Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
I.INTRODUCCIÓN
El derecho al acceso a la justicia y de tutela judicial efectiva tiene su
antecedente en los artículos 8, 9 y 10 de la Declaración Universal de los Derechos
Humanos (1948); en dicha declaración se establece la necesidad de que las personas
cuente con un recurso efectivo ante tribunales, el derecho a ser oída por un tribunal
independiente e imparcial, así como se establecen la presunción de inocencia y el
principio de legalidad.
Lo anterior comporta una verdadera expresión de garantía de los derechos ya
enunciados, para evitar arbitrariedades de los proceso, en definitiva para que exista un
proceso justo en el que los intervinientes tenga la capacidad de expresar sus puntos de
hecho y de derecho.
Tomemos en cuenta que estas garantías deben ser veladas, principalmente por
los juzgadores, los entes del Poder Judicial y sus dependencias auxiliares. Solamente
cuando se han cumplido con las garantías del proceso el juez podrá dictar una sentencia
en derecho.
Ya dentro del ámbito europeo tenemos el Convenio Europeo de Derechos
Humanos (CEDH) en sus artículos 6, 7 y 8 establece un catálogo completo de
principios procesales, específicamente en el artículo 6 se menciona al derecho a un
proceso equitativo, que se refiere a la tutela judicial efectiva o de acceso a los
tribunales de justicia.
El artículo que se encuentra divido en tres partes, el primer párrafo detalla los
principios procesales tanto en materia civil, como penal y circunscribe el campo de
aplicación de este derecho; el segundo y tercero reconocen diferentes garantías
derivadas de los principios del párrafo primero.
El marco de la normativa de la UE, junto con la jurisprudencia del TEDH y de
la corte de Tribunal de Justicia de la UE (TJUE), el derecho interno de los estados y,
en general, los principios de derechos humanos, comportan las fuentes principales
sobre las cuales el juez, en la instancia correspondiente, deberá decidir y resolver el
conflicto.
Por su parte la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea
(CDFUE), también norma el derecho a la tutela judicial efectiva e imparcial,
principalmente indica que dicho derecho contiene, a su vez, el derecho de acceso a la
justicia, el debido proceso, la motivación y fundamentación de la sentencia, y el
derecho al acceso a recurrir los fallos.
En ese orden de ideas, es necesario establecer que se considera como un
proceso equitativo o justo, para lo cual debemos recurrir a la jurisprudencia,
específicamente del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH), para aclarar la
evolución doctrinaria del derecho a la tutela judicial efectiva, el cual es el objeto del
presente estudio.
El TEDH se pronuncia por primera vez respecto del derecho a la tutela judicial
efectiva en el caso Golder c. Reino Unido, de 21 de febrero de 1975, y lo hace
determinando la necesidad de garantizar el acceso a los tribunales dentro de un proceso
equitativo y el derecho a obtener una sentencia de fondo. Como vemos, la tutela
judicial efectiva, en principio, se circunscribía al derecho a acudir a los tribunales, es
decir la existencia de los mismos y la posibilidad de acudir ante ellos para hacer valer
los derechos que correspondan.
Evidentemente el proceso debe ser equitativo, es decir justo, los intervinientes
tendrán las mismas oportunidades de exponer sus alegatos en derecho, los hechos, así
como la prueba pertinente, y el derecho a contradecir lo anteriormente indicado.
II. EL DERECHO A UN PROCESO EQUITATIVO
La jurisprudencia del TEDH considera como presupuestos fundamentales del
derecho a la tutela judicial efectiva, dos exigencias básicas y complementarias entre
sí: el principio de “igualdad de armas” entre defensa y acusación y la exigencia del
principio de contradicción. (Milione, 2013, p.5).
Esto se encuentra determinado, por ejemplo en sentencias STEDH de 27 de
junio de 1968, caso Neumeister c. Austria; asimismo, STEDH de 21 de junio de 2007,
caso Milatová y otros c. Republica Ceca; de 10 de octubre de 2007, caso Corcuff c.
Francia, la STEDH de 11 de diciembre de 2008, caso Mirilashvili vs. Rusia y la
STEDH de 19 de diciembre de 1989, caso Kamasinski c. Austria.
Como vemos es importante la existencia de una igualdad entre las partes, sobre
todo en el ámbito penal, pues le corresponde al ente estatal correspondiente ejercer la
acusación contra el imputado y pueden existir casos de abusos, justamente porque el
Estado cuenta con una serie de herramientas que podrían vulnerar los derechos de las
personas si no son usadas constitucional y legalmente, en resumen deben tener las
mismas oportunidades dentro del proceso.
Lo anterior, tiene conexión con el principio de contradicción, pues las dos
partes, ya en igualdad de condiciones pueden interponer todos las pruebas y alegatos
que crean convenientes, con la oportunidad de contradecir lo dicho por el otro y será
el juez que deba escuchar a ambos y decidir en derecho.
El TEDH ha evidenciado que el derecho al proceso equitativo no se limita a
garantizar el acceso a los tribunales y a promover la actividad jurisdiccional en las
condiciones de igualdad y contradicción antes señaladas, sino que comprende
también el derecho a obtener una resolución fundada en derecho que ponga fin al
proceso mismo. (Ibídem, p.6). A manera de ejemplo, las sentencias STEDH de 16 de
diciembre de 1992, caso Hadjianastassiou c. Grecia y Ruiz Torrija c. España, STEDH
de 9 de diciembre de 1994.
XI. BIBLIOGRAFÍA
|Adarados, S.: La presunción de inocencia como regla probatoria y de formación del
juicio de hecho en los sistemas procesales penales de España y Chile, tesis doctoral
Universidad de Valencia, 2012.
Barrios, A. y otros: “El principio de presunción de inocencia en la aplicación de la
prisión preventiva”, Revista Dominio de las Ciencias, Volumen 3, No. 2, -2017.
Ferrer, F., “El debido proceso desde la perspectiva de la Corte Interamericana de
Derechos Humanos”, Universidad de Palermo, Revista Jurídica, No. 1, 2015.
Freixes, T.: Derechos Fundamentales en la Unión Europea, evolución y prospectiva:
la construcción de un espacio jurídico europeo de los derechos fundamentales,
consultado en http://www.ugr.es/~redce/REDCE4/articulos/02freixes.htm, octubre
2019.
García de Enterría, E.:, “La sentencia del Tribunal Europeos de Derechos Humanos de
28 de Octubre de 2003”, Revista de Administración Pública, Núm 163, Enero-
Abril 2004.
Gómez de Liaño, M: “Los derechos fundamentales de naturaleza procesal en la Unión
Europea”, Revista de Derecho de la Unión Europea, No. 11-2 semestre 2006.
López, E. y otros: “Jurisprudencia de Estrasburgo sobre el derecho a un proceso
equitativo: sentencias contra España de interés para México”, Revista de
Derecho UNED, Núm 21, 2017.
Martín, F.: “Del derecho a la tutela judicial efectiva hacia el derecho a una tutela
efectiva de la justicia”, Revista Europea de Derechos Fundamentales, primer
trimestre 2014.
Martínez, F.: La exigencia de motivación de las resoluciones judiciales, consultado en
https://www.acalsl.com/blog/2018/09/la-exigencia-de-motivacion-de-las-
resoluciones-judiciales, octubre 2019.
Milione, C.: El derecho a la tutela judicial efectiva entre el Tribunal de Justicia de la
Unión Europea y el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, consultado en
file:///C:/Users/user/Downloads/DialnetciroMilioneElDerechoALaTutelaJudi
cialEfectivaEnLaJ-6304845.pdf.
Sentencias
STEDH de 27 de junio de 1968, caso Neumeister c. Austria.
STEDH de 21 de junio de 2007, caso Milatová y otros c. Republica Ceca.
STEDH de 11 de diciembre de 2008, caso Mirilashvili vs. Rusia.
STEDH de 19 de diciembre de 1989, caso Kamasinski c. Austria.
STEDH de 22 de noviembre de 2011, caso Lacadena Calero c. España.
STEDH de 9 de junio de 2009, caso Bendayan Azcantot y Benalal Bendayan c.
España.
STEDH DE 26 de octubre de 2010, caso Cardona Serrat c. España.
STEDH de 28 de junio de 2011, caso Lisazo Azconobieta c. España.
STEDH, de 5 de marzo de 2013, caso Varela Geiis c. España.