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REUNIÓN DE CASAS AMISTAD

Cumple tus promesas a Dios – Clase 9


Cuando le hagas una promesa a Dios, no tardes en cumplirla”. Eclesiastés 5:4 (NTV)
Conforme comienza un nuevo año, puedes estar haciendo algunas resoluciones. Algunas pueden ser
compromisos contigo mismo, tu carrera o tu familia. Otras pueden ser promesas a Dios.

Si le haces una promesa a Dios, debes apresurarte a cumplirla. Al igual que la obediencia retrasada es
desobediencia, una promesa retrasada es una promesa incumplida. Eclesiastés 5:4 lo dice
claramente: “Cuando le hagas una promesa a Dios, no tardes en cumplirla” (NTV).
Otra promesa a cumplir es huir rápidamente de la tentación.

Con la tentación, necesitas tanto tácticas preventivas, como de emergencia. Tácticas


preventivas significan que trabajas para alejarte de las situaciones tentadoras. Pero hoy nos vamos a
enfocar en tácticas de emergencia —¿Qué hacer cuando estás siendo tentado?

La Biblia dice claramente qué hacer con la tentación: “Huye de todas esas maldades” 1 Timoteo 6:11 (NTV).
Así es. Cuando te sientas tentado a hacer algo autodestructivo o deshonroso para Dios, debes salir de la
situación rápidamente.

¿Qué es lo que no debes hacer? No discutas con la tentación. No luches contra eso. ¿Por qué? Porque vas
a perder.

Si estás viendo algo en la televisión que te tienta a la lujuria, cambia el canal. Si estás luchando con el
alcohol, aléjate del bar.

Una tentación específica que la Biblia nos dice que huyamos en 1 Corintios 10:14, es la adoración de
ídolos.

“Espera un minuto”, me podrías aclarar. “Yo no tengo ídolos en mi casa”. Permíteme preguntártelo de
otra manera: ¿a qué persona o cosa idolatras? ¿éxito? ¿belleza? ¿un atleta o deporte favorito? ¿una
celebridad? ¿redes sociales?

Cualquier cosa que pongas antes que a Dios es un ídolo. Hoy en día pocos de nosotros tenemos ídolos
de piedra o figuras de madera. En cambio, llevamos a nuestros ídolos en nuestras billeteras, los vemos
en la televisión o los estacionamos en nuestras entradas.

No importa cuáles sean tus ídolos y cuáles sean tus tentaciones, la estrategia es clara: huye. No
discutas. No pelees. Corre. Si no quieres ser picado por las abejas, aléjate de la colmena.

Así que al entrar en este nuevo año, resuelve hacer dos cosas rápidamente. Mantén tus promesas a Dios,
y aléjate de la tentación.

Reflexiona sobre esto


• ¿Qué promesa a Dios necesitas cumplir hoy? ¿Qué necesitas cumplir esta semana?
• ¿Qué tentación has estado tratando de combatir, en lugar de huir?
• ¿Qué es lo que has puesto antes que a Dios? ¿Cómo podrías huir de eso?

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