Está en la página 1de 13

Vacunas contra el cáncer - National Cancer Institute Page 1 of 13

Instituto Nacional del Cáncer de los Institutos Nacionales de la Salud de EE. UU.

En español

Vacunas contra el cáncer

Puntos clave

• Las vacunas contra el cáncer están diseñadas para reforzar la capacidad natural del
cuerpo para defenderse a sí mismo, por medio del sistema inmunitario, de los peligros
que presentan las células dañadas o anormales, como son las células cancerosas.
• La Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos (FDA) ha aprobado dos
tipos de vacunas profilácticas del cáncer: vacunas contra el virus de la hepatitis B, el cual
puede causar cáncer de hígado, y vacunas contra los virus del papiloma humano tipos 16 y
18, los cuales son responsables de 70% de los casos de cáncer de cuello uterino o cérvix.
• La FDA ha aprobado una vacuna para el tratamiento de cáncer en algunos hombres con
cáncer de próstata metastático.
• Los investigadores están creando vacunas de tratamiento contra muchos tipos de cáncer y
las están probando en estudios clínicos.

1. ¿Qué son las vacunas?

Las vacunas son medicamentos que refuerzan la capacidad natural del sistema inmunitario
para proteger el organismo contra “invasores foráneos”, principalmente gérmenes
infecciosos, que pueden causar enfermedades.

El sistema inmunitario es una red compleja de órganos, tejidos y células especializadas que
trabajan en forma colectiva para defender el organismo. Cuando un microbio infeccioso
invade el cuerpo, el sistema inmunitario lo reconoce como foráneo, lo destruye y “recuerda”
para prevenir otra infección en caso de que el microbio invada el organismo otra vez en el
futuro. Las vacunas se aprovechan de esta respuesta.

Las vacunas tradicionales suelen contener versiones innocuas de microbios―microbios


muertos o debilitados, o partes de microbios―que no causan enfermedad pero que son
capaces de estimular una respuesta inmunitaria contra los microbios. Cuando el sistema
inmunitario se enfrenta a estas sustancias por medio de las vacunas, él responde a ellas, las
elimina del cuerpo y crea una memoria de ellas. Esta memoria inducida por la vacuna
permite que el sistema inmunitario reaccione rápidamente para proteger el cuerpo si es
infectado por el mismo microbio en el futuro.

Por mucho tiempo se ha reconocido el papel que desempeña el sistema inmunitario en la


defensa contra los microbios que causan enfermedades. Los científicos han descubierto
también que el sistema inmunitario puede proteger el cuerpo contra las amenazas que
representan ciertos tipos de células anormales, enfermas o dañadas, incluso las células
cancerosas (1).

http://www.cancer.gov/espanol/recursos/hojas-informativas/prevencion/vacunas/print 22/01/2015
Vacunas contra el cáncer - National Cancer Institute Page 2 of 13

¿Cómo estimulan las vacunas el sistema inmunitario?


2.
Los glóbulos blancos, o leucocitos, desempeñan un papel principal en las respuestas
inmunitarias. Estas células realizan muchas tareas necesarias para proteger el cuerpo contra
los microbios y las células anormales que causan enfermedades.

Algunos tipos de leucocitos rondan en la circulación y buscan invasores foráneos y células


enfermas, dañadas o muertas. Estos glóbulos blancos proporcionan un nivel general, no
específico, de protección inmunitaria.

Otros tipos de leucocitos, conocidos como linfocitos, ofrecen protección dirigida contra
amenazas específicas, tanto de un microbio específico como de una célula anormal o
enferma. Las células B y las células T citotóxicas (asesinas de células) son los grupos más
importantes de linfocitos responsables de llevar a cabo las respuestas inmunitarias contra
dichas amenazas.

Las células B producen anticuerpos; es decir, proteínas grandes secretadas que se adhieren a
los invasores foráneos y a las células anormales, los hacen inactivos y ayudan a destruirlos.
Muchas de las vacunas preventivas, incluso las vacunas contra el virus de la hepatitis B
(VHB) y contra el virus del papiloma humano (VPH), estimulan la producción de
anticuerpos que se adhieren a microbios específicos en los que se apuntan y bloquean su
capacidad de causar infección. Las células T citotóxicas, también conocidas como células T
asesinas, destruyen las células anormales o infectadas al emitir sustancias químicas tóxicas o
al impulsar a esas células a que se destruyan ellas mismas (proceso que se conoce como
apoptosis).

Otros tipos de linfocitos y leucocitos tienen funciones de apoyo para asegurar que las células
B y los linfocitos T citotóxicos desempeñan efectivamente su trabajo. Estas células de apoyo
incluyen a las células T colaboradoras y las células dendríticas, las cuales ayudan a que se
activen los linfocitos T citotóxicos y que reconozcan amenazas específicas.

Las vacunas de tratamiento para el cáncer están diseñadas para que funcionen al activar las
células B y los linfocitos T citotóxicos y al dirigirlos para que reconozcan y actúen contra
tipos específicos de cáncer. Hacen esto al introducir en el cuerpo, casi siempre por inyección,
una o varias moléculas llamadas antígenos. Un antígeno es una sustancia que estimula una
respuesta inmunitaria específica. Un antígeno puede ser una proteína u otro tipo de
molécula que se encuentra en la superficie o en el interior de una célula.

Los microbios son reconocidos por el sistema inmunitario como amenazas potenciales que
deben ser destruidas porque transportan antígenos foráneos o “extraños”. Al contrario, las
células normales del cuerpo tienen antígenos que las identifican como partes del mismo
individuo. Estos antígenos comunican al sistema inmunitario que las células normales no
son una amenaza y que debe ignorarlas (2).

Las células cancerosas pueden llevar en sí antígenos que las identifican como parte del
individuo y, al mismo tiempo, antígenos asociados con el cáncer. Estos antígenos asociados
con el cáncer marcan las células cancerosas como anormales, o foráneas, y pueden causar
que las células B y los linfocitos T citotóxicos emprendan un ataque contra ellas.

http://www.cancer.gov/espanol/recursos/hojas-informativas/prevencion/vacunas/print 22/01/2015
Vacunas contra el cáncer - National Cancer Institute Page 3 of 13

Las células cancerosas pueden también producir cantidades mucho más grandes de las que
producen las células normales de ciertos antígenos que las identifican como parte del
individuo. El sistema inmunitario puede ver abundancia de antígenos del mismo individuo
como algo foráneo y, por lo tanto, puede desencadenar una respuesta inmunitaria contra las
células cancerosas (1–6).

3. ¿Qué son las vacunas contra el cáncer?

Las vacunas contra el cáncer son medicamentos que pertenecen a una clase de sustancias
conocidas como modificadores de la respuesta biológica. Los modificadores de la respuesta
biológica trabajan al estimular o restaurar la capacidad del sistema inmunitario para
combatir las infecciones y enfermedades. Hay dos tipos generales de vacunas contra el
cáncer:

• Vacunas preventivas (o profilácticas), cuya finalidad es impedir que se forme


el cáncer en personas sanas; y

• Vacunas de tratamiento (o terapéuticas), cuya finalidad es tratar los cánceres


ya existentes al reforzar las defensas naturales del cuerpo contra el cáncer (7).

Dos tipos de vacunas preventivas están disponibles en los Estados Unidos (vea la pregunta
5) y una vacuna para el tratamiento del cáncer ha sido puesta a disposición recientemente
(vea la pregunta 8).

4. ¿Cómo funcionan las vacunas profilácticas?

Las vacunas profilácticas o preventivas se concentran en los gérmenes infecciosos que


causan o que contribuyen a que se presente el cáncer (8). Son semejantes a las vacunas
tradicionales que ayudan a prevenir enfermedades infecciosas como el sarampión o la polio
al proteger el cuerpo contra las infecciones. Tanto las vacunas profilácticas para el cáncer
como las vacunas tradicionales están basadas en los antígenos que llevan los gérmenes
infecciosos y que el sistema inmunitario fácilmente reconoce como foráneos.

¿Qué vacunas profilácticas para el cáncer han sido aprobadas en los


Estados Unidos?

5. La Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos (FDA) ha aprobado dos


vacunas, Gardasil® y Cervarix®, que protegen contra la infección por dos tipos de virus del
papiloma humano (VPH)—los tipos 16 y 18—que causan aproximadamente 70% de todos los
casos de cáncer de cuello uterino (cervical o de cérvix) a nivel mundial. Al menos otros 17
tipos de virus del papiloma humano son responsables de 30% de los casos restantes de
cáncer de cuello uterino (9). Los tipos 16 y 18 de VPH causan también algunos cánceres de
vagina, vulva, ano, pene y orofaringe (10).

Además, Gardasil protege contra la infección de otros dos tipos de VPH, 6 y 11, los cuales son
responsables de casi 90% de todos los casos de verrugas genitales en hombres y mujeres
pero no causan cáncer cervical.

http://www.cancer.gov/espanol/recursos/hojas-informativas/prevencion/vacunas/print 22/01/2015
Vacunas contra el cáncer - National Cancer Institute Page 4 of 13

Gardasil, producido por Merck & Company, se basa en los antígenos de VPH que son
proteínas. Estas proteínas se usan en el laboratorio para producir cuatro tipos distintos de
“partículas similares a virus” (virus-like particles, VLP), que corresponden a los tipos de
VPH 6, 11, 16 y 18. Los cuatro tipos de VLP se combinan para hacer la vacuna. Ya que
Gardasil se dirige a cuatro tipos de VPH, se dice que es una vacuna “cuadrivalente” (11). Al
contrario de las vacunas tradicionales, las cuales se producen ordinariamente con microbios
enteros debilitados, las VLP no son infecciosas. Sin embargo, las VLP en Gardasil todavía
pueden estimular la producción de anticuerpos contra los tipos 6, 11, 16 y 18 de VPH.

Cervarix, producida por GlaxoSmithKline, es una vacuna bivalente. Está compuesta por VLP
hechas con proteínas de los tipos 16 y 18 de los VPH. Además, hay algunas pruebas iniciales
que Cervarix provee protección parcial contra unos cuantos tipos de VPH que pueden causar
cáncer. Sin embargo, se necesitarán más estudios para comprender la magnitud y el impacto
de este efecto.

Gardasil ha sido aprobado para usarse en mujeres para la prevención del cáncer cervical, y
algunos cánceres de vulva y de vagina, causado por los tipos 16 y 18 de los VPH; así como
para usarse en hombres y mujeres para la prevención del cáncer de ano y tumores
precancerosos de ano causados por estos tipos de VPH. Gardasil ha sido aprobado también
para usarse en hombres y mujeres para la prevención de verrugas genitales causadas por los
tipos 6 y 11 de los VPH. La vacuna ha sido aprobada para estos usos en hombres y mujeres
de 9 a 26 años de edad. Cervarix ha sido aprobado para usarse en mujeres de 9 a 25 años de
edad para la prevención de cáncer cervical causado por los tipos 16 y 18 de los VPH.

La FDA ha aprobado también un tipo de vacuna preventiva que protege contra la infección
por el virus de hepatitis B (VHB). Una infección crónica por VHB puede resultar en cáncer
de hígado. La vacuna original contra el VHB fue aprobada en 1981, por lo que fue la primera
vacuna preventiva producida y comercializada con éxito. En la actualidad, la mayoría de los
niños en los Estados Unidos son vacunados contra el VHB un poco después de nacer (12).

¿Han sido asociados otros microbios con el cáncer?


6.
Muchos científicos creen que los microbios causan o contribuyen de 15% a 25% de todos los
cánceres que se diagnostican en el mundo cada año; los porcentajes son más bajos en los
países desarrollados que en los países en desarrollo (4, 8, 13).

La Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) ha clasificado varios


microbios como carcinogénicos (que causan o contribuyen a que se presente el cáncer en las
personas), incluso los VPH y el VHB (14). Estos gérmenes infecciosos, es decir bacterias,
virus y parásitos, y los tipos de cáncer con los que están relacionados más estrechamente se
encuentran en la tabla a continuación.

Gérmenes infecciosos Tipo de Cáncer relacionado


organismo

Virus de hepatitis B (VHB) Virus Carcinoma hepatocelular (tipo de


cáncer de hígado)

http://www.cancer.gov/espanol/recursos/hojas-informativas/prevencion/vacunas/print 22/01/2015
Vacunas contra el cáncer - National Cancer Institute Page 5 of 13

Virus de hepatitis C (VHC) Virus Carcinoma hepatocelular (tipo de


cáncer de hígado)

Tipos 16 y 18 de los virus del Virus Cáncer de cuello uterino (cérvix); cáncer
papiloma humano (VPH), así vaginal; cáncer vulvar; cáncer
como otros tipos de VPH orofaríngeo (cánceres de la base de la
lengua, de amígdalas o de garganta
superior); cáncer de ano; cáncer de
pene; carcinoma de células escamosas
de la piel

Virus de Epstein-Barr (VEB) Virus Linfoma de Burkitt; linfoma no


Hodgkin; linfoma de Hodgkin;
carcinoma nasofaríngeo (cáncer de la
parte superior de la garganta detrás de
la nariz)

Virus del herpes asociado Virus Sarcoma de Kaposi


con el sarcoma de Kaposi
(VHSK), también conocido
como virus del herpes
humano 8 (VHH8)

Virus linfotrópico humano Virus Leucemia o linfoma de células T en


de células T tipo 1 (VLHT-1) adultos

Helicobacter pylori Bacteria Cáncer de estómago; linfoma gástrico


de tejido linfoide asociado con la
mucosa (MALT)

Esquistosomas (Schistosoma Parásito Cáncer de vejiga


hematobium)

Trematodo hepático Parásito Colangiocarcinoma (Un tipo de cáncer


(Opisthorchis viverrini) de hígado)

¿Cómo se diseñan las vacunas de tratamiento para que funcionen?


7. Las vacunas de tratamiento de cáncer están diseñadas para tratar el cáncer que ya se ha
presentado. Se trata de hacer que las vacunas retrasen o detengan el crecimiento de las
células cancerosas; que reduzcan el tamaño del tumor; que impidan que regrese el cáncer; o
que eliminen las células cancerosas que no se han destruido con otras formas de
tratamiento.

http://www.cancer.gov/espanol/recursos/hojas-informativas/prevencion/vacunas/print 22/01/2015
Vacunas contra el cáncer - National Cancer Institute Page 6 of 13

La producción de vacunas terapéuticas efectivas contra el cáncer requiere un profundo


entendimiento de cómo interactúan las células del sistema inmunitario con las células
cancerosas. El sistema inmunitario no suele “ver” las células cancerosas como células
peligrosas o foráneas, como lo hace generalmente con los microbios. Por eso, el sistema
inmunitario no arma un ataque agresivo contra las células cancerosas.

Varios factores dificultan que el sistema inmunitario se apunte a cánceres que están
creciendo para destruirlos. Lo más importante es que las células cancerosas ya llevan
antígenos normales del individuo además de los antígenos específicos asociados con el
cáncer. Además, las células cancerosas experimentan a veces cambios genéticos que pueden
dar como resultado que pierdan los antígenos asociados con el cáncer. Por último, las células
cancerosas pueden producir mensajes químicos que suprimen las respuestas inmunitarias
contra el cáncer en los linfocitos T citotóxicos. Como consecuencia, aun cuando el sistema
inmunitario reconozca un cáncer creciente como una amenaza, es posible que ese cáncer
todavía se escape de un ataque agresivo por el sistema inmunitario (15).

La producción de vacunas efectivas de tratamiento ha resultado mucho más difícil e


intrigante que formular vacunas preventivas del cáncer (16). Para ser efectivas, las vacunas
de tratamiento del cáncer deben lograr dos objetivos. Primero, como las vacunas
tradicionales y las vacunas de prevención del cáncer, las vacunas de tratamiento del cáncer
deben estimular respuestas inmunitarias específicas contra el blanco correcto. Segundo, las
respuestas inmunitarias deben ser suficientemente poderosas para superar las barreras que
las células cancerosas usan para protegerse del ataque de las células B y de las células T
citotóxicas o asesinas.

Avances recientes en el entendimiento de cómo las células cancerosas se escapan de ser


reconocidas y atacadas por el sistema inmunitario proveen ahora a los investigadores los
conocimientos requeridos para diseñar vacunas de tratamiento del cáncer que pueden lograr
ambos objetivos (17, 18).

¿Ha aprobado la FDA algunas vacunas para el tratamiento del


cáncer?
8.
En abril de 2010, la FDA aprobó la primera vacuna de tratamiento del cáncer. Esta vacuna,
sipuleucel-T (Provenge®, producida por Dendreon), está aprobada para su uso en algunos
hombres con cáncer metastático de próstata. Está diseñada para estimular una respuesta
inmunitaria a la fosfatasa ácida prostática (prostatic acid phosphatase, PAP), un antígeno
que se encuentra en la mayoría de las células cancerosas de próstata. En un estudio clínico,
sipuleucel-T alargó la supervivencia de hombres con un cierto tipo de cáncer metastático de
próstata en cerca de 4 meses (19).

Al contrario de algunas otras vacunas de tratamiento del cáncer en proceso de formulación,


sipuleucel-T se formula para cada paciente. La vacuna es creada mediante el aislamiento de
células del sistema inmunitario llamadas células con indicios de antígeno (antigen-
presenting cells, APC) de la sangre de un paciente por medio de un procedimiento llamado
leucaféresis. Las células con indicios de antígeno se envían a Dendreon en donde se les hace
cultivo con una proteína llamada PAP-GM-CSF. Esta proteína consiste de PAP unida a otra

http://www.cancer.gov/espanol/recursos/hojas-informativas/prevencion/vacunas/print 22/01/2015
Vacunas contra el cáncer - National Cancer Institute Page 7 of 13

proteína llamada factor estimulante de colonias macrófagas granulocíticas (GM-CSF). Esta


última proteína estimula el sistema inmunitario e intensifica los indicios de antígeno.

Las células APC cultivadas con PAP-GM-CSF constituyen el componente activo de sipuleucel
-T. Las células de cada paciente se regresan al médico que está tratando al paciente y se
infunden en el paciente. Los pacientes reciben tres tratamientos, generalmente con
intervalos de 2 semanas, y cada tanda de tratamiento requiere el mismo proceso de
manufactura. Aunque no se conoce el mecanismo preciso de acción del sipuleucel-T, parece
que las células APC que han absorbido PAP-GM-CSF estimulan las células T del sistema
inmunitario para que destruyan células de tumor que expresan fosfatasa ácida prostática.

9. ¿Qué tipos de vacunas están siendo investigadas en los estudios


clínicos?

En los estudios clínicos, se están investigando vacunas para prevenir la infección por los
VPH y para tratar varios tipos de cáncer.

La lista de abajo incluye los tipos de cáncer en los que se están concentrando los estudios
clínicos activos de prevención o de tratamiento del cáncer que usan vacunas. También se
pueden realizar búsquedas en inglés.

Estudios clínicos activos sobre vacunas de tratamiento según tipo de cáncer:

• Cáncer de vejiga
• Tumores cerebrales
• Cáncer de seno
• Cáncer de cuello uterino (cervical)
• Cáncer de riñón
• Linfoma de Hodgkin
• Linfoma no Hodgkin
• Leucemia
• Cáncer de pulmón
• Melanoma
• Mieloma múltiple
• Cáncer de páncreas
• Cáncer de próstata
• Tumores sólidos

Estudios clínicos activos sobre vacunas profilácticas según tipo de cáncer:

• Cáncer de cuello uterino (cervical)


• Tumores sólidos

¿Cómo se producen las vacunas contra el cáncer?


10.
Todas las vacunas profilácticas aprobadas hasta la fecha por la FDA se producen con el uso
de antígenos que provienen de microbios que causan o contribuyen a la formación del
cáncer. Estos incluyen los antígenos de VHB y de tipos específicos de los VPH (vea la
pregunta 5). Estos antígenos son proteínas que ayudan a que se forme la superficie exterior

http://www.cancer.gov/espanol/recursos/hojas-informativas/prevencion/vacunas/print 22/01/2015
Vacunas contra el cáncer - National Cancer Institute Page 8 of 13

de los virus. Ya que solo se usa parte de estos microbios, las vacunas resultantes no son
infecciosas y, por lo tanto, no pueden causar la enfermedad.

Los investigadores están creando también versiones sintéticas de los antígenos en el


laboratorio para usarse en vacunas profilácticas de cáncer. Al hacer esto, suelen modificar la
estructura química de los antígenos para estimular respuestas inmunitarias que son más
fuertes que las causadas por los antígenos originales.

De manera semejante, las vacunas de tratamiento se producen mediante el uso de antígenos


de células cancerosas o de versiones modificadas de ellas. Los antígenos que se han usado
hasta la fecha incluyen proteínas, carbohidratos (azúcar), glicoproteínas o glicopéptidos, que
son combinaciones de carbohidratos y proteínas; y gangliósidos, que son combinaciones de
carbohidratos y lípidos.

Las vacunas de tratamiento del cáncer se están produciendo también mediante el uso de
células cancerosas destruidas o debilitadas que contienen un antígeno específico asociado
con el cáncer o células inmunitarias que se modifican para que expresen dicho antígeno.
Estas células pueden provenir del paciente mismo (lo que se llama vacuna autóloga como lo
es el sipuleucel-T) o de otra persona (lo que se llama vacuna alógena).

Otros tipos de vacunas de tratamiento del cáncer se producen mediante el uso de moléculas
de ácido desoxirribonucleico (ADN) o del ácido ribonucleico (ARN) que contienen
instrucciones genéticas para los antígenos asociados con el cáncer. El ADN o el ARN pueden
inyectarse solos en el paciente como una vacuna de “ácido nucleico desnudo” o los
investigadores pueden insertar el ADN o ARN en un virus inocuo. Después de que se inyecte
el ácido nucleico desnudo o el virus en el cuerpo, el ADN o el ARN es absorbido por las
células que empiezan a producir los antígenos asociados con el tumor. Los investigadores
esperan que las células produzcan una cantidad suficiente de antígenos asociados con el
tumor para estimular una fuerte reacción inmunitaria.

Los científicos han identificado un gran número de antígenos asociados con el cáncer, varios
de los cuales se están usando ahora para producir vacunas experimentales de tratamiento
del cáncer. Algunos de esos antígenos se encuentran en la superficie o dentro de muchos
tipos de células cancerosas o de la mayoría. Otros antígenos son únicos a tipos específicos de
cáncer (1, 5, 6, 18–22)

11. ¿Pueden los investigadores añadir ingredientes a las vacunas contra


el cáncer para hacerlas que funcionen mejor?

Los antígenos y las sustancias mencionadas en la pregunta 10 con frecuencia no son tan
potentes como para inducir la reacción inmunitaria para crear vacunas efectivas de
tratamiento del cáncer. Los investigadores suelen añadir otros ingredientes, conocidos como
adyuvantes, a las vacunas de tratamiento. Estas sustancias refuerzan las reacciones
inmunitarias que han sido activadas por la exposición a antígenos o de otras formas. Los
pacientes que reciben tratamiento experimental con una vacuna contra el cáncer a veces
reciben los adyuvantes separados de las vacunas (23).

Los adyuvantes que se usan en las vacunas contra el cáncer proceden de muchas fuentes
distintas. Algunos microbios, como la bacteria bacilo Calmette-Guérin (BCG), usada

http://www.cancer.gov/espanol/recursos/hojas-informativas/prevencion/vacunas/print 22/01/2015
Vacunas contra el cáncer - National Cancer Institute Page 9 of 13

originalmente como vacuna contra la tuberculosis, pueden servir de adyuvantes (24). Las
sustancias producidas por bacterias, como Detox B, se usan también con frecuencia. Los
productos biológicos derivados de organismos no microbianos pueden también usarse como
adyuvantes. Un ejemplo es la hemocianina de la lapa (KLH), la cual es una proteína grande
producida por un animal marino. Se ha demostrado que al unir antígenos a la hemocianina
de la lapa se aumenta su capacidad de estimular reacciones inmunitarias. Aun algunas
sustancias no biológicas, como un aceite emulsificado conocido como montanide ISA-51,
pueden usarse como adyuvantes.

Las citocinas naturales o sintéticas pueden usarse también como adyuvantes. Las citocinas
son sustancias producidas naturalmente por los glóbulos blancos para regular y perfeccionar
las respuestas inmunitarias. Algunas citocinas aumentan la actividad de las células B y de los
linfocitos T citotóxicos, mientras que otras citocinas suprimen la actividad de estas células.
Las citocinas que se usan con frecuencia en las vacunas de tratamiento del cáncer o que se
administran junto con ellas son la interleucina 2 (IL2, conocida también como aldesleucina),
el interferón alfa (INF-a) y el factor estimulador de colonias de granulocitos y macrófagos
(GM-CSF, también conocido como sargramostim) (vea la pregunta 8).

12. ¿Tienen las vacunas contra el cáncer efectos secundarios?

Las vacunas diseñadas para prevenir o para tratar el cáncer parecen tener propiedades de
seguridad comparables a las de vacunas tradicionales (6). Sin embargo, los efectos
secundarios de las vacunas para el cáncer pueden variar de una formulación de vacuna a la
otra y de una persona a la otra.

El efecto secundario causado por las vacunas contra el cáncer que se notifica con más
frecuencia es la inflamación en el lugar de la inyección e incluye el enrojecimiento, dolor,
inflamación, calor en la piel, comezón y a veces sarpullido.

A veces se experimentan síntomas parecidos a los de la gripe después de recibir una vacuna
contra el cáncer. Estos síntomas son fiebre, escalofríos, debilidad, mareos, náuseas o
vómitos, dolor muscular, fatiga, dolor de cabeza y ocasionalmente problemas para respirar.
La presión arterial puede también afectarse.

Otros problemas de salud más graves se han reportado en números más pequeños de
personas después de recibir una vacuna contra el cáncer. Es posible que estos problemas
hayan sido causados por la vacuna o no. Los problemas reportados son asma, apendicitis,
enfermedad inflamatoria de la pelvis y ciertas enfermedades autoinmunitarias como la
artritis y el lupus eritematoso sistémico.

Las vacunas, como cualquier otro medicamento que afecta el sistema inmunitario, pueden
causar efectos negativos que pueden poner la vida en peligro. Por ejemplo, han ocurrido
reacciones graves de hipersensibilidad (alérgicas) a ingredientes específicos de las vacunas
después de la vacunación. Sin embargo, esas reacciones graves son poco comunes.

¿Pueden combinarse las vacunas de tratamiento de cáncer con otros


tipos de terapia contra el cáncer?
13.

http://www.cancer.gov/espanol/recursos/hojas-informativas/prevencion/vacunas/print 22/01/2015
Vacunas contra el cáncer - National Cancer Institute Page 10 of 13

Sí. En muchos estudios clínicos con vacunas de tratamiento de cáncer que se están
realizando ahora, las vacunas se administran con otras formas de terapia. Las terapias que se
han combinado con las vacunas de tratamiento de cáncer son cirugía, quimioterapia,
radioterapia y algunas formas de terapia dirigida, incluso las terapias que se administran
con el fin de reforzar las reacciones inmunitarias contra el cáncer.

Varios estudios han sugerido que las vacunas de tratamiento de cáncer pueden ser más
efectivas cuando se dan en combinación con otras formas de terapia para el cáncer (21, 25).
Además, en algunos estudios clínicos, las vacunas de tratamiento de cáncer han parecido
que incrementan la efectividad de otras terapias contra el cáncer (21, 25).

Pruebas adicionales sugieren que la extracción quirúrgica de masas grandes de tumores


puede aumentar la efectividad de las vacunas de tratamiento del cáncer (25). En los
pacientes con enfermedad extensa, el cáncer puede agobiar el sistema inmunitario. La
extracción quirúrgica del tumor puede facilitar que el cuerpo presente una reacción
inmunitaria efectiva.

Los investigadores están también diseñando estudios clínicos que respondan preguntas tales
como si una vacuna específica de tratamiento de cáncer funciona mejor cuando se
administra antes de la quimioterapia, después de la quimioterapia o al mismo tiempo que la
quimioterapia. Las respuestas a estas preguntas proporcionarán información no solo sobre
la mejor forma de usar una vacuna específica contra el cáncer sino también indicarán
principios básicos adicionales que guíen la formulación futura de tratamientos combinados
que incluyan vacunas.

¿Qué otras investigaciones se están realizando?


14.
Aunque los investigadores han identificado muchos antígenos asociados con el cáncer, estas
moléculas varían mucho en su capacidad de estimular una fuerte reacción inmunitaria
contra el cáncer. La identificación de nuevos antígenos asociados con el cáncer que pueden
resultar más efectivos en estimular las reacciones inmunitarias que los antígenos ya
conocidos así como la creación de métodos para mejorar la capacidad de los antígenos
asociados con el cáncer para estimular el sistema inmunitario son dos áreas importantes de
investigación enfocadas en la creación de mejores vacunas de tratamiento del cáncer.
También se están realizando investigaciones para determinar cómo combinar muchos
antígenos dentro de una sola vacuna de tratamiento del cáncer para producir reacciones
inmunitarias óptimas contra esta enfermedad (26).

Quizá la ruta más prometedora de la investigación en vacunas contra el cáncer sea la de


entender mejor la biología básica implícita en cómo interactúan las células del sistema
inmunitario y las células cancerosas. Se están creando nuevas tecnologías como parte de este
esfuerzo. Por ejemplo, un nuevo tipo de tecnología de imágenes permite que los
investigadores observen la interacción entre linfocitos T citotóxicos y células cancerosas
dentro del cuerpo (27).

Los investigadores están tratando también de identificar los mecanismos por los que las
células cancerosas evaden o suprimen las reacciones inmunitarias contra el cáncer. Un
mejor entendimiento de cómo las células cancerosas manipulan el sistema inmunitario

http://www.cancer.gov/espanol/recursos/hojas-informativas/prevencion/vacunas/print 22/01/2015
Vacunas contra el cáncer - National Cancer Institute Page 11 of 13

podría conducir a la creación de nuevos fármacos que bloquean estos procesos y, con eso,
mejorar la efectividad de las vacunas de tratamiento de cáncer (28). Por ejemplo, algunas
células cancerosas producen señales químicas que atraen glóbulos blancos conocidos como
células T reguladoras, o Treg, al lugar del tumor. Las Treg liberan citocinas que suprimen la
actividad de los linfocitos T citotóxicos cercanos (21, 29). La combinación de una vacuna de
tratamiento para el cáncer con un fármaco que pudiera bloquear los efectos negativos de una
o más de estas citocinas supresoras en los linfocitos T citotóxicos podría mejorar la
efectividad de la vacuna al generar reacciones fuertes contra el tumor por parte de los
linfocitos T citotóxicos.

Bibliografía selecta

1. Pardoll DM. Cancer immunology. In: Abeloff MD, Armitage JO, Niederhuber JE, Kastan MB,
McKenna WG, editors. Abeloff's Clinical Oncology. 4th ed. Philadelphia: Churchill
Livingstone, 2008.

2. Murphy KM, Travers P, Walport M, editors. Janeway's Immunobiology. 7th ed. New York:
Garland Science, 2007.

3. Waldmann TA. Effective cancer therapy through immunomodulation. Annual Review of


Medicine 2006; 57:65–81. [PubMed Abstract]

4. Emens LA. Cancer vaccines: on the threshold of success. Expert Opinion on Emerging Drugs
2008; 13(2):295–308. [PubMed Abstract]

5. Sioud M. An overview of the immune system and technical advances in tumor antigen
discovery and validation. Methods in Molecular Biology 2007; 360:277–318. [PubMed
Abstract]

6. Pazdur MP, Jones JL. Vaccines: an innovative approach to treating cancer. Journal of
Infusion Nursing 2007; 30(3):173–178. [PubMed Abstract]

7. Lollini PL, Cavallo F, Nanni P, Forni G. Vaccines for tumour prevention. Nature Reviews
Cancer 2006; 6(3):204–216. [PubMed Abstract]

8. Frazer IH, Lowy DR, Schiller JT. Prevention of cancer through immunization: prospects and
challenges for the 21st century. European Journal of Immunology 2007; 37(Suppl 1):S148–
S155. [PubMed Abstract]

9. Doorbar J. Molecular biology of human papillomavirus infection and cervical cancer. Clinical
Science 2006; 110(5):525–541. [PubMed Abstract]

10. Parkin DM. The global health burden of infection-associated cancers in the year 2002.
International Journal of Cancer 2006; 118(12):3030–3044. [PubMed Abstract]

11. Lowy DR, Schiller JT. Prophylactic human papillomavirus vaccines. Journal of Clinical
Investigation 2006; 116(5):1167–1173. [PubMed Abstract]

12. U.S. Centers for Disease Control and Prevention. A comprehensive immunization strategy to
eliminate transmission of hepatitis B virus infection in the United States: recommendations
of the Advisory Committee on Immunization Practices (ACIP) Part 1: immunization of

http://www.cancer.gov/espanol/recursos/hojas-informativas/prevencion/vacunas/print 22/01/2015
Vacunas contra el cáncer - National Cancer Institute Page 12 of 13

infants, children, and adolescents. Morbidity and Mortality Weekly Report 2005; 54(No. RR
–16):1–31. [PubMed Abstract]

13. Mueller NE. Cancers caused by infections: unequal burdens. Cancer Epidemiology,
Biomarkers & Prevention 2003; 12(3):237s. [PubMed Abstract]

14. International Agency for Research on Cancer (2011). Agents Classified by the IARC
Monographs, Volumes 1–100. Retrieved November 15, 2011.

15. Rivoltini L, Canese P, Huber V, et al. Escape strategies and reasons for failure in the
interaction between tumour cells and the immune system: how can we tilt the balance
towards immune-mediated cancer control? Expert Opinion on Biological Therapy 2005; 5
(4):463–476. [PubMed Abstract]

16. Rosenberg SA, Yang JC, Restifo NP. Cancer immunotherapy: moving beyond current
vaccines. Nature Medicine 2004; 10(9):909–915. [PubMed Abstract]

17. Renkvist N, Castelli C, Robbins PF, Parmiani G. A listing of human tumor antigens
recognized by T cells. Cancer Immunology and Immunotherapy 2001; 50(1):3–15. [PubMed
Abstract]

18. Parmiani G, Russo V, Marrari A, et al. Universal and stemness-related tumor antigens:
potential use in cancer immunotherapy. Clinical Cancer Research 2007; 13(19):5675–5679.
[PubMed Abstract]

19. Kantoff PW, Higano CS, Shore ND, et al. Sipuleucel-T immunotherapy for castration-
resistant prostate cancer. New England Journal of Medicine 2010; 363(5):411–422.
[PubMed Abstract]

20. Parmiani G, De Filippo A, Novellino L, Castelli C. Unique human tumor antigens:


immunobiology and use in clinical trials. The Journal of Immunology 2007; 178(4):1975–
1979. [PubMed Abstract]

21. Finn OJ. Cancer immunology. The New England Journal of Medicine 2008; 358(25):2704–
2715. [PubMed Abstract]

22. Curigliano G, Spitaleri G, Dettori M, et al. Vaccine immunotherapy in breast cancer


treatment: promising, but still early. Expert Review of Anticancer Therapy 2007; 7(9):1225–
1241. [PubMed Abstract]

23. Chiarella P, Massi E, De Robertis M, Signori E, Fazio VM. Adjuvants in vaccines and for
immunisation: current trends. Expert Opinion on Biological Therapy 2007; 7(10):1551–
1562. [PubMed Abstract]

24. Herr HW, Morales A. History of Bacillus Calmette-Guérin and bladder cancer: an
immunotherapy success story. The Journal of Urology 2008; 179(1):53–56. [PubMed
Abstract]

25. Emens LA. Chemotherapy and tumor immunity: an unexpected collaboration. Frontiers in
Bioscience 2008; 13:249–257. [PubMed Abstract]

26. Schlom J, Arlen PM, Gulley JL. Cancer vaccines: moving beyond current paradigms. Clinical
Cancer Research 2007; 13(13):3776–3782. [PubMed Abstract]

http://www.cancer.gov/espanol/recursos/hojas-informativas/prevencion/vacunas/print 22/01/2015
Vacunas contra el cáncer - National Cancer Institute Page 13 of 13

27. Ng LG, Mrass P, Kinjyo I, Reiner SL, Weninger W. Two-photon imaging of effector T-cell
behavior: lessons from a tumor model. Immunological Reviews 2008; 221:147–162.
[PubMed Abstract]

28. Garnett CT, Greiner JW, Tsang KY, et al. TRICOM vector based cancer vaccines. Current
Pharmaceutical Design 2006; 12(3):351–361. [PubMed Abstract]

29. Zou W. Regulatory T cells, tumour immunity and immunotherapy. Nature Reviews
Immunology 2006; 6(4):295–307. [PubMed Abstract]

Revisión: 15 de noviembre de 2011

http://www.cancer.gov/espanol/recursos/hojas-informativas/prevencion/vacunas/print 22/01/2015

También podría gustarte