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Presentado por: Yomairy Aikman 3-749-923, Jean Arauz 8-975-1990, Belén Hernández 3-748-
1442
El uso de las enzimas para la producción de alimentos data del año 2000 A.C., en productos
fermentados como cerveza, vino, pan y queso, aunque fue hasta finales del siglo XIX que se acuñó
el término enzima. En los años 80’s del siglo XX se incorporaron por primera vez a nivel industrial
preparaciones enzimáticas comerciales para incrementar el contenido nutritivo y la digestibilidad de
alimento para ganado. En la década de los 90’s se produjeron y aprobó el uso de enzimas
recombinantes para queso (EUA) y pan (Reino Unido). Actualmente, las enzimas se consideran como
aditivos en la industria de los alimentos que pueden modificar la apariencia, textura, valor
nutricional, generar aromas y sabores, además de disminuir el tiempo de proceso. Su utilización se
ha extendido a otras aplicaciones relacionadas con la industria alimentaria como el desarrollo de
envases activos y biosensores (García-Gómez, Ramírez-Coutiño, & Del Moral, 2015).
Impacto económico
La venta mundial de enzimas se ha incrementado de manera constante desde hace varios años, en
función de las necesidades específicas de cada continente o región. La distribución del mercado está
repartida en diversos sectores, entre los que se encuentran productos de limpieza (37 %), alimentos
y bebidas (31 %), bioenergéticos (17 %), alimentos para ganado (15 %). Las regiones en las que se
comercializan las enzimas son Norteamérica (35 %), Europa (36%), Asia (19%) y Latinoamérica (10%).
En Europa y Norteamérica se consumen enzimas para el sector de bicombustibles y de detergentes;
mientras que, en América Latina y China, en el sector alimentario. En China e India, se producen
enzimas para autoconsumo y se estima que en pocos años se sumen a los principales productores
mundiales (García-Gómez, Ramírez-Coutiño, & Del Moral, 2015).
Obtención de enzimas
Las enzimas pueden obtenerse a partir de tejidos animales, tejidos vegetales o mediante procesos
de fermentación utilizando microorganismos seleccionados. El uso de enzimas a nivel industrial se
ve limitado por la disponibilidad-costo, es por ello que los microorganismos como fuente de enzimas
versus plantas y animales ofrecen importantes ventajas como: espacios de producción reducidos, no
son estacionales, poseen un rápido crecimiento sobre medios de cultivo económicos, la mayoría de
las enzimas son secretadas al medio de cultivo lo que facilita su recuperación. Además, las enzimas
microbianas son más estables y su producción es más conveniente y segura. Por esta razón, 50% de
las enzimas son producidas por hongos y levaduras, 35% por bacterias, y 15% por plantas y animales.
La mayoría de las enzimas hidrolíticas extracelulares, utilizadas en alimentos, son producidas por
organismos pertenecientes a los géneros Bacillus y Aspergillus (García-Gómez, Ramírez-Coutiño, &
Del Moral, 2015).
La mayor parte de las enzimas con aplicación industrial en alimentos proviene de fuentes
microbianas cultivables, sin embargo, se estima que solo se conoce entre el 0.001-15% de la
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microbiota de una muestra. Para explicar ese fenómeno se ha argumentado que se desconocen los
requerimientos nutricionales y las condiciones fisicoquímicas necesarias para el desarrollo de gran
número de grupos microbianos. Como alternativa a este problema ha surgido la metagenómica, con
la que se accede al material genómico representativo de una comunidad microbiológica sin
necesidad de cultivar a los microrganismos.
El uso de glucosa isomerasa inmovilizada en la producción del llamado jarabe de maíz de alta
fructosa (HFSC) representa el mayor proceso comercial que implica una enzima inmovilizada, tanto
en términos de cantidad de enzima vendida como de volumen del producto producido. De hecho,
anualmente se fabrican más de 500 toneladas de glucosa isomerasa inmovilizada, lo que permite la
producción de aproximadamente 10 millones de toneladas de (HFSC) por año. El HFSC se usa además
en la producción de fructosa como edulcorante para bebidas y alimentos o para uso directo como
componente alimentario. Aunque la D-xilosa es el sustrato nativo de la glucosa isomerasa, la enzima
tiene una amplia especificidad de sustrato y convierte eficientemente la D-glucosa en D-fructosa, en
esta aplicación industrial. Las dos preparaciones comerciales de glucosa isomerasa inmovilizada se
basan en vehículos inorgánicos económicos como la arcilla de bentonita y la tierra de diatomeas con
enzima reticulada por glutaraldehído. Siguiendo la enzima-glutaraldehído. En la reticulación, el
material compuesto se deshidrata y se extruye mecánicamente antes de secarlo en un secador de
lecho fluidizado. La isomerasa de glucosa inmovilizada resultante es extremadamente estable, con
una vida media de más de 1 año cuando se usan en envases empaquetados (Basso, A., 2020).
Figura 2: Fabricación
de alulosa por
epimerasa
inmovilizada en medio
acuoso
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Lipasa CalB para esteres de Vitamina C
El ácido L-ascórbico (vitamina C) es el principal antioxidante natural soluble en agua. Actuando como
eliminador de radicales libres, el ácido L-ascórbico y sus derivados reaccionan con el oxígeno,
eliminándolo así en un sistema cerrado. Ésteres de ácido L-ascórbico con ácidos grasos de cadena
larga (E-304) se emplean como antioxidantes en alimentos ricos en lípidos debido a su solubilidad
en grasas en comparación con la vitamina C (insoluble en aceites). Los métodos biocatalíticos
informados emplean el CalB inmovilizado como biocatalizador y ácidos grasos libres o ésteres
activados como donantes de acilo (Basso, A., 2020)
Figura 3: Fabricación de éster de ácido graso de vitamina C por transesterificación catalizada por CalB
inmovilizado
Ventajas Desventajas
Fácil separación del biocatalizador. Menor actividad enzimática en comparación con la enzima
nativa.
Uso múltiple de biocatalizador Velocidades de reacción más bajas en comparación con las enzimas
(reciclaje). nativas.
Uso de reactores de lecho fijo o
por lotes sin necesidad de
membrana para aislar la enzima
del producto
Esta proteína puede presentar una estructura monomérica, dimérica o tetramérica, compuesta de
manosa, galactosa y Nacetilglucosamina que permite la estabilización de la estructura proteica.
Además, esta posee 4 átomos de cobre. Lacasa es una enzima que cataliza la oxidación de diferentes
compuestos orgánicos e inorgánicos, a través de la transferencia de un electrón, provocando la
reducción lateral de oxígeno en agua (transferencia global de 4 electrones) y la formación de un
radical libre procedente del sustrato de partida.
Diagrama 1: Catálisis oxidativa de Lacasa. (S) sustrato,
(SR.) radical procedente del sustrato
presenta una estructura de clave griega formada por 2 hojas β que presentan 7 horquillas β y se
pliegan formando una estructura de barril cerrada.
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Una de las principales actividades de Lacasa descritas ha sido su capacidad para degradar fármacos,
pesticidas o disruptores endocrinos lo que podría constituir una herramienta relevante para evitar
la introducción de sustancias contaminantes en la cadena alimentaria.
El vino es un producto alimentario formados por diferentes compuestos tales como polifenoles,
etanol o ácidos orgánicos, entre otros, que dotan a este producto de su característico color y sabor.
En este sentido, se ha descrito la adición de Lacasa en vinos, como un tratamiento de estabilización
efectivo debido a su capacidad de eliminación de polifenoles en medio acido y su posibilidad de
inactivarse de forma reversible a través del uso de sulfito. Lacasa presenta la capacidad de producir
polímeros entrecruzados, así pues, esta propiedad permite que esta enzima muestre aplicaciones
en procesos de panadería, tales como la mejora del procesamiento de la masa derivada de una
mayor sequedad o dureza de esta. (Manzano Nicolás, J., 2021).
Transglutaminasa microbiana
Las transglutaminasas (TGasas) son una familia de proteínas que poseen actividad enzimática y que
están presentes en la mayoría de los tejidos y fluidos extracelulares de los vertebrados. Es una
proteína simple, monomérica, que consta de 331 aminoácidos y su masa molecular calculada a partir
de su composición de aminoácidos es de 38 kDa
En la actualidad, la MTGasa es empleada para mejorar las propiedades físicas de muchos alimentos
ricos en proteínas, como carne, lácteos, o soja, incluso en productos de panadería, aunque su
empleo en la elaboración de productos a partir de músculo de pescado es aún poco frecuente y
menos aun cuando se quiere que estos productos mantengan su aspecto de crudo durante la
comercialización. Los enlaces cruzados que se forman como consecuencia de su adición mejoran
varias de las propiedades funcionales de las proteínas como son la capacidad emulsionante, la
solubilidad y la gelificación. Sin embargo, los altos costes y la poca disponibilidad de estas enzimas
limitaron su uso en la industria alimentaria durante mucho tiempo
lecitina
Figura 4: Estructura
esquemática de un fosfolípido.
Basso, A., & Serban, S. (2020). Overview of immobilized enzymes’ applications in pharmaceutical,
chemical, and food industry. Immobilization of Enzymes and Cells: Methods and Protocols, 27-63.
Basso, A., & Serban, S. (2019). Industrial applications of immobilized enzymes—A review. Molecular
Catalysis, 479, 110607.
García-Gómez, M., Ramírez-Coutiño, L., & Del Moral, S. (2015). Aspectos relevantes del uso de
enzimas en la industria de los alimentos. Revista Iberoamericana de Ciencias, 88-90.
Guerra, M., Ramírez J., Uresti R., Vázquez M. (2016). Transglutaminasa microbiana: aplicaciones y
producción. Unidad de Trabajo Social y Desarrollo Humano. Universidad Autóma de Tamaulipas. 289-
298.
Manzano Nicolás, J. (2021). Estudio del enzima Lacasa y sus aplicaciones en la industria alimentaria.
Universidad de Murcia, 3-18.
Taheri-Kafrani, A., Kharazmi, S., Nasrollahzadeh, M., Soozanipour, A., Ejeian, F., Etedali, P., ... &
Varma, R. S. (2021). Recent developments in enzyme immobilization technology for high-throughput
processing in food industries. Critical Reviews in Food Science and Nutrition, 61(19), 3160-3196.