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Este documento compara las clasificaciones de sistemas políticos de Platón y Aristóteles. Platón ordena los sistemas según su degeneración, del mejor (aristocracia) al peor (tiranía). Aristóteles divide los sistemas en dos secciones, una positiva orientada al bien común (monarquía, aristocracia, democracia) y otra negativa orientada al interés propio (tiranía, oligarquía, demagogia). A diferencia de Platón, Aristóteles se basa más en el objetivo que en
Este documento compara las clasificaciones de sistemas políticos de Platón y Aristóteles. Platón ordena los sistemas según su degeneración, del mejor (aristocracia) al peor (tiranía). Aristóteles divide los sistemas en dos secciones, una positiva orientada al bien común (monarquía, aristocracia, democracia) y otra negativa orientada al interés propio (tiranía, oligarquía, demagogia). A diferencia de Platón, Aristóteles se basa más en el objetivo que en
Este documento compara las clasificaciones de sistemas políticos de Platón y Aristóteles. Platón ordena los sistemas según su degeneración, del mejor (aristocracia) al peor (tiranía). Aristóteles divide los sistemas en dos secciones, una positiva orientada al bien común (monarquía, aristocracia, democracia) y otra negativa orientada al interés propio (tiranía, oligarquía, demagogia). A diferencia de Platón, Aristóteles se basa más en el objetivo que en
LOS SISTEMAS POLÍTICOS ARISTOTÉLICOS EN CONTRA POSICIÓN A LOS PLATÓNICOS.
A continuación, se tratará la relación existente entre la clasificación de sistemas de
gobierno que establece Platón y la que establece Aristóteles, su discípulo más destacado. Platón dentro de su teoría política plantea una enumeración de los sistemas políticos, los cuales ordena según la degeneración que presentan dentro de su obra. El mejor sistema según su teoría es la aristocracia la cual plantea él como el gobierno de los mejores. Entre este y el peor de todos, el cual se describirá próximamente, nos encontramos la monarquía, la oligarquía, la democracia y la anarquía. En el último lugar nos encontramos la tiranía, la cual es concebida por el autor como el peor gobierno de todos y el menos virtuoso. Por otra parte, Aristóteles plantea otro sistema, el cual divide en dos secciones, una positiva y otra negativa. A su vez, subclasifica los sistemas según el número de personas que los forman. En el lado positivo nos encontramos la monarquía, la aristocracia y la democracia. En el lado negativo sitúa la tiranía, la oligarquía y la demagogia. La diferencia entre el primer grupo y el segundo es que las primeras formas tienen como fin el bien común, mientras que las segundas son movidas por el bien y el interés propio. Se puede intuir fácilmente la influencia de su instructor en la elección de las formas de gobierno que toma este filósofo para crear su propia teoría. A día de hoy, podemos afirmar que alrededor del mundo podemos encontrar todas estas formas de gobierno presentadas anteriormente. Atendiendo a la actualidad y a la política que nos rodea, sería complicado arrojar conclusiones sobre la cuestión que plantearon estos autores. Desde mi propia percepción, la teoría aristotélica adquiere más relevancia y validez, ya que su criterio no se basa tanto en la forma del gobierno sino en el objetivo o fin que tengan sus integrantes.