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ACTIVIDADES PARA DESCARGA EMOCIONAL INFANTIL

1. Crear un diccionario de emociones


¿Por qué no creamos juntos un diccionario de emociones? Proponle esta actividad a tu hijo o hija (o
hijos) y en un bonito cuaderno escribid cada día una emoción que hayáis sentido y que os parece
importante reflejar. Se puede poner solo la palabra o adornarlo con dibujos relacionados con la
emoción.

2. Jugar al SOY TÚ
Es un juego muy divertido en el que un jugador deberá disfrazarse y actuar como algún miembro de
la familia o de su entorno (por ejemplo, abuelo, mamá, hermana...). Se puede añadir una situación
(con tarjetas aleatorias) para que sea más dinámico y divertido.

3. Escuchar lo que hay alrededor


Vamos a estar unos minutos en silencio, paseando por el campo, la calle, el parque o la casa, y
vamos a escuchar todo lo que hay alrededor, ¡a ver qué pasa! Esta actividad permite a los niños
comprender que el entorno es mucho más que lo inmediato y que también afecta a nuestros
sentimientos.

Después de hacerla es bueno comentarla, cuando digan qué han escuchado, se le puede preguntar
¿y eso qué te ha hecho sentir? Por ejemplo, el canto de un pájaro-alegría o el sonido de un coche-
molestia.

4. Actividad con MÚSICA, PINTURA Y EMOCIONES:

La música nos despierta recuerdos y experiencias, pero además nos evoca emociones.

En esta actividad uniremos la música, la expresión artística y la educación emocional. Pondremos a


los niños piezas musicales diferentes y dejaremos que pinten libremente las emociones que les
provocan. Luego hablaremos de lo que han experimentado y dibujado. Y AL ACABAR....

Podemos volver a poner las canciones y bailar expresando con todo el cuerpo la emoción que nos
evoca la música. Es importante que conozcamos como la emoción afecta a las distintas partes de
nuestro cuerpo, pues no solo se manifiesta en nuestra expresión facial.

5. DIBUJANDO MIS EMOCIONES para regularlas:

Un recurso fantástico para regular y apaciguar las emociones fuertes es dibujarlas mientras las
estamos experimentando. Eso ayuda a reconectar cerebro emocional con cerebro racional. Además
de que paramos, cambiamos de actividad y descargamos nuestra emoción de una forma sana y
segura para todos.

Solo debemos colocar un bote de colores y una libreta o montón de papeles en un lugar accesible
para los niños. Les contamos con antelación que pueden acudir a dibujar su emoción cuando lo
necesiten.

Pueden garabatear o hacer dibujos más relajados. También pueden romper, arrugar o rasgar el
dibujo una vez acabado. Así como hacer más de uno si lo necesitan. Todo se vale.
CONSEJO:

Está bien que acompañemos a los niños mientras dibujan y vayamos reforzando y verbalizando sus
sentimientos: "vaya, ¿así es cómo estás de enfadado? ¡eso es mucho!"; "a ver muéstrame cómo de
enojado estás, ¡carai!", "¿sigues disgustado? a ver haz otro dibujo, bueno parece que algo menos,
¿no?".

6. Dinámica de ESCENIFICAR CONFLICTOS:

Los juegos de roles o pequeñas representaciones teatrales son fantásticos para que los niños
practiquen la resolución de conflictos y se pongan en la piel de los diferentes implicados,
empatizando más con sus hermanos, amigos o compañeros.

De este modo, cuando se encuentren en la misma situación (o parecida) tendrán más recursos para
afrontarla con éxito y serán más conscientes de las emociones y sentimientos que experimentan
todos.

Del mismo modo, si el niño debe afrontar una situación nueva que le provoca angustia o miedo, es
muy bueno escenificarla tantas veces como necesite para coger confianza. Incluso puedes ayudarle
con pequeñas meditaciones guiadas donde él se ve en esa situación y logra superarla.

7. Juego "MI NOMBRE, MIS VIRTUDES"

En esta actividad vamos a invitar a los niños a escribir su nombre en letras grandes y en mayúsculas.

Luego deberán coger cada una de las letras y buscar una virtud o cualidad positiva que posean y
que empiece por esa letra. La escribirán en la hoja y la compartirán con el resto de niños y adultos.

Esta actividad es fantástica para promover el autoconocimiento de uno mismo, pero también para
ayudarles a mejorar su autoconcepto ("cómo soy", "cómo me veo"), a partir del cual se construye la
autoestima de uno, porque si mi autoconcepto es bajo, nunca voy a poder tener una alta
autoestima.

TRUCO:

Si el nombre del niño es muy corto, podéis hacer la actividad con nombre y apellido.

Si queréis seguir jugando, cada niño puede hacer su propio nombre y el apellido lo rellenán el resto
de participantes. Así se promueve el conocimiento del otro, la amabilidad y el vínculo afectivo entre
los participantes.

8. Crear "MI RECETA DE LA FELICIDAD"

En esta dinámica vamos a escribir cada uno nuestra receta para lograr la felicidad.

Debemos primero pensar en que ingredientes necesita nuestra receta y luego le pondremos las
cantidades de cada uno.

Una vez estén hechas nuestras recetas podemos compartirlas y debatir con el resto.
Con este pequeño juego propiciamos conocernos mejor a nosotros mismos y a los demás y
descubrir cuáles son las cosas importantes para cada uno.

9. Yo siento

Niños y niñas expuestos a violencia experimentan diversas dificultades en la identificación,


reconocimiento y expresión de las emociones, así como en la modulación de la experiencia
emocional.

Objetivo: Este juego permite que los participantes vayan identificando el lugar del cuerpo en que se
manifiestan sus emociones, de tal manera que el o los participantes puedan ampliar y modular su
experiencia emocional. Para jugar al Yo siento, se invita al niño a que identifiquen 4 emociones que
experimenta y le asigne a cada una un color distintivo mediante las figuras geométricas disponibles.
Luego se le pide que identifique el lugar del cuerpo donde experimenta esa emoción.

Instrucción: Se le pide al niño que ubique en la silueta los colores que representan las emociones
escogidas de acuerdo a los lugares de su cuerpo donde las identificó. Es importante señalar que una
emoción puede estar repartida en varias partes del cuerpo o concentrada en una sola, no hay
limitaciones para su representación. Una vez ubicados los colores y las emociones, podemos jugar a
"Yo siento ...". Para eso, el terapeuta señala un color y lo invita a completar, por ejemplo: "Yo siento
rabia en ... (algún lugar del cuerpo) "y luego "Yo siento rabia cuando…".

10. Adivina que siento

El niño y el terapeuta toman el set de caritas de emociones, promoviendo que el niño discrimine la
emoción presente en cada figura. A continuación, despliegan al azar y boca abajo las diferentes
láminas del set de caritas de emociones.

Instrucción: El terapeuta invita al niño a levantar al azar una carita. a reconocer la emoción y a
proponer al terapeuta que adivine que carita le tocó. El terapeuta ejemplifica diciendo, "Cuando te
toque una carita, debes ver de qué emoción se trata y decir "La carita que me tocó es una emoción
que se siente cuando...". Si me cuentas una situación o un objeto que te produzca esa emoción, yo
intentaré adivinar de que emoción se trata. Si yo adivino, tú ganas. Si no adivino, gano yo. El que se
queda con más caritas se merece un aplauso".

11. Mi casa y mi barrio

Instrucción: Se le señala al niño o niña: “Te invito a que entremos a la alfombra mágica, en ella
vamos a jugar a construir algún lugar que conoces. El que tú quieras" o "Te invito a que me
muestres como es tu barrio". "Lo puedes armar con estas figuras que hay acá". En cada espacio
físico construido, se puede representar las acciones efectuadas, una historia, un recuerdo, las
personas involucradas, las emociones y afectos asociados. El terapeuta va apoyando al niño a través
de preguntas que permitan al participante describir detalladamente cada lugar, incorporando
elementos del mundo afectivo y relacional asociado con los lugares o espacios construidos.
Mientras recorren pueden jugar a “como si estuviéramos en ese lugar”. El terapeuta facilita la
expresión de emociones en torno a las escenas y lugares, alentando al niño a jugar al “como si…”,
mediante preguntas y comentarios que le permitan ampliar las perspectivas de la escena. Se
pueden incluir personas humanas relacionados y representar una escena en el lugar.

12. ¿Quién soy y de dónde vengo?

Instrucción: Tomando las figuras humanas, se le solicita al niño: “Mira estas figuras, con ellas
puedes armar tu familia sobre la Alfombra". A continuación, se le solicita que busque entre las
figuras, algo que pueda ser lo más parecido a como es cada uno de los miembros.

Objetivo: El terapeuta acompaña al niño indagando por los objetos simbólicos atribuidos a cada
persona y su significado. "Tu papá es un león" ¿"Cómo es un león? "Qué hace un león?" Cuando el
león se enoja......Cuando el león está triste......etc. ¿Con quién conversa el león? ¿Con quién
juega?". Luego de abordar a todas las personas de la familia, el terapeuta podría preguntarle al niño
por algo que les falta y que les gustaría regalarles, tomando alguna otra figura del set. "Si tu papá es
el León, que le falta? ¿Qué te gustaría regalarle? Puedes escoger alguna figurita que sería como ese
regalo" El terapeuta, igual que en la vez anterior, puede acompañar al niño interesándose y
preguntándole por sus elecciones. Esta variación, les permite a los terapeutas centrarse en uno o
varios nudos críticos, ya sea con uno o más personas de la familia. Este juego también puede
realizarse con todos los miembros de la familia. En este caso, les ayuda a dimensionar las
percepciones de cada uno de los integrantes respecto de sí mismos y los otros y favorecer una
mayor empatía y comprensión de las emociones y pensamientos de cada uno.

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