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SEXUALES Y REPRODUCTIVOS
Se refieren al derecho de todas las personas a tener control y autonomía sobre su propia
sexualidad, así como a decidir de manera libre e informada si quieren tener hijos,
cuántos hijos desean tener y cuándo desean tenerlos.
1. Salud integral: Los derechos sexuales y reproductivos garantizan el acceso a servicios de salud sexual
y reproductiva de calidad.
2. Igualdad de género: Garantizan que todas las personas, independientemente de su género, tengan
igualdad de acceso y oportunidades en el ámbito de la salud sexual y reproductiva
3. Autonomía y empoderamiento: Los derechos sexuales y reproductivos permiten a las personas tomar
decisiones informadas y libres sobre su propia sexualidad y reproducción.
4. Reducción de la pobreza y desigualdad social: Los derechos sexuales y reproductivos están
estrechamente vinculados a la reducción de la pobreza y la desigualdad social.
5. Educación y desarrollo humano: Al garantizar una educación integral en salud sexual y reproductiva,
se promueve la adquisición de conocimientos, habilidades y actitudes necesarias para una vida sexual
y reproductiva saludable.
ENFOQUES FILOSÓFICOS
1. Siglo XX: En el siglo XX, se produjeron avances significativos en la lucha por los derechos sexuales y
reproductivos. En 1948, la Declaración Universal de Derechos Humanos de las Naciones Unidas reconoció el
derecho de todas las personas a decidir libremente el número y el espaciamiento de sus hijos. En la década de 1960,
los movimientos feministas comenzaron a cuestionar y desafiar las leyes y normas que restringían el acceso a la
anticoncepción y al aborto.
2. Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo (1994): Esta conferencia, celebrada en El Cairo, fue un hito
importante en la historia de los derechos sexuales y reproductivos. Se reconoció que los derechos reproductivos son
parte integral de los derechos humanos y se hizo hincapié en la importancia de la salud sexual y reproductiva, la
educación y el acceso a servicios de calidad.
3. Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer (1995): En esta conferencia, celebrada en Beijing, se adoptó la
Plataforma de Acción de Beijing, que incluía el reconocimiento de los derechos sexuales y reproductivos como
derechos humanos fundamentales. También se hicieron llamamientos para garantizar la igualdad de género y el
empoderamiento de las mujeres en todas las esferas de la vida.
4. Avances y desafíos actuales: Aunque ha habido avances significativos en la promoción y protección de los derechos
sexuales y reproductivos, persisten desafíos en muchas partes del mundo. La falta de acceso a servicios de salud
sexual y reproductiva de calidad, la discriminación de género, las restricciones legales y sociales al aborto y la
violencia de género son algunos de los problemas que aún deben abordarse.
CONSTITUCIÓN DE LA REPÚBLICA DEL ECUADOR
1. Avances tecnológicos: Los avances en tecnología, como la telemedicina, la inteligencia artificial y la e-salud, tienen
el potencial de mejorar el acceso a los servicios de salud sexual y reproductiva.
2. Inclusión y diversidad: La protección y promoción de los derechos sexuales y reproductivos deben abordar de
manera más amplia las necesidades de grupos marginados y discriminados. Esto incluye la atención a las personas
LGBTQ+, las personas con discapacidades, las personas migrantes y otras poblaciones vulnerables.
3. Enfoque en la educación: La educación sexual integral y el acceso a información precisa y basada en evidencia son
fundamentales para promover los derechos sexuales y reproductivos. En el futuro, se espera una mayor atención y
enfoque en la educación sexual en los sistemas educativos, tanto a nivel escolar como comunitario. Esto incluye una
educación inclusiva, basada en el consentimiento, el respeto mutuo y la diversidad, que empodere a las personas
para tomar decisiones informadas y saludables en su vida sexual y reproductiva.
4. Participación y activismo: El activismo y la participación ciudadana desempeñan un papel crucial en la promoción
de los derechos sexuales y reproductivos. En el futuro, se espera un mayor impulso de la sociedad civil y los
movimientos feministas y de derechos humanos para abogar por políticas y prácticas que protejan y promuevan
estos derechos. La participación activa de las personas afectadas, así como el fortalecimiento de alianzas y
colaboraciones, serán fundamentales para avanzar en este campo.