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3. Derogado.
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ART. 10 N° 4 CÓDIGO PENAL COMENTADO
COMENTARIO*
Jaime Couso
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que la agresión sea grave), pues no que sostuve hasta la edición anterior,
tendrían apoyo en el texto legal (por hay que convenir en que la agresión
contraste con la situación del estado debe revestir una cierta gravedad. La
de necesidad justificante, para el cual vida en sociedad requiere de los par-
el Art. 10, N° 7 o , precisamente exi- ticipantes en ella una actitud solida-
ge que el mal evitado sea mayor que ria, que evite reaccionar contra las
el causado), otra doctrina, que pa- molestias reducidas o generalmente
rece actualmente mayoritaria, tien- toleradas [...]"; Guzmán Dalbora,
de a poner límites a la justificación 132, derivando del principio consti-
de ataques graves a bienes jurídicos tucional de dignidad la prohibición
como la vida, a lo menos cuando de "una defensa mortal desarrollada
por medio de ellas se quiere impe- en la necesidad de salvar intereses
dir o repeler ataques insignificantes insignificantes").
a bienes menos relevantes, como la
propiedad (cfr., fuera de POLITOFF, En relación con la exigencia de
2 8 0 ; NOVOA, 1 , 3 4 4 - 3 4 5 , para quien subsidiariedad de la defensa, parece
"[n]uestro texto legal no decide el mayoritaria la doctrina que la re-
problema, pero fluye de la Ley que chaza como requisito general de la
tal conducta defensiva no estaría legítima defensa, destacando que la
justificada. Una solución contraria regulación legal de esta justificante
socavaría todo el ordenamiento ju- nada dice al respecto, a diferencia de
rídico vigente, que establece una je- la regulación del estado de necesidad
rarquía de bienes y que reconoce va- justificante (en efecto, el Art. 10,
lores morales cristianos de eminente N° 7 o , sí exige, para justificar al he-
categoría, entre los que se cuenta a cho típico realizado para evitar un
caridad"; ETCHEBERRY, I, 2 5 5 , de- mal mayor, "que no haya otro medio
duciendo del debate producido en practicable y menos perjudicial para
la Comisión Redactora del CP la evitarlo [el mal]"), de modo que no
conclusión de que "[ellio, aunque está obligado a eludir la agresión, y
de forma no muy explícita, parece todavía tendría derecho a defender-
indicar que en el pensamiento del se, incluso echando mano de la vida
legislador la naturaleza del bien jurí- del agresor, si ese medio es racional-
dico atacado debe entrar a determi- mente necesario, pues no cuenta con
nar también la necesidad del medio uno menos lesivo, aun si le quedaba
empleado para defenderse; actual- la alternativa de huir, pues el agredi-
mente también, C U R Y , 3 7 4 y n. 8 0 , do no estaría obligado a una "huida
admitiendo ahora que "[c]ontra lo vergonzosa", y "ante el injusto —de la
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como casos de agresión, no sólo los rios de delito que amenace algún
comportamientos humanos activos, bien jurídico, si el delito sobreven-
sino también ios omisivos ( C O U S I Ñ O , drá de inmediato"). En doctrina se
II, 2 4 5 - 2 4 6 ; NOVOA, I , 3 3 7 ; CURY, ha discutido si es posible resistir los
3 7 3 ; ETCHEBERRY, I , 2 5 3 ; P O L I T O F F , actos de la autoridad que se excedan
282), además, no sólo los compor- de la esfera de sus atribuciones, y,
tamientos dolosos, sino también por ello, sean antijurídicos; en tal
los imprudentes ( C O U S I Ñ O , I I , 2 5 1 ; caso, admiten expresamente la legí-
CURY, 3 7 3 ; ETCHEBERRY, I , 2 5 3 ; P O - tima defensa en contra de los actos
LITOFF, 2 8 2 - 2 8 3 )o, incluso, los co- de la autoridad arbitrarios o injus-
metidos sin dolo ni culpa ( N O V O A , tos, N O V O A , I , 3 4 1 , rechazando una
I, 340, pone el ejemplo de agresiones supuesta presunción de legitimidad
ilegitimas las que no son "culpables", de los actos de la autoridad; C U R Y ,
por ej., la "del que obra por error 373, enfatizando que, para actuar lí-
esencial"; en el mismo sentido, PO- citamente, la autoridad no sólo debe
LITOFF / M A T U S , Comentario, 1 3 0 , actuar dentro de la esfera formal de
incluyen a la agresión "enteramente sus atribuciones, sino también de la
inculpable"; implícitamente tam- material; aparentemente de acuerdo
bién ETCHEBERRY, I , 2 5 3 , al referirse con él, G A R R I D O , I I , 1 7 2 . La juris-
genéricamente, a la agresión "no cul- prudencia de la Corte Suprema en
pable" de quien "erróneamente cree alguna ocasión se ha pronunciado
no estar agrediendo", con lo que, en sobre el asunto y también ha resuel-
su sistemática, excluye también, ne- to afirmativamente la cuestión, re-
cesariamente, la culpa; en cambio, conociendo al particular el derecho
GARRIDO, I I , 1 6 9 - 1 7 0 sólo admite la de resistir un allanamiento policial
posibilidad de legítima defensa fren- en lugar distinto del señalado por la
te a una agresión activa y dolosa). orden judicial y en día inhábil (sen-
tencia de la Corte Suprema, de 29
La ilegitimidad de la agresión, de mayo de 1941, en GT, 1941, pri-
por su parte, se ve satisfecha con su mer semestre, pág. 191, citada por
carácter antijurídico, sin necesidad NOVOA, I , 3 4 1 y n . 2 3 ) .
de que se trate de una acción delic-
tiva; ni siquiera, de una típica (ET- También hay acuerdo concep-
CHEBERRY, I , 2 5 3 ; G A R R I D O , I I , 1 7 1 ; tual en que la agresión debe ser real,
N O V O A , I , 3 4 0 , poniendo como no pudiendo justificarse la legítima
ejemplo de agresiones ilegitimas, ya defensa putativa, es decir, la realiza-
actuales, "algunos actos preparato- da bajo la creencia errónea de que se
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era objeto de una agresión, que sólo octubre de 2 0 0 4 , contra Marcos Joel
se imaginó, si bien es objeto de dis- Fernández Moneada (Casación en el
cusión cuál debe ser el criterio para Fondo criminal), N° ID LegalPublis-
apreciar si la agresión era real o no hing: 3 1 0 6 9 ) .
(v. infra, el apartado "Error en los
presupuestos fácticos..."). Se ha debatido si satisfacen el
requisito de actualidad o inminencia
La agresión real, por último, las defensas consistentes en obstácu-
como lo sugieren las expresiones "im- los físicos o en dispositivos automá-
pedirla" o repelerla" (ETCHEBERRY, I , ticos (los denominados "ofendícu-
254), debe ser actual o inminente. La los"), permanentemente dispuestos
agresión que se espera en el futuro más para actuar como medio para impe-
o menos próximo, pero que todavía dir o repeler el escalamiento o ingre-
no es inminente, así como la que ya so no consentido a la propiedad aje-
se produjo y se agotó (el exceso exten- na, cuestión respondida de manera
sivo en la legítima defensa; v. infra, afirmativa, por CURY, 3 7 5 , si bien
"Exceso en la legítima defensa..."), con importantes restricciones res-
no satisfacen este requisito (cfr., por pecto de la justificación de los me-
todos, CURY, 3 7 3 - 3 7 4 ; NOVOA, I , canismos automáticos de defensa,
3 3 9 - 3 4 0 ) . En todo caso, como se sólo si se trata de evitar un peligro
dijo, se admite que puede ser inmi- común, por ejemplo, el ingreso no
nente la agresión que está en acto pre- autorizado a depósitos de explosivos;
paratorio (NOVOA, I , 3 4 0 ; POLITOFF, y negativa, por COUSIÑO, II, 2 8 3 -
283), pero en todo caso, esté en esa 286, argumentando especialmente
fase preparatoria o en tentativa, no es a partir de la imposibilidad de afir-
inminente la agresión que constituye mar la existencia del ánimo defensivo
o constituiría una tentativa inidónea en la persona que se defiende, en el
(POLITOFF, ibídem; en realidad, en momento en que opera la defensa o
mi opinión, porque no constituiría se activa automáticamente el dispo-
una agresión real, a partir de una sitivo, si bien admite la posibilidad
valoración objetiva). La jurispru- de una justificación limitada de los
dencia ha reconocido el requisito de obstáculos físicos - n o de los dispo-
actualidad, negándole la justificante sitivos automáticos— por "ejercicio
a quien, tras sufrir un robo, persigue legítimo de un derecho", conforme
a los malhechores por la calle, dispa- al Art. 10, N° 10; también niegan la
rándoles (sentencia de la Corte Su- inminencia de la agresión, POLITOFF,
prema, Rol N ° 1 9 9 - 2 0 0 3 , de 12 de 2 8 3 - 2 8 4 , y GARRIDO, II, 1 7 0 , quien
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parece aceptar, sin embargo, de ma- real y que tampoco puede concurrir
nera amplia, la justificación por ejer- la atenuante por eximente incom-
cicio legítimo de un derecho); por pleta del Art. 11 N° 1 (sentencia de
su parte, NOVOA, I , 3 5 1 , Y LABATUT, la Corte de Apelaciones de Arica,
I, 96, consideran justificados, por Rol N° 63-2008, de 4 de agosto de
legítima defensa, los dispositivos que 2008, contra María Dolores Gómez
se activan automáticamente frente a Jirón (nulidad penal), N° ID Legal-
una agresión ilegítima y, por estado Publishing: 39534).
de necesidad justificante, los meros
obstáculos que, sin actuar positiva- ii) Necesidad racional del medio
mente contra terceros, están simple- empleado para impedirla o repelerla
mente dispuestos en un predio para
cerrarlos de manera segura. Si, como ya se vio, la necesidad
racional de la defensa no es un re-
Por último, y si bien suele tra- quisito impuesto expresamente por
tarse como un requisito de la defen- la Ley (pero sí puede derivarse de
sa y no de la agresión ilegítima, hay las restricciones ético sociales, cuan-
acuerdo en que no está legitimada do puede afirmarse un deber de
por la justificante de legítima defen- elusión), la circunstancia segunda
sa la lesión del derecho de un ter- del numeral 4o del Art. 10 sí exige,
cero (por todos, CURY, 3 7 6 ) , pues, expresamente, la necesidad racional
en realidad, en mi opinión, en este del medio empleado para impedir o
caso falta la agresión ilegítima pro- repeler la agresión (cfr., en cambio,
veniente de este tercero. Sólo es po- GARRIDO, II, 1 7 3 , confundiendo
sible defenderse de quien realiza la la necesidad del medio con la de la
agresión. defensa —pese a rechazar, en princi-
pio, la exigencia de subsidiariedad
La falta del requisito de la agre- de la defensa-). Así, esta exigencia
sión ilegitima impide, además, re- impone al injustamente agredido
conocer la atenuante de legítima escoger, de entre todos los medios
defensa incompleta, pues se trata de disponibles para impedir o repeler la
un requisito esencial de la justifican- agresión, el menos lesivo (la "forma
te (v. infra, "Exceso en la legítima menos enérgica de defenderse", se-
defensa..."). En la jurisprudencia, gún CURY, 3 7 5 ; "aquél [medio] que
una decisión de corte de apelaciones sea suficiente, desechando el super-
ha reconocido que no concurre la fluo", según NOVOA, I, 342). La ju-
eximente si es que no hay agresión risprudencia de la Corte Suprema ha
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sostenido, en el mismo sentido, que que, con razón, debe llevar a recha-
la racionalidad requiere la necesidad zar equivalencia, o incluso propor-
del medio empleado, en el sentido cionalidad abstracta, entre el medio
de que el sujeto no disponga de otra con que se agrede y el que se emplea
forma menos enérgica para defen- para la defensa, como la jurispru-
derse con éxito (sentencia de la Cor- dencia, sin embargo, con frecuencia
te Suprema, Rol N ° 4 3 3 6 - 2 0 0 0 , lo hace (según reseña críticamente
de 9 de abril de 2001, contra Juan N O V O A , I, 3 4 2 , quien incluye, entre
Carlos Kaschel Hitschfeld (Recurso las circunstancias que deben tenerse
de Casación en el Fondo criminal), en cuenta para decidir si el medio
N° ID LegalPublishing: 18488), y era racionalmente necesario: "lo im-
que la racionalidad del medio em- previsto del ataque, la superioridad
pleado se derivaba de su razonabi- física marcada del agresor, la inamo-
lidad, así como del hecho de que el vilidad del agredido, la rapidez con
imputado intentó utilizar otros me- que éste deba reaccionar, la dificul-
dios para repeler la agresión ilegíti- tad de poner en uso inmediato otros
ma (sentencia de la Corte Suprema, medios de defensa, la presencia de
Rol N ° 2 5 9 4 - 2 0 0 3 , de 1 6 de enero personas que puedan auxiliar, la
de 2 0 0 6 , Contra Claudio Andrés hora y el lugar, etc.")- En el mismo
Sepúlveda Hernández (Casación sentido ha destacado la jurispru-
en la Forma y el Fondo criminal), dencia, que la racionalidad no debe
N ° ID LegalPublishing: 3 3 7 3 7 ) . entenderse como equivalencia ma-
temática, sino como razonabilidad
En todo caso, la posibilidad de del medio empleado en virtud de
disponer concretamente de un me- las circunstancias del caso concreto
dio menos lesivo exige valorar, como (sentencia de la Corte Suprema, Rol
señala CURY, "la totalidad de la reac- N ° . 6 4 6 6 - 2 0 0 5 , de 3 de mayo de
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una parte, la conducta típica que ca- defenderse", pero sin llegar a exigirse
sualmente impide una agresión in- un "ánimo defensivo", sino cuando
minente, sin que el autor supiese de la Ley lo exige, como en la legítima
ella, y, por otra parte, la acción de- defensa de parientes ( C U R Y , 3 6 6 - 3 6 7 ;
fensiva motivada por resentimiento G A R R I D O , I I , 1 7 4 - 1 7 5 ; COUSIÑO, I I ,
o venganza por parte de quien, por 146, reproduciendo textualmente lo
ej., "tuvo la fortuna" de ser agredi- que ya planteara en C O U S I Ñ O , 2 6 -
do por su enemigo, encontrándose 3 3 ) . POLITOFF argumenta que, en
así con una oportunidad para saldar Chile, esta tesis finalmente condu-
cuentas impunemente. ce a los mismos resultados prácticos
que la primera concepción, pues, en
Una primera concepción, soste- primer lugar, en caso de que falte la
nida por ETCHEBERJRY, I , 2 3 4 - 2 3 7 y finalidad o voluntad defensiva no
2 5 0 - 2 5 1 ; POLITOFF, 2 6 1 y s s . ; v . t a m - cabe sino reconocer en el hecho una
bién ya N O V O A , I , 3 3 1 - 3 3 2 , y que tentativa inidónea (pues el autor ha
destaca que el legislador sólo en casos querido producir un resultado anti-
puntuales exige un elemento subjeti- jurídico, pero su intento estaba des-
vo en las justificantes (al descartar la de un principio destinado al fracaso,
justificación en la legítima eUfensa de pues, sin quererlo él, las circunstan-
terceros, del Art. 10, N° 6O, cuando la cias necesariamente lo llevan a pro-
motivación, en lugar de defensiva, es ducir un resultado aprobado por el
de "venganza, resentimiento u otro derecho) y, en segundo lugar, confor-
motivo ilegítimo") rechaza la exigen- me a la opinión ampliamente mayo-
cia, tanto de conocimiento, cuanto ritaria en Chile, la tentativa inidónea
de una motivación o "ánimo" defen- es impune ( P O L I T O F F , 2 7 4 - 2 7 6 ; en el
sivo, aceptando la justificación de la mismo sentido, POLITOFF / MATUS,
conducta que objetivamente produ- Comentario, 132; v. también, ya el
ce un estado aprobado por el derecho mismo POLITOFF, 1 9 9 6 , 2 6 y ss.; sin
(en este caso, la injusta agresión fue embargo, en la actualidad es a lo me-
repelida con un medio racionalmen- nos discutible que la impunidad de
te necesario). Frente a esa concepción la tentativa inidónea sea una cues-
se eleva la tesis que exige en el autor tión pacífica en Chile, v. MAÑALICH,
de la reacción defensiva, a lo menos, 161, inclinándose también por la
conocimiento y voluntad de que con conclusión de la tentativa inidónea,
ella efectivamente se está impidiendo pero advirtiendo precisamente que
o repeliendo la agresión, es decir, con su punibilidad "es aún una cuestión
"finalidad defensiva" o "voluntad de incierta").
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ex post, más coherente con la natu- su parte, al rechazar, sin ningún gé-
raleza objetiva del juicio de ilicitud-, nero de distinciones, la justificación
conforme a tal criterio -habría que cuando "hay sólo una apariencia de
concluir- la cuestión se decide una agresión" (ETCHEBERRY, I , 2 5 3 ; cfr.,
vez que el hecho ya se produjo, con siguiéndolo, GARRIDO, I I , 1 7 0 ) , pa-
todos los elementos de juicio dispo- rece apegarse a una consideración
nibles por el tribunal, incluso los que objetiva ex post. CURY, por último,
el autor ex ante no podría haber co- aboga abiertamente por emplear un
nocido; sin embargo, como se vio al criterio objetivo ex ante-, "[l]a agre-
tratar sobre la necesidad racional del sión ha de ser real, esto es, ha de
medio), POLITOFF admite que debe existir como tal según una conside-
emplearse una perspectiva objetiva ración ex-ante, es decir, teniendo en
ex ante para resolver si las medidas cuenta lo que para el autor aparecía
defensivas adoptadas eran racional- como tal en el momento de deci-
mente necesarias, lo que debería lle- dirse a defenderse, atendida su po-
var, entonces, a tomar en cuenta los sición en el contexto de los hechos y
elementos de juicio con que el au- los conocimientos de que disponía
tor contaba, y que razonablemente sobre la situación", pero " [qjuien
también habrían sido determinantes reacciona frente a una agresión que
para cualquier otro en su lugar, por desde dicho punto de vista no puede
más que las cosas se descubran, más ser sino apreciada como imaginaria
tarde, distintas a como objetivamen- o aparente, no actúa justificado por
te (el juicio es objetivo ex ante, no legítima defensa" (CURY 3 7 3 ) 3 8 .
subjetivo ex ante) aparentaban serlo
(si bien esta matización la introduce A nivel de la jurisprudencia, la
POLITOFF para decidir la necesidad Corte Suprema tuvo oportunidad de
racional del medio, y no explícita- pronunciarse sobre la cuestión explí-
mente para decidir la realidad de la citamente en 1998 (sentencia de la
agresión -cuestiones en principio Corte Suprema, Rol N° 1.338-98, de
separables—, en la práctica lo hace 4 agosto de 1998 (sentencia de casa-
de una forma que envuelve a las ción en el fondo y de reemplazo), el
dos cuestiones). ETCHEBERRY, por Carlos Castro Muñoz, redactada por
Criterio que, sin embargo, contrasta notablemente con el que el propio C U R Y emplea
como redactor de un conocido fallo de la Corte Suprema sobre la materia (v. infra, en
el texto principal).
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Punto de vista que se aparta, con todo, del que sigue la sentencia que se comenta,
para la cual, es suficiente, para tener que responder por el actuar precedente creador
del peligro —en este caso, por homicidio por omisión—, si "quien ejecuta un acto no
culpable —e, incluso, justificado- sabe que su conducta es, en general, injusta (reprobada
por el derecho, anormal), y que sólo a causa de circunstancias especiales se encuentra
disculpada - c o m o en el caso de autos- o justificada -supuesto que concurriera, cosa
que aquí no ocurre, una auténtica causal de justificación-" (Considerando 18 o de la
sentencia de reemplazo), dejando a salvo entonces la posibilidad de que, quien realmente
actuó bajo legítima defensa, de todos modos responda por homicidio por omisión, lo
que, en mi opinión, no se justifica.
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se tomó del CP belga (GARRIDO, falte en este caso una referencia ex-
II, 179). El numeral 6 o ha sido presa de la Ley en tal sentido, de
modificada en dos oportunidades: todos modos debe entenderse tam-
en 1992, la Ley N° 19.164 (de 2 bién aquí (como, por expresa dis-
de septiembre de 1992), agregó a posición de la ley, ocurre en el caso
dicho numeral su actual párrafo de la legítima defensa propia) que
segundo, que regula la legítima de- la provocación previa sólo excluye
fensa privilegiada (y que la misma la posibilidad de invocar legítima
Ley eliminó del numeral 4 o ), de defensa si es suficiente, de modo
modo de hacer extensible el privi- que no cualquier provocación priva
legio a las tres hipótesis de legíti- al tercero de la posibilidad de de-
ma defensa: propia, de parientes y fender legítimamente al agredido,
de terceros; y, posteriormente, en pues la misma razón se da aquí que
2008, la Ley N° 20. 253 (de 14 de en el caso de la legítima defensa
marzo de 2008) lo modificó para propia (POLITOFF / MATUS, Comen-
incluir, dentro del listado de deli- tario, 138).
tos cuyo impedimento queda cu-
bierto por el privilegio, los abusos Si bien la referencia a las for-
sexuales calificados del Art 365 bis mas y grados de parentesco a que
(adecuando, además, las antiguas hace referencia el numeral 5o no
referencias a la violación y a la vio- fue modificada expresamente por
lación sodo mítica a la nueva siste- la Ley N° 19.585 (de 26 de octu-
mática de los delitos sexuales). bre de 1998), que derogó la dis-
tinción entre filiación legítima e
LEGÍTIMA DEFENSA DE TERCEROS: ilegítima, dado el alcance general
PARIENTES Y EXTRAÑOS de esa modificación, tácitamente
también alcanza a la legítima de-
En principio, los mismos re- fensa de parientes, que cubre en-
quisitos establecidos para la legíti- tonces, a la defensa de: el cónyuge,
ma defensa propia rigen para la de los parientes consanguíneos en la
terceros, sean parientes (numeral línea recta y en la colateral hasta el
5 o ) o extraños (numeral 6 o ), inclu- cuarto grado inclusive, los parien-
so la exigencia de que a la agresión tes afines en toda la línea recta y en
no haya precedido provocación por la colateral hasta el segundo grado
parte del defensor, quien en este inclusive, y los hijos (correctamen-
caso, sin embargo, no es el mismo te hacen valer para la legítima de-
que el agredido; además, aunque fensa la modificación de las reglas
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Pero es errónea la referencia, por parte de los autores, a la consanguinidad sólo hasta el
segundo grado - s i e n d o que la regla la abarca hasta el cuarto g r a d o - y parece preferible
hacer expresa mención de los hijos, y no simplemente de los parientes consanguíneos
"en toda la línea recta", para dejar en claro que se incluye también a los adoptivos -y
no sólo los hijos ligados por vínculo de consanguinidad.
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reglas de la lex artis (v., por ej., GA- ción de la gestación). Sin perjuicio
RRIDO, I I , 2 0 3 ) . de ello, la reciente introducción de
una nueva eximente de estado de ne-
En cambio, si la actividad mé- cesidad del numeral 11, del Art. 10,
dica no está destinada a salvar o cuya naturaleza de (sólo) exculpan-
proteger la salud del mismo indi- te o (también, para ciertas hipóte-
viduo a quien se somete al riesgo, sis, de) justificante debe ser objeto
como paradigmáticamente ocurre de análisis monográfico, más allá de
en una interrupción del embarazo que evidentemente permite eximir
para protección de la vida o salud de responsabilidad criminal las con-
de la embarazada, la cuestión nece- ductas constitutivas de aborto tera-
sariamente se plantea en términos péutico (no sólo de la madre, sino,
de justificación o no de la realiza- claramente, del médico), plantea la
ción de una acción -indudablemen- cuestión de si no cabe ahora enten-
te— típica, en este caso, del delito de der directamente justificado el abor-
aborto. Y el caso es que, aun tras la to terapéutico para salvar la vida
derogación del Art. 119 del Código de la embarazada, ya directamente
Sanitario (por Ley N° 18.826, de por efecto de ese numeral 11, del
1989), que contemplaba una justi- Art. 10 (como una hipótesis en
ficante especial para el aborto tera- que, todavía, el mal causado es me-
péutico, sigue siendo perfectamente nor que el evitado), e incluso, en su
argumentable que la justificante ge- caso, si no cabe postular una justi-
nérica de ejercicio legitimo de la pro- ficación aun más amplia del aborto
fesión (oficio) abarca de todos mo- terapéutico, por ejemplo, también
dos, justificándola, la intervención del que es necesario para proteger
abortiva necesaria para salvar a la a la embarazada de un grave mal
embarazada de un peligro de muer- para su salud (no para su vida), si
te (v. la convincente exposición de valorativamente aún cabe conside-
POLITOFF / M A T U S / R A M Í R E Z , P E , rar que una grave enfermedad de
96-97, citando además la declara- la embarazada (por ej., una que la
ción del Departamento de Ética del puede hacer perder sus órganos re-
Consejo General del Colegio Mé- productivos, como consecuencia de
dico de Chile, de febrero de 2003, una infección) como un mal mayor
que avala científicamente la exis- al producido con el aborto (caso en
tencia de situaciones en que, para que, de nuevo, viene al caso una
la protección de la vida de la emba- justificación, y no una mera exculpa-
razada, sólo es indicada la interrup- ción de la conducta).
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ART. 10 N° 12 CÓDIGO PENAL COMENTADO
E l c a s o d e las l e s i o n e s d e p o r t i - b i é n se c o n v i e r t e , a fin de c u e n t a s ,
vas, a l q u e s e suele d a r t r a t a m i e n t o e n u n a c u e s t i ó n d e d e l i m i t a c i ó n del
separado en el seno de esta causal de riesgo permitido, para efectos de
justificación, en mi opinión, bajo la n e g a r o a f i r m a r la tipicidad ( n o la
i n f l u e n c i a d e la teoría de la imputa- a n t i j u r i d i c i d a d ) , c o n l o q u e devie-
ción objetiva - y en estrecha vincu- n e u n p r o b l e m a d e P a r t e Especial,
l a c i ó n c o n l a c u e s t i ó n del v a l o r del que corresponde tratar justamente a
consentimiento del ofendido— t a m - p r o p ó s i t o del d e l i t o d e lesiones.
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COMENTARIO
Héctor Hernández
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CORTE 269
SUPREMA!
HRl 1DTECA
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dos los demás requisitos, está exento etc.). Si bien debe reconocerse que,
de responsabilidad criminal el que saliendo del ámbito en que está en
mata a otro para salvar su propia juego la vida, no existe mayor cla-
vida o la de un tercero y el que (con ridad respecto de la jerarquía que
independencia de cualquier debate le corresponde a cada bien jurídico,
sobre si se trata de bienes jurídi- menos aún si, además, se introduce
cos de igual jerarquía, debate que la variable del grado de afectación
aquí resulta superfluo) provoca un (¿es más grave sufrir una herida que
aborto para evitar la muerte de la privar de libertad por unas horas a
mujer embarazada, entre otros ca- alguien o sufrir una mutilación que
sos. Tratándose de un bien jurídico violar a alguien?), que la eximente
que admite grados diversos de afec- proceda incluso cuando el mal cau-
tación, como es el caso de la salud sado es superior al que se quería evi-
individual, la propiedad o la liber- tar, con tal que no lo sea "sustancial-
tad ambulatoria, debe estarse a la mente" permite un amplio margen
intensidad de la afectación concreta de apreciación judicial, porque sin
en comparación con la afectación duda lo "sustancial" no está referido
que se trataba de evitar. Ahora bien, a la distinta jerarquía de lo que está
si esto rige ante igualdad de males, en juego, que es un presupuesto ya
con mayor razón procede aplicar la asumido explícitamente por la ley,
eximente si el bien jurídico afecta- sino a la importancia de la distancia
do es de menor jerarquía que el que que existe entre la posición ordinal
se trata de proteger y no existe una de cada valor en la escala jerárquica.
diferencia tal en el grado concreto En otras palabras, no es razón sufi-
de afectación que permita reempla- ciente para negar el requisito que los
zar el criterio del bien jurídico a la males en cuestión estén en distintos
hora de identificar el mal menor. peldaños, sino sólo que sus respecti-
Así, dados los demás requisitos, está vos peldaños estén significativamen-
exento de responsabilidad criminal te alejados. Una interpretación que
el que lesiona para salvar la vida de absolutice la diferencia jerárquica
otro (v. gr. un trasplante forzado de en cuanto tal no parece compatible
un órgano no vital), el que detiene con la letra de la ley. Para graficar-
o encierra a otro con el mismo fin lo con un ejemplo deliberadamente
y el que intimidado (en concreto polémico: es perfectamente posible
bajo amenaza de muerte) comete que, dados los demás requisitos, el
un delito distinto del homicidio que practica un aborto para evitar
(violación, mutilaciones, secuestro, un menoscabo grave de la salud de
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