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12 La comparación en las ciencias sociales

otros términos, las respuestas a estas preguntas incumben a todos los PROBLEMAS y OPCIONES
estudiosos de las ciencias sociales. No existe una lógica de la compa- EN LA COMPARACIÓN
ración exclusiva de la ciencia política y una diferente en la sociología,
en la economía o en otras ciencias sociales. No existen tampoco op- Leonardo M orlino
ciones y decisiones de un estudioso perteneciente a un sector de las
ciencias sociales que no deban ser asumidas o no sean relevantes tam-
bién para otros científicos sociales. Cuando se compara, los proble-
mas de la explicación y del análisis del tiempo no son exclusivos de la
ciencia política e irrelevantes para las otras disciplinas. La misma in-
vestigación sobre ciertos desarrollos de la comparación, que se han
dado principalmente en ciencia política, sugiere tambien las influen-
cias recíprocas entre las diferentes disciplinas sociales.
Estas son las principales razones por las que creemos que el pre-
sente trabajo es relevante para todos los cultivadores de disciplinas
sociales en diferentes niveles (estudiantes, estudiosos y analistas),
aunque el volumen haya surgido en el ámbito de la «Rivista Italiana
di Scienza Politica» con ocasión de su vigésimo año, y por lo tanto
los autores de los ensayos son miembros de una específica ciencia
social. De aquí deriva tambien la decisión de titular el volumen La
comparación en las ciencias sociales, en vez de «la comparación en la
ciencia política». Por otra parte, en este aspecto, hemos seguido las Introducción
huellas de un famoso sociólogo, Neil J. Smelser, quien hace algunos
años (1976) publicó un volumen con el mismo título, traducido des- Primer ejemplo: en los últimos quince años la democracia parece
pués (al italiano'f) (1982) por el mismo editor de estos ensayos. haberse afirmado en diferentes áreas del mundo, desde el sur de Eu-
Si el volumen lograra atraer la atención de un público más amplio ropa hasta América Latina y el este de Europa; pero ¿cuáles son las
que el interesado sólo en el análisis político, resurgiendo la importan- democracias que realmente se han consolidado y cómo explicar glo-
cia de la comparación también en otros sectores disciplinarios, habría balmente este fenómeno? Segundo ejemplo: durante 1989 y gran
alcanzado otro -el mas ambicioso- de sus objetivos. Comenzamos parte del año siguiente se han producido las transformaciones en los
analizando los pasos y las opciones elegidas por el comparativista y a regímenes no democráticos en Europa oriental: ¿qué profundos cam-
través de ellos nos introducimos en las diferentes problemáticas desa- bios políticos han ocurrido en aquellos países y sobre todo con un
rrolladas por otros autores del volumen. ritmo tan rápido? Tercer ejemplo: en Italia, durante los últimos cua-
Los com~iladores son respectivamente director (Sartori) y codi- renta años el Partido Comunista ha sido más fuerte que el Partido
:ect~r (Morlu:o) de la «Rivista Italiana di Scienza Política», en cuyo Socialista; ¿cómo explicarlo? Cuarto ejemplo: frente a los problemas
ambIto ha naCIdo y se ha desarrollado el debate sobre la comparación de representatividad y de democracia que Italia tiene, muchos políti-
y del cual este libro es su producto final. cos e intelectuales proponen ciertas reformas institucionales; pero
¿qué reformas son las más adecuadas para el logro de determinados
G. S yL. M objetivos, cuáles aumentan las responsabilidades de los gobernantes y
la capacidad de punición de los gobernados o bien logran mayor efi-
cacia decisional o incluso logran la alternativa en el gobierno de parti-
". Nota del Traductor. dos o coaliciones partidarias?

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....
14 Leonardo Morlino Problemas y opciones en la comparación 15

Los ejemplos podrían multiplicarse. No obstante, los propuestos justamente el posterior y decisivo apoyo empírico dado por el con-
arriba deberían ser suficientes para sostener que: a) cualquiera que sea trol de los otros casos sugerirá cuál es la hipótesis más adecuada y
el nivel de generalidad de nuestro problema (muy alto en el primer preferible.
ejemplo, menor en el segundo y todavía más bajo en los otros dos); De tal modo que comparar es importante. Hay una larga tradi-
b) cualquiera que sea el interés que nos mueve, explicativo (primer y ción de comparación explícita, al menos en el pensamiento occiden-
tercer ejemplo), cognoscitivo (segundo ejemplo) o con intenciones tal, comenzando por la famosa clasificación de Aristóteles de los regí-
más explícitamente aplicadas, como sucede en el cuarto; c) cualquiera menes políticos. Pero también se compara implícitamente, y con
que sea el punto de vista, más estrictamente nacional (tercer y cuarto frecuencia de manera inconsciente, en la vida cotidiana. En este sen-
ejemplos o bien referido a fenómenos más o menos amplios (primer tido comparar es el ejercicio básico de toda actividad cognoscitiva.
y segundo ejemplos), la comparación es siempre particularmente útil Pero si nos quedamos en este punto permanecemos en lo obvio, ya
para alcanzar los objetivos de estudio y de investigación que nos que lo que nos interesa es esencialmente el conjunto de procedimien-
planteamos. A propósito del tercer ejemplo, sólo un cuidadoso análi- tos que permiten la realización de comparaciones explícitas y cons-
sis nos permite explicar la mayor fuerza del Partido Comunista en cientes en ciencia política.
Italia, puesto que en todos los demás países europeos prevalecen los En esta primera fase la cuestión más importante sigue siendo «por
partidos socialistas: en efecto, sólo la comparación puede permitirnos qué comparar». La afronta Sartori justamente desde el inicio de su
discernir semejanzas y diferencias entre el caso italiano y los otros, contribución. y es evidente que una definición general de compara-
orientando al investigador hacia un análisis más profundo de las dife- ción, a pesar de su utilidad, es sólo el primer paso l. Lo que se nece-
rencias. En lo que concierne al cuarto ejemplo, del mismo modo, sólo sita es la indicación de los problemas por afrontar, de las opciones a
una amplia investigación sobre las experiencias institucionales de los efectuar, de los procedimientos a seguir cuando buscamos respuestas
otros países permite -mutatis mutandis- obtener sugerencias para a cuestiones como las ejemplificadas al principio. Si es así, el mejor
el caso italiano. modo de proceder consiste en asumir completamente el punto de
En resumen, cuando se afrontan aspectos centrales del proceso vista de un investigador y preguntarse qué problemas y opciones
cognoscitivo, como la elaboración de nuevas hipótesis de investiga- debe afrontar y qué procedimientos necesita. El resto de esta intro-
ción y la explicación de un fenómeno determinado, la comparación ducción tratará de hacer comprender cómo los diferentes autores de
nos permite alcanzar resultados de gran relevancia. Si la elaboración este trabajo colectivo han contribuido a responder a las cuestiones
de hipótesis es también posible recurriendo a otros métodos, lo que planteadas.
mejor caracteriza a la comparación es la posibilidad de controlar la
hipótesis formulada. Más exactamente, ante todo, cuando se trata de
explicar un fenómeno dado o bien de decidir cuál es más digna de El problema de la investigación
consideración de entre un conjunto de hipótesis todas igualmente
plausibles, sólo la comparación nos permite defender una hipótesis Después de lo que acabamos de exponer, el paso siguiente con-
más que otra, gracias al control de más casos. Considérese nueva- siste en precisar con atención la pregunta (y los objetivos) que debe-
mente el tercer ejemplo. Efectivamente, ¿cómo es posible afirmar mos afrontar: qué deseamos saber, describir, explicar o bien com-
que es la fuerza de la ideología, la organización típica de un Partido prender en las diferentes acepciones recordadas por Panebianco en
Comunista o las relaciones establecidas en el interior del sistema de este volumen.
partidos las características que permiten explicar la mayor fuerza de Esta operación, que puede ser definida como la identificación del
los comunistas, si nos limitamos a considerar sólo el caso italiano? problema de investigación, exige mucho tiempo y lecturas. Es bien
Contaremos con diferentes hipótesis, todas igualmente plausibles; y
el resultado más probable será la tendencia a considerar todas acep- 1 Entre otras definiciones de comparación, véase la de Marradi (1982, 13): "La con-
tables, es decir, la tendencia a la sobreexplicación. Por el contrario, frontación de los estados de dos objetos sobre una propiedad».
16 Leonardo Morlino Problemas y opciones en la comparación 17

conocido que las primeras opciones, frecuentemente implícitas, tie- cuai es posible llegar a las comparaciones más significativas y, en
nen lugar en este momento. cualquier caso, el sector que puede jactarse de poseer la mayor tradi-
Indudablemente en esta primera fase se pueden imaginar cuestio- ción de investigaciones comparadas.
nes muy específicas que no exigen recurrir al método comparativo.
En este sentido la pregunta que surge termina por sugerir tambien el
método que se ha de usar. En este volumen Sartori recuerda que el Conceptos y clases
método estadístico, el histórico y el experimental permiten responder
a ciertas cuestiones sin necesidad de recurrir al método comparativo. Desde el comienzo, al plantear el problema de investigación, y,
Por otra parte, Sartori y los demás autores saben bien que el método posteriormente, cuando se deciden los casos a incluir o las variables a
comparativo se usa provechosamente con datos estadísticos y análisis analizar (véanse los próximos apartados), el aspecto conceptual es
temporales o históricos 2 • y hasta tal punto es así que, según Ragin y crucial. Se trata no sólo de comprender bien 10 que se desea estudiar
Zaret (1983), las principales formas de comparación son la «estadís- definiendo propiedades y atributos, sino tambien de clasificar correc-
tica» y la «histórica». Ellas configurarían dos enfoques completa- tamente para identificar las variaciones empíricas del fenómeno en las
mente diferentes de la comparación, derivados, respectivamente, de diferentes realidades. La «lección» de Sartori sobre este aspecto re-
Durkheim y de Weber. Panebianco en su capítulo clarifica el signifi- sulta inequívoca, y lo subraya su contribución: el perro-gato existe
cado de esos enfoques. fundamentalmente por defecto de conceptualización (el «estiramiento
Por otra parte, en los últimos veinte años se han producido pro- de los conceptos») y de clasificación (exactamente el «mal clasificar»).
gresos y estímulos relevantes para la comparación política como el En la experiencia concreta del investigador no se puede decir si la
método cuasi-experimental, ciertas innovaciones estadísticas o el es- puesta a punto de los conceptos y la clasificación se llevan a cabo an-
tudio de casos únicos. Collier lo pone de manifiesto muy bien en su tes o después de la selección de los casos o del arco temporal que se
contribución a este volumen. va a analizar. Simplemente puede suceder una u otra cosa, y con fre-
Si el problema de investigación es tan importante que puede con- cuencia se produce un proceso mental de retroalimentación entre da-
dicionar el método usado y, dentro de la comparación, también el en- tos y teoría. Diferentes autores 10 recuerdan en sus escritos.
foque seguido (durkheimiano o weberiano), ¿qué «preguntas» se Son importantes también otros aspectos. Ante todo, las dos fun-
prestan mejor a la comparación? Puede afirmarse que son, ante todo, ciones de la clasificación. La primera se refiere a la puesta a punto
aquellas preguntas más generales que afectan a instituciones, grupos conceptual que permite individualizar los casos comparables. Prestar
sociales, normas, vistas también en sus relaciones y en el contexto en atención a los casos comparables es otra de las recomendaciones de
que se forman y permanecen. En otras palabras, la macropolítica pa- Lijphart (1971), retomada por Collier en este volumen, y es superfluo
rece ser el terreno preferido por los comparatistas, el campo en el subrayar su importancia.
En este ámbito, estrechamente relacionado al ejercicio clasificato-
2 No es posible, sin embargo, usar el método comparativo junto al estadístico o al rio, está el correcto uso de la escala de abstracción. Sartori le otorga
histórico (siempre que se acepte -no todos los autores lo hacen-la existencia de un un lugar central en su propuesta de cómo comparar. Utilizar la escala
método histórico). Defiende lo contrario quien confunde entre método comparativo y
de abstracción en relación a la clasificación significa trasladarse desde
comparación sustantiva, método estadístico y datos estadísticos, método histórico y
datos cualitativos referidos a un solo caso: otro problema es si los criterios lógicos que conceptos, clases e hipótesis más generales y empíricamente inclusi-
están detrás de la comparación sean los mismos que caracterizan a la estadística, o bien vos a conceptos, clases e hipótesis más particulares y exclusivos (o vi-
si los dos métodos sean asimilables. Sobre este punto -véase más adelante- las posi- ceversa) según precisas reglas de transformación: a mayor extensión o
ciones de los diferentes autores, en este trabajo, son distintas. Quien escribe sostiene inclusividad corresponde menor intención o espacio de los atributos}.
que si la única diferencia entre estos métodos se debiese al número de casos (pocos en
la comparación, muchos en la estadística, uno en el método histórico), tal diversidad
tendría -y de hecho tiene- implicaciones profundas en los procedimientos y en los 3 Esta relación intensión/extensión o bien connotación/denotación es recordada
objetivos de la investigación empírica. por Sartori en su contribución en este volumen y presentada en su ensayo de 1971.

iL.
18 Leonardo Morlino Problemas y opciones en la comparación 19

El uso de la escala de abstracción es crucial para la comparación por- Perrera subraya la ejemplaridad de la contribución de Alber (1982), el
que permite efectuar con mayor rigor -siguiendo reglas de transfor- cual usa datos cualitativos y en el control sistemático de sus hipótesis
mación- controles sucesivos de las hipótesis en el mismo nivel de procede justamente per genus et differentiam, reconstruyendo las se-
abstracción para todos los casos en examen, y luego, a diferentes ni- cuencias causales y descartando hipótesis falsificadas por la compara-
veles de abstracción. Permite formular así hipótesis más generales, ción entre sus quince casos europeos.
pero frecuentemente menos significativas, o bien, al contrario, articu- Se mencionaba en el parágrafo precedente y ahora lo subrayo vi-
lar las mismas hipótesis, especificándolas a medida que se desciende gorosamente: para llevar a cabo una investigación comparativa resulta
en los detalles de los casos y las variables consideradas aumentan, esencial elaborar una estructura teórica o al menos una serie de hipó-
mientras disminuyen los potenciales referentes empíricos 4. tesis que también pueden obtenerse de estudios precedentes. No obs-
La segunda función principal de la clasificación se refiere a la pa- tante, en la medida en que es más rigurosa y consistente la estructura
rametrización: de la lección de Sartori se puede extraer no sólo el rol teórica, mayores serán las posibilidades de focalizar mejor la investi-
de descripción que puede ser desarrollado por la clasificación y por el gación sobre algunas hipótesis más precisas y de un número más li-
uso de la escala de abstracción respecto del fenómeno analizado, sino mitado. Si bien la parsimonia es una virtud que tiene altos costos por
también las potencialidades explicativas de la operación conceptual los límites que impone a la investigación, es necesaria en realidad para
por medio de la parametrización. Este problema es uno de los más no extraviar al investigador en largas, y frecuentemente inútiles, listas
espinosos de los encontrados por e! comparatista, sobre todo cuando de hipótesis, también alternativas. Una buena construcción teórica
se compara entre casos tratados cualitativamente. Si no se quiere re- orienta excelentemente la selección de las hipótesis, la focalización de
currir al más bien débil experimento mental, ¿cómo se puede evaluar la investigación y permite gastar mejor las propias energías.
la incidencia de un factor dado sobre otro que queremos explicar? Si
estuviésemos en el ámbito estadístico, la operación sería obvia: se pa-
rametriza, es decir, se convierten en constantes todos los otros facto- El espacio
res que potencialmente podrían influir sobre el fenómeno que desea-
mos explicar. Por ejemplo, si queremos comprender el impacto de la Decidir cuántos y cuáles casos deseamos incluir en la investiga-
diferencia de sexo sobre el comportamiento electoral, es suficiente ción, es decir, determinar la dimensión horizontal de la comparación
hacer no significativa la influencia de la edad, lugar de residencia o, (el espacio), da lugar a decisiones y pasos ulteriores. Con la excepción
incluso, clase social y en e! interior de clases determinadas de esta de! condicionamiento ocasionado por la elección del problema, éstas
forma ver las diferencias en el comportamiento entre hombres y mu- son las decisiones más importantes y, frecuentemente, más difíciles
jeres. Pero resulta evidente que en el tratamiento estadístico la clasifi- para el investigador. Respecto de este punto, Collier recuerda la es-
cación desempeña una parte determinante en la parametrización. trategia sugerida por Lijphart (1971): aumentar en la medida de lo
Si nos trasladamos al más difícil tratamiento cualitativo, la clasifi- posible el numero de casos. La razón de la recomendación es clara:
cación y, luego, en el interior de cada clase, la individualización de ofrecer mayores posibilidades de controlar las hipótesis formuladas o
subclases -y, pues, en este específico sentido el uso de la escala de bien alcanzar hipótesis mas precisas y localizadas. Desde el punto de
abstracción- desarrollan una función efectiva de parametrización no vista de Lijphart, tal recomendación implica lo siguiente: la lógica de
obstante todos los problemas y las dificultades que se afrontan con- fondo de la comparación es la misma que la lógica de la estadística;
cretamente. Brevemente, la clasificación y la escala de abstracción debemos, por lo tanto, buscar variaciones para explicar de modo más
pueden ser útiles para controlar empíricamente hipótesis sobre causas sólido y riguroso las relaciones causales; y para hacer esto resulta in-
hipotetizadas y aún por demostrar. En esta perspectiva, por ejemplo, dispensable aumentar los casos considerados. La identificación entre
las lógicas comparativa y estadística no es compartida por quien atri-
4 Sobre la importante noción de escala de abstración, ver también Sartori (1971 y
buye identidad lógica exclusiva a la comparación, o bien por quien
1984). adopta posiciones en relación a la explicación, saber nomológico y
20 Leonardo MorEno Problemas y opciones en la comparación 21

teorías locales, como las que se desprenden de la contribución de Pa- está, frecuentemente, por debajo de ocho y por encima de los cinco-
nebianco. siete casos. El volumen de Lijphart sobre las democracias (1984) es
Además, la recomendación puede aumentar en vez de disminuir uno de los escasísimos ejemplos en los que un autor ha logrado com-
los problemas de la investigación. En efecto, incrementar el número patibilizar aspectos cualitativos y cuantitativos en el ámbito de un es-
de casos supone también aumentar -a veces notablemente- el nú- tudio de área con más de veinte casos.
mero de las variables relevantes fuera de las hipótesis que se desea Si, en definitiva, la elección más importante se refiere al número
controlar, las que son llamadas «terceras variables»5. Por último, el de los casos, no debe descuidarse tampoco la consideración de cuáles
aumento de los casos ha hecho mucho más difícil la comparación en sea más oportuno elegir. Por ejemplo, si la pregunta es cuáles son las
el sentido de que recoger datos y noticias para un número elevado de condiciones que favorecen la instauración de la democracia, será ade-
casos es dispendioso, y tal vez imposible. Con este fin, no obstante, cuado elegir casos en los que se haya producido la instauración de-
en años más recientes tales dificultades fueron atenuadas por el mocrática para controlar la presencia de las condiciones hipotetizadas
enorme progreso en las comunicaciones, pero tambien más banal- y esperadas, y casos de ausencia de instauración democrática para
mente, por el recurso a investigaciones colectivas en las cuales partici- controlar la ausencia de aquellas condiciones. Si, en cambio, la pre-
pan estudiosos de diferentes nacionalidades. En este sentido limitado, gunta se refiere a los posibles tipos de instauración democrática, en-
yen cualquier caso, en modo imperfecto y aproximativo en los resul- tonces sólo los casos en que ésta se ha producido deberán ser inclui-
tados 6, el consejo de Lijphart ha sido escuchado. Por otra parte, a pe- dos en el análisis.
sar del aumento de las potenciales unidades nacionales -casi 180 paí- Además la elección de los casos se refiere también a los factores
ses independientes en los años noventa- en esta estrategia de considerados comunes y los considerados diferentes en cada con-
aumento de casos todo el tercer mundo ha quedado sacrificado. Ex- junto de casos elegidos. Se requiere la aplicación de la conocida cláu-
cluyendo alguna excepción (Diamond, Linz y Lipset, 1988-89), son sula ceteris paribus, es decir, justamente que aspectos del análisis pue-
muy escasas las investigaciones comparativas de los últimos veinte den considerarse «pari» o bien constantes y cuáles no 7. En cualquier
años en las cuales se incluyan los países de África o de Asia. caso, es oportuno recordar que la elección de los casos, la aplicación
El número de casos no es en absoluto indiferente respecto de los de la cláusula ceteris paribus y el recurso a los cánones de Mill depen-
resultados de la comparación, aun desde otro punto de vista: la elec- den ante todo del diseño de la investigación, de lo que interesa pro-
ción de la profundización de un solo caso, aunque esté sustentado fundizar y de las hipótesis realizadas (véase arriba).
por hipótesis comparadas presentes en la literatura publicada, obe-
dece a ciertas preguntas y objetivos (estudio de caso); la comparación
de dos casos, en especial de los que son muy diferentes entre sí (com- El tiempo
paración binaria), responde a otras cuestiones y objetivos; el análisis
de tres-cinco países pertenecientes a una misma área geográfica (com- La definición de cuáles y cuántos casos elegir está inevitablemente
paración de área), responde a otros -y los países escandinavos han vinculada tanto a la dimensión longitudinal, o sea, a la extensión del
sido con frecuencia objeto de investigación de área-o Después, con período que se quiere considerar (el tiempo) como a las variables que
el aumento del número de los casos, generalmente, se transforma se decide analizar. La elección del tiempo significa en realidad elegir
también el tipo de comparación: se va desde una predominantemente los casos en un momento dado o bien incluir en el análisis diferentes
cualitativa a una predominantemente cuantitativa, y apoyada por el momentos sucesivos. En la primera hipótesis se realiza comparación
análisis estadístico. La frontera entre los dos tipos de comparación sincrónica si optamos por considerar diferentes casos en el mismo
5 El mismo Lijphart se muestra consciente de este problema algunos años después

(1975); y Bartolini (1987) subraya las implicaciones del problema. • 7 La cláusula puede ser expresada también en términos de parametrización de va-
• En efecto, sobre este aspecto ha sido más difícil mantener unidad y coherencia en nables extrañas a la hipótesis que se desea controlar. Sobre este punto, véase más ade-
las investigaciones comparativas. lante.
22 Leonardo Morlino
Problemas y opciones en la comparación 23
momento; y comparación diacrónica cuando decidimos analizar el
bien los procesos de democratización en diversas áreas del mundo
mismo caso en momentos diferentes y sucesivos con el objetivo de
(Europa occidental, América del Norte, América latina, Europa
ver la influencia de ciertos fenómenos acaecidos. También se realiza
oriental) y la explicación de diferentes procesos de instauración y de
comparación diacrónica cuando se estudian diferentes casos en mo-
las diferentes democracias consolidadas efectivamente en varios paí-
mentos diferentes.
ses. Bartolini propone soluciones a estos problemas en las cuales se
Con esta distinción, sin embargo seguimos en un ámbito de «es-
evidencia cómo la dimensión espacial y la dimensión temporal (es de-
cuela», en realidad poco útil. Las comparaciones más significativas
cir, el uso de casos diferentes y la consideración de un cierto período
son -y han sido- las que han tomado en consideración un período
bien definido) deben utilizarse conjuntamente para un mayor rendi-
mas bien largo, el desarrollo del fenómeno estudiado en el período
miento en la comparación.
considerado y para casos distintos, incluso con la puesta a punto de
No se debe olvidar, por último, que desde un ámbito cualitativo,
series temporales que se prestan mejor a tratamientos estadísticos. En
este tipo de comparaciones puede basarse con provecho en investiga-
estas comparaciones diacrónicas el punto central es que no se ve un
ciones históricas ya existentes. En el caso, en cambio, en que dicho
solo «momento» que en cualquier caso sería presupuesto en abs-
tipo de investigaciones no existieran, en cuanto -por ejemplo- se
tracto, sino que se quiere observar la mutación en el tiempo a través
refieren a años recientes no afrontados todavía por los historiadores
de una aproximación de distintos momentos.
de la época contemporánea, será necesario de algún modo integrar lo
El ensayo de Bartolini analiza con justeza este tipo de compara-
que falta con datos cualitativos y cuantitativos diferentes, recogidos
ción, que quizá es la que mayor tradición posee en ciencia política y
ad hoc. Desde este punto de vista el trabajo del comparatista se su-
la que ha alcanzado los resultados mas interesantes. Bartolini coloca
perpone, hasta el punto de ser poco diferenciable del realizado por
en el centro de su «discurso» adecuadamente el tiempo, agregando las
un historiador.
premisas de la comparación estadística, tal como ha sido claramente
descrita por Panebianco. Luego considera los tres principales proble-
mas que todo comparatista del «largo período» debe resolver en sus
Propiedades y variables
investigaciones: 1) cómo definir y delimitar las unidades temporales
sobre la base de las que observar el pasado o bien cómo es posible ha-
Después del espacio y del tiempo, la tercera decisión concreta que
cer periodizaciones, es decir, dividir en fases diferentes el tiempo to-
el investigador debe asumir se refiere a las «variables» a considerar.
mado en examen -como se ha hecho, por ejemplo, en las teorías del
Nuevamente Collier recuerda otra recomendación de Lijphart: redu-
desarrollo político-; 2) si las relaciones establecidas entre variables
cir el número de las variables a analizar. El asunto de fondo también
observadas en el tiempo tienen algo de específico respecto a asocia-
aquí es el indicado arriba: comparación igual a estadística en cuanto a
ciones establecidas entre variables observadas sincrónicamente; y, en
criterios inspiradores. El número de las propiedades-variables puede
relación a esta cuestión, el problema relativo a cómo se identifican las
ser reducido a través de una reducción del espacio de atributos 8, es
secuencias temporales entre fenómenos y también fases diferentes;
decir, acudiendo en concreto a las clases, poniendo los casos y los da-
por último, 3) cómo considerar la multicolinealidad, es decir, la pre-
tos relativos en un número de clases reducido gracias a un aumento
sencia de numerosos factores que están fuertemente conectados y se
en el nivel de generalidad 9, incrementando de este modo el número
han desarrollado paralelamente; qué consecuencias tiene esta situa-
de los casos pertenecientes a una cierta clase. De este modo también
ción para el análisis de macro fenómenos generales; y, de aquí, ante
la precedente recomendación de Lijphart (aumentar el número de ca-
todo, la oportunidad de estudiar las diversidades en el interior de
aquellos fenómenos en general similares. Por ejemplo, en el ámbito 8 La noción de "espacio de atributos» es la sugerida por Lazarsfeld y Barton
del desarrollo de los movimientos obreros en toda Europa occiden-

___ _
(1951), y se refiere al conjunto de características que atañen y especifican una clase o
tal, explicar las diversidades en términos de características o debili- un tipo.
9 Sobre este punto, considérese el próximo apartado, y en especial la contribución
dadlfuerza de determinados partidos obreros en países concretos. O
d, S=,ri" d v,l,m,'. I~
Problemas y opciones en la comparación 25
24 Leonardo Morlino
profundamente analizadas. En este caso ciertas críticas sobre los lími-
sos) 10 puede aplicarse gracias a esta operación conceptual de reduc- tes y sobre la veracidad de las series temporales, la exigencia de pro-
ción. Si, en cambio, hubo un aumento efectivo de los casos analiza- fundización e, inevitablemente, la necesidad de acrecentar e! número
dos, la reducción de las variables compensa el casi inevitable aumento de las variables analizadas para alcanzar una más plena comprensión
de las mismas, introducido justamente por el crecimiento de los casos del fenómeno han resultado favorecidas por 10 realizado anterior-
empíricos. mente, siguiendo una estrategia perfectamente acorde con las suge-
Collier sugiere que la reducción del espacio de atributos puede rencias de Lijphart.
ser realizada también recurriendo a teorías o bien a hipótesis fuertes Una última cosa antes de concluir este apartado: las variables ele-
con apoyo en la investigación con el fin de reducir los factores expli- gidas, por pocas o numerosas que sean, son medidas por datos cuan-
cativos que es necesario considerar y alcanzar una mayor parsimonia titativos si son variables en sentido propio; de otro modo son defini-
teórica. Este aspecto en realidad implica también una ulterior reco- das por datos cualitativos y la variación puede ser identificada gracias
mendación de Lijphart (1971), orientar el análisis comparativo sobre a la clasificación. A este respecto, Bartolini sugiere que la configura-
las variables claves. Desde esta óptica, pues, se está más allá de la an- ción de la comparación se organice a través de una matriz de datos
terior recomendación, la reducción del espacio de atributos. Simple- que permita especificar con mayor rigor tanto las dimensiones tem-
mente volvemos a subrayar la importancia del aspecto teórico, que poral y espacial elegidas como las propiedades y las variables sobre
debe ser claramente ubicado en primer plano. las que se quiere llevar a cabo la comparación. Con tal procedimiento
En esta fase otro problema concreto se le plantea al investigador. -sostiene Bartolini- resulta sustancialmente irrelevante si las varia-
Si se aumenta el número de los casos y, cuando es necesario, se alarga bles son acompañadas por datos cuantitativos o datos 50ft o cualitati-
el tiempo considerado y disminuye el número de las variables anali- vos. El procedimiento de comparación será el mismo. No obstante,
zadas, entonces para obtener un buen resultado el aparato teórico agrego inmediatamente, que en todos los casos, también en la «sim-
conceptual del cual se sirve debe estar bien articulado, la investiga- ple» recolección de «números» estadísticos, mantener el aspecto teó-
ción debe tener unfocus muy definido y quizá se puede apoyar en in- rico está necesariamente en primer plano, incluso en «alcanzar» un
vestigaciones precedentes. Cuando no fuese así, es decir, en el caso en determinado número en vez de otro. Una vez más, entonces, tenemos
el que no sea posible disponer de teorías o conceptos estructurados, que volver a la dimensión teórica.
"-,
no hubiese una literatura de referencia y se tratase de una investiga-
ción muy «nueva», entonces el investigador estaría inevitablemente
«empujado» hacia el aumento del número de aspectos a considerar e, El control
igualmente, determinado a disminuir los casos y quizá también el pe-
ríodo a examinar. Realizadas las diferentes opciones sobre la dimensión espacial (los
En realidad, sin embargo, en algún sector ha ocurrido también lo casos por considerar) y sobre la temporal, y formuladas las hipótesis,
contrario. Más exactamente, la contribución de Ferrera muestra que que pueden tambien ser sugeridas por un primer análisis comparado
ha seguido la estrategia opuesta en los estudios sobre el Estado del de! fenómeno en el que estamos interesados, se llega al corazón de!
Bienestar, quizá inconscientemente. Para analizar lo que ha sido uno procedimiento comparativo: el control de las hipótesis. También aquí
de los fenómenos más importantes de las democracias modernas, con la lección de Sartori es muy clara: el procedimiento de control es el
el cual se ha buscado dar un contenido sustancial a la democracia en aspecto más importante y distintivo de la comparación. Por esta ra-
el mundo occidental, el itinerario de la investigación ha comenzado Zón debe ser ubicado en e! centro de ella. En e! caso que se busque
con hipótesis muy específicas y series temporales cuantitativas para, a una generalización, más o menos localizada, o que el objetivo con-
posteriori, orientarse hacia estudios cualitativos de los casos indivi- sista en lograr una explicación local, según la sugerencia de Pane-
duales en los cuales las diferentes relaciones resultaban mejor y más bianco, o bien sólo el de describir un cierto fenómeno en más casos y,
quizá, nuclear diferentes asociaciones entre una variable dependiente
10 Véase el apartado anterior sobre este punto.
26 Leonardo Morlino 27
Problemas y opciones en la comparación

y más variables independientes, el control de las hipótesis sigue vamente ambiciosos. Esto se ha traducido, ante todo, en el segui-
siendo esencial y típico de la comparación. miento perfeccionista y utópico de imposibles modelos de ciencia.
Cuales sean efectivamente los procedimientos concretos que se Tal «exceso de fines» (y de esperanzas) se ha revelado al fin contra-
adoptan para efectuar tal control se deduce del apartado sobre «con- producente y ha alejado de la comparación a muchos estudiosos desi-
ceptos y clases» a propósito de la clasificación, de la escala de abstrac- lusionados, que no se identificaban con objetivos tan ambiciosos y
ción, de la parametrización y de la explicación. Por otra parte, e in- abstractos.
tentando ser más precisos, se puede agregar que tales procedimientos Hoy, después de muchos años de investigaciones y de experien-
cambian en parte según los objetivos cognoscitivos trazados, genera- cias no todas negativas, como demuestran muy bien la contribución
lización o teoría local siguiendo las enseñanzas de Durkheim o de de Collier sobre el plano del método y de todas las ulteriores poten-
Weber, es decir, según las opciones metodológicas de fondo adopta- cialidades de progreso y la contribución de Ferrera a nivel sustantivo,
das, e incluso en relación a los contenidos mismos de la investigación. esta introducción puede finalizar infundiendo aliento para continuar
por la vía trazada en las diferentes contribuciones aquí publicadas.
Esta vez, sin embargo, con una mayor conciencia de los problemas,
Expectativas, desilusiones y dificultades de las opciones y también de los límites de lo que se puede obtener,
gracias justamente a la experiencia hecha y también a los parciales re-
Si todo es así de claro, ¿cómo es posible que la comparación no se sultados positivos que se han alcanzado.
haya desarrollado más en ciencia política? Esta es la pregunta plan-
teada en el ensayo de apertura por Sartori, y sobre la que retorna Pa-
nebianco. La explicación más elemental es ante todo la sugerida por Referencias bibliográficas
el primero: comparar es simplemente difícil. La componente teórica
en la comparación es muy destacada y difícil de «manejar»: «quien Alber J. (1982), Vom Armenhaus zum Wohlfahrtsstaat. Analysen zur Entwic-
navega al azar y sin brújula se arriesga en cada momento a naufragar» klung der Sozialversicherung in Westeuropa, Frankfurt/Main, Campus
(Sartori en el ensayo siguiente). Una segunda explicación se sugiere Verlag.
en el ensayo de Panebianco: en sustancia, frente a la gran mayoría de Bartolini S. (1986), Metodología della ricerca empírica, en G. Pasquino
estudiosos ideográficos y teóricos, los comparatistas se dividen res- (comp.), Manuale di Scienza della Politica, Bolonia, Il Mulino, pp. 39-82.
Trad. esp. Manual de ciencia política, Madrid, Alianza Editorial, 1988.
pecto a «qué constituye una explicación aceptable en las ciencias so-
Diamond, L., J. J. Linz y S. M. Lipset (comps.) (1988-89), Democracy in De-
ciales», en un contexto en el cual el saber politológico es poco acu- veloping Countries, vol. 2, 3, 4, Boulder (CoL) Lynne Rienner Publis-
mulativo y su objeto se redefine y se transforma cada vez. Pero tal
hers.
división y la reducida acumulabilidad conducen una vez más a con- Lazarsfeld, P. F. yA. H. Barton (1951), Qualitative Measurement in the So-
cepciones diferentes acerca del mejor modo de hacer ciencia política, cial Sciences: Classification, Typologies, and Indices, en D. Lerner y H. D.
que se ponen de manifiesto en el ámbito de la comparación por las Lasswell (comp.), The Policy Sciences: Recent Development in Scope and
dos estrategias fundamentales (la comparación estadística y la histó- Method, Stanford, Stanford University Press.
rica), indicadas por Ragin y Zaret (1983) e ilustradas por Panebianco Lijphart A. (1971), Comparative Politics and Comparative Method, en
en su contribución, o bien por las posiciones de Bartolini, quien «American Political Science Review», LXV, pp. 682-693.
(1975), The comparable-Cases Strategy in Comparative Research, en
tiende a poner sordina a las diferencias entre esas estrategias. Quizá
«Comparative Political Studies», VIII, pp. 158-177.
junto a la dificultad de comparar tanto en el plano del correcto uso de
(1984), Democracies. Patterns of Majoritarian and Consensus Govern-
los conceptos y de la escala de abstracción (Sartori), como en el que ment in Twenty-one Countries, Londres y New Haven, Yale University
se refiere a la recolección de datos sobre muchos casos, como a las di-
Press.
visiones de los comparatistas (Panebianco), hay también un «exceso Marradi A. (1982), Forme e scopi della comparazione, introducción a la edi-
de fines», en el sentido de proponer objetivos de investigación excesi- ción italiana de N. J. Smelser, Comparative Methods in Social Science,

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