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UNIVERSIDAD DE SAN CARLOS DE GUATEMALA

FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y SOCIALES


ESCUELA DE POSGRADO
MAESTRÍA EN DERECHO CONSTITUCIONAL
DOCTOR EDWIN NOEL PELÁEZ CORDÓN

LOS PRESOCRÁTICOS

YEIMI YULIANA CARPIO SAMAYOA


CARNE: 200312146
HISTORIA DE LAS IDEAS POLÍTICAS
PRIMER SEMESTRE
GUATEMALA, ABRIL DE 2,022
LAS IDEAS POLÍTICAS DE ORIENTE Y DE GRECIA
ENSAYO: FILÓSOFOS PRESOCRÁTICOS

JUSTIFICACIÓN

El presente ensayo basado en cuatro lecciones filosofía griega: los presocráticos, filosofía
griega: los sofistas y Sócrates, filosofía griega: platón filosofía griega: Aristóteles
comprendiendo que la filosofía proviene del latín (amor a la sabiduría), se cuestiona sobre el
conocimiento, la existencia y sobre todo “la verdad”; surge del deseo natural que tienen los
hombres del conocer el mundo; lo que le resulta “normal” a una persona, al filósofo le
resultaba curioso o extraño, se sentían con gran interés para responder estas interrogantes
empleando la Razón; buscaban un saber racional sobre la totalidad de lo real. Es un saber
que permanece hasta la actualidad que se ha ido especializando en temas y problemas
específicos; es un razonamiento crítico y teórico que es minuciosamente construido por la
mente humana. Nació de preguntas como: ¿De dónde venimos? ¿Cuál es la esencia del ser
humano? O ¿Porqué existe el mal?, aparentemente son preguntas sencillas, pero, si alguna
persona se cuestionara de esta forma claramente la respuesta no aparecería inmediatamente.
Entonces, ¿Qué hizo que los filósofos presocráticos se plantearan este tipo de preguntas? O
¿En qué condiciones vivían para que lo hicieran? Ahora bien, remontemos a la época cuando
nació la filosofía presocrática, a los pensadores, teorías y a los problemas. Los filósofos
presocráticos es un nombre con el cual se denomina un grupo de “sabios”, que desarrollaron
interesantes reflexiones lógicas. Comenzó a principios del siglos VI a.C. en las ciudades de
Jonia, y sus primeros exponentes fueron los filósofos presocráticos, se les llamó así para
diferenciarlos de Sócrates quien marco una nueva orientación filosófica; también fueron
llamados los primeros filósofo.
INDICE TEMÁTICO

FILÓSOFOS PRESOCRÁTICOS

1. Anaximandro de Mileto (c.610-c.546 a.C.)

2. Tales de Mileto (c.625-c.546 a.C.)

3. Anaxímenes de Mileto (c.586-c.526 a.C.)

4. Heráclito de Éfeso (c.535-c.475 a.C.)

5. Jenófanes de Colofón (c.570-c.478 a.C.)

6. Pitágoras de Samos (c.575-c.490 a.C.)

7. Parménides de Elea (finales del siglo VI-principios del V a.C.)

8. Zenón de Elea (c.495-c.430 a.C.)

9. Empédocles de Acragas (c.494-c.434 a.C.)

10. Anaxágoras de Clazómena (c.500-c.428 a.C.)

11. Leucipo de Mileto (en su mejor momento c.430 a.C.)

12. Demócrito de Abdera (c.460-c.370 a.C.)

13. Protágoras de Abdera (c.490-c.420 a.C.)


OBJETIVO ESPECÍFICO:

En el presente ensayo de investigación compararemos las doctrinas filosóficas entre sofistas y


Sócrates para abordar preferentemente las divergencias filosóficas entres los planteamientos.

Comprenderemos la importancia que tiene la filosofía griega presocrática, filosofía griega, los
sofistas y Sócrates, Platón y Aristóteles.

Reconocer las características fundamentales que plantea la filosofía griega presocrática con
respecto a las ideas de platón y aristotélica.

Reconocer las diferencias y pensamientos que cada autor plantea referente a cada postura y
de donde surge cada una de ellas.

Identificar las principales posturas filosóficas presocráticas, teniendo en cuenta su orientación


hacia la razón.

PROBLEMA
¿Por qué se les llama presocráticos?

El adjetivo presocrático se utiliza para calificar a los sistemas filosóficos y a sus exponentes


que existieron antes de Sócrates. Se toma a este pensador como punto de ruptura ya
que, por su importancia histórica, puede decirse que ejerce influencia sobre todos los
desarrollos filosóficos posteriores a su existencia.

Presocráticos

Nombre convencional dado a un grupo de pensadores del primer período de la filosofía


griega antigua (siglo VII - principios del IV a.n.e.). Esta denominación es convencional porque
muchos de los presocráticos de más relieve actuaron después de la vida de Sócrates. Lo
único que en ella no es convencional es que los presocráticos no planteaban todavía el
problema concerniente al fin y a la misión del individuo, a la relación entre el pensar y el ser, a
la dialéctica inmanente del pensar, y se limitaban, tan sólo, a echar las bases de la teoría de la
naturaleza, acerca del cosmos, de la realidad sensorialmente perceptible y objetiva. Todos
estos problemas se resolvían, precisamente; desde el punto de vista de ese cosmos sensible,
formado por el torbellino eterno de los elementos. Al número de los presocráticos
pertenecen Tales, Anaximandro, Anaxímenes, Heráclito, Diógenes de Apolonia (siglos V-IV
a.n.e.), Jenófanes, Pitágoras, Parménides y sus discípulos de
Elea, Empédocles, Anaxágoras, Leucipo y Demócrito. Los presocráticos concebían el principal
objeto de sus investigaciones filosóficas –el cosmos– como compuesto de elementos
sensoriales corrientes: tierra, agua, aire; fuego, y de éter, elementos que se convertían
recíprocamente unos en otros como resultado de su condensación y de su enrarecimiento.
Para toda la filosofía natural de los presocráticos, es característica la dialéctica de los
elementos, lo que alcanza singular brillantez en Demócrito y Heráclito. Los elementos
sensibles estaban saturados de un principio organizador, mas puramente material (logos en
Heráclito, amor y odio en Empédocles, átomos en eterno movimiento según los atomistas,
&c.). Los clásicos del marxismo-leninismo tenían en mucha estima el materialismo
espontáneo de los presocráticos, basado en la lucha contra la mitología, en la defensa de la
filosofía científica.

DESARROLLO TEMÁTICO

13 filósofos presocráticos más importantes


Sócrates, Aristóteles y Platón son, con mucho, los filósofos griegos más famosos  que se
asocian habitualmente con el periodo clásico griego. Sin embargo, estos maestros deben
mucho a una serie de pensadores que vivieron durante los siglos VI y V a.C. conocidos como
presocráticos.

Los presocráticos fueron los primeros filósofos del canon occidental y produjeron una gran
variedad de teorías diferentes que intentaban explicar la naturaleza del universo. Los
fundamentos de la ciencia y la filosofía se establecieron con estos primeros pensadores. En
este artículo, exploraremos los filósofos presocráticos más importantes de la antigua
Grecia. 

1. Tales de Mileto (c.625-c.546 a.C.)


Al igual que sus compañeros de pensamiento de Mileto (Anaximandro y Anaxímenes), Tales
se interesó por la filosofía natural. Aristóteles consideraba a Tales como el primer filósofo de
la tradición griega y, por tanto, del canon occidental. Además, el Milesio fue incluido entre los
siete sabios de Grecia.

Tales ideó un sistema en el que el agua era el origen de toda la materia. Además, es famoso
por haber predicho el eclipse solar del año 585 a.C. y por haber introducido la geometría de
Egipto en Grecia, así como otros inventos. Tales calculó la altura de las pirámides de Egipto y
la distancia de los barcos a la costa utilizando la geometría. También se le atribuye el
desarrollo del «Teorema de Tales».

Como la mayoría de los presocráticos, y especialmente los de Mileto, Tales no era sólo un
filósofo, sino un individuo que buscaba el conocimiento en todos los rincones que podía
conseguir. Fue matemático, astrónomo, ingeniero y mucho más.

2. Anaximandro de Mileto (c.610-c.546 a.C.)

También activo en la ciudad de Mileto fue Anaximandro, alumno de Tales. Anaximandro fue
uno de los primeros filósofos que escribió un libro. Al igual que Tales, también se interesó por
muchas áreas diferentes. Se le atribuye la invención del gnomon, aunque es muy poco
probable.
También se cree que Anaximandro fue el primero en dibujar un mapa del mundo conocido. No
estaba de acuerdo con su maestro en cuanto a la sustancia básica del universo. Mientras que
Tales creía que todo salía del agua, Anaximandro atribuía todo al Apeiron (traducido
literalmente como «el infinito»). Se trataba de una entidad abstracta que daba origen a todo y
era el lugar al que regresaban todas las cosas.

Anaximandro fue también el primero en utilizar el término arche (principio) en un contexto


filosófico. Además, especuló que los animales y los humanos evolucionaron a partir de otros
animales que viven en el agua y creía en la existencia de múltiples mundos.

3. Anaxímenes de Mileto (c.586-c.526 a.C.)

«El aire está cerca de lo incorpóreo; y puesto que venimos a la existencia por un efluvio de
éste (el aire), está obligado a ser a la vez ilimitado y rico para que nunca falte».

Anaxímenes fue el tercer Milesio entre los filósofos griegos anteriores a Sócrates. Fue alumno
de Anaximandro y también era monista. Donde Tales veía el agua y Anaximandro el Apeiron,
Anaxímenes veía el aire, que pensaba que era el arche (principio) de todas las cosas.

4. Heráclito de Éfeso (c.535-c.475 a.C.)


Heráclito nació en Éfeso de Asia Menor, donde elaboró una filosofía del cambio. Creía que el
mundo está hecho de fuego y siempre está en movimiento.

Para Heráclito, nada permanece igual, filosofía que se resume en la frase Panta Rhei (todo
fluye). Sus citas más famosas se refieren a esta idea de un universo en constante cambio y
movimiento.

«No puedes pisar dos veces los mismos ríos, pues siempre fluyen aguas frescas sobre ti».

«Pisamos y no pisamos los mismos ríos; somos y no somos».

Otra parte importante de su filosofía es su idea de la unidad de los opuestos. Esto significaba
que, para Heráclito, los opuestos como el bien y el mal, el ser y el no ser, la noche y el día, el
arriba y el abajo, eran en realidad uno. No uno como indiscernible, sino como en la forma en
que una moneda tiene dos caras.

También es el primer filósofo griego que habla del Logos, un término que se hizo muy popular
en los siglos siguientes y que sigue siendo uno de los términos más centrales para los
filósofos incluso en la actualidad.

Se dice que Heráclito sólo dejó una obra llamada Sobre la Naturaleza y que fue
especialmente influyente. En siglos posteriores se le conoció como el «filósofo llorón» porque
muchos de sus fragmentos parecían pesimistas para los estudiosos. También se le llamó el
«filósofo oscuro» por sus enigmáticos dichos. Platón, Nietzsche, Hegel, Heidegger e incluso el
líder comunista Lenin eran admiradores del filósofo efesio.

5. Jenófanes de Colofón (c.570-c.478 a.C.)


Al igual que todos los filósofos griegos anteriores a Sócrates, Jenófanes no era el típico
filósofo. Fue un poeta y teólogo que se pronunció firmemente contra la idea del politeísmo.
Jenófanes criticó los puntos de vista teológicos de Homero y Hesíodo, que pintaban una
imagen inmoral de los dioses que cometían robos, adulterios y demás. También creía que los
dioses no eran como los humanos y que sólo había una deidad no antropomórfica.

Jenófanes fue también de los primeros en hablar de los límites del conocimiento humano.
Habló de la imposibilidad de comprender la verdad sobre los dioses e insistió en que el
conocimiento es relativo. Por ello, fue uno de los primeros relativistas de la historia:

«Si Dios no hubiera creado la miel amarilla, dirían que los higos son mucho más dulces».

«Los etiópicos tienen dioses con nariz respingona y pelo negro, los tracios tienen dioses con
ojos grises y pelo rojo».

«Pero si los bueyes (y los caballos) y los leones tuvieran manos o pudieran dibujar con las
manos y crear obras de arte como las que hacen los hombres, los caballos harían dibujos de
los dioses como los caballos, y los bueyes de los dioses como los bueyes, y harían los
cuerpos (de sus dioses) de acuerdo con la forma que cada especie posee en sí misma.»

6. Pitágoras de Samos (c.575-c.490 a.C.)


El filósofo Pitágoras nació en la isla griega de Samos. Hacia el año 530 a.C. se trasladó a
Crotona, en el sur de Italia, para fundar su escuela. Pitágoras es uno de los presocráticos más
interesantes que existe en algún lugar entre el mito y la historia.

Es realmente difícil hablar de Pitágoras. Su escuela de Crotona era una sociedad secreta con
enseñanzas accesibles sólo a los iniciados. Por ello, las creencias de los miembros de la
sociedad no están realmente claras.

Sin embargo, sí sabemos que la escuela de Pitágoras enseñaba un modo de vida ascético
que exigía restricciones dietéticas y promovía una espiritualidad que idolatraba los números y
las matemáticas, llamada numerología.

En muchos sentidos, Pitágoras era más un profeta que un filósofo, y su escuela más bien un
monasterio. La vida ascética, el estilo de vida comunitario, la obsesión por el significado divino
de los números y los milagros atribuidos a Pitágoras son prueba suficiente de ello. Aristóteles
nos dice que el pueblo de Crotona llamaba a Pitágoras «Apolo hiperbóreo» y que una vez en
Olimpia reveló su muslo que era de oro.

Una idea central del pensamiento pitagórico era la creencia en la metempsicosis, la


reencarnación del alma después de la muerte.

A Pitágoras se le atribuyen también una serie de logros científicos que podrían o no ser
realmente suyos, como el teorema de Pitágoras, la afinación pitagórica en la música, la teoría
de las Proporciones, la forma esférica de la tierra y otros más.

Sócrates, Platón, Aristóteles, los neoplatónicos y muchos pensadores presocráticos


estuvieron muy influidos por Pitágoras y su tradición.
7. Parménides de Elea (finales del siglo VI-principios del V a.C.)

«…el que es, y no es posible que no sea, es el camino de la credibilidad, pues sigue a la
Verdad; el otro, que no es, y que está destinado a no ser: éste te digo que es un camino que
no puede ser explorado, pues no podrías reconocer lo que no es, ni expresarlo».

Parménides fue el fundador de la escuela eleática y uno de los primeros filósofos griegos más
influyentes. Platón escribió un diálogo llamado Parménides en el que se afirma que un joven
Sócrates conoció a Parménides cuando éste tenía unos 65 años en Atenas.

Parménides sólo escribió un libro y sólo se conserva un poema de esta obra. Contiene ideas
filosóficas extremadamente difíciles y abstractas sobre la naturaleza del ser. Estas ideas están
en completa oposición a las que se encuentran en la obra de los filósofos jónicos. Además,
parece que el filósofo griego tenía serias dudas sobre la posibilidad de obtener la verdad del
mundo mediante nuestros sentidos.

En muchos aspectos, Parménides es todo lo contrario a Heráclito. Donde Heráclito hablaba de


cambio y movimiento, Parménides insistía en un universo inmutable y estable. Mientras que
Heráclito enfatizaba que el mundo es un Devenir, Parménides sostenía que lo que existe es
parte del uno que es intemporal, uniforme, inmutable, indestructible y perfecto.
«Lo que se mueve, no se mueve ni en el lugar en el que está, ni en el que no está».

Zenón fue alumno de Parménides y su sucesor al frente de la escuela eleática. Según el


diálogo Parménides de Platón, Zenón conoció al joven Sócrates cuando éste visitó Atenas con
Parménides para presentar su libro.

En la antigüedad, Zenón se hizo famoso por sus paradojas que pretendían demostrar que
todo movimiento y cambio eran ilusiones. Con estas paradojas, Zenón trataba de demostrar
las teorías ontológicas de su maestro, según las cuales el mundo era uniforme, inmutable y
sin cambios.

Aristóteles discutió detalladamente estas paradojas, ofreciendo una visión entretenida del
pensamiento de Zenón. Una de las paradojas es la siguiente

«La primera (paradoja) afirma la inexistencia del movimiento basándose en que lo que está en
locomoción debe llegar a la mitad del camino antes de llegar a la meta». Aristóteles

En pocas palabras, Zenón afirma que para recorrer una distancia hay que recorrer primero la
mitad de la misma. Pero como podemos seguir dividiendo la distancia por la mitad ad
infinitum, no es posible pasar de un punto a otro.

9. Empédocles de Acragas (c.494-c.434 a.C.)


El filósofo presocrático con las historias más extrañas en torno a su muerte es, sin duda,
Empédocles de Acragas. En una historia desapareció en los cielos por la noche y en otra,
saltó al cráter volcánico del monte Etna. Sin embargo, lo más probable es que ninguna de
estas historias sea cierta.

Inspirado por los pitagóricos, Empédocles es una figura casi mesiánica. En una historia, se
dice que resucitó a una mujer que había dejado de respirar. Por supuesto, estas historias
hablan más de la imaginación popular que del propio Empédocles.

Estaba influenciado por la filosofía de Parménides y fue el último de los filósofos griegos en
expresar sus ideas en verso. Empédocles denunció los sacrificios de animales y defendió el
vegetarianismo junto con una teoría de la reencarnación (metensarcosis).

También enseñó que existen cuatro elementos: fuego, aire, agua y tierra. Todo lo que existe
es una transformación de estos cuatro elementos. Dos poderes, la Lucha y el Amor, son
responsables de las diferentes proporciones de cada uno de estos elementos en las cosas. La
Lucha hace que los elementos se replieguen sobre sí mismos, mientras que el Amor hace que
se unan.

10. Anaxágoras de Clazómena (c.500-c.428 a.C.)


«Los griegos tienen una creencia incorrecta sobre la llegada al ser y el fallecimiento. Ninguna
Cosa llega a existir o desaparece, sino que se mezcla o se separa de las Cosas existentes.
Por lo tanto, estarían en lo cierto si llamaran a la llegada a la existencia ‘mezcla’, y a la
desaparición ‘separación'».

Anaxágoras sólo escribió un libro y se vio influido principalmente por las teorías de
Parménides. Sin embargo, su propia teoría fue una reacción al monismo eleático.

Según Anaxágoras, al principio todo existía en fragmentos infinitamente pequeños y en


número infinito en un lugar tan pequeño y en una proximidad tan grande que eran casi
indiscernibles. La reordenación de estos fragmentos fue orquestada por la mente cósmica, a
la que llamó Nous.

Anaxágoras pasó buena parte de su vida enseñando en Atenas. Al igual que Sócrates, fue
uno de los filósofos griegos que se sometió a un juicio por sus ideas. Los atenienses le
acusaron de impiedad probablemente por sus opiniones que rechazaban la existencia de
deidades lunares y solares. Pericles, el político ateniense, defendió a Anaxágoras en su juicio,
ya que ambos eran amigos. Al final, Pericles aconsejó a Anaxágoras que abandonara Atenas,
y el filósofo se marchó a Lampsaco, donde murió.

11. Leucipo de Mileto (en su mejor momento c.430 a.C.)


Hoy en día, cuando oímos hablar de la teoría atómica, nuestra mente se dirige directamente a
las armas nucleares y a las centrales eléctricas. Sin embargo, la teoría atómica es mucho,
mucho más antigua. De hecho, es tan antigua como Leucipo, el primero de una serie de
filósofos griegos llamados atomistas.

«Nada ocurre al azar; todo ocurre por razón y por necesidad».

Leucipo afirmaba que todo está hecho de cosas diminutas e indivisibles llamadas átomos, lo
que se traduce literalmente como «lo que no se puede cortar». Un punto central de su teoría
es que, para que el movimiento sea posible, es necesario que exista un vacío. En pocas
palabras, para que el ser exista, debe haber un no-ser.

En muchos sentidos, Leucipo continuó la filosofía jónica naturalista de Tales, Anaximandro,


Anaxímenes y Heráclito. Además, fue el primero en afirmar que las cosas son como son
debido a su naturaleza.

Leucipo estableció una escuela filosófica en Abdera y, según un relato, fundó la ciudad de
Metaponto.

12. Demócrito de Abdera (c.460-c.370 a.C.)

«(Preferiría) descubrir una causa que ganar el reino de Persia».


«Los átomos y el Vacío (sólo) existen en la realidad».

Nacido en Abdera de Tracia, Demócrito fue un ciudadano adinerado que viajó mucho durante
su vida. Muy a menudo se le cita junto a su maestro Leucipo, lo que hace difícil diferenciar sus
puntos de vista. Escribió 73 libros y llevó una vida en la que evitó participar activamente en la
política, aunque dio conferencias públicas.

Demócrito visitó la India, Egipto, Etiopía y Persia, donde se dice que estudió con Ostane, un
mago de la corte del rey Jerjes. También se dice que se inició en el pitagorismo en algún
momento de su vida y que estudió brevemente junto a Anaxágoras.

Al igual que su maestro, Demócrito insistía en que la materia está formada por partes
indivisibles llamadas átomos que interactúan mecánicamente entre sí. También creía que
había átomos de diferentes tamaños y formas. Por ejemplo, sostenía que los átomos de aire
eran diferentes de los de hierro y que estas diferencias dictaban su interacción.

Demócrito también valoraba el intelecto como fuente válida de conocimiento y advertía sobre
cualquier verdad obtenida a través de los sentidos. Sabemos que hizo algunas aportaciones
en el campo de la estética, las matemáticas, la biología, la antropología y otras ciencias.
Como muchos filósofos griegos, también creía en la existencia de múltiples
mundos.Demócrito llegó a ser conocido en la antigüedad como el «filósofo que ríe», en
contraposición a Heráclito, el «filósofo que llora». Esto se debió a su énfasis en el valor de la
alegría.Aunque su pensamiento político y ético no es reconstruible, sabemos que Demócrito
abogaba por una vida de moderación en la que era aceptable un cierto grado de hedonismo.

13. Protágoras de Abdera (c.490-c.420 a.C.)

HIPÓTESIS

Los filósofos presocráticos tenían diferentes ideas acerca de la creación de todo lo que nos
rodea, comenzando por Tales de Mileto. Se basaban en que un solo elemento era el
responsable del nacimiento de la vida. Todos estos personajes como: Tales de Mileto,
Anaxímenes de Mileto,  debatían de una manera en la cual cada quien daba su punto de vista
acerca en cómo se fueron creando las cosas a través de su respectivo elemento, que como
ellos mencionaban, era el “creador” de la vida en la tierra. Gracias a esto fue como poco a
poco se fueron percatando de que cada quien tenía un poco de razón, debido a que gracias a
los elementos mencionados por cada uno de ellos podría “Subsistir” la vida, mas no crearla a
través de estos, aun así ellos compartían sus razones, motivo  por los cuales ellos seguían
pensando que de esa manera  se creaba la vida, ya que esto dependía de su observación, era
difícil “desmentir” a alguien porque el se aferraba a su idea. Dos ejemplos claros de
personajes que aportaron conocimientos a esta ciencia, como mencionaba anteriormente,
fueron Tales de Mileto con su aportación de que todo a nuestro alrededor, e inclusive nosotros
mismos, eran un producto del agua, por decirlo literalmente “proveníamos” de ella .Él pensaba
que aparte de esto la tierra era sostenida por este elemento como si estuviéramos dentro de
un “charco” la tierra “flotaba” en esta. Otro personaje que también aportó gran razonamiento
fue Anaxímenes de Mileto (aprendiz de Tales) con su teoría de que la creación de todas las
cosas provenían del aire, algo similar a la hipótesis  de su maestro, pero aparte de esto el
menciona que los astros se movían alrededor de la tierra y no como es conocido actualmente.
Claros ejemplos de filósofos famosos matemáticos eran Sócrates, Platón y Aristóteles. Cada
uno de ellos, una característica que compartían,  fue que ,por decirlo de alguna manera, eran
discípulos del otro, cada uno basándose en una idea similar a la de su maestro
respectivamente. Cada quien fue, con el paso del tiempo creando escuelas del pensamiento,
con su respectivo “método” de enseñanza como por ejemplo: en el caso de Sócrates
implementó el “método socrático” que consiste en que cada alumno (en ese tiempo) pueda ver
la realidad como lo piense o lo razone.
Uno de los conceptos utilizados por estos filósofos (presocráticos)  por decirlo así, fue el
concepto de ¨sofismo¨, que es la manera en la cual cada quien va defendiendo su argumento
aunque este no sea verdadero, esto quiere decir que a pesar de que no esté comprobado,
hace aparentar que quien lo menciona, o sea el defensor de su argumento, tenga la razón
aparente ante alguna situación, como por ejemplo: regresando a la época donde se creía que
todo provenía del agua (Tales de Mileto), y que aunque esto era falso, el de cierta manera
podía ¨comprobar¨ o argumentar que era verdadero.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

LIBRO GRANDES PENSADORES DE LA ÉPOCA CLÁSICA, JORGE OTIN GAVIN, PAG.


117
DICCIONARIO ENCICLOPÉDICO USUAL LAROUSSE PAG. 352
LIBRO TEORIA GENERAL DEL ESTADO FRANCISCO JAVIER JUÁREZ, PÁGINA 309
EXORDIO DE LA FILOSOFÍA DEL DERECHO LUIS CÉSAR LÓPEZ PERMOUTH, PAG. 86

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