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La violencia de género es una lacra social que persiste pese a que en los últimos años parece que
haya aumentado la visibilización y conciencia sobre esta en la población.
Es un tema que nos concierne a todos y todas por igual, por ello es importante mantenerse
concienciado/a sobre todos aquellos actos que pueden suponer algún tipo de violencia de género,
en muchas ocasiones esta empieza con conductas normalizadas por la sociedad como son los
chistes y las burlas referentes al género femenino y puede derivar a consecuencias mucho más
graves. En este artículo de Psicología-Online queremos profundizar un poco más sobre las causas y
las consecuencias de la violencia de género, para dar a conocer un poco más y reflexionar sobre
este fenómeno.
Para poder comprender las causas y consecuencias de la violencia de género, en primer lugar
veremos qué es en profundidad: expondremos todas sus características y sus tipos.
Además, cabe destacar que la violencia dentro de la pareja es la forma más común de
violencia de género en todo el mundo.
Esta violencia comparte con otras formas de violencia el hecho de ser intencionada y de
perseguir como objetivo el sometimiento y el control de otra persona.
Por último, debemos mencionar que ninguna enumeración de formas de violencia de género es
absoluta, pues están en continuo cambio reflejando la dinámica social, económica y política.
Violencia psicológica
Se podría decir que de una forma u otra esta se encuentra inherente a todas las otras formas de
violencia. Es decir, todas las violencias conllevan de forma implícita violencia psicológica. En este
tipo de violencia entran actos como decir “eres una puta”, desprecios como “no vales para
nada”, humillaciones y chantajes. También podemos encontrar dentro de este apartado
el ignorar sistemáticamente a la pareja y las amenazas. El maltrato psicológico continuado
provoca sentimientos de humillación que van destruyendo la autoestima de la mujer y las
consecuencias pueden llegar a ser muy duraderas. Algunas de las conductas que podemos
encontrar en este tipo de violencia son:
Tergiversar los argumentos de modo que ella siempre quede como la culpable de todo.
Humillaciones en público.
Violencia física
La violencia física responde a cualquier acto físico que ejerce el hombre para dañar a la mujer. Este
puede ir desde un empujón intencionado, una bofetada o arrojar objetos con intención de hacer
daño, a mordeduras, pellizcos, hasta el extremo del asesinato. En este tipo de maltrato, además
de poner en riesgo la salud y la vida de la persona agredida, provoca también miedo intenso y
sentimiento de humillación que poco a poco va mermando la autoestima de la mujer. Las
conductas que encontramos en este tipo de maltrato son:
Quemaduras.
Asesinato.
El objetivo de todas esas conductas es dominar, doblegar y controlar a la mujer infundiendo miedo
y castigo físico.
Violencia ambiental
Este tipo de violencia responde a la coacción ejercida por el abusador a la mujer a través de
la destrucción de objetos personales, matar animales domésticos, esconder sus pertenencias o
bien aislarla de su entorno, no dejarla salir a la calle y ejercer un control sobre su entorno y
ambiente. Las conductas que caracterizan este tipo de maltrato son:
Destruir o dañar todo aquello que tiene valor afectivo para la mujer (animales, objetos,
plantas, fotos, recuerdos, joyas, etc.).
Conducir de forma temeraria poniéndola en riesgo y sabiendo que ello le hace sufrir.
El objetivo de todas esas conductas es intimidar e infundir temor a la mujer así como transmitir un
mensaje de amenaza para conseguir su sumisión ante las peticiones que haga.
Violencia social
En la violencia social encontramos un control de las relaciones externas, ya sea impidiendo estas-
con actos de manipulación psicológica, físicos, chantajes emocionales, etc.,- o bien acompañarla a
todas ellas. Las conductas que observamos por parte del agresor son:
Conseguir que la mujer carezca de tiempo para relacionarse con otras personas con el
cuidado de los hijos, tareas domésticas, tener que estar presente en el hogar.
Impedir que la mujer le acompañe en actividades sociales u obligarla a acudir aunque ella
no lo desee.
Violencia económica
Este tipo de violencia se caracteriza por una falta de libertad que el agresor ejerce a la víctima en
la realización de gastos. La mujer debe justificar todos los gastos realizados y debe pedir permiso
para realizarlos, aunque estos sean para cubrir necesidades básicas. Las conductas que
encontramos en este tipo de violencia son:
Administrar y disponer del dinero que ella gana impidiéndole acceder de manera directa a
sus propios recursos.
Ocultar recursos.
Violencia sexual
La violencia sexual responde a cualquier acto sexual no deseado, que puede ir desde un piropo en
la calle, a levantar la falda de una chica, hasta la violación. Estas, aparte de producir miedo,
también producen fuertes sentimientos de humillación y daño psicológico. En ocasiones, este tipo
de violencia se ha atribuido más a personas ajenas a la relación de pareja, la persona que va por la
calle y tira un piropo desagradable y si dices algo te insulta, o el violador que viola a las chicas al
volver a casa. En ocasiones se olvida que este tipo de violencia también se puede ejercer dentro de
la pareja, ya que "como es mi pareja es normal que quiera mantener relaciones sexuales y a veces
por amor hay que ceder si él quiere", pues bien si alguien de la pareja no quiere mantener
relaciones y existe algún tipo de presión por mantenerla, se considera violencia sexual. Las
conductas que encontramos en este tipo de violencia son:
Obligar a ejercer ciertas prácticas sexuales con las que ella no se siente a gusto.
El objetivo que persigue la persona es también ejercer un dominio sobre la mujer a la vez que
humillarla y doblegarla.
Chantaje emocional
Inducir sentimientos que generen una compasión para manipular la conducta de la otra
persona; enfermedades, infancia desdichada, etc.
El objetivo de todo ello es infundir la lastima para ejercer un control y manejar la pareja.
Factores sociales
Desigualdad de género: nos encontramos ante una sociedad con una estructura
patriarcal, es decir, que se pone el foco principal en el hombre y no en la mujer. El hombre
es la norma, la mujer la excepción. Esta relación asimétrica entre hombre y mujer favorece
la aparición de conductas de maltrato hacía la mujer, con conductas sexistas y de
sumisión.
Vinculación relacional en la pareja: los mitos del amor romántico que tantas veces se han
visto reflejados en series de televisión, películas y canciones pueden propiciar ideas
erróneas sobre la concepción de la pareja, estas pueden derivar a situaciones de violencia
de género. Un ejemplo de ello son los celos como expresión máxima del amor.
Ideología patriarcal: que se ha transmitido de generación en generación a través de la
religión, la cultura, los estereotipos, los mitos, las creencias y que han puesto el foco
principal en el hombre como género dominante y la mujer como el “sexo débil”. El
hombre ocupa el ámbito público y la mujer el privado.
Factores individuales
A pesar de los factores sociales, observamos que no todas las parejas de una misma sociedad
ejercen violencia, este hecho nos hace pensar que parte de los factores sociales que propician la
aparición de violencia de género, también hay factores individuales que pueden aumentar las
probabilidades de ejercerla. Algunos factores individuales son:
Ser una persona más agresiva (y con la interacción de los factores sociales que propician
la aparición de la violencia).
La violencia de género puede conllevar consecuencias muy graves para la mujer. A continuación os
mostramos algunas de ellas:
La violencia de género ocasiona graves problemas de salud física, mental, sexual y reproductiva a
corto y largo plazo. Entre algunas de las consecuencias encontramos:
Repercusión social
En muchas ocasiones el maltrato supone un giro de 180 grados en la vida de la mujer. Esta puede
llegar a encontrarse aislada e incapacitada para trabajar, perder su sueldo, dejar de participar en
actividades y ver disminuida su fuerza para cuidar de si misma y si tiene hijos de sus hijos. Además,
en ocasiones, la mujer se encuentra tan amenazada que se ve obligada a abandonar su hogar, su
domicilio y ciudad. Los costes de la violencia de género tanto sociales como económicos son
enormes y repercuten en toda la sociedad.
Los niños y niñas que crecen en familias en las que se ejerce violencia de género, pueden sufrir
trastornos conductuales y emocionales que pueden favorecer a la comisión o padecimiento de
actos violentos en las posteriores fases vitales. Además, también se ha asociado a mayores tasas
de mortalidad y morbilidad en los menores de 5 años por enfermedades diarreicas o
malnutrición.