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Estado inclusivo, garante de la igualdad sustantiva - Clic aquí

Sitio: FLACSO Virtual Impreso por: JULIÁN LEONARDO PEÑA LÓPEZ


Curso: Políticas Públicas hacia la igualdad de género - Cohorte 6 Día: sábado, 17 de junio de 2023, 18:51
Clase: Estado inclusivo, garante de la igualdad sustantiva - Clic aquí
Tabla de contenidos

1. Introducción
2. Marco internacional
2.1. CEDAW
2.2. Plataforma de acción de Beijing
2.3. Convención de Belém do Pará
2.4. Principios de Yogyakarta LGBTIQ+
2.5. Agendas en materia de Derechos Humanos e Igualdad de Género a nivel regional e internacional
3. Marco normativo nacional
4. El ciclo de las políticas públicas y el enfoque de género
4.1. El sendero procesal que recorren las políticas públicas
4.2. Las políticas públicas y el enfoque de género
5. . La institucionalidad de género y los mecanismos de avance de las mujeres en la región
1. Introducción

El marco legal también conocido como marco normativo es el entramado jurídico que le dará solidez e institucionalidad a nuestras
políticas públicas, planes de desarrollo, proyectos nacionales, agendas legislativas, proyectos de ley, planes de igualdad o incluso en
plataformas electorales.

El marco legal nos permite fundamentar nuestra propuesta y que esta sea válida. Esto no sólo le da fuerza metodológica, validez
internacional o coherencia a nuestro proyecto sino que es una excelente base de partida para trabajar a favor de la igualdad y la no
discriminación. No olvidemos que son acuerdos legales que deben aplicarse en nuestros países.

En esta clase veremos los marcos legales más relevantes en términos de igualdad y no discriminación. Y les daremos instrumentos
para que puedan fundamentar su propuesta de forma correcta, coherente y legal según las adscripciones legales que tiene su país.

Conviven dos tipos de marco legal: el internacional y el nacional.

Veamos primero el marco internacional.


2. Marco internacional

En términos del marco legal internacional a favor de la igualdad de las mujeres y el colectivo LGBTIQ+ veremos los principales por orden de
importancia (mayor número de países que lo han firmado e impacto en la población):

CEDAW y su Protocolo Facultativo


Plataforma de Acción de Beijing
Convención de Belém Do Pará
Principios de Yogyakarta para el colectivo  LGBTIQ+
A continuación veremos para qué agendas legislativas pueden usar estos entramados legales y si son válidos o no en sus países.
2.1. CEDAW

La Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer, de las Naciones Unidas,mejor conocida
como la CEDAW por sus siglas en inglés, es el marco legal mínimo que tiene que estar en nuestros proyectos.

Todos los países de América Latina y el Caribe la han ratificado, así que aquí está el primer punto de partida para la creación de
nuestras agendas legislativas o políticas públicas con un enfoque de género.

Se aprobó hace relativamente poco tiempo, en el año 1979, aunque fue casi a finales del año 1981 cuando entró en vigor. Es el
documento jurídico internacional más importante en la historia de la lucha sobre todas las formas de discriminación contra las
mujeres. La Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer trabajó por más de tras treinta años para que se aprobara.

Los Estados que ratifican la CEDAW tienen la obligación legal de erradicar todas las formas de discriminación contra la mujer en
todos los ámbitos de la vida y, luego, de velar por el pleno desarrollo y adelanto de las mujeres, a fin de que puedan ejercer y
disfrutar de sus derechos humanos y libertades fundamentales, en plano de igualdad con los hombres.

Se trata básicamente de respetar, proteger, promover y cumplir los derechos humanos de la mujer, en cualquier circunstancia.

La CEDAW es la base jurídica más importante para lo que más adelante veremos sobre la vinculación entre agendas legislativas-
movimientos sociales, entonces se recomienda ampliamente citarla para que las agendas, proyectos, planes o políticas públicas tengan
una validez jurídica incuestionable.

Gracias a la CEDAW se han logrado avances muy importantes para las mujeres, por ejemplo, en Costa Rica a favor de los derechos de
propiedad y participación política o la legislación que penaliza el feminicidio en Panamá. 

Por tanto, esta Convención Internacional nos puede ayudar para defender y trabajar a favor de nuestros derechos humanos en estos
temas específicos:

Igualdad ante la ley.


Derechos reproductivos.
Eliminación de las formas de violencia contra las mujeres.
Eliminación de las formas de discriminación.
Eliminación de todas las formas de trata de mujeres y explotación de la prostitución.
Vida política y pública: votar y ser votadas y también poder participar políticamente en diversas organizaciones.
Acceso a las mismas oportunidades.
Aplica en todas las esferas: políticas, sociales, culturales o económicas.
Buscar eliminar prejuicios (roles-estereotipos).
Recomendamos darle un vistazo a la CEDAW para fortalecer sus proyectos y agendas legislativas a favor de la igualdad. Seguramente el
enfoque tan ambicioso de la CEDAW les podrá dar una mano para consolidar su proyecto con una perspectiva que tenga validez
internacional.

A su vez, la CEDAW es importante resaltar el rol de los mecanismos de supervisión de la Convención, las recomendaciones a los informes
de los Estados y las Recomendaciones Generales que constituyen fuente de política pública. En este sentido, el Comité para la Eliminación
de la Discriminación contra la Mujer formula recomendaciones sobre cualquier cuestión que afecte a las mujeres y a la que, a su juicio, los
Estados partes deban prestar más atención.

El Comité ha adoptado 39 recomendaciones generales. La lista completa de las recomendaciones generales definitivas está disponible en
la base de datos, con documentos de apoyo sobre las recomendaciones generales más recientes que figuran a continuación.

La próxima recomendación general será sobre la Representación igualitaria e inclusiva de las mujeres en los sistemas de toma de
decisiones. El objetivo de la futura Recomendación General, que complementará y actualizará la Recomendación General nº 23 (1997), es
dar un impulso decisivo a la representación igualitaria e inclusiva de las mujeres en los sistemas de toma de decisiones, basándose en una
dimensión global e inclusiva -que sea representativa de todas las mujeres- de la definición y el alcance de este principio, tal como se
describe en los artículos 7 y 8 y como estipula la Convención en su conjunto.

Para más información sobre la próxima recomendación, revisa la Nota conceptual sobre la futura Recomendación General sobre la
Representación Igualitaria e Inclusiva de las Mujeres en los Sistemas de Toma de Decisiones.

Para conocer más sobre CEDAW y encontrar herramientas y documentos relevantes haga clic aquí
Protocolo Facultativo de la CEDAW
Este Protocolo obliga a los Estados a reconocer la competencia del Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer para
dos procedimientos: recibir y considerar las denuncias expresadas por personas o grupos organizados de la sociedad civil; e
investigar violaciones graves o sistemáticas a los derechos humanos de las mujeres. Se adoptó en el año 1999 y fue ratificado en el
2001.

Solo 14 países de la región lo han ratificado y es obligación para esos Estados. En ese sentido, destaca la investigación de los
feminicidios en Ciudad Juárez, México o los casos sobre violaciones a derechos humanos de las mujeres que el Comité CEDAW ha resuelto.
Puedes buscar los de América Latina acá.

El procedimiento de investigación puede iniciarse si el Comité del CEDAW recibe información fiable que indique violaciones graves o
sistemáticas por parte de un Estado parte de cualquiera de los derechos contenidos en la Convención.

Las investigaciones sólo pueden llevarse a cabo con respecto a los Estados partes que hayan reconocido la competencia del Comité a este
respecto Compruebe si un Estado parte ha hecho esta declaración en la sección "Declaraciones y reservas.

Los siguientes recursos proporcionan más información sobre las consultas:

Lista de todos los informes de investigación del CEDAW


Resumen del procedimiento de investigación para todos los órganos de tratados
A su vez, El Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer puede recibir y considerar comunicaciones individuales,
también conocidas como quejas, de o en nombre de una persona o grupo de personas que aleguen ser víctimas de una violación de la
Convención por parte de un Estado parte.

Los siguientes recursos proporcionan más información sobre la presentación de denuncias:

Formulario de denuncia individual y nota orientativa


Ficha informativa sobre los procedimientos de denuncia individual en virtud de los tratados de derechos humanos de las
Naciones Unidas
Métodos de trabajo del Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer y su Grupo de Trabajo sobre las
comunicaciones individuales recibidas en virtud del Protocolo Facultativo de la Convención CEDAW (Word)
Información general sobre los procedimientos de denuncia de todos los órganos de tratados
Información general sobre las denuncias individuales
Denuncias recientes
El Comité publica anualmente una lista de todas las denuncias recibidas. Esta lista no es exhaustiva:

Consultar las denuncias presentadas ante el CEDAW en la base de datos de jurisprudencia


Encuesta estadística sobre denuncias individuales (Excel)
Tabla de casos pendientes (Word)
Para más información haga clic aquí.

Para saber en qué estado se encuentra el protocolo en tu país, revisa esta lista:

Para conocer si su país firmó el Protocolo Facultativo de la CEDAW: Haga clic aquí.


Para establecer una queja de violación grave o sistémica llena este formulario.
Si tienes dudas sobre cómo realizar una queja individual revisa este manual. Recomendamos revisar la lista de verificación
(checklist) de los requisitos en el anexo de este manual.
2.2. Plataforma de acción de Beijing

La Declaración y Plataforma de Acción de la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer en Beijing, es el principal documento de política
mundial sobre igualdad de género y empoderamiento de las niñas y mujeres el cual surge en el año 1995.

Esta declaración también fue firmada por todos los países miembros de las Naciones Unidas así que se recomienda que lo citen
para darle coherencia y respaldo a sus proyectos.

Además fue firmada, luego de un proceso de intercambio y debate político que incluyó a la sociedad civil, más de 30.000 personas
participaron en el foro de organizaciones no gubernamentales que tuvo lugar en Huairou. Se constituyó como un espacio único para el
establecimiento de redes, la promoción, la capacitación y el intercambio de conocimientos.

Para más información haga clic aquí.

La Plataforma se centra en doce esferas de especial preocupación que siguen tan vigentes como antes: 

1.    La pobreza.

2.    La educación y la capacitación.

3.    La salud.

4.    La violencia contra la mujer.

5.    Los conflictos armados.

6.    La economía.

7.    El ejercicio del poder y la adopción de decisiones.

8.    Los mecanismos institucionales para el adelanto de la mujer.

9.    Los derechos humanos.

10. Los medios de difusión.

11. El medio ambiente.

12. La niña.

Todas estas esferas deben tratarse a nivel nacional, regional e internacional.

Cada esfera tiene sus objetivos específicos y medidas que han de adoptarse, de las cuales se pueden inspirar para crear los proyectos o
pensar nuevas posibilidades políticas. De ahí la importancia de que las agendas legislativas o proyectos nacionales traten de resolver
algunas de estas doce esferas.
2.3. Convención de Belém do Pará

Otro marco legal que les puede ser útil para fortalecer sus agendas legislativas o políticas públicas es la Convención Interamericana para
prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la mujer de la Organización de Estados Americanos, más conocida como
Convención de Belém do Pará porque se firmó en la ciudad de Belém que es la capital del estado brasileño de Pará.

Esta Convención  fue el primer tratado internacional del mundo que consagró el derecho de las mujeres a una vida libre de
violencia, tanto en el ámbito público como en el privado. Esto sucedió en el año 1994 y en 1995 entró en vigor.

Para conocer firmas y ratificaciones por parte de los Estados haga clic aquí.

Asimismo, resulta fundamental resaltar el  mecanismo de seguimiento de la Convención (el MESECVI) y Comité de expertas, junto a  sus
informes periódicos ya que son también fuentes de política pública. De la misma manera, es necesario mencionar La Conferencia de
Estados Parte, que reúne a las Autoridades Nacionales Competentes y otras representantes de los Estados que han firmado y/o ratificado
la Convención para discutir los informes nacionales y las recomendaciones elaboradas por el Comité de Expertas, validar y adoptar el
Informe Hemisférico, tratar cuestiones rutinarias de la operación del MESECVI e intercambiar ideas sobre la implementación efectiva y
sostenible de la Convención. Tanto la conferencia de los Estados parte y el Comité de expertas puede pronunciarse respecto a casos.

Para las y los activistas quizá les resulte útil saber que esta Convención permite que cualquier persona o grupos de personas puedan
presentar ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos denuncias o quejas si los Estados no cumplen cabalmente con su deber
de proteger a las mujeres. 

¿Cómo presentar tus quejas o denuncias en el Sistema Interamericano?


Revisa el manual o entra directamente al sistema: Portal del Sistema Individual de Peticiones
2.4. Principios de Yogyakarta LGBTIQ+

Específicamente para el colectivo LGBTIQ+ tenemos a los Principios de Yogyakarta para la defensa de los derechos humanos.

LGBTIQ+ 
es un acrónimo que se usa como término colectivo para referirse a las personas Lesbianas, Gays, Bisexuales, Trans (el término trans se
refiere a travestis, transexuales y transgéneros), Intersexuales, Queer y más diversidades. En la clase específica de agendas legislativas para
el colectivo LGBTIQ+ 

veremos que todavía hay mucho trabajo por hacer. Empezar a utilizar estos Principios como parte de nuestro accionar será clave para
nivelar los derechos humanos en nuestra región.

Un distinguido grupo de 29 reconocidas/os especialistas de diversas disciplinas, procedentes de 25 países y con experiencia relevante en el
ámbito del derecho internacional de los derechos humanos, adoptaron en forma unánime los Principios de Yogyakarta sobre la Aplicación
de la Legislación Internacional de Derechos

Humanos en Relación con la Orientación Sexual y la Identidad de Género.

Los Principios afirman la obligación primordial que cabe a los Estados en cuanto a la implementación de los derechos humanos, por ello
cada Principio se acompaña de recomendaciones detalladas dirigidas a los Estados, así como con recomendaciones adicionales para otros
actores.

En total son 29 principios, aprobados en el año 2007, que no son vinculantes pero que se acompañan de recomendaciones
detalladas dirigidas a los Estados.

Esto quiere decir que estos Principios no son un tratado internacional, ni son una herramienta en el Derecho Internacional pero sí son
recomendaciones útiles para los gobiernos que están convencidos de que el camino hacia la igualdad pasa necesariamente por el respeto
a los derechos humanos.

Con suerte estos Principios se volverán una norma para todo el mundo en un futuro próximo. Lo que nos queda claro es que las agendas
legislativas que buscan la igualdad van hacia esa dirección porque un futuro con igualdad es un futuro colectivo. 

Para mayor información haga clic aquí.


2.5. Agendas en materia de Derechos Humanos e Igualdad de Género a nivel regional e internacional

Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y sus Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible aprobada por los Estados miembros en el septuagésimo período de sesiones de la Asamblea
General de las Naciones Unidas en septiembre de 2015 establece 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) a ser alcanzados al 2030.

Fueron tres años de intensas negociaciones para llegar a estos 17 ODS. Estos parten del hecho de que ningún país del mundo ha logrado el
desarrollo sostenible y que, por tanto, el horizonte a seguir son estos objetivos propuestos porque son universales, justos y necesarios
para la vida humana.

En esta Agenda, se reconoce la centralidad de la igualdad de género, los derechos y el empoderamiento de las mujeres en el desarrollo
sostenible, a la vez que se afirma que cada país dispone de diferentes enfoques, visiones de futuro, modelos e instrumentos para
alcanzarlo.

Para estructurar cualquier agenda legislativa o política pública hay que considerar que es posible vincularla a la Agenda Regional de
Género de los ODS.

A partir de las directrices de los ODS se pueden implementar políticas públicas que promuevan las dimensiones económica, social y
ambiental del desarrollo sostenible y contribuyan a erradicar las desigualdades de género y las desigualdades en los países y entre ellos.

Para hacerlo es muy sencillo:

Identificar qué ODS se vinculan con el tema a tratar en la política pública. Pueden revisar los ejes aquí
No olvides que absolutamente todas las políticas públicas pueden tener enfoque de género. Aunque si quieres concentrarte
específicamente en ese tema, el ODS ideal será el Número 5: Igualdad de género. Puedes leer sobre el ODS 5 más adelante o aquí y
también aquí.
Agenda Regional de Género
América Latina y el Caribe es la única región del mundo donde, desde hace cuarenta y cinco años, los Estados se reúnen con el objetivo de
establecer compromisos políticos para erradicar las desigualdades de género y la discriminación hacia las mujeres y avanzar hacia la
garantía de los derechos humanos. La Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe, órgano subsidiario de la
Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), reúne a las Ministras y Altas autoridades de los Mecanismos Nacionales para
el Adelanto de las Mujeres de forma permanente y regular, para identificar la situación regional y subregional respecto a la autonomía y
derechos de las mujeres, presentar recomendaciones para la formulación e implementación de políticas públicas de igualdad de género,
realizar evaluaciones periódicas de las actividades llevadas a cabo en cumplimiento de los acuerdos regionales e internacionales y brindar
un foro para el debate sobre la igualdad de género.

El compilado de los compromisos y su historia en 45 años los encuentras aquí:

La Agenda Regional de Género es el resultado de la voluntad política y el trabajo articulado de los gobiernos, de la contribución activa del
movimiento feminista y de mujeres, y del apoyo del sistema de las Naciones Unidas.

Es posible ordenar la multiplicidad de acuerdos alcanzados por los gobiernos en tres categorías: a) acuerdos sobre enfoques que guían las
políticas públicas; b) acuerdos sobre los ejes para la implementación; y c) acuerdos sobre las dimensiones críticas para la igualdad de
género y la autonomía de las mujeres agrupadas según el marco de los derechos humanos.

Te invitamos a que leas el siguiente texto de Nicole Bidegain para conocer más sobre la agenda regional de género.
Conoce más la Agenda regional de Género en nuestra región:Nicole Bidegain Ponte. (2017). La Agenda 2030 y la Agenda Regional de Género
Sinergias para la igualdad en América Latina y el Caribe. Santiago de Chile: CEPAL ONU.

La XV Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe se desarrolló entre el 7 y 11 de noviembre de 2022, ante un
complejo escenario internacional y regional, en la ciudad de Buenos Aires, Argentina. Esta Conferencia tuvo como tema principal "La
sociedad del cuidado como horizonte para una recuperación sostenible con igualdad de género". Allí se recoge la preocupación por la
necesidad de un cambio de paradigma y se ofrecen diagnósticos y recomendaciones para avanzar hacia la sociedad del cuidado.
3. Marco normativo nacional

La institucionalización de cualquier política debe estar acompañada de un marco normativo nacional.

Todos los proyectos que construyamos deben justificarse normativamente, de ahí que el primer paso para las agendas legislativas
sea conocer el marco legal básico del país.

Como saben, en este curso participan personas de toda la región latinoamericana.

Por tanto, sería prácticamente imposible -y quizá un poquito aburrido- abordar todos y cada uno de los marcos legales de todos los países
de la región. ¡Serían más de 300!

Por tanto, les vamos a compartir un repositorio legal de las Naciones Unidas en donde se encuentra una buena compilación de
todas las leyes de la región, por país y por temática para que lo puedan consultar.

El repositorio de leyes de violencia del Observatorio de Igualdad de Género de América Latina y el Caribe posee un conjunto de
más de 300 cuerpos normativos, clasificados por país, de 38 países de América Latina y el Caribe además de legislación de España y
Portugal en la materia.

Busca tu país en repositorio de leyes de violencia del Observatorio de Igualdad de Género de América Latina y el Caribe y crea un proyecto
que tome en cuenta el marco legal internacional y el nacional: Leyes de violencia

Asimismo, pueden revisar la Plataforma virtual de legislación en materia de autonomía y empoderamiento económico de las mujeres en
Iberoamérica.
4. El ciclo de las políticas públicas y el enfoque de género

La crisis por la pandemia del Covid-19 en todo el planeta, constituyó sin dudas un fenómeno inesperado y absolutamente desestructurante
de los modos de vida tal como los llevábamos y sosteníamos hasta su irrupción. Su impacto en la región de América Latina y el Caribe fue y
continúa siendo profundo en la medida que vino a visibilizar y aumentar la ya existente desigualdad. Nuestra región es la más desigual del
mundo, y esto se profundizó por los impactos de la pandemia y la crisis, afectando espacialmente a quienes ya se encontraban en
situación de vulnerabilidad. El informe Panorama Social de América Latina y el Caribe 2022 proyecta que 201 millones de personas (32,1%
de la población total de la región) viven en situación de pobreza, de los que 82 millones (13,1%) se encuentran en pobreza extrema.  A su
vez, pese a la leve disminución registrada en 2021, las proyecciones indican que las tasas de pobreza y extrema pobreza se mantienen en
2022 por encima de los niveles prepandemia en América Latina y el Caribe.

Centrándonos dentro de los conjuntos poblacionales más afectados por el impacto económico de la pandemia se encuentran las mujeres,
quienes mayormente se desempeñan en el sector informal de la economía, por lo que perciben ingresos más bajos que los varones y
cuentan con menores recursos para hacer frente al empeoramiento de las condiciones. A la par de esa situación, la pandemia puso de
relieve que ellas son quienes mayormente se hacen responsables del cuidado familiar: pasan tres veces más tiempo que los hombres
haciendo trabajos domésticos y de cuidados no remunerados. Asimismo, son las mujeres quienes representan el 72,8% de las personas
empleadas en el sector de atención a la salud, por lo tanto estuvieron en la primera línea de lucha contra la pandemia. No obstante ello,
sus ingresos en ese sector son un 25% más bajos que el que perciben los hombres.

En términos de autonomía económica, en América Latina y el Caribe la proporción de mujeres sin ingresos propios es de un 27,6%, +16,4
puntos más que la cifra de los hombres del 11,2% (CEPAL, 2021). Esto significa que casi un tercio de las mujeres de la región depende de
otros para su subsistencia, lo que las hace más vulnerables desde el punto de vista económico y dependientes de los perceptores de
ingresos, que por lo general son los hombres (CEPAL, 2021).

Asimismo, a nivel regional, la tasa de desocupación de las mujeres es del 11.32%, +3.6 puntos mayor que la tasa de los hombres que
asciende al 7.70% (CEPAL, 2021).

En materia de cuidados, en la región, en promedio cada día las mujeres dedican el triple del tiempo al trabajo doméstico y de cuidados no
remunerado en comparación al tiempo que le dedican los hombres (CEPAL). Esta falta de tiempo de las mujeres limita sus posibilidades
profesionales y laborales, así como su participación en la vida pública y política.

En este sentido, respecto a la proporción de escaños ocupados por mujeres en los parlamentos nacionales de América Latina y el Caribe, la
región cuenta con 34,9% de parlamentarias (CEPAL a partir de datos de IPU, 2022)45. Una cifra alta gracias a las medidas de cuotas y
paridad, pero que aún no garantiza la equidad en los puestos de toma de decisión legislativa.

A nivel local, la subrepresentación de las mujeres es mayor que en otros ámbitos: 25,5% de los escaños son ocupados por mujeres en los
gobiernos locales en América Latina y el Caribe (ONU Mujeres, 2022)6; y las alcaldesas representan sólo el 15,4% en América Latina (CEPAL,
2021)7. Investigaciones regionales dan cuenta que la violencia política por razón de género contra las mujeres es aún mayor.

Según el informe de la CEPAL, el año 2021 se caracterizó por un fuerte crecimiento económico en prácticamente todos los países de
América Latina, aunque con distinta intensidad, en un entorno marcado por el alza significativa de la inflación a nivel regional y mundial.
También en 2021 crecieron el empleo y la participación laboral, sin que se lograra retornar a los niveles observados previo a la pandemia
de COVID-19.

En ese marco y continuando con los desafíos impuestos por el paso de la pandemia en el mundo, el objetivo de arribar a sociedades más
igualitarias debiera formar parte de la planificación, implementación y evaluación de políticas públicas cuya principal característica sea el
respecto de los derechos humanos de la población en general, y muy particularmente, de los conjuntos poblacionales mencionados más
arriba.

En ese sentido, las gestiones gubernamentales tienen el desafío de iniciar un camino de creatividad en búsqueda de igualdad, legitimidad
de las políticas y los acuerdos sociales, incorporación de la transversalización de género y de respeto de los derechos de esas diversidades.
Ese objetivo debe ser construido desde una mirada de las políticas públicas en tanto instancias de articulación con la sociedad civil, a través
de canales participativos, respetuosos y transparentes.

Teniendo en cuenta el escenario presente y esos desafíos, en esta clase, vamos a recorrer dos grandes temas: 

13. El enfoque procesal de la política pública: entendiendo por ello, las etapas en que a través de las cuales nacen y se desarrollan
las políticas públicas.

14. El género como perspectiva de intervención


4.1. El sendero procesal que recorren las políticas públicas

Vamos a partir de considerar a la política pública como el conjunto de acciones estructuradas de modo intencional por una determinada
gestión de gobierno que buscan resolver un problema que se considera importante para la sociedad.

La intencionalidad y causalidad (el diagnóstico de por qué se produce un determinado problema que requiere de atención por parte del
Estado) de las políticas públicas se relaciona con el intercambio que el gobierno mantuvo/mantiene con diversos actores sociales, o de
cómo se manifestó el conflicto específico que se quiere atender.

Es decir, se identifica un problema social que es políticamente importante/relevante para la sociedad en un determinado momento y se
busca entender por qué existe o se manifiesta ese problema y cuáles serían las posibles mejores soluciones para atender tal problemática.

Los equipos técnicos especializados con que cuentan los gobiernos* se encargan de establecer un diagnóstico sobre el problema en
cuestión, de cuáles serán sus causas, así como cuáles serán las posibles soluciones. De esa gama posible de alternativas para ofrecer algún
tipo de solución/intervención sobre el problema, las autoridades políticas eligen la que les resulta más conveniente
articulando/equilibrando recursos materiales y resultados esperados.

Es decir la política pública resulta de un proceso en el cual se vinculan/se movilizan problemáticas sociales, la producción de conocimiento
científico (sobre el problema, sobre sus causas y sobre sus posibles soluciones, así como su potencial impacto), interés general e interés
gubernamental por densificar/mejorar/igualar sus sociedades y un diálogo fluido y permanente con espacios organizativos de la sociedad
civil.

Dentro de la amplia literatura académica sobre "políticas públicas", particularmente en el campo de la Ciencia Política, suele utilizarse un
marco de análisis teórico para examinar el proceso a partir del cual se desprenden las políticas públicas. Cuando decimos "teórico",
hacemos referencia a una "lente" a través de la cual miramos los procesos, las/los actores, etc.; esa lente permite entender los problemas
de determinado modo, y dado que es "teórico", se caracteriza por cierta generalidad y abstracción, es un "modelo". No necesariamente los
componentes de esa lente teórica se darán en la realidad tal cual se plantea en los libros, pero sirve de guía para poner de manifiesto
todas las aristas posibles que hay que tener en cuenta para planificar, implementar y evaluar políticas públicas.

En las páginas que siguen recorremos una serie de "pasos/etapas" que la teoría nos indica que debieran seguir la elaboración de las
políticas en un sentido global, pero advirtiendo que los mismos no necesariamente se dan/darán en la realidad del modo en que lo vamos
a relatar.

Todas/os ustedes saben que muchas veces, no puede seguirse un paso ordenado en la elaboración de las políticas públicas, sino que la
agenda pública es tensada por diversas problemáticas sociales y actores que se movilizan para "visibilizar" los problemas que les resultan
cercanos y que buscan que el Estado preste atención. La mayor parte de las veces, las gestiones gubernamentales van "detrás" de los
acontecimientos y reaccionando "espasmódicamente" antes que "planificadamente".

Pero que esa realidad de las políticas públicas en los distintos países de la región se produzca tal como se menciona, no significa que haya
que abandonar el objetivo de anticiparse a los problemas, y/o de planificar los procesos de políticas públicas de un modo ordenado,
atendiendo a voces de distintas/os actores de la sociedad civil interesadas/os en su consideración y resolución, con equipos
gubernamentales capacitados y profesionales e incorporando/apropiándose del respeto por los derechos humanos y la
transversalización de género. 

En contextos de crisis como el actual las políticas públicas tienen que hacerse cargo de la profundización de estas brechas, e intervenir
sobre esta situación rápidamente para garantizar los derechos de las mujeres en su diversidad.

A continuación, vamos a relatar esos distintos pasos/etapas pensando que los mismos son planteados en la "teoría" y que rara vez se dan
de ese modo. Pero ese paso a paso, puede servir para pensar en iniciativas de políticas públicas en las que hay que atender ciertos
aspectos, como los diversos y complejos que se mencionaban al comienzo a propósito del impacto del Covid-19. Asimismo, esos pasos o
etapas, pueden permitir revisar las políticas ya implementadas, evaluarlas y/o reformularlas.

1. Definición del problema:


El primer paso en este marco de análisis procesal es identificar el problema sobre el cual las autoridades desean intervenir.

En este paso es preciso reconocer CÓMO se compone ese problema, cuáles son sus causas y qué impactos tiene en la población.

Podría identificarse, por ejemplo, qué impacto tiene la pandemia sobre la salud (y entonces cómo afecta al sistema de salud en su
conjunto, qué recursos humanos y materiales se necesitan); y cómo afecta las actividades económicas de los países, de las distintas
regiones y localidades (no afecta del mismo modo a la actividad agrícola que a la industrial o comercial o al turismo, así como afecta de
modo distinto en las actividades formales que pudieron sostener sus actividades vía soportes tecnológicos, que a las actividades
informales cuyo desarrollo dependen de que las personas que las realizan les "pongan el cuerpo" día a día). A su vez, la caída de la
actividad económica afecta de distinto modo a la población en general (más a las mujeres y niñas, jóvenes, población LGBTQ+, migrantes,
indígenas, etc); a las mujeres y hombres los afecta de distinto modo (a unas con más profundidad que a los otros en razón de la ya desigual
distribución sexual de la división del trabajo, recursos, etc.).

Por ejemplo, en nuestra región y en el mundo entero, las mujeres son más pobres que los varones. A su vez, las mujeres representan una
gran proporción de la economía informal en todos los países y los datos indican que los sectores de la economía más perjudicados por las
medidas de aislamiento social afectaron de modo importante a las mujeres. 2. Formación de agenda:

No todos los problemas que preocupan a la población se transforman en un problema de la agenda pública. Es decir, no todos ingresan a
la misma para su tratamiento por parte de las autoridades. En general, el hecho de que determinados problemas ingresen a la agenda
pública depende de la capacidad de movilización de las/os actores involucradas/os para visibilizar cómo el mismo las/los afecta. Los
problemas concernientes a la desigualdad de género, o los de carácter étnico o los problemas vinculados con las implicancias ambientales
de la deforestación en vastas zonas de la región, generalmente distan de una atención profunda por parte de las autoridades. El ingreso a
la agenda no sólo depende de la capacidad de movilización de los actores sociales internos, sino también de la capacidad de presión de
ciertos actores sociales externos (como los organismos internacionales) y de los objetivos políticos de las gestiones gubernamentales, así
como de la legitimidad o el consenso social que las autoridades políticas pueden prever para un determinado problema público.

Por ejemplo, luego de la pandemia los distintos Estados requieren de recursos económicos que les permitan asistir al enorme conjunto de
población afectado. Una de las medidas que se ha planteado ha sido el aumento de impuestos a la riqueza; incluso esa medida es
propuesta por los organismos internacionales, pero al interior de los países, los sectores que se verían "afectados" por tal impuesto
presentan resistencia, l.o que eventualmente, podría hacer dudar a las autoridades de si encausar una política de ese tipo. 

2. Formulación de alternativas:
Frente a los problemas que se identifican como susceptibles de ser incorporados a la agenda, las autoridades requieren que ciertos
órganos de gobierno (institutos de estadísticas, oficinas especializadas, universidades, equipos técnicos contratados especialmente) le
aporten información y estudios confiables y certeros que permitan comprender por qué se presenta el problema que se quiere atender.
Esto es: cómo se compone y cuáles alternativas podrían ser realizables en la práctica para solucionarlo o aminorarlo (por lo menos no
agravarlo), así como los requerimientos humanos y materiales que se precisan para atenderlo; qué costos y beneficios tiene cada una de
esas posibles alternativas que le permitan a las autoridades tomar una decisión. 

Aquí es necesario marcar la falta de estadísticas desagregadas por sexo que se conoce comúnmente como brecha de datos de género
como uno de los principales problemas que se encuentra la gestión pública para medir el impacto de sus acciones frente a las
desigualdades de género. Tal como señala ONU Mujeres, este fenómeno global se explica tanto por la insuficiencia en la financiación
dedicada a la producción de datos sensibles al género, como por una falta generalizada de voluntad política de registrar indicadores de
igualdad de género en el ámbito de cada país.

Para la toma de decisiones con un enfoque de género e interseccional es fundamental contar con datos públicos desagregados por género
que permitan medir y analizar las brechas y desigualdades.   

3. Toma de decisión:
Una vez que esa información es producida por especialistas, las autoridades gubernamentales se encargan de analizar cuál alternativa
consideran más apropiada para llevar a la práctica. Quizás se decidan por la que implique los menores costos materiales, pero que pueda
tener los mayores impactos sociales, económicos, políticos, culturales, ambientales. Una vez tomada la decisión, se diseña cómo se va a
implementar (en todo el país, en algunas regiones, ¿requiere una prueba piloto?), qué tipo de condicionalidades existirán, de dónde tomar
los fondos para implementar la política en cuestión, durante qué período se desarrollará, etc.

La toma de decisiones con enfoque de género y con perspectiva interseccional se encuentra vinculada a la representación de las mujeres
en los espacios de toma de decisión. En aquellos espacios de toma de decisión donde hay escasa o nula participación, muy difícilmente se
tomen decisiones que consideren las necesidades y posibles impactos de las políticas sobre las mujeres y niñas.  

4. Implementación:
Una vez tomada la decisión dentro del abanico posible de alternativas para atender el problema que se quiere atender, llega el momento
de pensar y poner en acción toda la logística necesaria para cumplir los objetivos y metas que las autoridades se han propuesto.

Ello implica niveles de articulación entre diversas instancias estatales (nacionales, provinciales, municipales, comunales, cantonales,
cabeceras departamentales, entidades federales, distritos), así como también, en ocasiones esa implementación incluye articulación con
organizaciones de la sociedad civil.

5. Evaluación:
Este paso o momento de la política pública implica llevar a cabo la evaluación del programa/política que se decidió implementar.

Esta etapa es quizás una de las menos recurridas por las autoridades y, sin embargo, es muy necesaria.
Tendrá que ser concebida desde el mismo momento en que se decide la implementación de la política/programa. Es decir, en el momento
en que se decide cómo se va a intervenir, cuáles serán las características de esa intervención, idealmente sería importante pensar en ese
diseño de la política, qué aspectos se van a ir evaluando conforme avanza la ejecución de la política. Se puede prever un "seguimiento" de
la misma, a efectos de cómo marcha su materialización en el territorio, revisar si es preciso realizar ajustes (lo que se denomina
seguimiento o monitoreo), así como proyectar una evaluación hacia la finalización de todo el proceso para decidir su
continuidad/modificación/impacto. En términos ideales la evaluación debe incluir a distintos actores participantes de la vida de la
política/programa en cuestión y evaluar cada uno de los componentes que comprende (Por ejemplo, si tiene un módulo en prestaciones
efectivas habrá que evaluar su calidad, la llegada en tiempo y forma; si además, se definió un componente de capacitación, habrá que
realizar una evaluación al interior de ese componente, etc.).

Todo ello requiere la construcción de "indicadores"* tanto cualitativos* como cuantitativos* que permitan medir el logro de los objetivos y
sus impactos. En términos de transversalizar la perspectiva de género, la evaluación requiere producir información sobre los indicadores
tanto para mujeres como para hombres, sobre cada uno de los pasos. Es crucial considerar en esta etapa (y en todas las etapas que
estamos considerando) la voz de las personas receptoras de la política para que la evaluación tenga un sentido oportuno.

6. En este último paso, se decide si la política continúa -de qué forma, si se reconfigura, se modifica, etc- en virtud
de los resultados que arrojó la evaluación. 
4.2. Las políticas públicas y el enfoque de género

Como se mencionó resulta necesario reflexionar acerca de la cuestión del género y las políticas públicas, ya que este aspecto constituye
una deuda de los Estados en todos los países de la región. Según ONU Mujeres, a 25 años de la Plataforma de Beijing ningún país del
mundo ha logrado la igualdad de género. Un análisis sobre el progreso, las brechas y los desafíos se pueden encontrar acá.

Partimos de señalar enfáticamente, que las intervenciones estatales no son "neutrales" al género, sino que están generizadas, es decir,

“Significa que las ventajas y las desventajas, la explotación y el control, la acción y la emoción, los significados y las identidades, cobran forma
a través, y en términos de, una distinción entre varones y mujeres, y entre masculino y femenino. El género no es un proceso que se añade a
otros ya en curso concebidos como neutrales. Por el contrario, es una parte integral de esos procesos que no pueden ser adecuadamente
comprendidos sin un análisis de género.”

Tomando esas palabras de Joan Acker, y repensando las etapas que recorren las políticas públicas mencionadas anteriormente, puede
decirse que los contenidos, los objetivos, la metodología, que son utilizadas y que han sido utilizadas históricamente para llevar a cabo las
distintas acciones del Estado en América Latina y el Caribe, están imbuidos/atravesados por concepciones que carecen de mirada de
género.

En esos procesos, así como en quienes las/os llevan a la práctica y deciden las políticas, son portadores de una concepción en la que
prevalece un valor y consideración patriarcal sobre los atributos culturales masculinos y femeninos, así como creencias generizadas
respecto de los roles y comportamientos "deseables"/"normales" para cada uno de los sexos, los que además, solo son
mirados/comprendidos de modo binario y presentan reticencia, además, a comprender las diversidades sexuales como sujetos portadores
de derechos.

Además de la falta de mirada de género, en muchas oportunidades, quienes producen la información para las decisiones y quienes toman
las decisiones políticas así como las/os implementadores, tienen miradas esencialistas sobre las mujeres, es decir, las ven como un todo
homogéneo sin distinguir las diferencias étnicas, de clase, generacionales, migratorias, que se conjugan/atraviesan con el género.
Nuevamente en aquellos espacios de poder donde la diversidad de mujeres se encuentra subrepresentada, se carecerá de una mirada
plural e inclusiva que tenga en cuenta los reales intereses y necesidades de más de la mitad de la población. 

A partir de lo anterior, subrayamos la imperiosa necesidad de adoptar una mirada interseccional para considerar a los distintos universos
de poblaciones susceptibles de ser atendidas/os desde las políticas públicas, particularmente las mujeres, niñas y adolescentes. Esa
interseccionalidad debe identificar, comprender, analizar, producir información que contemple cómo se combinan el género, la raza, la
edad, la clase, la etnia, la condición migratoria, la orientación sexual, la situación de discapacidad, entre otras.

Dentro de "las políticas sensibles al género" pueden reconocerse diversos tipos, los cuales, como se observará en el cuadro que sigue, no
necesariamente atienden a la transversalización de género, que consideramos es el objetivo que es preciso incorporar en los aparatos
estatales de los países de la región, a nivel nacional, subnacional y también local.

¿Qué significa la transversalización?: la integración sistémica y comprehensiva de las nociones de desigualdad existente entre los sexos en
la vida de las políticas públicas que recorrimos en el primer punto, es decir, desde el momento de analizar el problema, sus implicancias, su
implementación y la evaluación de las políticas, con el objetivo de diseñar acciones que operen sobre tal desigualdad para arribar a un
escenario de igualdad.

Políticas sensibles al género: variedades conceptuales y desafíos de intervención (Gusta, 2008)

Políticas sensibles al género: variedades conceptuales y desafíos de intervención


(Gusta, 2008)
Ejes Políticas de transversalización de
principales Políticas de acción afirmativa Políticas para la mujer Políticas con perspectiva de género género

Aspectos Promueven la inclusión femenina en Las mujeres tienen necesidades propias Reconocen que las relaciones de género Las políticas de género son sistemáticas:
definitorios ámbitos decisorios del Estado en el marco de una división sexual del entre varones y mujeres están basadas en deben estar presentes en el conjunto de
trabajo que deben ser atendidas asimetrías de poder, por lo que se la institucionalidad del Estado.
proponen para poder lograr mayor
equidad transformar la división sexual del
trabajo
El género es un sistema de niveles
múltiples que entra intersección con
género y clase
Ejes Políticas de transversalización de
principales Políticas de acción afirmativa Políticas para la mujer Políticas con perspectiva de género género

Objetivo Lograr aumentar el número de mujeres Lograr conciliar el trabajo y la familia, o el Empoderamiento de las mujeres y Integrar la perspectiva de género en la
específico en las jerarquías papel dual de las mujeres mediante transformación de las relaciones de poder totalidad de las políticas públicas
políticas compensatorias y autoridades en las familias, la escuela y
el trabajo

Críticas Reducción del género a la presencia No cuestionan la asimetría de poder de la El género como un sistema de múltiples Las cuestiones de género pueden perder
numérica de mujeres división sexual del trabajo. niveles de desigualdad que excede a la especificidad al colocarse entre otros
división sexual del trabajo y, por tanto, no objetivos de políticas públicas.
son suficientes las acciones relativas al
empoderamiento de mujeres.
Reducen las necesidades de las mujeres a
compensaciones. Al transversalizar, puede ocurrir una
pérdida de espacios institucionales
Si bien parte del supuesto del género, no propios de la temática.
ha fomentado acciones activas de trabajo
con los varones.
No integran a los varones.

Aportes Cuestiona la composición de las Históricamente representó un primer Coloca al poder en el centro de las El Estado es un actor clave en la
jerarquías. Fomenta políticas explícitas de paso en identificar problemas relativos a acciones de las políticas públicas. construcción del sistema de desigualdad
acceso la posición de desventaja de las mujeres. de género.

Las necesidades de las mujeres aparecen


inscriptas en el marco del ejercicio de No hay equidad si no hay transformación
derechos y de su participación social y de los términos culturales del Estado.
política.

Efectos no Encapsulamiento de las necesidades y los Clara reproducción de la subordinación En algunas prácticas se reducen las Evaporación de la política.
esperados derechos de las mujeres a sus números femenina. complejas cuestiones de
en la jerarquía del Estado. empoderamiento a asuntos actitudinales
de psicología individual.
Uso ceremonial y tecnocrático que toma
Reducción de las necesidades de las el lenguaje de la equidad de género pero
mujeres a las de sus hijos y familias. poco apunta a transformar la sustancia de
Las políticas de género quedan aisladas las relaciones.
de otras políticas públicas centrales del
Estado.

Captura de los actores más dinámicos de


los espacios deliberativos.

Como se desprende del cuadro, la prioridad es impulsar políticas de transversalidad de género en los distintos Estados de la región,
lo que requiere y demanda una articulación política e institucional virtuosa. Es decir, el Estado debe apuntar a la construcción y
promoción de capacidades estatales en las que dicha transversalización sea incorporada. Por ejemplo, en los ciclos de
planificación, presupuestación y evaluación de políticas públicas, en cada una de esas etapas. Para ello, se requiere que los equipos
burocráticos se constituyan en equipos estables, entrenados/apropiados de la perspectiva de transversalización de género y en la
práctica de diálogo con actores de la sociedad civil, como las organizaciones de mujeres y feministas (este aspecto lo trabajaremos en
la próxima clase).

Es preciso atender a que los objetivos vinculados a la transversalización no pierdan sentido en el proceso de planificación de las
políticas públicas, que el lenguaje no sea utilizado de modo formal, "solo porque queda bien" en términos de la visibilidad pública de
las autoridades, pero que en las acciones concretas no se atienda estructuralmente a su efectiva incorporación. Es fundamental que
haya coherencia entre el lenguaje y la práctica, entre lo que se dice y lo que se hace, entre los objetivos de las políticas y  la igualdad de
género al interior de los equipos de trabajo, y entre la vida pública y la vida privada de sus integrantes.

Encausar acciones que apunten a transformar el comportamiento de los varones trae tensiones (como señala la autora Gusta, 2008),
en la esfera privada y en la pública: es decir, en los aparatos estatales la presencia de éstos y sus comportamientos y "modos de ver el
mundo" también deben ser puestos en cuestión y modificados. Ello implica una tensión, por lo que se los incorpora de modo mecánico
a las acciones estatales sin politizar su presencia y su hacer cotidiano en la hechura de las políticas públicas.

Estas diversas dificultades potenciales, requieren del máximo compromiso de las autoridades e implementadores. La
transversalización de género, nos dice la autora Gusta, tiene poco de "consensual", afecta distintos intereses y modos de ver el mundo,
tanto dentro como fuera del Estado. Estos aspectos deben ser visibilizados e identificar las estrategias apropiadas para avanzar en la
misma.
5. . La institucionalidad de género y los mecanismos de avance de las mujeres en la región

Para finalizar, la Dra Flavia Freidenberg nos invita a identificar y evaluar los obstáculos que han enfrentado las mujeres cuando quieren
acceder a la representación política de las mujeres; identificar diez mecanismos de innovación democrática, tanto institucionales como no
institucionales, que han sido más eficientes en el proceso de incrementar la representación descriptiva de las mujeres en América Latina;
mapear cuáles son los aprendizajes de las experiencias que tuvieran mejores resultados (dado que estrategias similares, han generado
resultados diversos) y delinear una agenda de investigación/acción política que esboce el camino a seguir para profundizar la
representación de las mujeres así como también la feminización de la política en la región.

https://youtu.be/O2focMaCGVE

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