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Sujeción e inmovilización de
animales.
Introducción
El MANEJO DE LOS ANIMALES es la forma más adecuada para acercarse, capturar, sujetar,
derribar e inmovilizar a los animales para examinarlos o tratarlos. Incluye una variedad de
actividades sobre los animales para conseguir el objetivo.
En el manejo de los animales es necesario tener en cuenta dos elementos esenciales a aplicar:
La aplicación práctica del manejo es muy amplia y de gran importancia. Los mecanismos a
aplicar entre grandes y pequeños animales difieren al igual que entre los animales de cada una
de las categorías. Tener en cuenta si se trata de un animal especial que suele tener reacciones
violentas o si presenta alguna patología o afección que pudiera desencadenar incidentes con el
veterinario.
Ejemplos: équidos se manejan de manera diferente que los bóvidos, debido al uso que tienen,
su carácter o su relación con el hombre.
Manejo de vacas gestantes, próximas al parto o recién paridas, manejo de crías post parto,
levantamiento de machos y hembras, castraciones, identificación de animales y registros de
producción, etc ...conjunto de actividades de gran importancia para el buen funcionamiento de
toda ganadería
Para cada procedimiento a realizar sobre el ganado es necesaria una cierta sujeción para
controlar el movimiento y la actividad de los animales. La sujeción va desde el control
psicológico que se realiza por medio de la voz hasta la completa restricción de la actividad y la
total inmovilización que producen los agentes químicos. Para los animales de mayor tamaño
suele utilizarse una combinación de recursos psicológicos, físicos y químicos de sujeción.
Evolución: Las prácticas de sujeción adquirieron importancia desde hace varios milenios,
cuando el hombre comenzó a domesticar animales para alimentarse, vestirse y facilitar sus
labores. El proceso de domesticación alteró la forma natural de vida de los animales y obligó al
hombre a responsabilizarse de la satisfacción de las necesidades de estos. Para el manejo de
estos animales destinados al beneficio humano, se necesitaron medios de control.
No obstante tuvo que pasar mucho tiempo antes de que el hombre empezara realmente a
preocuparse para una adecuada aplicación de las medidas de sujeción necesarias para cada
tarea pecuaria.
Es necesario aplicar ciertas técnicas para alcanzar los objetivos deseados e, inevitablemente
algunas de ellas provocan dolor al animal.
El dolor es un fenómeno natural cuya función es advertir al animal que algo extraño está
ocurriendo a su cuerpo. Si no fuera por esta alarma algunos factores nocivos podrían destruir
al organismo sin que este se percatara de ello.
Responsabilidad de quien maneja al animal: efectuar su trabajo con los animales de la manera
más apropiada, lo que evita en ellos un dolor innecesario y les provoca el menor trastorno
psicológico posible.
Cuando el animal está sujeto y una persona realiza sobre éste alguna técnica de manejo
necesaria, dicho animal no puede escapar del dolor y tampoco puede aliviar su sensación de
miedo. Si alguna persona no se percata de esto o no hace todo lo posible por aliviar el dolor y
el miedo de los animales, lo mejor es que no se le permita manipular las vidas de estos.
Bienestar animal
El bienestar animal se basa en cinco libertades que deben tenerse en cuenta durante su
manejo, para evitar someter a los animales a situaciones de estrés, bajo el cual se puedan
desencadenar enfermedades y causar pérdidas económicas y de calidad de los productos de
ellos obtenidos.
De esta forma se consigue garantizar el confort y la nutrición, así como un manejo y un trato
adecuado hacia los animales que les eviten sufrimiento y dolor innecesario, reduciéndose o
evitándose las situaciones de estrés y mejorándose la salud del animal.
El bienestar de los animales también debe tenerse en cuenta durante el transporte de los
mismos, que se realizará bajo unas condiciones que garanticen su salud y bienestar,
cumpliendo lo establecido en el Reglamento
(CE) 1/2005 y RD 542/2016 que regula el transporte de animales vivos y las operaciones
relacionadas con este. La higiene y la prevención sanitaria en las explotaciones son
fundamentales para asegurar el bienestar de los animales y evitar la difusión de
enfermedades, no solo entre los propios animales, sino también hacia las personas que
trabajan con ellos. En este sentido, es importante el registro documental de las acciones
sanitarias realizadas en las explotaciones.
En el manejo de animales en una explotación o fuera de ella se llevan a cabo una serie de
actividades que pueden poner en peligro la salud de las personas que las realizan. Por esto, es
importante detectar las situaciones de riesgo y eliminarlas o reducirlas antes de que el
trabajador quede expuesto a ellas.
La cría y el manejo del ganado implican una amplia variedad de actividades que pueden poner
en riesgo la salud de las personas que las realizan.
Hay que tener en cuenta las medidas de protección individual, sobre todo lo que constituye el
equipamiento básico para cada trabajador como un complemento para la realización de su
actividad (EPI`s).
Desde el punto de vista de la prevención de riesgos laborales, se considera que los animales
pueden ser agentes lesivos en potencia, por lo que en contacto con ellos se deben extremar las
precauciones en todo momento. En este sentido, un cuidador de animales debe conocer todos
los riesgos específicos ligados al desempeño de su trabajo, con el fin de evitarlos y mejorar su
salud laboral.
Es muy importante que las personas que se dedican a la crianza y al manejo del ganado
conozcan y comprendan su comportamiento natural, para facilitar su trabajo y evitar
accidentes.
conocer algunos
detalles de su comportamiento o el por qué del mismo. El comportamiento animal, su fase
actitudinal, están muchas veces ligadas al ambiente, crianza o clima, pero generalmente, la
mayor parte de las veces tiene su base en aspectos conformacionales del mismo.
La visión:
En los bovinos: es importante en su vida de relaciones la posición de sus ojos,
ipsolaterales, que hacen que tengan una capacidad visual de casi 360 grados. Solo
detrás del testuz tienen una pequeña área ciega donde no pueden ver.
Esta característica, hace que el bovino responda dentro de un perímetro, que se
denomina perímetro de alerta, defensa, huida o ataque. Sus respuestas a los
estímulos, pasando la etapa del alerta (cese de la rumia, paro de las orejas) sea con
movimientos en círculos, eludiendo o enfrentando el peligro, nunca van hacia delante
o atrás, siempre hacia los costados girando en redondo. Hablando de Bos taurus
(bovinos tipo europeo), los cebuinos y los bubalinos no responden a las mismas
características, de hecho, un cebú ataca en línea recta y patea para atrás)
Los bovinos, son animales gregarios, es decir, que viven en sociedad y no es
aconsejable mantenerlos solos o aislados, por eso es bueno cuando vamos a revisar un
bovino, que este al menos otro acompañándolo.
El caballo: bastante más nervioso que el buey, generalmente trabaja solo, y la posición
de sus ojos es más adelantada que el bovino, por lo que no tiene su amplitud y
capacidad visual. No obstante, cuando el caballo se desboca o va a galope tendido, el
mismo no puede ver, esta ciego, solo distingue grandes bultos o sombras.
Debemos estar atento en la revisación del equino, a la posición de sus orejas, cuando
el caballo agacha las orejas, se encuentra molesto y muchas veces agresivo.
A diferencia del buey, que se yergue apoyándose en su tren trasero, el caballo lo hace
con el delantero, y para echarse lo hacen al revés, es decir, un buey se echa doblando
las manos y un caballo doblando las patas, por esto, cuando revisamos un caballo
podemos sostenerlo de una mano para que no nos agreda, y si queremos hacer lo
mismo con un buey, le levantamos la mano y se nos cae, hay que levantarles una pata
a estos, lo que se hace con una mordaza especial. Los burros, naturalmente duros y
saludables, como animales de origen desértico, se aclimatan muy bien a climas
templados, adaptándose bien al frío si se les incrementa la comida en calidad y se les
proporciona un cobertizo. No les gusta la lluvia, siendo muy susceptibles a neumonías
y bronquitis.
Su carácter dócil, ha hecho que se estableciera, sobre todo en Europa, una
asnoterapia, mediante la cual se proporciona burros a niños con problemas o
ancianos, aduciendo que el cuidarlos los ayuda tanto en su aprendizaje como en
mantener las ganas de vivir.
La audición:
Tanto los bovinos como los caprinos tienen menos capacidad que los otros mamíferos
para localizar sonidos. Según algunos autores, dado que estas especies de presa
cubren con su mejor visión la casi totalidad del horizonte, quizás no necesiten localizar
los sonidos con tanta precisión como los animales que tienen un campo visual más
estrecho. El ruido provoca estrés a los animales de pastoreo. Los alaridos o chiflidos de
la gente les generan más estrés que los ruidos de puertas metálicas que retumban al
cerrarse . Tienen más propensión a retroceder o a saltar en respuesta a movimientos o
sonidos súbitos e intermitentes. Este tipo de movimientos y sonidos parecen ser más
atemorizantes que los estímulos constantes. Los cerdos reaccionan más ante sonidos
intermitentes que ante un sonido permanente. Los sonidos agudos aumentaban el
ritmo cardíaco de los cerdos más que los sonidos bajos.
Motivados por el miedo
El miedo: El miedo es un gran factor de estrés. El miedo puede elevar las hormonas
asociadas con el estrés a niveles más altos que muchos factores físicos adversos.
Cuando el ganado se agita durante los trabajos de manejo, esto se debe al miedo. Los
circuitos cerebrales que controlan los comportamientos originados en el miedo ha sido
estudiados y localizados.
Los encargados de corrales de engorde, que deben manejar miles de cabezas de
ganado proveniente de entornos extensivos, han descubierto que el trabajo en calma
durante la vacunación contribuye a que los animales retornen más rápidamente al
régimen normal de alimentación. El ganado que se pone muy agitado durante la
inmovilización en la manga de contención tiene ganancias de peso menores que el
ganado que permanece en calma al ser sujetado.
Los efectos de las novedades súbitas
El ganado bovino, al igual que otros ungulados, se asusta ante las novedades cuando
éstas se le presentan súbitamente. Los animales recularán ante un cambio repentino
en la conformación del cerco o en la textura del suelo.
Las sombras, las aberturas de drenaje y los charcos también interrumpen el
movimiento del ganado vacuno. En las áreas donde se trabaja con animales, la
iluminación debe ser uniforme, para impedir que haya sombras, y las instalaciones
deben estar pintadas de un mismo color para evitar contrastes visuales. Estos tienen
un efecto inhibitorio tan fuerte sobre el movimiento del ganado que los organismos de
mantenimiento de carreteras han logrado impedir que los animales crucen las rutas
con sólo pintarles una serie de líneas blancas atravesadas.
El aspecto paradójico de las novedades es que son a la vez atemorizantes y atractivas.
Un tablero para escribir tirado en el suelo atraerá al vacuno cuando se le permite
acercársele voluntariamente, pero lo hará recular y hasta negarse a pasar si se lo arrea
hacia él.
Los movimientos rápidos tienen un efecto activador de la amígdala (el centro del
miedo en el cerebro) más fuerte que los movimientos lentos.
En los cerdos (suidos): hay que estar atentos para evitar las mordeduras, que son muy
serias, de los mismos, generalmente no son animales agresivos, pero se resisten a las
maniobras de contención o sujeción en forma terminante. Los perros y los gatos, son
generalmente dóciles, pero, en estado de enfermedad, generalmente se resisten a las
maniobras de exploración por lo que tenemos que tomar las precauciones que se
indicaran.
Los caninos presentan una enorme variación en temperamento y personalidad.
Algunos calmados, amistosos...
Cuando se maneje un perro siempre se debe tener en cuenta las variaciones de su
carácter.
Por otra parte, las variaciones del comportamiento normal son los primeros síntomas de
enfermedad detectables en un animal.
El grado de estrés que puede inducir el manejo puede variar desde casi nulo en el caso de
un animal manso de exposición, hasta un estrés severo en el caso de una vaca bronca
proveniente de un pastizal.
Algunas líneas genéticas son más tranquilas que otras. Aquellos animales que tienen un
temperamento nervioso tardarán más tiempo en responder a un trato suave que aquellos
que poseen un temperamento más tranquilo.
La mayoría de los animales se estresan menos y se tranquilizan más fácilmente cuando son
tratados en forma tranquila y suave. A pesar de que no se pueden evitar algunos
procedimientos dolorosos, una menor agitación y excitación reducirán el grado de estrés.
El ganado recuerda métodos dolorosos de sumisión, tales como las pinzas nasales. El
manejo será más fácil de manejar si se usa un bozal para sujetar la cabeza y si se mantiene
el uso de los toques eléctricos a un mínimo.
La medición de los niveles de cortisol ha demostrado que los animales pueden llegar a
acostumbrarse a los procedimientos habituales de manejo. Ellos se adaptan a tratamientos
indoloros repetidos, tales como ser movidos a lo largo de una manga o que se les extraigan
muestras de sangre mediante un catéter endovenoso mientras se los sujeta en una casilla
de inmovilización que conocen. Los terneros criados con escaso contacto con la gente
pueden adaptarse a procedimientos indoloros y relativamente rápidos, como el pesaje.
Las diferencias genéticas dentro de una misma raza pueden afectar la reacción de estrés
durante el manejo.
Los animales que tienen una genética huidiza son más propensos que los de
temperamento calmos a agitarse agudamente cuando se los confronta con un evento
novedoso súbito, tal como una bandera flameando que ven por primera vez.
Un principio básico es que los animales de genética huidiza, excitable, deben ser
enfrentados a las nuevas experiencias de manera más gradual que los animales de
genética mansa.
Una de las mayores diferencias entre las especies animales salvajes y las domésticas es que
aquéllas tienen niveles mayores de temerosidad y reaccionan más intensamente ante
cambios en el entorno. Especies tales como el bisonte y el antílope norteamericano son
tan temerosas que a veces se lesionan gravemente cuando se les restringe el movimiento.
Mientras el ganado doméstico tolera que se lo fuerce con suavidad a entrar al dispositivo
inmovilizador, el bisonte y el antílope son animales que necesitan que se los entrene para
que cooperen voluntariamente.
Cuando una persona penetra en la zona de huida, el animal camina, y cuando la persona
sale de dicha zona, el animal deja de moverse. El tamaño de la zona de huida está
determinado por factores:
La zona de huida es más grande cuando una persona se acerca de frente, y dicha zona se
reduce cuando el animal se encuentra en una manga de manejo.
Una barrera entre una persona y el animal reduce la distancia de huida. Un animal que
pasa frente a una persona tiene una zona de huida más pequeña que la de un animal que
se aproxima de frente. Si un animal se excita, la zona de huida se incrementará.
Es fácil mover ganado cuando se trabaja en el límite de la zona de huida. Una persona
debe estar lo suficientemente cerca del ganado para lograr que éste camine, pero no debe
acercarse demasiado, ya que puede provocar el pánico y huida del ganado. Si el ganado
camina demasiado aprisa, la persona debe alejarse un poco y permanecer fuera de la zona
de huida.
Para mover ganado en un corral, se requiere acercarse y poner presión en el extremo de la
zona de huida. Para mantener a los animales en movimiento es necesario alternar la
entrada y salida de la zona de huida. Cuando un animal camina adecuadamente, se le
recompensa aliviando la presión de su zona de huida, aunque se tenga que volver a invadir
dicha zona a los pocos segundos para mantener un movimiento constante.
El ganado que tiene contacto frecuente con personas tendrá distancias de fuga menores
que aquél que rara vez ve gente. El ganado sometido a un manejo benigno tendrá
generalmente una zona de fuga menor que el que ha estado expuesto a un trato abusivo.
Cuando una persona se aproxima de frente, la zona de fuga será más grande que si se
acerca levemente de perfil.
El ganado puede ser movido con la máxima eficiencia si el vaquero trabaja en el borde de
la zona de fuga (Grandin, 1980b y 1987). Los animales se moverán cuando se penetre en su
zona de fuga, y se detendrán cuando el vaquero retroceda. Smith (1998) explica que el
borde de la zona de fuga no es una línea nítida, y que si la persona se aproxima
rápidamente al animal, o haciendo contacto visual con él, su zona de fuga se ampliará. El
ganado excitado tiene una zona de fuga más grande. El ángulo de aproximación, así como
el tamaño del lugar en que el animal está encerrado, también afectan la dimensión de la
zona de fuga. El ganado tendrá una zona de fuga más amplia cuando uno se aproxima
frontalmente. Los animales extremadamente mansos suelen ser difíciles de arrear porque
no tienen zona de fuga. Estos animales deben ser conducidos. La amplitud de la zona de
fuga depende de la domesticidad o ferocidad del animal. Para determinarla, camine
lentamente hacia el animal; cuando éste empiece a moverse, se habrá alcanzado el límite
de la zona de fuga.
Un animal manso que permite que la persona lo toque será difícil de arrear. Se recomienda
guiar a este tipo de animales atados con una cuerda o atrayéndolos con alimento.
Cuando se maneja ganado en un área confinada, tal como una manga o corral de encierro,
no deben usarse perros. En estas situaciones el perro suele penetrar profundamente en la
zona de fuga, y los bovinos no tienen posibilidad de huir de él. El perro que penetra la zona
de fuga provoca una situación que causa gran tensión para el ganado que está confinado
en un área reducida, y sólo deben utilizarse perros en áreas abiertas y en corrales
espaciosos, donde los animales tengan lugar para escapar.
Punto de balance:
Para lograr que un animal camine hacia adelante es necesario estar por detrás del punto
de balance. Al colocarse por delante de este punto de balance, el animal se moverá hacia
atrás. Para iniciar el movimiento, es necesario aproximarse al animal por detrás del punto
de balance y retroceder hacia las posiciones A y B. Estos movimientos inducen al ganado a
entrar a una manga reduciendo notablemente o eliminando el uso de elementos externos.
Los animales de pastoreo, solos o en grupo, se moverán hacia adelante cuando un
ganadero pasa rápidamente su punto de balance de la cruz en dirección contraria a la
deseada para el movimiento
Cuando uno se aproxima de frente a un animal, éste se moverá hacia la derecha si uno se
mueve hacia la izquierda, y viceversa.
Una vez que están adentro de una manga, los bovinos y los porcinos tenderán a avanzar, si
el trabajador del ganado camina hacia atrás, en dirección opuesta a los animales, pasando
sucesivamente el punto de balance de cada uno de ellos.
Los animales que están en un corral de encierro u otras áreas de confinamiento pueden
ser girados fácilmente sacudiendo un palo con tiras plásticas cerca de sus cabezas.
Comportamientos básicos:
girar y orientarse hacia el estímulo novedoso, pero manteniendo una distancia segura
el punto de balance;
el agrupamiento abierto;
los remolinos y corridas en círculo.
Para que los animales se mantengan en calma y se los pueda mover fácilmente, el ganadero
debe trabajar en el borde de la zona de fuga. Para hacer que los animales se muevan, entrará
en la zona de fuga; para hacer que se detengan, retrocederá hasta salir de la zona de fuga. El
operario debe evitar el punto ciego del animal, que está detrás de su cola. Es conveniente
abstenerse de penetrar profundamente en la zona de fuga (los animales se ponen muy
inquietos si una persona se mete en su espacio personal y no tienen la posibilidad de alejarse)
Las posiciones permiten controlar el flujo de ganado a través de la puerta. El ganadero se debe
mover en zig-zag, adelantándose y atrasándose con respecto a la manada.
El término se utilizó por primera vez en 1969, en un artículo publicado en la revista British
Veterinary Journal, y hacía referencia al estudio de los cambios de conducta que pueden ser
consecuencia de enfermedades y que tienen interés diagnóstico.
Esto es lo que se conoce como etología clínica o medicina del comportamiento, considerada
una especialidad de la medicina veterinaria.
Un caballo podría matar a una persona o un pequeño gato herirla de gravedad. Por nuestra
propia seguridad debemos reconocer la agresión, el miedo y otras emociones de los animales,
y emplear estos conocimientos a la hora calmar o sujetarlos de manera eficiente. Igualmente,
los propietarios valoran más al veterinario que manifiesta conocer a los animales por sus
comportamientos.
Definiciones
“Sujeción”: Son los distintos procedimientos que se llevan a cabo para impedir o limitar los
actos o movimientos defensivos de los animales, fijando alguna de sus partes (miembros o
cabeza) con el propósito de salvaguardar la integridad física del operador y sus ayudantes,
evitar lesiones al paciente, y colocarlo en una posición más cómoda para su manejo.
“Sujetar” consiste en fijar al animal o alguna de sus partes, miembros o cabeza, para facilitar
cualquier información sobre estos.
“Derribo” para efectuarse se deberá utilizar un método seguro, con el equipo y personal
apropiado. Se deberá realizar en un área libre de obstáculos (piedras, postes...) y si es posible
se llevará a cabo sobre arena, paja o colchones.
Al veterinario se le suele juzgar de acuerdo a la forma que tiene de actuar frente a los
animales, sobre todo en le campo.
Una actitud tranquila y confiada, firme, con el empleo de palabras amistosas, acercándonos al
animal hablándole u ofreciéndole alimentos, palpándolo suavemente, siempre logra buenos
resultados.
ACERCAMIENTO
Si las circunstancias no requieren otra cosa, el examinador debe acercarse, en el caso de las
vacas, por detrás y por un lateral mientras le habla al animal para tranquilizarlo.
Después de haber tomado contacto con el animal, con suaves o caricias sobre el dorso hay que
acercarse según las necesidades a las otras partes del cuerpo.
Una vez que ha introducido la cabeza por la abertura frontal, una lámina de metal evita que
pueda observar a las personas presentes. Una luz en la parte superior de la abertura frontal
induce al animal a insertar la cabeza. La mayoría de los animales entran en forma tranquila y
rara vez intentan embestir contra la abertura frontal. El ganado en este rastro se comportó en
una forma más tranquila que el ganado que entra en una prensa convencional con paredes de
tubos.
Debido a que los animales no intentaron escapar de la prensa, se pudo aplicar presión de
manera gradual, en vez de tener que hacerlo de manera abrupta. El movimiento lento y
constante tuvo un efecto calmante. Los movimiento abruptos, o el choque repentino del
animal contra el aparato provocó la agitación y excitación.
Cuando su visión era bloqueada, el animal permitía que su cabeza y cuerpo fueran
posicionados de manera adecuada dentro del aparato. El ganado rara vez resistía la presión del
aparato si se aplicaba lentamente y si se evitaba el uso de presión excesiva que provocara
dolor.
Categorías de sujeción:
Psicológica
Disminución sensorial
Empleo de pasillos y barreras para el confinamiento
Uso de instrumentos y fuerza física
Sedación o inmovilización química
Categorías de sujeción:
Sujeción psicológica:
Los animales responden ante la combinación de la voz y los ademanes de quien los maneja. La
persona debe moverse con agilidad y confianza, (sin hacer alardes exagerados, gritando,
agitando los brazos frenéticamente y saltando de aquí para allá).
Lo único que se puede hacer para adquirir esa confianza es estudiar el comportamiento,
anatomía y fisiología de los animales, observar a otros y tratar de practicarlas y confiar en las
habilidades adquiridas.
Disminución sensorial:
Método de sujeción de animales que se realiza cubriendo los ojos del animal. La obstrucción
de las vista funciona en algunos casos, pero el hecho de hacerlo no significa que un animal
reaccione al realizar alguna acción.
Funciona mejor en el caso de animales que se resisten violentamente a someterse a las
medidas de sujeción, ya que los calma un poco.
Hay que conocer bien la ayuda que nos pueden prestar los pasillos, jaulas de contención...
Analizar por separado el uso de barreras como auxiliares para la ejecución de algunas técnicas
de manejo. No todas las instalaciones ganaderas son suficientemente grandes para justificar la
existencia de un equipo completo y costoso para el manejo de los animales.
Las barreras pueden ser temporales, económicas, de múltiples aplicaciones o improvisadas con
lo que ya se tenía. Si se tiene pericia en la técnica que se va a aplicar, se comprende el
comportamiento del animal en cuestión y se sabe la anatomía y fisiología de este, se puede
improvisar con cualquier elemento en vez de comprar equipo para unos cuantos animales.
Colocar unas pacas de paja entre el que maneja al animal y este con el propósito de
evitar que le alcance una coz
Uso de un panel para apretar al animal contra una cerca o una pared, donde se le
controla.
Categorías de sujeción:
Este método para sujetar a los animales es tan antiguo como la domesticación de los
animales por el hombre.
Los tipos de instrumentos, todos manuales que se utilizan para con mayor frecuencia para
el control de los animales son:
Cuerdas
Lazadas
anillos nasales
bastones eléctricos
Narigueras, trabones, pinzas evitacoces, frenos nasales, aciales, ganchos de sujeción,
abrebocas...
Sirven para facilitar el control y sujeción de los animales de una forma segura, eficaz y
responsable, lo que permite la ejecución satisfactoria de la técnica de manejo necesaria.
Sedación e inmovilización química:
Podría ser un método adecuado sin forcejeo, sudor o sufrimiento, tanto para el animal como
para el que lo maneja.
Simples: son aquellos a los que se recurre para la contención o sujeción normal del
animal, utilizando solo las manos.
Físicos: son aquellos en los que se utilizan elementos accesorios, como sogas,
instrumentos especiales, etc. Los métodos físicos, son los más comunes de usar.
Otra clasificación:
o Técnicas no traumáticas
o Técnicas de derribo e inmovilización
Químicos: son aquellos en los que nos apoyamos en la aplicación de compuestos
químicos, “drogas tranquilizantes” o anestésico.
Cuando se debe sujetar o inmovilizar a un animal, ya sea para castrarlo, dosificar o inyectar
medicamentos, colocarle herrajes u ordeñarlo, éste reacciona.
Si se va a amarrarlos, hay que saber hacer un buen nudo. Y muy importante, para derribar
animales debe buscarse un lugar suave (pasto) y usar la menor fuerza posible, evitando golpes
y fracturas y cuidando siempre la cabeza del animal.
En BOVINOS:
El ganado vacuno presenta reacciones más torpes y desmedidas y de una gran terquedad en
comparación con el equino. En términos generales se puede señalar que las razas de aptitud
cárnica presentan mayores dificultades de manejo que las de aptitud lechera.
Durante la exploración hemos de guardar unas ciertas precauciones para evitar que en uno de
esos movimientos incontrolados, nos pueda hacer daño.
Existen partes del cuerpo del animal que debemos observar en todo momento para evitar
males mayores.
Los movimientos defensivos o vicios del bovinos generalmente pueden reducirse o anularse
durante el examen o el tratamiento mediante una fijación correcta de la cabeza y/o miembros.
o La cola:
Para poder trabajar con mayor tranquilidad, el rabo es un órgano a inmovilizar, para ello
podremos seguir varios procedimientos: - Atar la cola a una de las extremidades posteriores
- Atar el extremo de la misma a la cadena del cuello, con la que está atada al pesebre.
- El encolamiento: pasar el rabo entre las patas y sacarlo por delante, a la altura de la rótula,
haciendo tracción del mismo. Con este sistema conseguimos dos objetivos, por un lado
inmovilizar la cola y por el otro, dificultar el coceo.
Torcimiento de cola:
Cuando algún animal está reacio a moverse o a entrar por un pasillo o puesta, puede
obligársele retorciendo su cola. Cuidado para que la torcedura no sea tan fuerte que se cause
daño físico.
Métodos:
Al aplicar cualquiera de estos métodos hay que asegurarse de estar al lado del animal para no
sufrir lesiones.
El agarre por la cola es muy eficaz dentro de los pasillos para impedir que el animal retroceda.
Colocarse a un lado del animal cogiéndolo por la cola cerca de la base de esta y tirar de esta
hacia arriba por encima del lomo.
o Extremidades:
Tanto con las anteriores como con las posteriores la vaca, puede pisarnos o de mayor peligro,
darnos coces. No existe ninguna regla para evitar un pisotón, pero sí recibir una coz.
Métodos:
Pellizco de bragada
Pinza de ordeñador o quitacoces
Presión en los gastronemios /calcáneo:
Métodos:
Con cuerda atada sobre los mismos que se retorcerá para
ejercer la presión necesaria para que el animal eleve la
extremidad.
Con pinza diseñada para ello, inmovilización segura y no es
necesario que alguien esté continuamente manteniendo
cuerda. La pinza no causa dolor. Indicada para arreglo cascos.
o Extremidades anteriores:
Levantados normalmente por ayudante ubicado en el lateral del
animal. El animal solo debe recibir un apoyo leve, por el ayudante que
aprieta la articulación del carpo flexionada contra su propia rodilla.
(los bovinos tienden a apoyarse plenamente sobre el ayudante)
Levantarlo mediante una soga atada al metacarpo y nudo que se pasa
por la cruz del animal y que es sostenida del otro lado por un
ayudante; según el caso, puede ser útil sujetar la soga por encima del
animal a un travesaño o argolla de la pared de manera tal que se la
pueda levantar según necesidad.
Una mordaza en el antebrazo puede facilitar el levantado y pequeñas
intervenciones en este miembro.
o Extremidades posteriores:
lo más simple: fijarlo mediante la sujeción en el pliegue de la babilla o
combinando éste con la toma de la cola, esto hace que la extremidad
no pueda ser flexionada debido a la tensión de la fascia. Con mordaza
de babilla o pinza de ordeñador.
La inmovilización mecánica del tendón de Aquiles y con ello de las
articulaciones de la rodilla y del tarso se hace con una doble lazada de
cuerda y un palo de 30 a 40 cm de largo o con la mordaza de Bron que
se aplica igualmente una palmada por encima del tarso. Las mordazas
de Scheel o Morin actúan más por el dolor-presión que provoca sobre
el tendón.
Levantar el miembro pelviano se puede utilizar un palo grueso de 1,5
m de largo, que se sitúa por delante del tarso y se levanta por medio
de dos operarios, de manera tal que permanece en ese lugar aún con
el miembro levantado. Si es necesario, el miembro se ata la palo por
encima del tendón de Aquiles. También se puede levantar la pata por
medio de una mordaza y un palo de menos de 1 metro de largo que se
coloca en la cara flexora del tarso.
o Cabeza:
La sujeción de la cabeza evita los cabezazos, peligrosos aunque el animal carezca de cuernos.
Permite un cierto grado de inmovilización para algunos tipos de exploración o manipulaciones.
Si no es suficiente hay que colocar el anillo con rapidez. Todo esto hará
que el animal deje de mover la cabeza de un lado a otro. No esperar que
animal se someta dócilmente.
El anillo nasal debe tener un pequeño tramo de soga. Nunca hay que atar
en corto esa soga pues el animal puede tumbarse con el narigón puesto y
romperse la nariz antes de que haya tiempo para soltarlo.
Abrebocas:
Tipos:
o Derribo
Notas previas:
Rueff o de Szabó
método italiano o de Hertwig
o Manejo de vacas postradas
En estos casos las vacas son incapaces de levantarse o mantenerse en pie por
si mismas. El origen del problema es resultado de las lesiones que sufre la vaca
al resbalar en el piso o al ser golpeada por otras vacas, de la parálisis causada
por un parto distócico o por enfermedades como la fiebre de la leche
(hipocalcemia).
La vaca afectada debe recibir atenciones especiales para que se recupere. El
tipo de cuidados necesarios depende del tamaño, peso y condición del animal.
Puesto que la vaca se encuentra postrada, no se necesita sujeción alguna. Una
cabezada o cabestro de soga para sostenerle la cabeza mientras se le atiende o
traslada puede serle útil.
Dentro de las instalaciones en ocasiones es necesario trasladarlas a un sitio
más cómodo para proporcionarles el tratamiento adecuado. El cuidado y
procedimiento correctos hacen esta tarea relativamente segura para el animal
y la persona que maneja al animal, y se traduce en la pronta recuperación del
paciente. La negligencia, maltrato o tratamiento inadecuados en estos casos,
aumentan la magnitud de los daños y retrasan la recuperación.
Procedimiento
Para levantar a los animales:
a) Pinza de coxal: Este aparato se coloca sobre los huesos de la cadera
(tuberosidad coxal) y el lomo del animal. Para levantarlo se emplean
montacargas o poleas instaladas por encima del animal.
b) Fajas anchas: Se pasa una de las fajas por detrás de las patas delanteras, la
segunda se pasa por delante de la ubre. Si se emplea una tercera faja, se pasa
entre las dos primeras.
Posteriormente las fajas se enganchan a una polea.
Hay que levantar al animal hasta que las extremidades queden derechas y las
pezuñas se apoyen en el suelo. No hay que levantarla hasta donde las pezuñas
apenas rocen el suelo. Es necesario acomodarlo de tal manera que si desea
ponerse de pie por si mismo lo haga.
Mantener el soporte empleado para levantarlo tenso hasta que se pueda
saber si la vaca quiere o es capaz de mantenerse en pie. No se debe dejar al
animal suspendido por más de una hora seguida. Si se recupera lo suficiente
para sostenerse y lo hace por varios minutos, se puede bajar progresivamente
la polea. Si aún así permanece en pie, es posible retirar la pinza o las fajas
lenta y cuidadosamente para no asustar a la vaca y evitar que se mueva con
rapidez. Si esto sucede es probable que el animal vuelva a caer y se lesione
otra vez.
Si se tiene éxito al obligar a la vaca a mantenerse en pie y caminar, se le debe
dejar en un ambiente cómodo durante varios días hasta que se recupere por
completo. Si se junta a este animal con el resto del rebaño antes de tiempo, es
muy probable que si la empujan de un lado a otro la lastimen.
Es necesario vigilar a la vaca para detectar cualquier indicio de mastitis
durante este periodo, ya que como ha estado echada sobre la ubre y se le ha
llevado de un lado a otro puede haber ocasionado lesiones en la ubre.
También hay que examinar al animal para detectar cualquier corte o herida
para tratarla.
Levantar una vaca: tener en cuenta que estos animales se ponen de pie de una
forma distinta al resto de los animales. Primero remeten las extremidades
anteriores debajo del cuerpo y se levanta el tercio posterior, de forma que el
animal queda arrodillado sobre sus carpos. Una vez en esta posición el animal
acaba de levantar su tercio anterior ayudándose del impulso proporcionado
por la cabeza.
En OVINOS:
Cualquier sistema de sujeción para que pierda la atención permite el manejo
total. En animales dóciles, sujeción es muy sencilla: se los coge de los
miembros anteriores y se los para. Se ata de patas y no hace nada.
El manejo a realizar rápido para que lo antes posible se pueda reincorporar a
su grupo y si va a ser necesario separarlo a causa de un tratamiento se
recomienda que se confine con otro miembro de su rebaño.
Identificar animal a tratar, separar al borrego del grupo y acorralarlo en una
esquina del corral.
Sujetarlo del cuello levantando rápidamente la cabeza por medio de la
sujeción del maxilar inferior o quijada, siempre evitando bloquear vías aéreas,
como son los orificios nasales o haciendo presión en la tráquea o laringe.
Al levantar la cabeza logramos que estemos por arriba de su punto de
equilibrio y el animal se siente inseguro para avanzar y dejará de forcejear con
el manejador
Otra forma de captura es por medio de la sujeción del animal que va a la
carrera por el corvejón y una vez sujeto tomar la cabeza por el maxilar inferior
o la quijada.
NUNCA se deberá SUJETAR a los ovinos de la LANA, ya que a causa de que la
implantación del pelo se encuentra en estratos muy internos de la piel, el
jalarla puede provocar desde hematomas muy severos hasta la necrosis del
área.
En animales pequeños y dóciles puede hacerlo una sola persona, manteniendo
la cabeza siempre arriba y movilizándolos al hacer presión hacia delante de la
grupa.
Si el animal se resiste la movilización deberá hacerse por 2 personas en donde
una sujeta la cabeza y la otra empuja al animal de la grupa
Con los carneros: son más pesados y más agresivos que las hembras, esta
conducta aumenta en época reproductiva. Estar al tanto de todas las señales
que nos pudieran indicar una posibles agresión, como es el bajar la cabeza y
retroceder para tomar distancia para topar. En machos es común la utilización
de un bozal que nos permite manejar al animal por la cabeza o hacer mediante
una soga un bozal simple. Para inmovilizarlo se recomienda trabajar con el
animal en pie. En esta manipulación una persona se encarga de sujetar a la
oveja y otra se dedica a realizar el manejo.
Otra forma de inmovilización es el sentado: solo se realizará para
procedimiento en los cuales no es posible manejar o realizar una revisión del
animal en pié ya que es una posición que no es cómoda para los ovinos, ya que
el desplazamiento al permanecer en esta posición les causa problemas para
respirar así como problemas gástricos, por lo tanto no se deben de mantener
en esta posición por mucho tiempo.
Procedimiento:
Al momento de poner pie nuevamente a la oveja es muy importante sostener
siempre la cabeza y soltar las patas de forma gentil para evitar que se
desnuque así como evitar que golpeen las patas en el suelo
Inmovilizadores:
Inmovilizador de ovejas:
Ayuda para parto, transporte y tratamientos. Bastón para atrapar ovejas
En CERDOS:
Para sujetar a los cerdos se coloca un lazo en el maxilar superior y se tira hacia arriba para
pasar el lazo por una argolla metálica. También se puede pasar el lazo por los dos maxilares
para que no resbale. Sobretodo con lazo metálico por detrás de los colmillos.
o Método de Michalik
o Haake
En EQUINOS:
El equino es un animal muy nervioso, por lo que su manejo requiere de mucho cuidado. Para
sujetarlo se utiliza el acial o torcedor, que consiste en un palo de madera redondeado, con dos
agujeros por donde pasa una soga, y asegurado con nudos en sus extremos.
Aproximarse, siempre tocándolo con una mano la que oficia de separación de nosotros del
equino.
La revisión periódica de los cascos y pezuñas, la limpieza y cuidado de los mismos, así como
tratamientos reforzadores de la integridad de la muralla.
o Sujeción
Se coloca el acial pasando la soga por el labio superior, y luego se ajusta torciendo el palo de
madera. Es conveniente usar tapaojos y acariciar constantemente el cuello del animal. El Acial
se recomienda usar solamente en aquellos equinos que posean un carácter indócil. El acial se
coloca en el labio superior para producir fuerte dolor y aturdimiento general.
o Derribo
Se necesitan cuatro correas de suela con sus respectivas hebillas y aros de hierro por donde
pasará la soga. Luego, se va tirando de la soga y los miembros se unirán. Siempre debe haber
otra persona cogiendo al animal de la cabeza.
Particularidades
La sujeción de las extremidades se realiza mediante el atapié. Es una cuerda que se ata a la
extremidad y al antebrazo, quedando así suspendida en el aire. Mediante las trabas se puede
atar una mano a la contralateral o a un pie.
Es importante que el trabón portalazos se coloque en una extremidad anterior, porque éstas
soportan más peso y se desplazan peor. Las extremidades posteriores se mueven mejor hacia
la parte de delante (remeterlas), ya que soportan menor peso y se flexionan por los
corvejones. La extremidad anterior donde coloquemos el trabón será la contraria al lado que
queremos que caiga el animal.
Los métodos de derribo se clasifican en dulces (usados en general en bóvidos) y violentos (para
équidos), aunque algunos se usan indistintamente. Por otro lado, hay que reseñar los potros
de sujeción, básicos para los procedimientos de exploración diagnóstica de patologías en
grandes animales, inseminación, herrado, etc.
En CONEJOS:
Para la sujeción, levantar del brazo, cogiendo la piel con una mano y poniendo una mano
debajo de las piernas.
Una mala sujeción les puede provocar fracturas vertebrales debido a la potencia de sus patas.
En PERROS:
Las pautas de conducta del perro son difíciles de simplificar ya que se trata de animales muy
inteligentes y además con características muy distintas de un ejemplar a otro.
Lo más adecuado es que el animal en una consulta veterinaria, sea controlado e inmovilizado
por su propietario, siempre que la práctica que se va a realizar con el animal lo permita.
o Animales dóciles: podrá explorarse sólo con la ayuda del dueño, que lo
sujetará y lo tranquilizará. Así mismo, el personal que examina al animal debe
tranquilizarlo, hablándole continuamente y acariciándolo para ganarse su
confianza.
o Perros inseguros o asustados: Es bastante probable que cuando se vea
amenazado por una persona extraña intente atacar. Para evitar daños
personales podemos usar distintos métodos:
Para evitar agresión por mordisco puede colocarse un bozal, éste
deberá estar cerrado lateralmente y firmemente sujeto ya que en
cualquier momento de la exploración el animal podría quitárselo.
Cuando no se dispone de un bozal, podemos elaborar un sistema
parecido con algún material como venda de gasa o cuerda.
Los animales al manejarlos deberán cogerse por la nuca para poder
controlar la cabeza y así evitar que puedan volverse y morder.
Para evitar arañazos en el transcurso de la exploración el animal debe
ser colocado tumbado en posición lateral. Una persona sujetará la
cabeza para evitar que se golpee o se vuelva hacia atrás. Otro
ayudante deberá sujetar las patas más cercanas a la mesa para que así
no pueda levantarse.
Si es necesario, se pueden fijar las extremidades con ayuda de cintas
que se atan a las articulaciones carpiana y tarsiana.
o Animales muy agresivos o intratables. Ante estos animales, incluso en
presencia del dueño debemos usar un lazo. Éste está constituido por una
pértiga y una cuerda metálica y no debe lesionar al animal. Se aplica en el
cuello del animal, cerrando el lazo y pudiendo así ser controlado.
El lazo es un método estresante para el animal y sólo es válido cuando la
práctica que vamos a llevar a cabo es rápida, por ejemplo, poner un
inyectable. En el caso de que necesitemos llevar a cabo una práctica que exija
mayor tiempo y dedicación, lo más adecuado es sedar al animal siempre bajo
el criterio de un veterinario.
o Inmovilización: condicionada por el carácter del animal, proximidad del clínico
al animal, el entorno, y el grado de incomodidad. Debemos partir que el
comportamiento esta determinado por la raza, el entrenamiento, el grado de
contacto con los seres humanos y por las experiencias previas. Nunca nos
debemos fiar de la opinión del dueño en cuanto a la agresividad del animal,
tenemos que observarlo nosotros.
o Antes de manipular cualquier animal en la clínica:
Ganarnos su confianza: Acercamiento lateral con cuidado. Llamarlo
por su nombre y hablarle con un volumen bajo y pausado.
Si no esta nervioso podemos acercar el dorso de la mano a su hocico.
Si no se percibe agresividad, podemos acariciarle la cabeza y rascarle
la espalda para relajarlo.
Si se percibe agresividad necesitamos medidas de inmovilización.
Si es posible el dueño del perro siempre dentro para que nos pueda
ayudar.
Suelen usarse los medios físicos:
Bozal de plástico: Les permite jadear los días de calor. Se
pueden romper debido al material.
Bozal de venda de gasa: Se usa si no se tiene otro.
Air Muzzle: < 5.5 kg. Puede respirar bien y con normalidad.
Ayuda a la venopunción de la yugular. Leve – moderada
agresividad.
Collar isabelino:
Calming cap: Leve- moderada ansiedad. Baja los estímulos
visuales. Se usan para cortar uñas o extraer sangre.
En GATOS:
En general, un gato fuera de su ambiente está normalmente muy estresado, por lo que en la
clínica veterinaria serán bastante difíciles de manejar. Esto unido a su gran agilidad y sus garras
de defensa lo convierten en un animal complicado de explorar.
En el caso de que sólo queramos examinar una extremidad o la cabeza, podemos meter al gato
dentro de una bolsa de cuero, cerrarla y sacar fuera la zona del cuerpo que queramos
examinar.
Instrumentos: bozales para gatos, además de cubrir las fauces, cubren la cara totalmente,
tapando ojos y orejas para que el animal tenga menos estímulos externos.
o Los ratones y hámster necesitan una sujeción mas firme, debemos agarrar la
piel del cuello y cuerpo para evitar mordiscos.
o Las chinchillas no suelen morder pero a veces se orinan. Nunca debemos
agarrarlas por la cola si se escapan porque se le desprende la piel como a los
jerbos y a las ardillas.
o Los perritos de las praderas tienen un cuello corto y robusto, los podemos
sujetar con una mano rodeando el cuello y con la otra la parte posterior del
cuerpo.
AVES:
Una mano cogerá ambas alas en su misma inserción en el cuerpo del ave, mientras la otra
asirá en las gallináceas los tarsos y en las palmípedas la cabeza, para protegerse de
arañazos y picotazos. Para el reconocimiento se puede también envolver juntamente patas
y alas con un paño. Las aves de adorno solo se inmovilizarán en casos estrictamente
necesarios, ya que el estrés puede llevarles a entrar en parada cardio-respiratoria.
El agarre debe ser firme y cuidadoso, como ayuda podemos usar una toalla.
Legislación
Normativa comunitaria
o Reglamento (CE) no998/2003 Regula los desplazamientos intracomunitarios de
perros, gatos y hurones sin ánimo comercial. Establece que el animal poseerá
microchip y vacuna antirrábica.
Normativa estatal.
o Ley 8/2003 Su objetivo es la prevención, lucha y control de las enfermedades
animales, incluidas las que afectan a los animales de compañía.
Normativa autonómica.
o Ley 11/2003 de Protección de los animales. Tiene por objeto la regulación de
las condiciones de protección y bienestar de los animales que viven bajo la
posesión de los seres humanos, y en particular de los animales de compañía.
o Decreto 92/2005 Regula la identificación obligatoria de perros, gatos y
hurones, e indica que deberán ser identificados individualmente mediante
sistema de identificación electrónica normalizado, implantado por veterinario,
dentro del plazo máximo de tres meses desde su nacimiento. Los propietarios
de perros, gatos y hurones están obligados a la inscripción de los mismos en el
Registro Municipal de Animales de Compañía del Ayuntamiento donde
habitualmente resida el animal. La gestión del Registro Central de Animales de
Compañía corresponde al Consejo Andaluz de Colegios Veterinarios, titular del
Registro Andaluz de Identificación Animal (RAIA), quien será responsable de
emitir, procesar y almacenar los códigos identificativos que se asignen a cada
animal
o Decreto 42/2008 Regula la tenencia de animales potencialmente peligrosos
en la Comunidad Autónoma de Andalucía. No solo trata de animales de la
especie canina, sino que además habla de animales que perteneciendo a la
fauna salvaje sean empleados como animales de compañía, con
independencia de su agresividad y se encuadren en especies o razas que
tengan capacidad de poner en peligro la vida o la integridad física de las
personas, de otros animales o de provocar daños relevantes en los mismos. En
el Decreto se establece una tipología racial de perros que por su carácter
agresivo, tamaño o potencia de la mandíbula tengan la capacidad de poner en
peligro la vida o la integridad física de las personas, de otros animales o de
provocar daños relevantes en los bienes, y siempre las razas Pitt Bull Terrier,
Staffordshire Bull Terrier, American Staffordshire Terrier, Rottweiler, Dogo
Argentino, Fila Brasileiro, Tosa Inu, Akita Inu, Doberman y todos los cruces de
éstas.
o Orden de 19 de abril de 2010 Establece los tratamientos obligatorios de los
animales de compañía en Andalucía. Son los siguientes:
Vacunación antirrábica. Será obligatoria la vacunación antirrábica de
los perros, gatos y hurones debiéndose efectuar la primera vacunación
a partir de los tres meses de edad de los animales. Igualmente
deberán ser revacunados a los treinta días posteriores a la primera.
Anualmente deberá realizarse una revacunación.
Desparasitación. Es obligatoria la desparasitación de perros, gatos y
hurones contra la equinococosis. Se hará con una periodicidad mínima
anual.
Tratamiento contra Leishmaniosis. Para aquellos perros con
diagnóstico clínico y laboratorial confirmados de padecer
leishmaniosis y que sus dueños deseen mantenerlos con vida se
establece la obligación de ejecutar el tratamiento completo prescrito
por un veterinario.
Tratamiento contra Chlamydophila psittaci. Será obligatorio para las
especies psitaciformes antes de su venta recibir un tratamiento
específico preventivo contra Chlamydophila psittaci de 45 días de
duración.
Recoge los métodos y condiciones de procedimientos de eutanasia
establecidos.
Describe el formato de la Cartilla sanitaria en Andalucía para perros,
gatos y hurones y para minipig y psitácidas.
Además, establece como razas de perro autóctonas en Andalucía el
Perro de Aguas Español, el Podenco Andaluz y el Ratonero-Bodeguero
Andaluz, de las que impulsará su fomento y la conservación de la
biodiversidad.