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Las maravillas de Dios

La creación es obra del amor de Dios

Nos cuenta María

María era una niña de diez años. Era la

primera vez que dormía fuera de la casa, al
aire libre, en la montaña, en una
acampada con su familia. Cuando casi
todos estaban dormidos, y alguno ya
roncando, María se quedó asombrada
mirando el cielo y, con la boca abierta,
preguntó a su papá: “Papá, ¿de dónde han
salido todas esas estrellas? ¿Por qué se ha
movido la luna? ¿Dónde acaba el cielo y
por qué ahora es tan negro? Entonces su
papá le explicó... Antes de que comenzaran
los tiempos, antes del big bang, no existía
nada: todo era vacío, oscuro, frío y triste.
Solo estaba Dios. Y se dijo: «Voy a crear a
alguien parecido a mí, alguien que pueda
ser mi amigo y hasta mi hijo». Y pensó en
nosotros, María, en cada ser humano.
Entonces, para prepararnos una bonita
casa, Dios se puso manos a la obra: solo
con decirlo, apareció un extenso universo
para que la humanidad pudiera vivir y
engalanó el Jardín del Edén –la casa de la
primera familia– con todo tipo de detalles: luz, océanos, continentes, vegetación de todos
los tipos y animales de todas las especies. Es el bello planeta que hoy disfrutamos como un
regalo, María.

Finalmente, con el cariño de un artesano, Dios creó a nuestros primeros

antepasados: Adán y Eva; sopló en ellos su Espíritu y así les dio vida. Es la vida que
también nos regala a cada uno de nosotros hoy, María.

Pero María ya se había quedado dormida con una sonrisa en sus labios cuando oyó
hablar a su padre del cariño de Dios.
Dios lo ha creado todo por amor

¡Dios creó el mundo lleno de cosas lindas! Dios vio que todo lo que había creado era muy
bueno.

Y, ¿tú sabes lo que es crear?

Crear es hacer alguna cosa que antes no existía. ¡Antes de hacer Dios el mundo, no existía
nada!

La creación del mundo, según nos cuenta la Biblia, fue así:

1. Primero creó Dios el cielo y la tierra. Y dijo Dios: “Haya luz”. Y hubo luz. Después
Dios separó la luz de la oscuridad. A la luz la llamó “Día”, y a la oscuridad la llamó
“Noche”.
2. Luego dijo Dios: “Que haya una bóveda entre las aguas para separar las aguas de
arriba de las aguas de abajo”. Y así fue. A la bóveda Dios la llamó cielo. Y dijo Dios:
“Que las aguas que están bajo los cielos se reúnan en un solo lugar, y aparezca lo
seco”. Y así fue. A lo seco Dios lo llamó tierra, y a las aguas las llamó mares. Y vio
Dios que era bueno.
3. Después dijo Dios: “Que haya plantas y árboles que den muchos frutos con semillas.
Y así fue. Y vio Dios que todo era muy bueno.
4. Más tarde dijo Dios: “Que haya lámparas en la bóveda del cielo para separar el día
de la noche, y sirvan para distinguir las estaciones del año, y el día de la noche. Y
que iluminen la tierra”. Hizo Dios dos lámparas muy grandes, para iluminar
durante el día y durante la noche. Y vio Dios que todo era bueno.
5. Después creó Dios los peces por las aguas, otros animales por la tierra y las aves por
el cielo. Y vio Dios que era bueno.
6. Y el sexto día dijo Dios: “Hagamos a los hombres a nuestra imagen y semejanza”. Y
creó Dios al hombre y a la mujer, y los hizo a su imagen y semejanza,
Y Dios bendijo al hombre y a la mujer y puso a su servicio todo lo creado, no para
que lo dañen, sino para que lo cuiden con amor y lo respeten.
Y vio Dios que todo lo creado era muy bueno.
 No lo olvidemos:
¡Dios creó la vida y puso al hombre y a la mujer para que cuiden la vida!
El hombre y la mujer han recibido el poder de cuidar de toda la
creación.

ACTIVIDADES

1. Cuenta a tu catequista y a tus amigos del grupo qué cosa de las que
Dios creó es la que más te gusta.
2. ¿Cómo crees que estamos cuidando las cosas que Dios ha creado?
3. ¿Cómo se llama el libro de la Biblia que narra la creación de Dios?
4. ¿Te acuerdas a quién creó Dios al final de todo? ¿Por qué actuaría así
Dios?

REZAMOS

Gracias, Padre Dios, por darnos tanta maravilla.

Gracias por todo lo que existe para nuestro bien y de todos los seres vivientes.
Toda tu creación es maravillosa, mi Dios.

Gracias por abrir nuestros ojos a tu hermosa creación,

por abrir nuestros oídos a tu dulce voz,
y nuestros labios a la alabanza.

Gracias, Dios, por ayudarnos a pensar para que juntos cuidemos la creación
Y nos preocupemos de todos los seres,
Sobre todo de los niños, y de los hombres y mujeres que sufren.

Gracias, Dios, porque nos amas mucho

y porque nos has dado un corazón para amar.
Amén.

Oremos a nuestra Madre la Virgen María: Dios te salve María…

Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío.

Sagrado Corazón de Jesús, haz nuestro corazón semejante al tuyo.

Catequesis de Primera comunión

Colegio San Judas Tadeo Corazonistas
2022