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Requisitos formales concurso preventivo art 11

DOLANCOR S.A. S/ CONCURSO PREVENTIVO


Tribunal: Cámara Nacional de Apelaciones en lo Comercial

Sala / Juzgado / Circunscripción / Nominación: A

Partes: Dolancor S.A. s/ concurso preventivo

Fecha: 8 de febrero de 2007

Colección: Fallos

Cita: MJ-JU-M-11035-AR|MJJ11035|MJJ11035

Voces: CONCURSOS Y QUIEBRAS - CONCURSO PREVENTIVO - PETICIÓN DE CONCURSO


PREVENTIVO - REQUISITOS DE LA PETICIÓN DE CONCURSO - PLAZO DE GRACIA - SOCIEDAD
CONSTITUIDA EN EL EXTRANJERO - IGJ - TRATADOS INTERNACIONALES - APLICACIÓN DE
TRATADOS INTERNACIONALES

Sumario:
1.-El Art. 8 del Tratado de Derecho Comercial Terrestre Internacional de Montevideo 1940 expresamente
dispone que las sociedades mercantiles con domicilio comercial en uno de los estados contratantes, serán
reconocidas de pleno derecho en los otros Estados contratantes y se reputarán hábiles para ejercer actos de
comercio y comparecer en juicio. Sin embargo, dispone que para el ejercicio habitual de los actos
comprendidos en el objeto social esas sociedades deberán sujetarse a las prescripciones establecidas por las
leyes del Estado en el cual intentan realizarlos. Así, la IGJ tiene, pues, atribución para verificar los extremos
conducentes a su determinación, tanto en el momento en el que dichas sociedades exteriorizan su propósito de
incorporarse a la vida económica del país como posteriormente durante su funcionamiento. Así las cosas, si
bien es claro que la IGJ tiene facultades para exigir a las sociedades off shore el cumplimiento de requisitos
formales, tales disposiciones funcionan como ejercicio del poder de policía del Estado para regular el
funcionamiento de las sociedades extranjeras a cuyo reconocimiento nuestro país se ha obligado en el ámbito
de acción reconocido en el Tratado Internacional de aplicación.

2.-No procede requerirle a la sociedad extranjera mayores requisitos que los exigidos a las locales a los fines
de su concursamiento, pero sí el cumplimiento de los que le son exigibles en su condición de tal en el marco
legal supra descripto. Es así que, frente a las objeciones vertidas por la juez de grado, y no siendo presumible
en este caso, un supuesto de fraude a la ley, no cupo denegarle a la sucursal local de la sociedad extranjera
con explotación independiente en el país (art. 41 Tratado de Derecho Comercial Terrestre Internacional de
Montevideo 1940) el derecho a concursarse, conforme a la ley local, sin darle primeramente la oportunidad de
subsanar las deficiencias apuntadas por la a qua en la resolución apelada, otorgándole para ello un plazo
perentorio (conf. Art. 11 LCQ). Por tanto, se estima procedente otorgarle un plazo a la recurrente -en los
términos de dicha norma-, para que aquella cumpla con las objeciones indicadas en la resolución apelada.

3.-La demostración de la cesación de pagos no es un hecho (incumplimiento) sino un estado del patrimonio y
que puede existir sin negativas de pago o no existir aunque medien una o varias. La cesación de pagos alude
pues, a una manifestación durable y definitiva del estado patrimonial de quien tiene agotados sus medios de
recursos. En este marco, no resulta lógico que la fecha de cesación de pagos se configure en el día de
presentación en concurso preventivo, pues ello incita a pensar que hasta ese día la concursada tenía recursos
para hacer frente a su pasivo, obstando ello al requisito objetivo necesario para presentarse en concurso
preventivo (art. 1 LCQ). De otra lado, la indicación del estado detallado del activo y pasivo requerido no
puede entenderse satisfecha con la sola presentación de los balances, pues lo que la ley exige es una
enumeración de los bienes, créditos y deudas que tiene el concursado, con el mayor detalle, indicando lugar
de ubicación de los bienes, inventario en caso de ser necesario, estado de dichos bienes, si se encuentran
gravados, en este caso por qué razón, además de la indicación del método utilizado para valuarlos. Igual
detalle se requiere de los créditos que tuviera, y de las deudas contraídas. Tales recaudas no se advierten
cabalmente cumplidos en la especie.

4.-La presentación en concurso preventivo rechazada in límine por incompetencia, no resulta óbice para
presentarse nuevamente.

Fallo:
Buenos Aires, 8 de febrero de 2007.

Y VISTOS:

1. Apeló la peticionante de concurso la decisión de fs. 146/153 que rechazó Liminarmente su pretensión de
apertura de la convocatoria. Expresó agravios en fs. 158/167.

2. Se queja la recurrente porque: a) el a quo consideró poco serio el pedido de concursamiento, cuando no se
ha cumplido con los requisitos exigidos legalmente, b) se tuvieron por incumplidos los presupuestos
establecidos por el Art. 11 LCQ, sin darle previamente un plazo para completar aquellos que fueron
objetados por el Tribunal, c) se consideró obligatoria la aplicación de las resoluciones de la Inspección
General de Justicia, cuando su cumplimiento solo configura una carga para la sociedad, y no es óbice para la
procedencia del concurso, d) el juez de grado estimó que la falta de cumplimiento con la resolución N° 7/03
de la IGJ es sustancial y no le permite tener un exhaustivo conocimiento de la persona que se concursa,
cuando en el caso se trata de una sucursal de una sociedad extranjera que tiene capital propio e) en el escrito
de inicio se indicó concretamente la causa del estado de cesación de pagos y la fecha de ésta, f) se acompañó
un estado del activo y pasivo realizado conforme normas contables, g) al cerrar el ejercicio contable dos
meses después de la presentación en concurso (diciembre de 2004) correspondía acompañar los balances
correspondientes a los años 2001,2002 Y 2003 y no del 2004 como pretendió el a quo, pues éste no estaba
confeccionado ni aprobado a esa fecha, h) se indicaron claramente los acreedores, el monto de las acreencias,
y naturaleza de éstas, acompañando los legajos, cuya omisión reprocha el juez de grado, señalando que si
éstos faltan es porque se extraviaron, i) los juicios que existen contra el concursado fueron denunciados en el
escrito de inicio. En cuanto a la inhibición del Art.59 LCQ, cuya omisión se le adjudica, señala el apelante
que no era obligación denunciar el anterior concurso, pues éste fue desistido, requiriendo la norma la
denuncia de la existencia de otro concurso en trámite o en período de inhibición. Solicitó por último la
reasignación del expediente al juez que le sigue en orden de turno.

3. Al promoverse el presente concurso preventivo, el juez de grado se declaró incompetente (v. fs. 7/11),
resolución que fue revocada por esta Sala a fs. 93, por entender que existía explotación independiente de la
sociedad presentante respecto de la principal de origen extranjero, aplicando el Art. 41 del Tratado de
Derecho Comercial Terrestre Internacional de Montevideo 1940.

Ahora, la juez de grado en la resolución apelada denegó la apertura del concurso preventivo. Los fundamentos
para ello radican:

En primer lugar, no encontrarse cumplido el requisito impuesto a las personas de existencia ideal
regularmente constituidas en el Art. 11, inc. 1 ° de ley 24.522, pues la exigencia de acreditar la inscripción del
instrumento constitutivo y sus modificaciones debe integrarse con la pertinente normativa societaria y
administrativa vigente.

Entendió la a quo en este sentido que las resoluciones dictadas por la IGJ respecto de este tipo de sociedades
eran de aplicación obligatoria, y que ese organismo denunció que Dolancor SA era una sucursal de sociedad
extranjera inscripta en la República Oriental del Uruguay, regida por el Art. 7 de la ley 11073 de ese país, que
no registraba movimiento desde el 13.8.97, oportunidad en que fue registrada en el país, no había presentado
estados contables y que se encontraba intimada a cumplir con los requisitos establecidos en el Art. 3 de la
Resolución IGJ N° 7/03. Indicó asimismo que no se había acreditado el cumplimiento de las Resoluciones
IGJ N° 2 y 3/05 aplicables a sociedades off shore.Indicó que no podía obviarse la finalidad tenida en cuenta
por la IGJ al dictar la Resolución N° 7/03, cual es garantizar la eficacia territorial del derecho argentino, no
sólo como imperativo de la soberanía sino como moralización de la vida empresaria y del tráfico, orientada a
que las sociedades se ajusten a las finalidades que la ley reconoce lícitas.

La a quo estimó que estas omisiones impedían conocer debidamente la situación de la sociedad, entendiendo
que los elementos exigidos en los artículos 1 y 3 de la resolución referida eran relevantes a los fines de
establecer eventualmente la aplicación al caso de lo previsto en el Art. 124 LS con las consecuencias que ello
trae aparejado, pudiéndose llegar a entender que se estaría ante una sociedad irregular, lo que obligaría a
readecuar la petición.

Sostuvo además, que faltaría precisión en cuanto a la época y hechos que llevaron a la cesación de pagos,
pues no se hacía un desarrollo completo y circunstanciado de las causas que condujeron a la situación de
insolvencia.

Señaló el incumplimiento en la presentación de un estado detallado del activo y del pasivo, pues sólo se había
efectuado una somera descripción, sin indicar los bienes gravados ni acreditar su titularidad ni valor de
mercado, además de no individualizarse los bienes de uso, ni los contratos e ingresos provenientes de
alquileres.

Expresó también que no se había acompañado el balance correspondiente al año 2004, como tampoco la
nómina de acreedores, ni se había explicado la causa de las deudas denunciadas, ni la fecha del crédito y su
vencimiento, como tampoco indicado el respaldo documental de cada una. Puntualizó que también se había
omitido acompañar el legajo por cada acreedor exigido por la ley de la materia, así como incluir los
acreedores hipotecarios. Destacó también que los listados serían incompletos.Indicó que existiría
contradicción de la presentante cuando declaró la inexistencia concurso anterior y luego terminó denunciando
una presentación anterior, en donde recayó resolución de incompetencia que se encuentra firme.

Desestimó finalmente la posibilidad de otorgar plazo de gracia por existir deficiencias sustanciales.

4. Pues bien, conforme Art. 5 de la ley 24.522, son presupuestos sustanciales de la presentación en concurso
que el peticionante sea un sujeto comprendido en el Art. 2 de dicho dispositivo y la configuración del estado
de cesación de pagos.-

4.1. De las constancias adjuntadas por la concursada (v. fs. 17/30) se advierte que la sociedad Dolancor SA es
una sociedad constituida en la República Oriental de Uruguay con sucursal en este país, inscripta esta última
en la Inspección General de Justicia (fs. 29). Surge asimismo de la causa que aquella no habría cumplido con
las exigencias registrales de las recientes resoluciones dictadas por el organismo de contralor respecto de las
sociedades extranjeras

Corresponde precisar liminarmente que tratándose de sociedad constituida en Uruguay se encuentra alcanzada
por el Tratado de Derecho Comercial Terrestre Internacional de Montevideo de 1940, Sección Sociedades,
(artículos 6 a 11) de ese cuerpo normativo.

Ello trae aparejado que no sean de aplicación en el sub lite los arts. 118 y 124 LS, pues dichas normas de
derecho internacional privado de fuente interna se encuentran desplazadas por las disposiciones del
mencionado Tratado que, en tanto tratado internacional, reviste jerarquía superior al derecho interno,
conforme lo dispone el art.31 de la Constitución Nacional y rige entre los países que son parte del dicho
instrumento internacional.

Cabe destacar que autorizada doctrina y jurisprudencia mayoritaria ha entendido comprometidos principios de
soberanía y control, al imponer a las sociedades extranjeras que pretenden incorporarse a la vida económica
de la Nación su inscripción en el Registro Público de Comercio en los términos de los artículos 118, tercer
párrafo y 123 de la ley 19.550 (Halperín, Isaac "Curso de Derecho Comercial", Volumen I, Ed. Depalma,
tercera edición, BS.As 1982, pago 301; esta Sala 9/11/59 "Roure Dupont Argentina"; ídem, 20/7/78, "Scaab
Scania Argentina SA"; Sala D, 11/10/78, "Squibb SA"; Resolución IGJ N° 7/03).
En el ámbito convencional de que se trata, el Art. 8 del Tratado de Derecho Comercial Terrestre Internacional
de Montevideo 1940 ya citado expresamente dispone que las sociedades mercantiles con domicilio comercial
en uno de los estados contratantes" serán reconocidas de pleno derecho en los otros Estados contratantes y se
reputarán hábiles para ejercer actos de comercio y comparecer en juicio". Sigue dicha norma disponiendo sin
embargo, que para el ejercicio habitual de los actos comprendidos en el objeto social "esas sociedades
deberán sujetarse a las prescripciones establecidas por las leyes del Estado en el cual intentan realizarlos".
Dicha disposición se encuentra reafirmada en el artículo noveno del mismo ordenamiento.

Ya en el acta de sesión del 1/2/89 del Congreso de 1889, donde se debatían similares normas, contenidas en el
Tratado de Derecho Comercial Internacional de Montevideo 1889 (ver arts. 5 y 6), la Comisión de Derecho
Comercial consignó que el contrato de sociedad se rige tanto en su forma como con respecto a las relaciones
jurídicas entre socios y entre la sociedad y los terceros por la ley del país en que la sociedad tiene su
domicilio.Si esas sociedades se constituyen en asociaciones con carácter de persona jurídica, se rigen
igualmente por las leyes del país de su domicilio comercial, pero no pueden practicar en otros Estados actos
comprendidos en el objeto de su institución, sin hacerse reconocer previamente como tales personas jurídicas,
llenando los requisitos establecidos por las leyes de los mismos. De igual modo las sucursales o agencias
constituidas en un país por una sociedad radicada en otro, se considerarán domiciliadas en el lugar en que
residen y sujetas a la jurisdicción de las autoridades locales, en lo concerniente a las operaciones que
practiquen . Con esos antecedentes la Comisión no vaciló en solucionar los conflictos que pueden originarse
de la diversidad de las leyes internas en la materia.

La Inspección General de Justicia tiene, pues, atribución para verificar los extremos conducentes a su
determinación, tanto en el momento en el que dichas sociedades exteriorizan su propósito de incorporarse a la
vida económica del país como posteriormente durante su funcionamiento. Dicha atribución resulta inherente
al ejercicio, en alcance razonable, del control de legalidad confiado a ese organismo y de su poder de policía
orientado a velar por los principios de soberanía y control anteriormente referidos, que se concretan en la
fijación del correcto encuadramiento de las sociedades constituidas en el extranjero dentro de las
disposiciones de la ley 19.550 relativas a su actuación extraterritorial.

Así las cosas, si bien es claro que la Inspección General de Justicia tiene facultades para exigir a las
sociedades off shore el cumplimiento de requisitos formales, tales disposiciones funcionan como ejercicio del
poder de policía del Estado para regular el funcionamiento de las sociedades extranjeras a cuyo
reconocimiento nuestro país se ha obligado en el ámbito de acción reconocido en el Tratado Internacional de
aplicación.

Señálase, finalmente, que la eficacia territorial del derecho argentino es imperativo de la soberanía que los
órganos estatales deben hacer respetar, amén de otras finalidades moralizadoras.

4.2.En este marco, es clara la necesaria sujeción de la sucursal de una sociedad uruguaya, bajo el ámbito del
Tratado, a las disposiciones que las reglamentaciones locales consideran necesario establecer como adecuado
estatuto de adaptación para la debida calificación legal que debe atribuirse al ente y a las sanciones que para el
caso de incumplimiento de esa regularización legal se prevea en esas mismas disposiciones locales.

Ello requiere de una adecuación de esas reglamentaciones de la IGJ al texto de la ley, con la fijación de un
plazo legal para regularizar la situación del ente adaptándolo a las exigencias locales, debiendo remarcarse
que no se trata en este caso de considerar a la sociedad como irregular, pues el incumplimiento de los
requisitos exigidos por la IGJ no importará sin más su irregularidad, ni la presunción de fraude a la ley
(véanse Resolución IGJ N° 7/03 (arts. 5 y 6 ), Y ccdtes).

Debe recordase, además, que no procede requerirle a la sociedad extranjera mayores requisitos que los
exigidos a las locales a los fines de su concursamiento, pero sí el cumplimiento de los que le son exigibles en
su condición de tal en el marco legal supra descripto.

Es así que, frente a las objeciones vertidas por la juez de grado, y no siendo presumible en este caso, un
supuesto de fraude a la ley, no cupo denegarle a la sucursal local de la sociedad extranjera con explotación
independiente en el país (art. 41 Tratado de Derecho Comercial Terrestre Internacional de Montevideo 1940)
el derecho a concursarse, conforme a la ley local, sin darle primeramente la oportunidad de subsanar las
deficiencias apuntadas por la a qua en la resolución apelada, otorgándole para ello un plazo perentorio (conf.
Art. 11 LCQ).

5. Por lo expuesto, y en relación a los restantes agravios vertidos por la recurrente, referido al incumplimiento
señalado por la juez de grado de los recaudos exigidos por el Art.11 LCQ (ver considerando 3) ptos ii a v de
esta resolución, se estima procedente otorgarle un plazo a la recurrente en los términos de dicha norma, para
que aquella cumpla con las objeciones indicadas en la resolución apelada.

5.1. Ello así, pues del escrito de inicio no se advierte indicada en forma precisa y concreta la actividad que
realiza la concursada, los hechos que llevaron a la misma al estado de cesación de pagos y la fecha en que ésta
se produjo.

Recuérdase que doctrinariamente, se admite que la cesación de pagos es la situación en que se encuentra un
patrimonio que se revela impotente para hacer frente, por medios normales, a las obligaciones que lo gravan
(Fernández R., "Fundamentos de la quiebra", N° 2119 Y sigs.;

Yadarola M., "El concepto Técnico Jurídico de la cesación de pagos", JA. 68-81, Sec. Doc.; Navarrini,
"Tratado de Dcha. Comercial", T. VI, N° 2139; Williams R., 'El concurso preventivo", pág. 14). En ese punto
de vista, que se enrola en la teoría amplia sobre la cesación de pagos, encaja nuestra ley positiva al establecer
que la impotencia puede revelarse por circunstancias exteriores cuya enumeración taxativa es imposible.

La dificultad temporal para cumplir regularmente las obligaciones y la cesación de pagos representan, por lo
general, dos diversos grados de un mismo fenómeno patológico cuyo contenido radica en la imposibilidad de
cumplir en que se encuentra la cesante, precisamente, por carecer de los necesarios medios financieros.

Cabe recordar que "la demostración de la cesación de pagos no es un hecho (incumplimiento) sino un estado
del patrimonio y que puede existir sin negativas de pago o no existir aunque medien una o varias" (Fernández
R.: "Fundamentos de la quiebra" n° 477). La cesación de pagos alude pues, "a una manifestación durable y
definitiva del estado patrimonial de quien tiene agotados sus medios de recursos" (confr. Fernández: ob. cito
pág.315 a 321 -en especial nora n° 42).

En este marco, no resulta lógico que la fecha de cesación de pagos se configure en el día de presentación en
concurso preventivo, pues ello incita a pensar que hasta ese día la concursada tenía recursos para hacer frente
a su pasivo, obstando ello al requisito objetivo necesario para presentarse en concurso preventivo (art. 1
LCQ).

5.2. De otra lado, la indicación del estado detallado del activo y pasivo requerido no puede entenderse
satisfecha con la sola presentación de los balances, pues lo que la ley exige es una enumeración de los bienes,
créditos y deudas que tiene el concursado, con el mayor detalle, indicando lugar de ubicación de los bienes,
inventario en caso de ser necesario, estado de dichos bienes, si se encuentran gravados, en este caso por qué
razón, además de la indicación del método utilizado para valuarlos. Igual detalle se requiere de los créditos
que tuviera, y de las deudas contraídas. Tales recaudas no se advierten cabalmente cumplidos en la especie.

5.3. En cuanto a la exigencia de la presentación del balance correspondiente al ejercicio del año 2004, si bien,
en la oportunidad de presentarse en concurso preventivo no cupo requerirlo, pues el ejercicio aún no había
cerrado, habida cuenta el tiempo transcurrido desde dicha presentación, y debiendo ponderarse al presente los
extremos de menester, deberá cumplimentarse allegando los balances de los ejercicios cerrados y aprobados
(2004 y 2005, cuanto menos).

5.4. En relación al legajo de los acreedores, de las constancias obrantes en autos no surge que se hayan
acompañado, ni éstos lucen reservados. Así las cosas, deberá el recurrente cumplir con ese requisito, o en su
caso, efectuar las peticiones que correspondieren, además de efectuar un mayor detalle respecto de los
deudores, incluidos quiénes sean los deudores hipotecarios, indicando el monto adeudado, y si en los juicios
denunciados se ha dictado sentencia.
6.En relación a la contradicción señalada por la juez de grado respecto a la denuncia de haberse presentado
anteriormente en concurso preventivo, conforme lo dispone el Art. 59 LCQ, toda vez que aquel fue rechazado
por considerar la juez que era incompetente para entender en dichas actuaciones, resolución que se encuentra
firme, no se advierte que la recurrente se encuentre incursa en el estado de inhibición previsto por la norma
referida, pues no se trataría de un concurso en trámite, ni de uno concluido y, de todas formas, la
transparencia del proceso hubiese tornado conveniente su denuncia.

Sin embargo, la presentación en concurso preventivo rechazada in límine por incompetencia no resulta óbice
para presentarse nuevamente.

7. Finalmente, en cuanto al pedido de cambio de Tribunal, esto es, que se ordene la radicación de esta causa
en otro juzgado, toda vez que ello no se encuentra previsto por norma legal alguna, y que no ha existido
recusación contra la juez sorteada, se rechaza tal planteo por improcedente.

8. Por los argumentos expuestos, esta Sala RESUELVE:

Estimar parcialmente el recurso interpuesto por la accionante, y en consecuencia, revocar la resolución


obrante a Fs. 146/53 con los alcances expuestos en los considerandos, debiendo la Sra. Juez a quo proveer en
consecuencia. Devuélvase a primera instancia encomendándose a dicha Magistrada disponga la notificación
de la presente resolución. La Dra. Isabel Miguez no interviene en la presente por hallarse en uso de licencia
(art. 109 RJN).

Alfredo Arturo Kolliker Frers

María Elsa Uzal

Ante mí: María Verónica Balbi

Es copia del original que corre a Fs. 170 de los autos de la materia.

CÓMO HACER UNA DEMANDA DE CONCURSO PREVENTIVO. TEORÍA Y PRÁCTICA


Autor: Graziabile, Darío J.

Fecha: 27-05-2005

Colección: Doctrina

Cita: MJ-DOC-2560-AR|ED, 209-733|MJD2560

Voces: CONCURSOS Y QUIEBRAS-REQUISITOS DE LA PETICION DE CONCURSO

Sumario:
INTRODUCCIóN. - II. PERSONERíA PARA LA PRESENTACIóN CONCURSAL . - 1. PERSONAS DE
EXISTENCIA IDEAL (ART. 6º, LCQ). 2. INCAPACES E INHABILITADOS (ART. 7º, LCQ). 3.
PATRIMONIO DEL FALLECIDO (ART. 8º, LCQ). 4. REPRESENTACIóN VOLUNTARIA (ART. 9º,
LCQ). - III. DEMANDA DE CONCURSO PREVENTIVO. (ART. 11, LCQ). - IV. REQUISITOS
SUSTANCIALES DE LA DEMANDA. A) ESTATUTOS E INSCRIPCIONES (INC. 1º). B. CAUSAS DE
LA SITUACIóN PATRIMONIAL (INC. 2º). C) ESTADO DE ACTIVO Y PASIVO (INC. 3º). D)
BALANCES (INC. 4º). E) NóMINA DE LEGAJOS DE ACREEDORES (INC. 5º). F) LIBROS DE
COMERCIO (INC. 6º). G. EXIGENCIA DE UN CONCURSO ANTERIOR (INC. 7º) - V. REQUISITOS
FORMALES DE LA DEMANDA. A) COPIAS (PENúLTIMO PáRRAFO ART. 11, LCQ). B) PLAZO DE
GRACIA (úLTIMO PáRRAFO ART. 11, LCQ). C) CONSTITUCIóN DE DOMICILIO (ART. 12, LCQ). -
VI. PONDERACIóN DE LOS REQUISITOS DE LA DEMANDA CONCURSAL. - VII. COLOFóN.

Doctrina:
I

Introducción

Nos proponemos aquí hacer un somero análisis de los requisitos sustanciales y formales que debe contener la
demanda de concurso preventivo. No parcializaremos la cuestión en la parte teórica y exegética de la cuestión
sino que amalgamaremos ello con soluciones prácticas sobre cada uno de los temas.

La importancia que tiene la demanda concursal, no siempre es ponderada por el letrado en la forma que se
debe. No todos y especialmente aquellos no familiarizados con la materia concursal, se limitan a completar
blancos en modelos predeterminados de demandas sin conocer, evaluar o por lo menos advertir el significado
de cada uno de los requisitos que el estatuto concursal exige para darle viabilidad a dicha demanda, en la cual
se ejerce aquella pretensión que busca solución a la crisis que atraviesa el patrimonio afectado por la
insolvencia.

Esperamos lograr nuestro objetivo y que el presente trabajo sirva como manual teórico-práctico de cómo
hacer una demanda de concurso preventivo, parafraseando así, títulos de importantísimas obras del derecho;
en materia concursal, el Tratado teórico-práctico de la quiebra de RAYMUNDO L. FERNáNDEZ, más
conocido por su subtítulo Fundamentos de la quiebra; y aquella monografía procesal de ENRIQUE M.
FALCóN Cómo hacer una demanda. Ello pasó porque aquí confluyen el derecho concursal y el procesal,
donde deberá analizarse el concurso, no sólo como concurso, sino también como proceso.

II

Personería para la presentación concursal

La ley determina requisitos que deben cumplir ciertos sujetos al presentarse en concurso preventivo, los
cuales deben cumplirse con las diferencias que marcaremos oportunamente para la petición de la propia
quiebra por el deudor e incluso para actuar en la quiebra ya decretada. Si bien los artículos que analizaremos
contienen prescripciones respecto a la forma de presentar la demanda de concurso preventivo y la posterior
decisión de continuar el trámite o ratificación de la mismas, nuestro trabajo se limita al primero de los
requisitos.

1. Personas de existencia ideal (art.6°, LCQ)

Cuando el sujeto insolvente sea una persona de existencia ideal la incoacción y continuación del proceso de
concurso preventivo debe ser realizada a través de órganos competentes para los fines propuestos.

Así el art. 6º de la LCQ(1) determina los lineamientos generales que luego deben ser complementados con el
ordenamiento especial que regule a cada uno de los sujetos ideales.

La petición o presentación en concurso preventivo de las personas de existencia ideal debe ser hecha por el
representante legal y en su caso (cuando la representación-administración no sea unipersonal) debe tener la
previa resolución del órgano de administración. La decisión de continuar con el trámite debe adoptarse, por el
órgano de gobierno, con las mayorías para tratar asuntos ordinarios y debe ser acreditada en el proceso dentro
de los 30 días hábiles y perentorios (art. 273, incs. 1º y 2º, LCQ) de la fecha de la presentación.

El caso examinado no es uno de estricta representación legal, como lo denomina la ley y alguna doctrina(2),
pues ella queda reservada para los incapaces, sino que se trata de una representación necesaria, en virtud de la
teoría orgánica en que se desarrollan las personas de existencia ideal(3). Ello, no excluye que la presentación
en concurso preventivo se haga a través de una representación voluntaria, es decir a través de un mandatario,
el cual conforme el art. 9° de la LCQ debe tener poder especial.
Debe acreditarse con la instrumental correspondiente en originales o copia autenticada, la representación
ejercida. Además debe acreditarse, la decisión tomada por el órgano de administración previa a la
presentación que haga el representante legal, a través del acta respectiva certificada por escribano público o
acompañándose el libro de actas para que se certifique copia por el Secretario del Juzgado. Innecesaria resulta
tal diligencia si la presentación es realizada por todos los administradores o cuando coinciden el órgano de
representación con el de administración.Se sostuvo que el defecto de personería no determina el rechazo de la
demanda de concurso preventivo sino que el juez debe otorgar un plazo para subsanar la omisión (arts. 278,
LCQ, 34, inc. 5º b) y 70, CPCCN); ello, en virtud de que no se encuentra incluido dicho déficit dentro del art.
13 de la LCQ(4). Compartimos la posición en cuanto a la falta de acreditación de la representación, pero no
respecto a la decisión del órgano de administración pues la misma, es un requisito indispensable de
proponibilidad de la demanda concursal(5). Ninguno de los casos afecta a la persona de existencia ideal, pues
no se aplica el art. 31, último párrafo LCQ ya que se trataría de una actuación no imputable a la sociedad(6).

Así la representación de las sociedades colectivas es ejercida por quien se encuentra determinado en el
contrato social y si nada se prescribe pueden representarla cualquier socio indistintamente, lo mismo respecto
de los administradores de este tipo social (art. 127, LS). En las sociedades en comandita simple la
representación y administración es ejercida por los socios comanditados o por terceros contratados, según
determine el contrato social y sino los comanditados indistintamente (art. 136, LS). Cualquiera de los socios
puede representar y administrar a la sociedad (art. 143, LS). En la cabeza de uno o más gerentes recae la
representación de la sociedad de responsabilidad limitada y es también la gerencia quien administra (art. 157,
LS). En las sociedades anónimas la administración es ejercida por el directorio (art. 255, LS) y la
representación la realiza el presidente del mismo (art. 268, LS). En el caso de las sociedades en comandita por
acciones, si la administración-representación no es unipersonal, es ejercida por socios comanditados o
terceros, aplicándose las normas de las sociedades en comandita simple, pero atento que la ley 19.550 [ED,
42-943 y EDLA, 1984-269] en sus art. 318 (administración) y art.324 (normas supletorias) no es claro, se
sostuvo que se aplica las normas de las sociedades anónimas y debe existir un directorio(7). En el caso de que
la sociedad comercial se encuentre en liquidación la presentación puede hacerla el liquidador quien ejerce la
representación (art. 105, LS). Las cooperativas son administradas por un consejo de administración y es
representada por su presidente, aunque puede ser autorizada la actuación de diferentes consejeros (art. 73, ley
20.337 [ED, 52-650]). En cuanto a las asociaciones civiles incluidas las simples asociaciones, se representan y
administran conforme el contrato social, llamándose consejo directivo al órgano de administración. El consejo
de administración representa, administra y gobierna las fundaciones (art. 10, ley 19.836 [ED, 46-1006]). En la
sociedad civil la administración y representación está a cargo de todos los socios o por mandatario socio o no
socio (arts. 1676 y 1677, CC).

Cierta jurisprudencia ha admitido la posibilidad de solicitar la apertura de un concurso preventivo por parte de
un interventor judicial, aunque luego deberá seguirse el trámite con la decisión del órgano de gobierno(8).
Entendemos correcta la decisión pretoriana siempre que el administrador judicial ejerza la administración y
representación social, ello porque distinto sería el caso de un coadministrador judicial, pues aquí, según el
caso, necesitará realizar la presentación conjuntamente con el órgano de gestión e integrar la misma con la
decisión del órgano de administración del cual formaría parte.

Un caso particular es el que se produce con las sociedades irregulares y de hecho, aun más en el caso de estas
últimas pues son de muy difícil prueba. Los entes sociales irregulares son representados por cualquiera de los
socios (art.24, LS) pero se ha exigido que la presentación sea efectuada por todos los socios, atento la
eventual declaración de quiebra los puede afectar, y considerando que las decisiones se toman por
unanimidad(9). Respecto de las irregulares por un lado se sostuvo que la presentación concursal debe ser
hecha por todos los socios, acompañando toda la instrumental de donde surja la existencia de la sociedad, se
trata de una presentación unánime(10). Por otro lado, se afirmó que podrá hacerla cualquiera de los socios en
representación de la sociedad(11), pero deberá dársele intervención a todos los demás para poder abrirse el
concurso(12) o incluso, si el concurso es abierto por la presentación de uno o varios socios, debe presentarse
por la totalidad de los socios o los restantes la decisión de continuar el trámite(13).

Por nuestra parte, y tanto para el caso de las sociedades irregulares como para las sociedades de hecho,
compartimos esta última postura, pues cualquiera de los socios representa la sociedad y puede presentar en
concurso, lo que lleva al juez a abrirlo. Así no se produce la situación disvaliosa que se da por el hecho de que
el juez haga intervenir a aquellos socios que no firmaron la presentación antes de abrir el concurso preventivo,
lo que conspiraría con la celeridad con que debe abrirse el proceso atento los efectos que produce por sí sola
la presentación.

En principio, parecería, atento la decisión posterior que debe presentar el órgano de gobierno, que no es
necesario que la decisión del órgano de administración se encuentre firme, salvo que exista una impugnación
judicial y en ella se hayan tomado medidas cautelares que quiten virtualidad a la decisión de la
administración(14).

2. Incapaces e inhabilitados (art. 7°, LCQ)

Como nada impide que se conc urse a personas físicas incapaces o inhabilitadas, el art. 7° de la LCQ(15)
determina la forma en que debe hacerse la presentación concursal y los requisitos para que ella continúe.Los
incapaces de hecho (art. 54, CC, los por nacer, los menores impúberes, los dementes declarados en juicio, los
sordomudos que no saben darse a entender por escrito, art 55 CC, los menores adultos) necesariamente tienen
una representación legal, ejercida, según el caso, por padre, tutor (para incapaces menores o por nacer) o
curador (este último caso para el incapaz mayor de edad) por lo que la presentación concursal debe ser hecha
por el representante, siendo necesaria la ratificación judicial previa vista al Ministerio Público (asesor de
incapaces, doctr. art. 493, CC), quien deberá actuar también en el proceso concursal.

Para MAFFíA, como este caso se trata de una ratificación de la demanda concursal, hasta que la misma no sea
hecha por el juez que corresponda, no debe abrirse el concurso(16). No entendemos que el caso deba
resolverse de esa manera, pues si bien hay efectos que se producen desde la presentación, hay otros que deben
cumplirse sólo luego de la apertura y carecería de sentido impedir la misma hasta la presentación de la
ratificación, cuando la ley no exige que la presentación se haga con autorización judicial previa, si el
legislador no hubiese querido abrir el concurso con la sola presentación del representante legal se hubiera
exigido aquella autorización. Igualmente, atento que los efectos son los mismos (art. 31, LCQ)(17), para
nosotros resulta meramente literal y académica la diferencia entre la decisión de continuar el trámite del art. 6º
de la LCQ y la ratificación de los arts. 7° y 8° de la LCQ.

En el caso de los inhabilitados (art. 152 bis CC, embriaguez habitual o uso de estupefacientes, disminuidos en
sus facultades mentales, los pródigos, y el art. 12 del cód. penal, es decir, los inhabilitados por sentencia
penal), como los mismos no son incapaces, sino que se les producen los efectos del art.152 bis CC, es decir
imposibilidad de disponer de sus bienes por sí, no tienen representación legal, sino un curador que los asiste y
con cuya conformidad deben conformarse aquellos actos. Por ello, es suficiente a los fines de la presentación
concursal, que la misma sea hecha por el sujeto in malis inhabilitado conjuntamente con su curador sin
necesidad de ratificación judicial alguna(18), pues resulta suficiente la conjunción de ambas voluntades
(persona inhábil y curador) sin necesidad de intervención judicial.

3. Patrimonio del fallecido (art. 8°, LCQ)

La presentación concursal del patrimonio del fallecido debe hacerse conforme el art. 8º, LCQ(19), es decir a
través de cualquiera de sus herederos, siendo necesaria la ratificación de los demás en el término de treinta
días hábiles y perentorios (art. 273, inc. 1° y 2°, LCQ). La falta de dicha ratificación produce el cese del
procedimiento con los afectos de desitimiento (art. 31, LCQ).

Dificultosa es la forma de acreditar la calidad de heredero, ya sea el peticionante como el ratificante, según la
posición que se adopte(20). Para algunos, el heredero presentante debe acreditar tal carácter a través de la
declaratoria de herederos o aprobación del testamento y ante tal omisión debe rechazarse el pedido(21), para
otros, tesis que compartimos, tratándose de herederos forzosos es suficiente justificar el deceso y el
vínculo(22).

También deberá resolverse cautelosamente el caso de que el peticionante no sea heredero forzoso y ante la
inminencia de la insolvencia y la urgencia en la presentación concursal, no pueda acreditar su carácter a través
de la declaratoria de herederos, pues iniciada la sucesión aún no se ha llegado procesalmente al dictado de
dicha resolución, la misma solución pretendemos para la ratificación. Debe tenerse en cuenta además que
dicha resolución no causa estado y sólo se refiere a aquellos que se han presentado en la sucesión y puede que
no sean todos.Para quienes ven el mismo problema, entienden la conveniencia de que concurso y sucesión
tramiten, cuando fuere posible en mérito a la competencia, ante el mismo juez(23).

Deben incluirse, en cuanto a la legitimación activa al cónyuge supérstite(24) y al legatario de cuota. Muy
dudosa nos parece la legitimación del legatario de cosa cierta, pero deberá evaluárselo en el caso
concreto(25).

4. Representación voluntaria (art. 9º, LCQ)

También la presentación concursal puede hacerse, tanto se trate de personas físicas o de existencia ideal a
través del mandatario, es decir por medio de una representación voluntaria, el art. 9° de la LCQ(26), requiere
que la misma se lleve a cabo con facultades especiales al efecto.

La norma no impone que necesariamente el apoderado se presente con poder especial pero tampoco es posible
que lo haga a través de un poder general de administración, como así tampoco con uno general para juicios,
sino que cuando se trate de este tipo de poderes debe contenerse especialmente la facultad de poder presentar
al mandante en concurso preventivo(27).

Es necesario que el mandatario sea sujeto hábil para actuar en juicio a través de una representación voluntaria,
es decir, debe tratarse de abogado o procurador matriculado.

Cabe formular aquí la observación que se ha hecho respecto a la conversión de la quiebra en concurso
preventivo, pues decretada la quiebra, los mandatos otorgados por el fallido quedan resueltos (art. 147, LCQ),
quedando la vigencia del judicial otorgado con anterioridad sólo para intentar la revocación de la quiebra,
pues no se encuentra hasta dicha resolución firme aún la falencia, pero para convertirla deberán presentarse
por sí u otorgar nuevos poderes(28).

Entendemos que la presentación concursal también puede ser hecha a través de gestor judicial, utilizando la
franquicia del art. 48, CPCCN, siempre que se acredite la urgencia del caso, lo que deberá ser interpretado
restrictivamente teniendo en cuenta los efectos propios del concurso preventivo y la celeridad con que debe
resolverse la insolvencia patrimonial.Dicha presentación se hace bajo la responsabilidad del presentante,
quien al momento de ratificar su actuación deberá presentarse como apoderado con facultad especial o
conjuntamente con el sujeto concursado. En caso contrario, se declarará nulo todo lo actuado por el gestor,
quien pagará las costas y los eventuales daños y perjuicios, sin ningún efecto respecto del deudor no
ratificante.

Alguna parte de la doctrina entiende inconveniente otorgar esta posibilidad, sosteniendo que se trata de una
decisión seria y grave con efectos patrimoniales muy graves para que sea admitida, pues la franquicia del
gestor judicial es excepcional y debe interpretarse en forma restrictiva(29). Posición ésta que contrasta con el
principio in dubio pro concurso que tiende a facilitar la solución concordataria de la insolvencia(30).

III

Demanda de concurso preventivo

(art. 11, LCQ)

Más allá de las diferentes formas en que denomina la ley a la demanda de concurso preventivo pedido,
presentación, petición, solicitud, es indudable que la misma importa una verdadera demanda que se incoa por
sujeto interesado poniendo en funcionamiento el aparato jurisdiccional para solucionar la insolvencia de su
patrimonio y los conflictos intersubjetivos que la misma provoca. Necesariamente debe cumplirse
formalmente con los requisitos exigidos por los códigos de rito para cualquier demanda en cuanto sea
compatible con el proceso incoado.
A partir de la demanda comienza la etapa, llamada por TONóN, como anteconcurso preventivo(31), pues el
concurso se abre recién con la sentencia que declara su apertura y si aquella presentación resulta rechazada el
concurso nunca existió.

La ley concursal en su art. 11 de la LCQ(32) determina los requisitos que debe contener la demanda de
concurso preventivo, los cuales si bien son llamados por el legislador formales proemio del art. 11 LCQ, son
en su mayoría sustanciales(33) y unos pocos estrictamente formales. Véase además que el título de la Sección
I, del Capítulo I requisitos del Título II concurso preventivo es Requisitos sustanciales.Son considerados
sustanciales porque la ley no hace una formulación imprecisa, sino una selección de exigencias absolutamente
necesarias para indagar durante el proceso concursal preventivo de la situación patrimonial del deudor in
malis.

Se trata de exigencias de la petición que constituyen solemnidades que deben observarse teniendo en cuenta
que la solicitud tiene como objetivo la celebración de un acuerdo, que constituye un contrato ad
solemnitatem(34).

No creemos, como se dijo(35), que a través de la demanda el deudor deba convencer al juez de la seriedad
objetiva de su solicitud ni del manejo correcto de su administración personal, pues ningún análisis de mérito
debe hacer el juez al momento de abrir el concurso preventivo (art. 13, párr. 2°, LCQ).

Cabe mencionar que la reforma de 1995, deroga del popurrí de requisitos el polémico inc. 8º del art. 11 de la
LCQ que imponía acreditar el pago de las remuneraciones de los trabajadores en relación de dependencia y el
cumplimiento de las leyes sociales previos a la presentación concursal. La injusticia que provocaba tal
exigencia atento convertirse en un mecanismo extorsivo que imposibilitaba la presentación oportuna al deudor
insolvente, ha llevado a admitir la apertura de concursos preventivos sin su cumplimiento, conjuntamente con
la crítica furibunda de la doctrina(36). Sin embargo, pese a la derogación por la l ey 24.522 se había entendido
que la misma había sufrido en 1983 con la promulgación de la ley 24.241 [EDLA, 1993-B-1292] que regula
el sistema integrado de jubilaciones y pensiones, una modificación importante pues bastaba, a fin de cumplir
con el inc. 8º, manifestar que se acogería a una moratoria de deudas previsionales en la etapa procesal
oportuna(37).

Este requisito fue incorporado por la ley 20.595 [ED, 53-863] a la ley 19.551 [ED, 42-1029 y EDLA, 1984-
161], el cual en su Anteproyecto también exigía acompañar la propuesta de acuerdo, conforme el art. 160 de
la Legg.Fall., lo que fue criticado, atento no ser posible para el deudor en el breve lapso en que debe
inminentemente presentarse en concurso, formular una prudente propuesta fundada de acuerdo(38). Sin
embargo, la doctrina siguió reclamando algo similar, no la propuesta de acuerdo, pero sí un plan de viabilidad
concursal en el que se explicitará la operatoria con la que se propone desarrollar la actividad mercantil de la
empresa durante el trámite concursal, demostrando la viabilidad y proyección de la actividad que venía
desarrollando(39).

También se sostuvo, que al presentarse en concurso preventivo el deudor debía acreditar la existencia de un
patrimonio realizable o la posibilidad real y cierta de obtener beneficios económicos que respondan al pasivo
declarado a fin de que el juez pueda conocer la viabilidad del remedio a la insolvencia por el cual el deudor a
optado(40). Dicha ponderación se vería relacionada directamente con la actividad de la deudora que se
presenta en concurso preventivo(41) o con su reorganización empresarial(42).

Debe quedar en claro que las manifestaciones de la doctrina que hemos hecho no tienen acogida normativa en
el derecho concursal nacional.

IV

Requisitos sustanciales de la demanda

Los recaudos sustanciales impuestos como condición de admisibilidad de la presentación en concurso


preventivos se encuentran en los inc. 1º a 7º del art. 11 de la LCQ.
Y aunque la ley no lo dispone expresamente en la demanda de concurso preventivo deben acreditarse los
presupuestos concursales. Así debe manifestarse rectius probarse ser un sujeto concursable y respecto al
estado de cesación de pagos es suficiente que el mismo sea denunciado implícita o explícitamente por el
deudor al pedir la formación de su concurso preventivo, como reconocimiento judicial(43).

a) Estatutos e inscripciones (inc. 1º)

La ley impone que cuando se trate de comerciante matriculado sea persona física o jurídica deben acompañar
constancia que acredite su inscripción en el Registro Público de Comercio. Debe aclararse, el deudor no
comerciante igualmente es sujeto concursable.Estos recaudos sirven para determinar la competencia del
tribunal conforme el art. 3º inc. 3º de la LCQ(44).

En cuanto a las personas de existencia ideal constituidas en forma regular, la ley prescribe que acrediten en la
presentación su existencia, a través del instrumento constitutivo y sus modificaciones y constancia de las
inscripciones que correspondan, según el sujeto de que se trate. Entendemos suficiente acompañar copia
certificada por escribano público de los instrumentos constitutivos y del organismo que corresponda respecto
de las inscripciones o sus publicaciones edictales, aunque sin embargo pueden acompañarse originales y
certificarse copias por el actuario y devolverse al recurrente(45).

Creemos que las modificaciones no es necesario que se encuentren inscriptas, sin perjuicio de la
inoponibilidad a terceros (art. 12, LS)(46), pues si bien sólo así se cumple con el recaudo exigido,
reconocemos que se sostuvo lo contrario, entendiéndose que atento la admisión concursal de las sociedades
irregulares, debe aceptarse el mismo para las regulares que no hayan cumplido con la inscripción de las
modificaciones de su estatuto(47), y creemos que por tal circunstancia pueden igualarse los dos tipos de
sociedades. Además la falta de inscripción de las modificaciones estatutarias no les hace perder la
regularidad(48). Igualmente es necesario que sí se acompañen, aunque no se hayan inscripto, los instrumentos
donde constan tales modificaciones, pues es un requisito que hace a la forma existencial de la sociedad(49).

También las personas de existencia ideal irregulares deben acompañar los instrumentos constitutivos y sus
modificaciones. Y cuando estamos ante sociedades de hecho, debe arrimarse elementos que acrediten la
existencia de la persona jurídica a fin de que el juez pueda abrir el concurso.En cuanto a las sociedades en
formación, sujeto concursable, sólo es necesario que se acompañe el contrato constitutivo porque al estar en
su iter constitutivo no ha podido ser inscripta, lo que se produce cuando culmine su período fundacional(50).

El cumplimiento por parte de las entidades civiles, atento la inexistencia de inscripción se cumple
acompañando los instrumentos constitutivos, para las sociedades civiles regulares este debe constar en
escritura pública.

Es un recaudo que busca la identificación del deudor, requisito común a toda demanda judicial.

b) Causas de la situación patrimonial

(inc. 2º)

Aquí la ley exige una explicación concreta de las situaciones que provocaron el estado patrimonial de
cesación de pagos, a modo informativo para ser evaluado en el futuro, cuando el concurso preventivo esté en
curso, el juez no merita tales circunstancias al momento de abrir el concurso, sino que se limita al control del
cumplimiento de tal requisito.

Se exige que se expliquen las causa de la crisis patrimonial, que se determine la época en que se produjo la
cesación de pagos se indiquen los hechos por los cuales aquella se ha manifestado. Las explicaciones que se
solicitan en forma concreta son a fin de evitar frases hechas y alegaciones generales.

Como bien se dijo las causas de la crisis pueden ser endógenas (internas: defectuosa comercialización,
deficiencias de management, inversiones riesgosas, estructura empresarial deficitaria, etc.) o exógenas
(externas: desventajas competitivas, política económica, situaciones de mercado, etc.), tanto en forma
conjunta como individual. Se busca con ello, conocer si se trata de una situación reversible(51) y de una
empresa recuperable(52).

En cuanto al estado de cesación de pagos, no se exige, en forma correcta, la fecha exacta en que el mismo
pudo haberse iniciado, porque sería de muy difícil determinación, sino que como tal estado, si bien la ley
omite decirlo debe indicarse la época en que se produjo, por tratarse de una consecuencia patrimonial que se
produce en forma temporal.Dicha exigencia resulta de total importancia para cuando se determine
posteriormente durante el proceso concursal, y principalmente en la quiebra, el período de sospecha y aun
para aquellos efectos en los cuales se tiene en cuenta dicho estado aunque fuera de la fecha de retroacción
(art. 149, LCQ, derecho de receso en la sociedades, art. 235, LCQ, inhabilitación del fallido).

Se exige que el deudor indique los hechos revelados de su estado de insolvencia, o como reza el inciso, los
hechos por los cuales se ha manifestado el estado de cesación de pagos. Este recaudo no es a los fines de tener
por acreditada la existencia del estado de cesación de pagos para la apertura concursal, porque ello es
innecesario, ante la confesión hecha por el deudor en su presentación, hecho revelador de la insolvencia por
antonomasia en el concurso preventivo.

Como bien se advierte, derogada la calificación de conducta, la exigencia que venimos estudiando ha perdido
virtualidad dentro del concurso, pero sin embargo, adquiere importancia para las indemnizaciones laborales,
lo que deberá dirimir el juez al momento de resolver sobre las verificaciones de este tipo de créditos(53).

c) Estado de activo y pasivo (inc. 3º)

Se busca a través de esta exigencia que en el concurso se conozca debidamente el patrimonio cesante. Se debe
glosar un estado detallado y valorado del activo y del pasivo. Dicho estado debe ser preciso, con una exacta
indicación de su composición, discrimándose cada rubro, actualizado con expresión de las normas seguidas
para su valuación, ya sea el valor histórico, de mercado, costo de reposición u otro, indicando ubicación,
estado de conservación y gravámenes de los bienes ya sean medidas cautelares o derechos reales constituidos
sobre ellos. Se trata de un cuadro contable del estado patrimonial del deudor.

Además cuando estamos frente a un concurso grande este estado patrimonial debe estar acompañado por un
dictamen de contador público y como tal debe ser fundado, no entendemos suficiente agregar una
certificación contable.Así un profesional se hará responsable de lo que se pone en el estado de activo y pasivo
para cristalizar así la presentación(54), exponiendo sus conclusiones. Entendemos que este dictamen puede
realizarse aunque el sujeto no sea comerciante matriculado, pues el mismo puede realizarse sobre cualquier
documentación que refleje el patrimonio del concursable (v. gr. libros de IVA y facturación), conformándose
su opinión fundada, a la cual sólo podrá llegar a través de una auditoría previa(55). El contador debe atenerse
a las normas sobre auditoria y valuación contenidas por las Resoluciones Técnicas Nº 7 (Normas de
Auditoria) y 17 (Normas Contables Profesionales) de la Federación Argentina de Profesionales de Ciencias
Económicas(56).

Se ha criticado la exigencia de los dictámenes contables, por su escasa utilidad práctica, encarecimiento del
proceso y la dificul tad temporal que produce su presentación junto con la demanda concursal(57), además se
sostuvo que el control sobre la veracidad de las denuncias hechas por el deudor, corroborada con la
documentación que acompañe, será analizada por la sindicatura en la oportunidad de presentar los informes
individuales en cuanto al pasivo y el informe general en cuanto al activo(58). Compartimos la críticas, pues
no entendemos que deba ser necesario el dictamen que se pide porque ello nada cambia, ni define dentro del
proceso, ya que necesariamente dicho activo y pasivo quedará plasmado en la etapa procesal oportuna, sin
influir en forma alguna lo que se haya expresado en la oportunidad de la presentación, aunque sea totalmente
veraz el dictamen acompañado, pues no es vinculante en forma alguna ni para el juez ni para el síndico,
quienes pueden apartarse de él.No estaría mal, exigir al deudor, como lo ha hecho algún proyecto de reforma
de la ley italiana, denunciar los bienes que estén en su poder y sean de propiedad de terceros, indicando el
título por el cual surge tal destino(59), ello, para que sean tenidos en cuenta al momento en que el síndico
deba investigar la composición real del activo para presentar el informe general.

d) Balances (inc. 4º)


Se trata de una información indispensable para conocer la evolución y estado empresarial del sujeto
concursado.

El requerimiento de la presentación de los balances de los últimos tres ejercicios sólo es destinado a los
comerciantes y necesariamente a los matriculados. Queda eximido de ello, el comerciante que no llegue a los
tres años de actividad, quien sólo deberá presentar los balances de los ejercicios transcurridos.

Cuando se trate de comerciante matriculado individual por menor que debe hacer balances cada tres años,
creemos que es suficiente que se acompañe un solo balance general (art. 50, CCom.), pues el mismo
comprende tres ejercicios anuales.

Por supuesto que dichos balances deben cumplir con los requisitos administrativos de certificación contable
(art. 53, CCom.) y los legales de conformación (arts. 43 a 56, CCom.) e incluso los internos de aprobación
cuando se trate de una sociedad comercial, donde debe presentarse el informe del órgano fiscalizador.
También el balance debe acompañarse con los estados de resultados y las memorias correspondientes. En el
caso de control societario debe presentarse el balance consolidado (art. 62, LS)(60).

Se sostuvo que no sólo pueden acompañarse los balances exigidos por la ley sino aquellos realizados
voluntariamente por el deudor, siempre que se cumpla con la certificación contable correspondiente que exige
este tipo de actuación(61).

e) Nómina y legajos de acreedores (inc. 5º)

Se trata de una complementación del estado del pasivo que exige el inc.3º, aquí la nómina debe contener,
además de la individualización del acreedor, el domicilio, monto, causa, vencimiento, codeudores, fiadores o
terceros obligados o responsables y privilegios. Dicha información será complementada y corroborada, en la
etapa verificatoria por los datos que debe aportar el acreedor al insinuarse.

Además debe acompañarse, por cada acreedor, un legajo instrumental, donde debe glosarse copia de toda la
documentación relativa a la deuda que se denuncia. Parecería engorroso el cumplimiento de la exigencia
cuando se esté ante un concurso de importante número de acreedores.

Ello, además, debe presentarse con un dictamen de contador público sobre la correspondencia del crédito y la
contabilidad o documentación del deudor y sobre la inexistencia de otros acreedores que surjan de ella.
Entendemos que al tratarse de un dictamen debe estar perfectamente fundado por el profesional y llevado a
cabo conforme las normas de auditoría contable, aunque se ha entendido suficiente acompañar una
certificación contable(62), pues se trata de situaciones de hecho o comprobaciones especiales, a través de la
constatación con los registros contables y otra documentación de respaldo, sin emitirse juicio técnico(63).

Por nuestra parte entendemos que, aunque nada impide que actúen diferentes profesionales(64), el contador
público al realizar la auditoria necesaria para presentar el dictamen que se exige en el inc. 3º del art. 11 de la
LCQ respecto al estado del activo y pasivo, perfectamente, auditado ello, puede dictaminar puntual y
fundadamente sobre los acreedores existentes y la inexistencia de otros. Sin embargo la ley, en el inc. 5º del
art. 11 de la LCQ si bien hace referencia a un dictamen, luego lo supedita a la correspondencia de la denuncia
que haga el deudor, la documentación existente y a la inexistencia de otros acreedores en sus registros, lo que
perfectamente importaría una certificación contable.El hecho de que para los pequeños concursos no se
requiere la presentación del dictamen contable no obsta a que deban acompañarse los legajos
correspondientes, sólo puede omitirse su presentación por causa fundada, lo que deberá subsanarse dentro del
plazo de gracia que se le otorgue(65). Entendemos, como ya expresamos la falta de conveniencia económico-
práctica de tales dictámenes, pues la exposición fidedigna de la situación patrimonial del deudor, no es
necesaria cuando no resulta vinculante y no surte efectos sobre etapas posteriores del proceso(66).

También debe agregarse un detalle de todos los juicios y procedimientos administrativos que se encuentren en
trámite con precisa indicación de su radicación. Sólo es necesario que se cumpla respecto de los procesos de
carácter patrimonial, ya que resulta información importante a los fines de hacer efectivo el fuero de atracción,
y pueda el juez tomar las medidas que crea convenientes a sus efectos. Parecería conveniente que se
denuncien los juicios ya sea el concursado actor o demandado, pues así se conoce tanto el activo como el
pasivo.

Se ha entendido también que deben denunciarse todos los procesos en los que intervenga el concursado, sea
de carácter patrimonial o no, a los fines de que pueda conocerse la litigiosidad del deudor(67).

f) Libros de comercio (inc. 6º)

En el caso de que el deudor que se presente en concurso sea comerciante, debe denunciar los libros de
comercio o de otra naturaleza y ponerlos a disposición del juez junto con la documentación respaldatoria
indicando el último folio utilizado en cada caso.

Se trata de los libros contables exigidos por el Código de Comercio, es decir libro diario y libro de inventario
y balance, más aquellos libros contables no obligatorios que también lleve el comerciante como el de caja,
bancos, mayor.También deben agregarse los libros sociales en su caso, como el libro de actas de directorio y
de asamblea, el de registro de acciones; los exigidos impositivamente, cuando sean obligatorios, como los
libros de IVA compras y ventas. A ello, deben agregársele los libros exigidos por la legislación laboral, como
el libro de sueldos o el registro de empleados. E incluso deberá denunciarse cualquier otro registro que lleve
el deudor.

Respecto de este requisito, se ha discutido, si la imposibilidad de acompañar los libros de comercio por parte
del comerciante no matriculado obstaba a la presentación concursal. Esta fue la postura de alguna
jurisprudencia que impedía el concursamiento del comerciante no matriculado por no llevar contabilidad
rubricada(68). En similar orientación se sostuvo que el comerciante no matriculado que no lleva ninguna clase
de documentación o libro contable no rubricada sobre su gestión comercial no puede acceder al concurso
preventivo, pues tiene la obligación de llevar libros(69). En sentido totalmente opuesto, y en solución que
compartimos, se admite el concurso del comerciante no matriculado que no lleve libros contables, pues la
obligación corresponde al comerciante regular(70), lo que si se impone es que deba explicar con mayor
minuciosidad las causas concretas de su situación patrimonial y el acontecimiento histórico de sus
negocios(71).

En realidad, estrictamente, lo que debe hacerse en la demanda concursal es enumerar los libros e indicar el
lugar donde se encuentran poniéndolos a disposición del juez, quien luego, al decretar la apertura, solicitará
los mismos para que el secretario cierre los mismos y los intervenga (art. 14, inc. 5º, LCQ). Además, atento
que abierto el concurso preventivo el concursado continúa con la administración de sus negocios, es
indispensable que cuente con sus libros para continuar con su actividad.

También, debe ponerse a disposición del juez la documentación respaldatoria de los libros, indicando en la
demanda de qué naturaleza es la referida instrumental.En cuanto a la indicación del último folio utilizado, es
una exigencia que evita el agregado de registraciones que alterarían la situación patrimonial al momento de la
presentación(72).

g) Existencia de un concurso anterior (inc. 7º)

La denuncia que se exige al deudor sobre la existencia de un concurso anterior es a los fines de conocer si se
encuentra comprendido en el período de inhibición del art. 59 de la LCQ para hacer la presentación concursal
preventiva.

Es una consecuencia lógica de la universalidad del proceso concursal que impediría la coexistencia de dos
juicios de la misma naturaleza sobre el mismo sujeto. Prima ante esta circunstancia, el principio de unidad que
rige la materia falimentaria.

Más allá de la denuncia que realice el deudor al momento de presentarse en concurso preventivo, la veracidad
de sus dichos quedará comprobada con la presentación del formulario sobre la existencia de jui cios
universales que se exige en cada jurisdicción (en el orden nacional decreto 3003/56). Ello, hasta tanto se
reglamente el funcionamiento y organización por parte del Poder Ejecutivo del Registro Nacional de
Concursos, creado por la ley concursal(73).

Requisitos formales de la demanda

Los verdaderos recaudos formales que hacen a las características rituales que debe contener la demanda de
concurso preventivo se encuentran prescriptos en cuanto a la personería para presentar un concurso
preventivo tenemos los arts. 6° personas de existencia ideal, 7° incapaces e inhabilitados, 8° patrimonio del
fallecido, 9 representación voluntaria. Los restantes en los dos últimos párrafos del art. 11 LCQ y en el art. 12
LCQ, más allá de los contenidos en los códigos procesales locales (art. 278 LCQ, arts. 115 idioma, 118
radacción de escritos, 119 firma a ruego, 56 y 57 patrocinio letrado CPCCN) y recaudos previsionales,
profesionales y fiscales.En cuanto a la tasa de justicia, debe cumplirse la correspondiente a monto
indeterminado al momento de incoar la demanda, y su integración, según los créditos verificados o declarados
admisibles, luego de homologado el acuerdo(74).

a) Copias (penúltimo párrafo art. 11, LCQ)

Se exige que la demanda y la documentación que formará el expediente principal, debe ser acompañada con
dos copias firmadas, con las cuales se formarán el legajo de copias previsto por el art. 279 de la LCQ y el
legajo que se le entregará al síndico luego de la aceptación de su cargo.

Para otros, es suficiente el duplicado, es decir una copia para el expediente principal y otra para el legajo de
copias(75), también se dijo que las copias que se agregan al principal son a los fines de reservar los originales
en la caja de seguridad del Juzgado(76).

En caso de que se incumpla este requisito formal, se sostuvo que no importa ello el rechazo de la demanda
sino que debe procederse conforme el art. 120 del CPCCN, es decir, aguardar que se subsane la omisión al día
siguiente, sin necesidad de intimación previa(77). No compartimos dicha postura, ya que no se trata de copias
para traslado, sino de instrumentos necesarios para formar los correspondientes legajos de copias,
indispensables y coetáneos a la apertura concursal, amén de que el art. 13 de la LCQ, ante su incumplimiento
impone el rechazo de la demanda.

b) Plazo de gracia (último párrafo art. 11, LCQ)

La ley dispone un plazo de gracia improrrogable desde la fecha de la presentación no desde su concesión, para
que el deudor concursado integre los requisitos del art. 11 de la LCQ faltantes al momento de incoar la
demanda, cuando así lo solicitare invocando causal debida y válidamente fundada.En tal caso, el juez debe
concederlo si lo encuentra procedente, no pudiendo graduar el plazo el que es de diez días hábiles(78). La ley
anterior decía puede y la actual debe aunque nada cambia, igualmente el otorgamiento del plazo es potestativo
para el magistrado. Debe admitirse la presentación con cargo de los recaudos, es decir dentro del plazo de
gracia procesal de las dos primeras horas hábiles (art. 278, LCQ).

La improrrogabilidad y no perentoriedad del plazo, en caso de que sea concedido por el juez, hace que el
presentante pueda completar los recaudos omitidos en demanda mientras no medie resolución judicial que le
haga perder dicho derecho(79). Disentimos de esa postura, ya que la improrrogabilidad del plazo contenida en
el art. 11 de la LCQ impone que el mismo no sea ampliado, pero ello, no empece a que se aplique el art. 273,
inc. 1º de la LCQ que hace que todos los plazos sean perentorios y ante el incumplimiento de la carga en
término se pierde el derecho a cumplirla luego de su fenecimiento.

Si bien es común en la práctica que en la demanda se incluya un párrafo solicitando el otorgamiento del plazo
por parte del juez, si entendiese que faltare algún requisitos, esto no puede llevar al juez, per se, a acordar el
plazo si no fue solicitado fundadamente.
Mas allá de que sostenemos de lege ferenda una postura de flexibilidad que debería existir para el
cumplimiento de los recaudos exigidos por la ley, no nos impide concluir de lege lata, que los requisitos
incumplidos no pueden ser completados en la alzada al fundar la apelación contra la resolución que rechaza la
presentación en concurso preventivo(80). Y no puede entenderse que la rigurosidad del cumplimiento de los
requisitos del art.11 de la LCQ, lleven ha concluir, como se hizo, que debe admitirse que se satisfagan en la
alzada, pues existe junto con dichas exigencias un atisbo de tolerancia que permite, por causa fundada integrar
las omisiones en diez días improrrogables(81). Igualmente la jurisprudencia ha sido dispar al respecto(82).

Para nosotros no cabe convalidar en la alzada la inobservancia de las prescripciones legales para la apertura
del concurso, ya que ello conduciría en definitiva a una desnaturalización del precepto, al dejar en manos del
peticionante la posibilidad de autoconcederse un plazo adicional con el solo hecho de apelar el auto
denegatorio de la apertura del proceso universal y completar en segunda instancia los recaudos omitidos sin
causa que lo justifique, oportunamente invocada(83).

c) Constitución de domicilio (art. 12, LCQ)

El art. 12 de la LCQ(84) impone al concursado y a los administradores y socios con responsabilidad ilimitada
de las sociedades, la constitución de domicilio procesal en el lugar de tramitación del juicio.

En cuanto al concursado la mención es sobreabundante, porque resulta requisito procesal indispensable para
accionar y obtener la respuesta jurisdiccional (art. 40, CPCCN)(85). En cuanto a los administradores y socios
con responsabilidad ilimitada la constitución del domicilio deben hacerla en forma personal o a través de
apoderado personal, no puede ser constituido por el órgano de representación de la sociedad, ni por el
mandatario de ella.

En caso de incumplimiento, se lo tendrá por constituido en los estrados judiciales para todos los efectos del
juicio, es decir para el principal y sus incidentes, aunque podría constituirse expresamente alguno distinto en
los incidentes.

La norma debe complementarse, por analogía, con el inc. 6º del art. 273 de la LCQ que determina que el
apercibimiento impuesto legalmente se hace efectivo sin necesidad de declaración ni intimación previa, se
produce ope legis(86).

La solución legal determina que no pueda rechazarse la presentación concursal por la falta de constitución de
domicilio ad litem.En 1972 con la ley 19.551 hasta la reforma de 1983 la falta de constitución de domicilio
procesal por parte del concursado, los administradores y los socios ilimitadamente responsables que formaron
la mayoría para la presentación concursal conforme el art. 6º del LCQ imponía el rechazo de la demanda(87),
ya que no se prescribía como sanción la notificación ministerio legis.

La constitución del domicilio en los estrados judiciales importa que las notificaciones se practicarán todas por
nota (art. 133, CPCCN). Igualmente siempre existe la posibilidad de constituir domicilio procesal y hacer
cesar los efectos de la notificación ministerio legis para los casos en que deba hacer por cédula o
personalmente. El domicilio constituido procesalmente subsiste hasta la culminación del juicio o hasta que se
constituya uno nuevo.

VI

Ponderación de los requisitos

de la demanda concursal

Los requisitos que debe contener la demanda de concurso preventivo son a los fines meramente informativos,
sin necesidad de que las alegaciones realizadas por el presentante sean realmente acreditadas en dicha
petición, pues basta para abrir el proceso la confesión del deudor de encontrarse en estado de cesación de
pagos y por ello concurrir el presupuesto objeto para que pueda abrirse el proceso. Además, la veracidad de
los dichos del deudor o de la realidad de alguna de la instrumental que acompañe la cual incluso puede estar
copiada recién se conocerá luego de la verificación de crédito y la gran mayoría luego de la presentación del
informe general por parte del síndico. Sin embargo, la ley procura con estos requisitos algún atisbo
informativo que permite conocer, aunque con rasgos de verosimilitud, la situación patrimonial del
demandante del concurso y facilitar la investigación que se haga posteriormente.

Ello porque la reunión de material informativo, exigiendo el cumplimiento de los requisitos del art.11 de la
LCQ, no lleva al juez a resolver sobre el mérito a priori de ninguna de las circunstancias que podrán darse
luego en el transcurso del proceso(88).

Sin perjuicio de ello, compartimos la doctrina que llevó al proyecto de la Comisión del Ministerio de Justicia
de 1995 a ser más flexible, o libérrima según IGLESIAS(89), la presentación concursal y así hace primar la
solución concursal preventiva. Ello, en pos de la conservación de la empresa(90). Dicho proyecto posibilitaba
al juez abrir el concurso, aunque se hubiesen incumplido los requisitos de la demanda, mas pudiendo imponer
como sanción separar al deudor de la administración de sus negocios. La discusión es antigua, pues ya el
proyecto de ley italiano de principio del siglo XX disponía que el juez no podía rechazar la petición de
concurso preventivo, pues resultaría una apreciación apresurada, pero finalmente en la ley de 1903 prevaleció
el criterio opuesto, es decir la posibilidad de rechazo de la demanda por incumplimiento de los requisitos
exigidos taxativamente(91). Aunque para CáMARA el juez podría como director del proceso dictar medidas
de impulso e investigación(92), no creemos ello posible ante lo tajante del último párrafo del art. 11 de la
LCQ, en cuanto al plazo para cumplir con dichas exigencias y la segunda parte del art. 13 de la LCQ referido
al rechazo de la petición, y ello en pos del derecho de defensa (art. 18, CN) y la seguridad jurídica (art. 28,
CN).

Generalmente, la inexistencia de alguno de los requisitos exigidos por el art.11 de la LCQ, a criterio judicial,
puede que no incidan sobre el conocimiento del juez, respecto a los presupuestos concursales y al estado
pasivo-activo patrimonial del deudor, por lo que ante tal circunstancia el juez podría abrir el concurso y exigir
al deudor cumplimentar o completar los requisitos omitidos o incompletos según el caso, ello en procura de la
solución preventiva de la crisis patrimonial que lo afecta, cuando sea imperiosa, por la urgencia imperante, la
presentación concursal defectuosa realizada. Aún así, la misma solución debería imperar cuando el recurrente
fundadamente solicitase el plazo de gracia para cumplimentar con las omisiones, es decir, abrir el concurso y
cumplir con los requisitos en el plazo improrrogable que se fije, bajo apercibimiento de tener por desistido el
concurso. Téngase en cuenta que si la presentación es manifiestamente deficiente e incompleta deberá
rechazarse(93). Deberá primar el principio in dubio pro concurso(94).

También en la misma filosofía se propuso que se permita al peticionante completar los requisitos en un plazo
que fije el juez no menor de 15 días, o en su defecto debe permitírsele completarlos durante el trámite del
proceso, sin aceptarse el incumplimiento injustificado, en cuyo caso podrá designarse interventor o tomarse
alguna otra medida(95).

Respecto de la resolución que decide sobre la presentación concursal, el art. 13 de la LCQ en su primer
párrafo(96) dispone que debe dictarse en el término de cinco días contados desde la fecha de incoación de la
demanda o desde el plazo improrrogable fijado por el juez para cumplir con requisitos faltantes, ante pedido
fundado del recurrente.

En cuanto al término de cinco días que dispone la ley, considerado exiguo por alguna doctrina(97),
compartimos aquella que entiende suficiente la fijación de un término de tres días(98), pues la resolución que
deba dictar el juez se hace con sólo un previo examen de admisibilidad de la demanda lo que no exigiría un
mayor tiempo para el magistrado.Ello, siempre y cuando el expediente quede radicado en el juzgado el mismo
día en que se presenta en la oficina receptora de expedientes.

VII

Colofón

Nos repetimos en nuestro anhelo expresado en la introducción, aportando soluciones rápidas e


interpretaciones concretas de los problemas que puedan plantearse respecto de este tópico, informando al
lector de los lugares donde podrá profundizarse el tratamiento de ciertos temas que incluirlos en el presente,
excedía el propósito que nos propusimos ab initio.

Remarcamos en este final, que el concurso preventivo, si bien atento su naturaleza, resulta ser un proceso de
continua atención, en él pueden diferenciarse estadios que requieren toda la preocupación en los operadores
del derecho concursal.

Así, uno de ellos y el primero es la etapa preconcursal, para el letrado patrocinante o apoderado del
concursado la demanda concursal es fundamental para la apertura del concurso, y junto a ello, queda
concatenada la atención del órgano jurisdiccional para analizarla y decidir su admisión a través de la apertura
del concurso preventivo o su rechazo.

Y a modo informativo diremos que las otras etapas del concurso preventivo a que nos estamos refiriendo son:
la inmediatamente posterior a la apertura, en la cual el recurrente debe manejarse con cautela y cumpliendo
estrictamente los plazos impuestos por la ley para cumplir los actos procesales que se le imponen, la
verificación tempestiva de créditos, fase fundamental del concurso donde se centra la atención de todos los
participantes del proceso y el período de exclusividad, donde el concursado y sus acreedores negocian la
forma en que concluirá el concurso preventivo, producto de aquella demanda con la que se le dio nacimiento.

(1) Art. 6 L.C.Q. Personas de existencia ideal. Representación y ratificación. Tratándose de personas de
existencia ideal, privadas o públicas, lo solicita el representante legal, previa resolución, en su caso, del
órgano de administración.Dentro de los treinta (30) días de la fecha de la presentación, deben acompañar
constancia de la resolución de continuar el trámite, adoptada por la asamblea, reunión de socios u órganos de
gobierno que corresponda, con las mayorías necesarias para resolver asuntos ordinarios.

No acreditado este requisito, se produce de pleno derecho la cesación del procedimiento, con los efectos del
desistimiento de la petición.

(2) ALEGRíA, HéCTOR, Algunas cuestiones de derecho concursal, Ábaco, 1975, pág. 141.

(3) SOLARI BRUMANA, JUAN A., Algunos aspectos de las sociedades civiles y las leyes 19.550 y 19.551,
JA, 1973-Doctrina-471, posición luego ratificada por CáMARA, HéCTOR, El concurso preventivo y la
quiebra, Depalma, 1978, vol. I, pág. 379.

(4) MORELLO, AUGUSTO M., TESSONE, ALBERTO J., KAMINKER, MARIO E., Códigos Procesales en
lo Civil y Comercial de la Provincia de Buenos Aires y de la Nación comentados y anotados, t. VIII,
Concursos, Ley 24.522, Editora Platense, Abeledo-Perrot, 1998, pág. 194.

(5) MAFFíA, OSVALDO J., Derecho Concursal, Víctor P. de Zavalía, 1985, t. I, pág. 263.

(6) ALEGRíA, HéCTOR, Algunas cuestiones de derecho concursal, Ábaco, 1975, pág. 145.

(7) V. una síntesis de las diferentes posturas en ZUNINO, JORGE O., Régimen de Sociedades Comerciales.
Ley 19.550, 12ª ed., Astrea, 1995, pág. 267.

(8) CNCom., sala A, LL, 126-773.

(9) CNCom., sala E, ED, 130-440.

(10) QUINTANA FERREYRA, FRANCISCO, Concursos, Astrea 1985 t. I, pág. 138.

(11) MARTORELL, ERNESTO E., Tratado de Concursos y Quiebras, Depalma, 1999, t. II-A, pág. 262.

(12) HEREDIA, PABLO D., Tratado exegético de Derecho Concursal, Ábaco, 2000, t. I, pág. 342.

(13) GRISPO JORGE D., Tratado sobre la ley de concursos y quiebras, Ad-Hoc, 1997, t. I, pág. 137.
(14) JUNYENT BAS, FRANCISCO, MOLINA SANDOVAL, CARLOS A., Ley de Concursos y Quiebras
comentada, LexisNexis-Depalma, 2003, t. I, pág.84, quienes primero exigen firmeza a la resolución del
órgano de administración y luego admiten la indiferencia de la impugnación, si no se decretan medidas
cautelares, aunque reconocen que en la práctica no sería lógica una impugnación sin cautelar.

(15) Art. 7 LCQ Incapaces e inhabilitados. En casos de incapaces e inhabilitados, la solicitud debe ser
efectuada por sus representantes legales y ratificada, en su caso, por el juez que corresponda, dentro de los
treinta (30) días contados desde la presentación. La falta de ratificación produce los efectos indicados en el
último párrafo del artículo anterior.

(16) MAFFíA, OSVALDO J., Derecho Concursal Victor P. de Zavalía, 1985, t. I, pág. 291; conf. HEREDIA
PABLO D. Tratado exegético de Derecho Concursal, Ábaco, 2000, t. I, pág. 347.

(17) Conf. QUINTANA FERREYRA, FRANCISCO, Concursos, Astrea, 1985, t. I, pág. 143.

(18) Conf. RIVERA, JULIO CéSAR, Instituciones de Derecho Concursal, 2ª ed., Rubinzal-Culzoni, 2003, t. I,
pág. 298; en contra JUNYENT BAS, FRANCISCO, MOLINA SANDOVAL, CARLOS A, Ley de Concursos
y Quiebras comentada, LexisNexis-Depalma, 2003, pág. 89.

(19) Art. 8 LCQ. Personas fallecidas. Mientras se mantenga la separación patrimonial, cualquiera de los
herederos puede solicitar el concurso preventivo en relación al patrimonio del fallecido. La petición debe ser
ratificada por los demás herederos, dentro de los treinta (30) días. Omitida la ratificación, se aplica el último
párrafo del artículo 6.

(20) El problema, criticando la norma lo detallan KLEIDERMACHER, JAIME L. y UGARTE, LUIS


ALEJANDRO, Concurso preventivo de la herencia y legitimación para su solicitud, LL, 1998-C-1296.

(21) ROUILLóN, ADOLFO A. N., Régimen de Concursos y Quiebras, 11ª ed., Astrea, 2002, pág. 63.

(22) MORELLO, AUGUSTO M., TESSONE, ALBERTO J., KAMINKER, MARIO E., Códigos Procesales
en lo Civil y Comercial de la Provincia de Buenos Aires y de la Nación comentados y anotados, t. VIII,
Concursos, Ley 24.522, Editora Platense, Abeledo-Perrot, 1998, pág. 196.(23) MORELLO, AUGUSTO M.,
TESSONE, ALBERTO J., KAMINKER, MARIO E., Códigos Procesales en lo Civil y Comercial de la
Provincia de Buenos Aires y de la Nación comentados y anotados, t. VIII, Concursos, Ley 24.522, Editora
Platense, Abeledo-Perrot, 1998, pág. 198.

(24) En contra MAFFíA, OSVALDO J., Derecho Concursal, Víctor P. de Zavalía, t. I, 1985, pág. 291;
HEREDIA, PABLO D., Tratado exegético de Derecho Concursal, Ábaco, 2000, t. I, pág. 351.

(25) Lo admiten CáMARA, HéCTOR, El concurso preventivo y la quiebra, Depalma, 1978, vol. I, pág. 395;
FASSI, SANTIAGO; GEBHARDT, MARCELO, Concursos y quiebras, 7ª ed., Astrea, 2001, pág. 47;
HEREDIA, PABLO D., Tratado exegético de Derecho Concursal, Ábaco, 2000, t. I, pág. 341; JUNYENT
BAS, FRANCISCO, MOLINA SANDOVAL, CARLOS A., Ley de Concursos y Quiebras comentada, Lexis
Nexis-Depalma, 2003, t. I, pág. 90, le niega legitimación GUASTAVINO ELíAS P., Cuestiones sucesorias en
las leyes 19.550 y 19.551 de sociedades y concursos, LL, 147-1064, quien entiende que no es responsable por
las deudas del causante por lo que carece de interés.

(26) Art. 9 LCQ. Representación voluntaria. La apertura del concurso preventivo puede ser solicitada,
también por apoderado con facultad especial.

(27) En contra GRISPO, JORGE D., Tratado sobre la ley de concursos y quiebras, Ad-Hoc, 1997, t. I, pág.
151.

(28) MAFFíA, OSVALDO J., La ley de concursos comentada, Depalma, 2001, t. I, pág. 31.
(29) FASSI, SANTIAGO, GEBHARDT MARCELO, Concursos y quiebras, 7ª ed., Astrea, 2001 pág. 48;
GRISPO, JORGE D. Tratado sobre la ley de concursos y quiebras, Ad-Hoc 1997, t. I, pág. 153; HEREDIA,
PABLO D., Tratado exegético de Derecho Concursal, Ábaco, 2000, t. I, pág. 355; JUNYENT BAS,
FRANCISCO, MOLINA SANDOVAL, CARLOS A., Ley de Concursos y Quiebras comentada, LexisNexis-
Depalma, 2003, t. I, pág. 93.(30) MORELLO, AUGUSTO M., TESSONE, ALBERTO J., KAMINKER,
MARIO E., Códigos Procesales en lo Civil y Comercial de la Provincia de Buenos Aires y de la Nación
comentados y anotados, t. VIII, Concursos, Ley 24.522, Editora Platense, Abeledo-Perrot, 1998, pág. 199.

(31) TONóN, ANTONIO, Derecho Concursal. Instituciones generales, Depalma, 1988, pág. 90.

(32) Art. 11 LCQ. Requisitos del pedido. Son requisitos formales de la petición de concurso preventivo:

1. Para los deudores matriculados y las personas de existencia ideal regularmente constituidas, acreditar la
inscripción en los registros respectivos. Las últimas acompañarán, además, el instrumento constitutivo y sus
modificaciones y constancia de las inscripciones pertinentes.

Para las demás personas de existencia ideal, acompañar, en su caso, los instrumentos constitutivos y sus
modificaciones, aun cuando no estuvieran inscriptos.

2. Explicar las causas concretas de su situación patrimonial con expresión de la época en que se produjo la
cesación de pagos y de los hechos por los cuales ésta se hubiera manifestado.

3. Acompañar un estado detallado y valorado del activo y pasivo actualizado a la fecha de presentación, con
indicación precisa de su composición, las normas seguidas para su valuación, la ubicación, estado y
gravámenes de los bienes y demás datos necesarios para conocer debidamente el patrimonio. Este estado de
situación patrimonial deber ser acompañado de dictamen suscripto por contador público nacional.

4. Acompañar copia de los balances u otros estados contables exigidos al deudor por las disposiciones legales
que rijan su actividad, o bien los previstos en sus estatutos o realizados voluntariamente por el concursado,
correspondientes a los tres (3) últimos ejercicios. En su caso, se deben agregar las memorias y los informes
del órgano fiscalizador.

5. Acompañar nómina de acreedores, con indicación de sus domicilios, montos de los créditos, causas,
vencimientos, codeudores, fiadores, o terceros obligados o responsables y privilegios.Asimismo, debe
acompañar un legajo por cada acreedor, en el cual conste copia de la documentación sustentatoria de la deuda
denunciada, con dictamen de contador público sobre la correspondencia existente entre la denuncia del deudor
y sus registros contables o documentación existente y la inexistencia de otros acreedores en sus registros o
documentación existente. Debe agregar el detalle de los procesos judiciales o administrativos de carácter
patrimonial en trámite o con condena no cumplida, precisando su radicación.

6. Enumerar precisamente los libros de comercio y los de otra naturaleza que lleve el deudor, con expresión
del último folio utilizado, en cada caso, y ponerlos a disposición del juez, junto con la documentación
respectiva.

7. Denunciar la existencia de un concurso anterior y justificar, en su caso, que no se encuentra dentro del
período de inhibición que establece el artículo 59, o el desistimiento del concurso si lo hubiere habido.

El escrito y la documentación agregada deben acompañarse con dos (2) copias firmadas.

Cuando se invoque causal debida y válidamente fundada, el juez debe conceder un plazo improrrogable de
diez (10) días, a partir de la fecha de presentación, para que el interesado dé cumplimiento total a las
disposiciones del presente artículo.

(33) ZAVALA RODRíGUEZ, CARLOS J., Código de Comercio y leyes complementarias comentados y
concordados, Depalma, 1980, t. VII, pág. 244.
(34) QUINTANA FERREYRA, FRANCISCO, Concursos, Astrea, 1985, t. I, pág. 160.

(35) ROUILLON, ADOLFO A. N., Régimen de Concursos y Quiebras, 11ª ed., Astrea, 2002, pág. 66.

(36) MAFFíA, OSVALDO J., El famoso inciso octavo y la maldición de la momia, LL, 1979-B-577.

(37) V. STEMPELS, HUGO J., Una importante modificación de la Ley de Concursos sobre facilidades de
pago de las deudas de la seguridad social del personal en relación de dependencia del concursado, RDCO,
1994-10-193.

(38) CáMARA, HéCTOR, Ley de concursos mercantiles. Algunas sugestiones sobre el anteproyecto, JA,
1972-doctrina-14.(39) MAZZETTI, ÁNGEL M., Hacia una política legislativa restrictiva de la petición
concursal preventiva, Ponencia al XXXII Encuentro de Institutos de Derecho Comercial de Colegios de
Abogados de la Provincia de Buenos Aires, La Costa, noviembre 2000.

(40) En esa orientación MAZZETTI, ÁNGEL M., Hacia una política legislativa restrictiva de la petición
concursal preventiva, Ponencia al XXXII Encuentro de Institutos de Derecho Comercial de Colegios de
Abogados de la Provincia de Buenos Aires, Partido de La Costa, noviembre 2000, publicada en Rasgos de su
obra Colegio de Abogados de Lomas de Zamora 2004, pág. 75; ROCHA CAMPOS, ADOLFO, El patrimonio
como requisito implícito para la apertura del concurso Ponencia al XXXIII Encuentro de Institutos de
Derecho Comercial de Colegios de Abogados de la Provincia de Buenos Aires, Azul, mayo 2001, publicada
en RSyC-12-2001.

(41) V. ANICH, JUAN A., La actividad de la concursada y su incidencia respecto del concurso preventivo,
Suplemento de Concursos y Quiebras, LL, 15/11/02.

(42) ROJO, ÁNGEL, Crisis de la empresa y de los procedimientos concursales, RDCO, 1981-269.

(43) RIBICHINI, GUILLERMO E., El estado de cesación de pagos y su reconocimiento por el peticionario de
concurso preventivo como hecho revelador, LL, 1996-C-482.

(44) CáMARA, HéCTOR, El concurso preventivo y la quiebra, Depalma, 1978, vol. I, págs. 405/406 .

(45) Conf. CáMARA, HéCTOR, El concurso preventivo y la quiebra, Depalma, 1978, vol. I, pág. 406; en
contra WILLIAMS, RICARDO, El concurso preventivo, Plus Ultra, 1975, pág. 87, quien entendía que
deberían acompañarse los originales.

(46) Conf. CáMARA, HéCTOR, El concurso preventivo y la quiebra, Depalma, 1978, vol. I, pág. 406.

(47) JUNYENT BAS, FRANCISCO, MOLINA SANDOVAL, CARLOS A., Ley de Concursos y Quiebras
comentada, LexisNexis-Depalma, 2003, pág. 100.

(48) ESCUTI, IGNACIO A. (h), RICHARD, EFRAíN H., La sociedad comercial y las modificaciones no
inscriptas, RDCO 1978-11-711.

(49) En contra, QUINTANA FERREYRA, FRANCISCO, Concursos, Astrea, 1985 t. I, pág. 163;
MARTORELL, ERNESTO E., Tratado de Concursos y Quiebras, Depalma, 1999, t. II-A-294.(50) NISSEN,
RICARDO A., Curso de derecho societario, Ad-Hoc, 2000, pág. 391.

(51) MAFFíA, OSVALDO J., Manual de concursos, La Rocca, 1997, t. I, pág. 130.

(52) RIVERA, JULIO C., Instituciones de Derecho Concursal, 2ª ed., Rubinzal-Culzoni, 2003, t. I, pág. 302.

(53) GRISPO, JORGE D., Tratado sobre la ley de concursos y quiebras, Ad-Hoc, 1997, t. I, pág. 177.
(54) RIVERA, JULIO CéSAR, Instituciones de Derecho Concursal, 2ª ed., Rubinzal-Culzoni, 2003, t. I, pág.
303; conf. JUNYENT BAS, FRANCISCO, MOLINA SANDOVAL, CARLOS A., Ley de Concursos y
Quiebras comentada, Lexis Nexis-Depalma, 2003, t. I, pág. 101.

(55) V. DASSO, ARIEL A., Quiebras, concurso preventivo y cramdown, Ad-Hoc, 1997, t. I, pág. 116.

(56) Conf. WAISTEIN M., citado por HEREDIA, PABLO D., Tratado exegético de Derecho Concursal,
Ábaco, 2000, t. I, pág. 374, quien hace referencia a las R.T. 7 y 10 esta última derogada en el año 2002 y
reemplazadas por la R.T. 17, la cual fue modificada por las R.T. 20 y 21 y por la Resol. 249/02 (FACPCE) v.
FOWLER NEWTON, ENRIQUE, Normas Contables Profesionales de la FACPCE y el CPCECABA, La Ley
2002.

(57) LORENTE, JAVIER A., Nueva ley de concursos y quiebras, Gowa, 1996, pág. 49.

(58) IGLESIAS, JOSé A., Concursos y quiebras. Ley 24.522, Depalma, 1995, pág. 46.

(59) CáMARA, HéCTOR, El concurso preventivo y la quiebra, Depalma, 1978, vol. I, pág. 414.

(60) Al respecto, V. PéREZ HUALDE, FERNANDO, Concurso preventivo. Requisitos del pedido. Balances
u otros estados contables. Necesidad de su aprobación, en Pérez Hualde, Fernando (Coordinador) Derecho
Concursal Aplicado, Ad-Hoc 2003, pág. 29.

(61) CCC Quilmes, sala I LLBA, 1996-531.

(62) JUNYENT BAS, FRANCISCO, MOLINA SANDOVAL, CARLOS A., Ley de Concursos y Quiebras
comentada, LexisNexis-Depalma, 2003, t. I, pág. 103.

(63) WAISTEIN, M. y JOSZPA, D., citados por HEREDIA, PABLO D. Tratado exegético de Derecho
Concursal, Ábaco 2000 t. I, pág. 380, quien hace referencia a la R.T.7 sobre Normas de Auditoria, v.
FOWLER NEWTON, ENRIQUE, Normas Contables Profesionales de la FACPCE y EL CPCECABA, La
Ley 2002 .

(64) HEREDIA, PABLO D., Tratado exegético de Derecho Concursal, Ábaco, 2000, t. I, pág. 381.

(65) TRUFFAT, E. DANIEL, Sobre el legajo por acreedor ED, 172-251.

(66) En contra, RIVERA, JULIO C., ROITMAN, HORACIO y VíTOLO, DANIEL R., Ley de concursos y
quiebras, Rubinzal-Culzoni, 2000, t. I, pág. 117.

(67) JUNYENT BAS, FRANCISCO, MOLINA SANDOVAL, CARLOS A., Ley de Concursos y Quiebras
comentada, LexisNexis-Depalma, 2003, t. I, pág. 103.

(68) CNCom., sala B, RDCO, 1986-19-297, con nota de DI IORIO, ALFREDO J., El concurso preventivo
requerido por el comerciante no matriculado.

(69) CCC Rosario, sala I, RDCO, 1986-19-624.

(70) CCC Bahía Blanca, sala II, RDCO, 1986-10-625. En igual sentido CNCom., sala D, LL, 1989-D-133 con
nota de RUBíN, MIGUEL EDUARDO, La contabilidad como requisito para la presentación en concurso
preventivo.

(71) STEMPELS, HUGO J., La carencia de libros de comercio en el comerciante no matriculado que pide la
formación de su concurso preventivo, RDCO, 1986-19-626, conf. GRISPO JORGE D., Tratado sobre la ley
de concursos y quiebras, Ad-Hoc,1997, t. I, pág. 168.

(72) WILLIAMS, RICARDO, El concurso preventivo, Plus Ultra, 1975, pág. 90.
(73) V. BARO, C. ALEJANDRO, La ley 19.551 de concursos y nueva solución concursal, Depalma, 1975.

(74) CNCom., en pleno, LL, 145-129.

(75) JUNYENT BAS, FRANCISCO, MOLINA SANDOVAL, CARLOS A., Ley de Concursos y Quiebras
comentada, LexisNexis-Depalma, 2003, t. I, pág. 97.

(76) GRISPO, JORGE D., Tratado sobre la ley de concursos y quiebras, Ad-Hoc, 1997, t. I, pág. 194.

(77) Conf. MORELLO, AUGUSTO M.; TESSONE, ALBERTO J.; KAMINKER, MARIO E., Códigos
Procesales en lo Civil y Comercial de la Provincia de Buenos Aires y de la Nación comentados y anotados, t.
VIII, Concursos, Ley 24.522, Editora Platense, Abeledo-Perrot, 1998, pág. 204.

(78) En contra, CáMARA, HéCTOR, El concurso preventivo y la quiebra, Depalma, 1978, vol.I, pág. 430,
FASSI, SANTIAGO, GEBHARDT MARCELO, Concursos y quiebras, 7ª ed., Astrea, 2001, pág. 62.

(79) MORELLO, AUGUSTO M.; TESSONE, ALBERTO J.; KAMINKER, MARIO E., Códigos Procesales
en lo Civil y Comercial de la Provincia de Buenos Aires y de la Nación comentados y anotados, t. VIII,
Concursos, Ley 24.522, Editora Platense, Abeledo-Perrot, 1998, pág. 203.

(80) Conf. CNCom., sala E, LL, 1981-B-513, CCC Rosario, en pleno, LL, 2001-847, en contra CNCom., sala
A ED, 164-731, sala B, ED, 94-405, sala C, ED, 16-197, sala D, LL, 1980-C-564, MORELLO, AUGUSTO
M.; TESSONE, ALBERTO J.; KAMINKER, MARIO E., Códigos Procesales en lo Civil y Comercial de la
Provincia de Buenos Aires y de la Nación comentados y anotados, t. VIII, Concursos, Ley 24.522, Editora
Platense, Abeledo-Perrot, 1998, pág. 204.

(81) ANAYA, JAIME L., La integración de los requisitos de la petición de concurso preventivo en la ley,
24.522, ED, 164-730.

(82) V. IGLESIAS, JOSé A., La integración en la alzada de los requisitos formales de la demanda de
concurso preventivo, RDCO, 1987-20-498.

(83) Conf. CCC Bahía Blanca sala I, Expte. 122.209 in re Santecchia Daniel Enrique s/concurso preventivo
inédito.

(84) Art. 12 LCQ. Domicilio procesal. El concursado y, en su caso, los administradores y los socios con
responsabilidad ilimitada deben constituir domicilio procesal en el lugar de tramitación del juicio. De no
hacerlo en la primera presentación, se lo tendrá por constituido en los estrados del juzgado, para todos los
efectos del concurso.

(85) Conf. CáMARA, HéCTOR, El concurso preventivo y la quiebra, Depalma, 1978, vol. I, pág. 423;
MAFFíA, OSVALDO J., Derecho Concursal, Víctor P. de Zavalía, t. I, 1985, pág. 258.

(86) Conf. CNCom., sala B, LL, 1988-C-483.

(87) SAJóN, JAIME V., La constitución del domicilio procesal por los administradores y socios de la
sociedad concursada.El rechazo del concurso preventivo, ED, 66-681, en igual sentido WILLIAMS,
RICARDO, El concurso preventivo, Plus Ultra, 1975, pág. 100 y CáMARA, HéCTOR, El concurso
preventivo y la quiebra, Depalma, 1978, vol. I, pág. 424.

(88) DI IORIO, ALFREDO J., Interpretación de los requisitos condicionantes de la apertura del concurso
preventivo, RDCO, 1980-13-433.

(89) IGLESIAS, JOSé A., Concursos y quiebras. Ley 24.522, Depalma, 1995, pág. 46, quien transcribe el art.
11 de aquel proyecto, pág. 45.
(90) GRISPO, JORGE D., Tratado sobre la ley de concursos y quiebras, Ad-Hoc, 1997, t. I, pág. 163.

(91) V. BOLAFFIO, LEóN, De la quiebra, Ediar, vol. III, 1955, en BOLAFFIO-ROCCO-VIVANTE,


Derecho Comercial, t. 20, pág. 29 y sigs.

(92) CáMARA, HéCTOR, El concurso preventivo y la quiebra, Depalma, 1978, vol. I, pág. 404; JUNYENT
BAS, FRANCISCO, MOLINA SANDOVAL, CARLOS A., Ley de Concursos y Quiebras comentada,
LexisNexis-Depalma, 2003, t. I, pág. 98.

(93) FASSI, SANTIAGO; GEBHARDT, MARCELO, Concursos y quiebras, 7ª ed., Astrea, 2001, pág. 52.

(94) CS, LL, 1976-D-549.

(95) MACIEL, HUGO D., Requisitos para la apertura del concurso preventivo, LL, 1999-E-281.

(96) Art. 13 LCQ primer párrafo Término. Presentado el pedido, o en su caso, vencido el plazo que acuerde el
juez, éste se debe pronunciar dentro del término de cinco (5) días.

(97) WILLIAMS, RICARDO, El concurso preventivo, Plus Ultra, 1975, pág. 102; CáMARA, HéCTOR, El
concurso preventivo y la quiebra, Depalma, 1978, vol. I, pág. 434.

(98) GRISPO, JORGE D., Tratado sobre la ley de concursos y quiebras, Ad-Hoc, 1997, t. I, pág. 199.
COINDEL SAICFI Y AG S/ CONCURSO PREVENTIVO.
Tribunal: Cámara Nacional de Apelaciones en lo Comercial

Sala / Juzgado / Circunscripción / Nominación: D

Partes: Coindel SAICFI y AG s/ concurso preventivo.

Fecha: 18 de abril de 2001

Colección: Fallos

Cita: MJ-JU-E-4356-AR|EDJ4356|EDJ4356

Voces: CONCURSO PREVENTIVO - REQUISITOS DE LA PETICIÓN DE CONCURSO - RECHAZO IN


LIMINE -

Sumario:
Habida cuenta de que desde la originaria petición de concursamiento y hasta el cumplimiento de los recaudos
admitidamente faltantes transcurrió el plazo improrrogable de diez días establecido en el art. 11 in fine de la
ley 24.522, sin que hubiesen sido satisfechos todos los requisitos formales, corresponde desestimar
liminarmente la petición de concursamiento preventivo efectuada por la deudora. En efecto, si bien es cierto
que en otras oportunidades se ha admitido la posibilidad de cumplir dichos requisitos en la alzada, no lo es
menos que, en el caso, ello implicaría la concesión de un plazo adicional sin apoyatura normativa que lo
autorice, premiando la inactividad de la peticionaria de su propio concurso, con la consecuente infracción de
lo establecido en la ley de la materia. R.C.

Fallo:
Buenos Aires, abril 18 de 2001. - 1. La decisión de fs. 121/3 desestimó liminarmente la petición de
concursamiento preventivo efectuada por Coindel SAICFI y AG.
Contra ello apeló la sociedad peticionaria (ver fs. 127 y fs. 154/5).

2.1. La sociedad recurrente sostuvo que fue errónea la apreciación del magistrado de primera instancia en el
sentido de que habíanse incumplido la gran mayoría de los requisitos formales.

Sostuvo la apelante que, en rigor, la particular mecánica establecida para la recepción de la documentación en
la mesa de entradas de esta Cámara, en el sentido de que no recibe. la documentación, sino solamente el
escrito de iniciación. impidió que se cumpliera inmediatamente con la totalidad de los requisitos formales (fs.
121, 1, párr. 2°).

La susodicha sociedad agregó alguna documentación, por lo que entre aquello que había traído
originariamente y lo que fue agregado en fs. 14/120, dijo satisfacer 5 de los 7 recaudos exigidos, y respecto de
los faltantes requirió se le concediese plazo para el cumplimiento (fs. 121 vta., 4, párr. 3° y fs. 122, 4).

Luego, en esta instancia, fue agregada cierta documentación con la indicación de que se habrían satisfecho
todos los requisitos pendientes de cumplimiento (fs. 158/163).

2.2. Procede rechazar la impugnación.

Ello así pues, con independencia de las vicisitudes procedimentales que exhibe el expediente, nótase que
desde la originaria petición de concursamiento del 18.12.00 (fs. 10 vta.), y hasta el cumplimiento de los
recaudos admitidamente faltantes (4.4.01, en la presentación de fs. 158/163), transcurrió el plazo
improrrogable de diez días establecido en el art. 11 in fine de la ley 24.522 [EDLA, 1995-B-896], sin que
hubieran sido satisfechos todos los requisitos formales (esta sala, 6.3.98, Silva de Wagner, María Inés íd.,
30.6.98, Flotel, S.A.[EDLA, 1995-B-896]; íd., 23.3.00, Cisneros, Fernando íd., 30.8.00, Los Montesanos,
S.R.L., entre muchos otros).

No desconoce la sala que ha sido admitida la posibilidad de cumplir dichos requisitos formales en esta alzada,
mas -en el caso presente- una solución diferente a la preanunciada implicaría la concesión de un plazo
adicional para el cumplimiento de los requisitos formales admitidamente insatisfechos, sin apoyatura
normativa que autorice ese proceder, premiando de tal modo la inactividad de la peticionaria de su
concursamiento preventivo, con la consecuente infracción de lo establecido en la ley de la materia (CN Com.,
sala E, 16.9.82, Milamalal, S.A. y esta sala, 6.10.95, Dyjament).

3. Por ello se confirma la decisión de fs. 11/3. Devuélvase sin más trámite, confiándose al magistrado de
primera instancia proveer las diligencias ulteriores (art. 36, inc. 1°, cód. procesal) y las notificaciones
pertinentes. Firman los suscriptos por hallarse vacante la vocalía 10. - Carlos M. Rotman. - Felipe M.
Cuartero (Sec.: Héctor O. Chomer).

ANDRÉS, MARÍA TERESA Y OTROS S/ CONCURSO PREVENTIVO


Tribunal: Cámara de Apelaciones en lo Civil y Comercial de Azul

Sala / Juzgado / Circunscripción / Nominación: II

Partes: Andrés, María Teresa y otros s/ Concurso Preventivo

Fecha: 1 de marzo de 2005

Colección: Fallos

Cita: MJ-JU-M-3596-AR|MJJ3596|MJJ3596

Voces: CONCURSO PREVENTIVO - PETICIÓN DE CONCURSO PREVENTIVO - REQUISITOS DE LA


PETICIÓN DE CONCURSO - PLAZO DE GRACIA - LIBROS DE COMERCIO - LIBROS CONTABLES -
LIBROS IVA
Sumario:
1.-Si la pretensa concursada no solicitó ampliación de plazo ni se adujo causa alguna que justifique esa
ampliación, mal podría el Juez de grado conferir el plazo del art. 11 in fine de la LC (ley nacional 24.522) ,
que no fue solicitado, sellando la suerte adversa del recurso de apelación planteado.

2.-El otorgamiento del plazo de gracia adicional previsto por el art. 11 de la LC para cumplimentar algunos
recaudos legales incumplidos, es de excepción y las causales que se esgriman deben ser serias y atendibles.
Mas la concesión de dicho plazo que debe ser otorgado por el Juez es imperativo y no facultativo, no
pudiendo "de oficio" otorgarlo, y cuya finalidad es saneadora de los incumplimientos formales del
peticionante al momento de la apertura de su concurso. La ley expresamente establece que el otrogamiento de
plazo "debe" ser peticionado por la parte lo cual supone claramente el previo y explícito requerimiento de la
parte y la alegación del impedimento serio y verosímil. De este modo, el juez no puede suplir su inactividad.

3.-La carga del deudor de enumerar sus libros de comercio para acudir a la solución concursal comprende los
requeridos por el Código de Comercio y, en su caso, los libros sociales, los que impone la normativa
societaria, laboral y tributaria. La finalidad que cumple esa enumeración de la contabilidad apunta a que, en
su momento, los acreedores cuenten con mayores elementos de juicio para conocer la verdadera situación
patrimonial del deudor, y en su tiempo, poder votar el acuerdo preventivo.

4.-La carga legal de llevar libros de comercio comprende también al comerciante no matriculado. El no
matriculado no está eximido de llevar, a los fines de la apertura concursal, alguna contabilidad, aunque no sea
regular, que permita reconstruir aún en mínima parte la situación patrimonial del deudor, lo que constituye
una cuestión a valorar y apreciar en cada caso (art.11 cit.). Por ende, no resultando del escrito de inicio, de la
pieza recursiva, ni del informe del auditor que detalla el estado contable la existencia de libros -este último se
refiere a documentación respaldatoria auxiliar, a fs.36, Cap. IV- resulta inaudible la petición de apertura
concursal.

5.-En la procedencia del concurso preventivo para el supuesto de comerciantes no matriculados o sociedades
irregulares o de hecho, debe distinguirse entre la falta de contabilidad, solo aceptable para el caso del no
comerciante, de la existencia de una contabilidad, que aunque deficiente permita reconstruir la marcha de la
actividad comercial del peticionante Mas esta última reflexión no se debe interpretar en el sentido de exigir
libros a quienes no tienen el deber legal de llevarlos, sino que apelando al común acontecer, conforme a la
importancia, frecuencia y eventual complejidad de los actos patrimoniales se los refleje ordenadamente en
instrumentos (libros, planillas, resúmenes, etc.). Todos éstos deben ser puestos a disposición para el debido
esclarecimiento de lo actuado.

6.-Las obligaciones enunciadas por el art. 33 del Código de Comercio deben ser cumplidas por todos los que
ejercen el comercio en forma habitual, incluso los no matriculados -como el caso de marras donde se
denuncia como actividad la prestación de servicios de enseñanza privada en forma habitual y permanente. El
incumplimiento del inc.1 de dicho artículo, no los releva de la obligación de cumplir con los restantes, y en
especial con el segundo, en tanto manda a seguir un orden uniforme de contabilidad y de tener -aunque no
estén rubricados- los libros necesarios a tal fin complementados con la documentación respectiva (art.43
Cód.Com.)

7.-La flexibilidad en cuanto a la exigencia en el cumplimiento de los recaudos que prescriben los incs.4º y 6º
del art.11 de la L.C. para proveer a la apertura del concurso preventivo, debe verificarse en cada caso
específico, valorando si los elementos contables traídos por el interesado, configuran una contabilidad
suficiente para conocer el estado patrimonial y giro comercial de la empresa o comerciante individual.

8.-A los efectos del requisito incorporado por la ley nacional 24522 , -el estado detallado del activo y pasivo,
en los términos del actual art.11 inc.3 L.C.-, teniendo en cuenta que a través de las nuevas normas vigentes en
materia de facturación y registración esa exigencia puede ser igualmente cumplida por quienes no llevan
libros de comercio rubricados (por caso comerciantes no matriculados o sociedades irregulares). Así, el
comerciante no matriculado o la sociedad irregular deben acreditar que llevan alguna forma de contabilidad -
aún cuando no sea en libros rubricados- que permita reconstruir la marcha del negocio. Por tanto, la
circunstancia de que la parte se encuentre exenta de los impuestos IVA e Ingresos Brutos, no le exime de
llevar algún tipo de contabilidad en los términos precedentemente descriptos.

Fallo:
En la ciudad de Azul, a los un días del mes de Marzo de Dos Mil Cinco, reunidos en Acuerdo Ordinario los
Señores Jueces de la Excma. Cámara de Apelación en lo Civil y Comercial Departamental, Sala II, Doctores
Ana María De Benedictis, Víctor Mario Peralta Reyes y Jorge Mario Galdós, para dictar sentencia en los
autos caratulados: "Andrés, María Teresa y otros s/Concurso Preventivo.", (Causa Nº 47.999), se procedió a
practicar la desinsaculación prescripta por los arts. 168 de la Constitución Provincial, 263 y 266 del C.P.C.C.,
resultando de ella que debían votar en el siguiente orden: Dr.GALDOS - Dra.DE BENEDICTIS -
Dr.PERALTA REYES.

Estudiados los autos, el Tribunal resolvió plantear y votar las siguientes:

-C U E S T I O N E S-

1ª.- ¿Es justa la sentencia 165/169 que desestima la apertura del proceso concursal?.

2ª.- ¿Qué pronunciamiento corresponde dictar?.

-V O T A C I O N-

A LA PRIMERA CUESTION, el Señor Juez Doctor GALDOS, dij

I) María Teresa López Villar de Andrés, Analía Ester y Juan Carlos Andrés solicitan la apertura de sus
concursos preventivos y el del patrimonio de Francisco Andrés -esposo y padre, respectivamente- efectuando
su presentación a fs.139/143, adjuntando -lo que es obvio- diversa documentación (fs.2/131).

La sentencia de grado rechazó esa pretensión (fs.165/169) y formuló diversas y previas consideraciones
generales y al analizar el cumplimiento por los presentantes de los requisitos legales impuestos por el art.11
ley 24522, dice expresamente que se cumplió el recaudo del inc.2. Con relación al inc.3 expresó que no se
acompañaron certificados dominiales actualizados de los inmuebles y que el informe contable agregado no
suple la ausencia de libros. Respecto de la nómina de acreedores, prevista en el inc.5 del art.11, observa que
no se acompañó el legajo Nº4 del acreedor Alfredo Maña.Finalmente, y en lo que constituye lo medular de la
resolución, consideró incumplido el inc.6 del ya citado art.11 ley 24522, toda vez que -con cita de
jurisprudencia de la Sala 1 de esta Cámara- la exención legal de llevar libros de comercio no es absoluta y
solo rige para quienes no deben llevarlos, por lo que el comerciante no matriculado -el caso de los
presentantes- tiene que llevar alguna contabilidad, aunque sea mínima. Además no se acompañó
documentación respaldatoria, ni tampoco se ofreció poner a disposición del juzgado los libros, lo que
imposibilita formar el cuadro de situación patrimonial de la concursada.

Finalmente, se mencionan como incumplidos los incs.2, 3, 5 y 6 del art.11 citado y se añade la falta de
acreditación de la condición de herederos de Francisco Andrés.

De ese modo, y con esos argumentos, se desestimó la pretensión de disponer la apertura del proceso concursal
de los Sres.María Teresa López Villar de Andrés, Analía Ester Andrés, Juan Carlos Andrés y el patrimonio
del causante Francisco Andrés.

El recurso de apelación deducido por los presentantes a fs.171 fue fundado a fs.174/189.

En las extensas referencias que efectúan, en las que -incluso- se reiteran consideraciones planteadas
originariamente, señalan esencialmente que debió concederse plazo para cumplimentar los recaudos faltantes
y que el rechazo está sólo fundado en el inc.6º del art.11 -ésto es, no llevar libros de comercio- incurriéndose
en excesivo rigorismo formal. Afirman que el Juez de grado tuvo por cumplido con el inc.2 del art.11 L.C.,
que la ley 24522 no requiere la agregación de acompañar certificados de dominio, por lo que no se inobservó
la agregación del detalle del activo y pasivo exigido por el inc.3. Luego agregan que el contador en el informe
glosado emitió opinión sobre la situación patrimonial y que se individualizaron los datos del acreedor cuyo
legajo se dice faltante.Finalmente y en lo que se refiere a la obligación de llevar libros o contabilidad legal -lo
que denominan "el centro de la cuestión"- reiteran que explotan una escuela privada, no subvencionada por el
estado, regulada por legislación propia (exenta del impuesto provincial a los ingresos brutos y al impuesto
nacional al valor agregado) y que por ello carecen de obligación legal de acompañar declaraciones juradas
correspondientes a esos impuestos. Tampoco llevan libros de bancos porque "no trabajan con ningún banco".
Enfatizan que daban por descontado que ponían a disposición del juzgado toda la documentación
respaldatoria y auxiliar que hace referencia a los estados de resultados y al estado de situación patrimonial,
citan jurisprudencia de esta Sala y detallan los documentos agregados: nómina de alumnos con matrículas y
pagos verificados, contrato de locación de la estación de servicio, tres estados de resultados de los últimos
períodos anuales y dictamen del contador público. Suplen la anterior omisión agregando la declaratoria de
herederos requerida.

Solicitan -obvio- la revocatoria del fallo y la consiguiente apertura del proceso concursal.

II) El recurso no puede prosperar.

1) Como se anticipó concurren varias cuestiones que sin embargo se enmarcan desde el punto de vista lógico-
jurídico en dos: procedencia del otorgamiento, -ex officio", agrego- del plazo adicional que prevé el art.11 in
fine L.C. La respuesta negativa a ese interrogante conduce a verificar si los presentantes observaron el
restante aspecto medular, el cumplimiento de llevar libros de comercio (art.11 inc.6 L.C.), cuyo responde
también negativo sella la suerte adversa del recurso en examen.

2) En su escrito de inicio los presentantes manifestaron cumplimentar con los recaudos exigidos para la
apertura del concurso preventivo, detallando diversas circunstancias fácticas y solicitando se acoja esa
pretensión, requiriendo incluso habilitación de días y horas inhábiles y pronto despacho, pero sin invocar
causa fundada para cumplimentar recaudos faltantes en el plazo adicional de 10 días que prevé la ley (art. 11
"in fine" ley 24522; conf.fs.139/143 vta., particularmente Cap.I, VI, VII y VIII-petitorio).

Por ende: no se solicitó ampliación de plazo ni se adujo causa alguna que justifique esa ampliación, por lo que
mal podría el Juez de grado conferir un plazo que no fue solicitado.

La doctrina jurisprudencial y autoral reconoce el carácter de excepción de ese plazo de gracia y que las
causales que se esgriman deben ser serias y atendibles (Grispo Jorge "Tratado sobre la Ley de Concursos y
Quiebras" T.I p.193/195), lo que no importa soslayar que se han vertido atendibles opiniones favorables a la
concesión del plazo que "debe" ser otorgada por el Juez lo que es imperativo y no facultativo (Quintana
Ferreyra, Francisco "Concursos. Ley 19551 y modificatorias" T.1 pág.195; Maffía, Osvaldo J. "La Ley de
Concursos comentada" T.I pág.38) pero que supone claramente el previo y explícito requerimiento de la parte
y la alegación del impedimento serio y verosímil.

Este requisito no se cumplió en el "sub-lite", por lo que menos aún puede endilgarse, en la Alzada, exceso
rigor del Sr.Juez de grado cuando ni siquiera se acudió al arbitrio, que es a favor del deudor, de solicitar la
fijación del plazo de gracia o adicional para cumplimentar requisitos inobservados.

Analizando el tema Martorell dice expresamente que el Juez no debe "acordar per se" el plazo, es decir "motu
propio. porque no procede ex officio" (Martorell, Ernesto E. "Tratado de Concursos y Quiebras" T.II-A-290
Nº2). En ese sentido se pronunció este Tribunal al aclarar, enfáticamente, que no se adhiere "a la tesis que
postula que el Juez, oficiosamente, puede otorgar el plazo que confiere el art.11 "in fine" L.C.con finalidad
"saneadora" de incumplimientos formales del peticionante, supliendo la inactividad de la parte" (esta Sala,
causa Nº47286 del 12/08/04 "Shemi, María Luján y Domínguez, Osvaldo s/Concurso Preventivo").

En consecuencia no procede el agravio que le reprocha al Juez de grado no haber otorgado plazo para
cumplimentar algunos recaudos legales incumplidos (art.11 L.C.).
2) Procede, ahora, analizar el agravio de los presentantes respecto de la carga conocida en la praxis judicial
como "llevar libros de comercio" y que el inc.6 del art.11 L.C. especifica que consiste en "enumerar
precisamente los libros de comercio y los de otra naturaleza que lleve el deudor. y ponerlos a disposición del
Juez, junto con la documentación respectiva".

Los presentantes en su escrito de inicio señalan en varios párrafos, y lo reiteran al expresar agravios, que son
"comerciantes no matriculados y por lo tanto no tiene obligación jur ídica de llevar libros rubricados,
dedicados a la educación privada" porque el Código Fiscal Provincial y la ley nacional 23349/97 los exime
del pago de impuestos a los ingresos brutos y al IVA (fs.161/162 y fs.185/187). Así, acompañaron: "Nómina
de alumnos con matrículas y pagos mensuales atrasados e impagos; contrato de locación de la Estación de
Servicio; tres estados de resultados de los últimos tres períodos anuales; dictamen de Estado de Situación
Patrimonial confeccionado por Contador Público Nacional" (sic, fs.161 vta., 162, 162vta. y ampliación fs.186
y vta.).

Es decir, en suma y en pocas palabras, no acompañaron ningún libro de comercio y tampoco aclararon si los
llevan ya que la exención legal por la naturaleza de la actividad -prestación de servicios de enseñanza privada-
no los exonera de cumplir las restantes obligaciones legales y alcanza solo a los libros y documentación que
se corresponden con el IVA y el Impuesto a los Ingresos Brutos.Debe señalarse que el régimen legal vigente
admite la declaración en concurso de los no comerciantes, en cuanto "personas de existencia visible", ya que
la ley 24522 amplió el catálogo de sujetos habilitados, que ya había sido ampliada por la ley 22917 de 1983
(arts.1, 2, 6, 7, 8 y concs. L.C.; Quintana Ferreyra, Francisco, "Concursos. Ley 19551 y modificatorias" T.I
págs.111 y ss.; Di Iorio, Alfredo J "El concurso preventivo requerido por el comerciante no matriculado"
Revista Derecho Comercial 1986 pág.299; Rouillón, Adolfo "El concurso preventivo del comerciante no
matriculado" J.A. 1987-I-pág.107).

La carga del deudor de enumerar sus libros de comercio para acudir a la solución concursal comprende los
requeridos por el Código de Comercio y, en su caso, los libros sociales, los que impone la normativa
societaria, laboral y tributaria (Martorell, Ernesto Eduardo "Tratado de Concursos y Quiebras" T.II-A
pág.312) es decir los "atinentes a información sobre la actividad negocial de la concursada" (Maffía, Osvaldo
J. "La Ley de Concursos Comentada" T.I p.38).

Existe consenso en la finalidad que cumple esa enumeración de la contabilidad ya que apunta a que, en su
momento, los acreedores cuenten con mayores elementos de juicio para conocer la verdadera situación
patrimonial del deudor (Bonfanti, Mario Alberto - Garrone, José Alberto "Concursos y Quiebras", p.121). Esa
interpretación fue recientemente destacada por la Suprema Corte, cuando al denegar la conversión en
concurso preventivo de la quiebra, señaló -con remisión a jurisprudencia concordante- que "la exigencia que
impone el inc.6 del art.11 no tiende a satisfacer requisitos formales, cumplimiento de las obligaciones legales
del comerciante, sino objetivos o sustanciales, en cuanto buscan proporcionarse los datos necesarios para que
los acreedores puedan, al momento de votar el acuerdo preventivo, contar con mayores elementos de juicio
para conocer la verdadera situación patrimonial del deudor (S.C.B.A. Ac.82365, 28/7/2004 "Torres, Alfredo
Pedro Tomás. Pedido de propia quiebra" voto Dr.de Lázzari).

Y esa carga legal de llevar libros de comercio comprende también -como en el "sub-caso"- al comerciante no
matriculado. Esta aseveración no ofrece dificultades interpretativas. Quintana Ferreyra, comentando la
entonces ley 19551, decía que "habiéndose ampliado a los no comerciantes, a los comerciantes no inscriptos y
sociedades no constituidas regularmente la facultad para solicitar el concurso preventivo, con mayor razón se
debe considerar necesaria la exigencia" (de enumerar los libros de comercio; art.11 inc.6 L.C.) (Quintana
Ferreyra, Francisco "Concursos" T.1 p.175), porque la obligación o carga establecida en los arts.33, 43 y
concs. del Código de Comercio, abarca tanto a los comerciantes matriculados como a los no matriculados
(Anaya-Podetti, "Código de Comercio y leyes complementarias", ed.Omeba, T.I p.13).

Sobre el punto esta Cámara, a través de sus dos Salas tiene formada opinión de que el comerciante no
matriculado no está eximido de llevar, a los fines de la apertura concursal, alguna contabilidad, aunque no sea
regular, que permita reconstruir aún en mínima parte la situación patrimonial del deudor, lo que constituye
una cuestión a valorar y apreciar en cada caso (art.11 cit.).
Conforme esta doctrina, en la procedencia del concurso preventivo para el supuesto de comerciantes no
matriculados o sociedades irregulares o de hecho, debe distinguirse entre la falta de contabilidad, solo
aceptable para el caso del no comerciante, de la existencia de una contabilidad, que aunque deficiente permita
reconstruir la marcha de la actividad comercial del peticionante (esta Sala, causa Nº38078 "Nuevas
Perfumerías Soraya-Irigoyemborde, Oscar Angel y otra s/Concurso Preventivo; causa Nº39883, 3/12/98 "José
Braicovich e hijos Soc.de Hecho s/Concurso Preventivo").

En ese sentido se ha pronunciado calificada jurisprudencia.Así, desde la Cámara de San Martín se resolvió
que "las obligaciones enunciadas por el art.33 del Código de Comercio deben ser cumplidas por todos los que
ejercen el comercio en forma habitual, incluso los no matriculados, a quienes el incumplimiento del inc.1 de
dicho artículo, no los releva de la obligación de cumplir con los restantes, y en especial con el segundo, en
tanto manda a seguir un orden uniforme de contabilidad y de tener -aunque no estén rubricados- los libros
necesarios a tal fin complementados con la documentación respectiva" (art.43 Cód.Com.; C.Civ.y Com. Sala
2 San Martín, 31/3/98 "Ochoa, Claudia Cristina s/Pedido de propia quiebra", Juba B2001045). A esa opinión
se suman los criterios concordantes de la Cámara Civil y Comercial 2ª, Sala 3ª de La Plata y el Tribunal de
Alzada de La Matanza.

Señala el primer órgano judicial que "pesa sobre el comerciante no matriculado la obligación de llevar
registración adecuada de la gestión comercial, con aptitud suficiente para permitir una información mínima y
razonable del giro comercial, su situación patrimonial y la marcha de los negocios, siendo la suficiencia de
tales registraciones la pauta valorativa relevante para la homologación del concordato" (C.Civ.y Com.2 Sala 3
La Plata, 17/2/2000 "Vigna, Aldo s/Concurso preventivo" Juba B352979). En varios pronunciamientos la
Cámara de La Matanza, con primer voto del Dr.Taraborrelli expresó que "en el caso de los comerciantes no
matriculados, deberán como mínimo, llevar los libros especiales y no los libros de comercio propiamente
dichos (diario, inventario y balance). Así lo dispuesto por el art.33, 2º párrafo del Código de Comercio, debe
ser cumplido por quienes ejercen el comercio en forma habitual, incluso los no matriculados" (C.Civ.y
Com.Sala 1 La Matanza, 14/11/2002 "Frontini, Juan s/ Concurso Preventivo"; 15/5/2001 "Martín, Nicolás y
otro s/Concurso Preventivo"; 21/5/2003 "Orona, Juan Carlos s/Concurso Preventivo pequeño",
JubaB3350363).

Esa es, finalmente la doctrina de esta Cámara vertida a través de sus dos Salas.

En efecto, en el precedente que citan los apelantes se sostuvo, en concordancia con lo que vengo destacando,
que "si bien el comerciante no matriculado no tiene la obligación legal de llevar una contabilidad regular
como el matriculado, no queda totalmente liberado de contar con una contabilidad mínima, aunque deficiente,
que revele su situación patrimonial" (esta Sala, 5/2/2002 "Joubert Antonio Rául y otra s/Concurso
Preventivo", Juba B3100624). Se añadió allí que "esta última reflexión no se debe interpretar en el sentido de
exigir libros a quienes no tienen el deber legal de llevarlos, sino que apelando al común acontecer, conforme a
la importancia, frecuencia y eventual complejidad de los actos patrimoniales se los refleje ordenadamente en
instrumentos (libros, planillas, resúmenes, etc.). Todos estos deben ser puestos a disposición para el debido
esclarecimiento de lo actuado (esta Sala causa Nº39883 cit.; causa Nº43571, 5/2/2002, "Joubert, Antonio Raúl
y otra s/Concurso Preventivo", causa citada en el agravio; en ese mismo sentido esta Cámara Sala 1, causa
Nº34782, 17/6/93, "Blanco Roberto Angel. Concurso Preventivo").

Se añadió en ese antecedente, que cito con reiteración porque el agravio lo invoca expresamente, que "la
flexibilidad en cuanto a la exigencia en el cumplimiento de los recaudos que prescriben los incs.4º y 6º del
art.11 de la L.C.para proveer a la apertura del concurso preventivo, debe verificarse en cada caso específico,
valorando si los elementos contables traídos por el interesado, configuran una contabilidad suficiente para
conocer el estado patrimonial y giro comercial de la empresa o comerciante individual" (esta Sala, causa
Nº38078 cit.; causa nº43571, 5/02/02 "Joubert, Antonio Raúl s/Concurso Preventivo").

Y si lo dicho resulta sobreabundante cabe, finalmente, traer a colación la opinión autoral de quienes
participaron en el anteproyecto de reformas a la ley concursal. En efecto, y al sindicar un requisito
incorporado por la ley 24522 -el estado detallado del activo y pasivo, en los términos del actual art.11 inc.3
L.C.- señalan que "a través de las nuevas normas vigentes en materia de facturación y registración" esa
exigencia "puede ser igualmente cumplida por quienes no llevan libr os de comercio rubricados" (por caso
comerciantes no matriculados o sociedades irregulares) (Rivera, Julio César-Roitman, Horacio- Vítolo, Daniel
Roque, "Concursos y Quiebras.Ley 24522" pág.29).

Conclusivamente, y con palabras de Rivera -compendiando jurisprudencia nacional- "el comerciante no


matriculado o la sociedad irregular deben acreditar que llevan alguna forma de contabilidad -aún cuando no
sea en libros rubricados- que permita reconstruir la marcha del negocio" (Rivera, Julio César "Instituciones de
Derecho Concursal" T.I, pág.305).

Añado, a mero título ilustrativo, que la situación de autos es diferente a la de otros antecedentes de este
Tribunal en los que la mínima contabilidad existente permitió la reconstrucción comercial y la marcha de la
empresa, como por ejemplo las fotocopias de libros IVA Compras e IVA Ventas (que no es el caso en
examen), el Registro de sueldos en hojas móviles y los comunmente llamados "Estados de Resultados".

"En orden a esa doctrina -la de la mínima contabilidad que permite la reconstrucción comercial y la marcha de
la empresa- se abrió el concurso en causa Nº38078 "Nuevas Perfumerías Soraya.", 5/11/96, sobre la existencia
de los libros IVA Ventas y Compras y Sueldos y más recientemente, 28/11/02 en causa 44818 "Crossa.". En
los presentes se han acompañado los comunmente llamados "Estados de Resultados", (fs.67/68/69);
fotocopias libro IVA Ventas, IVA Compras y Registro de Sueldos en hojas móviles, que corresponde ser
considerado suficiente en consonancia con lo expuesto" (causa Nº45755, 26/8/2003 "Levy Daniel Horacio y
otra. Pequeño Concurso Preventivo")".

La ausencia de libros de comercio y de alguna mínima registración contable, insuficiente o informal del
comerciante no matriculado, conlleva el rechazo de la apertura del concurso preventivo (art.11 inc. 6 L.C.;
esta Sala causas Nº47286, 12/8/2004, "Shemi" cit.y Nº43571, 5/02/02 "Joubert" cit.).

Por ende, no resultando del escrito de inicio, de la pieza recursiva, ni del informe del auditor que detalla el
estado contable la existencia de libros -este último se refiere a documentación respaldatoria auxiliar, a fs.36,
Cap.IV- soy de la opinión que procede confirmar la sentencia de Primera Instancia, con costas a su cargo
(arts.273, 278 L.C. y 68 C.P.C.).

Así lo voto

A la misma cuestión, los Señores Jueces, Dres.De Benedictis y Peralta Reyes votaron en idéntico sentido.

A LA SEGUNDA CUESTION, el Señor Juez Doctor GALDOS, dij

Atento lo acordado al tratar la cuestión anterior, demás fundamentos del acuerdo, citas legales, doctrina y
jurisprudencia referenciada, y lo dispuesto por los arts.266, 267 y concs. del C.P.C.C., corresponde confirmar
la sentencia de Primera Instancia, con costas a su cargo (art.68 C.P.C.C.). Por los trabajos realizados ante este
Tribunal, y atento a lo dispuesto por el art.31 del Decreto/Ley 8.904/77, regúlanse los honorarios de la Dra.
M.F.S., en la suma de pesos . ($ .-) con más el aporte que por ley corresponda.

Así lo voto.

A la misma cuestión, los Señores Jueces, Dres.De Benedicitis y Peralta Reyes votaron en idéntico sentido.

Con lo que terminó el Acuerdo dictándose la siguiente:

SENTENCIA

Azul, 1 de Marzo de 2005

AUTOS Y VISTOS:

CONSIDERANDO:
Por todo lo expuesto, atento lo acordado al tratar las cuestiones anteriores, demás fundamentos del acuerdo,
citas legales, doctrina y jurisprudencia referenciada, y lo dispuesto por los arts.266, 267 y concs. del C.P.C.C.,
CONFÍRMASE la sentencia de Primera Instancia, con costas a su cargo (art.68 C.P.C.C.). Por los trabajos
realizados ante este Tribunal, y atento a lo dispuesto por el art.31 del Decreto/Ley 8.904/77, regúlanse los
honorarios de la Dra. M.F.S., en la suma de pesos . ($.-) con más el aporte que por ley corresponda.
NOTIFÍQUESE por Secretaría y devuélvase.

Fdo.: Dra.Ana María De Benedictis - Presidente - Cámara Civil y Comercial - Sala II - Dr.Víctor Mario
Peralta Reyes - Juez - Cámara Civil y Comercial - Sala II - Dr.Jorge Mario Galdós - Juez - Cámara Civil y
Comercial - Sala II. Ante mí: Dra.María Fabiana Restivo - Secretaria - Cámara Civil y Comercial - Sala II.

MAZDEN S.R.L. S/ CONCURSO PREVENTIVO (PEQUEÑO).


Tribunal: Cámara de Apelaciones en lo Civil y Comercial de San Martín

Sala / Juzgado / Circunscripción / Nominación: II

Partes: Mazden S.R.L. s/ concurso preventivo (pequeño).

Fecha: 14 de octubre de 2003

Colección: Fallos

Cita: MJ-JU-E-12361-AR|EDJ12361|EDJ12361

Voces: CONCURSO PREVENTIVO - PETICIÓN DE CONCURSO PREVENTIVO - REQUISITOS DE LA


PETICIÓN DE CONCURSO - PLAZO DE GRACIA - RECHAZO IN LIMINE

Sumario:
Si bien la solicitante no ha formulado un desarrollo completo de las razones del despeño de su situación
patrimonial, no ha aportado un detalle concreto y preciso de los bienes que integran el activo, no ha
denunciado la desestimación liminar de una presentación anterior, ni ha agregado los estados contables
aprobados, no es menos cierto que, sea por la mitigación de las exigencias contables para obtener la apertura
del concurso que, en forma tácita, emana de la supresión en la ley vigente de los criterios de valoración de la
homologabilidad del acuerdo que contemplaba el art. 61 de la ley 19.551, sea por la necesidad de dejar de
lado soluciones rigoristas que no atienden a la pluralidad de intereses que se entrelazan en la decisión de abrir
o no un concurso, cabe concluir que no corresponde rechazar in limine la presentación en concurso de la
sociedad actora. Por lo cual, dado que esta última solicitó la concesión del plazo del art. 11 in fine de la LCQ
para complementar los requisitos pendientes, resulta razonable otorgar este plazo complementario a cuyo
vencimiento deberá darse cabal cumplimiento a los requisitos formales de los arts. 2°, 3°, 5° y 7° del citado
art. 11. R.C.

Fallo:
En Gral. San Martín, a los 14 días del mes de octubre de dos mil tres, reunidos en acuerdo Ordinario los
señores jueces de la Cámara de Apelación en lo Civil y Comercial del Departamento Judicial de Gral. San
Martín, sala II, con la presencia de la señora secretaria actuante, se trajo a despacho para dictar sentencia la
causa nº 53.850, caratulada "Mazden S.R.L. s/concurso preventivo (pequeño)". De conformidad con lo
establecido por los arts. 168 de la Constitución Provincial y 266 del cód. procesal, se resolvió plantear y votar
la siguiente cuestión: ¿Es ajustada a derecho la resolución apelada?

A la cuestión propuesta, el doctor Occhiuzzi dijo:

I. La resolución de fs. 226/228, que rechazó in limine la presentación en concurso de la sociedad solicitante,
es apelada por ésta a fs. 229, quien a fs. 231/236 expreso sus agravios.
II. La agraviada, en primer lugar, hace hincapié en que sus domicilios, social y fiscal, se emplazan en esta
jurisdicción, elemento que confiere a los jueces de este departamento competencia para entender en su
concursamiento.

Asimismo, contrariamente a lo argumentado en la sentencia, considera adecuadas y suficientes sus


explicaciones acerca de las razones que la condujeron al estado de cesación de pagos. Repara en que la ley no
exige la agregación de certificados dominiales de los inmuebles que integran su patrimonio, ni tampoco la
certificación contable del estado detallado y valorado del activo y pasivo, teniendo en cuenta que el presente
es un pequeño concurso.

Por otro lado, aclara que la no adjunción del balance del año 2002 se debe a que, a la fecha de presentación,
no se hallaba vencido el plazo de 4 meses que, desde el cierre de ejercicio, tiene la sociedad para que la
gerencia convoque a los socios para el tratamiento y aprobación de sus estados contables.Asimismo, pone de
relieve el cumplimiento de la nómina de acreedores y de juicios en su contra, al par que considera que era
innecesaria la denuncia del concurso anterior presentado ante el Juzgado Nº 10 departamental, habida cuenta
que el fue desestimado y que su parte no se halla, por tanto, en el período de inhibición del art. 59 de la ley
24.522 [EDLA, 1995-B-896].

Por último, aduce que frente a cualquier omisión de su parte en la presentación inicial, correspondía que se
ordenara el cumplimiento de los recaudos pendientes en el plazo del art. 11 in fine de la citada ley, al resultar
de un excesivo rigor formal su directo rechazo. Pide que, en su caso, se ordene la concesión de ese plazo de
gracia.

III. Anticipo que el recurso debe prosperar sólo parcialmente.

a) En primer lugar, según surge de las constancias del contrato social y de su respectiva reconducción (fs. 6/8
y fs. 11), el domicilio inscripto a la fecha de presentación en concurso se emplaza en el partido de General
San Martín, siendo ése el elemento localizador de la competencia territorial cuando, como en el caso, el
presentante es una persona de existencia ideal regularmente constituida (doct. art. 3º, inc. 3°, ley 24.522 [ED,
42-943 y EDLA, 1984-161]).

No obstante ello, las observaciones que la apelante ha formulado en ese aspecto resultan abstractas, pues si
bien es cierto que la sentenciante hizo puntual referencia al domicilio en Capital que surge del instrumento de
fs. 41, es evidente que la decisión sobre la admisibilidad de la presentación supone, no obstante esa
observación, una tácita admisión de su competencia para entender en el pleito en los términos del art. 3º
recién citado.b) En cuanto al requisito de explicación de las causas que condujeron al solicitante al estado de
cesación de pagos, el cumplimiento adecuado de esa carga requiere de la formulación de un desarrollo
completo, preciso y circunstanciado de las razones, tanto endógenas como exógenas, del despeño de su
situación patrimonial.

El relato que sobre ese punto hiciera el agraviado es manifiestamente insuficiente, pues cierto es -como
señalara atinadamente la señora juez a quo- que de sus términos no se llega a inferir siquiera la concreta
actividad en la que la sociedad insume el giro de su negocio, ni tampoco el modo circunstanciado en que éste
se ha venido desarrollando hasta el presente.

Ninguna mención hay en la explicación de la presentante sobre relaciones jurídicas precisas que han
comportado un importante factor causal de la situación de impotencia patrimonial a la época en que ésta
quedó manifestada. En la presentación introductoria, se dijo que el estado de cesación de pagos tuvo su
exteriorización en setiembre de 2000 en virtud de la imposibilidad de cancelar obligaciones pendientes, sin
que siquiera se haya definido de qué deudas se trataba.

Existe, pues, un déficit en lo que concierne al cumplimiento del recaudo del art. 11, inc. 2º de la ley 24.522,
que es expresión del deber de información a cargo del agraviado.
c) Otro tanto ocurre con relación al estado detallado y valorado al que alude el inc. 3º del citado art. 11. Para
el cumplimiento de ese requisito, es menester el aporte de un detalle concreto y preciso de los bienes que
integran el activo en cuanto a su estado, ubicación, valor y, si los hubiera, derechos que los gravan (conf.
Herédia, R. D. en "Tratado exegético de derecho concursal", t. 1, pág.373, Abaco de Rodolfo Depalma, año
2000).

No basta a ese fin con la adjunción de un cuadro contable con una sintética medición de las partidas del activo
y pasivo, tal como se expone el balance, sino que es menester identificar la composición de cada una de ellas,
con indicación circunstanciada de los demás datos que exige la ley con relación a los bienes y obligaciones
que integran tales rubros.

El informe de fs. 115/116 no cumple con esos requisitos, pues su formulación a través de partidas sintéticas -
sin detalle alguno de su composición- lo asemejan a un balance, sin que la valuación y demás datos requeridos
estén expresados con relación a sus componentes específicos, lo cual denota un apartamiento de las pautas
que la normativa define en cuanto al modo de confeccionarlo.

La cuestión no es menor, dado que este informe representa un punto vital de partida para la reconstrucción
patrimonial y un importante elemento de ponderación para los acreedores a la hora de evaluar la factibilidad
de la propuesta que llegue a formulárseles en el marco del proceso concursal.

d) En otro orden, encuentro atendible la objeción sobre la falta de legalización de la firma del contador
dictaminante, dado que el art. 282 de la ley 24.522 autoriza que, tratándose de pequeños concursos, el detalle
patrimonial aludido no esté abonado por la intervención de ese profesional. Y, precisamente, se advierten
liminarmente configurados en el sublite los recaudos previstos en el art. 288, incs. 1º y 3º, por lo que el
proceso admite su encuadre en el marco del instituto contemplado en ese título de la ley.

También son atinados los reparos que conciernen a la no adjunción de certificados de dominio, valuaciones y
tasaciones, dado que tales exigencias no figuran en el elenco de recaudos formales que exige la ley para
disponer la apertura del proceso concursal, bastando a ese fin el detalle al que alude el art. 11, inc. 3º antes
citado.e) En orden al balance del año 2002, cierto es que la preceptiva societaria se refiere a la necesidad de
que, en el término de cuatro meses desde el cierre del ejercicio, se convoque al órgano de gobierno para el
tratamiento de los estados contables de la sociedad (doct. art. 234, parte 2ª, ley 19.550 [ED, 42-943 y EDLA,
1984-161]).

Por consiguiente, dado que el cierre del ejercicio social está estipulado para el 31 de diciembre de cada año
(cl. 11va del contrato social) y que la presentación en concurso tuvo lugar el 3/4/03 (según cargo de fs. 220),
es evidente que la no agregación a esa data de los estados contables aprobados no es, de por sí, reveladora de
un incumplimiento de una manda legal.

Pero aún suponiendo que sí lo fuere, tal omisión carecería de entidad suficiente para desestimar la
presentación en concurso, teniendo en cuenta la amplitud con que la ley admite el acceso al proceso
preventivo (arts. 5º y 2º, ley 24.522) y la mitigación de las exigencias contables para obtener su apertura que,
en forma tácita, emana de la supresión en la ley vigente de los criterios de valoración de la homologabilidad
del acuerdo que contempla el art. 61 de la ley 19.551 [ED, 42-1029]. Entre ellos, su inc. 6° se refería a "la
regularidad de la contabilidad", pauta ella a cuya ponderación no se supedita en la actualidad, a tenor del art.
52 de la ley 24.522, el otorgamiento de carácter ejecutorio al acuerdo logrado.

En ese contexto, cabe colegir que la no aportación del último balance de ejercicio, aun cuando mediare
infracción a la ley por falta de oportuna aprobación, no sería causal suficiente para el rechazo de la
presentación.

f) En otro orden, la agraviada no hace mención alguna del error incurrido al indicar el juzgado de radicación
de la causa "Famiq c. Mazden S.R.L.s/ejecutivo", que surge palmariamente de los datos que al respecto se
denuncian a fs. 174.
g) Por otro lado, aunque cierto es que el ocultamiento de la consentida desestimación in limine litis de una
anterior presentación en concurso podría a la postre resultar irrelevante en el caso, no devie ne conducente el
modo en que la recurrente relativiza tal omisión de denuncia, aduciendo que frente a la desestimación in
limine de aquella pretensión su parte no se encuentra sujeta al período de inhibición del art. 59 in fine de la
ley 24.522.

En rigor, la carga contemplada en el art. 11, inc. 7º del ordenamiento concursal no solo está relacionada con la
inadmisibilidad de una nueva presentación por el lapso del citado art. 59, sino también con las consecuencias
que prevé, en su párrafo final, su art. 31 que reza: "rechazada, desistida o no ratificada una petición de
concurso preventivo, las que se presenten dentro del año posterior no deben ser admitidas, si existen pedidos
de quiebra pendientes".

Con lo cual, contrariamente a lo que alega la apelante, la denuncia omitida no solo atañe al concurso propio
abierto, sino también a aquél que no ha llegado a serlo, pues la existencia entonces de pedidos de quiebra en
su contra cerraría, por el plazo que la ley define, el acceso del deudor al proceso preventivo.

En consecuencia, la apuntada omisión representa un grave incumplimiento de un requisito formal por el


peticionante en aras de su concursamiento.

h) Por último, la agraviada solicitó en su memoria la concesión del plazo del art. 11 in fine de la ley para
complementar requisitos que pudieren estar pendientes.En lo que respecta al cumplimiento de requisitos
faltantes con posterioridad a la presentación, esta sala ha puesto ya de manifiesto la necesidad de dejar de lado
soluciones rigoristas, haciendo hincapié en la pluralidad de intereses que se entrelazan en la decisión de abrir
o no un concurso, que exceden los del propio deudor y se hacen extensivos a sus acreedores (causa nº 44.615,
15/10/98).

Se reparó allí en que la autorización para complementar requisitos faltantes procede en la medida que no se
advierta un intento, por parte del solicitante de su concurso de llenar la mayor parte de los requisitos o una
porción sustancial de ellos fuera de las oportunidades procesales correspondientes. Esa situación no se
vislumbra en autos donde, en lo sustancial, las omisiones atañen a algunos elementos presentados o recaudos
brindados efectivamente, aunque de un modo deficiente.

El otorgamiento del plazo complementario aludido, en definitiva, concierne a las facultades inherentes al juez
en su calidad de director del proceso (arts. 278, ley 24.522; 34, inc. 5º, CPCC), y su ejercicio funcional no
debe perder de vista el fin eminentemente tuitivo de los remedios preventivos que infunde la filosofía misma
de nuestro sistema concursal, cuya conspicua expresión emana, verbigracia, de los arts. 10, 90, 48, 52, inc. 2º
acápite "b", entre otras tantas disposiciones.

En ese contexto, es que encuentro razonable la concesión del plazo de 10 días que postula la agraviada, que
habrá de correr a partir de la notificación en primera instancia de la providencia "por devueltos", debiendo a
su vencimiento darse cabal cumplimiento con los recaudos formales de los incisos 2º, 3º, 5º y 7º del citado art.
11.

Sin perjuicio de lo expuesto, a tenor del art.31 in fine de la ley 24.522, deberá recabarse información sobre la
eventual existencia de pedidos de quiebra contra el peticionante presentados con anterioridad a la primigenia
solicitud de apertura del concurso, al ser ese el alcance con que debe ser entendida la locución "pedidos de
quiebra pendientes" a la que alude la norma (esta sala en causa Nº 48.299 del 15/8/2000; CNCom., en pleno,
22/12/97, "Farmacia Gala S.C.S. s/concurso preventivo", ED, 176-149).

IV. Por todo lo expuesto, postulo revocar la resolución apelada en cuanto rechaza la presentación en concurso
de la apelante, debiendo otorgarse un plazo complementario de 10 días hábiles a partir de la notificación del
auto "por devueltos", a fin de que complemente en debida forma los recaudos del art. 11, incs. 2º, 3º, 5º y 7º
de la ley 24.522.

Sin perjuicio de ello, previo a la eventual sentencia que deba expedirse sobre la apertura del proceso, deberá
recabarse de los registros de juicios universales de la Nación y de esta Provincia, información sobre la
eventual existencia de pedidos de quiebra formulados contra la recurrente con anterioridad a su primigenia
presentación en concurso.

En consecuencia, corresponderá que se dejen sin efecto las regulaciones de honorarios contenidas en la
resolución apelada, dado que mi propuesta de solución las torna prematuras, debiendo las costas de alzada
recaer por su orden, en atención a la falta de sustanciación (arts. 278, ley 24.522; 68, párr. 2º, CPCC). La
regulación de honorarios profesionales habrá de diferirse para la etapa procesal oportuna (arts 265 y sigs., ley
cit.).

Voto por la negativa.

Los señores jueces Scarpati y Mares, por iguales fundamentos, adhirieron al voto precedente.

Por los fundamentos expuestos en el acuerdo que antecede, se resuelve:1º Revocar la resolución apelada en
cuanto rechaza la presentación en concurso de la apelante, debiendo otorgarse un plazo complementario de 10
días hábiles a partir de la notificación del auto "por devueltos", a fin de que complemente en debida forma los
recaudos del art. 11, incs. 2°, 3°, 5° y 7° de la ley 24.522. 2º Disponer que previo a la eventual sentencia que
deba expedirse sobre la apertura del proceso, deberá recabarse de los registros de juicios universales de la
Nación y de esta Provincia, información sobre la eventual existencia de pedidos de quiebra formulados contra
la recurrente con anterioridad a su primigenia presentación en concurso. 3º Dejar sin efecto las regulaciones
de honorarios contenidas en la resolución apelada. 4º Imponer las costas de alzada por su orden. 5º Diferir la
regulación de honorarios profesionales para la etapa procesal oportuna. Regístrese. Devuélvase. - Ricardo A.
Occhiuzzi. - María C. Scarpati. - Horacio A. Mares.

COMPAÑÍA GANDERA S.A. S/ CONCURSO PREVENTIVO


Tribunal: Cámara Nacional de Apelaciones en lo Comercial

Sala / Juzgado / Circunscripción / Nominación: A

Partes: Compañía Gandera S.A. s/ concurso preventivo

Fecha: 17 de abril de 2012

Colección: Fallos

Cita: MJ-JU-M-73701-AR|MJJ73701|MJJ73701

Voces: CONCURSOS - PETICIÓN DE CONCURSO PREVENTIVO - REQUISITOS DE LA PETICIÓN


DE CONCURSO - ESTADO DE CESACIÓN DE PAGOS

Las exigencias impuestas por la ley al insolvente que pretende lograr el remedio concursal preventivo deben
ser debidamente cumplimentadas, más no pueden verse agravadas por un excesivo rigorismo formal, incluso,
cabe admitir que el cumplimiento de los recaudos faltantes puedan ser cumplidos en la alzada.

Sumario:
1.-Doctrinariamente se admite que la cesación de pagos es la situación en que se encuentra un patrimonio que
se revela impotente para hacer frente, por medios normales, a las obligaciones que lo gravan.

2.-La impotencia de un patrimonio para dar cumplimiento a sus obligaciones se revela a través de hechos,
cuya prueba ha de sustentarse, generalmente, sobre la base de elementos indiciarios, ya que no es
indispensable y, de hecho, será excepcional la prueba directa, siempre que se den como fundamento
presunciones, aunque sean simples, que si son graves, precisas y concordantes, sirven para formar convicción
sobre el extremo requerido.

3.-La dificultad temporal para cumplir regularmente las obligaciones y la cesación de pagos representan, por
lo general, dos diversos grados de un mismo fenómeno patológico cuyo contenido radica en la imposibilidad
de cumplir en que se encuentra la cesante, precisamente, por carecer de los necesarios medios financieros.

4.-La demostración de la cesación de pagos no es un hecho (incumplimiento) sino un estado del patrimonio y
que puede existir sin negativas de pago o no existir aunque medien una o varias.

5.-De otro lado, debe hacerse distingo entre estado de cesación de pagos e incumplimientos y es por eso que
los hechos reveladores de aquél, deben tender a acreditar que el deudor se halla, económicamente, en la
imposibilidad de hacer frente a sus obligaciones en una forma general de manera de no permitirle afrontar los
compromisos contraídos, ya que cualquier deudor, por sólida que sea su situación económica, puede
encontrarse en determinado momento sin recursos necesarios para afrontar sus vencimientos, e incluso,
voluntariamente, no pagar cierto tipo de deudas.

6.-La cesación de pagos alude pues, a una manifestación durable y definitiva del estado patrimonial de quien
tiene agotados sus medios de recursos.

7.-Las exigencias impuestas por la ley al insolvente que pretende lograr el remedio concursal preventivo
deben ser debidamente cumplimentadas, mas no pueden verse agravadas por un excesivo rigorismo formal, de
tal suerte que la conducta omisiva del solicitante del concurso en su presentación, no ha de ser óbice, en
principio incluso, ante su posterior cumplimiento de los recaudos faltantes, para hacer uso de la facultad
excepcional de admitir que los requisitos omitidos, puedan ser cumplidos en la alzada, ello atendiendo al
principio de economía procesal y con el objeto de evitar de esta forma las consecuencias disvaliosas que
derivarían de una frustración de los fines del instituto o de una probable reiteración de la instancia. N.R.:
Sumarios elaborados por Ricardo A. Nissen.

Fallo:
Buenos Aires, 17 de abril de 2012.

Y VISTOS:

1.) Apeló Compañía Ganadera S.A. la resolución dictada en fs. 459/460 por la que se rechazó la presentación
en concurso preventivo efectuada por su parte.-

El Sr. Juez de Grado ponderó que la peticionante no explicitó concretamente las razones invocadas de su
estado de impotencia patrimonial en tanto habría sido de menester esgrimir y traer algún indicio concreto en
punto a la existencia de tal estado de cesación de pagos, incumpliendo con ello la previsión contenida por el
art. 11, inc.2 LCQ. El juzgador sostuvo, además, que la peticionante no satisfizo lo atinente a la nómina de
empleados - art. 11, inc.8-, ni agregó los legajos de acreedores en la forma incidada por el inc.5 de la citada
normativa.-

Los fundamentos fueron desarrollados en fs. 830/838.-

2.) La recurrente se quejó de lo resuelto en la instancia de grado señalando que desarrolló los motivos que
dieron lugar a su insolvencia. Indicó a fs. 5 que a resultas del accionar de una entidad bancaria que tomó
fondos de su cuenta para "pagarse" una operación que nunca se había conciliado y pese a existir una cuenta
corriente vigente con acuerdo, la empresa quedó sin capital de trabajo. Refirió que existieron indicios
corroborantes de su situación, por ejemplo, el listado de cheques de pago diferido, ya emitidos por su parte -
fs.6- que daría cuenta de su imposibilidad satisfacer obligaciones en forma regular (y sobre los cuales
peticionó una medida cautelar). Otro elemento coadyuvante que refiere, estaría dado por las acciones fiscales,
laborales y comerciales deducidas en su contra, entre la Afip, trabajadores y juicios comerciales
(aproximadamente diecisiete (17) véanse fs. 7/8) determinantes de una merma sustancial en su crédito
comercial durante el período 2.011. Señaló también el resultado negativo que arrojaron los ejercicios
contables de los años 2.010 y 2.011, que denotarían la crisis atravesada por su explotación ganadera.-

Indicó haber detallado a fs.180/185 la nomina del personal con indicación del nombre de cada uno de ellos,
categoría, antigüedad y última remuneración. Respecto a los legajos de acreedores, puntualizó que la
documentación acompañada a fs. 217/447 -anexo G- no sería otra cosa que la nómina de aquéllos, con los
instrumentos respaldatorios de sus acreencias. Afirmó que dichos legajos anejados como Letra G, despejan
cualquier duda sobre los datos de cada acreedor y la composición de su pasivo concursal.-

Por otra parte y, a todo evento, acompañó una nueva nómina de acreedores con saldos consolidados de cada
acreedor en una única planilla conjuntamente con los legajos pertinentes, a fin de satisfacer la pretensión
formal exigida (véanse fs. 505/506 y legajos de fs. 508/826 .-

3.) Recuérdase que doctrinariamente se admite que la cesación de pagos es la situación en que se encuentra un
patrimonio que se revela impotente para hacer frente, por medios normales, a las obligaciones que lo gravan
(Fernández R. "Fundamentos de la quiebra" nº 2119 y siguientes; Yadarola N. "El concepto técnico jurídico
de la cesación de pagos", J.A. 63-81 Sec. Doc. Navarrini: "Tratado de Derecho Comercial", T. VI, nº 2139;
Williams R: "El concurso preventivo", pág.14).

La impotencia de un patrimonio para dar cumplimiento a sus obligaciones se revela a través de hechos, cuya
prueba ha de sustentarse, generalmente, sobre la base de elementos indiciarios, ya que no es indispensable y,
de hecho, será excepcional la prueba directa, siempre que se den como fundamento presunciones, aunque sean
simples, que si son graves, precisas y concordantes, sirven para formar convicción sobre el extremo requerido.

La dificultad temporal para cumplir regularmente las obligaciones y la cesación de pagos representan, por lo
general, dos diversos grados de un mismo fenómeno patológico cuyo contenido radica en la imposibilidad de
cumplir en que se encuentra la cesante, precisamente, por carecer de los necesarios medios financieros.

Cabe recordar que "la demostración de la cesación de pagos no es un hecho (incumplimiento) sino un estado
del patrimonio y que puede existir sin negativas de pago o no existir aunque medien una o varias" (Fernandez
R.: "Fundamentos de la quiebra" nº 477). De otro lado, "debe hacerse distingo entre estado de cesación de
pagos e incumplimientos". Es por eso que los hechos reveladores de aquél, deben tender a acreditar que el
deudor se halla, económicamente, en la imposibilidad de hacer frente a sus obligaciones en una forma general
de manera de no permitirle afrontar los compromisos contraídos", ya que "cualquier deudor, por sólida que
sea su situación económica, puede encontrarse en determinado momento sin recursos necesarios para afrontar
sus vencimientos", e incluso, voluntariamente, no pagar cierto tipo de deudas (cfr. Fernández R.: ob. cit. nº
169)

La cesación de pagos alude pues, "a una manifestación durable y definitiva del estado patrimonial de quien
tiene agotados sus medios de recursos" (cfr. Fernández: ob. cit. pág. 315 a 321 -en especial nota nº 42).

Ello sentado, compulsando los elementos habidos en autos resulta que la deudora detalló en forma concreta
cuáles, aceptablemente, han sido las causas y hechos que lo llevaron al estado de cesación de pagos y al
deterioro de su responsabilidad patriomonial, en especial en lo que hace a sus disponibilidades financieras.En
efecto, de su relato se aprecia que no estaría en condiciones de afrontar regularmente sus obligaciones
contraídas, a resultas de las restricciones a las exportaciones de carnes, la disminución del consumo interno
(cuya reducción asciende a un 40%) y, el problema suscitado con el Banco Supervielle -a mediados del año
2.011-, extremo este último que afectó a la empresa en la captación de créditos - ver fs. 5-. Asimismo, como
prueba de la imposibilidad de hacer frente a obligaciones fiscales enunció las sentencias ejecutivas dictadas en
una serie de procesos que le habría iniciado el ente recaudador (ver fs. 6 y vta).-

También es de recalcar que, en esta instancia, adjuntó documentación, que evidencia su estado de cesación de
pagos: i) nota emitida por el Banco Supervielle del 31.8.11 en donde se asigna a la recurrente la calificación 3
-con problemas- en la Central de Deudores -Com. "A" 4781 del BCRA (ver fs. 489); ii) comunicaciones de
cheques rechazados emitidos por el Banco de la Provincia de Buenos Aires y una por el Banco Supervielle
(fs. 490/494); iii) intimaciones de pago por deudas cursadas por acreedores (ver fs. 495/498). Por última nota
presentada en el marco del procedimiento preventivo de crisis el 18 de marzo de 2.011, ante el Ministerio de
Trabajo (expediente 1-2012-1436522, fs.499/501).-

De modo que, en este cuadro de situación, con el material existente en la causa y el aportado en esta instancia
por la recurrente, cabe sostener que ha dado las razones por las cuales se ha llegado al punto de no poder
satisfacer las obligaciones con medios regulares, a raíz, en principio al menos, de causas tanto endógenas
como exógenas. Así las cosas, enunciadas las causas de su desequilibrio patrimonial, así como los hechos que
exteriorizaron la cesación de pagos, razones de economía procesal imponen que se admita el recurso de que
aquí se trata.-

4.) En cuanto a los legajos de acreedores, surge que, la deudora trajo a fs.217/447, documentación vinculada
con la composición de su activo referida a las obligaciones correspondientes a acreedores que allí se
identifican. Véase que a fs. 214 agrega una planilla en la que señala el saldo de cuentas a pagar por un total de
$ 4.371.587,25 y luego de ello, acompaña las copias sustentatorias de cada deuda con los acreedores allí
individualizados. De modo que, en este marco, no se aprecia incumplimiento del recaudo previsto por el art.
11, inc.5, LCQ. A mayor abundamiento, también, en esta instancia, la recurrente acompaña al inicio de cada
legajo un detalle de los antecedentes de lo debido a cada acreedor (véanse fs.508/822). Por lo que la decisión
de grado en esta materia no se aprecia ajustada a las constancias de la causa.-

Por último, tampoco se aprecia que la apelante hubiera incurrido en infracción alguna con su obligación de
denunciar la nómina del personal a su cargo, basta con ello observar que, a fs. 179, luce la identificación de
sus dependientes y luego en las planillas de fs. 180/185, su remuneración y declaración jurada en materia de
deudas y aportes de seguridad social certificada por contador público.-

En mérito a ello, ha de tenerse por satisfechos estos recaudos a tenor de las constancias indicadas, por lo que
cabe acoger la revisión de la decisión impugnada.En efecto, tiénese dicho que las exigencias impuestas por la
ley al insolvente que pretende lograr el remedio concursal preventivo deben ser debidamente cumplimentadas,
mas no pueden verse agravadas por un excesivo rigorismo formal, de tal suerte que la conducta omisiva del
solicitante del concurso en su presentación, no ha de ser óbice, en principio incluso, ante su posterior
cumplimiento de los recaudos faltantes, para hacer uso de la facultad excepcional de admitir que los requisitos
omitidos, puedan ser cumplidos en la alzada, ello atendiendo al principio de economía procesal y con el
objeto de evitar de esta forma las consecuencias disvaliosas que derivarían de una frustración de los fines del
instituto o de una probable reiteración de la instancia (cfr. esta CNCom., esta Sala A, 07.08.92, "La Scarpa
SAIC s. conc. prev."; íd., 18.04.95, "Gass Nora s. conc. prev"; íd., 12.06.02, "Federación Ciclista Argentina s.
quiebra"; íd., Sala C, 14.10.91, "E. Beutelspacher SRL s. conc. prev."; íd., 09.04.01, "Nindia SA s. conc.
prev."; 16.02.10, "Faro del Sur Trading SA s. conc. prev"; íd., Sala D, 30.06.94, "Zapater Dáz ICSA s. conc.
prev."; íd., Sala E, 23.11.95, "Le Ciel SA s. conc. prev."; íd., Sala F, 17.11.09, "Rodríguez Néstor s. conc.
prev.").-

En este contexto entonces, cabrá admi tir el remedio deducido.-

5.) El doctor Kölliker Frers deja constancia que si bien se ha pronunciado reiteradamente en el sentido de que
el plazo adicional previsto en el art.11 LCQ, in fine, constituye una alternativa de carácter excepcional
contemplada sólo para completar información faltante cuando existen razones verdaderamente fundadas que
hubiesen obstado a su cumplimiento en la instancia adecuada y no para que el peticionario pretenda llenar
durante ella las exigencias mencionadas en la citada disposición legal, perspectiva que a su vez excluye prima
facie la posibilidad de que tales recaudos puedan ser cumplimentados durante el trámite de alzada (esta
CNCom., esta Sala A, 20.11.07, mi voto in re:"De Luca Domingo Mario s. Quiebra s. inc. de elevación a
Cámara"; íd. in re:"Paramiro SA s. concurso preventivo" del 10.04.08; íd. in re: "Vida Total S.R.L s. concurso
preventivo" del 30.12.11), dicho criterio no es aplicable a este caso, donde la recurrente dio cumplimiento a
todos los requisitos formales de su concursamiento en la instancia de grado, más allá de que ello no fuera así
interpretado por el a quo debido a una errónea apreciación acerca de la información que le fuera suministrada
con la presentación concursal.-

6.) Por todo ello, esta Sala RESUELVE:


Hacer lugar al recurso interpuesto y, por ende, revocar el decreto apelado en lo que decide y fue materia de
agravio.-

Devuélvase a primera instancia, encomendándose al Sr. Juez a quo disponer las notificaciones del caso con
copia de la presente resolución. La Señora Juez de Cámara Dra. Isabel Míguez no interviene en la presente
resolución por encontrarse en uso de licencia (art. 109 del Reglamento para la Justicia Nacional). Alfredo
Arturo Kölliker Frers, María Elsa Uzal. Ante mí: Jorge Ariel Cardama. Es copia del original que corre a fs.
842/844 de los autos de la materia.

Jorge Ariel Cardama

Prosecretario de Cámara

VIDA TOTAL SOCIEDAD DE RESPONSABILIDAD LIMITADA S/ CONCURSO PREVENTIVO


Tribunal: Cámara Nacional de Apelaciones en lo Comercial

Sala / Juzgado / Circunscripción / Nominación: A

Partes: Vida Total Sociedad de Responsabilidad Limitada s/ concurso preventivo

Fecha: 30 de diciembre de 2011

Colección: Fallos

Cita: MJ-JU-M-72055-AR|MJJ72055|MJJ72055

Voces: CONCURSOS - PRESENTACIÓN EN CONCURSO PREVENTIVO - PLAZO - PRÓRROGA DEL


PLAZO - INTERPRETACIÓN DE LA LEY - EXCESIVO RIGOR FORMAL

Las exigencias impuestas por la ley al insolvente que pretende lograr el remedio concursal preventivo deben
ser debidamente cumplimentadas, mas no pueden verse agravadas por un excesivo rigorismo formal, por lo
cual la omisión puede ser cumplida en la alzada.

Sumario:
1.-Las exigencias impuestas por la ley al insolvente que pretende lograr el remedio concursal preventivo
deben ser debidamente cumplimentadas, mas no pueden verse agravadas por un excesivo rigorismo formal, de
tal suerte que la conducta omisiva del solicitante del concurso en su presentación, no ha de ser óbice, en
principio y ante su posterior cumplimiento de los recaudos faltantes, para hacer uso de la facultad excepcional
de admitir que los requisitos omitidos, puedan ser cumplidos en la alzada, ello atendiendo al principio de
economía procesal y con el objeto de evitar de esta forma las consecuencias disvaliosas que derivarían de una
frustración de los fines del instituto o de una probable reiteración de la instancia.

2.-El art. 11 LCQ, última parte , establece que cuando se invoque causal debida y válidamente fundada, el
Juez debe conceder un plazo improrrogable de diez (10) días, a partir de la fecha de la presentación, para que
el interesado dé cumplimiento total a las disposiciones del presente artículo y en torno a ello, la jurisprudencia
tiene dicho que el referido plazo no se otorga para salvar olvidos u omisiones, sino para completar recaudos
que fundadamente no se han podido cumplir en oportunidad de la presentación. Es decir, que se trata de una
alternativa reservada para situaciones de excepción, por lo que la urgencia del deudor en la presentación de su
pedido de concurso, no constituye por sí sola un motivo atendible para justificar la omisión de los recaudos
exigidos y acordar la prórroga de que se trata ( del voto en disidencia del Dr. Alfredo Kolliker Frers ).
3.-La amplicación del plazo prevista en la LCQ:11, in fine, es sólo para completar la información allí exigida
y no para que el peticionario pretenda llenar durante ella las exigencias mencionadas en la citada disposición
legal ( del voto en disidencia del Dr. Alfredo Kolliker Frers ).

4.-No corresponde otorgar el plazo suplementario previsto por el art. 11 in fine de la ley 24522 cuando la
pretensa convocataria no solo no cumplió al momento de solicitar su concursamiento con varios de los
requisitos exigidos por el ordenamiento legal, sino que además no invocó ninguna causal debidamente
fundada para explicar porqué no satisfacía en la instancia debida los recaudos legales, ya que, conforme fuera
anticipado, la mera invocación de las razones de urgencia propias de una presentación concursal son
insuficientes a tales fines ( del voto en disidencia del Dr. Alfredo Kolliker Frers ).

5.-Si bien no se desatiende que una interpretación en exceso rigurosa de los requisitos a satisfacer por quien
pretende recurrir a la solución preventiva puede llegar a afectar el principio de conservación de la empresa
como actividad útil para la comunidad, el cual constituye sin duda el eje central en torno al cual gira todo el
instituto del concurso preventivo, desde otro lado, no debe perderse de vista que el cumplimiento de los
recaudos en tiempo y en forma constituye una exigencia del ordenamiento legal que hace a la procedencia y
seriedad del pedido, exigencia que solo excepcionalmente puede ser soslayada cuando se invocan razones
verdaderamente fundadas que así lo autorizen ( del voto en disidencia del Dr. Alfredo Kolliker Frers ). N.R.:
Sumarios elaborados por Ricardo A. Nissen.

Fallo:
Buenos Aires, 30 de Diciembre de 2011.-

Y VISTOS:

1.) Apeló Vida Total SRL en forma subsidiaria la resolución dictada en fs. 121/122 -mantenida en fs.
236/237- por la que se rechazó la presentación en concurso preventivo efectuada por su parte.-

Para mantener esta solución, el Sr. Juez de Grado ponderó que la peticionante no cumplimentó en debida
forma la presentación correspondiente a cada acreedor y su legajo respectivo, ni tampoco informó
adecuadamente el estado de los juicios iniciados en su contra.-

Los fundamentos fueron desarrollados en fs. 234/235.-

2.) Del examen del expediente se desprende que mediante el decreto dictado en fs. 67/68 se otorgó al
recurrente el plazo de diez (10) días a efectos de cumplimentar la totalidad de los requisitos enunciados en el
art. 11 LCQ que el Juzgado advirtió insatisfechos y que allí fueron indicados en forma percisa y detallada.-

La peticionante pretendió tener por cumplidos los recaudos faltantes con las constancias agregadas en fs.
69/119, sin embargo, el Juzgado advirtió que: a) no se había acompañado el legajo correspondiente a cada uno
de los acreedores denunciados, en los cuales constara la documentación sustentatoria de las deudas con
indicación de las causas de las obligaciones y vencimientos, ni tampoco se había hecho referencia a la
existencia de codeudores, fiadores o terceros obligados y/o responsables y los respectivos privilegios; b) de lo
expuesto en autos no era dable inferir el lugar de radicación de los procesos judiciales iniciados en su contra
que fueron denunciados, como así tampoco si en ellos se dictó condena y, en su caso, si aquéllas se
encuentran, o no, cumplidas; c) no se acompañó la documentación respaldatoria relativa a la deuda impositiva
informada por las suma de $ 406.741,51 y $ 71.577; d) nada dijo sobre la existencia, o no, de bienes
registrables inscriptos a su nombre ni sobre la situación relativa al alquiler del inmueble donde realiza su
actividad comercial.En orden a ello, se desestimó el pedido de concursamiento.-

Luego, junto con el recurso de reposición deducido contra esa decisión, la quejosa informó que no es titular
de bienes registrables, que no mantiene deuda alguna en concepto de cánones locativos y agregó copias de las
causas judiciales promovidas en su contra que se encuentran actualmente en trámite. El magistrado de la
anterior instancia desestimó el recurso de reposición con base en que no se había dado acabado cumplimiento
al requerimiento cursado en fs. 67/68, en razón de que: a) no se agregaron los legajos correspondientes a cada
acreedor; b) no se informó adecuadamente el estado de los juicios iniciados en su contra.-
Advierte este Tribunal que una vez elevadas las actuaciones a esta Alzada a efectos de conocer en el recurso
deducido en forma subsidiaria contra esta decisión, la quejosa efectuó la presentación que luce en fs. 243,
dando cuenta de la agregación de los legajos de los acreedores denunciados, conteniendo copia de la
documentación respaldatoria con indicación de la causa de la obligación, vencimiento y, en su caso, la
existencia de fiadores y los respectivos privilegios. A su vez, informó que de los cuatro juicios laborales en
trámite, sólo el caratulado "Méndez Mónica Liliana c. Vida Total SRL" cuenta a la fecha con sentencia
firme.-

En mérito a ello, ha de tenerse por satisfechos estos recaudos a tenor de las constancias indicadas, por lo que
cabe acoger la revisión de la decisión impugnada.En efecto, tiénese dicho que las exigencias impuestas por la
ley al insolvente que pretende lograr el remedio concursal preventivo deben ser debidamente cumplimentadas,
mas no pueden verse agravadas por un excesivo rigorismo formal, de tal suerte que la conducta omisiva del
solicitante del concurso en su presentación, no ha de ser óbice, en principio y ante su posterior cumplimiento
de los recaudos faltantes, para hacer uso de la facultad excepcional de admitir que los requisitos omitidos,
puedan ser cumplidos en la alzada, ello atendiendo al principio de economía procesal y con el objeto de evitar
de esta forma las consecuencias disvaliosas que derivarían de una frustración de los fines del instituto o de
una probable reiteración de la instancia (cfr. esta CNCom., esta Sala A, 07.08.92, "La Scarpa SAIC s. conc.
prev."; íd., 18.04.95, "Gass Nora s. conc. prev"; íd., 12.06.02, "Federación Ciclista Argentina s. quiebra"; íd.,
Sala C, 14.10.91, "E. Beutelspacher SRL s. conc. prev."; íd., 09.04.01, "Nindia SA s. conc. prev."; 16.02.10,
"Faro del Sur Trading SA s. conc. prev"; íd., Sala D, 30.06.94, "Zapater Dáz ICSA s. conc. prev."; íd., Sala E,
23.11.95, "Le Ciel SA s. conc. prev."; íd., Sala F, 17.11.09, "Rodríguez Néstor s. conc. prev.").-

En este contexto entonces, cabrá admitir el remedio deducido.-

3.) Por todo ello, esta Sala RESUELVE:

Hacer lugar al recurso interpuesto y, por ende, revocar el decreto apelado en lo que decide y fue materia de
agravio.-

Devuélvase a primera instancia, encomendándose al Sr. Juez a quo disponer las notificaciones del caso con
copia de la presente resolución. María Elsa Uzal, Isabel Míguez, Alfredo Arturo Kölliker Frers (en
disidencia). Ante mí: Valeria C. Pereyra. Es copia del original que corre a fs. de los autos de la materia.

Valeria C. Pereyra

Prosecretaria de Cámara

DISIDENCIA:

Y VISTOS:

1.) Apeló Vida Total SRL en forma subsidiaria la resolución dictada en fs. 121/122 -mantenida en fs.236/237-
por la que se rechazó la presentación en concurso preventivo efectuada por su parte.-

Para mantener esta solución, el Sr. Juez de Grado ponderó que la peticionante no cumplimentó en debida
forma la presentación correspondiente a cada acreedor y su legajo respectivo, ni tampoco informó
adecuadamente el estado de los juicios iniciados en su contra.-

Los fundamentos fueron desarrollados en fs. 234/235.-

2.) Del examen del expediente se desprende que mediante el decreto dictado en fs. 67/68 se otorgó al
recurrente el plazo de diez (10) días a efectos de cumplimentar la totalidad de los requisitos enunciados en el
art. 11 LCQ que el Juzgado advirtió insatisfechos y que allí fueron indicados en forma percisa y detallada.-
La peticionante pretendió tener por cumplidos los recaudos faltantes con las constancias agregadas en fs.
69/119, sin embargo, el Juzgado advirtió que: a) no se había acompañado el legajo correspondiente a cada uno
de los acreedores denunciados, en los cuales constara la documentación sustentatoria de las deudas con
indicación de las causas de las obligaciones y vencimientos, ni tampoco se había hecho referencia a la
existencia de codeudores, fiadores o terceros obligados y/o responsables y los respectivos privilegios; b) de lo
expuesto en autos no era dable inferir el lugar de radicación de los procesos judiciales iniciados en su contra
que fueron denunciados, como así tampoco si en ellos se dictó condena y, en su caso, si aquéllas se
encuentran, o no, cumplidas; c) no se acompañó la documentación respaldatoria relativa a la deuda impositiva
informada por las suma de $ 406.741,51 y $ 71.577; d) nada dijo sobre la existencia, o no, de bienes
registrables inscriptos a su nombre ni sobre la situación relativa al alquiler del inmueble donde realiza su
actividad comercial.En orden a ello, se desestimó el pedido de concursamiento.-

Luego, junto con el recurso de reposición deducido contra esa decisión, la quejosa informó que no es titular
de bienes registrables, que no mantiene deuda alguna en concepto de cánones locativos y agregó copias de las
causas judiciales promovidas en su contra que se encuentran actualmente en trámite. El magistrado de la
anterior instancia desestimó el recurso de reposición con base en que no se había dado acabado cumplimiento
al requerimiento cursado en fs. 67/68, en razón de que: a) no se agregaron los legajos correspondientes a cada
acreedor; b) no se informó adecuadamente el estado de los juicios iniciados en su contra.-

Advierte este Tribunal que una vez elevadas las actuaciones a esta Alzada a efectos de conocer en el recurso
deducido en forma subsidiaria contra esta decisión, la quejosa efectuó la presentación que luce en fs. 243,
dando cuenta de la agregación de los legajos de los acreedores denunciados, conteniendo copia de la
documentación respaldatoria con indicación de la causa de la obligación, vencimiento y, en su caso, la
existencia de fiadores y los respectivos privilegios. A su vez, informó que de los cuatro juicios laborales en
trámite, sólo el caratulado "Méndez Mónica Liliana c. Vida Total SRL" cuenta a la fecha con sentencia
firme.-

3.) Así planteado el thema decidendum ha de puntualizarse que el art. 11 LCQ, última parte, establece que
"cuando se invoque causal debida y válidamente fundada, el Juez debe conceder un plazo improrrogable de
diez (10) días, a partir de la fecha de la presentación, para que el interesado dé cumplimiento total a las
disposiciones del presente artículo".-

Sobre el particular, ya se ha pronunciado esta Sala en el sentido de que dicho plazo no se otorga para salvar
olvidos u omisiones, sino para completar recaudos que fundadamente no se han podido cumplir en
oportunidad de la presentación.Es decir, que se trata de una alternativa reservada para situaciones de
excepción, por lo que la urgencia del deudor en la presentación de su pedido de concurso, no constituye por sí
sola un motivo atendible para justificar la omisión de los recaudos exigidos y acordar la prórroga de que se
trata, ya que la amplicación prevista en la LCQ:11, in fine, es sólo para completar la información allí exigida
y no para que el peticionario pretenda llenar durante ella las exigencias mencionadas en la citada disposición
legal (esta CNCom., esta Sala, 06.06.90, "Baratella Enzo Carlos Antonio s. Concurso Preventivo"; íd.
20.11.07, "De Luca Domingo Mario s. Quiebra s. inc. de elevación a Cámara"; íd., 10.04.08, "Paramiro SA s.
concurso preventivo").-

4.) Ello sentad o, ha de señalarse que, efectivamente, la recurrente omitió, en la presentación inicial, dar
cumplimiento a todos los recaudos exigidos por la LCQ y tampoco satisfizo esa obligación en las
presentaciones posteriores. En ninguna de las oportunidades en que la peticionante fue agregando las
constancias que le fueron requeridas, tampoco explicitó las razones que motivaron el incumplimiento a
efectos de dotar de seriedad a su pretensión, limitándose a solicitar "atento la urgencia de esta presentación",
que se le otorgara un plazo de 10 días hábiles para acompañar los elementos faltantes (fs. 6vta.).-

En otras palabras, la pretensa convocataria no solo no cumplió al momento de solicitar su concursamiento con
varios de los requisitos exigidos por el ordenamiento legal, sino que además no invocó ninguna causal
debidamente fundada para explicar porqué no satisfacía en la instancia debida los recaudos legales, ya que,
conforme fuera anticipado, la mera invocación de las razones de urgencia propias de una presentación
concursal son insuficientes a tales fines.-
5.) No se soslaya -por supuesto- que luego de la elevación de la causa a esta Alzada se adjuntaron nuevas
constancias pretendiéndose así cumplimentar la totalidad de los requisitos legalmente exigidos.Tampoco se
ignora que la jurisprudencia ha admitido la posibilidad de completar los requisitos formales del concurso
preventivo ante la Alzada (esta CNCom., Sala B, 26.11.79, "Yester SA y Ridel SA s. Concurso "; íd.
21.09.87, "Mil Gemas Sa s. Concurso"; íd., Sala D, 30.06.94, "Zapater Díaz ICSA s. Concurso"; íd. Sala C,
09.04.01, "Nindia SA s. Concurso Preventivo"; íd. 19.09.80, "Cattaneo y Cía SA s. Concurso Preventivo"; íd.,
04.03.87, "Capelluto Hnos. y Cía. s. Concurso Preventivo").-

Sin embargo, tampoco se invocó en esta oportunidad una causa debida y válidamente fundada que torne
procedente el otorgamiento de un nuevo plazo adicional al que de hecho ya se otorgó a fin de satisfacer los
recaudos indicados, tal como lo exige el art. 10 antes aludido.-

Por ende, visto el incumplimiento referido, y que si bien se encuentra contemplada legalmente la posibilidad
de conceder un plazo para completar los requisitos faltantes, con la necesaria petición justificada para su
concesión, nada de lo cual tuvo lugar en el sub lite, no puede sino estarse por la desestimación del recurso.-

Es que si bien no se desatiende que una interpretación en exceso rigurosa de los requisitos a satisfacer por
quien pretende recurrir a la solución preventiva puede llegar a afectar el principio de "conservación de la
empresa" como actividad útil para la comunidad, el cual constituye sin duda el eje central en torno al cual gira
todo el instituto del concurso preventivo, desde otro lado, no debe perderse de vista que el cumplimiento de
los recaudos en tiempo y en forma constituye una exigencia del ordenamiento legal que hace a la procedencia
y seriedad del pedido, exigencia que solo excepcionalmente puede ser soslayada cuando se invocan razones
verdaderamente fundadas que así lo autorizen y que en la especie no han sido siquiera aducidas-

6.) Por todo ello, esta Sala RESUELVE:

Desestimar el recurso incoado y, por ende, confirmar el decreto apelado en lo que ha sido materia de agravio.-

Devuélvase a primera instancia, encomendándose al Sr. Juez a quo disponer las notificaciones del caso con
copia de la presente resolución. Alfredo Arturo Kölliker Frers. Ante mí: Valeria C. Pereyra. Es copia del
original que corre a fs. de los autos de la materia.

Valeria C. Pereyra

Prosecretaria de Cámara

BERTOLIO MARICEL VANINA S/ CONCURSO PREVENTIVO


Tribunal: Cámara de Apelaciones en lo Civil y Comercial de Rosario

Sala / Juzgado / Circunscripción / Nominación: I

Partes: Bertolio Maricel Vanina s/ concurso preventivo

Fecha: 14 de abril de 2021

Colección: Fallos

Cita: MJ-JU-M-132982-AR|MJJ132982|MJJ132982

Voces: CONCURSOS Y QUIEBRAS - CONCURSO PREVENTIVO - PETICIÓN DE CONCURSO


PREVENTIVO - APERTURA DEL CONCURSO

La apertura del concurso preventivo no procede ante la existencia de inconsistencias en la declaración del
pasivo, como es la omisión de un crédito cuyo monto supera el veinte por ciento del total del pasivo.
Sumario:
1.-Cabe rechazar la solicitud de apertura del concurso preventivo por incumplimiento de los recaudos
formales de presentación dada la existencia de inconsistencias en la declaración del pasivo, porque no solo no
fue declarado uno de los mayores créditos que la concursada adeudaba para la fecha de la presentación
(préstamo tomado con un banco apenas unos días antes de la solicitud de formación del concurso) sino que la
explicación dada al respecto no resiste el más mínimo análisis, en tanto se sostuvo que la deuda no es
relevante en el total del pasivo, cuando resulta superior al 20% del total del pasivo declarado y es, por lejos, la
de mayor envergadura luego de otra declarada.

2.-El rechazo de la apertura de un concurso preventivo por incumplimiento de los requisitos del art. 11 de la
Ley de Concursos y Quiebras no implica un ritualismo ni extralimitación en la actividad jurisdiccional sino la
exigencia del cumplimiento del texto expreso de la Ley y no se trata de una cuestión secundaria o menor, sino
relevante, sin que se haya afectado ningún principio concursal, siendo que, por el contrario, sería arbitrario un
pronunciamiento que prescindiera del texto normativo que rige el caso, más aún cuando el peticionante no ha
cuestionado la constitucionalidad del referido dispositivo legal.

Fallo:
En la ciudad de Rosario, a los 14 días del mes de abril de dos mil veintiuno, se reunieron en Acuerdo los
señores miembros de la Sala Primera de la Cámara de Apelación en lo Civil y Comercial de la ciudad de
Rosario, doctores Juan Pablo Cifré, Iván Daniel Kvasina y Ariel Carlos Ariza, para dictar sentencia en los
autos caratulados "BERTOLIO, Maricel Vanina sobre Concurso Preventivo" (Expte. N° 91/2020, CUIJ N°
21-02921326-4), venidos para resolver el recurso de apelación deducido por la actora contra la resolución
número 244 de fecha 12 de marzo de 2020 dictada por el Juez de Primera Instancia de Distrito en lo Civil y
Comercial de la 8° Nominación de Rosario.

Realizado el estudio de la causa, se resolvió plantear las siguientes cuestiones:

Primera: ¿Es justa la sentencia recurrida?

Segunda: ¿Qué pronunciamiento corresponde dictar?

Sobre la primera cuestión, el señor vocal doctor Cifré dijo:

1.- Antecedentes:

Mediante resolución número 244 de fecha 12 de marzo de 2020, el Juez de primera instancia rechazó la
solicitud de apertura del concurso preventivo de Maricel Vanina Bertolio (fs. 129/147). Contra este decisorio
interpuso la actora recurso de reposición y subsidiaria apelación a foja 148, siendo declarado inadmisible el
primero y concedida la segunda en relación y con efecto suspensivo, a foja 149.

Elevados los autos y radicados en esta Sala, la apelante expresó sus agravios a fojas 161/167, quedando los
autos en estado de dictar resolución.

2.- Análisis del recurso:

2.1.- La sentencia fundó el rechazo de la solicitud de apertura de concurso preventivo en tres órdenes de
razones: a) inexistencia de cesación de pagos (punto 1 de los considerandos, fs. 131/140); b) abuso del
proceso concursal (punto 2, fs. 140/141 vta.); y, c) incumplimientos de los requisitos del art. 11 de la LCQ
(fs.141 vta./147).

2.1.1.- Con relación a la "inexistencia de cesación de pagos" afirmó el Juez interviniente que la pretensa
concursada percibió sus haberes del mes de abril sin registrar descuentos directos ni embargos, y que no
indicó si tenía ingresos de otras actividades o si ejercía oficio o profesión. El magistrado detalló el activo
comprometido e hizo hincapié en que la solicitante afirmó poseer "ahorros de origen sucesorio" pero que no
identificó el monto y ubicación de los mismos. Agregó que, además de los acreedores detallados, la recurrente
también contrajo una deuda con el Banco Municipal que no fue declarada y que se encuentraba en "situación
1" ante la Central de Deudores del B.C.R.A. 1. A partir de estos datos concluyó el Juez interviniente que se ha
proclamado la "cesación de pagos" sin una explicación clara y profunda acerca de su real existencia, siendo
que lo que encontraríamos sería una "palmaria y deliberada intención de no pagar a un acreedor determinado",
trayéndose a colación pronunciamientos judiciales que descartan que la confesión pueda configurarse en la
única prueba del estado de cesación de pagos.

Sobre este punto el recurrente señala que el hecho de que no se haya embargado el sueldo, no implica que no
exista compromiso patrimonial y que, además, la peticionante ha sido despedida; que el detalle de los bienes
del activo carece de trascendencia en la decisión de la causa pues, según el razonamiento del sentenciante, se
debería proceder a "vender apuradamente un inmueble" y sufrir un importante perjuicio patrimonial cuando lo
que se pretende es, por el contrario, reestructurar las deudas; que el hecho de que no tenga deudas bancarias
registradas "no implica que no exista una deuda de USD 35.000, con más intereses, que no puede afrontar".
En el recurso también se efectúan diversas consideraciones sobre los gastos familiares comprometidos y las
causas que, según se indica, habrían generado la actual situación, principalmente con referencia a la baja en
losvalores de los activos financieros (bonos) adquiridos y que oficiaban de garantía de la caución tomada. En
definitiva, concluye el recurrente que más allá de los bienes que componen el activo, lo cierto es que carece
de fondos líquidos para abonar la deuda consignada.

2.1.2.- Con relación al "abuso del proceso concursal", se indicó en la resolución que esta situación se verifica
de momento en que "dos días antes" de la presentación concursal la peticionante contrajo una deuda con el
Banco Municipal de Rosario por medio millón de pesos, lo que implicaría -según el magistrado interviniente-
un "típico caso de abuso" dejándose entrever la intención de no abonar dicha deuda, amparándose en el
régimen concursal.

El recurrente al respecto indicó que el "abuso del derecho" es de aplicación excepcional; que la deuda
asumida para con el Banco Municipal no es relevante en el total del pasivo ni es la que provoca la
insolvencia; y que dicho crédito fue asumido para "tener un pequeño financiamiento para atender gastos
alimentarios". Agrega la peticionante que las declaraciones contenidas en la solicitud del crédito tampoco son
relevantes al resultar cláusulas predispuestas que "no lee nadie" .

2.1.3.- Finalmente, con relación a los incumplimientos de los requisitos del art. 11 de la LCQ, se estimó en la
decisión cuestionada que la presentación no ha cumplido con la exposición del detalle completo del activo y
del pasivo. En cuanto al activo, afirmó el Juez interviniente que la solicitante manifestó poseer "ahorros de
origen sucesorio" pero que los mismos no fueron detallados ni valorados, así como tampoco precisó en qué
consistían los "giros" que recibía de su padre. Respecto del pasivo se señalaron ciertas inconsistencias en los
montos de las deudas denunciadas.También en este tramo de la sentencia se reprochó a la pretensa concursada
no haber declarado la actividad económica desarrollada que, conforme los registros de la AFIP, consistiría en
"servicios inmobiliarios realizados por cuenta propia, con bienes rurales o arrendados". Por último, se tuvo en
cuenta que la presentante omitió exhibir libros o documentación de respaldo que permitieran formar una idea
de su situación patrimonial y financiera, punto en cual, sin perjuicio de diferenciar la obligatoriedad de llevar
"libros de comercios" de la necesidad de acompañar alguna "mínima registración contable". Se imputó a la
recurrente que, además de ocultar la actividad antes señalada, ningún elemento inherente a la misma
acompañó, en particular los "recibos" expedidos por tal concepto a fin de permitir reconstruir su economía y
la marcha de sus negocios.

Critica el recurrente este tramo de la sentencia, en el entendimiento de que la documentación aportada es


suficiente y que el análisis más profundo debería ser llevado a cabo por el Síndico, no correspondiendo a esta
etapa. Agrega que el dictamen contable no es exigible y que se ha cumplido con la elaboración de los legajos.
Indica que no hay inconsistencias ni contradicciones, y que las observaciones del juez fueron contestadas
rápidamente y que "no existe ninguna actividad económica paralela" sino que se trata de "giros que le remite
el padre".

2.2.- Tal cual se advertirá, en algunos puntos del decisorio recurrido se entremezclan argumentos que refieren
al presupuesto de la apertura del proceso concursal -la cesación de pagos- con otros que hacen al
cumplimiento de los requisitos formales de la solicitud.Si bien no puede perderse de vista la vinculación entre
ambas cuestiones que en algún caso presenta el razonamiento, se estima que corresponde primeramente
aclarar el punto.

Esta Sala ha sostenido recientemente (por mayoría) que en materia de quiebra de personas físicas-
consumidores, no sería posible vedar la apertura del procedimiento argumentando que el recurso al proceso
universal resulta a priori abusivo o que resulta contrarío a la finalidad de la quiebra, al no contarse con bienes
susceptibles de liquidación (más allá del salario). Sin embargo, en contrapartida se mantuvo un criterio
estricto con relación al efecto de la confección del peticionante, así como del cumplimiento de los recaudos
previstos en el art. 11 de la LCQ.

En definitiva, se concluyó que, en casos como los analizados, no basta la confesión del requirente para tener
por configurada la cesación de pagos como presupuesto de apertura del procedimiento universal sino que, por
el contrario, dicho extremo debe ser debidamente acreditado (art. 78 LCQ) y sus causas deben ser
suficientemente explicadas (art. 11 inc. 2 LCQ), detalladas (art. 11 inc. 3 y 5) y acreditadas (art. 11 inc. 4 y 5),
en orden a habilitar la tramitación del procedimiento universal (Acuerdo Nro. 361/2020, "Domínguez";
Acuerdo Nro. 362/2020, "Villarruel"; Acuerdo Nro. 363/2020, "Mamana").

Dicho criterio, sentado con relación al alcance que cabe otorgar a la confesión del requirente para tener por
configurada la cesación de pagos en materia de quiebra, podría resultar trasladable (tal vez con algunos
matices) al concurso preventivo pero siempre que se verifique la existencia de circunstancias análogas
relevantes. Entonces, se sostuvo que ".urge también dejar en claro que las pretensiones como las que nos
ocupa no pueden recibir el mismo tratamiento, en cuanto a su admisión, que las que originariamente fueran
tenidas en vista para construir los criterios doctrinarios o jurisprudenciales -en ocasiones- empleados. Formó
parte del debate tradicional el efecto que cabía otorgar al reconocimiento del deudor como hecho revelador
(art.79 LCQ), sosteniéndose, por parte de la doctrina, que ´la presentación en quiebra del deudor, en la cual
debe necesariamente reconocer la imposibilidad en que se encuentra de hacer frente a sus obligaciones (pues
de lo contrario no se concebiría) constituye el hecho revelador más categórico´ (FERNÁNDEZ, Raymundo
L., citado por HEREDIA, Pablo, en Tratado Exegético de derecho concursal, Ábaco, Bs. As., 2001, T 3, pág.
127. En sentido semejante GARCÍA MARTÍNEZ, F. El concordato y la quiebra, Depalma, Bs. As. 1964, Vol.
II. pág. 79; QUINTANA FERREYRA, F., Concursos, ed. Astrea, B s. As., 1986, T. 2 ps. 141/2, entre otros);
o, por la jurisprudencia, que ´(S)i media confesión del estado de cesación de pagos y no existe duda acerca
que el deudor resulta sujeto susceptible de ser declarado en quiebra, ni controversia sobre la competencia del
juez de grado o de la personería invocada, el juez debe decretar la quiebra´ (CNCom., Sala E, "Fonrouge
Ingeniería S.A.", La Ley, Suplemento CyQ, 9/9/02). A la par, también se presentaron voces que se
manifestaron en sentido contrario, esto es, que ´podrá el juez rechazar el pedido de propia quiebra del art. 86
LCQ, cuando considere -aún a pesar de la confesión del deudor- que no se advierte el presupuesto objetivo del
estado de cesación de pagos. En idéntico sentido, advierte Maffía que si la insolvencia es un presupuesto
objetivo, no basta entonces con la mera confesión del propio deudor, ya que entonces tornaríase un
presupuesto subjetivo. Recordamos que la confesión judicial o extrajudicial, según el art. 79 LCQ, constituye
un hecho revelador de la cesación de pagos del propio deudor, pero en modo alguno exime al juez de
ponderar la real existencia de dicho estado´ (CÁMARA, Héctor, El Concurso preventivo y la quiebra, Lexis
Nexis, Bs. As., 2006, T III, pág. 261. En el mismo sentido: FASSI S.C.- GEBHARDT M., Concursos, Astrea,
Bs.As., 2004, pág., 287/88). De este modo, y partiendo de la base que ´la mera presentación no obliga al juez
a declarar automáticamente la quiebra, pues sólo constituye un elemento más de juicio sujeto a la libre
apreciación del magistrado´ (HEREDIA, op. cit., pág. 443), coincidimos con estas últimas posturas y,
principalmente, entendemos que, así como hasta hace algunos años el debate podía calificarse como
´absolutamente teórico -más aún, de probeta´ (RIVERA, Julio César, Instituciones. op. cit., T II, pág. 34), la
cuestión presenta actualmente una trascendental importancia en supuestos como los que venimos analizando,
pues, como con claridad se expusiese, en gran medida el efecto ´automático´ dado a la propia solicitud
encontraba su explicación en que ´nadie en su sano juicio pide su quiebra sin estar en cesación de pagos´
(ibídem), dato que -claro está- aquí no se verifica. Y es que, siempre que se coincide con que existe
´confesión´ cuando el hecho reconocido resulta ´desfavorable´ para el declarante (v., con cita de
CARNELUTTI, ROSENBERG, EISNER, GUASP, entre otros, DEVIS ECHANDÍA, Hernando, Teoría
General de la Prueba Judicial, Zavalía, Bs. As., 1988, T I, pág. 583), es claro entender que los perfiles
tradicionales de la insolvencia llevaban a dar una máxima eficacia probatoria al reconocimiento del estado de
cesión de pagos. Ahora, siendo que en supuestos como el que nos convoca, la declaración de quiebra
constituye un mecanismo que puede servir a los intereses del peticionante, debemos concluir que, el valor
probatorio que cabe dar a la confesión resulta, en el mejor de los casos, apenas indiciario y, por lo tanto, aquél
deberá extremar los medios para acreditar la concurrencia del fundamental presupuesto objetivo" (del voto del
suscripto en "Domínguez").

Justamente un criterio similar al expuesto por esta Sala -en materia de quiebra- puede verificarse -en materia
de concursos- en el precedente de la Sala Segunda, parcialmente transcripto en la resolución recurrida (v.
fs.137/140), de momento que en dicho supuesto el activo, según se desprende del pronunciamiento, se
encontraba limitado al "sueldo que percibe como enfermera" la solicitante.

Ahora bien, analizando las constancias de la presente causa y si nos atenemos a la existencia de bienes en el
activo, cuyo valor resulta prima facie muy superior al pasivo involucrado, debemos concluir que las
circunstancias tenidas en vista en los precedentes señalados aquí no se constatan.

Y es que a partir del dato señalado, que resulta relevante a la hora verificar la configuración o no del
presupuesto en trato, no concuerdo con el criterio del Juez interviniente con relación al punto. Basta al efecto
señalar que resulta difícil encontrar un parangón entre aquéllos casos (de esta Sala, en materia de quiebra o de
la Sala Segunda, en materia de concurso) cuando aquí el peticionante se enfrenta, por un lado, a un
procedimiento que demandará cuantiosos gastos en materia de costas, contando con bienes con los cuales
responder y, por el otro, cuando su declaración sujeta la liquidación de dichos bienes al cumplimiento de los
recaudos del trámite concursal y, en última instancia, al acuerdo de acreedores que concurren con ciertas
expectativas de cobro en caso de no conformar la propuesta del deudor.

Desde esta perspectiva, el hecho de que la deudora posea en su patrimonio diversos bienes para atender las
deudas contraídas no resulta un óbice a la apertura y tramitación del procedimiento concursal, tal cual parece
desprenderse de lo sostenido en el punto 1 de la Resolución impugnada.Incluso se estima que la cesación de
pagos luciría -al menos en principio- confirmada de momento en que la recurrente enfrenta una deuda líquida
y exigible sin que se tenga constancia de la existencia de ingresos líquidos suficientes para satisfacer la
misma, todo a partir de entender que el estándar probatorio asumido en los precedentes referidos no es el que
en este supuesto cabe adoptar con relación a la cesación de pagos, sin perjuicio -claro está- de lo que luego
diremos sobre el incumplimiento de los requisitos de forma de la presentación.

2.3.- Entiendo que distinto es el resultado al cual cabe arribar con relación al incumplimiento de los recaudos
formales.

Recordemos que el Juez de primera instancia reprochó a la presentante: a) no haber cumplido con la
exposición del detalle completo del activo y del pasivo; b) no haber declarado una actividad desarrollada
conforme registros de la AFIP; y, c) no haber acompañado una "mínima registración contable (v. de la
Resolución Nro. 244/2020, punto 3, fs. 141 vta. y ss.).

Ninguno de los argumentos expuestos en la resolución luce adecuadamente controvertido en el recurso.

Con relación a la "falta de un detalle completo del activo y del pasivo (art. 11 inc. 3 LCQ)", sostuvo el Juez
que la deudora en su presentación "manifestó poseer ahorros de origen sucesorio, pero luego omitió detallar y
valorar tal rubro que se supone debe ser de importancia, pues el ingente giro bursátil -con inversiones
elevadas, vid. fs. 9/14- permite inferir una capacidad económica que excede notoriamente la que puede
ofrecer un mero empleado administrativo de categoría salarial modesta en una constructora (vid. recibo de f.
79" (f. 141 vta./142).

Sobre este punto prácticamente nada se dice en el memorial, limitándose la presentante a sostener que
"invirtió la totalidad de sus ahorros (obtenidos de una sucesión) en la compra de bonos soberanos del estado
Argentino" (f. 161, 12do.párrafo) y, luego, que "contaba con el pago de amortizaciones y dividendos, por su
capital de aproximadamente USD 500.000, fruto de la herencia percibida por el fallecimiento de su madre" (f.
166 vta., cuarto párrafo). No sólo no se adjuntó ningún documento o dato de referencia que permita verificar
lo expuesto, sino que las explicaciones dadas lucen insuficientes a tenor de la importancia del giro
comprometido, tal cual se señaló en la resolución apelada.

Por otra parte, cabe recordar que también se apuntó en el decisorio que la solicitante omitió declarar "su
actividad económica paralela a su trabajo en relación de dependencia que, según la AFIP., realiza ´servicios
inmobiliarios realizados por cuenta propia, con bienes rurales propios o arrendados N.C.P´." (f. 142 vta.,
segundo párrafo) y que, luego, al ser requeridas explicaciones, "se limitó a manifestar muy escueta y
crípticamente que ´.con respecto a la actividad económica ´servicios inmobiliarios.´que figura en la constancia
de inscripción, vengo a aclarar lo siguiente: Que no se corresponde a actividad comercial alguna, ni llevo
libros de comercio, ni de ninguna otra naturaleza. Mi padre. se dedica a la actividad agropecuaria. Mi
progenitor, coincidiendo con las etapas de su producción económica, cada tres meses aproximadamente, me
efectúa giros. Y también me requiere que le extienda recibos que acredite el movimiento. Ello me llevó a
tramitar mi número de CUIT e inscribirme en ganancias pero no en IVA por no añadirse ningún valor.",
concluyendo el magistrado que la explicación resulta "incomprensible", que nada se dijo de estos giros al
efectuar la presentación y que tampoco se identificó el origen y magnitud de los mismos.

Nuevamente, no encontramos que al fundar la apelación se lleve a cabo una crítica precisa y concreta de estos
argumentos y, mucho menos, que de alguna forma se haya aclarado lo acontecido o se hayan salvado las
omisiones. Afirma al respecto la apelante que "dio amplias explicaciones" y reitera que "el contador.le ubicó
esa categoría para que pudiera extender recibos al padre. El padre tiene que justificarlo contablemente y para
ello mi conferente emite un recibo, del cual tiene deducción de ganancias pero no paga IVA, porque no
agrega ningún valor" (f. 162, 7mo y 8vo. Párrafo) y, luego, que "no ejerce actividad comercial, por lo tanto no
lleva libros de comercio ni una contabilidad comercial. no existe actividad económica paralela, ya se explicó
que lo de servicios inmobiliarios con bienes propios o arrendados corresponde al dinero que le mandó el
padre." (f. 165 vta., 7mo. párrafo y ss.).

Basta en este punto señalar que, al ser requerida sobre la información que no fue oportunamente brindada, en
el mejor de los casos para la presentante, debía ésta acreditar -siquiera liminarmente- la veracidad de lo
expuesto. No sólo no se acompañó ninguno de los comprobantes fiscales que se reconoció fueron emitidos,
sino que no se puede sino cohonestar con el Juez interviniente en cuanto afirma que la explicación brindada
luce, cuanto menos, inconsistente. Y es que ante el organismo fiscal la propia recu rrente ha declarado llevar a
cabo una actividad económica que le genera ganancias (que, además, se puede presumir, superan los $
1.700.000 anuales dado la no adhesión al régimen del monotributo) con motivo de arrendar inmuebles rurales
(que se desconoce si serían propios o ajenos) y por las cuales tributaría impuesto a las ganancias y, contra
dicha constancia, pretende oponer supuestos giros del padre (que no califica, pero que serían donaciones,
potencialmente sujetas a desapoderamiento -conf. arts. 108, 112 y cc. LCQ-), que no devengaría ningún
impuesto.Incluso más, si es que nos encontrásemos ante una especie de "favor fiscal" hacia el padre (de por sí,
de dudosa legitimidad), cuanto menos -se insiste- debía la recurrente acreditar los inusuales hechos narrados
(por lo demás, que no se devengue IVA se debe a que dicha actividad se encuentra exenta del tributo en
cuestión, lo cual no acontece, por ejemplo, con los inmuebles comerciales).

A pesar de lo expuesto por la recurrente, las explicaciones no han sido claras ni suficientes, las observaciones
no han sido (ni aún en esta instancia) subsanadas y, por lo demás, aún cuando la presentante no debiese llevar
contabilidad, tal cual se indicó en la resolución (v. fs. 143/147), tomando en consideración el giro y las
actividades involucradas, se debieron acompañar registros mínimos que den cuenta de las causales de la
situación patrimonial o, al menos, los comprobantes fiscales que dieren sustento a la versión expuesta sobre
dicho punto.

Todavía puede agregarse que tampoco las explicaciones dadas respecto de las inconsistencias detectadas en la
declaración del pasivo logran conmover el razonamiento del sentenciante. Cabe tener presente que no solo no
fue declarado uno de los mayores créditos que la concursada adeudaba para la fecha de la presentación (nos
referimos al préstamo tomado con el Banco Muncipal por "medio millón de pesos" apenas unos días antes de
la solicitud de formación del concurso) sino que la explicación dada al respecto no resiste el más mínimo
análisis. Se sostuvo en esta instancia que "la deuda no es relevante en el total del pasivo" (f. 165, 11vo.
párrafo), cuando resulta superior al 20% del total del pasivo declarado y es, por lejos, la de mayor
envergadura luego de la del agente bursátil L.B.O. También se agregó que dicha suma de dinero resultó "un
pequeño financiamiento para atender gastos alimentarios" (f.165, último párrafo) pero no se adjuntó ningún
comprobante -ni así tampoco se explicó- en qué consistieron dichos gastos.

Sin siquiera ingresar en el análisis del restante argumento contemplado en la resolución con relación al
préstamo en trato y que gira en torno al "abuso del derecho" en que habría incurrido la solicitante del
concurso, lo cierto es que se verifican las deficiencias en cuanto a la información que fueran advertidas por el
juez de primera instancia y que dichas deficiencias no fueran subsanadas ni aún ante el requerimiento expreso.

2.4.- Desde luego los recaudos en trato son requisitos de la apertura del procedimiento concursal y deben en
esta instancia encontrarse cumplimentados, más allá de la ulterior labor que pueda llevar a cabo el síndico, lo
que descarta también los argumentos recursivos que cuestionan los requerimientos o sostienen que no cabría
al Juez llevar a cabo un informe general (v. de la expresión de agravios, f. 164 vta. último párrafo o f. 166,
7mo. párrafo).

No ha habido ningún ritualismo ni extralimitación en la actividad jurisdiccional sino la exigencia del


cumplimiento del texto expreso de la ley (art. 11 LCQ) y, conforme tiene dicho esta Sala (auto n° 170/2010,
"Integral S.A. s. Concurso Preventivo"), no se trata de una cuestión secundaria o menor, sino relevante, sin
que se haya afectado ningún principio concursal. Por el contrario, sería arbitrario un pronunciamiento que
prescindiera del texto normativo que rige el caso, más aún cuando el peticionante no ha cuestionado la
constitucionalidad del referido dispositivo legal. Tan relevante es el requisito que el fallo pleno del 4 de Junio
de 2001 ha establecido que ni siquiera puede suplirse en la Alzada los requisitos que no fueron cumplidos en
la primera instancia (Cámara Civil y Comercial de Rosario, publicado en La Ley Litoral 2001-847 y
sucesivamente ratificado, cf.Acuerdo pleno n° 8 del 28.06.2017).

3.- Conclusión:

En definitiva, cabe confirmar la sentencia recurrida en cuanto considera que la actora no ha dado
cumplimiento a los requisitos formales de la presentación y, por lo tanto, rechazar el recurso de apelación
contra la denegatoria de apertura de concurso preventivo.

Así voto.

Sobre la misma cuestión, el señor vocal doctor Kvasina, a quien le correspondió votar en segundo lugar, dijo:
Que hace suyos los fundamentos expuestos por el señor vocal doctor Cifré y vota en el mismo sentido.

Concedida la palabra el señor vocal doctor Ariza, a quien le correspondió votar en tercer término, a esta
cuestión dijo: Que habiendo tomado conocimiento de los autos y advirtiendo la existencia de dos votos
totalmente concordantes, invoca la aplicabilidad al caso de lo dispuesto por el artículo 26, ley 10.160,
absteniéndose de emitir opinión.

Sobre la segunda cuestión, el señor vocal doctor Cifré dijo:

En atención al resultado obtenido al tratar la cuestión anterior, corresponde: Rechazar el recurso de apelación
y confirmar la sentencia anterior, en cuanto rechazó la solicitud de apertura del concurso preventivo por
incumplimiento de los recaudos formales de presentación (art. 11 LCQ).

Así me expido.

Sobre esta misma cuestión, el señor vocal doctor Kvasina dijo: Que coincide con la resolución propuesta por
el señor vocal preopinante, y vota en igual forma.

Concedida la palabra al señor vocal doctor Ariza, a esta cuestión dijo: Que conforme lo expresado en relación
a las cuestiones anteriores se abstiene de votar.

En mérito a los fundamentos del acuerdo que antecede, la Sala Primera de la Cámara de Apelación en lo Civil
y Comercial de Rosario; RESUELVE: Rechazar el recurso de apelación y confirmar la sentencia anterior, en
cuanto rechazó la solicitud de apertura del concurso preventivo por incumplimiento de los recaudos formales
de presentación (art. 11 LCQ). Insértese, hágase saber y bajen (Expte. N° 91/2020, CUIJ N° 21-02921326-4).

Fdo.: CIFRÉ - KVASINA - ARIZA (art. 26, ley 10.160), Jueces de Cámara.

CARPALST, S.A. S/ CONCURSO PREVENTIVO.


Tribunal: Cámara de Apelaciones en lo Civil y Comercial de San Martín

Sala / Juzgado / Circunscripción / Nominación: II

Partes: Carpalst, S.A. s/ concurso preventivo.

Fecha: 24 de noviembre de 1998

Colección: Fallos

Cita: MJ-JU-E-11917-AR|EDJ11917|EDJ11917

Voces: CONCURSOS-CONCURSO PREVENTIVO-PETICIÓN DE CONCURSO PREVENTIVO-


RECHAZO IN LIMINE-CESACIÓN DE PAGOS

Sumario:
1. - Más allá de la claridad del art. 1º de la ley 24.522, que en su primer párrafo instaura la cesación de pagos
como presupuesto del concurso preventivo y de la quiebra, así como también de la minuciosa regulación de la
ley en orden a los recaudos formales que debe reunir la presentación y del rol preeminente que cumplen los
acreedores en lo atinente a la aprobación de la propuesta concordataria (doc. art. 52), las distintas alternativas
y variantes que ofrece el régimen concursal para llegar a una solución preventiva, inhibe al juez de efectuar un
análisis anticipado de viabilidad de la pretensión fundamentado en la situación patrimonial del solicitante y en
la relación comparativa de su activo y pasivo.

2. - El rechazo in limine de la solicitud de apertura de concurso proferido por considerar el a quo inviable tal
solución, deviene excesivo, pues en esta instancia preliminar el análisis de procedibilidad de la pretensión
debe limitarse a cotejar el cumplimiento de los presupuestos sustanciales de los arts. 1º, 5º, 31 in fine y
formales del art. 11 de la ley 24.522. R.C.

Fallo:
En Gral. San Martín, a los veinticuatro días del mes de noviembre de mil novecientos noventa y ocho,
reunidos en acuerdo ordinario los señores jueces integrantes de la Cámara de Apelación en lo Civil y
Comercial del Departamento Judicial San Martín, sala II, con la presencia del actuario, se trajo a despacho
para dictar sentencia la causa nº 45.066, caratulada Carplast, S.A s/concurso preventivo. La sala, de
conformidad con lo establecido por los arts. 168 de la Constitución Provincial y 266 del cód. procesal,
resolvió plantear y votar la siguiente cuestión: ¿Es ajustada a derecho la resolución apelada?

El señor juez Cabanas dijo:

1. La resolución de fs. 114/117 rechazó in limine el concurso preventivo presentado por la Carplast, S.A., sin
imposición de costas.

1.1. En los considerandos del pronunciamiento, si bien reconoce el a quo el cumplimiento de los recaudos
formales consagrados por el art. 11 de la ley 24.522 [EDLA, 1995-B-896], concluye, luego de un
pormenorizado análisis, que es a su criterio manifiesta la imposibilidad de concursarse de la sociedad
peticionante, atento a las constancias de la documental acompañada; por lo que en aras de prevenir la
desnaturalización del proceso escogido y evitar lo que califica de una ostensible violación del principio de
economía procesal, dispuso el rechazo del concurso.

1.2. Hace puntual referencia a la función de director del proceso que inviste el juez, que no puede ser
soslayada incluso ante el fortalecimiento de la posición de los acreedores que se trasluce del régimen
concursal vigente, especialmente en lo que a la aceptación y aprobación de la propuesta de acuerdo se refiere.

1.3.La dirección del proceso en amalgama con el principio de especialidad de la competencia constituyen,
sostuvo, puntales que impiden ceñir la atribución decisoria inicial del juez a la de un mero contralor de los
recaudos formales, sino que considera que debe también analizarse el fondo de la pretensión cuando la vía
intentada deviene manifiestamente inhábil para obtener el resultado al cual está dirigida. Así pues, el examen
de fundabilidad, propio de la función jurisdiccional, se hace extensivo por implicancia a los concursos, el cual
consiste en desentrañar si el efecto jurídico perseguido se corresponde con el sustrato fáctico invocado;
señalando a su vez que este estado debe ser examinado al momento en que la pretensión es deducida sin tener
en cuenta las eventuales modificaciones que, en el curso del proceso, pudieren suscitarse.

1.4. Luego, enumera algunas circunstancias que lo llevan a sostener la improponibilidad del presente
concurso.

1.4.1. Remarca en este aspecto el alto porcentaje que representan los activos fijos afectados con garantías
reales respecto del valor total de los bienes de uso estimados al 3/9/98, proporción que según computa el
juzgador ronda en el 42 % de estos últimos. Esa porción patrimonial, a la que califica de activo interdicto, se
integraría por bienes necesarios para la realización del giro social y, los acreedores munidos de estas
garantías, podrían ejecutarlas en cualquier momento, sin estar necesariamente sometidos a la propuesta de
pago; lo que a criterio del juez torna difícil la recuperación de la actividad social.

1.4.2. Asimismo, puntualiza el a quo que las pérdidas arrojadas en el ejercicio con cierre en 31/12/97 superan
el capital social y el ajuste de capital, de lo que colige la virtual incursión por parte de la sociedad en la causal
de disolución consagrada en el art. 94, inc.5º de la ley 19.550 [ED, 42-943], aun cuando el quebranto resultase
cubierto mediante la reserva especial del revalúo técnico, sin que los socios hayan procedido conforme el art.
96 de la citada ley.

1.4.3. Destaca también el sentenciante la desproporcionada relación existente entre el importe que compone el
rubro caja y bancos que compone el Anexo V y el pasivo integrado por cheques diferidos listado en el Anexo
VII. Por último, infiere la palmaria imposibilidad de acogerse a la solución preventiva del importe total del
pasivo denunciado.

2. A fs. 122, Carplast, S.A. apela la desestimación de su concurso preventivo y a fs. 124/130 fundamenta su
recurso.

2.1. Sostiene la recurrente que la decisión cuestionada no sólo prejuzga sobre situaciones futuras sino que
revela la asunción por parte del juzgador de roles que incumben a los acreedores, incurriendo así en una
temprana actividad de investigación que socava el plan de recuperación de la empresa.

2.2. A su vez, destaca que el régimen concursal vigente habilita a los declarados en quiebra a solicitar la
conversión del trámite liquidatorio en un concurso preventivo, al cual pueden también acceder las sociedades
en liquidación.

2.3. Entre otras consideraciones, hace puntual hincapié en las diversas variantes que puede asumir la
propuesta, cuyo eventual fracaso habilita al mecanismo que para supuestos especiales regla el art. 48 de la ley
concursal, en virtud del cual se propende al salvataje de la actividad mediante la adquisición de la empresa en
marcha; sostiene pues que la decisión cuestionada importa una intempestiva denegatoria, incluso, del eventual
acceso a ese recurso, al cual estaría habilitada en función de su condición de sociedad anónima.
2.4.Aduce que el estado de cesación de pagos constituye uno de los presupuestos del concurso preventivo y
no un obstáculo para alcanzarlo y que la legislación vigente refuerza el rol de los acreedores a la hora de
decidir si corresponde o no la homologación del acuerdo preventivo, reduciendo sensiblemente las facultades
que reconociera al juez el régimen de la ley 19.551 [ED, 42-1029]. Pide, como corolario, que se revoque la
resolución apelada y que se inhiba al a quo de seguir entendiendo en los presentes por considerarlo incurso en
la causal recusatoria de prejuzgamiento.

3. Anticipo mi opinión favorable al progreso del recurso, en cuanto postula la revocatoria del fallo, por
exceder los límites del análisis de admisibilidad que prevé el art. 13 de la ley 24.522.

3.1. El concurso preventivo requiere, para su precedencia, de la configuración de los siguientes presupuestos
taxativos: a) que su peticionante esté comprendido entre los sujetos enumerados en los arts. 5º y 2º de la ley;
b) que esté, a su vez, en estado de cesación de pagos; c) la formulación del respectivo pedido fuera del
período inhibitorio del art. 31 in fine de la ley 24.522; d) el cumplimiento de los requisitos formales del art.
11. La solución cuestionada en ningún momento repara en la insatisfacción de alguno de estos recaudos,
meritando incluso que el referido en el punto d se encuentra adecuadamente cumplimentado.En más, del
análisis de la resolución impugnada se desprende un claro reconocimiento del juzgador del estado de cesación
de pagos en el que se encuentra la peticionante del concurso, pues precisamente en la situación desfavorable
de su patrimonio se basó el rechazo del remedio preventivo articulado, al considerar inviable la solución que
en ese proceso se pretende. Este presupuesto cimental conceptualizado como aquella situación en la que el
deudor se encuentra imposibilitado de cumplir regularmente sus obligaciones, según se desprende de la
interpretación del art.79 de la ley, es común tanto para el concurso como para la quiebra, sin que existan
distinciones de orden cualitativo o cuantitativo al respecto, según el supuesto de que se trate.

Tan es así, como bien recalca la recurrente, que al deudor incurso en quiebra se lo habilita a acogerse al
procedimiento preventivo mediante el instituto de la conversión (art. 90), sin que para ello se le exija acreditar
mejora alguna respecto de su situación patrimonial al momento de decretarse la quiebra, lo que no podría ser
de otra manera, atendiendo al exiguo término que media desde su declaración y hasta el momento en que la
conversión debe requerirse.

3.2. El concurso preventivo, si bien en sus orígenes se limitó a supuestos puntuales y excluyentes (conf. art.
2º, ley 19.551, texto anterior a su modificación por la ley 22.917 [EDLA, 1983-373]), las reformas
legislativas fueron ampliando sus confines en cuanto a los sujetos legitimados para acceder a él,
comprendiendo a las personas de existencia visible e ideal, en general, salvo los supuestos expresamente
excluidos en la ley 24.522 o en leyes especiales. Ello es por demás revelador del intento de favorecer este tipo
de soluciones por sobre las liquidatorias, siendo fieles exponentes de la prevalencia del remedio preventivo,
entre otras disposiciones, las directrices de los arts. 90 y 10 de la ley. Los jueces, intérpretes del plexo legal,
deben en sus decisiones dar operatividad a estos principios subyacentes, favoreciendo este tipo de remedios
que resguardan la conservación de las empresas, cuyo interés no se ciñe exclusivamente al de quien explota
directamente su actividad, sino al de los distintos agentes vinculados a ella (dependientes o no) que, ante el
eventual colapso, se verían también perjudicados.

3.3.Asimismo debo destacar que el procedimiento reglado a lo largo del título II de la ley no se interrumpe
ante el fracaso de la solución preventiva (acuerdo, salvataje, incumplimiento posterior del acuerdo aprobado,
nulidad de este último, etc.), sino que en ese caso y sin solución de continuidad se accede a la quiebra por vía
indirecta, tal como estatuye el art. 77 en su inciso primero; constituyendo, en su caso, distintos caminos de
acceso hacia el mecanismo liquidatorio, sin que corresponda al juez cercenar la vía pr eventiva antecedente en
aras del resguardo de la economía procesal.

3.4. Resulta también atinado lo dicho por el recurrente en orden a la multiplicidad de variantes que puede
asumir la propuesta de acuerdo. En efecto, además de la espera y la quita, con el piso que se consagra respecto
de esta última, el art. 43 de la ley habilita enunciativamente a la entrega de bienes a los acreedores,
constitución de sociedad con los acreedores quirografarios en las que éstos tengan la calidad de socios,
reorganización de la sociedad deudora, administración de todos o parte de los bienes en interés de los
acreedores, emisión de obligaciones negociables, etc.; supuestos cuya diversidad conceptual, que excede de la
cancelación dineraria de las obligaciones, obsta a que se juzgue prima facie la inviabilidad de la eventual
propuesta.

Es más, como medio para favorecer la obtención del acuerdo, el régimen vigente instituyó la posibilidad de
categorizar el pasivo y de efectuar propuestas diferenciadas dentro de cada categoría (arts. 41, 43, primer y
segundo párrafos, 45, segundo párrafo y concs., ley 24.522), lo que diluye aún más la factibilidad del tipo de
análisis liminar de fundabilidad realizado por el a quo.

Existen también elementos que integran el fondo de comercio que, si bien pueden ser de gran relevancia en su
actividad por el valor que representan, no se expresan en los balances de ejercicio (v.gr. llave o avviamento,
clientela), sino cuando éste es cobrado como precio por la transferencia (doct. art.63, inc. f, ley 19.550;
Zunino, J. O. Fondo de comercio. Régimen legal de su transferencia, págs. 217/218, Astrea, 1993); el cual
puede constituir una pieza coadyuvante a la hora de evaluar la propuesta por los acreedores.

Así también el rechazo in limine proferido cercena el acceso al mecanismo de salvataje o cramdown que
regula el art. 48 de la ley, mediante el cual se hace posible la enajenación de la empresa en marcha, supuesto
en el cual la respectiva propuesta ya no emana del deudor sino de los propios acreedores o terceros
interesados.

3.5. En consecuencia y más allá de la claridad del art. 1º de la ley 24.522, que en su primer párrafo instaura a
la cesación de pagos como presupuesto del concurso preventivo y de la quiebra, así como también de la
minuciosa regulación de la ley en orden a los recaudos formales que debe reunir la presentación y del rol
preeminente que cumplen los acreedores en lo atinente a la aprobación de la propuesta concordataria (doct.
art. 52), las distintas alternativas y variantes que ofrece el régimen concursal para llegar a una solución
preventiva inhibe al juez de efectuar un análisis anticipado de viabilidad de la pretensión fundamentado en la
situación patrimonial del solicitante y en la relación comparativa de su activo y pasivo.

3.6. Resta aún efectuar un breve comentario acerca de las conclusiones del juez sobre los datos extraídos de la
documentación aportada. En orden a los pasivos hipotecarios y prendarios, si bien es cierto que representan
cerca del 41% del valor de los bienes de uso detallados a fs. 39, el cumplimiento de los pagos respectivos
evitaría la ejecución de los bienes gravados y la eventual interrupción de la actividad, lo que en lugar se
constituir un condicionante del remedio preventivo refleja con mayor énfasis el interés de acceder a él.

En cuanto a la virtual incursión de la sociedad en el supuesto de disolución consagrado en el art. 94, inc.5º de
la ley 19.550, ello aun de ser exacto no obstaría la presentación en concurso preventivo, por cuanto están
también habilitadas a ese fin las personas jurídicas en liquidación, conforme expresamente prevé el art. 5º de
ley 24.522 y como bien arguye la recurrente.

Sin perjuicio de destacar, como señalara el juez, que esta causal disolutiva no opera automáticamente, sino
que requiere decisión de los socios que, para el caso, debe emanar de asamblea extraordinaria (art. 235, inc.
4º, ley 19.550); merece señalarse que según el balance de ejercicio con cierre el 31/12/97, ni siquiera se
alcanza a configurar en autos el supuesto de reducción obligatoria de capital que prevé el art. 206 de la ley de
sociedades, ya que la pérdida que consigna el estado de resultados de fs. 47 ($ 941.120,62) no logra absorber
siquiera las reservas (legal: $ 49.321; más la de la revaluación técnica: $ 5.052.033,65), tal como revela el
estado de evolución del patrimonio neto de fs. 48; en el cual se encuentran incluso deducidos los quebrantos
de ejercicios anteriores, conceptuados como resultados no asignados, del total del patrimonio neto.

Tampoco puede erigirse en un impedimento de la admisión del concurso la endeble posición financiera de la
sociedad ante los pasivos a corto plazo (tal v.gr. la relación entre las disponibilidades con las deudas por
cheques de pago diferido), ya que no puede inferirse sin más de esa situación la necesidad de encarrilar la
solución liquidatoria en lugar de la preventiva, cuando precisamente el concurso, al propender a la
continuación de la empresa, apunta a sanear también estas situaciones críticas en que puede encontrarse
envuelto el capital de trabajo de la sociedad.

3.7. En conclusión, el rechazo proferido deviene excesivo pues en esta etapa liminar el análisis de
procedibilidad de la pretensión debe limitarse a cotejar el cumplimiento de los presupuestos sustanciales de
los arts. 1º, 5º, 31 in fine y formales del art.11 de la ley, por lo que corresponderá revocar la resolución
apelada.

4. Yendo al análisis de los elementos aportados por la recurrente a los efectos del cumplimiento de los
requisitos del art. 11 de la ley, advierto que restan cumplimentar ciertos recaudos.

En orden a los bienes de uso, cuyo valor total se determina en el punto 4 del estado de situación patrimonial
de fs. 38/41 y cuyo criterio de valuación explicita el contador en la nota complementaria número 2, en ningún
momento se individualizan los inmuebles, terrenos y edificios, la planta industrial, las maquinarias y los
rodados integrantes del rubro, cuyo valor amerita un análisis particular y circunstanciado, sin que resulte
suficiente al respecto la mera referencia indiscriminada de su valuación.

En este orden, se observa también que tampoco se identifican los bienes en los que se asientan los privilegios
hipotecarios y prendarios de los que están munidos los créditos señalados a fs. 41, punto 4. A ese fin y al de
suministrar adecuada información al respecto a los interesados, juzgo conveniente contar con las constancias
de las respectivas escrituras hipotecarias y certificados prendarios de que da cuenta el punto 4 de las notas
complementarias y criterios de valuación utilizados recién referido.

En cuanto a los legajos por acreedor que la recurrente dice acompañar a fs. 120, sin que se encuentren
agregados en autos ni que exista constancia de su reserva, deberán también adjuntarse previo a proveer lo que
por derecho corresponda al punto 3 del petitorio de fs. 110 vta. y al otrosí de fs. 111/112.

5. Finalmente, en lo que respecta a la recusación solicitada, fundada en la causal de prejuzgamiento, considero


que en la especie no está configurado este supuesto.Si bien el juez de grado, al rechazar la presentación en
concurso, ha emitido opinión acerca de la inviabilidad del proceso para alcanzar el fin que por su intermedio
se propende, esta opinión anticipada no contiene suficiente virtualidad en dicho sentido, pues en definitiva el
resultado final dependerá sustancialmente de la conformidad de los acreedores a las propuestas
concordatarias, a esta altura inexistentes, las que deberán ser evaluadas por el juez al momento de decidir, en
su caso, la homologación del acuerdo (art. 43 y ss., 48, inc. 3º y 4º, 52 y conc., ley 24.522).

6. En virtud de lo precedentemente expuesto, postulo revocar la resolución apelada; conceder el plazo de 10


días hábiles para cumplimentar los recaudos que resultaran objeto de observación en el considerando 4 del
voto (arts. 11 in fine, ley 24.522; 34 y 36, CPCC); y rechazar por improcedente el planteo recusatorio
articulado. Propongo no imponer costas de alzada, atento a la falta de contradicción y en virtud de que el
rechazo de la presentación en concurso fue decretado in limine (art. 68, párr. 2º, CPCC). Voto por la negativa.

El doctor Occhiuzzi adhirió al voto del doctor Cabanas, por compartir sus fundamentos.

Por los fundamentos expuestos en el acuerdo que antecede, se resuelve: 1º Revocar la resolución apelada. 2º
Conceder el plazo de 10 días hábiles para cumplimentar los recaudos que resultaran objeto de observación en
el considerando 4 del voto. 3º Rechazar la recusación formulada. 4º No imponer costas de alzada. Regístrese.
Devuélvase. - Raul E. Cabanas. - Ricardo A. Occhiuzzi (Sec.: Alejandra I. Baez).

LEVINGUER CARLOS ELÍAS S/ CONCURSO PREVENTIVO


Tribunal: Cámara Nacional de Apelaciones en lo Comercial

Sala / Juzgado / Circunscripción / Nominación: F

Partes: Levinguer Carlos Elías s/ concurso preventivo

Fecha: 17 de noviembre de 2016

Colección: Fallos

Cita: MJ-JU-M-102379-AR|MJJ102379|MJJ102379
Voces: CONCURSOS Y QUIEBRAS - CONCURSO PREVENTIVO - APERTURA DEL CONCURSO -
PETICIÓN DE CONCURSO PREVENTIVO - REQUISITOS DE LA PETICIÓN DE CONCURSO -
LIBROS DE COMERCIO - LIBROS CONTABLES

Criterios para interpretar los requisitos contenidos en el art. 11 de la Ley de Concursos y quiebras para la
apertura del concurso preventivo.

Sumario:
1.-Con referencia al cumplimiento de los requisitos para la procedencia de la apertura del concurso - art. 11
Ley 24.522- el principio es no ceñirse a exigencias formales estrictas, apreciando en un marco de
razonabilidad los hechos invocados y la documentación que los sustenta.

2.-Resulta doctrina reiterada de nuestros tribunales, que la interpretación en la apreciación de los recaudos
previstos por la Ley 24.522, no deben interpretarse en sentido riguroso que dejen de lado los principios
rectores del ordenamiento concursal. Esto es la conservación de la actividad comercial dentro de la sociedad y
en carácter de fuente de trabajo.

3.-La idea general que preside el instituto del concurso preventivo y que debe ser definitoria en caso de duda
es que la concursalidad es la norma y la exclusión a tal régimen la excepción.

4.-El art 11 inc. 6 de la Ley 24.522 establece como recaudo de la petición de concursamiento: enumerar
precisamente los libros de comercio y los de otra naturaleza que lleve el deudor, con expresión del último
folio utilizado, en cada caso, y ponerlos a disposición del juez, junto con la documentación respectiva y este
recaudo aparece cumplido en la especie con la denuncia de los libros que se da cuenta en autos, habida cuenta
que conforme ilustra el art. 320 CCivCom., se encuentran excluidos de llevar contabilidad a las personas
humanas que desarrollan profesiones liberales o actividades agropecuarias y conexas no ejecutadas y
organizadas en forma de empresa; b) las actividades que por el volumen de su giro resulte inconveniente
sujetar a tales deberes según determine cada jurisdicción local.

5.-Resulta incuestionable que el proceso concursal no está instituido en exclusivo beneficio del deudor, sino
también de los acreedores y del comercio en general, y todos esos intereses reciben amparo legal, porque
también resultan afectados con el procedimiento.

6.-Quien procura la apertura de su concurso preventivo tiene la carga de exponer en forma clara,
comprensible, completa y transparente, toda la información relativa a su situación patrimonial y sus negocios.
En ese contexto, debe cumplir los recaudos establecidos por la legislación concursal facilitando al juez su
captación y comprensión (del voto en disidencia de la Dra. Alejandra Tevez).

7.-La enumeración formulada por el art.11 de la LCQ es taxativa: todos los requisitos deben cumplirse y la
omisión categórica de satisfacción de uno de ellos, obsta a la apertura del concurso preventivo (del voto en
disidencia de la Dra. Alejandra Tevez).

8.-Bajo ciertas y particulares circunstancias, las exigencias impuestas por la ley al deudor insolvente no
pueden verse agravadas por una interpretación en exceso rigurosa: de allí que haya sido admitido
jurisprudencialmente el cumplimiento en la Alzada de los recaudos legales para pedir la apertura concursal;
Sin embargo, debe interpretarse que se trata de una facultad ciertamente excepcional, que debe ser acordada
con suma prudencia y valorada con criterio restrictivo, por lo que los supuestos que conducen a admitir su
ejercicio también deben ser apreciados del mismo modo. Ello es así, precisamente, porque el cumplimiento
acabado de los requisitos fijados por la ley se impone como condición de admisibilidad del pedido de apertura
del proceso universal: de allí que su incumplimiento conlleva el rechazo de la demanda de concurso
preventivo (del voto en disidencia de la Dra. Alejandra Tévez).
9.-Si la actividad principal del concursado, conforme él mismo sostuvo,... se refleja en la comercialización de
cereales para el mercado interno y la exportación desde la Ciudad de Buenos Aires. mediante la operatoria
descripta que incluye el acopio en la planta de procesamiento de una sociedad comercial, de allí que debe
concluirse que el deudor realiza una actividad económica organizada que -aún cuando no llegare,
eventualmente, a convertirlo en empresario- le impone la obligación ineludible de llevar contabilidad que no
se reduce a los libros Iva Compra y Venta y Sueldos y Jornales (cfr. art. 320 del CCivCom.) (del voto en
disidencia de la Dra. Alejandra Tévez).

10.-De acuerdo a la terminología del Código Civil y Comercial, las personas humanas que, como el aquí
deudor, realizan una actividad económica organizada, están obligadas a llevar la contabilidad pertinente y en
este sentido la doctrina tradicional sólo conceptualiza como actividades agrarias excluidas del deber de llevar
el registro de su contabilidad a las pequeñas economías de subsistencia en las que los sujetos participantes no
tienen ánimo de organizar la producción de forma masiva o de intervenir de manera significativa en el
mercado, al punto que la actividad agrícola se agota enteramente en el fundo, al menos durante la fase de
producción, sin implicar relaciones con terceros (del voto en disidencia de la Dra. Alejandra Tévez).

11.-No se encuentra relevado de obligación de llevar libros el sujeto que, como productor agropecuario,
establece una organización de elaboración que importa algo más que una transformación del producto
limitada a una primera manipulación -es decir, excede aquello que es necesario para conservar el producto,
tendiendo a hacerlo apto para su comercialización (del voto en disidencia de la Dra. Alejandra Tévez).

12.-La finalidad perseguida por el legislador es que el deudor suministre a los acreedores toda la información
necesaria con la mayor exactitud posible, para conocer la realidad patrimonial y obligacional y, de esa forma,
poder evaluar, en la etapa procesal oportuna, la probabilidad de cumplimiento y garantía de la propuesta
concordataria. Frente a ello, y en tanto que el tránsito por el amparo del régimen concursal requiere como
contrapartida una explicación seria y clara sobre la composición del patrimonio del deudor, con suficiencia
ilustrativa para permitir al juez y a los acreedores formarse una visión de conjunto sobre la situación por la
que aquél atraviesa (del voto en disidencia de la Dra. Alejandra Tévez). N.R.: Sumarios elaborados por
Ricardo A. Nissen.

Fallo:
Buenos Aires, 17 de Noviembre de 2016.

VISTOS:

1. Apeló la deudora en fs. 97, la resolución de fs. 90/95 que desestimó su presentación en concurso preventivo
por haberse omitido el art 11 inc. 6 de la ley 24.522, como así también la información requerida a fs.76.

2. Los agravios fueron volcados en el memorial d fs. 99/109, en el cual se refutaron pormenorizadamente cada
uno de los requerimientos para cuyo detalle cabrá reenviar a su directa lectura, a modo de evitar reiteraciones
ociosas.

3. Con referencia al cumplimiento de los requisitos para la procedencia de la apertura del concurso - art. 11
ley 24522- el principio es no ceñirse a exigencias formales estrictas, apreciando en un marco de razonabilidad
los hechos invocados y la documentación que los sustenta.

Es que resulta doctrina reiterada de nuestros tribunales, que la interpretación en la apreciación de los recaudos
previstos por la ley 24522, no deben interpretarse en sentido riguroso que dejen de lado los principios rectores
del ordenamiento concursal. Esto es la conservación de la actividad comercial dentro de la sociedad y en
carácter de fuente de trabajo.

Además, la idea general que preside el instituto del concurso preventivo y que debe ser definitoria en caso de
duda es que la concursalidad es la norma y la exclusión a tal régimen la excepción (cfr. Barbieri, Nuevo
Régimen de Concursos y Quiebras p. 64; Rivera- Roitman- Vitolo, Ley de Concursos y Quiebras, t. I, pág.
127).
Sobre tales premisas será evaluada la cuestión puesta a consideración.

En el sub examine, juzga esta Sala que corresponde tener por integrados de manera satisfactoria la totalidad
de las exigencias por el art. 11 LCQ con las presentaciones de fs. 1 /75, 78/84 y fs. 88/89.

En efecto, los requerimientos dispuestos por el a quo a partir de las facultades consagradas por el art. 274
LCQ fueron ampliamente abarcados con las descripciones formuladas en los escritos referenciados. Es que las
severas imposiciones taxativamente indicadas en el art. 11 cit.al insolvente, no pueden verse agravadas por
una interpretación en exceso rigurosa respecto de mayores requisitos no previstos legalmente, puesto que ello
resultaría contraproducente para el auspicio de la solución preventiva de las crisis patrimoniales (crf. esta
Sala, 12/8/10, "Lockwood y Compañía SAIC s/quiebra" ).

Frente a ello, en tanto el recurrente expresamente explicó las razones por las cuales no se encontraba inscripto
en el Registro Fiscal de Operadores de Granos de la Afip. En igual sentido el motivo de la inexistencia de
declaraciones de las exportaciones y de los contratos de locación de campos, juzga esta Sala que no puede
requerirse algo que no tiene; pues tal exigencia resultaría excesiva: dada la simplicidad de la posición
patrimonial del pretenso concursado, que se traduce al tratarse de un comerciante no matriculado.

Tocante a la falta de información sobre los ingresos que genera en la actualidad, si bien debió el concursado
dar cumplimiento a tal requerimiento en función de lo dispuesto por los arts. 15, 16 y 17 LC, no puede
soslayarse que dicha información finalmente constará en autos, en función de las previsiones del art 14.inc 11.
Frente a ello no cabe calificar la omisión como requisito esencial para desestimar la convocatoria.

A su vez, el art 11 inc. 6 establece como recaudo de la petición de concursamiento: "enumerar precisamente
los libros de comercio y los de otra naturaleza que lleve el deudor, con expresión del último folio utilizado, en
cada caso, y ponerlos a disposición del juez, junto con la documentación respectiva".

Ese recaudo aparece cumplido en la especie con la denuncia de los libros que se da cuenta a fs.6, habida
cuenta que conforme ilustra el art.320 CCyC, se encuentran excluidos de llevar contabilidad a las personas
humanas que desarrollan profesiones liberales o actividades agropecuarias y conexas no ejecutadas y
organizadas en forma de empresa; b) las "actividades" que por el volumen de su giro resulte inconveniente
sujetar a tales deberes según determine cada jurisdicción local.

es a tenor de la actividad manifestada por el propio apelante y lo que emerge del activo y pasivo de la
sociedad no hay razones a esta altura del procedimiento que haga presuponer la obligación que se predica
incumplida.

En suma, considera esta Sala que no sólo se han cumplido en integridad los recaudos de art. 11 LCQ, sino que
han resultado adecuadas al estado del proceso las explicaciones vertidas por la deudora respecto de los
pedidos adicionales, sin que pueda conjeturarse que existió de su parte una conducta reprochable u
obstruccionista para el conocimiento liminar de su situación económica y financiera que le impida ser
merecedor de la vía por la que intenta transitar (arg. art. 1071/ CCiv., esta Sala, 1/7/2010. "Flamitex SA
s/quiebra).

Por último, cabe recordar que resulta incuestionable que el proceso concursal no está instituido en exclusivo
beneficio del deudor, sino también de los acreedores y del comercio en general, y todos esos intereses reciben
amparo legal, porque también resultan afectados con el procedimiento (CNCom. en pleno "obiter" in re:
"Vila, José M." del 3/2/65; en igual sentido Argeri Saúl, La quiebra., ed. Platense, 1972, T° 1 pág. 189 y ss;
esta Sala, 20/4/10, "Ser Pro Servicios Profesionales en Rec. Humanos SRL s/quiebra s/incidente de apelación-
art. 250 CPCC").

De este modo fue improcedente denegar la apertura del concurso preventivo.

4. Corolario de lo expuesto, se resuelve: Revocar el decisorio de fs. 90/95, encomendándose al magistrado de


la primera instancia proveer las diligencias ulteriores (conf. art. 36 inc. 1° CPCC).
Notifíquese. Hágase saber la presente decisión a la Secretaría de Comunicación y Gobierno Abierto (cfr.,ley
n° 26.856, art 1;Ac.CSJN n° 15/13, n° 24/13 y n°42/15).

RAFAEL BARREIRO

JUAN MANUEL OJEA QUINTANA

ALEJANDRA N. TEVEZ (en disidencia)

MARÍA EUGENIA SOTO

PROSECRETARIA DE CÁMARA

Disidencia de la Dra. Alejandra N. Tevez:

1. Discrepo con la solución propiciada por mis distinguidos colegas.

En mi modo de ver, el deudor no ha brindado en autos los elementos necesarios para tener por cumplidos en
forma completa todos los requisitos exigidos por el art. 11 de la LCQ.

Por ello, la decisión recurrida debe ser confirmada.

2. Quien procura la apertura de su concurso preventivo tiene la carga de exponer en forma clara,
comprensible, completa y transparente, toda la información relativa a su situación patrimonial y sus negocios.
En ese contexto, debe cumplir los recaudos establecidos por la legislación concursal facilitando al juez su
captación y comprensión (Rouillón, Adolfo A. N., "Código de Comercio Comentado y Anotado, pág. 139, t°
IV-A, La Ley, año 2007).

Ciertamente, la enumeración formulada por el art.11 de la LCQ es taxativa: todos los requisitos deben
cumplirse y la omisión categórica de satisfacción de uno de ellos, obsta a la apertura del concurso preventivo
(cfr, esta Sala F, "Timuka SA s/concurso preventivo" del 11.7.12).

No se me escapa que, bajo ciertas y particulares circunstancias, las exigencias impuestas por la ley al deudor
insolvente no pueden verse agravadas por una interpretación en exceso rigurosa: de allí que haya sido
admitido jurisprudencialmente el cumplimiento en la Alzada de los recaudos legales para pedir la apertura
concursal (CNCom., Sala C, 9.4.01, "Nindia SA s/conc. prev."; íd. D, 30.06.94, "Zapater Diaz ICSA s/conc.
prev."; entre otros).

Sin embargo, debe interpretarse que se trata de una facultad ciertamente excepcional, que debe ser acordada
con suma prudencia y valorada con criterio restrictivo, por lo que los supuestos que conducen a admitir su
ejercicio también deben ser apreciados del mismo modo (cfr.mutatis mutandi, CNCom., Sala B., 27.2.98,
"Cuesta Leonor s/quiebra"; Sala D, 14.04.04, "Cooperativa de Crédito Atlántica Limitada s/quiebra"; ídem
esta Sala F en "Kelora SA s/ Concurso Preventivo", del 27.12.12; íd. íd. "Sinkewicius Carlos Fabián s/
concurso preventivo" del 18.05.10. íd. íd. "Tecnologística SA s/ Concurso preventivo" 21.6.12; íd. íd., "Cuyo
Wine S.A s/ concurso preventivo" del 9.6.16, expte 5604/2016, íd. íd., "Logística GF S.R.L. s/ concurso
preventivo" del 26.3.14).

ello es así, precisamente, porque el cumplimiento acabado de los requisitos fijados por la ley se impone como
condición de admisibilidad del pedido de apertura del proceso universal: de allí que su incumplimiento
conlleva el rechazo de la demanda de concurso preventivo (Junyent Bas, Francisco y Molina Sandoval,
Carlos, "Ley de Concursos y Quiebras comentada y actualizada según las leyes 25.589, 26.086 y 26.684",
Buenos Aires, Abeledo Perrot, 2011, t.1 pág. 109).

3 . Bajo este amparo interpretativo, la situación evidenciada en autos impide variar el resultado de la solución
adoptada por el juez de grado, tal como seguidamente se verá.
En efecto, la postura poco colaborativa que el a quo endilgara al peticionante -luego de los requerimientos
formulados mediante providencia de fs. 76, tras haber concedido el plazo adicional de diez días previsto en la
LCQ:10 para cumplir con los recaudos legales (v.fs.9)- resulta evidente.

Véase que, entre otras omisiones, ninguna precisión aportó en torno a los ingresos "actuales" que genera su
actividad. Tal circunstancia se presentaba ciertamente relevante para ilustrar acabadamente al director del
proceso sobre su situación patrimonial, en orden a lo previsto por el art. 11 inc. 3 de la LCQ.

Pero hay más.

La actividad principal de Carlos Elías Levinguer, conforme él mismo sostuvo,. "se refleja en la
comercialización de cereales para el mercado interno y la exportación desde la Ciudad de Buenos Aires."
(sic.; v. fs.4) mediante la operatoria descripta que incluye el acopio en la planta de procesamiento de la firma
Agro Royal Commodities S.A. (v. fs.4). De allí que debe concluirse que el deudor realiza una actividad
económica organizada que -aún cuando no llegare, eventualmente, a convertirlo en empresario- le impone la
obligación ineludible de llevar contabilidad que no se reduce a los libros Iva Compra y Venta y Sueldos y
Jornales (cfr. art. 320 del CCiy y Com).

En efecto, de acuerdo a la terminología del Código Civil y Comercial, las personas humanas que, como el
aquí deudor, realizan una actividad económica organizada, están obligadas a llevar la contabilidad pertinente
(Bello Knoll, Susy I., "La obligación de llevar contabilidad en el Código Civil y Comercial", artículo
publicado en "El nuevo Código Civil y Comercial de la Nación, efectos en materia societaria y concursal",
publicado por ediciones D&D para el Instituto Argentino de Derecho Comercial, Bs. As., 2015).

En este sentido la doctrina tradicional sólo conceptualiza como actividades agrarias excluidas del deber de
llevar el registro de su contabilidad a las pequeñas economías de subsistencia en las que los sujetos
participantes no tienen ánimo de organizar la producción de forma masiva o de intervenir de manera
significativa en el mercado (conf. Alterini, Jorge H., "Código Civil y Comercial Tratado Exegético", t° II,
pág. 618, ed. La Ley, Buenos Aires, 2015), al punto que la actividad agrícola se agota enteramente en el
fundo, al menos durante la fase de producción, sin implicar relaciones con terceros (conf. Lorenzetti, Ricardo
Luis, "Código Civil y Comercial de la Nación Comentado", t° II, pág. 255, ed.Rubinzal-Culzoni Editores,
Santa Fe, 2015 -el subrayado me pertenece-).

Resulta claro, así, que no se encuentra relevado de tal obligación el sujeto que, como productor agropecuario,
establece ".una organización de elaboración que importa algo más que una transformación del producto
limitada a una primera manipulación -es decir, excede aquello que es necesario para conservar el producto,
tendiendo a hacerlo apto para su comercialización-. "(cfr. Herrera, Marisa- Caramelo, Gustavo- Picasso,
Sebastián, "Código Civil y Comercial de la Nación Comentado", Bs.As., Infojus, 2015, t. I, pág. 528).

Ello resulta suficiente para tener por incumplida la exigencia prevista en el art. 11 inc. 6 de la LCQ, como
acertadamente subrayara el D 0 primer sentenciante. Así porque, en todo caso -y sin perjuicio de lo que

seguidamente se dirá- cupo al requirente poner a disposición la documentación que permitiese reconstruir las
operaciones comerciales que describió, acorde con su nivel de actividad.

En este sentido, no puedo dejar de advertir que refirió que uno de los dos inmuebles urbanos sitos en Coronel
Pringles, Pcia. de Buenos Aires, de los que resulta cotitular, se encuentra "destinado a oficinas administrativas
de la empresa Agro Royal Commodities S.A. cedidas por mi parte a tal fin" (sic.; v. fs. 81 vta). Sin embargo,
nada dijo en punto a la aludida cesión, al punto que: i) no identificó a cuál de ambos inmuebles se refiere, ii)
no aclaró en qué carácter efectuó la "cesión" en cuestión (esto es, si fue a título gratuito u oneroso), y iii)
tampoco arrimó el convenio por el cual, en su caso, aquélla transferencia se instrumentara.

Finalmente -y este dato no es menor, de acuerdo a lo hasta aquí dicho- tampoco brindó explicación alguna
sobre su vinculación con aquélla sociedad, en la que habría revestido el carácter de director de acuerdo con lo
que surge del sitio de internet: https://ar.linkedin.com/in/carlos-levinguer-4803ba74.
En definitiva, ni la presentación de fs. 78/84 ni el memorial de fs.99/109, resultan suficientes para tener por
cumplidas las exigencias del art. 11 de la LCQ., además de no lograr superar las imprecisiones que emergen
de la solicitud de inicio.

4 . En tales condiciones, los incumplimientos señalados tornan operativo el rechazo de la solicitud de apertura
del concurso preventivo en los términos del art. 13 de la LCQ.

Así pues la finalidad perseguida por el legislador es que el deudor suministre a los acreedores toda la
información necesaria con la mayor exactitud posible, para conocer la realidad patrimonial y obligacional y,
de esa forma, poder evaluar, en la etapa procesal oportuna, la probabilidad de cumplimiento y garantía de la
propuesta concordataria (conf. esta Sala F, "Rodeos S.A. s/ quiebra s/ incidente de apelación de Rodeos S.A."
del 10.11.16"; Rivera-Roitman-Vítolo, "Ley de Concursos y Quiebras", T. I, pág. 360, Ed. Rubinzal Culzoni,
Santa Fe, 2009).

Frente a ello, y en tanto que el tránsito por el amparo del régimen concursal requiere como contrapartida una
explicación seria y clara sobre la composición del patrimonio del deudor, con suficiencia ilustrativa para
permitir al juez y a los acreedores formarse una visión de conjunto sobre la situación por la que aquél
atraviesa, cabe desestimar los agravios y confirmar el decisorio de fs. 90/95.

Así voto.

ALEJANDRA N. TEVEZ

MARÍA EUGENIA SOTO

PROSECRETARIA DE CÁMARA

ARABIA GRACIELA NOEMÍ S/ CONCURSO PREVENTIVO


Tribunal: Cámara Nacional de Apelaciones en lo Comercial

Sala / Juzgado / Circunscripción / Nominación: D

Partes: Arabia Graciela Noemí s/ concurso preventivo

Fecha: 8 de agosto de 2007

Colección: Fallos

Cita: MJ-JU-M-16860-AR|MJJ16860|MJJ16860

Voces: CONCURSOS Y QUIEBRAS - CONCURSO PREVENTIVO - APERTURA DEL CONCURSO -


PETICIÓN DE CONCURSO PREVENTIVO - REQUISITOS DE LA PETICIÓN DE CONCURSO

La Cámara confirma el rechazo de la apertura concursal, en cuanto no fue cumplimentada la exigencia de la


LCQ prevista en el art. 11. Entiende que si bien no se trata de un comerciante, pudo el presentante acompañar
documentación que permita inferir su contabilidad, movimientos, estado de cesación de pagos, etc. sin que se
exija una solemnidad al respecto.

Sumario:
1.-La genérica descripción del activo que se efectúa en el escrito fundante de la apelación con la cual se
pretende suplir en esta instancia la omisión apuntada por el juez de grado, sin mayor descripción de los bienes
muebles de la casa habitación ni de los restantes bienes que allí sólo se enumeran -pero respecto de los cuales
no se aportan otros datos que permitan su clara y precisa individualización-, resulta insuficiente a fin de tener
por cumplido el recaudo impuesto por el inc. 3 del art. 11 de la LCQ. Máxime cuando vencido el plazo de 10
días otorgado al presentante por el a quo, aún subsiste la omisión de expresar las normas seguidas para su
valuación, ni se ha denunciado su ubicación, estado y gravámenes de los bienes. Ello impide conocer
debidamente al juez, los acreedores y el síndico, el patrimonio de quien pretende aspirar a la solución
concursal, que es el fin al que apunta la exigencia legal. Asimismo, persiste en la actualidad la omisión de
precisar la fecha de inicio del estado de cesación de pagos. De tal modo, no cabe sino rechazar la presentación
inaugural, por no haber cumplido con los recaudos exigidos por los incs. 2, 3 y 6 del art. 11 de la ley 24.522,
para acceder a la apertura del propio concurso preventivo.

2.-Admitida la posibilidad del concursamiento de comerciantes no matriculados y sociedades irregulares,


debe adecuarse a ello la exigencia de adjuntar contabilidad. Ello resulta evidente, pues tales personas no
pueden obtener la rubricación de sus libros, de modo que les bastará acompañar la documentación de otra
naturaleza que permita reconstruir las operaciones comerciales del insolvente. Así es que, la exigencia legal
prevista en el art. 11 inc. 6 de la LCQ, tiene en el caso de quienes no lleven libros rubricados, un amplio y
flexible margen probatorio. Y tiene razón de ser en el hecho de que, en definitiva, el examinado es un recaudo
que tiende a satisfacer, antes que exigencias meramente formales, otras francamente objetivas y sustanciales,
en cuanto con su cumplimiento, lejos de pretender obstaculizarse el ingreso al remedio preventivo, lo que se
busca es proporcionar los datos necesarios para que los acreedores puedan contar con mayores elementos de
juicio acerca de la verdadera situación patrimonial del deudor. Ahora bien, aun cuando en el caso de
comerciantes no matriculados es posible, con los alcances indicados, dispensar la estricta exigencia de
regularidad absoluta impuesta por la legislación a la contabilidad, no cabe empero derivar de ello que la
presentación de documentación no rija de ninguna manera. No cumplido ello, cabe rechazar la apertura de la
presentación concursal.

3.-Frente a la incuestionada calidad de comerciante, resultó preciso que la pretensa concursada, aun sin las
formalidades previstas por el código de comercio, presentara al menos la documentación respaldatoria de los
negocios concertados y que permitan reconstruir con razonabilidad, frente a la naturaleza de sus actividades,
los actos de su gestión y situación patrimonial que motivaron la alegada insolvencia. Cuanto menos, se debió
enumerar e informar sobre los libros de otra naturaleza que emplea en el giro habitual de su negocio y
adjuntar copia de las declaraciones juradas de ganancias que se hubieren presentado ante el organismo
respectivo, correspondientes a los últimos tres años, o bien pudo proveerse información inherente al flujo de
fondos de los últimos doce meses y el proyectado para los próximos veinticuatro meses, ingresos y
erogaciones mensuales, créditos a percibir, estrategias para renegociar la reestructuración del pasivo, etc.
Podría haber acompañado el sistema operativo utilizado, junto a la documental que lo respalda, lo cual
hubiera resultado suficiente para tener por cumplido el mentado requisito legal. La peticionaria no solo omitió
adjuntar alguno de los elementos referidos, sino que ni siquiera acompañó un listado de los alumnos o clientes
que estuvieran utilizando sus servicios. Consecuentemente, cupo el rechazo de la presentación en concurso
preventivo en la forma en que fue decidido por el magistrado de grado.

Fallo:
Buenos Aires, 8 de agosto de 2007.

1. La promotora de estas actuaciones apeló la decisión de fs. 130/134 que rechazó su presentación inaugural
de fs. 1/3, por no haber cumplido con los recaudos exigidos por los incs. 2, 3 y 6 del art. 11 de la ley 24.522,
para acceder a la apertura de su concurso preventivo.

Los fundamentos lucen expuestos en fs. 146/149.

2. De los antecedentes de autos surge que a la recurrente se le concedió el plazo de diez días para que, entre
otras cosas, (i) acompañe un estado detallado y valorado del activo y el pasivo actualizado a la fecha de
presentación con indicación precisa de su composición, las normas seguidas para su valuación, ubicación,
estado y gravámenes de los bienes y demás datos necesarios para conocer debidamente el patrimonio; (ii)
explique las causas concretas de su situación patrimonial con expresión de la fecha en que se produjo la
cesación de pagos, (iii) aclare todo lo que corresponda al giro comercial inherente a su actividad, así como la
forma de registración contable de los servicios profesionales prestados y de la actividad docente desarrollada,
y que expusiera si en la actualidad se encuentra realizando actividad laboral alguna, acompañandose las
constancias pertinentes (fs. 4/5, punto 3, apartados A, C, y D).

En la resolución apelada juzgó el señor juez a quo que la peticionaria no había satisfecho adecuadamente lo
requerido, y rechazó la petición de concursamiento.

3.a. La genérica descripción del activo que se efectúa en el escrito fundante de la apelación (fs.147 vta.) con la
cual se pretende suplir en esta instancia la omisión apuntada por el juez de grado, sin mayor descripción de
los bienes "muebles casa habitación" ni de los restantes bienes que allí sólo se enumeran, pero respecto de los
cuales no se aportan otros datos que permitan su clara y precisa individualización, resulta insuficiente a fin de
tener por cumplido el recaudo impuesto por el inc. 3 del art. 11 citado.

Obsérvese además que aún subsiste la omisión de expresar las normas seguidas para su valuación, ni
denunciado su ubicación, estado y gravámenes de los bienes.

Ello impide conocer debidamente al juez, los acreedores y el síndico, el patrimonio de quien pretende aspirar
a la solución concursal, que es el fin al que apunta la exigencia legal (CNCom., Sala E, 7.10.94, "Interpar S.A.
s/ concurso preventivo"; en ese sentido, esta Sala, "16.2.96, "Pardo Manuel s/ concurso").

3.b. En cuanto al incumplimiento del recaudo exigido por el inc. 2 de la norma concursal citada, la propia
recurrente reconoce al presentar el memorial de agravios que recién ahora se habría producido con el reclamo
formulado por el Banco Río de la Plata de su acreencia bancaria, por requerimiento efectuado por medio del
estudio de abogados que allí identifica, mencionando que esto ha importado en los hechos que dicho monto
no haya podido ser cubierto "en la actualidad" (fs. 148 vta.).

Además de señalar que persiste en la actualidad la omisión de precisar la fecha de inicio del estado de
cesación de pagos, la agregación de la pieza copiada en fs. 145 (enviada el 12.6.07) y lo manifestado en fs.
148 vta. importó reconocer que al momento de solicitar su concursamiento la deudora no se encontraba en
cesación de pagos, circunstancia que aún al presente sigue siendo incierta, agregándose a ello que lo indicado
al respecto en la resolución apelada en ningún momento fue controvertido.

3.c.Finalmente, tiene dicho esta Sala que admitida la posibilidad del concursamiento de comerciantes no
matriculados y sociedades irregulares, debe adecuarse a ello la exigencia de adjuntar contabilidad (12.10.06,
"Bellantonio, Marisa Sandra Bellantonio Sergio Hernán, S.H. s/ concurso preventivo").

Ello resulta evidente, pues tales personas no pueden obtener la rubricación de sus libros, de modo que les
bastará acompañar la documentación de otra naturaleza que permita reconstruir las operaciones comerciales
del insolvente (esta Sala, 3.10.89, "Pagano Horacio H. Pagano comisionista y agente inmobiliarios s/concurso
preventivo"; id., Sala B, 13.6.89, "Osorio de Marcos, Graciela y otros, Editorial Florida soc. de hecho"; id,
Sala A, 17.3.92 "Degrassi Claudio; Arce, Claudia soc. de hecho s/ concurso preventivo"; íd., 29.5.88
"Capalbo Genero s/ concurso preventivo").

Así es que, la exigencia legal (LC 11: 6) tiene en el caso de quienes no lleven libros rubricados, un amplio y
flexible margen probatorio. Y ello tiene razón de ser en el hecho de que, en definitiva, el examinado es un
recaudo que tiende a satisfacer, antes que exigencias meramente formales, otras francamente objetivas y
sustanciales, en cuanto con su cumplimiento, lejos de pretender obstaculizarse el ingreso al remedio
preventivo, lo que se busca es proporcionar los datos necesarios para que los acreedores puedan contar con
mayores elementos de juicio acerca de la verdadera situación patrimonial del deudor (CNCom, Sala B,
19.10.79 "Industrias Schwartz", ED, t. 85, p.276).

Ahora bien, aun cuando en el caso de comerciantes no matriculados es posible, con los alcances indicados,
dispensar la estricta exigencia de regularidad absoluta impuesta por la legislación a la contabilidad, no cabe
empero derivar de ello que la presentación de documentación no rija de ninguna manera.

En este orden de ideas, frente a la incuestionada calidad de comerciante, resultó preciso que la pretensa
concursada, aun sin las formalidades previstas por el código de comercio, presentara al menos la
documentación respaldatoria de los negocios concertados y que permitan reconstruir con razonabilidad, frente
a la naturaleza de sus actividades, los actos de su gestión y situación patrimonial que motivaron la alegada
insolvencia.

Al efecto, entiende la Sala que cuanto menos se debió enumerar e informar sobre los libros de otra naturaleza
que emplea en el giro habitual de su negocio y adjuntar copia de las declaraciones juradas de ganancias que se
hubieren presentado ante el organismo respectivo, correspondientes a los últimos tres años (este Tribunal,
14.11.06, "Díaz, Liliana Mabel s/ concurso preventivo"), o bien pudo proveerse información inherente al flujo
de fondos de los últimos doce meses y el proyectado para los próximos veinticuatro meses, ingresos y
erogaciones mensuales, créditos a percibir, estrategias para renegociar la reestructuración del pasivo, etc. (esta
Sala, 16.3.06, "Orona Juan, José s/ concurso preventivo").

Ello, aunado a las demás constancias que se podría haber acompañado de su sistema operativo, junto a la
documental que lo respalda hubieran resultado suficientes para tener por cumplido el mentado requisito legal.

Sin embargo, la peticionaria no solo omitió adjuntar alguno de los elementos referidos precedentemente, sino
que ni siquiera acompañó un listado de los alumnos o clientes que estuvieran utilizando sus servicios.

Consecuentemente, cupo el rechazo de la presentación en concurso preventivo en la forma en que fue


decidido por el magistrado de grado.

4. Por lo expuesto, se RESUELVE: confirmar la resolución apelada. Sin costas atento no mediar
contradictorio.

Devuélvase sin más trámite, confiándose al magistrado de primera instancia proveer las diligencias ulteriores
(cpr 36: 10 ) y las notificaciones pertinentes.

Gerardo G. Vasallo.-

Juan José Dieuzeide.-

Pablo D. Heredia.-

Germán S. Taricco Vera. Prosecretario Letrado

TIMUKA SACI S/ CONCURSO PREVENTIVO


Tribunal: Cámara Nacional de Apelaciones en lo Comercial

Sala / Juzgado / Circunscripción / Nominación: F

Partes: Timuka SACI s/ concurso preventivo

Fecha: 12 de julio de 2012

Colección: Fallos

Cita: MJ-JU-M-74727-AR|MJJ74727|MJJ74727

Voces: CONCURSOS - PRESENTACIÓN EN CONCURSO PREVENTIVO - REQUISITOS DE LA


PETICIÓN DE CONCURSO - LIBROS DE COMERCIO - ACREEDORES DEL CONCURSO

Se rechaza el pedido de concurso por el incumplimiento del deudor de los requisitos formales que la ley de
fondo prevé, fundamentalmente no acompañar la documentación correspondiente a la totalidad de los
acreedores denunciados, a fin de reafirmar la realidad de las deudas y de ese modo evitar la presencia de
acreedores ficticios que pudieran eventualmente conformar mayorías inexistentes.
Sumario:
1.-Quien procura la apertura de un proceso universal debe aportar con claridad, precisión y sin género de
dudas, los recaudos establecidos por la legislación concursal, facilitando al juez su capacitación y
comprensión. La enumeración formulada por el art. 11 es taxativa; todos deben cumplirse y la omisión
categórica de satisfacción de uno de ellos, obsta a la apertura del concurso.

2.-Es verdad que bajo ciertas y particulares circunstancias, las exigencias impuestas por la ley al empresario
insolvente, no pueden verse agravadas por una interpretación en exceso rigurosa de los recaudos a satisfacer;
tanto más si nos atenemos a la Exposición de Motivos de la ley, de la cual cabe inteligir que la solución
preventiva de las crisis patrimoniales no se juzga como una mera predecesora de la quiebra.

3.-El cumplimiento de los recaudos formales del art. 11 LCQ, si bien es de severa efectivización, no deja de
receptar cierto grado de flexibilidad por parte del juez en algunos aspectos circunscriptos a situaciones
fácticas excepcionales y ello atendiendo a que el deudor no solo persigue el beneficio de poder intentar arribar
a un acuerdo negociado con una comunidad significativa de acreedores que le permita imponer el mismo a los
restantes acreedores, sino también evitar los efectos del desapoderamiento y liquidación coactiva que la
declaración en quiebra importaría.

4.-En torno de la exigencia concerniente al detalle del activo del art. 11 inc. 3° LCQ, establece la norma
referida: ...Acompañar un estado detallado y valorado del activo y pasivo actualizado a la fecha de
presentación, con indicación precisa de su composición, las normas seguidas para su valuación, la ubicación,
estado y gravámenes de los bienes y los demás datos necesarios para conocer debidamente el patrimonio. Este
estado de situación patrimonial debe ser acompañado de dictamen por contador público nacional... , esta
exigencia legal se encuentra orientada a facilitar la tarea de la sindicatura y la compulsa por parte de los
acreedores de los rubros que conforman el activo y el pasivo, bajo la premisa de que, quien requiere del
amparo excepcional del proceso universal debe en principio exhibir una situación patrimonial clara, condición
que, además, impone la legislación mercantil (arts. 33 , 43 , y ss. CCom y LCQ art. 11).

5.-Las falencias en el cumplimiento de los requisitos previstos por el art. 11 inciso 5º de la ley 24522 no
pueden ser analizadas separadamente de las restantes que son objeto de tratamiento en esta instancia, por lo
que aunada a esas otras, todas ellas de especial trascendencia y gravitación para el trámite, imponen que no
pueda ignorarse su incumplimiento. Ello responde a la necesidad de reafirmar la realidad de las deudas
denunciadas y de ese modo evitar la presencia de acreedores ficticios que pudieran eventualmente conformar
mayorías inexistentes.

6.-El tránsito por el amparo del régimen concursal, requiere como contrapartida no sólo la identificación de
cada acreedor, lo cual resulta de obvia exigencia, sino de los restantes requisitos previstos en el inciso en
análisis que cumplen cada uno de ellos una función determinada. Véase que es el deudor quien se encuentra
en mejores condiciones para poder suministrar al concurso toda la documentación relacionada con sus deudas
y de allí que la exigencia legal importa para él someterse a las reglas de la buena fe: quien tiene los elementos
probatorios y pretende que sus acreedores le otorguen una oportunidad para intentar rescatar la empresa que
se encuentra en crisis debe suministrarles todos los elementos necesarios para que los mismos puedan evaluar
su situación y su propuesta.

7.-De conformidad con lo dispuesto por el art. 11 inc. 6º de la ley 24522, el deudor debe denunciar los libros
de comercio o de otra naturaleza y ponerlos a disposición del juez junto con la documentación respaldatoria
indicando el último folio utilizado en cada caso. Tal obligación comprende a los libros contables exigidos por
el código de comercio, es decir libro Diario y libro de Inventario y Balance, más aquellos libros contables no
obligatorios como el de caja, bancos, mayor en tanto sean llevados; a ellos deben agregarse los libros sociales
en su caso, como el libro de actas de Directorio y de Asamblea, el de Registro de Acciones, como así también
los exigidos impositivamente, cuando sean obligatorios, como los libros IVA compras y ventas y los que
establece la legislación laboral, como el libro de sueldos. N.R.: Sumarios elaborados por Ricardo A. Nissen.
Fallo:
Buenos Aires, 12 de julio de 2012.

Y Vistos:

l. Apeló la deudora la resolución de fs. 1262/1264, mantenida a fs. 1314/1315, mediante la cual rechazó el
pedido de concursamiento de la sociedad Timuka SACICI y F frente al incumplimiento de los recaudos
formales previstos por la LCQ: 11; incs. 1;3;5,6 y 8 .

Al respecto sostuvo la Magistrada de Grado que : (i) dado que las personas de existencia ideal deben
acompañar el instrumento constitutivo, la copia certificada por un funcionario de ARBA del estatuto y
algunas de sus modificaciones no resulta suficiente; (ii) respecto del inc. 3 no acompañó el estado de situación
patrimonial requerido con dictamen suscripto por contador publico; (iii) tampoco cumplió íntegramente con la
documentación respaldatoria de las acreencias denunciadas, como así tampoco con la certificación contable
requerida; de los créditos laborales solo adjuntó unas planillas con el monto de lo adeudado; (iv) de los libros
de comercio, si bien enumerados, sólo cuenta en su poder con los libros de IVA Compras e IVA Ventas los
que además se encuentran desactualizados y los restantes hurtados o extraviados.

2. Los agravios fueron volcados en el recurso de reposición con apelación en subsidio de fs. 1309/1313, en el
cual pretendieron refutarse los reprochados incumplimientos; ello motivó el dictado del decisorio de fs.
1314/1316, en el cual se tuvo por cumplido únicamente y como consecuencia de la incorporación de la
documental de fs. 1266/1288, el recaudo contemplado en el inc. 1 del art. 11.

3.a. Quien procura la apertura de un proceso universal debe aportar con claridad, precisión y sin género de
dudas, los recaudos establecidos por la legislación concursal, facilitando al juez su capacitación y
comprensión (Rouillon "Código de Comercio Comentado y Anotado, LL, Año 2007, T° IV -A, pág. 139). La
enumeración formulada por el art.11 es taxativa; todos deben cumplirse y la omisión categórica de
satisfacción de uno de ellos, obsta a la apertura del concurso.

En tal sentido, no asiste razón al recurrente cuando critica la decisión atacada aludiendo a los "supuestos
incumplimientos" que le impidieron a la Magistrada proveer en el sentido pretendido; es que los
incumplimientos mencionados no son supuestos; son reales, más allá de que puedan ser parciales o que
puedan tener -a su criterio- alguna justificación.

Es verdad que bajo ciertas y particulares circunstancias, las exigencias impuestas por la ley al empresario
insolvente, no pueden verse agravadas por una interpretación en exceso rigurosa de los recaudos a satisfacer;
tanto más si nos atenemos a la Exposición de Motivos de la ley, de la cual cabe inteligir que la solución
preventiva de las crisis patrimoniales no se juzga como una mera predecesora de la quiebra (CNCom. Sala B,
"27 de Octubre SA" 25/2/95; Sala A, "Plásticos Río de la Plata SA s/Concurso Preventivo" del 30/12/98; SC
Mendoza, Sala I, Salvador Barea e Hijos Sociedad de Hecho", del 4/7/89).

Es decir que el cumplimiento de los recaudos formales del art. 11 LCQ, si bien es de severa efectivización, no
deja de receptar cierto grado de flexibilidad por parte del juez en algunos aspectos circunscriptos a situaciones
fácticas excepcionales.

Ello atendiendo a que el deudor no solo persigue el beneficio de poder intentar arribar a un acuerdo negociado
con una comunidad significativa de acreedores que le permita imponer el mismo a los restantes acreedores,
sino también evitar los efectos del desapoderamiento y liquidación coactiva que la declaración en quiebra
importaría (Rivera-Roitman-Vítolo "Ley de Concursos y Quiebras", Tercera Edición Actualizada, Rubinzal-
Culzoni Editores, 2005, T° I, págs. 297/298).

3.b Ahora bien. No obstante esta "amplitud de interpretación", lo cierto es que son varios los requisitos
previstos por la LCQ: 11 que la Magistrada consideró incumplidos.Desde ese ángulo, estima esta Sala que,
analizada la causa en estudio, no cabe sino la confirmación del rechazo de la presentación concursal tal como
lo dispuso la a quo.
En torno de la exigencia concerniente al detalle del activo del art. 11 inc. 3° LCQ, establece la norma referida:
".Acompañar un estado detallado y valorado del activo y pasivo actualizado a la fecha de presentación, con
indicación precisa de su composición, las normas seguidas para su valuación, la ubicación, estado y
gravámenes de los bienes y los demás datos necesarios para conocer debidamente el patrimonio. Este estado
de situación patrimonial debe ser acompañado de dictamen por contador público nacional.".

En el sub examine, si bien se pretendió justificar el incumplimiento bajo el amparo del conflicto que habría
provocado la toma de la fábrica por parte de un grupo de trabajadores, como así también en razón de la
desaparición del libro Inventario y Balances y de la inexistencia de asientos contables en los libros IVA
Ventas e IVA Compras correspondientes al último ejercicio cerrado el 31/12/11, lo cierto es que tales
carencias resultan ser datos relevantes para determinar el real estado de situación de la empresa.

La exigencia legal se encuentra orientada a facilitar la tarea de la sindicatura y la compulsa por parte de los
acreedores de los rubros que conforman el activo y el pasivo, bajo la premisa de que, quien requiere del
amparo excepcional del proceso universal debe en principio exhibir una situación patrimonial clara, condición
que, además, impone la legislación mercantil (arts. 33 , 43 , y sgtes. Cód.Com y LCQ art. 11).

Respecto del inciso 5, dispone el mismo que el deudor deberá ".Acompañar nómina de acreedores, con
indicación de sus domicilios, montos de los créditos, causas, vencimientos, codeudores, fiadores o terceros
obligados o responsables y privilegios.Asimismo, debe acompañar un legajo para cada acreedor, en el cual
conste copia de la documentación sustentatoria de la deuda denunciada, con dictamen de contador público
sobre la correspondencia existente entre la denuncia del deudor y sus registros contables o documentación
existente y la inexistencia de otros acreedores en sus registros o documentación existente. Debe agregar el
detalle de los procesos judiciales o administrativos de carácter patrimonial en trámite o con condena no
cumplida, precisando su radicación .".

En autos no se cumplió cabalmente con tal previsión legal, en tanto no fue acompañada la documentación
correspondiente a la totalidad de los acreedores denunciados en la nómina de fs. 114, resultando inatendible
como justificación ensayada de que en definitiva es menor proporción de aquéllos que no se encuentran
debidamente acreditados que los que sí lo fueron.

Es que tal falencia no puede ser analizada separadamente de las restantes que son objeto de tratamiento en
esta instancia, por lo que aunada a esas otras, todas ellas de especial trascendencia y gravitación para el
trámite, imponen que no pueda ignorarse.

Ello responde a la necesidad de reafirmar la realidad de las deudas denunciadas y de ese modo evitar la
presencia de acreedores ficticios que pudieran eventualmente conformar mayorías inexistentes.

Efectivamente, el tránsito por el amparo del régimen concursal, requiere como contrapartida -en lo que aquí
atañe- no sólo la identificación de cada acreedor, lo cual resulta de obvia exigencia, sino de los restantes
requisitos previstos en el inciso en análisis que cumplen cada uno de ellos una función determinada.

Véase que es el deudor quien se encuentra en mejores condiciones para poder suministrar al concurso toda la
documentación relacionada con sus deudas. De allí que la exigencia legal importa para él someterse a las
reglas de la buena fe:quien tiene los elementos probatorios y pretende que sus acreedores le otorguen una
oportunidad para intentar rescatar la empresa que se encuentra en crisis debe suministrarles todos los
elementos necesarios para que los mismos puedan evaluar su situación y su propuesta (cfr. Rivera-Roitman-
Vítolo, "Ley de Concursos y Quiebras", T. I, pág. 360, Ed. Rubinzal Culzoni, Santa Fe, 2009).

En lo relativo al incumplimiento del inciso 6to. el deudor debe denunciar los libros de comercio o de otra
naturaleza y ponerlos a disposición del juez junto con la documentación respaldatoria indicando el último
folio utilizado en cada caso. Tal obligación comprende a los libros contables exigidos por el código de
comercio, es decir libro Diario y libro de Inventario y Balance, más aquellos libros contables no obligatorios
como el de caja, bancos, mayor en tanto sean llevados; a ellos deben agregarse los libros sociales en su caso,
como el libro de actas de Directorio y de Asamblea, el de Registro de Acciones, como así también los
exigidos impositivamente, cuando sean obligatorios, como los libros IVA compras y ventas y los que
establece la legislación laboral, como el libro de sueldos (Graziábile, Ley de Concursos Comentada, 2
edición. Errepar, 2011, pág. 36).

Desde esta óptica, y más allá de que puede suceder un robo, hurto o aún una pérdida de libros, tal como se
denunciara oportunamente, lo cierto es que en la especie, resulta que tal situación conspira contra la
pretensión del recurrente. Pues reitérase todo el compendio de requisitos apunta a tener la mayor claridad
posible, sea para el tribunal, sea para los acreedores, de la situación en que se encuentra inmerso el
deudor.Consecuentemente, pesa sobre los comerciantes la obligación de llevar una contabilidad regular, a
efectos de tornar practicable la reconstrucción histórica del itinerario negocial del comercio.

En cuanto al inciso 8, la Ley 26684 incorpora como recaudo de la demanda, la necesidad de acompañar un
detalle de los empleados de la concursada, con indicación de domicilio, categoría, antigüedad y última
remuneración percibida. También, en redundancia con la exigencia del inciso 5), requiere se declare la
existencia de deuda laboral y con los organismos de seguridad social. Tal requisito qued a cumplido con la
certificación contable.

El informe de deuda laboral certificado por profesional contable se produjo tal como da cuenta el texto del
mismo -v. fs. 1304- , tomando en cuenta la documentación examinada que es la identificada en el Anexo I de
fs. 1305/1308. Revisado ese Anexo el mismo nada refiere respecto de la deuda con los organismos de la
seguridad social.

En síntesis: el deudor no ha cumplido con la totalidad de los elementos faltantes y que fueran puntualmente
señalados en la instancia originaria y si bien, no escapa a esta Sala la circunstancia que invoca como
eximente, lo cierto es que esos incumplimientos no pueden ser obviados.

Debió la deudora prever la situación en tiempo y forma, esto es, antes de peticionar el amparo jurisdiccional.
En este punto es necesario resaltar que si bien con fecha 6 de mayo de 2011 se adoptó en Asamblea General
Extraordinaria la decisión de presentarse en convocatoria de acreedores -fs. 42/44-, recién se formalizó la
pretensión el 22 de febrero de 2012. También debió -tal como ella misma lo reconoce- ajustar su economía
evitando el desorden administrativo que invoca ocurrido en el transcurso del año 2011, procurando revertirlo
en miras a esta instancia. Aquella demora en y esta inacción consecuentemente se traducen en circunstancias
que perjudican el progreso del recurso.

4. Corolario de lo expuesto, se resuelve: Confirmar el decisorio de fs. 1262/1264 y fs. 1314/1315. Sin costas
por no mediar contradictorio. Notifíquese y devuélvase a la instancia de origen.

Alejandra N. Tevez, Juan Manuel Ojea Quintana, Rafael F. Barreiro. Ante mí: Silvina D.M.Vanoli. Es copia
del original que corre a fs. 1333/1335vta. de los autos de la materia.

Silvina D.M. Vanoli

Prosecretaria de Cámara

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