En cuanto a la competencia comunicativa, es la capacidad de los estudiantes
para comprender, producir e interpretar de manera efectiva diferentes formas de
comunicación en diversos contextos. Implica habilidades en la lectura, escritura, expresión oral y comprensión auditiva. Los estudiantes deben ser capaces de comprender y analizar textos, expresar sus ideas y opiniones de forma clara y coherente, participar en interacciones comunicativas, utilizar el lenguaje de manera adecuada y adaptarse a diferentes situaciones comunicativas. Implica el desarrollo de habilidades relacionadas con la comunicación no verbal, el uso adecuado de los recursos y herramientas tecnológicas, la capacidad de escuchar activamente y comprender diferentes perspectivas y culturas, y la habilidad para adaptarse a diferentes registros y contextos comunicativos. El pensamiento creativo es la capacidad de los estudiantes para generar ideas originales, utilizar su imaginación, aplicar el pensamiento divergente y buscar soluciones innovadoras a problemas y desafíos. Supone pensar de manera flexible, que los alumnos se salgan de los patrones establecidos, que exploren diferentes perspectivas y enfoques, y generar nuevas ideas o combinaciones de las ideas que ya tienen incorporadas. Esta competencia no se limita solo al ámbito artístico o creativo, sino que se considera esencial en diferentes áreas del conocimiento y en la resolución de problemas en general. El pensamiento crítico, se centra en la capacidad de cada alumno de analizar, evaluar y cuestionar información de manera reflexiva y fundamentada. Involucra habilidades cognitivas y disposiciones mentales que permiten a los estudiantes evaluar la validez y la fiabilidad de la información, identificar suposiciones y direcciones, reconocer argumentos sólidos y débiles, y generar conclusiones basadas en una determinada evidencia. Dentro de esta competencia se establecen objetivos y criterios para el desarrollo del pensamiento crítico en cada nivel educativo. Estos objetivos pueden incluir actividades que fomenten el análisis de textos y materiales, la formulación de preguntas críticas, la argumentación fundamentada, la búsqueda de evidencia y la aplicación de estrategias de resolución de problemas. El pensamiento científico tiene como objetivo formar estudiantes capaces de aplicar el método científico, utilizar el pensamiento crítico y tomar decisiones informadas basadas en evidencias científicas. Se enfoca básicamente en desarrollar habilidades, conocimientos y actitudes relacionadas con la investigación, el razonamiento lógico, el análisis de datos y la comunicación científica, esto les permitirá enfrentar problemas y desafíos tanto en el ámbito científico como en su vida cotidiana. El pensamiento computacional refiere a un enfoque analítico y lógico para resolver problemas, que involucra habilidades como descomponer un problema en partes más pequeñas, identificar patrones, crear algoritmos y utilizar la abstracción y la generalización para encontrar soluciones efectivas. Estas habilidades son fundamentales en el campo de la informática y la programación, pero también tienen aplicaciones más amplias en la resolución de problemas en general. Es la habilidad para utilizar de forma eficaz las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) en diversos contextos. La competencia metacognitiva refiere a la capacidad de los estudiantes para conocer y regular su propio proceso de aprendizaje. Busca promover la autonomía y la autorregulación en los estudiantes, dándoles las herramientas y habilidades necesarias para ser aprendices efectivos y pensantes. Los estudiantes adquieren una comprensión de sus propias fortalezas y debilidades, aprenden a establecer metas claras y realistas, desarrollan habilidades para monitorear su progreso y comprensión durante el proceso, adquieren una cantidad de estrategias efectivas y seleccionan las más adecuadas para usar en diferentes tipos de tareas, desarrollan habilidades para reflexionar sobre su propio proceso de aprendizaje, evalúan su comprensión y desempeño y realizan ajustes en sus enfoques y estrategias en base de lo que buscan obtener. la competencia intrapersonal se refiere a la capacidad de los estudiantes para desarrollar una comprensión de sí mismos, gestionar sus emociones, establecer metas personales y tener una actitud positiva hacia el aprendizaje y el desarrollo personal. Esta competencia se enfoca en el desarrollo de habilidades emocionales, sociales y éticas que son fundamentales para el bienestar personal y la autodeterminación. La competencia en iniciativa y orientación se refiere a la capacidad de los estudiantes para tomar la iniciativa, asumir responsabilidad y dirigir sus propias acciones hacia el logro de metas personales y colectivas. Esta competencia está relacionada con el desarrollo de habilidades de liderazgo, toma de decisiones, resolución de problemas y trabajo en equipo. la competencia en relación con los otros se refiere a la capacidad de los estudiantes para interactuar de manera efectiva y respetuosa con otras personas en diferentes contextos sociales. Esta competencia se centra en el desarrollo de habilidades interpersonales, comunicativas y de trabajo en equipo. Busca fomentar habilidades y actitudes que promuevan el desarrollo de relaciones saludables, la cooperación y la convivencia armoniosa en diferentes contextos sociales. Al adquirir estas habilidades, los estudiantes estarán mejor preparados para interactuar de manera positiva y constructiva con los demás, tanto en el ámbito personal como en el ámbito laboral y social. La competencia en ciudadanía local, global y digital busca desarrollar ciudadanos informados, responsables y comprometidos con su comunidad local, así como con los desafíos y oportunidades que presenta el mundo globalizado y digital. Al fomentar esta competencia, se busca promover la participación activa de los estudiantes en la construcción de sociedades justas, sostenibles y equitativas, tanto a nivel local como global. Esta competencia se enfoca en el desarrollo de habilidades cívicas, interculturales y digitales que son fundamentales para una participación ciudadana informada y comprometida.