Está en la página 1de 3

OBRA DE TEATRO: EL CORAZÓN.

Una vez conocí un corazón que vivía solo, cuidando un tesoro que era todo lo que tenía y
un globo blanco atado al cofre que contenía ese gran tesoro. Muy importante para poder
vivir. tan solitario sentado como esperando algo y nada pasaba, siempre tocaba alguien la
puerta de su casa pero nunca le prestó atención. Así pasó el tiempo y de pronto algo
sucedió.

Música

Vanidad: Hola corazón, cómo estás?


Corazón: Y tú quién eres? y porque entras sin pedir permiso
Vanidad: Ja, corazón no te enojes,yo me llamo vanidad y vengo a darle color a esta vida tan
gris que tienes.
Corazón: Bueno, eso suena bien,la verdad siempre he estado aquí en la soledad esperando
que algo pase y esa puerta que no la dejan de tocar, no me deja en paz.
Vanidad: Jaaa, si, que fastidio por eso debes seguir unos consejitos que te vengo a dar.
Número uno, siempre mantente a la moda, dos, lo único importante en este mundo eres tú y
tres has lo que tengas que hacer para ser la más popular.
Corazón: Eso me gusta, así seré el centro de todos y siempre estarán pendientes de mi.
Vanidad: Si, si, si. Ya. Relájate pero primero me pagas.
Corazón: noooo, no tengo dinero.
Vanidad: lo sé cariño, lo sé pero en ese cofre hay unas cositas que me interesan y darme
unas no te saldrá caro, además, los consejitos que te dí no tienen precio.
Corazón: bueno, está bien, toma lo que quieras.
Vanidad: ok. Vamos a ver, a ver. Mmm. ¡Ya sé! Me llevo esto: la prudencia, también me voy
a llevar la humildad y la paciencia. Jaaa pero sobre todo la Mansedumbre. Gracias corazón,
nos vemos, arrivederci.

El corazón depositó su confianza en la vanidad para llenar el vacío que sentía. Pero seguía
igual. A pesar de la popularidad, y la buena ropa siempre faltaba algo y comenzó a darse
cuenta que cometió un error al pagar con lo más preciado que tenía.
Siempre alguien tocaba la puerta y el corazón no prestaba atención.
Pasando el tiempo algo sucedió.

Música.
Confusión: Hola corazón, ¿ cómo estás?. Oye, ¿qué te pasa?
Corazón: Soy toda una diva aunque no se que hacer para sentirme bien.
Confusión: Yo soy tu solución, me llamo confusión! Y vengo a ayudarte, bueno, eso creo.
Solo hay que torcer las cosas para que estén derechas
Corazón: ¿Qué dices? No te entiendo nada y no tengo mucha paciencia para escuchar
payasadas.
Confusión: Muy bien, escúchame con los ojos atentamente. Solo tienes que hacer como si
no pasará nada. Mmm, huye de los problemas. Es mejor hacerse el loco y así nadie te
acusará de nada.
Corazón: Seguro? No te entendí mucho pero lo voy a hacer.
Confusión: Siii, a mí me funcionó y mira lo bien que estoy. (Música de chiflado). Bueno, hay
que pagar, tomaré algunas cosas de tu cofre.
Corazón: Está bien.
Confusión: Me llevo el respeto, mmm, hay, estoy confundido. ¿Qué me llevo? Ayúdame!.
Mmm. La dignidad. Mmm bueno, adiós, nos seguimos viendo, eso creo.

Música

Al parecer el corazón no entendió mucho de su experiencia anterior. Al final en alguien tenía


que confiar para solucionar su problema de soledad. Había muchas dificultades pero no
tenía interés en solucionarlas y se hacían más grandes y peores. Era muy difícil ignorar los
problemas y conflictos ya que eran inmensos y tormentosos. Una ve más alguien toca la
puerta y el corazón estaba muy preocupado para atender.
El tiempo corrió y algo sucedió.

Música.

Miedo:Holaaa. Quien vive aquí?


Corazón: Soy corazón,y tú?
Miedo: ¡Yo, yo, me llamo miedo! No hay cucaracha aquí verdad? Es que tu casa no se ve
muy limpia. Los ratones me dan pavor. El polvo me da alergia, achuu!
Corazón: Que exagerada eres. Y qué vienes a hacer aquí? No tengo tiempo para atenderte.
Miedo: Está bien pero no me regañes, vengo a decirte unas cosas para que estés mejor.
Estás segura que no hay cucarachas verdad?
Corazón: Nooo, deja la tontería y dime!
Miedo: Escucha, para ser feliz hay que tener mucho,mucho miedo. No hables en público, te
pueden buscar por como hables. No te acerques a preguntar nada ,es mejor quedarse con
la duda. No cambies tu forma de pensar, lo nuevo te lleva a lo desconocido y eso me da
mucho, muchooo terror. Lo mejor es quedarse paralizado, aunque a veces no es muy
bueno, pero al menos sabes dónde estás.
Corazón: Eso es cierto, lo que dices se escucha muy seguro
Miedo: Si, así es. Bueno, solo te pido algo por el favor que te hice. Regálame el globo que
está atado a tu cofre.
Corazón: Pero, ¡pero es mi pureza¡
Miedo: Regalamela! Yo la voy a cuidar mucho. Porque es como una luz y dónde yo estoy
hay mucha, mucha oscuridad.
Corazón:Está bien, tómala, pero cuidala mucho.

Poncha el globo. Música.

Corazón: Pero qué has hecho! Era lo único que me quedaba!


Miedo: ¡Cállate! Ahora sí sentirás miedo, ya no te queda nada, ahora eres un corazón
perdido y oscuro. Llora por tu destino que se opaca más y más por tus desiciones.
Corazón: ¿Por qué me haces esto? Yo confíe en ti
Miedo: Así es, confiaste en mi. Creíste ser una estrella pro tu vanidad, dejaste las cosas
importantes. Renunciaste a todo y te confundiste huyendo por tener miedo. Ahora esta es tu
paga, vivir sin pureza y ser un corazón oscuro por siempre.

Corazón había tocado fondo y se echó al suelo llorando y lamentando lo que había hecho.
Entrego todo por una vida sin rumbo. Dió lo más preciado. Sedió su vida para ser feliz y no
lo logró. "¿Ahora qué será de mí?" Piensa con angustia por lo venidero. "Solo déjenme aquí
en tranquilidad, ya nada puedo hacer." Dice al viento. Pero alguien tocó a la puerta de
nuevo y el corazón le abrió.

Corazón: ¿Quién eres tú qué toca tanto la puerta?


Jesús: Soy la persona que estabas esperando.
Corazón: Pero no te conozco.
Jesús: Soy el que siempre te vio en la soledad. Toque antes y no abriste. Seguí tocando
pero seguías sin abrir.
Corazón: Ya. No pidas nada más. Ya todo lo perdí y jamás lo voy a recuperar.
Jesús: Yo vengo a regresarte lo que has perdido. Pero tengo una condición.
Corazón: ¿Y cuál es esa condición?
Jesús: Que cuando te sientas en soledad vengas a mi, en los días oscuros pidas mi ayuda
porque yo siempre estaré ahí para ti. En tu tristeza te abrazaré, como el cielo toca el mar y
cada día que despiertes siempre me verás en el sol, en los rostros de los niños y pintando
un nuevo cielo para ti.
Corazón: Perdóname por no abrir la puerta antes.
Jesús: Claro que te perdono corazón. Yo no vine a juzgarte, sino a amarte.
Corazón: Y quién eres tú? ¿Cómo te llamas?
Jesús: Yo me llamo Jesús y soy el amor. El amor que todo los sufre, todo lo cree, todo lo
espera, todo lo soporta, el que nunca deja de ser. El que dió su vida para que tú tengas una
vida eterna.

Hay una cosa en la vida que nunca se podrá suplantar: el amor. El amor es la vida misma.
El amor reverdece lo seco e ilumina la oscuridad. El amor llega a lo más oculto del corazón
y a lo más recóndito del universo. El amor da vida a lo muerto. El amor nunca deja de ser.

También podría gustarte