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LENGUA ESPAÑOLA

EL ENSAYO

Es un tipo de texto que analiza y evalúa la interpretación de un tema


determinado.
El ensayo es un tipo de texto en prosa que explora, analiza, interpreta o
evalúa un tema. Se considera un género literario comprendido dentro
del género didáctico.
Las características clásicas más representativas del ensayo son:
Es un escrito serio y fundamentado que sintetiza un tema significativo.
Tiene como finalidad argumentar una opinión sobre el tema o explorarlo.
Posee un carácter preliminar, introductorio, de carácter propedéutico.
Presenta argumentos y opiniones sustentadas.
Casi todos los ensayos modernos están escritos en prosa. Si bien los
ensayos suelen ser breves, también hay obras muy voluminosas como la
de John Locke Ensayo sobre el entendimiento humano.
En países como Estados Unidos o Canadá, los ensayos se han convertido
en una parte importante de la educación. A los estudiantes de secundaria
se les enseña formatos estructurados de ensayo para mejorar sus
habilidades de escritura, o en humanidades y ciencias sociales se utilizan a
menudo los ensayos como una forma de evaluar el conocimiento de los
estudiantes en los exámenes finales, o ensayos de admisión son utilizados
por universidades en la selección de sus estudiantes.
Por otra parte, el concepto de "ensayo" se ha extendido a otros ámbitos
de expresión fuera de la literatura, por ejemplo: un "ensayo fílmico" es
una película centrada en la evolución de un tema o idea; o un ensayo
fotográfico es la forma de cubrir un tema por medio de una serie enlazada
de fotografías.
El ensayo literario se caracteriza por su amplitud en tratar los temas. La
mayoría parten de una obra literaria pero el ensayo literario no se limita a
su estudio exclusivo. Es un texto subjetivo donde se combinan la
experiencia del ensayista, hábitos de estudio, trabajo literario y opiniones
de una persona que muestra interés en la literatura. Los ensayos literarios
tienen características comunes: subjetividad, sencillez y estilo del
ensayista. En cambio, el ensayo científico trata un tema del campo de las
ciencias formales, naturales y sociales con creatividad, logrando una
combinación del razonamiento científico con el pensamiento creativo del
ensayista. Del aspecto artístico toma la belleza y la expresión a través de la
creatividad sin descuidar el rigor del método científico y la objetividad de
las ciencias.
CONCEPTO
Un ensayo es una obra literaria relativamente breve,
de reflexión subjetiva pero bien informada, en la que el autor trata un
tema por lo general humanístico de una manera personal y sin agotarlo, y
donde muestra cierta voluntad de estilo, de forma más o menos explícita,
encaminada a persuadir al lector de su punto de vista sobre el asunto
tratado. El autor se propone crear una obra literaria y no simplemente
informativa y versa sobre todo de temas humanísticos (literatura, filosofía,
arte, ciencias sociales y políticas...) aunque también más raramente de
asuntos científicos.
El ensayo, a diferencia del texto informativo, no posee una estructura
definida ni sistematizada o compartimentada en apartados o lecciones,
por lo que suele carecer de aparato crítico, bibliografía o notas, o estas
son someras o sumarias (en el caso del ensayo escolar, es preciso aportar
todas las fuentes); ya desde el Renacimiento se consideró un género más
abierto que el medieval tractatus o tratado o que la suma, y se considera
distinto a ellos no solo en su estructura libérrima y nada compartimentada
en secciones, sino también por su voluntad artística de estilo y su
subjetividad, ya que no pretende informar, sino persuadir o convencer del
punto de vista del autor en el tratamiento de un tema que, como ya se ha
dicho, no pretende agotar ni abordar sistemáticamente, como el tratado:
de ahí su subjetividad, su carácter proteico y asistemático, su sentido
artístico y su estructura flexible, que personaliza la materia.
El ensayo es una interpretación o explicación de un determinado tema —
humanístico, filosófico, político, social, cultural, deportivo, por mencionar
algunos ejemplos—, desarrollado de manera libre, asistemática, y con
voluntad de estilo sin que sea necesario usar un aparataje documental.
En la Edad Contemporánea este tipo de obras ha llegado a alcanzar una
posición central.
En la actualidad está definido como género literario, debido al lenguaje,
muchas veces poético y cuidado que usan los autores, pero en realidad, el
ensayo no siempre podrá clasificarse como tal. En ocasiones se reduce a
una serie de divagaciones y elucubraciones, la mayoría de las veces de
aspecto crítico, en las cuales el autor explora un tema concreto o expresa
sus reflexiones sobre él, o incluso discurre y diserta sin tema específico.
HISTORIA DEL ENSAYO
Portada de Essays de Francis Bacon de la primera edición de 1597 que
luego iría revisando y ampliando hasta la versión definitiva de 1625.
También Michel de Montaigne revisó sus Essais. En la segunda imagen,
conservada en la Biblioteca Municipal de Burdeos, sobre una copia de su
quinta edición escribió sus propias adiciones y modificaciones manuscritas
con las que se publicó su última edición a título póstumo en 1595.
El espíritu crítico y reformista del Renacimiento alumbró géneros
preensayísticos como la carta o epístola, el diálogo y la miscelánea, y
ejercicios de ironía como el Elogio de la locura de Erasmo de Rotterdam.
Pero el desarrollo moderno y más configurado e importante del género
ensayístico vino sobre todo con el modelo impartido por los
canónicos Essais (1580) del escritor renacentista francés Michel de
Montaigne, término que en francés significaba "tanteos, tentativas". Unos
años después, Francis Bacon siguió su ejemplo y publicó sus Essays que en
su primera edición de 1597 contenía 10 ensayos y en su tercera edición, la
más amplia e impresa en 1625, contenía ya 59.
Los precedentes más antiguos del ensayo hay que buscarlos en el género
epidíctico o demostrativo de la oratoria grecorromana clásica; las Cartas a
Lucilio (de Séneca) y los Moralia (de Plutarco) vienen a ser ya
prácticamente colecciones de ensayos. En el siglo III d. C. Menandro el
Rétor, aludiendo a ello bajo el nombre de «charla», expuso algunas de sus
características en sus Discursos sobre el género epidíctico:
Tema libre (elogio, vituperio, exhortación).
Estilo sencillo, natural, amistoso.
Subjetividad (la charla es personal y expresa estados de ánimo).
Se mezclan elementos (citas, proverbios, anécdotas, recuerdos
personales).
Sin orden preestablecido (se divaga), es asistemático.
Extensión variable.
Va dirigido a un público amplio.
Conciencia artística.
EL ENSAYO EN HISPANOAMÉRICA
El ensayo en Hispanoamérica cuenta con grandes figuras. Entre los
precursores más influyentes cabe destacar al escritor argentino Domingo
Faustino Sarmiento (1811-1888) con su Facundo o Civilización y
barbarie (1845) y al uruguayo José Enrique Rodó (1871-1917) por
su Ariel (1900). El mexicano José Vasconcelos (1881-1959) escribe sobre
filosofía, estética e historia, pero es especialmente renombrado por sus
ensayos de tema americano, por ejemplo su La raza cósmica, donde
postula que una raza mestiza americana es la que en el futuro dirigirá el
mundo. El dominicano Pedro Henríquez Ureña (1884-1946) y el
argentino Ricardo Rojas (1882-1957) exploran la identidad de sus
respectivos países y los que escribe el peruano José Carlos
Mariategui (1895-1930) están enfocados desde el punto de vista de las
ciencias sociales. También son importantes el argentino Eduardo Mallea,
el mexicano Leopoldo Zea y el cubano José Antonio Portuondo, entre
muchos otros.
Ya en pleno siglo XX destacan poderosamente cuatro figuras por su
amplitud de conocimientos y ancho de banda: el mexicano Alfonso
Reyes (1889-1959) con Cuestiones estéticas, Visión del Anáhuac, La
experiencia literaria o El deslinde, entre otras obras; el ya citado Pedro
Henríquez Ureña (Ensayos críticos, Historia de la cultura en América
Latina, Plenitud de América); el muy original e influyente argentino Jorge
Luis Borges (Inquisiciones, Otras inquisiciones, Historia de la eternidad...) y
el mexicano Octavio Paz, bien con sus ensayos sobre la idiosincrasia
mexicana (El laberinto de la soledad), bien con otros de tema más variado
(Las peras del olmo, Cuadrivio).
LÓGICA EN EL ENSAYO
La lógica es crucial en un ensayo y lograrla es algo más sencillo de lo que
parece: depende principalmente de la organización de las ideas y de la
presentación. Para lograr convencer al lector hay que proceder de modo
organizado desde las explicaciones formales hasta la evidencia concreta,
es decir, de los hechos a las conclusiones. Para lograr esto el escritor
puede utilizar dos tipos de razonamiento: la lógica inductiva o la lógica
deductiva.
De acuerdo con la lógica inductiva el escritor comienza el ensayo
mostrando ejemplos concretos para luego inducir de ellos las afirmaciones
generales. Para tener éxito, no solo debe elegir bien sus ejemplos, sino
que también debe presentar una explicación clara al final del ensayo. La
ventaja de este método es que el lector participa activamente en el
proceso de razonamiento y por ello es más fácil convencerle.
De acuerdo con la lógica deductiva el escritor comienza el ensayo
mostrando afirmaciones generales, las cuales documenta
progresivamente por medio de ejemplos bien concretos. Para tener éxito,
el escritor debe explicar la tesis con gran claridad y, a continuación, debe
utilizar transiciones para que los lectores sigan la lógica/argumentación
desarrollada en la tesis. La ventaja de este método es que si el lector
admite la afirmación general y los argumentos están bien construidos
generalmente aceptará las conclusiones.

ENSAYOS CÉLEBRES Y ALGUNOS FRAGMENTOS


Algunos de los ensayos más reconocidos, tanto en otros idiomas como en
español, son los siguientes:
Ensayos de Michel de Montaigne.
Los Pensamientos de Pascal
El espíritu de las leyes de Montesquieu
Eureka de Edgar Allan Poe
Una buena taza de té de George Orwell
Arte y revolución de Richard Wagner
Los monstruos y los críticos y otros ensayos de J. R. R. Tolkien
Otras inquisiciones de Jorge Luis Borges
El escritor y sus fantasmas de Ernesto Sabato
Nuestra América de José Martí
La expresión americana de José Lezama Lima
El laberinto de la soledad de Octavio Paz
La tentación de lo imposible de Mario Vargas Llosa
Las Cartas marruecas de José Cadalso
La España invertebrada de José Ortega y Gasset
Tiempo viejo y tiempo nuevo de Gregorio Marañón
Los siguientes son fragmentos de ensayos.
Fragmento del ensayo de Gabriel García Márquez, Por un país al alcance
de los niños:
Una educación desde la cuna hasta la tumba, inconforme y reflexiva, que
nos inspire un nuevo modo de pensar y nos incite a descubrir quiénes
somos en una sociedad que se quiera más a sí misma. Que aproveche al
máximo nuestra creatividad inagotable y conciba una ética —y tal vez una
estética— para nuestro afán desaforado y legítimo de superación
personal.
José Ortega y Gasset. Teoría de Andalucía:
Si viajamos por Castilla no encontramos otra cosa que labriegos laborando
sus vegas, oblicuos sobre el surco, precedidos de la yunta, que sobre la
línea del horizonte adquiere proporciones monstruosas. Sin embargo, no
es la castellana actual una cultura campesina: es simplemente agricultura,
lo que queda siempre que la verdadera cultura desaparece. La cultura de
Castilla fue bélica. El guerrero vive en el campo, pero no vive del campo -ni
material ni espiritualmente.
JORGE LUIS BORGES. HISTORIA DE LA ETERNIDAD:
Aquí de cierta réplica varonil que refiere De Quincey (Writings, onceno
tomo, página 226). A un caballero, en una discusión teológica o literaria, le
arrojaron en la cara un vaso de vino. El agredido no se inmutó y dijo al
ofensor: “Esto, señor, es una digresión, espero su argumento”. (El
protagonista de esa réplica, un doctor Henderson, falleció en Oxford hacia
1787, sin dejarnos otra memoria que esas justas palabras: suficiente y
hermosa inmortalidad.) 

MICHEL DE MONTAIGNE. ENSAYOS:
No hay ningún hombre más desacertado que yo para hablar de memoria,
pues es tan escasa la que tengo que no creo que haya en el mundo nadie a
quien falte más que a mí esta facultad. Todas las demás son en mí viles y
comunes, pero en cuanto a memoria me creo un ente singular y raro
digno de ganar reputación y nombradía. Además de la falta natural que
experimento (en verdad vista su necesidad Platón hace bien en nombrarla
diosa grande y poderosa) si en mi país quieren señalar a un hombre falto
de sentido, dicen de él que no tiene memoria; cuando me quejo de la falta
de la mía me reprenden y no quieren creerme, como si me acusara, de
falta de sensatez: no establecen distinción alguna entre memoria y
entendimiento, lo cual agrava mi situación, pero no me perjudica, pues
por experiencia se ve que las memorias excelentes suelen acompañar a los
juicios débiles.3
EL ENSAYO EN LA EDUCACIÓN: ESTRUCTURA
La estructura del ensayo es sumamente flexible, ya que toda
sistematización es ajena a su propósito esencial, que es deleitar mediante
la exposición de un punto de vista persuasivo que no pretende agotar,
sino explorar un tema, como sí haría (y sistemáticamente) el género
literario meramente expositivo del tratado; por eso estas indicaciones son
meramente orientativas.4
Por eso su estructura, a nivel macro estilístico o micro estilístico, puede
ser:
analizante y deductiva (tesis o tema al principio y desarrollo de las
argumentaciones después);
sintetizante o inductiva (exploración de los datos y argumentos al
principio y tesis o tema como conclusión final);
encuadrada (tesis al principio, examen de los datos y argumentaciones en
el centro y reformulación de la tesis, corregida por esos datos y
argumentaciones, al final).
Esta flexibilidad, que permite a una persona escribir un texto expresando
lo que sabe, siente y opina sobre cualquier tema, es muy empleada en la
educación. En la escuela es una práctica habitual que los alumnos
redacten ensayos. De hecho, el ensayo es el género que se emplea con
más frecuencia, dadas las facilidades que permite. Cada vez que un
profesor pide a los alumnos desarrollar un tema, o que se realicen una
investigación y se ponga por escrito, es probable que se escriba en forma
de ensayo.5
Un ejemplo de los pasos a seguir por un estudiante que pretende escribir
un ensayo escolar podrían ser los siguientes. Lo primero y antes de
redactarlo hay que documentarse sobre el tema elegido hasta alcanzar un
conocimiento suficiente lo cual supone buscar la información necesaria
consultando fuentes bibliográficas o de cualquier otro tipo. El segundo
paso sería organizar las ideas teniendo presente para quién se escribe,
qué interesa exponer y cómo hacerlo mejor. Y finalmente redactarlo
siguiendo un orden, escribiendo las ideas lo mejor expresadas que se
pueda y comprobando que la información, el estilo, el punto de vista y el
formato son coherentes y se ajustan a lo exigido.5
Un ensayo escolar convencional se suele estructurar de forma encuadrada
en 3 partes: introducción, desarrollo y conclusión:5

INTRODUCCIÓN
Es la que expresa el tema y el objetivo del ensayo; explica el contenido y
los subtemas o capítulos que abarca, así como los criterios que se aplican
en el texto, es el 10% del ensayo y abarca más o menos de seis a siete
renglones.
Además, esta parte puede presentar el problema que plantea al tema al
cual vamos a abocar nuestros conocimientos, reflexiones, lecturas y
experiencias. Si este se plantea, entonces el objetivo del ensayo será
presentar nuestro punto de vista sobre dicho problema (su posible
explicación y sus posibles soluciones).
Una introducción en un ensayo científico suele ser la exposición de una
hipótesis y de los motivos que nos han llevado a la misma. Una hipótesis
es una teoría que se presenta para la solución de un problema y que a lo
largo del desarrollo del ensayo se defenderá con todas las pruebas
científicas que podamos aportar.
Cuando hablamos de un ensayo argumentativo, en la introducción se
presenta el trabajo y se expone la tesis. Una tesis en un ensayo
argumentativo es similar a la hipótesis del científico. Se trata de una idea,
una afirmación, que vamos a defender a lo largo de cuerpo o desarrollo
del ensayo. Esta tesis se defiende con argumentos que no tienen por qué
ser científicos, pueden ser opiniones subjetivas (En un ensayo científico las
opiniones subjetivas deben estar validadas científicamente)
En un ensayo expositivo la introducción tiene la finalidad básica de captar
el interés del lector en el argumento del ensayo. Aunque evidentemente
esto se busca en todos los ensayos que se realizan en este caso es la base
de esta parte de presentación.
Cuándo realizamos un ensayo de análisis literario en la introducción
ponemos al lector en antecedentes sobre la obra que vamos a tratar y lo
situamos el aspecto concreto de ésta que queremos analizar en nuestro
ensayo.

DESARROLLO
Contiene una exposición y análisis del mismo tema, se plantean las ideas
propias y se sustentan con información de las fuentes necesarias: libros,
revistas, Internet, entrevistas entre otras. Constituye el 75 % del ensayo.
En él va todo el tema desarrollado, utilizando la estructura interna: 50 %
de síntesis, 15 % de resumen y 10 % de comentario.
Se sostiene la tesis, ya probada en el contenido, y se profundiza más sobre
la misma, ya sea ofreciendo contestaciones sobre algo o dejando
preguntas finales que motiven al lector a reflexionar.

CONCLUSIÓN
En este apartado el escritor expresa sus propias ideas sobre el tema, se
permite dar algunas sugerencias de solución, cerrar las ideas que se
trabajaron en el desarrollo del tema y proponer líneas de análisis para
posteriores escritos.
Esta última parte mantiene cierto paralelismo con la introducción por la
referencia directa a la tesis del ensayista, con la diferencia de que en la
conclusión la tesis debe ser profundizada, a la luz de los planteamientos
expuestos en el desarrollo.
Consejos y recomendaciones para realizar correctamente un
ensayo[editar]
Antes de escribir un ensayo, es conveniente documentarse y tener clara la
intención del mismo. Mejora mucho el resultado elaborar un listado de las
ideas que se van a abordar y a descartar, que luego se numeran y
clasifican según el criterio más conveniente (orden natural o artificial;
nestoriano (para convencer mejor), cronológico (ajustado a la explicación
de un fenómeno), didáctico (de más simple a más complejo), in medias
res; de enigma o pregunta inicial, de intensidad... para esbozar
un esquema inicial y un primer boceto o borrador. De este modo, se
puede ordenar y organizar mejor la información y la estructura, con miras
a una mayor comprensión y eficacia persuasiva, ofreciendo un resultado
más maduro, satisfactorio y competente que descarte.
Para realizar en un ensayo argumentativo, la primera de las tres partes de
la estructura básica, la introducción, el autor debe presentar su opinión
(tesis). En el caso de un ensayo expositivo, deberá realizar una clara
delimitación del tema. No es recomendable que la introducción se exceda
de un párrafo. A lo sumo, dos.
En la segunda de las partes, el desarrollo, es conveniente que se atenga a
aspectos como son los siguientes: análisis, contraste, definición,
clasificación, causa y efecto.
La última de las partes, la conclusión, debe consistir en un
breve resumen de todo lo expuesto.
Tan importante es la preparación de los contenidos, la documentación de
los mismos y su redacción, como su posterior revisión gramatical,
ortográfica y de organización.
Se mejorará progresiva y notablemente el desempeño de realizar ensayos
leyendo muchos y diferentes entre sí, escribiendo varios géneros, leyendo
el periódico en red, etc.6
Cómo se enseña progresivamente a desarrollar argumentos[editar]
La retórica antigua establecía 14 progymnasmata o ejercicios de
composición escrita graduados de menor a mayor dificultad para instruir y
entrenar en el desarrollo de textos argumentativos a los futuros oradores:
Fábula: se escoge una fábula breve y se amplifica
(mediante paráfrasis, prosopopeya y sermocinación o dialogismo), o se
condensa (con elipsis o cualquier otro procedimiento). Puede ser también
cualquier apólogo o parábola.
Narración: contar un hecho o dicho, quier fingido, quier real,
mencionando quién, qué, cuándo, dónde, cómo, por qué; acaso también
para qué. Una vez que se cuida que el alumno no ha omitido nada, hacerle
ampliar o resumir su texto. Es el principio de la educación del orador
según Quintiliano.
Chría o anécdota: breve y concreto relato sobre un solo hecho o dicho
obra de un personaje real, expuesto en forma de réplica edificante o
ingeniosa que la tradición atribuye a tal celebridad ante una determinada
pregunta, hecho o situación; es la más corta de las narraciones y tiende a
menudo a ser un solo párrafo, pero difiere de la máxima en que se
atribuye a un personaje histórico concreto. Suele empezar "Al ver..." o
"Preguntado...". Para amplificarla se alaba al autor del hecho o dicho, se
refiere este con brevedad, se prueba con la razón, se apunta lo que es
contrario a la razón, se añade una semejanza o comparación, un ejemplo y
un testimonio u opinión de otro, y se termina con un epílogo o conclusión.
Se puede amplificar por medio de paráfrasis o frases memorables acordes
(refranes o sentencias apropiadas para el hecho).
Proverbio: ampliar con elementos concretos una declaración condensada
y abstracta, una moraleja, un proverbio, un refrán, de forma muy parecida
a la de la chría, utilizando paráfrasis, comparaciones, contrastes, ejemplos,
citas de otros autores o de otras frases, incluyendo epílogo o conclusión.
Refutación: ataque a la credibilidad de una narración (el ejercicio
segundo), por ejemplo una leyenda o mito. Primero se resume
brevemente y luego se contemplan seis cosas: su obscuridad,
improbabilidad, imposibilidad, contrariedad, indecorosidad e inutilidad. A
estos argumentos les precede un exordio que vitupera al autor de la
narración y un epílogo que lo reprende. Se recurre a la contradicción y
al adynaton.
Confirmación. Se arguye para demostrar y reforzar la credibilidad de una
narración (hecho o dicho) con pruebas. Un exordio alaba al autor de tal,
un epílogo lo pone de ejemplo. Para ello se consideran seis cosas: lo
manifiesto, lo probable, lo posible, lo conforme, lo decoroso, lo útil… Para
ello se recurre a las figuras retóricas de logos.
Lugar común o tópico: amplificación de bienes o vicios evidentes. Se
relaciona con el encomio y el vituperio. Consta de un exordio en que se
dice el castigo o recompensa que merece el hombre malvado o virtuoso,
se sigue lo contrario del delito o virtud que se persigue, la explicación del
crimen o del mérito por amplificación, la comparación con otros crímenes
o virtudes, se manifiesta la intención del hombre malvado o virtuoso y se
hace una digresión sobre la vida anterior. Se aparta la compasión y se
termina con un epílogo compuesto con los fines de lo legítimo, lo
conforme, la equidad, lo útil, lo factible, lo glorioso u honorable y el
suceso.
Encomio: exposición que atiende solo a las excelencias. Para eso mira el
linaje, país, instrucción, mente cuerpo y fortuna de una persona, se le
compara favorablemente y se termina exhortando a los demás a emularle.
Es propio del género epidíctico.
Vituperio: exposición que atiende solo a los vicios. Se hace lo mismo que
en el encomio, pero al contrario; también es propio del discurso
epidíctico.
Comparación: es la suma de dos encomios o de un encomio y un vituperio
para hacer prevalecer a uno sobre el otro, o más raramente de dos
vituperios.
Etopeya: imitación del carácter de una persona, como en el monólogo
dramático moderno. El carácter puede ser histórico, legendario o literario
y enteramente ficticio. Si se hace imitando a algún fallecido se
denomina idolopeya. Se recurre a figuras del ethos.
Descripción: es la composición que expone su tema a los ojos de un
auditorio concreto. Se sigue para ello un orden siempre; si se trata de una
idea abstracta, se sigue el orden antecedentes, conjuntos y consiguientes.
Tesis o tema, que Cicerón llamó causa y otros retóricos controversia:
examen lógico de un tema sometido a investigación, pero sin referencia
concreta, sin abandonar el plano abstracto. Por ejemplo, si se debe elegir
mujer, pero no si Sócrates debe elegir mujer. Se diferencia del lugar
común en que en este se amplifica una cosa cierta, y en la tesis la dudosa:
se trata de convencer, no de buscar la verdad. Sus partes son exordio (que
aprecia el tema), argumentación (de los artículos que tocan al tema y de
los lugares de la exposición), oposiciones (de las cosas contrarias a las que
pertenecen al fin), soluciones (por concesión, por negación o por lo
contrario) y epílogo (que contiene una breve amplificación, una breve
repetición de los argumentos y una exhortación breve). También puede
abreviarse con un exordio, una exposición o narración y una peroración
final. Han de tenerse en cuenta argumentos fundados en la legalidad, la
justicia, la experiencia, los antecedentes, la decencia y las consecuencias.
Defensa / ataque: como lo anterior, pero dirigido a favor o en contra de
leyes, porque incurre en el género deliberativo.7

TIPOS DE ENSAYOS
El ensayo ha sufrido varios intentos de clasificación, pero por lo general, se
establecen a partir de dos puntos de vista distintos:
los que se fijan predominantemente en el contenido: históricos, críticos-
literarios, filosóficos, sociológicos, entre otros.
y los que toman en cuenta el modo como el ensayista trata su tema:
informativos, críticos, irónicos, confesionales, etc.
Al final, todas estas clasificaciones varían con la época  y son útiles desde
el punto de vista pedagógico, pero todas son insuficientes cuando se
enfrentan con la complejidad de la obra de un ensayista.8
Un ensayo es un tipo de texto que desde la tradición científica o
cultural se relaciona con la libre exposición de ideas, en el cual se
apunta una idea y se reflexiona sobre un tema o motivo.
Precisamente esa libertad que es la característica fundamental del
ensayo hace muy difícil ofrecer una definición absoluta de lo que es
un ensayo y cuáles son sus características, de tal suerte que existe
una larga tradición de autores y teorías que han dedicado profundas
reflexiones a esta tarea, algunos ejemplos de ello aparecen en la
página de inicio  de este sitio.
 
Para fines prácticos se puede señalar que el ensayo es un texto en
el que se exponen ideas y pensamientos, con una mezcla entre un
componente estético-literario y otro científico-académico, cuyo
objetivo es la reflexión en el ámbito del conocimiento. Puede decirse
que el ensayo es un escrito que está en la frontera entre los textos
informativos y los literarios.
Precisamente, al estar formado por esta mezcla entre lo científico y
lo creativo, hay quien se ha referido al ensayo como la didáctica
hecha literatura, también se le ha definido como prosa de ideas o
literatura del pensamiento.

SU PRINCIPAL CARACTERISTICA

Es que se trata de un texto en el cual el que se escribe el ensayo puede


ordenar y organizar la información y su criterio.

PARTE DE UN ENSAYO

- Introducción
Se determina el tema y su importancia
- Desarrollo
Se explican los puntos importantes, debe ser escrito con un
lenguaje llano, se aceptan argumentos.
- Conclusión
Se resume la información el que se escribe, a sus aprendizajes
aprendido.

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