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MOVILIZACIÓN DE TROPAS COMO ANTECEDENTE DE UNA GUERRA:

RUSIA / UCRANIA

Durante las últimas semanas hemos sido testigos de una escalada en las
tensiones existentes entre Rusia y Ucrania, no solo por la constante lucha de
grupos rebeldes en el Dombás, sino que también con una amplia movilización de
material de guerra y personal a la frontera, no solo por estos dos países, sino que
también por parte de Bielorrusia y por elementos aéreos de la OTAN, estos
últimos con un objetivo fotogramétrico y de observación del movimiento de tropas.

1Artillería Rusa - Fotografía emitida por Deutsche Welle

Para la teoría propiamente tal, se puede desprender que un conflicto armado


internacional (desde ahora CAI) no principia con la clásica declaración de guerra,
esto debido a que con el paso del tiempo esta tradición ha desaparecido. Es por lo
anterior, que estos enfrentamientos simbólicos de movilización de tropa podrían
ser considerados una guerra propiamente tal, sin antecedente previo de
enfrentamiento armado.

Para el Derecho Internacional Humanitario (desde ahora DIH), las normas se


aplicarán según el Art. 2° de los convenios de Ginebra “en caso de guerra
declarada o de cualquier otro conflicto armado que surja entre dos o varias Altas
Partes Contratantes, aunque una de ellas no haya reconocido el estado de
guerra”1, dando como primer antecedente la indiferencia existente entre los
conflictos con previa declaración de guerra y aquellos que no lo han realizado.

Asimismo, dispone el Reglamento Referente a las Leyes y Costumbres de la


Guerra Terrestre2 en su artículo primero que las leyes, derechos y deberes de la
guerra, no solo se aplican al ejército, sino que también aquellas milicias que
cuentan con un mando o persona responsable, distintivos fijos y reconocibles, el
porte de armamento y su conformación acorde a las leyes y costumbres de la
guerra. Por lo tanto, presume una protección y regulación jurídica del DIH a
organizaciones sin formalidad u organización gubernamental, despojando desde
sus inicios la idea de una formal declaración de guerra.

Por su parte, nuestro Código de Justicia Militar (CJM) en su Art. 418 determina
que “Para los efectos de este Código, se entiende que hay estado de guerra, o
que es tiempo de guerra, no sólo cuando ha sido declarada oficialmente la guerra
o el estado de sitio, en conformidad a las leyes respectivas, sino también cuando
de hecho existiere la guerra o se hubiere decretado la movilización para la misma,
aunque no se haya hecho su declaración oficial” 3. Esta normativa hace entender
que, para la norma nacional en materia de justicia militar, el atisbo de una guerra
propiamente tal comienza con la movilización nacional. Claro está, que según la
Constitución Política de la República en su Art. 40 el estado de asamblea o guerra
externa se inicia con la declaración de guerra, pero en la practica la guerra o
conflicto armado internacional nace con el decreto de movilización nacional.

Por otro lado, para el tratadista Karl Von Clausewitz la guerra no era mas que “un
duelo en una escala ampliada”, así como también, “la guerra es un acto de fuerza
para imponer nuestra voluntad al adversario”, una voluntad que puede ser

1
CICR. (1986) “Los Convenios de Ginebra del 12 de agosto de 1949”, CIRC. Ginebra.
2
Normativa anexa a las Convenciones de la Haya sobre conflictos armados.
3
República de Chile. (2020) “Código de Justicia Militar”, Biblioteca del Congreso Nacional.
Disponible en https://www.bcn.cl/leychile/navegar?idNorma=18914.
perturbada con la sola exhibición de la fuerza, sin hacer efectivo un ataque
propiamente tal.

Debemos considerar, además, que en las guerras del antiguo los principios del
Derecho de la Guerra eran aun más primordiales, entre los cuales se presumía la
“honorabilidad” también conocida por algunos tratadistas como la caballerosidad,
esto implicaba no solo una proporcionalidad, sino que también una advertencia y
un aviso de dar inicio a las actividades beligerantes contra un Estado, lo cual hacia
relevante esta institución de la declaración de guerra.

Con la llegada del siglo XX, la primera guerra mundial, el periodo entre guerras y
la segunda guerra mundial se advirtió que los hechos beligerantes contra uno u
otro Estado podrían ser de carácter sorpresivo, por lo que abrió la posibilidad de
entrar en combate sin previa resolución administrativa, esto en razón del principio
jurídico denominado “Ius Contra Bellum”4.

Es por estos antecedentes tanto históricos, estratégicos y jurídicos que la


importancia de la declaración de guerra se ha extinguido, que el rol del consejo de
seguridad en conflictos armados internacionales se ha visto perjudicado desde su
creación en razón a lo expedito que puede ser entrar en guerra y que en razón de
lo anterior, Rusia y Ucrania ya han demostrado antecedentes de guerra al
movilizar tropas, material de guerra y al organizar sus organismos públicos y
privados para contener un conflicto armado ajustado o no a la norma internacional.

Recordemos también, que la movilización de tropas tanto de planta como de


reservistas hace necesario diversos reajustes a los presupuestos nacionales,
redistribución de recursos, empleos, destinaciones, relaciones internacionales y
protección de centros de gravedad estratégicos que hacen consigo una situación
de guerra, a la cual puede o no ser ejecutado un acto beligerante propiamente tal.
Hoy Rusia y Ucrania nos reflejan una guerra psicológica, demostrando potenciales
bélicos y su propia capacidad de organización, que, sin lugar a dudas, tarde o

4
Este principio complementa la idea del IUS AD BELLUM como derecho a la guerra y el IUS IN
BELLO como derecho de la guerra y en efecto el IUS CONTRA BELLUM al derecho a repeler la
guerra, también conocido como la legitima defensa del Estado contra otro.
temprano traerá consigo momentos de reflexión por parte de los tratadistas en la
materia.

La guerra es un fenómeno social que durante toda nuestra historia nos ha


acompañado, que ha demostrado la peor faceta del humano, que ha logrado
evolucionar al hombre, pero que al mismo tiempo ha sido inevitable.

PAOLO D. QUIÑONES TARAZONA.

ABOGADO, MÁGISTER EN CIENCIAS MILITARES

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