EL MITO DE LA CAVERNA Y LOS EFECTOS DE TENER UNA MENTALIDAD

CERRADA
A continuación, se tratará la relación entre el mito de la caverna y los efectos
producidos al tener una mentalidad cerrada.
El mito de la caverna es una metáfora por el famoso filósofo griego Platón. Esta
se encuentra en el libro VII de La República, donde se relata como Sócrates
explica la metáfora mencionada: este describe grupo de prisioneros,
encadenados desde su infancia en una cueva detrás de un muro, y una
hoguera que ilumina el otro lado del muro y proyecta sobre él una serie de
sombras. Los prisioneros piensan que observan el mundo real, sin darse cuenta
de que son sólo sombras proyectadas en una pared. En un momento dado, un
prisionero logra liberarse y ascender, pero el resplandor de la luz del fuego,
esta vez real, le ciega. El convicto fugado se acostumbra a la luz, avanza y sale
al exterior, donde percibe la verdadera realidad que le ha sido ocultada.
Regresa entonces a la caverna para liberar a los otros presos y que puedan
también ver el mundo real. Ya en la cueva, el hombre, acostumbrado a la luz
exterior, no puede ver bien. Sus compañeros piensan que el viaje le ha causado
daños y no quieren acompañarle fuera.
Se podría relacionar el comportamiento que tienen las personas que nunca
han salido al exterior de la caverna con la actitud que adoptan las personas
que poseen una mente cerrada y poca disposición a calibrar la validez de
argumentos que no estén alineados con sus ideales. Al igual que los hombres
de la caverna, estos individuos suelen mostrarse reticentes y perciben como
amenazantes los pensamientos de otras personas. Ambos, además, también
muestran gran intolerancia ante la percepción de datos y conocimientos
verificados que no cuadran en las “sombras” que han estado observando toda
su vida. En cambio, las personas de mentalidad abierta están dispuestas a
aceptar nuevo conocimiento, aunque eso suponga el desbaratamiento de sus
ideales.
En conclusión, podríamos decir que las personas abiertas a nuevas ideas y a
rectificar sobre los aspectos erróneos de sus creencias estarían más cerca de
alcanzar las Ideas tan ansiadas y universales de Platón que las personas que se
ciñen a negar todo lo que consideran despectivamente como “conocimiento
peligroso”.