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Pasamos mitad de año.

Es un buen momento para tomarse un momento y


poder reflexionar sobre el camino que hemos realizado hasta ahora.
Muchas veces esperamos a diciembre para poder hacer un balance de todo el
año, lo que no permite corregir a tiempo algunos caminos que hemos tomado.

Por eso te invito a que puedas realizar vos también un balance de mitad de año

Evalúar tu progreso
Observa los logros obtenidos hasta ahora y las áreas en las que has enfrentado
desafíos. Identifica qué funciona y que no. Esto permite que puedas ver los
próximos pasos que tenes que tomar.

Reaviva tu motivación
A esta altura del año es normal que la motivación inicial se haya ido
apagando. El balance permite volver a renovar esa motivación. Evaluar el
progreso permite, no solo ver donde se está, sino también encontrar nuevas
formas de mantener la motivación en lo que resta del año.

Ajusta tus objetivos.


Cuando se llega a fin de año sin detenerse a ver el progreso pueden aparecer
muchas decepciones por no haber logrado todo lo que uno se planteó. Hacerlo
a mitad de año permite corregir caminos, cambiar objetivos o descartarlos,
según sea necesario.

Enfocarse en el punto de partida


Es importante tener siempre presente el “para qué”. Qué valor está detrás de
mi objetivo. cuando nos dejamos llevar por la rutina perdemos este punto.
El “para qué” permite que trabajemos por ello con mas gratificación.
Hacer una pausa en julio y ver dónde estamos parados permite que seamos
conscientes de que el tiempo es finito, y detenernos en esto es una forma de
reconectarnos con nosotros mismo y nuestros propósitos.
Si pensamos que no llegamos a cumplir todo lo propuesto, es una buena
oportunidad para redirigir los objetivos y el tiempo que nos queda hasta
diciembre

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