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ISFD N°41

Carrera de Lengua y Literatura

Ciclo lectivo 2023

Análisis del cuento Luvina de Juan Rulfo

Docente: Carlos Nicora.

Estudiantes: Zitterkopf, Fernando, 40.916.606


Yaccuzzi, Diego, 35.836.512
Gonzales, Gabriel, 36.216.290

Curso: 2°2°
En el presente trabajo se analizará el cuento “Luvina” de Juan Rulfo teniendo en
cuenta la teoría de Pimentel, publicada en el libro “El relato en perspectiva: Estudio de
teoría narrativa”, que presenta una continuación de los estudios narratológicos inaugurados
por el estructuralismo. En ese sentido, los puntos que se analizarán son: la identidad del
narrador, la ubicación temporal del relato, la focalización, la perspectiva y las funciones del
narrador respectivamente. Rulfo, fue un escritor mexicano que publicó durante la década del
cincuenta los libros “El llano en llamas” y “Pedro Páramo”, siendo uno de los principales
antecedentes del realismo mágico latinoamericano. Presentando en sus obras, mediante
algunos personajes y escenarios particulares, las problemáticas políticas, sociales y culturales
que se vivían en la América Latina de aquel entonces. En este caso, brinda una historia en
torno a un lugar llamado San Juan Luvina, que se describe como un llano desolado dónde
solo se respira tristeza y penuria y dónde sus habitantes son olvidados tanto por la
intervención de los hombres como por la de la naturaleza.
En primer lugar, se desarrollará a continuación un análisis acerca de la identidad del
narrador (o narradores), que aparece durante el transcurso del texto. En este caso, el cuento
del escritor mexicano parece comenzar a desarrollarse a partir de un discurso indirecto libre
enunciado en un tiempo presente narrativo o histórico que, en un principio (debido a la forma
y a la acumulación de la información que se enuncia para introducirnos en aquella realidad
particular), se asemeja a la voz de un narrador heterodiegético. Lo que es posible de observar,
en las dos primeras oraciones que aparecen allí: “De los cerros altos del sur, el de Luvina es
el más alto y el más pedregoso” , y , “Está plagado de esa piedra gris con la que hacen la
cal, pero en Luvina no hacen cal con ella ni le sacan ningún provecho”. Sin embargo, no
tardará mucho en dejar atrás la huella de aquella simulación para convertir todo aquello que
parecía operar textualmente como en una transposición, propia del modo de enunciación
narrativo, al transformarse en un auténtico discurso directo libre, propio de un modo de
enunciación dramático. Ya que se revela, a partir de la oración “pero yo lo único que vi
subir fue el viento”, la voz de un narrador homodiegético por medio del uso de la primera
persona en tiempo pretérito y que, además, tiene una determinada participación como actor
en aquel mundo narrado. De lo que da cuenta mediante su monólogo, donde se evoca desde
cierto conocimiento algunas de las características del lugar descrito. Es allí cuando lo
interrumpirá la voz de otro personaje, que se dirigirá hacia el primero por medio de una
segunda persona, con la frase “Ya mirará usted ese viento que sopla sobre Luvina”. Y esta
nueva voz, no tardará demasiado en tomar la posición de un narrador delegado que se
ubicará, por los hechos de los que irá dando cuenta, en el centro de su propio relato cuando
tomé luego la forma de otra primera persona del singular. Especialmente, a través de un
modo dramático en términos de su operación textual, con un estilo directo mediante el cual
irá formando las diferentes intervenciones de su diálogo. Donde , además, realizará una
transcripción de las voces de los demás personajes que irán apareciendo a medida que su
evocación se lo permita durante la trama. Las cuales serán la del arriero que lo llevó hasta
allí , la de su propia mujer, la de las mujeres del pueblo y una voz colectiva que representará
a los habitantes con los que alguna vez entabló una conversación. Durante el transcurso de su
extensa evocación, se irá convirtiendo en un narrador cada vez más autodiegético. Mientras
que el primero, en cambio, cumplirá con una función paradiegética destinada a reproducir
testimonialmente el relato del otro, apropiándose de aquel por medio de un discurso
narrativizado con el que se encuentra el lector.
Respecto a la posición del narrador, en el cuento nos encontramos frente a una
primera instancia de diégesis donde hay un narrador intradiegético que describe las
características de los alrededores del pueblo San Juan Luvina y de su gente. En esta instancia
nos encontramos frente a una narración simultánea ,ya que el narrador está contando las cosas
que le ocurren en el mismo momento en el que se está produciendo la narración. En palabras
de Pimentel: “No obstante, esta forma narrativa tiene que luchar a contracorriente con el
presupuesto de que para narrar se necesita algo que narrar; es por ello que la verdadera
simultaneidad torna al discurso en algo inestable”. En consecuencia, para no generar una
inestabilidad en el relato, se produce un cambio en la instancia de locución donde el otro
personaje (que luego se revelará como un profesor) comenzará a narrar lo que le sucedió en
su estadía en aquel pueblo: “ Bueno, le contaba que cuando llegué por primera vez a Luvina,
el arriero que nos llevó no quiso dejar siquiera que descansaran las bestias. En cuanto nos
puso en el suelo, se dio media vuelta:”. A partir de este punto, el profesor se convierte en
narrador e inicia un segundo acto de narración que tiene como objeto un relato
metadiegético,que dicho de otra manera, será un relato enmarcado y en segundo grado.
En esta nueva instancia la narración se da en retrospectiva, por lo tanto, la situación
del profesor como narrador es extradiegética, debido a que el mundo que narra es cosa de un
pasado al que ya no tiene acceso. Por ello, se ubica esta nueva narración en un nivel
diegéticamente superior al de los acontecimientos que narra. Este relato enmarcado cumple
con una función explicativa debido a la naturaleza de los acontecimientos que allí se
exponen, los cuales sirven para comprender la situación desoladora que se da en el presente
de aquel narrador. Aunque también es posible considerar que está segunda instancia de
narración funciona como un indicador de lectura para el lector. Ya que ahí reside el
verdadero sentido de todo el cuento porque, de alguna manera u otra, le permitirá al primer
personaje y narrador intradiegético interpretar a este metarrelato como una señal de lo que le
va a ocurrir si persiste en su intención de ir a Luvina : ”Y eso acaba con uno. Míreme a mí.
Conmigo acabó. Usted que va para allá comprenderá pronto lo que le digo”. De este modo,
cuando acaba la narración enmarcada, el cuento vuelve brevemente a la narración simultánea
donde el primer narrador da una descripción de la situación de los alrededores antes de
finalizar su relato.
Por último, la autora también trabaja los puntos de vista del mundo narrado teniendo
en cuenta la perspectiva y los códigos de focalización del narrador. Llevando estos conceptos
de análisis narratológico hacia el cuento de Rulfo se puede determinar que , en general, se
encuentra allí una focalización interna variable. Por que, a lo largo de su lectura, se puede
hallar una focalización tanto desde el punto de vista de un narrador ( el primero, del cual
nunca se revela su nombre y al cual nombramos reiteradas veces como a un personaje
anónimo), como así también una segunda (perteneciente al otro narrador, que enunciara toda
su experiencia a través del diálogo). En la focalización interna, se puede inferir al comienzo
del cuento dónde el relato coincide con un pensamiento del personaje: “[…] Y la tierra es
empinada. Se desgaja por todos lados en barrancas hondas […]”. Con respecto a la
focalización externa, el narrador presenta una descripción del universo diegético como puede
observarse en el siguiente fragmento: “Hasta ellos llegaba el sonido del río pasando sus
crecidas aguas por las ramas de los camichines, el rumor del aire moviendo suavemente las
hojas de los almendros, y los gritos de los niños jugando en el pequeño espacio iluminado
por la luz que salía de la tienda”. De esta manera, el narrador brinda información al lector
sobre el espacio en el que se encuentran los personajes y lo que sucede alrededor mientras
estos interactúan.
Por eso la historia se desenvuelve como un contraste entre ambas perspectivas; una con
pleno conocimiento sobre Luvina , otra que se acerca hacia allí desde una realidad
completamente ajena. La primera parece no poder escapar de aquel lugar rodeado de tristeza
y olvido. La segunda, por el contrario, representa un recorte ideológico en el que todavía es
posible apreciar tanto la alegría como las risas de los niños, el sonido del río y el calor de la
noche que le llegan desde el exterior. El profesor , que conoce ambos mundos , se muestra
incapaz de cambiar su destino. El personaje anónimo , y narrador principal ( que aún tiene un
sola mirada del mundo), gracias a su relato todavía cuenta con la posibilidad de tomar otro
tipo de decisiones. Por ello mismo y, a modo de conclusión, se puede comprender por los
procedimientos narrativos utilizados por el autor en esta obra, que se trata de un cuento no
tradicional y con un grado de experimentación formal bastante avanzado. La superposición
de planos en su diégesis, producto de las voces de ambos narradores y , la ubicación temporal
del relato a partir de las diferentes instancias de sus deixis, provoca en el desarrollo de la
trama un alejamiento completo de cualquier tipo de sentido lineal. Porque en ella solo se
pondrá de relieve el escenario, la situación y el ambiente que se genera entre ambos
personajes. Y tales elementos, los guiarán hacia el fin de una manera de narrar poco
convencional. Ya que, por su importancia , se convertirán en el verdadero contenido del
relato; es decir, en aquellas pistas colocadas cuidadosamente para que , en algún momento, el
lector se convierta en un detective capaz de reconstruir el sentido total de la historia.

Referencias bibliográficas :

Rulfo, J. (1953). Luvina. El llano en llamas. Recuperado de


https://ciudadseva.com/texto/luvina/

Pimentel, L. (1998). El relato en perspectiva: estudio de teoría narrativa, Siglo veintiuno


editores.

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