Está en la página 1de 8

La gestión y planificación de la clase en entornos virtuales en la ETP.

Enseñar y aprender en entornos virtuales en la ETP

Fuente: pixabay

Objetivos

 Comprender el alcance de enseñar y aprender en entornos virtuales en la ETP.

 Entender el significado de las competencias laborales y su importancia en la


formación para el trabajo.
 Conocer el impacto de la tecnología como territorio digital en la ETP.
 Recordar el régimen legal de la ETP.
Enseñar y aprender en entornos virtuales en la ETP. Características de la modalidad
de educación técnico-profesional.

1. Enseñar y aprender en entornos virtuales en la ETP.


1

La relación entre la educación y el trabajo ha sido durante décadas materia de análisis y


discusión. ¿Educamos personas para transformarlos en trabajadores? ¿Se crean
empleos de acuerdo a la formación de los ciudadanos? La educación formal, ¿debe
formar para los intereses del mercado? ¿O debe formar ciudadanos para su realización
personal y social, entre otras dimensiones humanas, y que desde ese lugar las personas
logren insertarse laboralmente en la sociedad? Intentar zanjar estas disyuntivas en
pocas palabras implicaría el esfuerzo de detener la dinámica de esta relación para su
estudio y descripción, lo que sólo nos puede conducir a un terreno poco fértil para el
pensamiento y la acción. En principio, debemos asumir que esta es una relación
dinámica, conflictiva e histórica y socialmente situada. De ahí que los actores (sujetos
sociales que la protagonizan) en cada momento y lugar serán siempre diversos, como
así también serán diversos los intereses y las motivaciones que movilizan las políticas en
este campo.

1.1 ¿Qué relación existe entre la formación y el trabajo?

El desarrollo de las capacidades para la inserción social, cultural y económica de las


personas depende de lograr amalgamar estas dos dimensiones del fenómeno porque la
educación y la formación son herramientas fundamentales para mejorar la
empleabilidad de las personas, la productividad de las empresas y fortalecer la identidad
profesional de los trabajadores y trabajadoras.

La articulación entre educación y trabajo constituye, a la vez, condición necesaria y


principal desafío que se debe afrontar en materia de políticas públicas para brindarle a
los trabajadores alternativas reales de formación en nuevas tecnologías, compatibles
con las demandas de la industria 4.0, de manera de garantizar la adquisición y desarrollo
de competencias socioemocionales requeridas en ese nuevo escenario atravesado por
la tecnología.

1.2 ¿Qué son y por qué son relevantes las competencias laborales?

Existe consenso respecto de la necesidad de construir un puente entre las necesidades 2

de crecimiento del trabajador en términos de carrera, progreso personal y laboral,


materializados en sus competencias laborales, y las de las empresas en cuanto a su
fortalecimiento y competitividad, asociados a la noción de aprendizaje organizacional.
Consideramos que la construcción de este puente se sustenta, por un lado, en un
conjunto de competencias, entendidas como unidad de desempeño y como objetivo de
aprendizaje, que se pondrán en acción a lo largo del recorrido laboral y contribuirán a
los aprendizajes que se verifican en las organizaciones. La relación es de
retroalimentación: el trabajador que se forma aporta sus nuevas competencias a la
empresa que mejora sus prácticas y optimiza sus procesos y valoriza la formación de los
trabajadores con la que se compromete y propicia.

1.3 ¿Por qué creemos que la articulación de Educación y Trabajo es necesaria


para la adquisición y desarrollo de competencias laborales?

Esta afirmación reconoce su fundamento en la convicción de que la formación


profesional centrada en la noción de la competencia definida como el conjunto de
habilidades, conocimientos, destrezas y modos de resolver tareas y conflictos, actuales
y futuros constituye la herramienta más potente que un trabajador posee para
desarrollarse, de manera integral, en el ámbito laboral.

1.4 ¿Para qué incorporar tecnología en el proceso formativo?

El enfoque de la formación por competencias se verá enriquecido y fortalecido si


contemplamos la dimensión tecnológica en el diseño de las propuestas formativas. La
incorporación genuina de la tecnología contribuirá a tornar más significativa la
experiencia de aprendizaje y, a la vez, se traducirán en competencias digitales que
pueden ser transferidas al puesto de trabajo.
Durante el proceso formativo sustentado en la tríada conformada por los contenidos
disciplinares, las estrategias pedagógico-didácticas y la perspectiva tecnológica, las
competencias laborales se desarrollan unas a partir de las otras, mientras se combinan
y refuerzan con la madurez personal y la autonomía laboral repercutiendo en el
desarrollo profesional integral. 3

El trabajador adquiere competencias que contribuirán a robustecer su biografía laboral


y a colaborar en el crecimiento de la organización en la que se desempeña. Y es en este
contexto, que la formación en un entorno virtual, mediado por la tecnología, puede y
debe convertirse en un aliado indispensable de la propuesta educativa.

1.5 ¿En qué propuestas se inserta la dimensión tecnológica?

Se asienta y fortalece en la idea de aprendizaje permanente porque reconoce todos los


saberes y valora los conocimientos y las aptitudes adquiridas en todos los ámbitos de la
vida, pero también se articula con la oferta de oportunidades de formación, que
permitan complementar las competencias aún no poseídas, necesarias para encarar los
escenarios, aún inciertos, como, por ejemplo, el futuro del trabajo remoto. La tecnología
debe articularse necesariamente con la dimensión disciplinar y la dimensión pedagógica
de la propuesta de formación continua y esa integración debe ser plena, reflexiva,
situada, consistente y no producto de una contingencia de emergencia sino sostenida
en el tiempo, incremental y consecuente.

La Organización Internacional del Trabajo, referente en esta temática, en Cambios


tecnológicos y laborales. Sus implicancias en el mercado de trabajo de Argentina.
Buenos Aires, Oficina de País de la OIT para la Argentina, 2018, refuerza esta perspectiva,
al señalar, de manera categórica, que “los pilares del marco de políticas para el
desarrollo de una fuerza de trabajo debidamente calificada son:

 una amplia disponibilidad de oportunidades de educación de calidad como


fundamento de la formación futura;
 una estrecha correspondencia entre la oferta de competencias y las necesidades
de las empresas y de los mercados laborales;
 la capacidad de los y las trabajadores para adaptarse a los cambios en las
tecnologías y en los mercados;
 y la capacidad de prever y prepararse para satisfacer necesidades futuras en
materia de competencias.”
4

Insistimos: un proyecto formativo que articule, equilibradamente, educación y


trabajo, debe contemplar el diseño e implementación de una estrategia integral
orientada al desarrollo de las capacidades, utilizando procesos y herramientas de
gestión de competencias.

Pero debemos agregar: en un escenario en el aula se transformó en porosa, impregnada


por transformaciones profundas, la formación profesional debe contemplar
necesariamente este nuevo contexto y apropiarse y resignificar la idea de una Educación
Mediada por la Tecnología.

1.6 La tecnología como territorio de interacción en ETP.

La tecnología constituye el territorio en el que se desenvuelven las acciones educativas


y en el que la interacción que se produzca entre los diferentes sujetos se traduzca en el
trabajo concreto en el entorno en línea. 1

La adecuada planificación, la selección de dispositivos educativos, la necesaria


interacción y diálogo permanente favorece el tránsito a través de los tramos de
formación en el mundo del trabajo.

El establecimiento de puentes sólidos entre la educación profesional, la formación en


este entorno y el mundo del trabajo incrementa, significativamente, las probabilidades
de que los trabajadores adquieran las competencias necesarias para su desarrollo
integral en un contexto cambiante en el que la virtualidad, la distancia física y la
deslocalización geográfica contribuyen a modificar, sustancialmente, la experiencia
laboral.

1
Tarasow, F. “La Educación en Línea ya está en edad de merecer”, 31. En “De la educación a distancia a la Educación en
Línea: aportes a un campo en construcción.” Flacso. Homo Sapiens Editores, 2014.
En este contexto en el que el eje espacio-tiempo se desmaterializó despojando al aula
físicamente delimitada y temporalmente acotada y definida, deviene indispensable
generar un espacio de encuentro a partir de la utilización de la tecnología para propiciar
un nuevo escenario, un entorno de enseñanza, una nueva dimensión que fomenten los
procesos de comunicación y construcción del aprendizaje. 5

Los entornos virtuales de enseñanza y aprendizaje se convierten en escenarios de


oportunidades para que el docente pueda crear diferentes accesos al conocimiento, se
valga de diversas formas de representación del conocimiento en tanto medio que
traslada lo privado a lo público (Eisner, 2007) con el propósito de que los estudiantes
comprendan y sean capaces de desarrollar su pensamiento crítico. Mediante estos
modos de representación –imágenes, palabras, videos, audios – se acercan al estudiante
ejemplos o casos, ideas o frases de otros autores, explicaciones que ayudan a la
comprensión (Litwin, 2008), recursos que amplían o profundizan un contenido.

2. Características de la modalidad de educación técnico-profesional.


La educación técnico profesional, iniciada en nuestro país hacia finales del siglo XIX, ha
mostrado avances -en términos comparativos con otras modalidades- que hoy es
necesario fortalecer y resignificar: la valorización del trabajo, el carácter propedéutico
hacia carreras de nivel superior vinculadas al desarrollo tecnológico nacional, la
formación de egresados con mayores capacidades de gestión laboral y productiva y
posibilidades de inserción en el sector socio productivo.

A partir de la sanción de la Ley Nº 26058 de Educación Técnica Profesional, en


septiembre de 2005, y en el marco de las políticas públicas que los estados nacionales y
provinciales instrumentan para el mejoramiento del sistema educativo, la modalidad
técnica ha iniciado una serie de cambios e innovaciones.

La Ley Nº 26058/05 tiende a diferenciarse de las orientaciones profesionalizantes


enfocadas en la especificidad de la disciplina y que constituyen el sustento sobre el que
se erigió la Reforma Educativa de la década del noventa que propiciaba el desarrollo de
competencias profesionales para puestos de trabajo específicos. Los fundamentos de la
nueva ley refieren a finalidades formativas de carácter más integral, vinculadas al
crecimiento personal, laboral y social, a la formación ciudadana, humanística, y científico
tecnológica (Finnegan y Pagano, 2007).

Esto se debe al carácter estratégico de la ETP en términos del desarrollo humano y social
y del crecimiento económico, y a la necesidad de valorar su estatus social y educativo,
dar respuesta a la necesidad de otorgarle una identidad propia, garantizar criterios de 6

unidad nacional, así como actualizar sus modelos institucionales y estrategias de


intervención.

2.1 Los objetivos de la ETP

Los objetivos de la ley 26.058/05 revelan con claridad sus propósitos:

a) Estructurar una política nacional y federal, integral, jerarquizada y armónica en


la consolidación de la Educación Técnico Profesional.
b) Generar mecanismos, instrumentos y procedimientos para el ordenamiento y la
regulación de la Educación Técnico Profesional.
c) Desarrollar oportunidades de formación específica propia de la profesión u
ocupación abordada y prácticas profesionalizantes dentro del campo ocupacional
elegido.
d) Mejorar y fortalecer las instituciones y los programas de educación técnico
profesional en el marco de políticas nacionales y estrategias de carácter federal que
integren las particularidades y diversidades jurisdiccionales.
e) Favorecer el reconocimiento y certificación de saberes y capacidades, así como
la reinserción voluntaria en la educación formal y la prosecución de estudios
regulares en los diferentes niveles y modalidades del Sistema Educativo.
f) Favorecer niveles crecientes de equidad, calidad, eficiencia y efectividad de la
Educación Técnico Profesional, como elemento clave de las estrategias de inclusión
social, de desarrollo y crecimiento socioeconómico del país y sus regiones, de
innovación tecnológica y de promoción del trabajo docente.
g) Articular las instituciones y los programas de Educación Técnico Profesional con
los ámbitos de la ciencia, la tecnología, la producción y el trabajo.
h) Regular la vinculación entre el sector productivo y la Educación Técnico
Profesional.
i) Promover y desarrollar la cultura del trabajo y la producción para el desarrollo
sustentable.
j) Crear conciencia sobre el pleno ejercicio de los derechos laborales.

Podemos afirmar, sin temor a equivocarnos que esta ley contribuye “al desarrollo 7

integral de las personas y a proporcionarles condiciones para el crecimiento personal,


laboral y comunitario, en el marco de una ETP continua y permanente.”

También podría gustarte