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2) Enriquece tus mensajes. Añade audio, fotografías, vídeos, infografías, etc., en aquellas
plataformas donde sea posible, adaptando siempre el contenido a las particularidades de cada
red social. El 93 por ciento de los mensajes más compartidos en redes sociales como Facebook
incluyen una imagen.
Además, crear contenido de actualidad es muy importante para el posicionamiento SEO (de
optimización de motores de búsqueda), aunque requiere la labor extra de estar al día en los
nuevos temas y tendencias del mercado.
4) Ofrece una ventaja. Aporta un valor añadido a los miembros de tu comunidad. Ganchos como
proporcionar un contenido exclusivo, ofrecer un descuento o una promoción hacen que el
usuario se sienta especial por formar parte de esa comunidad. Eso sí, no conviene abusar de
este tipo de mensajes, ya que nuestro perfil podría ser confundido con uno promocional.
5) Utiliza ejemplos. Compartir casos de éxito de empresas que han hecho algo bien o han
mejorado utilizando tu marca dará confianza a los seguidores. La experiencia de otros (incluso
la tuya propia) puede ser muy útil para algunas personas.
8) Publicación constante. Sigue la regla del «menos es más», muy útil en social media. Es mejor
comunicar menos, pero mandar siempre mensajes relevantes, que ser tachado de generador de
spam. Comunica sólo cuando tengas algo que comunicar, pero hazlo de manera periódica para
que el perfil no parezca desactualizado. En Twitter puedes enviar mensajes varias veces al día,
mientras que en Google+ y Facebook será suficiente con cinco o seis actualizaciones a la semana.
9) Escribe con propiedad. Todo mensaje debe poseer una redacción impecable, un estilo
correcto y el tono adecuado. Revisa siempre un par de veces el texto antes de publicar.
10) Adáptate a cada plataforma. Ten en cuenta que la estrategia en cada red social debe ser
distinta. Usa el blog de la compañía como centro de la creación del contenido; Facebook y
Google para fomentar el sentimiento de comunidad; Twitter para establecer diálogo; Pinterest
e Instagram como repositorios de imágenes; YouTube como canal de vídeo; y LinkedIn como
canal profesional. No olvides estas características de cada plataforma a la hora de redactar tus
mensajes para cada una de ellas.
11) Se original. No comuniques los mismos mensajes en cada plataforma. Con la repetición tan
sólo lograremos saturar a aquellos que nos sigan por diferentes vías. Cada red social, como
hemos visto, tiene sus características particulares, y requiere de mensajes específicos adaptados
a ella para asegurar la interacción de los usuarios.
12) Usa keywords. Aunque lo importante es la calidad del contenido, que sea interesante y
atraiga al lector por sí mismo, piensa, siempre que sea posible, en formas de redactarlo de tal
manera que posicione mejor en buscadores (SEO) y en redes sociales (SMO). El uso de mensajes
cortos, con palabras clave que se repiten a lo largo de la publicación, es básico para la relevancia
y el posicionamiento.
13) Evita siempre los posts mal redactados. Huye también de las imágenes de escasa calidad y,
sobre todo, de intentar siempre promocionar y vender tus productos y servicios en cada
mensaje. Eso no aporta ningún valor a los usuarios.