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EL ARCA DEL PACTO Y LA SANTA LEY DE DIOS

Moisés Robles Jiménez

Introducción

En el centro del campamento Israelita dentro del sagrado tabernáculo; al ingresar en lo posterior del
lugar Santo, en el corazón del lugar Santísimo, se encontraba el mueble de hechura más sublime, de
valor incalculable, conteniendo lo más santo del reflejo del carácter de Dios. El arca del Pacto que
contenía las tablas de piedra de los diez mandamientos.

El tema del arca del pacto es de gran trascendencia para quien desea profundizar las enseñanzas de la
biblia. Lo primero que se debe comprender es que el arca del pacto en la tierra, estaba basada en el
arca del pacto celestial, la pluma inspirada lo describe así: “Así como en el Santuario terrenal había dos
compartimientos, el Santo y el Santísimo, así hay dos lugares santos en el Santuario celestial. Y el arca
que contiene la ley de Dios, el altar del incienso y otros instrumentos de servicio que se encontraban en
el Santuario terrenal también tienen su contraparte en el Santuario de arriba. En santa visión se le
permitió al apóstol Juan entrar en el cielo y allí él contempló el candelabro y el altar del incienso, y
cuando “el templo de Dios fue abierto” vio “el arca de su pacto”.. CES 18.3

Siguiendo la “maqueta celestial”

El arca de la tierra fue hecha siguiendo ese modelo celestial, la arquitectura de la misma, reflejaba para
la humanidad la existencia del arca original.

“Como se ha dicho, el Santuario terrenal fue construido por Moisés conforme al modelo que se le
mostró en el monte. “Era símbolo para el tiempo presente, según el cual se presentan ofrendas y
sacrificios”. Los dos lugares santos eran “figuras de las cosas celestiales”. Cristo, nuestro gran Sumo
Sacerdote, es el “Ministro del Santuario, y de aquel verdadero tabernáculo que levantó el Señor, y no el
hombre”. Hebreos 9:9, 23; 8:2…
….Nuevamente “el templo de Dios fue abierto en el cielo”, y vio el Lugar Santísimo detrás del velo
interior. Allí contempló “el arca de su pacto” (Apocalipsis 11:19), representada por el arca sagrada
construida por Moisés para contener la ley de Dios. Moisés hizo el Santuario terrenal “conforme al
modelo que había visto”. Pablo declara que “el tabernáculo y todos los vasos del ministerio” después de
haber sido hechos, eran símbolos de “las cosas celestiales”. Hechos 7:44; Hebreos 9:21, 23.. CES 39

Características y significados

Las instrucciones acatadas por el siervo de Dios se especifican en el libro de Éxodo capítulo 25

“Harán también un arca de madera de acacia, cuya longitud será de dos codos y medio, su anchura de
codo y medio, y su altura de codo y medio." (Ex 25:10)

Arca del hebreo “arón” caja, derivado de “ará” que significa recolectar. Esto revela el propósito y
función: “arón” = caja recolectora.

“Es posible que la palabra hebrea así traducida provenga de una raíz que significa "juntar", "reunir". Si
así fuera el "arca" sería una caja o un cofre en el cual se ponían las cosas que se deseaban guardar. La
palabra asiria aránu, relacionada con el vocablo hebreo en cuestión, significa "caja" y se deriva de la raíz
aramu, "cubrir".” CBA

En cuanto a las medidas se puede decir:

…Se sabe que el codo común egipcio medía 44,958 cm, y el codo real 52,324 cm. Los hebreos
probablemente conocían estas dos medidas, puesto que habían edificado ciudades egipcias. Desde la
época de Ezequías, los hebreos tenían un codo de unos 44 o 45 cm, que es el largo aproximado del
codo egipcio. Por eso se puede suponer que fue la medida usada en la construcción del tabernáculo.
Según esto, el arca habría tenido 1.11 m de largo y 0.67 m de ancho y de alto. CBA

El elemento material usado en la fabricación del arca fue la madera de acacia, este material era
recolectado de los recursos que el mismo pueblo disponía.

"Todo el que ofrecía ofrenda de plata o de bronce traía a Jehová la ofrenda; y todo el que tenía madera
de acacia la traía para toda la obra del servicio." (Ex 35:24)

Esto nos da una clara idea acerca del poco valor de la madera de acacia, ya que era de uso muy común
para el pueblo durante su estadía en el desierto; mencionándose como una alternativa para quien no
poseía los metales preciosos. Pero un hermoso significado esconde la instrucción del uso de este
material.

“La madera que se empleó en la construcción y en sus muebles era de acacia, la menos susceptible al
deterioro de todas las que había en el Sinaí...”CES 28

Algo que proporcionaría valor en la hechura de este sagrado mueble, es el recubrimiento de oro puro
que “escondería” la “humilde madera de acacia”

"Y la cubrirás de oro puro «por dentro» * y por fuera, y harás sobre ella una cornisa de oro alrededor."
(Ex 25:11)

“…todo estaba cubierto de oro, lo cual hacía aparecer al edificio como de oro macizo...” CES 28.1

Sin duda esto prefiguraba la forma humana de Cristo, revestida de su esencia Divina.

Así como la común madera de acacia era usada debido a su nulo deterioro; en la humanidad de Cristo,
jamás se observó deterioro alguno por el pecado. Su divinidad refulgió por sobre su humanidad.

Cristo vino a nuestro mundo, vistiendo su divinidad con la humanidad, a fin de que la humanidad
pudiese tocar a la humanidad, y la divinidad asir la divinidad. En medio del bullicio del egoísmo, podía
decir a los hombres: “Volveos a vuestro centro: Dios.” El mismo hizo posible para el hombre hacer esto,
ejecutando los principios del cielo. En la humanidad vivió la ley de Dios..” 4TS 327

"Fundirás para ella cuatro anillos de oro, que pondrás en sus cuatro esquinas; dos anillos a un lado de
ella, y dos anillos al otro lado." (Ex 25:12)

Anillos del heb. “Tabbaát” que revela el plan de Dios, de que este mueble debería de moverse
continuamente.
"Harás unas varas de madera de acacia, las cuales cubrirás de oro. Y meterás las varas por los anillos a
los lados del arca, para llevar el arca con ellas. Las varas quedarán en los anillos del arca; no se quitarán
de ella". (Ex 25:13-15)

"En aquel tiempo apartó Jehová la tribu de Leví para que llevase el arca del pacto de Jehová, para que
estuviese delante de Jehová para servirle, y para bendecir en su nombre, hasta hoy". (Dt 10:8)

El propiciatorio y la gran revelación

Sobre el arca del pacto, una de las cosas más grandiosas es la fabricación de la “tapa” la biblia le llama
“Propiciatorio.”

"Y harás un propiciatorio de oro fino, cuya longitud será de dos codos y medio, y su anchura de codo y
medio." (Ex 25:17)

Derivado de la palabra heb. “kafár” cuyo significado es condonar, reconciliar; aparece la palabra heb.
“kapóret” traducida como propiciatorio.

Técnicamente, el propiciatorio sería el lugar del perdón o de la reconciliación. Proceso que tendría su
acto por encima de la ley, ya que esta se encontraba a resguardo del propiciatorio.

En su momento, los pioneros lo describieron así: “Representaba la misericordia divina. En forma


significativa, el propiciatorio estaba hecho de oro puro, lo que implicaba que la misericordia es el más
precioso de los atributos divinos. Estaba ubicado por encima de la ley, así como la misericordia
sobrepuja a la injusticia (Sal 85:10, 89:14). Eran necesarios tanto el arca como su justicia como el
propiciatorio con su misericordia para revelar plenamente la manera como Dios procede con los
hombres. La misericordia sin la justicia es sentimentalismo débil, que subvierte todo orden moral. Por
otra parte, la injusticia sin la misericordia es severidad moral, impecable en la teoría, pero repugnante a
Dios y a los hombres”. CBA
Dos querubines fueron labrados con mano de artífice, y colocados como una misma pieza sobre esta
“tapa” llamada Propiciatorio.

El significado de los Querubines

La palabra heb. “Querub” hace referencia a un ser tan esplendoroso que sería fácil confundirlo con una
obra de la imaginación mental, dado a que la biblia, por mano de diferentes autores, los menciona en
repetidas ocasiones, podemos comprender que son un “tipo de Ángeles” que sirven a Dios.

"Harás también dos querubines de oro; labrados a martillo los harás en los dos extremos del
propiciatorio." (Ex 25:18)

¿Por qué eran necesarios estos “Querubhim” (plural de Querub) en la “tapa” del propiciatorio?
Siempre que la presencia del Padre, es manifestada al hombre, aparecen estos querubines para cubrir
con sus alas, la Santa Gloria procedente del maravilloso ser Divino. Sal 80:1, Isa 37:16, Ez 10:18-20,
11:22. La Gloria de Dios es mencionada por la palabra heb. “Shekinah”. Ahí entre los querubines, Dios
hablaba y manifestaba su poder, juicio y misericordia.

"Y cuando entraba Moisés en el tabernáculo de reunión, para hablar con Dios, oía la voz que le, hablaba
de encima del propiciatorio que estaba sobre el arca del testimonio, de entre los dos querubines; y
hablaba con él." (Núm 7:89)
Maravilloso es pensar que de la misma forma en que el sumo sacerdote ministraba una vez al año en el
lugar Santísimo frente al arca del pacto, en el cielo, el verdadero Tabernáculo, nuestro Señor Jesús
como verdadero Sumo Sacerdote, Intercede por nosotros hoy en día.

“Estaban los querubines cara a cara, pero mirando hacia el arca, en representación de toda la hueste
angelical que contemplaba con interés la ley de Dios. Entre los querubines había un incensario de oro y
cuando las oraciones de los santos, ofrecidas con fe, subían a Jesús, y él las presentaba a su Padre, una
fragante nube emanaba del incensario a manera de humo de bellísimos colores. Encima del sitio en
donde Jesús estaba ante el arca, había un brillantísimo resplandor que no pude mirar. Parecía el trono
de Dios. Cuando el incienso ascendía al Padre, el brillante esplendor bajaba del trono hasta Jesús y de él
se derramaba sobre aquellos cuyas plegarias habían subido como suave incienso. La luz fluía sobre
Jesús en copiosa abundancia y cubría el propiciatorio, mientras que el flujo de esplendor llenaba el
santuario. No pude resistir mucho tiempo el vivísimo fulgor. Ninguna lengua acertaría a describirlo.
Quedé anonadada, y me aparté de la majestad y gloria del espectáculo. 2TS 210

En el propiciatorio, entre los querubines que cubrían la gloria de Dios, donde la divinidad se
manifestaba al pueblo, habría de realizarse cada año, un acto simbólico que ilustraba las implicaciones
del perdón de Dios para el pecador.

“En el Día de la Expiación, el sumo sacerdote, llevando una ofrenda por la congregación, entraba en el
Lugar Santísimo con la sangre y la rociaba sobre el propiciatorio, encima de las tablas de la ley. En esa
forma los requerimientos de la ley, que exigían la vida del pecador, quedaban satisfechos.. “ CES 37

El arca y el propiciatorio eran el corazón mismo del santuario. Por encima del propiciatorio reposaba la
Shekinah, el símbolo de la presencia divina. Las tablas de la ley dentro del arca testificaban que el reino
de Dios está fundado sobre las normas inmutables de la justicia (Sal 97:2), la cual debe ser respetada
aún por la gracia divina. La gracia no puede concederse de manera que invalide la ley (Rom 3:31).
Cuando se perdona el pecado, deben también satisfacerse las exigencias de la ley en contra del
pecador. El propósito mismo del Evangelio es conseguir para el pecador el perdón de sus pecados por la
fe en un medio que no "invalida" la ley, sino que la "establece". Si bien las tablas dentro del arca
testificaban en contra del pueblo, el propiciatorio mostraba un camino por el cual podían satisfacerse
las exigencias de la ley y el pecador podría ser salvo de la muerte, el castigo decretado por la ley.
Basándose solamente en la ley, Dios y el hombre no pueden volver a unirse, puesto que el pecado nos
separa de él (Isa 59:1; Isa 59:2). Debe intervenir el propiciatorio rociado de sangre pues sólo podemos
acercarnos a Dios gracias a la mediación de Cristo en nuestro favor (Heb 7:25). CBA Éxodo 25:17

El contenido del arca: Una Ley inmutable

En esta arca, cuyo propósito era contener el pacto entre Dios y el hombre, ¿cuál es el pacto ahí
guardado? El apóstol Pablo lo declara:

"Tras el segundo velo estaba la parte del tabernáculo llamada el Lugar Santísimo, el cual tenía un
incensario de oro y el arca del pacto cubierta de oro por todas partes, en la que estaba una urna de oro
que contenía el maná, la vara de Aarón que reverdeció, y las tablas del pacto;" (He 9:3-4)

La vara de Aarón y el Maná, estaban también dentro del arca, pero los Diez Mandamientos, la Santa Ley
de Dios, eran el corazón de todo servicio del Santuario terrenal y también lo son en el Celestial. La ley,
es el centro de todo lo que condena al hombre, pero también de todo lo que se hace en favor de la
reconciliación del pecador, ya que la ley es reflejo del carácter de Dios.
"El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor." (1Jn 4:8)

El Evangelista Juan revela esa perfecta sintonía entre el amor de Dios, que nos conduce a la obediencia
de su ley, siendo en ese amor de la obediencia, la forma en que el hombre encuentra, en Cristo, la
propiciación de sus pecados.

"En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a
nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados." (1Jn 4:10)

Pablo también amonesta a la iglesia en asegurarse que el amor de Dios se está manifestando con
claridad.
"El amor no hace mal al prójimo; así que el cumplimiento de la ley es el amor." (Ro 13:10)

"Pues este es el amor a Dios, que guardemos sus mandamientos; y sus mandamientos no son
gravosos." (1Jn 5:3)

Ahora que hemos confirmado por la escritura, la existencia en el cielo, de un Arca del Pacto original,
podemos concluir que la ley que rige en aquel verdadero Tabernáculo, son los Diez Mandamientos
originales. Concluimos pues que la ley no pudo ser abolida en la muerte de Cristo ya que, frente al Arca
del Pacto Celestial, Cristo ministra en nuestro favor hoy.

Un día será tarde para entrar en el Pacto de la obediencia

"Y el templo de Dios fue abierto en el cielo, y el arca de su pacto se veía en el templo". (Ap 11:19)

“Nadie podía dejar de ver que, si el Santuario terrenal era una figura o copia del celestial, la ley
depositada en el arca en la Tierra era una transcripción exacta de la ley guardada en el arca del cielo; y
que aceptar la verdad relativa al Santuario celestial involucraba reconocer las exigencias de la ley de
Dios y la obligación de guardar el sábado del cuarto mandamiento”. CES 109

Esa ley celestial y universal, ha de ser pronto presentada ante el mundo entero, como garantía de la
vigencia de la ley moral que Dios entregó a la humanidad.

“El profeta dice: “Denunciarán los cielos su justicia; porque Dios es el juez.” Salmos 50:6.

Esta ley santa, justicia de Dios, que entre truenos y llamas fue proclamada desde el Sinaí como guía de
la vida, se revela ahora a los hombres como norma del juicio. La mano abre las tablas en las cuales se
ven los preceptos del Decálogo inscritos como con letras de fuego. Las palabras son tan distintas que
todos pueden leerlas. La memoria se despierta, las tinieblas de la superstición y de la herejía
desaparecen de todos los espíritus, y las diez palabras de Dios, breves, inteligibles y llenas de autoridad,
se presentan a la vista de todos los habitantes de la tierra.

Es imposible describir el horror y la desesperación de aquellos que pisotearon los santos preceptos de
Dios. El Señor les había dado su ley con la cual hubieran podido comparar su carácter y ver sus defectos
mientras que había aún oportunidad para arrepentirse y reformarse; pero con el afán de asegurarse el
favor del mundo, pusieron a un lado los preceptos de la ley y enseñaron a otros a transgredirlos.” CI 98

El Arca del Pacto o Arca de la Alianza es un recordatorio del perdón divino que, por la sangre de Cristo,
logra la reconciliación del hombre con Dios y lo conduce a la obediencia.
¿Cómo responder ante esta gran verdad?

La obediencia es la respuesta que corresponde de manera efectiva al amor inmerecido, al perdón dado
gratuitamente, a los regalos otorgados, eso es así entre el hombre y Dios e incluso entre nuestros
semejantes. De la manera que un padre da todo a su hijo sin llevarle una cuenta por la cual cobrar, aún
desde el nacimiento, cada moneda gastada se mira como una valiosa inversión y lo único que exige un
padre de su hijo como muestra de amor y lealtad es la obediencia a sus mandatos; de igual manera
nuestro Padre Celestial nos ha dado tantas bendiciones, motivado por su incomparable amor a
nosotros y Él también nos solicita únicamente la obediencia a su Santa Ley de amor.

Evidencia bíblica e histórica de esto, es el estudio del Arca del Pacto.

Hoy, el llamado de amor para el perdón, reconciliación, santificación y glorificación; el Pacto eterno que
Dios nos ofrece en los méritos de Cristo es: "Si me amáis, guardad mis mandamientos." (Jn 14:15)

Que ese pacto, confirmado también delante de la Gloria del Padre por medio del ministerio de Jesús
nuestro amante salvador, sea una realidad en nuestra vida.

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