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Los orígenes del derecho penal se remontan a tiempos primitivos y su concepto ha ido
evolucionando a través de la historia pasando por marcadas etapas en el Derecho Romano,
la Edad Media y la evolución de las escuelas distintivas de esos momentos previos a su
concepción actual, por lo que a lo largo de la historia el ser humano ha ido reflexionando
sobre la Definición de Derecho Penal.
En la actualidad podemos definir al derecho penal desde distintas perspectivas. Desde un
punto de vista formal definimos al Derecho penal como una parte del ordenamiento jurídico
que está constituida por un conjunto de disposiciones legales que asocian a delitos y estados
de peligrosidad criminal, como supuestos de hecho, unas penas y medidas de seguridad,
como consecuencias jurídicas.
Y desde una visión material podemos decir que el Derecho penal es una parte del
ordenamiento jurídico que tiene por objeto la protección de los bienes jurídicos
fundamentales del individuo y la sociedad, funcionando como un instrumento de control
que persigue el objetivo de mantener el orden social.
Son precisamente los bienes jurídicos del individuo y la sociedad el componente central del
derecho penal, siendo su protección la finalidad de esta área del derecho.
Ya desde un punto de vista general, se entiende por derecho penal a la rama del Derecho
que se encarga de normar y concebir las capacidades punitivas, es decir, de castigo, que se
reserva el Estado para aquellos que violentan las normas de convivencia o de conducta,
siempre a partir de un principio de proporcionalidad y de imparcialidad.
¿Qué comprende el derecho penal?
El derecho penal comprende la creación y el estudio de las leyes penales, aquellas que
contemplan justamente lo que es y lo que no es un delito, así como el acompañamiento y
orientación de las decisiones judiciales en la materia. Pero no sólo eso, sino que también de
los mecanismos con los que la sociedad se protege a sí misma y la filosofía que existe
detrás del castigo y/o la reclusión.
Esta rama jurídica pertenece al Derecho positivo, o sea, al contemplado en ordenanzas,
códigos y leyes escritas y adscritas por las personas. Los asuntos penales tienen que ver con
la decisión de alejar por un tiempo a un individuo del resto de la sociedad, al considerarlo
peligroso o incapaz de ajustarse a las reglas, o de brindarle un marco de rehabilitación para
que lo haga.
La única fuente posible del derecho penal es la ley misma, contemplada en los códigos y
leyes penales en vigencia, ya que ni la costumbre ni la naturaleza definen lo que es punible
o no, sólo las leyes de los seres humanos. El derecho penal es tan antiguo como la vida en
sociedad, aunque existía inicialmente en leyes de venganza tribal como la Ley del Talión.
La aplicación del derecho penal.
El derecho penal se vale de la previsión y la imposición de penas y medidas de seguridad
como instrumentos o medidas a aplicar a quienes infringen ciertas normas de conducta que
buscan precisamente evitar que se vean lesionados o puestos en peligro los bienes jurídicos
mencionados.
Es objeto de estudio y debate por parte de los juristas dedicados al derecho penal, la
determinación de en qué situaciones y cuáles son las limitaciones del Estado a la hora de
restringir los derechos fundamentales y las libertades de los ciudadanos.
En la práctica debemos decir que el derecho penal debe aplicarse cuando su uso sea
imprescindible como necesidad para mantener el orden social, por lo que no debería
aplicarse en caso de que exista otra alternativa para su preservación.
La forma en la que funciona el derecho penal en este aspecto tiene que ver con los límites
que la constitución y sus principios ponen a su funcionamiento, con especial énfasis en la
dignidad del individuo, su personalidad y sus derechos inviolables.
Elementos del derecho penal.
Todo acto de interés para el derecho penal consta de los siguientes elementos:
Un delincuente. A quien se acusa de haber quebrantado la ley y quien ha sido
apresado por ello.
Un delito. Una ruptura concreta de la ley atribuible a un delincuente y del cual haya
pruebas, evidencias y versiones.
Una pena. Un castigo o sanción proporcional a la gravedad del delito cometido e
impartido por las fuerzas mismas del Estado.
Un juez. Un ciudadano experto en leyes que supervisa el funcionamiento del juicio
y dictamina finalmente la decisión tomada tras oír a las partes.