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De ahí la importancia de que el líder realice un feedback para involucrar a los miembros
del equipo en el logro de los objetivos propuestos y establecer un espacio para potenciar
la motivación en el cumplimento de sus tareas. Lo que se puede facilitar por medio de la
implementación de mentorías efectivas que se basan en el hecho de plantear una
relación de dos personas que acuerdan trabajar juntos para transferirse experiencias,
metodologías e impulsar el desarrollo.
En esta relación el mentoreado encuentra un espacio para absolver sus dudas, definir sus
prioridades con el fin de focalizarse en un plan de acción que lo lleven a detectar
situaciones de mejora y a lograr los resultados esperados. Es así que el mentoreo resulta
una herramienta fundamental para acompañar el desarrollo de los miembros del equipo
que facilite el logro de su alto potencial, a gestionar su conocimiento, aumentar su
rendimiento y productividad.
Otro de los aspectos a tomar en cuenta cuando se quiere fortalecer el trabajo en equipo
dentro de la organización es el hecho de contar con un espacio en el que los
colaboradores se permitan un momento para ellos mismos, lo cual va a propiciar que
cada uno de ellos a través del autoanálisis fortalezca su mundo interior, se dé cuenta de
qué aspectos debe mejorar y qué otros seguir desarrollando para de esta manera tener
una integración más saludable en torno al grupo.
Por otro lado, para fortalecer la efectividad del crecimiento en equipo, es necesario
reconocer los logros de cada colaborador, ya que esto ayuda a mejorar las relaciones
interpersonales e intrapersonales. Así como también ayuda a los trabajadores a ver que
su organización los valora a ellos y a su esfuerzo, mejorando así el éxito del trabajo en
equipo y de la empresa en general.
Dentro de las organizaciones plantearse grandes metas, es una estrategia para guiar y
conducir equipos, el afianzar desafíos es tener grandes sueños, los retos son un motor
muy importante dentro de la empresa, siendo de aprendizaje para los colaboradores,
incitando a moverse, a tener sueños y metas propias con mucho significado para ellos,
estimulando los propios objetivos de los colaboradores, dándole un valor agregado.
Entonces, como líder es necesario no solo delegar tareas, sino también establecer metas
y darles seguimiento, el mantener reuniones cortas para orientar al equipo y mantenerse
en el foco, evita la dispersión, fortaleciendo la efectividad de las metas.
Por último, para convertir un grupo en un equipo, es esencial identificar los agentes de
cambio, es decir a personas que puedan promover la diferencia dentro de su entorno
laboral, transformando las organizaciones. Un agente de cambio es potenciar a líderes
en distintos niveles para que puedan anticiparse al cambio, analizar el entorno, actuar de
manera decisiva y en colaboración, y afirmar el valor del cambio positivo. Estos
colaboradores ayudan a dar más fuerza a la organización y trabajar con ellos fortalece el
trabajo en equipo y el crecimiento de la empresa.