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Tema 3. Metabolismo de carbohidratos. Gluconeogénesis.

El cerebro humano, órgano glucosa dependiente, requiere un gasto de glucosa al día muy grande,
sin embargo, el suministro de glucógeno a partir de los depósitos orgánicos (como el músculo y el
hígado) no siempre es suficiente. Entre comidas y durante ayunos prolongados, o después de un
ejercicio vigoroso, el glucógeno se agota. Durante estos períodos, los organismos necesitan un
método para producir glucosa a partir de precursores no glucídicos, esto se logra a través de la
gluconeogénesis, encargada de convertir el piruvato y los compuestos relaciones de 3 y 4 carbonos
en glucosa. La síntesis de glucosa por precursores no glucídicos tiene 3 funciones importantes: (1)
Mantener el funcionamiento de algunos tejidos glucosa dependiente (SNC, eritrocitos, médula
adrenal, etc); (2) Mantener los valores de glicemia dentro de un rango estrecho durante el día, y
(3) Formar precursores para el almacenamiento de glucógeno.

Los precursores importantes de la glucosa son compuestos de 3 carbonos tales como el lactato,
piruvato, glicerol, así como ciertos aminoácidos. En los mamíferos la gluconeogénesis tiene lugar
principalmente en el hígado, y en menor extensión en la corteza renal y en las células epiteliales
que recubren el intestino delgado. La glucosa producida pasa a la sangre para abastecer otros
tejidos. Luego de un ejercicio vigoroso, el lactato producido por la glucólisis anaeróbica en el
músculo esquelético vuelve al hígado y se convierte en glucosa que vuelve de nuevo al músculo y
se convierte en glucógeno en un circuido denominado ciclo de Cori.

La gluconeogénesis y la glúcolisis no son rutas idénticas que transcurren en direcciones opuestas


aunque compartan varios pasos, 7 de las 10 reacciones enzimáticas de la gluconeogénesis son la
reacción inversa de la vía glucolítica. No obstante, hay 3 reacciones de la glucólisis que son
prácticamente irreversibles y que no pueden utilizarse en la gluconeogénesis: (1) la conversión de
glucosa en glucosa 6-fosfato por la hexoquinasa; (2) la fosforilación de la fructosa 6-fosfato a
fructosa 1,6-bifosfato por la fosfofructoquinasa-1 y (3) la conversión del fosfoenolpiruvato en
piruvato por la piruvato quinasa. En la gluconeogénesis los 3 pasos irreversibles se rodean
mediante un conjunto diferente de enzimas que catalizan reacciones que son suficientemente
exergónicas para ser irreversibles en la dirección contraria, es decir, en la dirección de síntesis de
la glucosa. La regulación independiente de las 2 rutas se consigue a través de controles ejercidos
sobre los pasos enzimáticos específicos propios de cada una.
Transformación de piruvato en fosfoenolpiruvato

La primera reacción de rodeo en la gluconeogénesis es la conversión del piruvato en


fosfoenolpiruvato. La fosforilación del piruvato se consigue mediante una secuencia de reacciones
de rodeo que requiere enzimas tanto del citosol como de la mitocondria. En primer lugar, se
transporta el piruvato desde el citosol a la mitocondria, o se genera dentro de la misma a partir de
la alanina por transaminación donde se transfiere el grupo α-amino de la alanina (que forma
piruvato) a un α-cetoácido carboxílico. Luego el piruvato se convierte en oxalacetato gracias a la
acción de la piruvato carboxilasa, que requiere como coenzima a la biotina. La piruvato carboxilasa
es la primera enzima reguladora en la ruta de la gluconeogénesis que requiere acetil-CoA como
efector positivo. El acetil-CoA se produce mediante la oxidación de ácidos grasos y su acumulación
indica la disponibilidad de ácidos grasos como combustible.

Debido a que la membrana mitocondrial no tiene transportador de oxalacetato, antes de ser


exportado al citosol, el oxalacetato debe ser reducido a malato mediando la acción de la malato
deshidrogenasa mitocondrial a expensas de NADH. La variación de energía libre estándar de esta
reacción es elevada, sin embargo, en condiciones fisiológicas la concentración de oxalacetato es
baja, por lo que la reacción es fácilmente reversible. El malato abandona la mitocondria mediante
una lanzadera específica de la membrana mitocondrial interna y una vez en el citosol, el malato se
reóxida a oxalacetato con producción de NADH citosólico.

El CO2 incorporado al piruvato en la reacción de la piruvato carboxilasa es la misma molécula que


se pierde en la reacción de la PEP carboxiquinasa. Esta secuencia de carboxilación-
descarboxilación representa una forma de activar el piruvato, de modo que la descarboxilación del
oxalacetato facilita la formación de PEP
La razón [NADH] /[NAD+] en el citosol a menor que en la mitocondria, debido a que el NADH
citosólico se consume durante la gluconeogénesis (en la conversión de 1,3-bifosfoglicerato en
gliceraldehído 3-fosfato), la biosíntesis de glucosa no puede tener lugar a menos que se suministre
NADH. El transporte de malato desde la mitocondria hasta el citosol y su reconversión allí en
oxalacetato tiene el efecto de transportar equivalentes de reducción en forma de NADH al citosol,
en donde son escasos. Esta ruta desde el piruvato al PEP proporciona entonces un equilibrio
importante entre el NADH producido y el NADH consumido en el citosol durante este proceso.

Cuando el lactato es el precursor gluconeogénico predomina un segundo rodeo del piruvato a PEP.
Esta ruta utiliza el lactato producido por la glucólisis en los eritrocitos o el músculo anaeróbico,
siendo importante después de un ejercicio vigoroso. La conversión de lactato en piruvato en el
citosol de los hepatocitos produce NADH, por lo que la exportación de equivalentes reductores (en
forma de malato) desde la mitocondria ya no es necesaria. Una vez transportado el piruvato
producido por la reacción de la lactato deshidrogenasa a la mitocondria, se convierte en
oxalacetato por acción de la piruvato carboxilasa. No obstante, este se convierte directamente en
PEP mediante una isoenzima mitocondrial de la PEP carboxiquinasa. Posteriormente se transporta
el PEP fuera de la mitocondria para continuar con la ruta gluconeogénica.

Conversión de la fructosa 1,6-bifosfato en fructosa 6-fosfato

La segunda reacción glucolítica que no puede participar en la gluconeogénesis es la fosforilación


de la fructosa 6-fosfato por parte de la PFK-1. Debido a que esta reacción es muy exergónica y, por
esto, irreversible en las células intactas, la generación de la fructosa 6-fosfato a partir de la
fructosa 1,6-bifosfato esta catalizada por una enzima diferente, la fructosa 1,6-bifosfatasa, enzima
dependiente de Mg++, que promueve la hidrólisis irreversible del fosfato en C1 y la transferencia de
un grupo fosfato al ADP.

Formación de glucosa a partir de la fructosa 6-fosfato

El tercero rodeo es la reacción final de la gluconeogénesis, la desfosforilación de la glucosa 6-


fosfato para obtener glucosa. Reacción inversa de la hexoquinasa, requiere la transferencia de un
grupo fosfato desde la glucosa 6-fosfato al ADP para generar ATP, lo que es una reacción
energéticamente desfavorable. La reacción catalizada por la glucosa 6-fosfatasa no requiere la
síntesis de ATP, sino que es una hidrólisis de un éster fosfato. Esta enzima es activada por Mg ++ y
se encuentra en la cara de la luz del REL de los hepatocitos y de las células renales y epiteliales del
intestino delgado, pero no en otros tejidos, que por tanto son incapaces de suministrar glucosa a
la sangre. Si otros tejidos tuvieran glucosa 6-fosfatasa, la actividad de la enzima hidrolizaría la
glucosa 6-fosfato, que es necesaria en estos tejidos para la glucólisis. La glucosa producida por la
gluconeogénesis en el hígado o en el riñón, o bien la ingerida con la dieta, se envía a todos los
tejidos glucosa dependientes a través del torrente circulatorio.

Mecanismo de generación de glucosa libre a partir de G6P

Regulación de la gluconeogénesis

 Regulación de la fosfofructoquinasa-2 (PFK-2):


Como ya sabemos, la concentración de la fructosa 2,6-bifosfato viene dada por las
velocidades relativas de formación y degradación. Se forma por la fosforilación de la
fructosa 6-fosfato catalizada por la fosfofructoquinasa-2 y se degrada por la fructosa 2,6-
bifosfatasa (FBPasa-2). Tanto la PFK-2 como la FBPasa-2 son parte de una sola proteína
bifuncional, el equilibrio entre ambas actividades en el hígado determina el nivel celular
de fructosa 2,6-bifosfato, que está regulado por glucagón e insulina. Por un lado, el
glucagón estimula la adenilato ciclasa del hígado formando AMPc, que a su vez activa la
quinasa dependiente de AMPc y transfiere un grupo fosfato desde el ATP a la enzima
bifuncional PFK-2/FBPasa-2. La fosforilación de esta proteína estimula la actividad del
dominio de la FBPasa-2, resultando en la inhibición de la glucólisis y un aumento en la
actividad de la gluconeogénesis, causando como consecuencia un aumento en la
producción de glucosa que permite al hígado reponer los niveles de glucosa en sangre. La
insulina por su parte tiene el efecto opuesto, el aumento de su concentración en sangre
activa una fosfoproteína fosfatasa que cataliza la eliminación del grupo fosfato de la
proteína bifuncional, estimulando la actividad del dominio de la PFK-2, incrementando la
concentración de fructosa 2,6-bifosfato y por ende estimulando la glucólisis e inhibiendo
la gluconeogénesis.

Integración de la regulación de la regulación de la gluconeogénesis y la glucólisis


Incorporación de sustratos gluconeogénicos

El lactato también es liberado por eritrocitos y otras células que carecen de mitocondrias o con
concentraciones bajas de oxígeno
Se forma DHAP (dihidroxiacetona fosfato) intermediario que puede ser introducido a la gluconeogénesis

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