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Causas de Justificación Y Excusa del Homicidio

Legítima defensa.

La legítima defensa o defensa propia es, en Derecho penal, una causa que justifica la
realización de una conducta sancionada penalmente, eximiendo de responsabilidad a
su autor, y que en caso de no cumplirse todos sus requisitos, permite reducir la pena
aplicable a este último. En otras palabras, es una situación que permite eximir, o
eventualmente reducir, la sanción ante la realización de una conducta generalmente
prohibida.

La legítima defensa es el rechazo a una agresión ilegal, ya sea actual o inminente,


contra el atacante, ya sea por el agredido o un tercero, la cual debe ser proporcional a
la acción que se realiza en contra. Que la defensa sea lo suficiente para detener el
ataque realizado, sin desproporcionarse y resultar abusiva. La legítima defensa
extingue la responsabilidad penal totalmente, es decir exonera al que la ejerce.

Condiciones

En el momento de hablar de legítima defensa, hay que fijar las condiciones exigidas
para que ésta exista; no obstante, es preciso adoptar una definición de la misma. “La
legítima defensa es repulsa de la agresión ilegítima, actual o inminente, por el atacado
o tercera persona, contra el agresor, sin traspasar la necesidad de la defensa y dentro
de la racionalidad proporcionalidad de los medios empleados para impedirla o
repelerla”: Dice el art. 328 del Código Penal, según el cual "No hay crimen ni delito,
cuando el homicidio, las heridas o los golpes se infieran por la necesidad actual de la
legítima defensa de sí mismo o de otro".

Excusas legales.

Las excusas son los hechos estipulados por ley que tienen por objeto abolir totalmente
la pena o disminuirla parcialmente al mínimo establecido por ley. Estas pueden ser
absolutorias o atenuantes; cuando absuelven a la persona son absolutorias, cuando
disminuyen la pena son atenuantes.

Hay legítima defensa cuando se previene un mal que amenaza y la excusa es cuando
el mal ha sido causado. También hay excusa cuando se han sobrepasado los límites
de la legítima defensa. A mi entender esto quiere decir que la legítima defensa me sirve
para prevenir que se me haga un daño, pero si ya me fue hecho, mi acción estaría bajo
el paraguas de una excusa legal. Si me llegare a exceder en el ejercicio de mi legítima
defensa y soy desproporcionado, tendré una excusa legal y por lo tanto podría atenuar
mi pena, pero no exonerarme de ella.
Infracciones contra los menores y la familia.

Son niños, niñas y adolescentes infractores los y las que incurran en hechos
sancionados por la ley.
El niño, niña y adolescente es infractor (a) leve cuando se ve comprometido en
conductas anti-jurídicas contra la propiedad, de menor cuantía y sin violencia, en
lesiones personales leves, y en general, n hechos cometidos dentro de circunstancias
que hagan fácilmente explicable la infracción.
El niño, niña y adolescente es infractor (a) grave cuando el acto típico puede
catalogarse como grave por la magnitud de sus resultados y la modalidad de los
hechos que revele carencia de sensibilidad moral y social en el o la menor, o cuando
antecedentes personales o socio-familiares demuestren una desadaptación incipiente
en su conducta.
Son infractores habituales cuando su reincidencia en las conductas típicas y su
renuencia para aceptar los tratamientos bio-psíquico, socio-pedagógico demuestren
graves problemas de comportamiento y/o avanzado estado de desadaptación social.

Abandono de menores y de familia.

El Art. 119, que se refiere al concepto de abandono, dice que este puede ser de dos
clases: abandono físico y abandono moral. Sobre el físico expone: “Para los efectos de
este Código, se entiende que un niño, niña o adolescente se halla en estado de
abandono físico, cuando carece de las personas que, según la ley, deben suministrarle
alimentos, o que existiendo, no tengan capacidad para hacerlo, o que se encuentren
privados de alimentos, cuidados y educación suficientes, en forma que puedan
comprometerse su salud física o mental.” En cuanto al abandono moral expresa: “Para
los efectos de este Código, se considera que un niño, niña o adolescente se encuentra
en estado de abandono moral cuando su padre o madre o personas de quien él o la
menor dependa no le brinden atención, afecto, vigilancia o correcciones suficientes, y
por ello tienda a convertirse en inadaptado (a) social, cuando lo incitan a la ejecución
de actos perjudiciales para su salud psíquica o moral, o cuando viven en ambientes y
en interacción con personas dedicadas a actividades ilegales o inadecuadas para su
formación y desarrollo.”

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