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Lesiones de hombro

M.F.D. Víctor Gabriel García González


Extremidad Superior / Cintura Escapular y Hombro
Palpación de la cintura escapular, hombro y vértebras
colindantes

• Antes de empezar a valorar las articulaciones correspondientes, se tendrá en


cuenta la localización de ciertos relieves óseos y de partes blandas para el mejor
conocimiento.

• En relación a la cintura escapular se tendrá en cuenta el aprendizaje de los


relieves óseos de escapula, clavícula, parte proximal del húmero y algunas
vértebras por su relación con la escápula.
• Estos serían:
• A nivel de relaciones
• Clavícula vertebrales se palpará
• Articulación esternocostoclavicular • C6
• Acromion
• C7
• Articulación acromioclavicular
• Tuberosidad mayor y menor del húmero • T3,
• Corredera bicipital • T4,
• Apófisis coracoides • T7.
• Espina de la escápula
• Borde interno de la escápula además de su ángulo inferior y su ángulo
superinterno.
Valoración cuantitativa articular de la articulación
escapulohumeral

• Los movimientos a valorar en la articulación escapulohumeral se dan en tres


planos distintos y alrededor de sus ejes correspondientes y son los siguientes:

a) Flexión y extensión en el plano sagital y alrededor del eje frontal o


transversal.
b) Abducción y aducción en el plano frontal y alrededor del eje sagital. En la
articulación escapulohumeral se da, también, la abducción y la aducción
horizontal en el plano transverso y alrededor de un eje longitudinal o
vertical.
c) Rotación interna y externa en el plano transverso y alrededor del eje
longitudinal.
Flexión
Extensión
Abducción y Aducción
Rotación
interna y externa
Trapecio + elevador de la escápula
Trapecio + elevador de la escápula
Romboides mayor y menor
Romboides mayor y menor
Serrato mayor
Serrato mayor
Deltoides anterior + coracobraquial
Deltoides anterior + coracobraquial
Dorsal ancho + redondo mayor
Dorsal ancho +
redondo mayor
Supraespinoso + deltoides medio
Supraespinoso + deltoides medio
Pectoral mayor + dorsal ancho + redondo mayor
Pectoral mayor + dorsal ancho + redondo mayor
Deltoides fibras posteriores
Deltoides fibras posteriores
Infraespinoso + redondo menor
Infraespinoso + redondo menor
Subescapular + dorsal ancho + redondo mayor + pectoral mayor
Subescapular + dorsal ancho + redondo mayor + pectoral
mayor
Importante realizar exploración sistematizada

• Anamnesis
• Observación
• Palpación
• Movilidad / Balance articular
• Pruebas específicas
• Exploración neurológica / Cervicobraquial
• Anamnesis: Edad, sexo, puesto de trabajo, tiempo en ese puesto
• Antecedentes personales
• Lesiones previas traumáticas, degenerativas, cirugías, infiltraciones
• Práctica deportiva, otros trabajos, familiares dependientes a su cargo
• Enfermedades metabólicas
• Enfermedades sistémicas
• Tratamientos farmacológicos
• Antecedentes familiares: patologías degenerativas, reumática, autoinmune,
tendinitis calcificante
Mecanismo de Lesión

• Contusión directa: luxación glenohumeral, fractura extremo proximal del


humero, fractura de clavícula.
• Caída sobre el lateral del hombro: fractura de clavícula, luxación
acromioclavicular, artritis acromioclavicular, artritis/esguince externo-clavicular.
• Caída sobre la mano, contusión indirecta: lesión del manguito rotador, luxación
glenohumeral.
• Movimientos repetidos
• Esfuerzo por encima de los hombros
• Mecanismo banal
Síndrome pinzamiento subacromial

• Se trata de un dolor intenso en el hombro debido a la inflamación y compresión


de la bursa que cubre los tendones del manguito rotador.
• El dolor suele aumentar por las noches, impidiendo conciliar el sueño, lo que
puede desencadenar una afectación en la vida personal y profesional.
• Es importante saber que el pinzamiento subacromial es la causa más común de
dolor en el hombro (la mitad de los casos) y se debe a un estrechamiento entre la
cabeza del húmero y una parte de la escápula denominada acromion.
• Dentro de este espacio se localizan los tendones del manguito rotador
protegidos por una bolsa denominada bursa subacromial que permite su
deslizamiento, pero, cuando se genera roce y compresión entre el hueso y los
tendones, esta bolsa se torna más gruesa, provocando dolor y rigidez.
Síndrome subacromial

• Es el síndrome que cursa con dolor en la región del hombro ocasionado por el
conflicto entre el maguito de los rotadores y la cara inferior del acromion y el
ligamento coracoacromial y donde se encuentra, además, la bursa subacromial.

• Dado que son varias las estructuras anatómicas implicadas en la patomecánica


causante de este síndrome, se van a describir diferentes pruebas que pondrán en
conflicto estructuras determinadas que permitirá identificar más
específicamente que estructura es la lesionada.
Signos de conflicto subacromial
Signo de Neer

• El fisioterapeuta provoca al paciente, flexión glenohumeral pasiva hasta los 180°.

• La prueba será positiva si el dolor aparece o aumentar en algún punto del


recorrido articular (debido a que el tubérculo mayor del húmero entra en contacto
con el borde anterior e inferior del acromion).
Signo de Hawkins

• El brazo y el codo del paciente a 90° de flexión, con una ligera abducción horizontal
y posición neutra en cuanto a rotaciones.

• El fisioterapeuta provoca, pasivamente, una extensión de codo junto con rotación


interna glenohumeral.

• De esta manera el tubérculo mayor del húmero entra en contacto con el ligamento
coracoacromial y el vértice anterolateral del acromion.

• La prueba será positiva si aparece o aumenta el dolor.


Signo de Yocum

• El paciente coloca la mano del lado a explorar, sobre el hombro contrario y sube el codo sin
resistencia.

• Posteriormente, el fisioterapeuta aplicará resistencia a la elevación del codo, colocando su mano


encima de este.

• Con este movimiento estará en contacto el tubérculo mayor del húmero con el ligamento
coracoacromial.

• La prueba será positiva si aparece o aumenta el dolor, significando que el espacio subacromial
estará reducido.

• La prueba es de peor pronóstico si el dolor aparece ya en la primera parte de la prueba, donde


no se aplica resistencia.
Signo de Jobe (signo de lesión del supraespinoso)

• El paciente con los hombros a 90° de abducción, 30° de aducción horizontal, rotación interna
completa y pronación de antebrazo, de tal manera que los pulgares se orientan hacia el suelo.

• El fisioterapeuta intenta bajar los brazos del paciente aplicando la fuerza sobre las muñecas.

• El paciente resistirá esta fuerza.

• La prueba será positiva si provoca dolor y determinará presencia de inflamación en el tendón del
supraespinoso.

• Si además del dolor, no puede ofrecer resistencia puede indicar rotura del tendón.
Tendinitis del manguito de los rotadores

• La primera referencia médica asociada a una lesión en esta estructura fue


realizada en 1834 por JG Smith, quien describió por primera vez las roturas del
manguito de los rotadores en la Gaceta Médica de Londres.
• Posteriormente, los procesos degenerativos del manguito rotador fueron mejor
desarrollados por Simon-Emmanuel Duplay (1872), Von Meyer (1924), Ernest
Codman (1934) y Charles Neer (1972).
• Meyer en 1931 y 1937 sostuvo la teoría que tanto las lesiones en el manguito
rotador, así como las de la porción larga del bíceps, eran ocasionadas por
sobreuso.
Tendinitis del manguito de los rotadores

• Mientras Neer consideraba que esta enfermedad era progresiva, iniciando con
tendinitis, progresando a tendinosis acompañada de degeneración y desgarros
parciales en el tendón y finalmente resultaba en roturas tendinosas.
• Cuando se habla de tendinitis del manguito rotador, se entiende cómo
inflamación de los tendones del manguito rotador,pero aunque en esta patología
el término “tendinitis” es utilizado para describir un proceso inflamatorio en los
tendones de los músculos rotadores, recientes investigaciones han evidenciado
que hay un número mínimo de células inflamatorias presentes en los tendones
del manguito rotador en esta enfermedad.
• Es por ello que en la actualidad se hace uso del término “tendinopatía”, ya que
este engloba los procesos patológicos que ocurren en esta enfermedad.
Diagnóstico diferencial

• Son muchas las enfermedades y disfunciones que pueden desencadenar


la misma sintomatología que esta tendinitis, es por ello que para un
tratamiento adecuado es esencial establecer el diagnóstico correcto.
Alguno de los diagnósticos diferenciales de la tendinitis del manguito
rotador son:
Diagnóstico diferencial

• Síndrome de los escalenos.


• Artritis Reumatoide.
• Tendinopatía Bicipital.
• Capsulitis Adhesiva (Hombro Congelado).
• Rotura de bíceps braquial.
• Espondilosis cervical
• Hernia discal cervical.
• Tendinitis calcificante.
Diagnóstico diferencial

• La diferenciación entre estas patologías puede ser lograda mediante la


valoración clínica y el estudio de resonancias magnéticas, tomografías
computarizada entre otros estudios de imagenología, con los cuales se
observan el estado de los tejidos blandos y rígidos del hombro.
• 20 minutos de aplicación caliente
• 20 minutos de estimulación nerviosa eléctrica transcutánea convencional de alta frecuencia (50-100
Hz), baja intensidad (no dolorosa), pulso pequeño (50-200 μs)
• 5 minutos de ultrasonido continuo de 1 MHz, 1,5 W/cm 2 en el área del hombro entre semana
• Se realizaron ejercicios de varita, ejercicios de postura y ejercicios de Codman (10 repeticiones de
cada uno) y estiramiento del trapecio superior (5 repeticiones) como 1 serie. El entrenamiento de
fuerza se realizó para los estabilizadores escapulares, el manguito rotador y los músculos deltoides
cuando fue apropiado usando una banda elástica (3 series de 10 repeticiones con 1 minuto de
descanso entre series). Cuando se realizaron 3 series con facilidad, la resistencia se incrementó
cambiando el color de la banda.
Tendinopatías
Desgarros del manguito rotador

• En muchos casos, los tendones desgarrados comienzan a deshilacharse.


• A medida que avanza el daño, el tendón se puede desgarrar por completo, en
ocasiones al levantar un objeto pesado.

Existen distintos tipos de desgarres.


• Desgarro parcial. Este tipo de desgarre también se llama desgarre
incompleto. Daña el tendón, pero no lo corta por completo.
• Desgarre total del manguito rotador. Este tipo de desgarre también se llama
desgarre completo. Separa todo el tendón del hueso. Con un desgarre total del
manguito rotador, básicamente hay un orificio en el tendón.
Desgarre degenerativo

• La mayoría de los desgarres son el resultado del desgaste del tendón que se
produce lentamente con el transcurso del tiempo.

• Esta degeneración ocurre de forma natural a medida que envejecemos.

• Los desgarres del manguito rotador son más frecuentes en el brazo


dominante.

• Si tiene un desgarre degenerativo en uno de los hombros, existe una


mayor probabilidad de que tenga un desgarre del manguito rotador en el
hombro opuesto, aunque no tenga dolor en ese hombro.
Diversos factores contribuyen a que se produzcan desgarres degenerativos
o crónicos del manguito rotador:

• Tensión repetitiva: Repetir los mismos movimientos del hombro una y otra vez
puede tensionar los músculos y los tendones del manguito rotador. El béisbol, el
tenis, el remo y el levantamiento de pesas son ejemplos de actividades
deportivas que lo pueden poner en riesgo de sufrir desgarres por uso
excesivo. Muchos trabajos y muchas tareas de rutina también pueden causar
desgarres por uso excesivo.
• Falta de irrigación sanguínea: A medida que envejecemos, disminuyendo la
irrigación sanguínea en el manguito rotador. Sin una irrigación sanguínea
adecuada, se deteriora la capacidad natural del cuerpo para reparar el daño del
tendón. En última instancia, esto puede producir el desgarre de un tendón.

• Espolones óseos: A medida que envejecemos, a menudo se desarrollan


espolones óseos (crecimiento excesivo del hueso) en la cara inferior del hueso
acromion. Cuando levantamos los brazos, los espolones rozan contra el tendón
del manguito rotador. Esta afección se llama pinzamiento del hombro y, con el
transcurso del tiempo, debilita el tendón y facilita el desgarre.
Signos de lesión del subescapular
Lift-off-test de Gerber

• Se pide al paciente que ponga su mano en el sacro (el dorso de la mano) y la


mantenga separada de este, provocando así y de forma activa, un movimiento de
extensión y rotación interna escapulohumeral.

• La prueba será positiva si el paciente no puede realizar esta acción y esto indicará
lesión del músculo subescapular.
Signo de lesión del manguito de los rotadores: Signo de Codman

• La prueba valora la ruptura del manguito de los rotadores (supraespinoso,


infraespinoso, redondo menor y subescapular).

• El fisioterapeuta elevará pasivamente el brazo del paciente a 180° de abducción y


se le pide que lo baje lentamente.

• La prueba será positiva, si a partir, de 90° de abducción, el paciente no puede


aguantar el brazo.

• Puede haber rotura parcial o total de los tendones del manguito de los
rotadores.
Valoración funcional de la movilidad

• Se valoran diferentes movimientos, para lo cual se pedirá al paciente diferentes


gestos:

a) Flexión bilateral de los hombros, levantando los brazos en ese sentido.


b) Rotación externa a diferentes grados de flexión y abducción, además de abducción y
aducción horizontal, poniendo las manos detrás de la nuca y acercando y separando los
codos.
c) Extensión y rotación interna, colocando los pulgares en la zona lumbar, subiéndolos por las
apófisis espinosas y comprobando a qué altura máxima llegan.

• Se valora la cantidad y calidad del movimiento, también la simetría entre los dos
lados, si hay dolor y/o compensaciones a otros niveles articulares.
Rascado de Apley

• Se valora el grado de movilidad de la articulación glenohumeral de manera


global. Al igual que la prueba anterior, se piden tres movimientos al paciente:

a) Flexión, abducción y rotación externa colocando la mano en el ángulo superointerno de la


escápula pasando posteriormente a la nuca.
b) Abducción horizontal y ligera rotación interna, colocando la mano en el acromion del
hombro que se valora.
c) Extensión, rotación interna y ligera aducción.

• Se valora la cantidad y calidad del movimiento juntamente con la simetría entre


los dos lados.
Signo de la escápula alada

• Se valora una paresia completa o debilidad del músculo serrato mayor. Cuando
es positiva disminuye la capacidad de este músculo de estabilizar la escápula en
los movimientos de flexión y abducción glenohumeral.

• El paciente se coloca en bipedestación ante una pared y a una distancia justa


para flexionar los hombros a 90° y apoyar las manos en dicha pared con los codos
estirados, y apoyando todo el peso en las manos.

• La prueba será positiva cuando el ángulo inferior y/o el borde interno de la


escápula se separa de las costillas.

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