Está en la página 1de 7

3.

LA DISCIPLINA

OBSERVACIÓN

Compartir la infografía (diagrama visual), del tema de la semana pasada “La


integridad” (Anexo 1 al final del archivo), en el grupo de WhatsApp del ministerio
(si lo hay), para que opinen sobre ella y motivarlos a asistir a la reunión semanal.

Sino se puede socializar previamente en el grupo de WhatsApp, entonces


proyectarla en video al inicio de la reunión, y colocar en un papelógrafo o cartelera
la siguiente pregunta: ¿Cómo procede usted cuando se trata de desafíos
personales que requieren disciplina?

Se invita a dos o tres asistentes para que compartan sus respuestas.

VINCULACIÓN

Compartir la siguiente lectura, con todos los asistentes:

“En la historia de Thomas Costain, The Three Edwards, describe la vida de


Raynald III, un duque del siglo XIV en lo que ahora es Bélgica. Con un gran
sobrepeso, a Raynald se le llamaba comúnmente por su apodo en latín,
“Crassus”, que significa "gordo".

Después de una pelea violenta, el hermano menor de Raynald, Edward, lideró una
revuelta exitosa contra él. Edward capturó a Raynald, pero no lo mató. En cambio,
construyó una habitación alrededor de Raynald en el castillo de Nieuwkerk y le
prometió que podría recuperar su título y propiedad tan pronto como pudiera salir
de la habitación.

Esto no habría sido difícil para la mayoría de las personas, ya que la habitación
tenía varias ventanas y una puerta de tamaño casi normal, y ninguna estaba
cerrada con llave o atrancada. El problema era el tamaño de Raynald. Para
recuperar su libertad, necesitaba perder peso. Pero Edward conocía a su hermano
mayor, y cada día le enviaba una variedad de comidas deliciosas. En lugar de
hacer dieta para salir de prisión, Raynald engordó más.

Cuando el duque Eduardo fue acusado de crueldad, tenía una respuesta lista: “Mi
hermano no es un prisionero. Puede irse cuando así lo desee. Raynald
permaneció en esa habitación durante diez años y no fue liberado hasta que
Edward murió en la batalla. Para entonces, su salud estaba tan arruinada que
murió al cabo de un año... prisionero de su propio apetito”.

Luego de la lectura, hacer las siguientes preguntas, e invitar a dos o tres personas
para que compartan sus respuestas.

*¿Qué aprende usted con respecto a la actitud de Raynald durante sus 10 años en
esa habitación?

*¿Qué actitudes pueden hoy las personas estar tomando en sus diferentes roles
(Padres, hijos, empresarios, empleados, etc.) que los llevan a convertirse en
prisioneros de sus propios “apetitos” por falta de disciplina?

CONCIENTIZACIÓN

En una cultura donde predomina el entretenimiento, el inmediatismo y el facilismo,


muchas personas esperan lograr sus objetivos personales por el golpe de suerte,
por el tráfico de influencias, por su “astucia”; o buscando atajos, sin
comprometerse con nadie y en el menor tiempo posible.

Esto, unido a una cultura que fomenta la comodidad, el egocentrismo y el


individualismo (“Tú mereces ser feliz”), se está fomentando la mediocridad, la falta
de compromiso, y la autocomplacencia.

1. La persona disciplinada

La disciplina es un hábito que se desarrolla basado en el dominio propio y el


compromiso adquirido frente a objetivos, metas y responsabilidades.

Veamos algunas características de las personas disciplinadas:

• Cultiva el orden en todas las áreas de su vida.


• Vive por convicciones y no la controlan las emociones.
• Está comprometida con Dios, consigo misma, con su familia y su proyecto
de vida.
• Más allá de sus sentimientos y circunstancias, sabe mantenerse dentro de
sus principios y sus objetivos; por eso no se desanima, ni la desaniman
fácilmente.
• Es perseverante, lo que la lleva a tener un mejor aprovechamiento de sus
dones y talentos, y a ser altamente eficaz (Proverbios 22:29).
Lo contrario a disciplina es:

• Negligencia: desidia, indiferencia o falta de empeño en la ejecución de una


labor o una responsabilidad (Proverbios 10:4, 12:27).
• Mediocridad: la negligencia lleva a las personas a hacer las cosas a medias
y porque “toca” (ley del menor esfuerzo). En este caso es necesario evaluar
nuestras motivaciones, afectos e intereses. (Proverbios 13:23)

2. La disciplina como fruto de la dependencia a Dios

La Biblia nos exhorta a tener dominio propio y ser diligentes en todo lo que
emprendamos, como resultado de estar llenos del Espíritu Santo (Efesios 5:15-
18). Cuando estemos llenos de Dios y de sus propósitos, seremos disciplinados en
nuestro andar diario. “En lo que requiere diligencia, no perezosos; fervientes en
espíritu, sirviendo al Señor” (Romanos 12.11).

La naturaleza humana es débil, tiende a acomodarse, desanimarse, y desfallecer


ante el menor obstáculo. De igual manera, tendemos a “congraciarnos” con
nosotros mismos y ser “autoindulgentes”; esto corresponde a una vida en la carne.
Cuando cultivamos la comunión con Dios y nos dejamos dirigir en sus planes para
nosotros, Él nos capacita y nos fortalece para mantenernos firmes en nuestro
caminar por fe.

3.Frutos de la vida disciplinada y diligente

● Crecimiento continuo y realización en todas las áreas de nuestro ser. No


habrá estancamiento (Proverbios 21:5).

● Llevaremos a buen término los objetivos propuestos. Prosperar es avanzar


en el camino trazado por nuestro Señor (Proverbios 13:4).

● Ganaremos liderazgo y autoridad en el medio en el cual nos


desenvolvemos. (Proverbios 12:24).

Aplicación Teoterápica
Las personas no se vuelven idóneas por su derroche de talento o conocimiento,
sino precisamente, por cultivar cualidades como la disciplina, la diligencia y la
perseverancia.

El Espíritu Santo quien está perfeccionando su obra en nosotros, nos lleva a


desarrollar el dominio propio y el empuje interno que nos hace diligentes en todas
las cosas sobre las que Él nos ha puesto. Luego, como hijos de Dios, no podemos
excusarnos, ni culpar a otros en situaciones de fracaso donde pudimos llegar a ser
victoriosos si hubiéramos caminado en fe y dependencia de Él.

DETERMINACIÓN

Los asistentes escribirán 3 hábitos o actitudes que no le permiten ser


disciplinados, que los mantienen estancados y no lo dejan lograr sus objetivos en
el ámbito familiar o en su trabajo.

Luego, se les anima a hacer un compromiso para que durante esta semana, en su
tiempo devocional, oren entregando esos hábitos a Dios, y pidiendo al Espíritu
Santo que los capacite con su poder para tener dominio propio en esas áreas de
debilidad.

CONSGRACIÓN

El líder de la reunión invita a las personas a orar y colocar en manos de Dios esos
hábitos y actitudes que escribieron en la determinación, y pidan victoria al Señor
para establecer una vida disciplinada y diligente en todas las áreas.

REPRODUCCIÓN

Comprometerse a replicar lo aprendido con la familia o compañeros de trabajo,


usando la infografía (diagrama visual) del tema: la disciplina (Anexo 2 al final del
archivo), compartiéndoles, además, su propia decisión de avanzar en ese tema,
con el poder de Dios.
ANEXO 1 (Diagrama tema anterior: La integridad
ANEXO 2 (Diagrama tema: La disciplina):

También podría gustarte