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OBJETIVOS:

1. Explique qué entiende por niveles de evidencia y niveles de recomendación.

2. ¿Qué es la MBE y cuáles son sus fases de desarrollo?

3. ¿Cuándo decimos que un estudio es sensible y cuándo que es específico? ¿Y a

qué se hace referencia con valor predictivo positivo y negativo?

4. Nombre la definición de sesgos heurísticos y más de 10 sesgos en la práctica

clínica

5. Resolver: En un estudio, los autores reclutaron a 100 niños entre 1 y 18 años que

hubieran sufrido un golpe en el hombro y que requirieran radiografía para valorar si

existía una fractura. En otras palabras, había incertidumbre diagnóstica. Entonces,

tenemos que la prueba a evaluar es el ultrasonido de hombro y la prueba de

referencia es la radiografía de tórax.


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El grado de evidencia clínica se refiere a un sistema jerarquizado que se basa en

la metodología científica para evaluar la solidez de la evidencia relacionada con los

resultados obtenidos a partir de una estrategia terapéutica. La evaluación de la

evidencia se realiza a través de una variedad de diseños de investigación que se

clasifican y jerarquizan según su nivel de validez y confiabilidad.

Los profesionales de la salud utilizan los niveles de evidencia para determinar la

calidad y la relevancia de la información clínica disponible en la literatura científica.

No todos los estudios tienen el mismo valor o impacto en la toma de decisiones

clínicas, por lo que se requiere una evaluación crítica de la evidencia antes de

aplicarla en la práctica clínica.

Los niveles de evidencia son herramientas útiles para clasificar y valorar la

evidencia disponible, y permiten a los profesionales de la salud emitir juicios de

recomendación basados en la solidez de la evidencia. Los grados o niveles de

recomendación también son importantes en la toma de decisiones clínicas, ya que

indican el nivel de confianza que se tiene en la evidencia disponible y la fuerza de la

recomendación.

La Medicina Basada en la Evidencia (MBE) puede ser definida como una

aproximación que implica el uso consciente y juicioso de la mejor evidencia científica

disponible para tomar decisiones clínicas. Esta metodología destaca la importancia

de examinar las pruebas obtenidas a través de la investigación científica y reduce el

valor asignado a la intuición, la experiencia clínica no sistematizada y el

razonamiento fisiopatológico como motivos suficientes para tomar decisiones

clínicas. Se considera que el método científico es la mejor herramienta disponible


actualmente para conocer la realidad y expresarla de manera inteligible y sintética.

La MBE implica la integración de la experiencia clínica individual con la mejor

evidencia externa disponible procedente de la investigación sistemática.

Este pasa por un proceso de integración de la evidencia científica:

1)Identificación de lagunas de conocimiento en relación con decisiones clínicas

2)Formulación de una pregunta clínica bien estructurada

3)Búsqueda eficiente de la mejor evidencia disponible

4)Valoración crítica de la calidad de la evidencia

5)Análisis sistemático de los resultados de los estudios

6)Aplicación de los hallazgos a la toma de decisiones de un paciente concreto Y

luego las etapas complementarias por la cual se desarrolla la MBE:

•Aplicación individual de los principios básicos de la MBE. Formular una pregunta

clínica, buscar la información correspondiente, analizarla de forma crítica y adaptarla

a las necesidades concretas del paciente en cuestión.

•Consulta de revisiones sistemáticas ya disponibles.

•Aplicación de guías de práctica clínica.

La sensibilidad y la especificidad de una prueba de laboratorio son parámetros

fundamentales del rendimiento de la prueba, es decir, son atributos que categorizan

y validan la eficacia de la prueba diagnóstica.

Sensibilidad: Corresponde a la proporción de individuos correctamente

diagnosticados con la condición o enfermedad por la prueba diagnóstica. En otras

palabras, la proporción de verdaderos positivos correctamente identificados por el

test del total de individuos enfermos según el estándar de referencia.


Especificidad: Corresponde a la proporción de individuos correctamente

diagnosticados con ausencia de la condición o enfermedad por la prueba diagnóstica

en estudio. Vale decir, es la proporción de verdaderos negativos que fueron

correctamente identificados por el test, del total de individuos sanos según el

estándar de referencia

Para determinar cuál es la sensibilidad y la especificidad de una prueba

diagnóstica, lo usual es realizar un estudio de Casos y Controles: a una determinada

población le aplicamos una prueba de laboratorio la cual se considera como la ideal

para establecer sin duda el diagnóstico exacto del estado mórbido; o sea, que el

desempeño operativo de dicha prueba debería ser 100% sensible y 100% específica

(Patrón de oro). Basados en los resultados obtenidos se identifican dos tipos de

población: la población con la enfermedad y la población sin la enfermedad;

posteriormente, a estos dos grupos se le realiza la prueba de laboratorio que se está

evaluando, y así se determina la "conformidad" de la nueva prueba con respecto al

resultado obtenido por el "patrón de oro". El análisis de la conformidad y

disconformidad por el patrón de oro genera cuatro desenlaces que son: Cuando la

prueba se desempeña de "conformidad" con el patrón de oro: Tasa de Verdaderos

Positivos + Tasa de Verdaderos Negativos y, cuando el desempeño de la prueba no

es de "conformidad" con el patrón de oro: la Tasa de Falsos Positivos + la Tasa de

Falsos Negativos.

De la relación entre estos cuatro desenlaces se obtienen las diferentes

características operativas: la sensibilidad de una prueba simplemente es la

proporción entre la Tasa de Verdaderos Positivos sobre el total de los pacientes que

Sí tienen la enfermedad (prevalencia); en otras palabras, la sensibilidad nos

responde al interrogante ¿Qué porcentaje de pacientes con la enfermedad tiene el


resultado de la prueba de laboratorio positivo?, la especificidad que es la proporción

entre la Tasa de Verdaderos Negativos sobre el total de pacientes que No tienen la

enfermedad, en otras palabras la especificidad responde al interrogante, ¿Qué

porcentaje de pacientes sin la enfermedad tienen el resultado de la prueba de

laboratorio negativa?

Los valores predictivos positivos (VPP) y negativos (VPN) proporcionan

estimaciones de la probabilidad de la enfermedad. Es la probabilidad de que la

prueba diagnóstica entregue el diagnóstico correcto, si esta resulta positiva o

negativa.

Valor Predictivo Positivo: Corresponde a la probabilidad condicional de que el

paciente tenga la enfermedad, dado que el test resultó positivo. Es la proporción de

pacientes con la prueba diagnóstica positiva que efectivamente tienen la condición.

Valor Predictivo Negativo: Corresponde a la probabilidad condicional de que el

paciente no tenga la enfermedad, dado que la prueba diagnóstica resultó negativa.

Es la probabilidad de que el individuo no tenga la condición en estudio luego de que

el test es negativo.

Los sesgos heurísticos son atajos mentales que utilizamos para tomar decisiones

rápidas y eficientes en situaciones complejas, pero que pueden llevarnos a cometer

errores sistemáticos y predecibles. Estos sesgos son influencias cognitivas

automáticas que pueden distorsionar nuestra percepción de la realidad y llevarnos a

tomar decisiones basadas en prejuicios, estereotipos, expectativas previas,

emociones, entre otros factores. En la práctica clínica, los sesgos heurísticos pueden

tener un impacto significativo en la toma de decisiones y en la atención al paciente.

Algunos tipos de sesgos heurísticos en la práctica clínica incluyen:


1) Sesgo de confirmación: la tendencia a buscar información que confirme nuestras

creencias y a ignorar o descartar información que las contradiga.

2) Sesgo de disponibilidad: la tendencia a dar mayor peso a la información que es

más fácilmente disponible en nuestra memoria o que hemos visto con más

frecuencia.

3) Sesgo de anclaje: la tendencia a basar nuestras decisiones en una información

inicial que puede no ser relevante o precisa.

4) Sesgo de representatividad: la tendencia a clasificar a los pacientes en base a

estereotipos o a nuestra experiencia previa en lugar de considerar toda la

información disponible.

5) Sesgo de exceso de confianza: la tendencia a sobreestimar nuestra capacidad

para predecir o controlar eventos futuros.

6) Sesgo de ilusión de control: la tendencia a creer que tenemos más control sobre

situaciones o resultados de lo que realmente tenemos.

7) Sesgo de sesgo retrospectivo: la tendencia a creer que un resultado era inevitable

después de conocer el resultado final, aunque la información disponible en ese

momento indicaba otra cosa.

8) Sesgo de efecto halo: la tendencia a generalizar una impresión positiva o negativa

sobre un aspecto de un paciente a otros aspectos.

9) Sesgo de autoridad: la tendencia a seguir ciegamente las recomendaciones o la

opinión de una autoridad, en lugar de considerar toda la información disponible.

10) Sesgo de aversión a la pérdida: la tendencia a evitar las pérdidas a cualquier

costo, incluso si eso significa tomar decisiones que no son óptimas para el paciente.

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Sensibilidad: 41/ (41+2) =0.9

Especificidad: 55/ (2+55) = 0.9

Valor predictivo positivo: 41/ (41+2) = 0.9

Valor predictivo negativo: 55/ (2+55) = 0.9

%Falsos Negativos: 100 – 0,9= 99,1%

%Falsos Positivos: 100 – 0,9= 99,1%


Bibliografía:

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