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Arca del Pacto

El Arca del pacto (Tissot, 1896-1902).1

Según la tradición judía y cristiana, el arca de la Alianza era un cofre sagrado ubicado en el Lugar


Santísimo (enhebreo, Kodesh ha-Kodashím) del Tabernáculo, que más tarde se colocó en el Templo construido
por Salomón. Se hizo por mandato de Yahveh y según su diseño.
Según narra el Libro del Éxodo de la Biblia, dicho cofre contenía las Tablas de la Ley: tablas de piedra en las cuales
figuraban inscritos los Diez Mandamientos que Dios entregó a Moisés en el Monte Sinaí.
Los autores de la Biblia emplearon más de veinte expresiones diferentes para referirse al arca, siendo las más
comunes: “el arca de la Alianza” (en hebreo: ʼaróhn hab·beríth; en griego: ki·bō·tós tēs di·a·thḗ·kēs; 2 3 y “el arca del
testimonio”,4 expresiones que no son privativas de ningún escritor en particular y que se usan indistintamente.
Asimismo es conocida como arca del Convenio, arca del Pacto (en hebreo: ‫ )ארון הברית‬o arca de Yahveh.

Lo primero que Yahveh le detalló a Moisés, cuando le dio las instrucciones para construir el tabernáculo, fue el modelo
y el diseño del arca, dado que iba a ser el objeto principal y más importante no solo del tabernáculo, sino también de
todo el campamento de Israel. El cofre en sí mismo medía 2,5 codos de largo, 1,5 de ancho y 1,5 de alto (111 cm ×
67 cm × 67 cm) y estaba hecho de madera de acacia, revestido de oro puro tanto por dentro como por fuera.
Coronaba el arca un artístico “borde de oro” en forma de guirnalda “sobre ella [...] en derredor”. La segunda parte del
arca, su cubierta, estaba hecha de oro macizo, no meramente de madera revestida, y tenía la misma longitud y
anchura que el cofre. Sobre esta cubierta había montados dos querubines de oro de labor a martillo, uno a cada
extremo de la cubierta, con sus rostros vueltos el uno hacia el otro, las cabezas inclinadas y las alas extendidas hacia
arriba “cubriendo la cubierta protectoramente”. 5 A esta cubierta también se la conocía como “el propiciatorio” o
“cubierta propiciatoria”.6 7
Para transportar el arca, se suministraron largos varales, hechos también de madera de acacia revestida de oro e
insertados a través de dos anillos de oro a ambos lados del cofre. Como estos varales no se debían quitar de sus
anillos, nunca había necesidad de que los portadores del arca la tocaran. En las esquinas había cuatro “patas para
caminar, patas flexionadas como para caminar”, para que no se apoyase directamente en el suelo, aunque no se sabe
qué altura tenían.8 Parece que los anillos estaban montados justo por encima de las patas, o quizás sobre las
mismas.9 10 11 12
Bezalel y los hombres de corazón sabio que le ayudaban se apegaron a las instrucciones explícitas recibidas y
construyeron el arca con los materiales que el pueblo había contribuido. (Éx 35:5, 7, 10, 12; 37:1-9.) Un año después
del éxodo, finalizado y erigido el tabernáculo, Moisés puso dentro del arca las dos tablas de la Ley. (Deuteronomio
10:1-5 menciona que durante unos pocos meses, desde el momento en que Moisés recibió las tablas de la Ley en la
montaña hasta que se trasladaron al arca construida por Bezalel, estuvieron guardadas en un arca provisional de
madera de acacia hecha con ese fin.) Seguidamente, Moisés introdujo los varales por los anillos del arca, le colocó la
cubierta y la llevó al tabernáculo. Una vez allí, puso en su lugar la pantalla que separaba el Santo del Santísimo y
después, como parte de la ceremonia inaugural, ungió con aceite el arca y todos sus utensilios. A partir de entonces,
siempre que los sacerdotes desmontaran el tabernáculo para levantar el campamento, emplearían la misma pantalla
divisoria, además de una cubierta de pieles de foca y una tela azul, para cubrir el arca con el fin de impedir que el
pueblo la mirase ‘por el más mínimo momento, y por lo tanto muriese’. (Éx 40:3, 9, 20, 21; Nú 3:30, 31; 4:5, 6, 19, 20;
7:9; Dt 10:8; 31:9; véase Tabernáculo.)

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