Está en la página 1de 8

TEMAS DE DAMAS- DEC Y AÑOS DORADOS OCTUBRE

RECOMENDACIONES:

 Realice un COYAVIM ministerial persistente y firme orando e intercediendo por cada


involucrada
 Visite a aquellas que no han regresado y a las que están enfermas
 Prepare sus temas en oración y ayuno dejando que Dios le hable y la primera edifica
sea usted
 Participe con el ministerio del seminario de ayuno, los 7 días de ayuno y el cumpleaños
de la CEPC
 Trabaje con amor por el CSJ en las invitaciones y en la ofrenda de CSJ, orando por
cada dama e invitándole a contribuir al Evento como una inversión eterna
 Para la movilización de la última semana realice invitaciones y haga un COYAVIM para
que Dios se glorifique en la asistencia y haga maravillas en medio de la reunión, así
mismo como en ganar mujeres nuevas

SEMINARIO : VIÉNDOME BAJO EL LENTE DE DIOS


SEMANA 1 - PROSIGO A LA META

Proyectar o escribir en un cartel el siguiente versículo


“Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas
obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en
ellas.”(Efesios 2:10)
Preguntar a las asistentes que les enseña este versículo

En la vida de todo hijo de Dios, ha sido colocada una huella, una marca
de bendición. Esta huella nos ha dado características propias y
singulares, que han sido diseñadas para que nuestras vidas transcurran
en los caminos más altos. Hay, además, un palpitante sello de libertad
que hace que nos rebelemos contra toda forma de esclavitud, pues,
fuimos diseñados para la libertad.

“Y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres” (Juan 8:32)

Cuando recibimos a Cristo, su Espíritu viene a morar en nuestra vida y,


al entrar en ella, nos identifica con Cristo, somos parte de Él (Efesios
5:30), de su misma naturaleza, comenzamos a ser parte de la familia de
Dios. Los años vividos en la ceguera espiritual generaron amarguras en
nuestro corazón que produjeron en el alma, heridas que sangran. Estas
profundas y dolorosas huellas del pecado, son las que desfiguraron la
imagen de Dios, en cada uno de nosotros.

Para desarrollar un sano concepto de nosotros mismos, es importante aprender a


aceptar los rasgos inmodificables. Hay cuatro rasgos que fundamentalmente no se
pueden cambiar en nuestra vida, sobre las cuales la mayoría de la gente expresa un
rechazo: nuestro aspecto o apariencia externa; nuestras capacidades, habilidades o
talentos naturales; nuestro linaje, herencia o ancestro; y nuestra herencia social,
ubicación social o medio ambiente.

1. La apariencia externa
Prácticamente todo el mundo está inconforme con su aspecto. El problema está
en que nos comparamos muchas veces con artistas que son muy hermosos, bien
atractivos y con mucho talento. Al compararnos con ellos, nos damos cuenta de
que no somos tan atractivos y, naturalmente, es muy fácil sentirnos inferiores a
ellos.

El Salmo 139:15-16, nos muestra cómo Papá Dios, como perfecto diseñador,
estuvo presente en el momento de nuestra concepción y atendió cada aspecto de
nuestro cuerpo. Además, Isaías 45:9-10, nos muestra a Dios como el alfarero que
tiene el derecho a conformarnos como Él quiere, como vasos de barro en sus
diestras manos. Somos la creación perfecta que Él quiso que fuéramos.

2. Las habilidades y talentos


Cada uno de nosotros tenemos talentos y capacidades propias, por eso no
podemos compararlas con las de otras personas, porque equivocadamente
podemos menospreciar lo que hay en nosotros.
3. El linaje, o herencia ancestral
Los que se avergüenzan de sus padres, tendrán un serio problema de
autoaprobación. Nada destruye tanto como la amargura, particularmente cuando
va dirigida contra los padres; por lo tanto, debemos confesar estas actitudes
erradas.

4. La herencia social
Muchas veces nos avergonzamos de nuestro origen social, a veces pudo no ser el
mejor, pero esto no determina que tengamos que ser así toda la vida, podemos
cambiar y transformar nuestra existencia en bendición (Ezequiel 18:19- 20). Un
ejemplo es Moisés, quien se levantó en un ambiente no temeroso de Dios; sin
embargo, Dios usó esa circunstancia de acuerdo con sus propósitos. Moisés
prefirió sufrir con el pueblo de Dios, que gozar de los placeres de Egipto (Hebreos
11:24-25).
.
Aplicación teoterápica

Dios al diseñarnos nos creó de una manera perfecta, dotándonos de todas las
herramientas para luchar y vencer la adversidad y la crisis, posiblemente estemos
atravesando una lucha contra la depresión u otra situación, usemos los innumerables
recursos que Él nos dio para seguir hacia adelante, recordemos que lo que es verdad
para Cristo es verdad para nosotros, nos podemos caer pero no podemos darnos el
lujo de no hacer nada para levantarnos. Dios es nuestra fuerza y sustento, somos su
diseño especial (Salmo 27:1).

Frente a los cuatro aspectos descritos anteriormente, haga una


evaluación de cómo está su corazón frente a ellos, pregúntese ¿Qué
debe cambiar? Recuerde los versículos estudiados, aprópiese de ellos
para ajustar su autoimagen a la que Dios tiene de usted

En oración, llevar a los asistentes a reconocer en cuál de estos cuatro


aspectos está mal e invitarlos a que lo pongan en las manos de Dios,
agradezcan por cada uno de ellos y recuerden como dice el Salmo
139:13-16, la maravillosa obra que el Señor ha hecho en ellos. (Canción
sugerida para terminar https://www.youtube.com/watch?
v=B_bh6ot2p0U soy nueva creatura de Jesus Adrian Romero).

Compartir este tema con su familia y discípulos.


VIÉNDOME BAJO EL LENTE DE DIOS
SEMANA 2 – MANIFESTACIONES DE LA FALTA DE AUTOACEPTACIÓN

TERMÓMETRO

 ¿Eres argumentador?
 ¿Eres criticón?
 ¿Tienes poca tolerancia con los demás
o con sus ideas?
 ¿Te enojas fácilmente?
 ¿Te cuesta perdonar?
 ¿Eres excesivamente celoso?
 ¿Te cuesta escuchar?
 ¿Eres un mal perdedor?

Coloque en una diapositiva o cartelera el anterior termómetro, para que cada asistente
se responda las preguntas

Si se respondió sí, a más de cuatro preguntas, debe pensar en mejorar


su autoestima.

Por lo general, una mala imagen de nosotros mismos nos lleva al


pecado de la autocompasión, que es un túnel que desemboca en la
depresión. Veamos algunos problemas que son el resultado de tener
una mala imagen de uno mismo:

1. Preocupación obsesiva por la apariencia externa


Mucha gente gasta tiempo tratando de ponerse el vestido adecuado, pues piensan
que de todas maneras se van a ver un poco mal. Es muy común, sobre todo en
las damas, verlas con frecuencia frente al espejo, desperdiciando un tiempo que
podría ser empleado en otras actividades. A otras personas les cuesta valorarse
en la justa medida o amarse a sí mismas; desarrollan incredulidad con respecto al
elogio que puedan recibir de otros. Son incapaces de enfrentar responsabilidades
o desafíos en la vida.

2. La insensibilidad frente a las necesidades de otros


Esto puede presentarse en el ámbito matrimonial, familiar o social. Si no amamos
a otros, estamos limitando nuestra efectividad como cristianos, pues Dios es amor
y esto es lo que debemos reflejar.
3. El perfeccionismo
Muchas veces las personas que no se aceptan a sí mismas se enfocan en
perfeccionarse en áreas de su vida que no valen mucho para Dios. Como no se
aceptan a sí mismas tratan de hacer las cosas perfectas, a fin de que los demás
los puedan aceptar.
4. Falta de confianza en Dios
Si no entendemos el propósito de Dios, creemos que él se ha equivocado con
nosotros en un determinado rasgo. Entonces, ¿cómo podré confiar en Él para
otros aspectos?
5. Compararse con los demás
Si decimos, “yo quisiera ser como fulanito de tal”, no nos estamos aceptando
desde el punto de vista de Dios, ni desde la perspectiva que Dios tiene para
nosotros.
6. No aceptar la autoridad de las demás personas
Esto le dificulta aceptar la autoridad de Dios. La meditación del corazón sería algo
así: “Dios, quien es la máxima autoridad, me privó de 'mis derechos'. Esto no es
justo. Me resiento contra Él porque me debe mucho; otras autoridades también
me restringen de la misma forma y, por eso, no me gusta aceptar la autoridad de
los demás”.

Aplicación teoterápica

La autoestima sana es un motor que nos impulsa a conseguir nuestras metas, nos
aporta seguridad, confianza, identidad, valor, y competencia personal para afrontar los
problemas. Siempre habrá fluctuaciones en cómo nos percibimos a nosotros mismos,
es normal, el problema es cuando las fluctuaciones son muy pronunciadas o cuando
nos volvemos realmente muy negativos respecto a nosotros mismos y esto nos
bloquea de cara a la acción. Al no sentirnos competentes o merecedores de afecto no
nos movemos hacia nuestras metas, e incluso podemos entrar en una espiral de
pensamientos negativos (si creo que no valgo o no confío en mí mismo, me
comportaré de acuerdo a esta creencia: alimentándola y creando una espiral negativa
de la que será difícil salir). Dios nos hizo valiosos y eso es lo que debe prevalecer
(Isaías 43:4).

Entregar a cada asistente el siguiente cuadro para que lo llene de


acuerdo a su propia realidad (invíteles a que sean muy honestos).

Problemas por una mala ¿Cómo estoy? Cambios por hacer


autoimagen
Preocupación obsesiva
por la apariencia externa

Insensibilidad frente a las


necesidades de otros

El perfeccionismo

Falta de confianza en Dios

Compararse con los


demás

No aceptar la autoridad de
las demás personas

En oración, con el ejercicio anterior en su mano, llevar a los asistentes a


poner delante de Dios su realidad y apropiarse de la verdad de Dios,
entendiendo lo que dice Efesios 2:10 “Porque somos hechura suya,
creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de
antemano para que anduviésemos en ellas.”. Agradeciendo al Señor por
la bendición de ser creación, hechura y formación de Él.

De acuerdo al ejercicio realizado, trabajar en los cambios por hacer


(tercera columna del cuadro).

SEMANA 3 : TEMA VIDA EN CÈLULA , DESCARGAR EL QUE ENVIA OFICINA


NACIONAL EN DAVIDKA
VIÉNDOME BAJO EL LENTE DE DIOS
SEMANA 4 – LA PERSPECTIVA ADECUADA

Coloque un espejo de cuerpo entero, cerca a la entrada de su distrito,


de tal manera que cada persona que vaya llegando se mire en él.

¿Luego que ya estén sentadas, pregúnteles: ¿Qué fue lo primero que


pensó al mirarse al espejo? Deje que varios compartan su pensamiento

Para aprender a aceptarnos a nosotros mismos, necesitamos vernos y


valorarnos desde el punto de vista de Dios y de lo que Él mismo nos ha
declarado en su Palabra, con respecto a lo que somos para Él en Cristo.

“Y vosotros estáis completos en él, que es la cabeza de todo principado y potestad”


(Colosenses 2:10).

En la medida que le demos más crédito a los pensamientos de Dios (su Revelación),
que a los nuestros, respecto de nosotros mismos y de todo aquello que nos rodea,
podremos superar cualquier distorsión de nuestra autoimagen, ocasionada, tanto por
nuestra naturaleza pecaminosa, como por el trauma de no haber construido una
actitud apropiada frente a situaciones que nos sucedieron.

"Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que
no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con
cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno" (Romanos 12:3).

Dios no tiene un mismo modelo para cada uno de nosotros en el aspecto físico, pero sí
tiene el mismo para nuestro aspecto interior: El carácter de Cristo. Es nuestra tarea, en
la unidad con el Espíritu Santo, cada día apropiarnos de la verdad que recibimos el día
que invitamos a Cristo a nuestro corazón.

1. Nuestro problema es que siempre miramos la parte externa, pero Dios mira el
corazón, “Y Jehová respondió a Samuel: No mires a su parecer, ni a lo grande
de su estatura, porque yo lo desecho; porque Jehová no mira lo que mira el
hombre; pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová
mira el corazón" (1 Samuel 16:7).

2. No son las habilidades naturales las que dan la felicidad, sino la forma como la
imagen de Cristo llegue a desarrollarse en nosotros. De acuerdo con esto,
nuestra felicidad depende de nuestras actitudes y cualidades interiores.
Viviremos inseguros si dependemos de lo externo, pues de un momento a otro
puede suceder algo grave, como un accidente, y perder nuestro atractivo
externo, ese sería el final de nuestra felicidad.

3. Necesitamos confesar a Dios la amargura, al no aceptarnos, y orar como el


apóstol Pablo. Si Dios no quita el aguijón, es porque éste juega un papel muy
importante en su plan para nuestra vida. Puede ser que no podamos
comprender por qué Dios puso ciertos rasgos débiles en nosotros, es posible
que sea por algo que va a ocurrir mucho más allá del horizonte, de lo que
alcanzamos a visualizar en este momento. Lo importante es entender que la
base de nuestra auto aceptación no es sólo la comprensión y aceptación de los
valores de Dios, sino también su propósito en nuestra vida.

Aplicación Teoterápica

Creamos en los pensamientos de Dios, convirtamos su verdad, en la verdad de


nuestra vida dejando que traspase nuestro corazón y que de ahí fluya la adecuada
visión de Él acerca de nosotros mismos.

Pregúntese
¿Se siente realmente completo en Dios?
¿Está permitiendo que el llene todos sus vacíos?
¿Cree firmemente en su corazón que Él no se equivocó con usted?

En oración, llevar a los asistentes a agradecer a Dios por haberle dado


la imagen de Cristo el día que le recibió como Señor y Salvador, porque
a través de Jesús le acerco a Él como Padre y ahora no está solo(a), en
Él lo tiene todo (canción sugerida: con manos vacías de Jesús Adrian
Romero).

Compartir este tema con su familia y discípulos.

SEMANA 5: REALIZAR MOVILIAZACIÒN: DEMOLEDORES DE LA CONFIANZA


Ver libro ¿Es un pecado amarse a sí mismo? Capítulo 4 La autoestima y la
autoconfianza

También podría gustarte