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2. Acelerar el aprendizaje:
• Qué hay que conocer de la nueva pega y la nueva organización? Y aprenderlo rápido.
• Demasiada información puede nublar. Mucho foco en lo técnico puede opacar aspectos políticos y
organizacionales relevantes. La cultura organizacional es uno de esos aspectos.
• La mayoría de los líderes falla en planear su aprendizaje, especialmente los que tienden a actuar compulsivamente.
Hay que pensar bien en la agenda de aprendizaje, ya que también hay que actuar simultáneamente.
• Cuales son los actores críticos, internos y externos, con quienes hay que hablar para definir que hay que aprender
y cómo hacerlo en una forma costo/efectiva.
5. Negociar el éxito: Esto es válido para todos aquellos que le reportan a algún jefe.
• El primer tema es las cosas que no hay que hacer con el jefe: trapear con el pasado (nada se gana con esto); esperar
que a uno lo llamen (uno es el que tiene que meterse a la agenda del jefe para informar, escuchar y negociar
metas); sorprender al jefe (peor que llevar malas noticias al jefe, es no llevárselas a tiempo); no llevar puros
problemas al jefe sin soluciones o caminos alternativos; ocupar el tiempo del jefe para contar TODO lo que se está
haciendo (el tiempo es más para explicar problemas, pedir ayuda o pedir zanjar algo en particular); tratar de partir
cambiando la forma como el jefe trabaja.
• Cosas que es bueno hacer con el jefe: Tomar el 100% de la responsabilidad para que la relación funcione; clarificar
mutuas expectativas seguido y en forma temprana; Negociar tiempo para hacer diagnóstico y generar planes;
apostar a ganancias o victorias tempranas en áreas importantes para el jefe; generar buenas redes de
comunicación con el equipo del jefe.
• Cinco son las conversaciones claves con el jefe: la del diagnóstico (cómo ve él la situación en relación a tú visión);
la de las expectativas (qué será considerado éxito, cómo se medirá, que tiempos tengo); la del estilo de trabajo
(cómo le gusta trabajar, comunicarse, recibir informes, etc.); la de los recursos necesarios (cuanto apoyo requieres
del jefe, cómo, que más); y la del desarrollo profesional y personal
6. Estructura alineada con la estrategia: Dentro de los primeros 90 días uno debiera ser capaz de identificar las
principales desalineaciones entre estructura y estrategia y crear un plan para suplir este defecto.
• Trampas comunes: emprender una re-estructuración sin entender los problemas de fondo; crear estructuras muy
complejas; mucha tecnología y poco re-ingenería; hacer cambios sin importancia estrategia (sólo por hacerlos);
sobreestimar la capacidad de los equipos de absorver cambios estratégicos.
• La nueva estructura debe estar al servicio de la nueva estrategia, y está al servicio de la nueva misión y meta. Los
elementos claves de una nueva estrategia son: clientes claves, capital o recursos necesarios, habilidades y
compromisos.
• Luego viene el análisis de los “gaps” o distancias entre: estrategia y estructura, entre esta y la cultura
organizacional, entre las anteriores y los recursos, etc.
• En cuanto a cambio cultural, cuatro son los elementos claves adicionales a un buen diagnóstico: cambiar la forma
de medir desempeño e incentivos asociados; establecer programas pilotos que anticipen nuevos estilos,
estrategias y formas de acción; traer gente nueva a puestos claves; promover el aprendizaje colectivo; planificar
en forma participativa.
7. Construir el equipo:
• No hay tarea más importante que construir un equipo de alto rendimiento. Para esto hay que evaluar
metódicamente a cada miembro del equipo, establecer nuevas formas de medir desempeño y crear prácticas que
promuevan el trabajo en equipo.
• Aquí se requiere un criterio muy agudo para evaluar que cambios hacer, cuando, cómo trabajar en varios frentes
a la vez, la importancia de la experiencia e historia, cuantos cambios resiste la organización, capacidad para
potenciar, cambiar y retener; crear espacios de fortalecimiento del equipo.
• Evaluación del equipo. Algunos criterios: competencia técnica, capacidad de juicio, energía, foco, relaciones
humanas y confianza.
• Re-estructuración del equipo. Luego de una evaluación completa, y sin perjuicio de las restricciones existentes,
hay que clasificar a todos los miembros del equipo en las siguientes categorías: mantener donde está; mantener
y desarrollar; mover a otra posición; observar por un rato; remover (bajar prioridad); remover (alta prioridad).
Para estas dos últimas categorías siempre se les puede cambiar lateralmente. Con todo, algo fundamental siempre
es mantener planes alternativos para TODOS y tratar a TODOS respetuosamente.
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8. Crear coaliciones
• Más allá de la verticalidad del mando, es importante mapear el espacio de influencias y actores, internos y
externos.
• Cuales son los actores críticos con los que hay que desarrollar relaciones rápidamente. Luego hacer un plan para
implementar dicho plan. Estos actores pueden ser públicos, o bien informales e incluso medios invisibles.
• La idea es crear coaliciones poderosos que permiten detener y vencer a quienes se oponen al proyecto, así como
potenciar el proyecto en cuestión.
• Otra tarea es identificar: los que apoyan (sea porque se sienten apoyados en sus intereses, porque te respetan o
porque ven mérito en las ideas), los opositores (estos lucharán en contra tuya independiente lo que uno haga
porque les gusta el statuquo, tienen miedo de no entender lo que viene, se sienten amenazados en sus valores,
amenazado su poder e intereses, o atacar a sus aliados) y los convencibles, tanto externos como internos a la
organización. La pregunta es como ponerse en los pies de ellos para pensar igual.
• Aquí el arte es diseñar opciones. Por ejemplo, toda persona está dispuesta a tolerar cierto malestar social a cambio
de un beneficio suficientemente atractivo. Entonces, la idea es como se compensa a potenciales perdedores para
hacer el cambio más digerible. Otra idea es convencer a las personas de que el cambio va a ocurrir con o sin ellos,
por lo que su mejor alternativa es en participar en el diseño de lo que viene.
• Cuando se requiere de la colaboración de varios, hay que hacer que la inacción no sea una alternativa posible.
Aquí son importantes los diseños para que nadie pueda estar inactivo: reuniones periódicas para revisar avances,
informes, compromisos públicos, hitos de implementación, todo para aumentar la presión psicológica para
avanzar.
• Cada nuevo aliado refuerza la base de apoyo. Es importante en invertir bien sobre quienes debieran ser los
primeros aliados.
9. Mantener el balance: No por mucho madrugar se amanece más temprano. Hay que tener presente que los
esfuerzos deben perdurar en el tiempo, y uno también.
• Hay que evitar errores comunes: perder rápidamente el foco (si lo importante no está siendo abordado, hay que
re-estructurar la agenda, ya que sólo algunos desafíos son VITALES); no establecimiento de barreras en relación
con el entorno; amarrarse demasiado con metas o estilos difíciles de cumplir; aislamiento (falta de tiempo para
conversar con otras personas o exceso de confianza sólo en el equipo íntimo); juicio sesgado o prejuiciado; evitar
las decisiones claves y difíciles de tomar por la sola falta de información perfecta; falta de equilibrio en la cantidad
de trabajo.
• Tres pilares para ser eficaz en transiciones: 1) Adoptar estrategias adecuadas en los 8 ámbitos ya enunciados; 2)
Reforzar disciplinas personales: Dedicar tiempo cada día para planificar (diaria, semanal, mensual y anualmente);
Pensar antes de correr a tomar compromisos; Dejarse tiempo diario para aquello que ya está definido como lo
más importante o la victoria temprana (o pepita de oro); tomar distancia para revisar como uno lo está haciendo;
Cómo mejorar los procesos en que estoy involucrado?; revisar el estado anímico personal para saber cómo se
está; Recordar que las transiciones son maratones no carreras de velocidad. 3) El tercer pilar es construir los
sistemas de apoyo: control de la organización, el frente familiar; Construir el sistema de asesoría y consejos (aquí
se requieren asesores técnicos, interpretes culturales y consejeros políticos, siempre en una adecuada mezcla
interno/externa)
10. Apoyar a todos en su proceso: La clave en cualquier organización es hacer que TODOS aceleren su proceso de
aprendizaje, planificación y trabajo para llegar cuanto antes a su máximo nivel de productividad. En esto todos
tenemos responsabilidad, para con nuestro jefe y nuestros subordinados. Las cinco conversaciones que mencioné
en el punto 5 valen para todos los niveles.