen un aspecto más alargado y es
blanda se obtienen otros 5 mazos de plumas. Aquí el gallo ya estaría pelado pero tenemos otra
zona de pelado, el cuello. Esta plumas son muy cortas y se aprovechan muy pocas se usan para
las alas y patas, se pela cada 6 meses y se cogen una docena de plumas.

Finalizada la pela con aceite de oliva y ceniza de hoja de nogal le damos al gallo en las zonas
peladas para que se le baje la irritación ocasionada.

Los gallos siguen cada tres meses una desparasitación interior y exterior, la interior se lleva a
cabo por agua y la exterior para quitar bichos o piojitos así los gallos no se pican y no aparecen
infecciones en el gallinero.

Opinión:

Los que más interesante me ha parecido es que no hay un motivo exacto por el cual solo tenga
ese brillo e esa zona, pero me parece muy interesante porque así ese gallo y ese trabajo solo se
llevara a cabo en esa zona rural y como han dicho en el video no es por el dinero si no por la
tradición y es una forma bonita de que no desaparezcan cosas así de zonas rurales. Pienso que
no es algo muy cómodo sobre todo para el gallo, pero al igual que muchas tradiciones si se
pierden habría animales que acabarían desapareciendo por su no uso o productividad.
También creo que se pueden modificar las formas de pelado para que no sea doloroso para el
gallo y así se mejore la tradición.