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administrativa lícita
- I -
Introducción
1
ESCRICHE MARTÍN, Joaquín, Diccionario razonado de legislación y jurisprudencia, Librería de CH.
Bouret, Madrid, 1881, p. 1440.
2
PEIRANO FACIO, Jorge, Responsabilidad extracontractual, Barreiro y Ramos S.A., Montevideo,
1954, pp. 20 y ss.
3
Ibíd., p. 20.
4
PEIRANO FACIO, Jorge, op. cit., p. 21.
5
SOTO KLOSS, Eduardo, “La responsabilidad del Estado administrador, un principio general del
Derecho chileno”, Estudios de Derecho Administrativo, t. I, Universidad de la República, Montevideo,
1978, pp. 480 y 487.
6
BANDEIRA DE MELLO, Celso Antônio, Curso de direito administrativo, 30.ª edición, Malheiros
Editores, San Pablo, 2013, p. 1016; DURÁN MARTÍNEZ, Augusto, “La responsabilidad hacia la
Administración en el derecho administrativo uruguayo”, Revista Argentina del Régimen de la
Administración Pública, 370/ 2009, Santa Fe, p. 81 y en DURÁN MARTÍNEZ, Augusto,
Neoconstitucionalismo y Derecho Administrativo, La Ley Uruguay, Buenos Aires, 2012, p. 659 (en
adelante, las citas de este trabajo corresponderán a esta publicación); DELPIAZZO RODRÍGUEZ, Carlos
Enrique, “La responsabilidad estatal ante la huida del derecho administrativo”, Revista Argentina del
Régimen de la Administración Pública, 370/ 2009, Santa Fe, p. 160.
7
ARISTÓTELES, Moral a Nicómaco, Colección Austral, Espasa-Calpe S.A., Madrid, 1972, pp. 134 y
ss.; TOMÁS DE AQUINO, Tratado de la ley, Tratado de la justicia, Opúsculo sobre el Gobierno de los
Príncipes, Editorial Porrúa S.A., México, 1975, pp. 117 y ss.; VILLEY, Michel, El Derecho. Perspectiva
griega, judía y cristiana, Ghersi Editor, Buenos Aires, 1978, pp. 20/23; VILLEY, Michel, Método,
fuentes y lenguaje jurídicos, Ghersi Editor, Buenos Aires, 1978, p. 75; MASSINI, Carlos Ignacio, Sobre
el realismo jurídico, Abeledo-Perrot, Buenos Aires, 1978, p. 19; DURÁN MARTÍNEZ, Augusto,
“Proporcionalidad entre la falta y la sanción”, Revista Uruguaya de Estudios Administrativos, 1/1980,
Acali Editorial, Montevideo, p.132 y “El derecho al honor también existe”. Amicorum liber. Héctor Gros
Espiell, Bruylant, Bruselas, 1997, p. 287.
3
8
VILLEY, Michel, Método fuentes y lenguaje jurídicos, Ghersi Editor, Buenos Aires, 1978, pp. 168 y
169; VILLEY, Michel, El Derecho. Perspectiva griega, judía y cristiana, Ghersi Editor, Buenos Aires,
1978, pp. 64, 94 y 102.
9
TOMÁS DE AQUINO, op. cit., pp. 146 y ss.
10
ARISTÓTELES, op. cit., pp. 134 y ss.
11
DURÁN MARTÍNEZ, Augusto, “Ejecución de los contratos administrativos. Eficacia vinculante, el
contrato como regla de derecho. Mutabilidad del contrato”, Contratación Administrativa, Instituto
Uruguayo de Derecho Administrativo, FCU, Montevideo, 1989, p. 62.
12
DURÁN MARTÍNEZ, Augusto, “Presentación de la Ley Orgánica del Tribunal de lo Contencioso
Administrativo”, Suplemento especial de Anales del Foro, vol. 4, N.º 55-56, 1984, p. 102; BELLO
FABRA, Susana, “Fundamento jurisprudencial de la responsabilidad del Estado por acto legislativo y
jurisdiccional”, Revista de Derecho Público, 8/1995, FCU, Montevideo, p. 54; BRITO, Mariano,
“Responsabilidad extracontractual del Estado administrativa, legislativa y jurisdiccional”, Estudios
Jurídicos en memoria de Alberto Ramón Real, Montevideo, 1996, p. 131.
13
CASSAGNE, Juan Carlos, “Responsabilidad del Estado por actividad administrativa”, Congreso
Internacional de Derecho Administrativo, Universidad de la República, Montevideo, 1984, p. 83;
PEIRANO FACIO, Jorge, “Responsabilidad del Estado”, Anales del Foro, N.º 111-112/1992-1993, p. 77;
RISSO FERRAND, Martín, Responsabilidad del Estado por su actividad jurisdiccional, FCU,
Montevideo, 1991, p. 43; RISSO FERRAND, Martín, “Constitucionalidad del artículo 4.º de la ley N.º
15859”, Revista Uruguaya de Derecho Constitucional y Político, t. XI, N.º 63-66/1994-1995, p. 429.
14
CASSAGNE, Juan Carlos, “Los principios que fundamentan la responsabilidad extracontractual del
Estado y el alcance de la reparación”. Responsabilidad del Estado. CASSAGNE, Juan Carlos y otros,
Departamento de Publicaciones, Facultad de Derecho, Universidad de Buenos Aires/Rubinzal-Culzoni
Editores, Buenos Aires, 2008, p. 49.
4
Pero poco a poco, luego de la ley del talión, la lex aquilia y los autores jusnaturalistas,
se va desarrollando la idea de la llamada responsabilidad civil, que es la que nos
interesa a los efectos de este estudio.
15
BANDEIRA DE MELLO, Celso Antônio, op. cit., p. 1023.
16
SOTO KLOSS, Eduardo, Derecho Administrativo. Bases Fundamentales, t. II, Editorial Jurídica de
Chile, Santiago de Chile, 1996, pp. 244 y ss.
17
PEIRANO FACIO, Jorge, op. cit. pp. 59 y 69.
18
PEIRANO FACIO, Jorge, op. cit., p. 60.
5
Esta noción se desarrolla primero en el ámbito del derecho privado. Luego, pasa al
ámbito del derecho público, que se ve influido por los desarrollos del derecho privado
por ser cronológicamente anteriores. Tal vez por eso es que se usa el término
responsabilidad civil para distinguirla de la penal, aunque es inadecuado cuando se
trata de la responsabilidad del Estado. En efecto, en este caso estamos ante una
cuestión de derecho público y no de derecho privado. Con acierto Bacellar Filho
expresó que la responsabilidad del Estado no es materia de derecho civil sino de
derecho administrativo.19
En reacción a esa errónea terminología se usa a veces la expresión responsabilidad
patrimonial. Este término tiene la ventaja de que no induce a la aplicación del derecho
civil, cosa que en el ámbito del Estado es un error; pero tampoco es del todo
adecuado, ya que la reparación no siempre es económica ni exclusivamente
económica. En efecto, la reparación puede consistir no solo en un pago de dinero, o
además de un pago de dinero puede consistir en una obligación de hacer o en una
obligación de no hacer.20 Esto es especialmente frecuente en el ámbito del derecho
internacional de los derechos humanos,21 pero también ocurre en el derecho interno.
No obstante, utilizamos las expresiones responsabilidad civil o responsabilidad
patrimonial con esas precisiones, por ser las frecuentemente usadas.
- II -
Evolución de la responsabilidad patrimonial del Estado
19
BACELLAR FILHO, Romeu Felipe, Direito Administrativo e o novo Código Civil, Editora Forum,
Belo Horizonte, 2007, p. 195.
20
RUOCCO, Graciela, “Responsabilidad patrimonial del Estado por actividad administrativa”, Estudios
de Derecho Administrativo, La Ley Uruguay, 4/2011, pp. 122 y ss.; NESSAR, Silvana, “Sobre la
responsabilidad patrimonial de la Administración: otra forma de hacerla efectiva”, Estudios de Derecho
Administrativo, La Ley Uruguay, 4/2011, Montevideo, pp. 137 y ss.
21
SAETTONE MONTERO, Mariella, “Responsabilidad del Estado en el Derecho Internacional de los
Derechos Humanos”, Estudios de Derecho Administrativo, La Ley Uruguay, 4/2011, Montevideo, pp. 77
y ss.
6
22
JINESTA LOBO, Ernesto, Tratado de Derecho Administrativo, t. II, Biblioteca Jurídica Diké, San José
de Costa Rica, 2005, p.445; DURÁN MARTÍNEZ, Augusto, “Responsabilidad patrimonial del Estado
por actividad jurisdiccional”, Estudios de Derecho Administrativo, N.º 4, La Ley Uruguay, Montevideo,
2011, p. 249; BACELLAR FILHO, Romeu Felipe, “Responsabilidade civil extracontractual do Estado no
Brasil”, Estudios de Derecho Administrativo, N.º 4, La Ley Uruguay, Montevideo, 2011, pp. 377 y ss.;
DELPIAZZO RODRÍGUEZ, Carlos Enrique, Estudios sobre la responsabilidad de la Administración,
Universidad de Montevideo, Facultad de Derecho, Montevideo, 2009, p. 15.
23
SAYAGUÉS LASO, Enrique, Tratado de Derecho Administrativo, t. I, ed. de autor, Montevideo, 1953,
p. 636; MARTINS VILA, Daniel Hugo, “La responsabilidad de la Administración y de los funcionarios
en la Constitución uruguaya”, Constitución y Administración, Montevideo, 1993, pp. 199 y ss.; PRAT,
Julio, Derecho Administrativo, t. 4, vol. 2, Acali Editorial, Montevideo, 1978, pp. 57 y ss.; DEUS, Sergio,
“Responsabilidad Civil del Estado (Art. 24 de la Constitución)”, La Justicia Uruguaya, 94/1987,
Montevideo, pp. 33 y ss.; BERRO, Guido, “Responsabilidad objetiva del Estado”, Revista de Derecho
Público, 2/1992, FCU, Montevideo, 1992, pp. 89 y ss.
24
Artículo 23. Todos los jueces son responsables ante la ley, de la más pequeña agresión contra los
derechos de las personas, así como por separarse del orden de proceder que en ellas se establezca.
25
DURÁN MARTÍNEZ, Augusto, op. cit., pp. 252 y ss.
7
que los homes ó las bestias facen en las cosas de otro de qual natura quier que
sean”.26
Conforme al acápite de este Título, las leyes contenidas en él refieren a: “qué cosa es
daño: et quántas maneras son dél: et quién puede demandar ende emienda, et ante
quién et á quáles: et cómo debe seer fecha emienda dél después que fuere
averiguado”.27
Esas leyes refieren a la responsabilidad extracontractual en general sin especial
referencia al Estado, pero nada impedía su aplicación al Estado si no había regulación
específica en la medida en que fuese compatible por naturaleza. Por otra parte, Soto
Kloss, al analizar la jurisprudencia chilena, concretamente el caso Ábalos con Fisco de
1890, recuerda la Recopilación de leyes de Indias que, obviamente, rigió también en
Uruguay, en cuanto recoge un texto legal de Felipe IV de 1617 que reconocía la
responsabilidad de la Corona y, por tanto, el deber de indemnizar los perjuicios, daños
o agravios que sufrieren los súbditos por su actuación.28 Dicho texto es el siguiente:
Véase que este texto recogió expresamente la responsabilidad patrimonial del Estado
con lo que, con relación a él, la legislación patria posterior –o su interpretación–
significó una involución. Digo su interpretación porque si el Código Civil no regula
expresamente la responsabilidad del Estado siguieron vigentes las leyes anteriores
que expresamente la preveían, en la medida en que dichas leyes no fueran
incompatibles con la Constitución.30
26
Las Siete Partidas del Rey Don Alfonso el Sabio, cotejadas con varios códices antiguos por la Real
Academia de la Historia y glosadas por el Lic. Gregorio López del Consejo Real de Indias de S.M., t.
cuarto, Librería de Rosa y Bouret, París, 1861, p. 581.
27
Ídem.
28
SOTO KLOSS, Eduardo, op.cit., p. 388.
29
SOTO KLOSS, Eduardo, op.cit., pp. 258 y ss.
30
Considero que la responsabilidad patrimonial del Estado es materia extraña al Código Civil por lo que
las leyes que la regulaban no quedan alcanzadas por la derogación del artículo 2390 de este código.
8
Y el artículo 25 dice:
Cuando el daño haya sido causado por sus funcionarios, en el ejercicio de sus
funciones o en ocasión de ese ejercicio, en caso de haber obrado con culpa
31
No obstante esa opinión mayoritaria, Méndez sostuvo que este artículo 24 sienta implícitamente el
principio de la responsabilidad integral del Estado y admitió la posibilidad de demandarlo directamente.
Ver Méndez, Aparicio, “Relaciones entre la responsabilidad del Estado y la del funcionario”, La Justicia
Uruguaya, 1/1940, Montevideo, pp. 122 y ss.
32
MARTINS, Daniel Hugo, op. cit. pp. 206 y ss.; MÉNDEZ, Aparicio, op. cit., pp. 122 y ss.
33
Pese a que la doctrina en general adopta la terminología falta personal y falta del servicio nosotros
hablamos de culpa personal y culpa del servicio. Nuestra actitud obedece a que el término falta puede
inducir erróneamente a que en el caso de la falta del servicio estamos en el ámbito de una responsabilidad
objetiva cuando en verdad es un caso de responsabilidad subjetiva.
9
Ante estos textos, no cabe duda de que procede la acción directa contra el Estado.
La mayoría de la doctrina entendió que estos artículos 24 y 25 vedan la acción directa
contra el funcionario, quien solo es pasible de la acción de repetición en los términos
del artículo 25.34 No obstante, en los últimos tiempos apareció una corriente
minoritaria, entre la que me encuentro,35 que admite la acción directa contra el
funcionario. No analizo este punto puesto que es irrelevante para nuestro tema.
Se ha discutido si el artículo 24 refiere únicamente a la responsabilidad administrativa
o comprende todos los supuestos de responsabilidad del Estado. He opinado en este
último sentido36 –aspecto que tampoco ahora desarrollo puesto que el objeto de este
estudio es la responsabilidad administrativa, la que sin duda queda comprendida–.
Otro asunto de discusión que plantea el artículo 24 citado es si recoge un sistema de
imputación objetivo o subjetivo. Corresponde detenerse en este punto ya que atañe a
nuestro tema, cosa que analizaré en el apartado siguiente.
- III -
Criterio de imputación en el artículo 24 de la Constitución
34
SAYAGUÉS LASO, Enrique, op. cit., pp. 659 y 462 y ss.; MARTINS, Daniel Hugo, op. cit., pp. 251 y
ss.; MARTINS, Daniel Hugo, “La responsabilidad de los funcionarios públicos por los daños causados a
terceros en el ejercicio de sus funciones o en ocasión de ese ejercicio”, Estudios de Derecho
Administrativo, 4/2011, Montevideo, pp. 295 y ss.
35
RISSO FERRAND, Martín, “Responsabilidad civil de los funcionarios públicos”, Segundo Coloquio
Contencioso de Derecho Público, Responsabilidad del Estado y Jurisdicción, Editorial Universidad,
Montevideo, 1995, pp. 11 y ss.; DURÁN MARTÍNEZ, Augusto, op. cit., pp. 660 y ss.; GAMARRA
ANTES, Diego, “La responsabilidad civil de los funcionarios públicos ante los particulares”, Estudios de
Derecho Administrativo, 4/2011, pp. 307 y ss.; VÁZQUEZ PONCE, Héctor, “La responsabilidad
individual y los funcionarios públicos”, Estudios de Derecho Administrativo, 4/2011, pp. 333 y ss.
36
DURÁN MARTÍNEZ, Augusto, Casos de Derecho Administrativo, t. I, Universidad Católica del
Uruguay Dámaso Antonio Larrañaga/Ingranusi Ltda., Montevideo, 1999, pp. 190 y ss.
37
SAYAGUÉS LASO, Enrique, op. cit., p. 660.
38
MARTINS, Daniel Hugo, op. cit., p. 236.
39
JIMÉNEZ DE ARÉCHAGA, Justino, Constitución del Uruguay de 1952, t. II, Centro Estudiantes de
Derecho, Montevideo, 1966, p. 314.
10
40
DEUS, Sergio, op. cit., p. 37.
41
PRAT, Julio, op. cit., p. 71.
42
RISSO FERRAND, Martín, Responsabilidad del Estado por su actividad jurisdiccional, FCU,
Montevideo, 1991, pp. 33 y ss. y en especial pp. 38 y ss.; y “Constitucionalidad del artículo 4.º de la ley
15859”, Revista Uruguaya de Derecho Constitucional y Político, 63-66/ 1994 -1995, pp. 426 y ss.
43
PEIRANO FACIO, Jorge, op. cit., p. 77.
44
BERRO, Guido, op. cit., pp. 89 y ss.
45
BELLO FABRA, Susana, op. cit., p. 70.
46
CASSINELLI MUÑOZ, Horacio, Informe publicado en La Justicia Uruguaya, 105/1992, pp. 320 y ss.
47
BRITO, Mariano, op. cit., pp. 134, 135 y 142.
48
DURÁN MARTÍNEZ, Augusto, op. cit., p. 102.
49
PRAT, Julio, op. cit., p. 14.
50
Caso N.º 12.929 de La Justicia Uruguaya, Montevideo, 112/1995, pp. 308 y ss.
51
Con razón Deus (op. cit., pp.31 y ss.) y Berro (op. cit., pp. 89 y ss.) rechazaron la aplicación de la
aludida teoría francesa en el marco de nuestra Constitución a los efectos de comprometer la
responsabilidad del Estado.
11
52
RISSO FERRAND, Martín, op. cit., pp. 37 y 38.
12
Así, el Dr. Fusco dijo que le parecía “excesiva la solución consagrada en el nuevo
artículo 24 por la cual bastaba la existencia objetiva del daño para responsabilizar a la
Administración”. Y el Dr. Cutinella expresó que “el artículo reconocía el principio de la
responsabilidad o seguro social a cargo del Estado, independientemente de la idea de
culpa o falta”.53
Tiene importancia también tener en cuenta la opinión de Moretti que asesoró a la
Comisión de Reforma. Allí sostuvo:
1) La responsabilidad de orden público del Estado no puede regularse por los
principios del Código Civil. 2) El fundamento de la responsabilidad del Estado
es otra: se ha fundado la responsabilidad objetiva del Estado por los riesgos
propios e inherentes a la ejecución de los servicios públicos. 3) El art. 24 del
proyecto establece categóricamente la responsabilidad primaria, principal,
directa del Estado y demás personas públicas en la ejecución de los servicios,
sin distinguir si ha existido o no falta del servicio o falta del funcionario... Este
precepto traduce el principio de la socialización de la responsabilidad, en
cuanto pone a cargo del Estado la responsabilidad por el daño causado,
independientemente de la idea de falta o culpa54
- IV -
Responsabilidad y sacrificio de derechos
53
BERRO, Guido, op. cit., p. 93.
54
Citado por BERRO, Guido, op. cit., p. 93.
55
ALESSI, Renato, Instituciones de Derecho Administrativo, t. II, Bosch, Barcelona, 1970, pp. 485 y ss.
56
Ibíd., pp. 504 y ss.
13
Interesa subrayar, sobre todo, la nota de que el sacrificio del derecho particular
se realiza por la Administración legítimamente, es decir, el daño que el
particular sufre no es en ningún caso la consecuencia de una actividad
administrativa ilegal. Hecha esta advertencia, se comprende que la teoría de la
indemnización postula un fundamento propio y que se encuentra, desde luego
en una indiscutible idea jurídica: la igualdad de todos los ciudadanos ante las
cargas públicas que hace odioso el sacrificio especial sin indemnización59
57
ALESSI, Renato op. cit., p. 492.
58
ALESSI, Renato, op. cit., p. 493.
59
GARRIDO FALLA, Fernando, Tratado de Derecho Administrativo, vol. II, Centro de Estudios
Constitucionales, Madrid, 1985, p. 248.
60
GARRIDO FALLA, Fernando, Ibíd., pp. 249 y 250.
14
61
PARADA VÁZQUEZ, Ramón, Derecho Administrativo, t. I, Marcial Pons, Madrid, 1997, pp. 610 y
611.
62
PARADA VÁZQUEZ, Ramón, Ibíd., p. 611.
63
PARADA VÁZQUEZ, Ramón, op. cit., p. 682.
64
BANDEIRA DE MELLO, Celso Antonio, “Responsabilidad del Estado por actividad administrativa”,
Congreso Internacional de Derecho Administrativo, Universidad de la República, Facultad de Derecho y
Ciencias Sociales, Montevideo, 1982, pp. 62 y 63.
65
BANDEIRA DE MELLO, Celso Antonio, Curso de direito administrativo, 30.ª edición, Malheiros
Editores, San Pablo, 2013, p. 1010.
66
BANDEIRA DE MELLO, Celso Antonio, op.cit., p. 1010.
67
BANDEIRA DE MELLO, Celso Antonio, op.cit., p. 1011.
15
cuando el Estado ejerce un poder legítimo, pero como simple consecuencia, no como
finalidad propia, indirectamente lesiona un derecho ajeno.68 Gráficamente podríamos
decir que este es un daño colateral.
6. Los llamados casos de sacrificio de derechos son reconocidos en todos los
países desde larga data. En efecto, además de la expropiación es frecuente que se
admita el sacrificio de animales o plantaciones por motivos sanitarios,69 entre otros.
Precisamente, el caso chileno ya mencionado Ábalos con Fisco refiere a la destrucción
de una plantación de sandías para combatir una epidemia de cólera.70
En nuestro país también se han dictado numerosas leyes que habilitan dicho sacrificio
para combatir diversas plagas,71 como la ley de policía sanitaria de los animales de 13
de abril de 1910 (artículos 2, 6, 29 y ss.) y la ley N.º 16082 de 18 de octubre de 1989
destinada combatir la fiebre aftosa (artículos 6, 13 y ss.).
Considero innecesaria esta distinción entre sacrificio y responsabilidad porque, como
acertadamente observó Cassagne, en ambos casos el fundamento es el mismo: el
principio de igualdad ante las cargas públicas.72
La mayoría de la doctrina uruguaya no efectúa esta distinción. Habitualmente se habla
en todo caso, genéricamente, de responsabilidad.
La cuestión de la previa indemnización en caso de sacrificio de derechos requiere
algunas precisiones. En la expropiación, la previa indemnización es de principio
porque así lo establece el artículo 3273 de la Constitución. Pero la propia Constitución,
en los artículos 231 y 232,74 prevé casos excepcionales en que la indemnización podrá
68
BANDEIRA DE MELLO, Celso Antonio, op. cit., pp. 1011 y ss.
69
MAIRAL, H.A., “Responsabilidad del Estado por su actividad lícita”. Responsabilidad del Estado.
CASSAGNE, Juan Carlos y otros, Departamento de Publicaciones Facultad de Derecho, Universidad de
Buenos Aires/ Rubinzal-Culzoni Editores, Buenos Aires, 2008, p. 142.
70
SOTO KLOSS, Eduardo, op. cit., 384 y ss.
71
DELPIAZZO, Carlos Enrique, Derecho administrativo especial, 2.ª edición actualizada y ampliada,
Amalio M. Fernández, Montevideo, 2009, pp. 381 y ss.
72
CASSAGNE, Juan Carlos, op. cit., p. 83.
73
“Artículo 32.- La propiedad es un derecho inviolable, pero sujeto a lo que dispongan las leyes que se
establecieren por razones de interés general. Nadie podrá ser privado de su derecho de propiedad sino en
los casos de necesidad o utilidad públicas establecidos por una ley y recibiendo siempre del Tesoro
Nacional una justa y previa compensación. Cuando se declare la expropiación por causa de necesidad o
utilidad públicas, se indemnizará a los propietarios por los daños y perjuicios que sufrieren en razón de la
duración del procedimiento expropiatorio, se consume o no la expropiación; incluso los que deriven de
las variaciones en el valor de la moneda.”
74
“Artículo 231.- La ley dictada por mayoría absoluta del total de componentes de cada Cámara podrá
disponer expropiaciones correspondientes a planes y programas de desarrollo económico, propuestas por
el Poder Ejecutivo, mediante una justa indemnización y conforme a las normas del artículo 32.
Artículo232.- Dicha indemnización podrá no ser previa, pero en ese caso la ley deberá establecer
expresamente los recursos necesarios, para asegurar su pago total en el término establecido que nunca
superará los diez años; la entidad expropiante no podrá tomar posesión del bien sin antes haber pagado
efectivamente por lo menos la cuarta parte del total de la indemnización.
Los pequeños propietarios, cuyas características determinará la ley, recibirán siempre el total de la
indemnización previamente a la toma de posesión del bien.”
16
- V -
Daño
75
Esta opinión me la ha trasmitido verbalmente el propio Martins.
17
76
HENAO, Juan Carlos, El daño. Análisis comparativo de la responsabilidad extracontractual del
Estado en el Derecho colombiano y francés, Universidad Externado de Colombia, Bogotá, 2007, pp. 36 y
ss.
77
Jiménez de Aréchaga hacía notar la ubicación del artículo 24, ya desde la Constitución de 1934, en la
Sección II que trata los Derechos, Deberes y Garantías, y decía: “este precepto constituye una garantía
genérica de los derechos consagrados a favor de los administradores o, más ampliamente, de las personas,
por esa Sección del texto constitucional. Si los administrados no tuvieran la posibilidad de obtener la
reparación de los perjuicios que les causaren los actos de los administradores o de sus agentes, de poco
valdría una enunciación tan explícita de derechos”. JIMÉNEZ DE ARÉCHAGA, Justino, Constitución de
1952, Cámara de Senadores, Montevideo, 1995, p.183.
78
Cassinelli Muñoz ha entendido que el artículo 24 consagra un derecho subjetivo perfecto a ser
indemnizado por daños causados por el Estado, que no puede ser limitado por ley. CASSINELLI
MUÑOZ, Horacio, “Los límites de los derechos humanos en la Constitución Nacional”, Cursillo sobre
los derechos humanos y sus garantías, Cuadernos, 2.ª serie N.º 13, Facultad de Derecho y Ciencias
Sociales, Universidad de la República, Montevideo, 1990, p. 190.
79
RISSO FERRAND, Martín, Responsabilidad del Estado por su actividad jurisdiccional, 2.ª edición
actualizada, FCU, Montevideo, 1998, p. 19.
80
En esa línea Zockun expresó: “… o ponto de partida para a eclosão da responsabilidade patrimonial do
Estado, seu verdadeiro estopim jurídico, será, sempre, o dano perpetrado no patrimonio alheio, e não a
conduta do agente que ocasionou essa lesão.
Afinal, é o dano (e não a conduta do agente do Estado ou de quem lhe faça as vezes) que se cualifica
como „fato gerador‟ da responsabilidade patrimonial do Estado”. Ver ZOCKUN, Mauricio,
Responsabilidade patrimonial do Estado, Malheiros Editores, San Pablo, 2010, p. 38.
81
Las Siete Partidas, op. cit., p. 581.
82
Las Siete Partidas, op. cit., pp. 256 y ss.
18
Escriche toma el concepto de daño de las Partidas. En efecto, define daño como “el
detrimento, perjuicio ó menoscabo que se recibe por culpa de otro en la hacienda ó la
persona (ley 1, título XV, Part. 7)”.Y enseguida agrega: “En general, todo daño puede
causarse por dolo o malicia, por culpa, ó por caso fortuito”.83
Considero que el concepto de daño de las Partidas y, por ende, de Escriche, al incluir
el elemento subjetivo, es erróneo. La culpabilidad podrá ser un elemento para
determinar si se debe o no responder, pero no para determinar si existió o no el daño.
En cierta medida tanto las Partidas como Escriche atenúan su error al mencionar el
caso fortuito, pues ello pone en evidencia que puede existir daño sin culpabilidad. Pero
también es un error incluir el caso fortuito en la definición del daño. El caso fortuito
importa a los efectos del nexo causal84 pero no a los efectos de la definición del daño.
La inclusión del citado aspecto subjetivo así como la referencia al caso fortuito al
definir el daño es tan improcedente como la inclusión de la antijuridicidad que efectúa
una amplia doctrina civilista.85
El daño es lo que las Partidas y Escriche decían en la primera parte de sus
definiciones. En suma, como dice Soto Kloss, daño “significa un detrimento en la
esfera jurídica personal de un sujeto, sea este natural o jurídico, público o privado:
esto es, un menoscabo de lo que le pertenece, una lesión de lo suyo”.86
- VI -
Daño indemnizable
83
ESCRICHE, Joaquín, op. cit., p. 528.
84
PEIRANO FACIO, Jorge, op.cit., pp. 450 y ss.
85
PEIRANO FACIO, Jorge, op.cit., pp. 357 y ss.
86
SOTO KLOSS, Eduardo, op.cit., t. II, p. 271.
87
ZANCANER, Weida, “Responsabilidade do Estado e serviço público”. Estudios Jurídicos en homenaje
al Prof. Mariano R. Brito. DELPIAZZO, Carlos Enrique, (Coordinador), FCU., Montevideo, 2008, p.
1154; SOTO KLOSS, Eduardo, op.cit., p. 299.
88
RUOCCO, Graciela, op.cit., p. 132.
19
Es que, como acertadamente señaló Mairal, la actual visión del derecho en vez
de poner el énfasis, como se hacía antes, en la conducta antijurídica se lo pone
en el sufrimiento antijurídico, o sea sobre la víctima del daño y no sobre su
autor.90
Y esa situación antijurídica o incompatible con la idea de justicia, como decía Ruocco,
se da cuando no existe el deber de soportar el daño.
Por supuesto que si la conducta del que produce el daño es ilegítima, el daño es
indemnizable porque nadie está obligado a soportar un daño producido por una
conducta antijurídica, por leve que sea el vicio, en la medida en que el daño se haya
producido por esa antijuridicidad.91
Pero igualmente puede comprometer la responsabilidad por conducta legítima tanto en
esos supuestos considerados sacrificio de derechos o en otros supuestos que no lo
son, si es que no existe obligación de soportar el daño.
Siendo la responsabilidad de la esencia del hombre, por lo que existe al respecto un
derecho humano, ese deber de soportar el daño debe provenir del bloque de
constitucionalidad. En general proviene de la Constitución, pero hasta la propia
Constitución está sujeta a la cúspide del bloque compuesta por los derechos humanos.
De manera que si no hay obligación de soportar el daño, una vez producido este –aun
por actividad legítima de la Administración– puede comprometer su responsabilidad.
3. El daño para ser indemnizable debe ser efectivo, lo que implica la necesidad de
probar su existencia.92 Ese daño efectivo o cierto puede ser o presente o futuro, pero
no hipotético o eventual,93 aunque pueda indemnizarse la pérdida de chance.
Debe ser, además, individualizado, lo que excluye los daños generales derivados de
un cambio de precio, por ejemplo.94 Con mayor precisión se ha dicho que ese daño
debe ser especial y anormal.95
89
RUOCCO, Graciela, Ídem.
90
MAIRAL, Héctor, op. cit., p. 142.
91
En sentencia del Tribunal de Apelaciones en lo Civil de Primer Turno, N.º 18/2012, de 29 de febrero de
2012, recaída en los autos caratulados “Solari, Cristina y otros C/Intendencia Municipal de Maldonado.
Demanda cumplimiento de dictada por el TCA. Acumula demanda por daños y perjuicios”- IUE 291-
134/2007, se rechazó una solicitud de indemnización por disminución de valor de una propiedad por
pérdida de vista al mar y de la caída del sol por la construcción de un edificio cuyo permiso de
construcción fue anulado por un vicio de legitimidad, porque la vista igualmente se habría perdido si el
mismo hubiera sido otorgado en forma regular.
92
MARTÍN REBOLLO, Luis, “Fundamento y función de la responsabilidad patrimonial del Estado:
situación actual y perspectiva en el derecho español”, Estudios de Derecho Administrativo, N.º 4, La Ley
Uruguay, Montevideo, 2011, p. 18.
93
RUOCCO, Graciela, op.cit., p. 132.
94
MARTÍN REBOLLO, Luis, op. cit., p. 18; PARADA VÁZQUEZ, Ramón, op.cit., p.610.
20
- VII -
Nexo causal
1. Además del daño con las características indicadas, para que se comprometa la
responsabilidad es preciso que exista nexo causal o, como también se ha llamado,
relación de causalidad o relación causal.98
2. “El nexo causal aparece como una relación objetiva entre conductas y daño...”,
“... Es definido como un ligamen que vincula el daño con el comportamiento del
ofensor, un „puente‟ entre el acto u omisión que es visto como causa y el daño que es
considerado como su efecto”.99
3. Pese a ser tan evidente la necesidad del nexo causal en materia de la
responsabilidad, la noción de causalidad permaneció durante siglos dejada de lado.100
Comienza a abordarse el tema en el ámbito del derecho penal, fundamentalmente en
la doctrina alemana, pasa luego al derecho civil101 para llegar después al derecho
administrativo.
4. La doctrina ha estudiado con especial énfasis el problema de la pluralidad de
causas o concausas.
Las diversas teorías pueden ser agrupadas en dos grandes sistemas: a) el de la
equivalencia de las condiciones, que sostiene que todas las concausas, puesto que
concurren a la producción del daño, deben ser consideradas causas del mismo, sin
tener que distinguirlas en razón de su importancia (Von Buri); y b) las que, por el
contrario, entienden que es preciso efectuar esa distinción.102 Entre estas últimas se
95
BANDEIRA DE MELLO, Celso Antônio, op. cit., pp. 1039 y ss.; PEIRANO FACIO, Jorge, op. cit.,
pp. 75 y ss.; DURÁN MARTÍNEZ, Augusto, Casos de Derecho Administrativo, vol. I, Universidad
Católica del Uruguay/Ingranusi Ltda., Montevideo, 1999, p. 201; RUOCCO, Graciela, op. cit., p. 132;
JINESTA LOBO, Ernesto, op. cit., pp. 194 y ss.
96
BANDEIRA DE MELLO, Celso Antônio, op. cit., pp. 1039 y ss.
97
BANDEIRA DE MELLO, Celso Antônio, op.cit., p. 1039.
98
ABERASTURY, P., op. cit., p. 223; MARTÍN REBOLLO, Luis, op. cit., pp. 21 y ss.
99
CASTRO RIVERA, Alicia, “Algunos comentarios sobre la reparación del daño y los criterios de
actualización en la responsabilidad civil del Estado”, Segundo Coloquio. Contencioso de Derecho
Público, Responsabilidad del Estado y Jurisdicción, Editorial Universidad, Montevideo, 1995, pp. 111 y
112.
100
PEIRANO FACIO, Jorge, op.cit., p. 402.
101
PEIRANO FACIO, Jorge, op.cit., pp. 403 y ss.
102
PEIRANO FACIO, Jorge, op.cit., pp. 410 y ss.; ABERASTURY, Pedro, op. cit., pp. 223 y ss.
21
103
PEIRANO FACIO, op. cit., pp. 415 y ss.; ABERASTURY, op. cit., pp. 224 y ss.
104
BACELLAR FILHO, Romeu Felipe, op. cit., pp. 402 y ss.
105
PEIRANO FACIO, Jorge, op.cit., p. 451.
106
Ibíd., p. 453.
107
BACELLAR FILHO, Romeu Felipe, op. cit., pp. 402 y ss.
108
BACELLAR FILHO, Romeu Felipe, op. cit., p. 403.
22
- VIII -
Resarcimiento
109
Ibíd., p. 404.
110
JINESTA LOBO, Ernesto, op. cit., p. 112.
23
111
JINESTA LOBO, Ernesto, op. cit., p. 112.
112
Ídem., p. 112 y ss.
113
TAWIL, Guido Santiago, “El alcance de la indemnización en los supuestos de responsabilidad del
Estado por su actividad lícita”. Responsabilidad del Estado. CASSAGNE, Juan Carlos y otros,
Departamento de Publicaciones, Facultad de Derecho, Universidad de Buenos Aires/Rubinzal-Culzoni
Editores, Buenos Aires, 2008, pp. 242 y ss.
114
DURÁN MARTÍNEZ, Augusto, “La expropiación en el Uruguay desde la perspectiva del Estado
Social y Democrático de Derecho”. Estudios de Derecho Público. DURÁN MARTÍNEZ, Augusto, vol.
II, Montevideo, 2008, p. 327; MARTINS VILA, Daniel Hugo, “La indemnización de los daños y
perjuicios causados por la expropiación debe ser integral”, La Ley Uruguay, Legislación, Jurisprudencia
y Doctrina, 9/ 2011, pp. 1227 y ss.
115
HUTCHINSON, Tomás, “El daño a la vida en relación, una nueva tipología del perjuicio”.
Responsabilidad del Estado. CASSAGNE, Juan Carlos y otros, Departamento de Publicaciones, Facultad
de Derecho, Universidad de Buenos Aires/Rbubzak-Culzoi Editores, Buenos Aires, 2008
24
Admito que el daño moral y el daño de la vida en relación no son frecuentes en caso
de actividad administrativa legítima, pero no se puede descartar que se produzcan y
no hay motivos para considerarlos no indemnizables.
4. Zockun ha sostenido con particular énfasis que, en caso de sacrificio de
derechos, la indemnización debe ser necesariamente previa. En esos casos, dice, se
conoce de antemano el daño, es determinable, económicamente mensurable, es
especial y anormal, por lo que debe compensarse previamente, como una exigencia
del estado de derecho.116 Y si esto no se hace así, el daño lícito se transforma en
ilícito.117
En principio es compartible esta precisión, compartida también por Bandeira de Mello,
según se ha visto.118
Como se ha señalado, este es el principio en la expropiación, conforme lo establecido
en el artículo 32 de la Constitución, pero los artículos 231 y 232 establecen una
excepción. Con relación a los demás casos de sacrificio de derechos se puede
sostener también que la previa compensación es también la solución de principio, pero
la ley, si existen razones de interés general, puede apartarse de este principio,
conforme a lo establecido en el artículo 7 de la Constitución.
En suma, en caso de sacrificio de derechos la indemnización debe en principio ser
previa. En el caso de la expropiación, la indemnización puede no ser previa, en la
hipótesis del artículo 231 de la Constitución; en los demás casos de sacrificio de
derechos, si existen razones de interés general, la ley puede disponer esa excepción.
5. La compensación normalmente es en dinero; la expresión comprende la
reparación económica, la indemnización, pero no se agota en ella. En ocasiones, se
admite la reparación en especie.119
Advierto que no se puede confundir esa reparación en especie u otras medidas
compensatorias con ciertas medidas punitivas o preventivas, que en ocasiones se
puede imponer, pero que son ajenas a la materia de la llamada responsabilidad civil o
patrimonial. Una cosa es castigar o prevenir y otra es reparar.
- IX -
Apreciaciones finales
116
ZOCKUN, Mauricio, Responsabilidade patrimonial do Estado, Malheiros Editores. San Pablo, 2010,
pp. 137 y ss.
117
Ibíd., pp. 142 y ss.
118
BANDEIRA DE MELLO, Celso Antonio, op. cit., p. 1010.
119
NESSAR, Silvana, op. cit., p. 137.
25
También debo señalar que esa posibilidad de acción directa contra el funcionario y la
acción de repetición debe regularse con prudencia, a fin de evitar que el funcionario en
su gestión actúe pensando más en proteger sus propios intereses que en el interés del
servicio.120 La buena administración está en juego en esto.
Claro está que ni la acción de repetición ni la acción directa contra el funcionario
proceden en caso de responsabilidad por actividad lícita, ya que en esas acciones
indicadas se requiere la configuración del elemento subjetivo, culpa grave o dolo en la
primera, y al menos la mínima culpabilidad en la segunda, lo que por cierto no existe
en la actividad lícita. Eso hace que, en este ámbito, si no se puede pagar hay que
pensar muy bien antes de actuar. En los casos de sacrificios de derechos, una de las
hipótesis de responsabilidad lícita, la previa indemnización ayuda mucho a pensar
bien.
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120
DURÁN MARTÍNEZ, Augusto, op. cit., pp. 680 y ss.; CASSAGNE, Juan Carlos, “La responsabilidad
de los funcionarios públicos y su coordinación con la del Estado”, Estudios de Derecho Administrativo,
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