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ESCUELA DE DERECHO

CARRERA:

BACHILLERATO EN DERECHO

CURSO:

DERECHO INTERNACIONAL

TEMA:

TRABAJO DE INVESTIGACIÓN GRUPAL CORTO

PROFESOR:

ESTEBAN LEMUS LAPORTE

ESTUDIANTE:

MARÍA EUGENIA ARAYA SEGURA

MERRY MATA MORA


RÉGIMEN DE INTERRELACIÓN FAMILIAR: EL DERECHO DE RELACIONARSE CON
LOS SERES QUERIDOS
El Régimen de interrelación familiar, es el derecho supremo que tienen las personas
menores de edad, adultos mayores, personas con discapacidad, etc. de mantener
contacto o compartir con su familia que no deben ser separadas de ella, es popularmente
conocido como “régimen de visitas”, y es un proceso relativamente simple pero que
conlleva muchos factores, va mucho más allá del derecho, tiene que ver con cuestiones
sociales y dinámicas familiares.
El Régimen de interrelación familiar es un proceso que se puede dar en diferentes áreas,
en el espacio administrativo, a cargo del Patronato Nacional de la Infancia (PANI) o por
medio de centros de mediación, por medio de espacio notarial, por acuerdo de ambas
partes, y más comúnmente, se da en espacio judicial, en los juzgados de familia del país.
Este Régimen está regulado en la Convención de los Derechos del Niño, en el Convenio
de Aspectos Civiles de Sustracción Internacional de Menores, en la Convención
Interamericana de Restitución Internacional de Menores, en el Código de Familia (art. 56 y
152), y en el Código de Niñez y Adolescencia. También tiene una mención en la Ley
contra la Violencia Doméstica y en la Ley Integral de la Persona Adulta Mayor.
¿QUIÉNES PUEDEN HACER LA SOLICITUD DEL RÉGIMEN?
Un padre o una madre que no viva con la persona menor de edad, un hijo o una hija que
no vive con su padre/madre adulta mayor y quiere verlos, un hermano mayor que por
alguna razón se le ha obstaculizado ver a su hermano menor, un abuelo o abuela que no
puede ver a sus nietos, inclusive un padrastro o madrastra el cual se separa de su pareja
y no le permite ver a sus hijos, en fin, cualquier persona que desee reestablecer un
vínculo con un pariente de cualquier tipo.
Para la Licenciada Myrna Jiménez, abogada especialista en derecho familiar, La finalidad
del régimen es lograr restaurar y dar un espacio para que familiares se vinculen.
Lo importante de este proceso es que deviene cuando hay relaciones rotas, desacuerdos,
o crisis familiares, y el régimen es una forma restaurativa de estos conflictos y crisis. “Hay
muchos conflictos, porque la mayor parte del tiempo uno de los padres no permite que el
otro, que no vive con ellos, vea al niño por alguna razón”.
El Régimen de interrelación familiar está destinado para establecer relación con ese
pariente con el que no se puede tener contacto por esa ruptura o conflicto familiar.

¿Qué pasa cuando el menor, o persona con el derecho ya no quiere ver a la persona
en el régimen?
En los procesos de asignación de régimen de interrelación familiar hay un elenco de
elementos probatorios que deben ser cumplidos antes de aprobarlo, entre ellos está la
entrevista con la persona menor de edad. Cuando el niño o niña refiere que no quiere ver
a su padre o madre, el régimen normalmente es retirado por el juez.
Para solicitar un régimen de visitas la persona solicitante debe interpone una demanda
formal en el Juzgado de Familia respectivo que debe ser autenticada por un abogado. En
esta demanda inicial, es importante que se solicite un régimen de interrelación provisional,
esto obligará al Juez, basado en las pruebas iniciales, a dictar un régimen que le permitirá
a la parte afectada relacionarse con su pariente mientras se resuelve el proceso. Después
de eso solo se debe esperar a las audiencias y a la resolución por parte del juez.
El establecimiento de regímenes como el de interrelación familiar, ayuda a las personas a
solventar el derecho de relacionarse y formar parte de la vida de sus seres queridos. Es
un proceso jurídico que ha mejorado la relación familiar de cientos de personas, y que
recalca la utilidad y eficiencia de nuestro sistema jurídico.
LA ALIENACIÓN PARENTAL SÍ EXISTE
Es decir, por un lado, el derecho de familia en Costa Rica reconoce que la alienación
parental sí existe: entendida como una conducta derivada de la ruptura familiar que se
manifiesta en un distanciamiento o rechazo de los y las hijas hacia la relación con uno de
sus progenitores generalmente el padre, en el contexto de conflictos post ruptura de
pareja, pero no a la existencia de un lavado de cerebro de una madre perversa.
Por otro lado, la teoría que concibe a la AP como un “síndrome” tiene un error de
generalización que consiste en afirmar que una consecuencia de la ruptura del vínculo
familiar es la inexorable existencia de una “sed de venganza” de uno de los progenitores -
en particular la madre-, pues “ideológicamente parte del supuesto de que son las madres
quienes son vengativas, enfermas y proyectan problemas de su infancia en el contexto de
la ruptura. Inclusive, Richard Gardner (autor de la teoría del SAP) luego aclaró que “los
hombres también pueden ser alienadores”. No obstante, el SAP no cuenta con aval
científico y tampoco ha sido reconocido como un síndrome, aunque sí ha sido reconocida
la alienación parental por el derecho de familia costarricense, como una conducta
producto de una ruptura familiar.
Ahora bien, en la actualidad, la alienación parental como un comportamiento que surge en
el núcleo familiar, es atendido por el derecho de familia y en particular por los órganos
administrativos y judiciales competentes en nuestro país, mediante entrevistas
directamente efectuadas por jueces y juezas de familia o bien mediante pericias forenses
de profesionales de Trabajo Social y Psicología, tal y como lo establece el actual artículo
105 del Código de la Niñez y Adolescencia respecto a la opinión de personas menores de
edad. Cabe destacar que más allá de las diferencias entre los progenitores, en estas
entrevistas no se procura únicamente la protección de los derechos de los padres sino
fundamentalmente los derechos humanos y el mejor interés de la persona menor.
RESÚMENES DE SENTENCIAS
SENTENCIA #1
Resolución Nº 12019 – 2006
Fecha de la Resolución: 16 de agosto del 2006 a las 4:32 p. m.
Expediente: 05-012129-0007-CO
Redactado por: Luis Fernando Solano Carrera
Clase de asunto: Acción de inconstitucionalidad
Control constitucional: Sentencia estimatoria
Analizado por: SALA CONSTITUCIONAL
Sentencia con Voto Salvado
Sentencia con datos protegidos, de conformidad con la normativa vigente

Contenido de Interés:
Tipo de contenido: Voto de mayoría
Rama del Derecho: 3. ASUNTOS DE CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD
Tema: FAMILIA
Subtemas:
 NO APLICA.
12019-06. EXCLUSION DE LA PATRIA POTESTAD POR ACUDIR A PROCEDIMIENTO DE
FILIACION. Artículo 156 del Código de Familia.
Conclusión. La norma es inconstitucional por lesionar el derecho de defensa, el principio
de igualdad, los principios de razonabilidad, racionalidad y proporcionalidad, así como los
derechos del niño a conocer y relacionarse con sus padres y los de estos, a ejercer los
derechos derivados de la patria potestad en relación con su hijo. La circunstancia de que
un padre o una madre hayan sido demandados para demostrar una determinada filiación,
no es motivo suficiente para excluirlos “in limine” del ejercicio de la patria potestad por las
razones ya expuestas. El desarrollo integral del menor requiere la presencia de ambos
progenitores y el ordenamiento debe apoyar ese esfuerzo. De ahí que la suspensión o
terminación de la patria potestad debe disponerse de conformidad con lo establecido en
los artículos 158 y 159 del Código de Familia, siguiendo el procedimiento correspondiente.
Los Magistrados Calzada y Cruz salvan el voto y declaran sin lugar la acción.
Por tanto:
Se declara CON LUGAR la acción. En consecuencia, se anula el artículo 156 del Código
de Familia. Esta sentencia tiene efectos declarativos y retroactivos a la fecha de vigencia
de la norma anulada, sin perjuicio de derechos adquiridos de buena fe. Reséñese este
pronunciamiento en el Diario Oficial La Gaceta y publíquese íntegramente en el Boletín
Judicial. Notifíquese.
Los Magistrados Calzada y Cruz salvan el voto y declaran sin lugar la acción con
fundamento en las siguientes consideraciones:

En criterio de los suscritos la norma impugnada no resulta desproporcionada, ni lesiona


los derechos fundamentales alegados. Para efectos de mayor comprensión se cita la
norma en cuestión:
“Artículo 156.- Exclusión para ejercer la patria potestad
Consideramos razonable que la norma sujete el ejercicio de la patria potestad de una
persona -que se vio obligado a reconocer a su hijo-, a la valoración posterior de un
Tribunal para que éste se manifieste sobre la conveniencia de dicho ejercicio frente al
menor. Recordemos los atributos que implica la patria potestad: guarda, crianza,
educación, representación y administración de bienes del menor. Ciertamente los
derechos del padre a practicarse la prueba de ADN constituye parte del ejercicio del
debido proceso, en razón del régimen de responsabilidad que implica la paternidad, sin
embargo, la norma en cuestión lo que tutela en este caso es al menor, pues en principio
resulta difícil pensar en otorgar todos los atributos que implica la patria potestad en forma
directa al progenitor que por una u otra razón no ha tenido relación con el menor, o peor
aún, con quien no ha establecido un lazo afectivo o de responsabilidad hacia él o ella. Esa
precaución, es precisamente la que se debe tener en atención al interés superior del
menor y por ello resulta razonable que la posibilidad de ejercer la patria potestad sea
previamente declarada por un Tribunal, una vez que valore las condiciones por las cuales
esa persona no asumió la paternidad desde un inicio y su vínculo respecto al menor.
Nótese que no se le está negando el derecho a ese padre de familia, sino que se está
sujetando el ejercicio del mismo a una condición, en virtud de que la situación por la cual
asumió la paternidad así lo amerita. A diversas situaciones, no se les puede dar igualdad
de trato. Así las cosas y por las razones expuestas es que consideramos que la norma
impugnada no resulta inconstitucional.

SENTENCIA #2

Clase de Asunto Consulta judicial

Exp: 07-016347-0007-CO
Res. Nº 2008-006813
SALA CONSTITUCIONAL DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA. S.J., a las
diecisiete horas y cincuenta y seis minutos del veintitrés de abril del dos mil ocho.
Consulta judicial de constitucionalidad formulada por EL JUZGADO DE FAMILIA DEL
SEGUNDO CIRCUITO JUDICIAL DE SAN JOSÉ, por resolución de las 13:00 hrs. del 6
de noviembre de 2007, en el proceso especial de filiación, tramitado en el expediente
000000000 de 0000000 contra 00000, de los artículos 73 y 86 del Código de Familia.
Intervino la PROCURADORÍA GENERAL DE LA REPÚBLICA.
RESULTANDO: OBJETO DE LA CONSULTA. El juez de familia estima que existen dudas
razonables sobre la constitucionalidad de las normas consultadas, por contrariar el
principio de igualdad y no discriminación de los hijos, consagrado en el artículo 53 de la
Constitución Política. El consultante explica que, en los casos de impugnación de
paternidad de hijos matrimoniales con posesión notoria de estado, el artículo 73 del
Código de Familia establece un plazo de caducidad de un año, contado a partir del
momento en que se tuvo conocimiento de los hechos que fundamentan la demanda.
Alega que, sin embargo, el artículo 86 del Código de cita, establece que en los casos de
impugnación de paternidad de los hijos reconocidos o extramatrimoniales con posesión
notoria, no existe un plazo de caducidad, por lo que a pesar de tener conocimiento de la
falsedad o error, la filiación puede ser impugnada en cualquier momento, causando una
disminución en los derechos del menor, en virtud de la inseguridad jurídica, la falta de
identidad y la pérdida de derechos provenientes de la relación parental. Aunado a lo
anterior, considera que la regulación que se hace en las normas consultadas brinda un
trato discriminatorio a los hijos extramatrimoniales, pues, otorga una mayor protección a
los hijos concebidos dentro del matrimonio.
VOTO SALVADO. Los M.A. y S. salvan el voto y evacuan la consulta judicial en el
sentido que el párrafo segundo del artículo 86 no es inconstitucional.
POR TANTO:
Se evacua la consulta judicial de constitucionalidad en el sentido que el artículo 86,
párrafo segundo, del Código de Familia es inconstitucional, al establecer un plazo de
caducidad de la pretensión de impugnación de paternidad -hasta que el menor adquiera la
mayoridad- diferente al establecido en el artículo 73 de ese mismo cuerpo normativo -un
año a partir del momento en que tuvo conocimiento de los hechos que le sirven de
fundamento para la impugnación existiendo posesión notoria de estado- por lo que resulta
discriminatorio para los hijos extramatrimoniales menores de edad que han estado en
posesión notoria de estado. En consecuencia, el plazo de caducidad para que un tercero
interesado impugne el reconocimiento de los hijos extramatrimoniales que estuvieren en
posesión notoria de estado, será el establecido en el artículo 73, párrafo segundo,
del Código de Familia. Esta consulta tiene efectos declarativos y retroactivos a la fecha de
vigencia de la norma impugnada, salvo derechos adquiridos de buena fe, situaciones
jurídicas consolidadas por prescripción, caducidad o cosa juzgada. R. en el Diario Oficial
La Gaceta y publíquese íntegramente en el Boletín Judicial. Los M.A. y S. salvan el voto y
evacuan la consulta en el sentido que el párrafo segundo del artículo 86 no es
inconstitucional.
SENTENCIA #3

Sentencia nº 00773 de Sala 2ª de la Corte Suprema de Justicia, de 11 de diciembre de


2003

ANTECEDENTES
M.F.C. incoó demanda en contra de A.U.A. y M.H. Sánchez. Exponiendo que: 1.-mantuvo
una relación con la señora U.A., por varios años, cuando era soltera, quedando
embarazada en 1994. 2.- durante todo el embarazo permanecieron juntos, pese a que no
convivían; yendo incluso varias veces donde el médico, para los exámenes
correspondientes–ultrasonidos y de laboratorio-, para corroborar que no existía ningún
problema con el embarazo y que el niño estaba bien. 3.-fruto de esa relación nació el
menor P.A., el 24 de agosto de 1995.Luego de su nacimiento, siempre lo trató como su
hijo, presentándolo como tal a familiares y amigos suyos y de la madre. Asimismo se
hacía cargo de sus gastos médicos y demás cosas que necesitara. 4.-Como se aprecia en
fotografías adjuntas, desde antes del nacimiento y después de éste, permaneció al lado
de la madre y su hijo; inclusive en sus cumpleaños y ocasiones especiales. Siempre iba a
visitarlo y salían de paseo, sólo con el niño o, en compañía de familiares de la madre. 5.-
desde el primer momento su intención fue que su hijo llevara sus apellidos, pero su madre
le decía que debían dar tiempo; sin comprender nunca el motivo pues estaban en buenas
relaciones y él así lo quería. 6.- ante su insistencia para que le permitiera reconocer al
menor, ella le dijo que primero debían someterse a un examen de sangre para corroborar
la paternidad. El accedió, como era de esperar, y se presentaron al Laboratorio Sáenz-
Renauld; y luego de practicarse los exámenes necesarios, quedó asegurado que él era el
padre biológico. 7.- Aún después de esta situación, ella seguía insistiendo en que debían
esperar antes de reconocer al menor, poniendo como excusa, que ello le ocasionaría
problemas con sus padres, pero que podía seguir visitándolo cuando quisiera y salir con
él de paseo. 8.- El año pasado la señora U.A. contrajo matrimonio con el señor M.H. y
luego procedieron a reconocer al menor como hijo de éste, lo cual no es cierto que lo sea.
9.- Se sintió sorprendido y afectado por esa forma de actuar de la madre y finalmente
comprendió el porqué de su negativa a que reconociera a su hijo. 10.- A la fecha ya hace
dos meses que no le permiten visitarlo siquiera. Solamente le atendían por teléfono para
darle información de cómo se encontraba el menor, lo que ya no se da tampoco, por lo
que teme perder el vínculo que tenían. El señor H. lo presenta como su hijo, cosa que a
todas luces es falsa. 11.- luego de varias conversaciones con la señora A.U., ésta le dijo
que estaba dispuesta a que él lo reconociera. Sin embargo por haber sido engañado en el
pasado, no quiere tomar el riesgo de confiar en ella nuevamente. Asimismo, le amenazó
con nunca más volver a ver a su hijo en caso de que presentara alguna demanda para
aclarar lo ocurrido. Por lo que solicita se declare con lugar la presente demanda,
ordenándose cancelar el asiento de reconocimiento, por haberse hecho mediante
falsedad y se proceda a la inscripción del menor con sus apellidos. Específicamente: se
declare sin lugar el reconocimiento hecho mediante error. Asimismo, se haga la aclaración
correspondiente ante el Registro Civil, Sección de Nacimientos, y se tenga al menor P.A.
como su hijo y por lo tanto lleve sus apellidos. Asimismo, se le permita visitar al menor
durante el proceso y pueda llevarlo de paseo, con el fin de no perder la relación que
existía entre ambos. También solicita se dicte prohibición de salida del país contra los
demandados, así como contra el menor, con el fin de evitar que lo puedan sacar del país
(folios 4 a 6 y 7).La codemandada U.A. opuso la excepción de incompetencia por razón
del territorio (folio 11). Siendo resuelta interlocutoriamente (folio 65). Asimismo, contestó
negativamente la demanda y opuso las excepciones de falta de derecho, falta de
legitimación, falta de interés actual y la genérica de sine actione agit (folios 20 a 24). El
codemandado H.S. se apersonó pero no contestó en tiempo la demanda, siendo
declarado rebelde (folio 74).El A quo resolvió: “POR TANTO: De acuerdo con lo dicho, se
decide: EXCEPCIONES: Se rechazan las excepciones de falta de derecho, falta de
legitimación, falta de interés y sine actione agit. PRETENSIONES: Se acoge la demanda
de impugnación de reconocimiento planteada por MARCO FUNES CHANG contra
A.M.U.A. y M.H.S., de manera tal que se deja sin efecto el reconocimiento realizado por el
señor M.H. S. en relación con el niño P.A. actualmente de apellidos H.U. – Se declara que
el padre del niño P.A. –actualmente de apellidos H.U.– es el actor, M.F.C. No ha lugar por
el momento a un régimen de visitas. - No ha lugar a decretar impedimento de salida del
país a los demandados. - Se decreta impedimento de salida del país del niño P.A..- Así se
comunicará a la Dirección General de Migración y Extranjería, a la firmeza de esta
resolución.- NOTIFICACION AL DEMANDADO REBELDE QUE SE APERSONO: Al
demandado M.H.S., a quien se declaró rebelde, dado que se apersonó a los autos, no
corresponde notificarlo personalmente o en su casa de habitación. INSCRIPCION: A la
firmeza, inscríbase el presente fallo en el Registro Civil, Sección de Nacimientos de H.,
tomo doscientos veintiocho, página ciento ocho, asiento doscientos dieciséis, que es el
asiento de inscripción de P.A. COSTAS: Se resuelve sin especial condenatoria en costas.-
NOTIFIQUESE.” (folios 143 a 175). Por parte de la codemandada U.A. se interpuso
recurso de apelación y nulidad concomitante (folios 239 y 247 a 250). Y, el Tribunal de
Familia de San José, mediante sentencia No. 184-03, de las 10:10 horas del 12 de febrero
del dos mil tres, resolvió:
POR TANTO: Se rechaza la nulidad, y se confirma la sentencia.” (folios 253 a 258). Fallo
del cual recurre la señora U.A., para ante esta S., por violación directa de la ley de fondo.
Recurso que fundamenta en lo siguiente.
En consecuencia, nos apartamos del criterio de nuestros compañeros, revocamos la
sentencia impugnada y, en su lugar, desestimamos la demanda en todos sus extremos,
acogiéndose a su respecto la excepción de sine actione agit, entendida como falta de
derecho y falta de legitimación en la causa activa. Se resuelve el asunto sin especial
condena en costas.

EL SÍNDROME DE ALIENACIÓN PARENTAL (SAP)POSICIÓN DEL COLEGIO DE


PSICÓLOGOS DE COSTA RICA
El Síndrome de Alienación Parental (SAP), introducido por Gardner en 1985, refiere a un
proceso de manipulación en el cual “uno de los padres (generalmente la madre), somete
al hijo, en contra del otro progenitor (generalmente el padre), logrando de este modo
alienar, quitar a ese padre de la vida del hijo/a, hasta hacerlo “desaparecer”, propiciando,
en algunos casos, que el niño o la niña inventen que su padre abusó sexualmente de
él/ella.” (Vaccaro, 2005). Gardner acuña este término en calidad de perito judicial y en el
marco de un litigio de divorcio por la tenencia de los hijos.
Sin embargo, en el marco de la salud mental el SAP no ha sido reconocido por las
máximas autoridades en materia de psicología, psiquiatría y salud, debido a que carece
de consenso científico por no reunir los criterios metodológicos científicos necesarios para
ser aceptado (INAMU, 2013). Es por esto que se considera un concepto pseudocientífico,
y por lo tanto se ha rechazado su inclusión en las listas de trastornos patológicos de los
manuales diagnósticos oficiales, como el CIE-10 (Organización Mundial de la Salud) y el
DSM-5 (Asociación Americana de Psiquiatría).
Escudero, Aguilar y de la Cruz (2008) coinciden con autores como Vaccaro (2005) y
Blanco (s.f.), en que la metodología empleada por Gardner para demostrar que el SAP es
un síndrome médico carece de fundamentación científica, y no se basa en datos
empíricos.
Más allá de esto, Escudero, Aguilar y de la Cruz (2008) advierten sobre el riesgo que
conlleva legitimar el SAP, en tanto existe una “imposibilidad de discriminar a través de los
criterios del SAP, la verdad o falsedad del «maltrato, abuso, sexual, negligencia» por un
padre designado como víctima” (p. 293), lo cual podría generar un efecto revictimización o
incluso riesgos para las víctimas de sufrir nuevas agresiones.
Su uso en el marco de procesos judiciales tampoco cuenta con un respaldo oficial.
Autoridades como la Asociación Americana de Fiscales, la Asociación Nacional de Jueces
de Familia y Juventudes de Estados Unidos, niegan absolutamente la existencia del SAP
(INAMU, 2013).
A pesar de esto, el SAP ha sido utilizado como argumento en procesos judiciales en
algunos países, para abogar por el cambio de custodia y modificar la conducta de rechazo
de niños y niñas hacia el progenitor. No obstante, el mismo Gardner admite los riesgos
que puede conllevar el uso del SAP en procesos judiciales:
“Con el creciente reconocimiento del SAP padres que son verdaderamente abusadores
han estado alegando que la animosidad de los niños hacia ellos no tiene nada que ver
con su abuso sino el resultado de una programación de SAP por el otro progenitor. Esto
se ha convertido en una racionalización común y una maniobra de distracción por padres
abusivos. Algunos de estos padres han tenido éxito en convencer a los tribunales de que
no eran abusadores y que el SAP es el responsable de la alienación” (Gardner, 2004, en:
Escudero, Aguilar y de la Cruz, 2008)
En esta línea, desde un enfoque de Derechos Humanos, Escudero, Aguilar y de la Cruz
(2008) advierten que el SAP fue construido por medio de falacias y que puede ser usado
como una amenaza para disuadir a las mujeres de abandonar a su pareja cuando hay
violencia de género.
En nuestro país, se cuenta con el criterio emitido en 2013 por el Instituto Nacional de
Mujeres – INAMU, que refuerza lo expuesto anteriormente y llama la atención sobre el
riesgo de legitimar el supuesto de que los niños mienten cuando refieren experiencias de
abuso sexual o violencia.
En este sentido, señalan que el SAP pasa por alto o niega los aportes de autores que han
sido pilares para la psicología infantil y juvenil, como Piaget, Vigotski, Spitz, Mahler, Klein,
Anna Freud, Ainsworth, Winnicott, Bowlby, Lebovici, Ajuriaguerra, Diatkine, Anzieu,
Erikson, entre otros y otras.
Por todo lo anterior, el CPPCR se acoge al criterio de las máximas autoridades en materia
de salud mental, así como las recomendaciones del INAMU, que no reconocen la
existencia del SAP como síndrome dentro del ejercicio de la psicología, en tanto
constituye un modelo teórico de naturaleza argumental que se produce en un contexto
legal.

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